Ser más inteligente no siempre es una ventaja

El programa Informe Semanal se adentra en el mundo de las altas capacidades y se pregunta si realmente se aprovecha el talento de quienes están por encima de la media. Valoramos la inteligencia y ansiamos el conocimiento. Admiramos las mentes privilegiadas que llegan donde otras no llegan. Olvidamos que salirse de la norma tiene un gran valor y a veces un alto precio. Ser superdotado puede conducir al éxito y también al rechazo. Vidas fuera de serie es una fotografía de la compleja realidad que viven estos niños.

Un programa de la Comunidad de Madrid ayuda a chicos con altas capacidades a conocerse a sí mismos, complementa sus estudios y les enseña habilidades sociales para adaptarse a un entorno en el que pueden sentirse aislados.

Si un niño es diagnosticado como superdotado significa que su cerebro funciona más rápido, recibe más estímulos y genera más ideas

Algo que le hace más creativo y al mismo tiempo más vulnerable y sensible

vidas fuera de serie

Según Maite Garnica, directora de CES (Centro especializado en superdotados), normalmente el sistema educativo tiende más a acudir hacia los niños que están por debajo de la media que hacia los que están por encima, aunque sí se considera legalmente que tienen necesidades educativas especiales.

Rosabel es un ejemplo de que la hipersensibilidad de estos niños les puede hacer sufrir. Su capacidad para captar las emociones, plantearse temas trascendentales y ponerse en el lugar de los demás les hace vivir muy intensamente.

En la Escuela de pensamiento matemático Miguel de Guzmán utilizan los números para enseñar a los alumnos a razonar con un objetivo: que del talento de los niños de hoy se beneficie la sociedad de mañana. Según José María Letona, su director, estos niños necesitan que todo lo que se les diga sea demostrable, y que se les escuche. Niños con una capacidad de comprensión de los problemas más complejos se le echarán a llorar si han perdido la goma de borrar, porque al final son niños. Por eso la parte emocional es muy difícil de trabajar con ellos, y requiere tiempo.

Las altas capacidades no entienden de clases sociales ni de nivel cultural.

Los niños superdotados asimilan todo a la primera y se aburren cuando el profesor repite una explicación. Paradójicamente no siempre sacan buenas notas. En el 50% de los casos la desmotivación lleva al fracaso escolar.

Tener cualidades excepcionales entraña riesgos

Las dificultades de los niños superdotados no solo están dentro del aula. Los tópicos y las etiquetas juegan en su contra, o se piensa que tienen la vida resuelta o se les ve como chicos raros, con dificultades para relacionarse. Falsos clichés que no serán superados hasta que se normalice su situación.

Miedo al rechazo, a la incomprensión, al fracaso…  

El mundo interior de los superdotados choca con un mundo real que necesita la inteligencia pero que muchas veces no sabe aprovecharla. Detrás de esas mentes prodigiosas, capaces de asumir retos extraordinarios, hay personas que quieren desarrollar su talento sin dejar de ser ellos mismos.

Reportaje VIDAS FUERA DE SERIE: