Chris Ulmer comienza sus clases elogiando

Y los resultados que obtiene son excelentes

Chris Ulmer es un maestro muy especial que da clases a pequeños con diferentes enfermedades; algunos son autistas, otros tienen problemas de aprendizaje o daño cerebral. Ulmer enseña en la Mainspring Academy en Jacksonville (Florida, Estados Unidos) y su peculiar sistema de enseñanza ha sido aplaudido por miles de personas.

Antes de empezar con las tareas, Chris Ulmer dedica los primeros 10 minutos de clase a resaltar las cualidades que cada uno de sus alumnos posee

Así consigue que los chicos empiecen el día bien motivados

Este maestro subió un vídeo a la página de Facebook, y se ha hecho viral. Miles de personas han descrito como innovador su método de enseñanza, pues a través de éste genera cariño y autoaceptación entre los pequeños. Uno por uno sus alumnos van pasando al frente de la clase y él les dice por qué son especiales. Les comenta cosas como «Me gusta tenerte en mi clase, eres muy gracioso» o «Juegas genial al fútbol».

Chris Ulmer comienza sus clases ELOGIANDO

Con el permiso de sus padres, Chris publica fotografías y videos de los niños, y pretende publicar un libro con sus historias de superación.

Chris lleva tres años siendo profesor de este grupo de niños y asegura que el lazo que tiene con ellos se ha fortalecido tanto, que ya se consideran cómo una familia. “Tenemos un nivel de entendimiento que hemos ido consiguiendo con el tiempo», explicó a ABC News. “Todos ellos procedían de un entorno segregado de los estudiantes de educación general. Ahora están participando en las actividades escolares, bailando ante cientos de niños y hasta en el club de debate», contó orgulloso.

El ejercicio que realiza antes de clases tiene resultados tan buenos debido a que trata de ponerse en el lugar de los niños: «Cada uno tiene sus particularidades, pero eso es bueno, porque nos enriquece».


Fuente: HOLA.com

Dan y Nica. Los viajes de Bolita Mundis

Las aventuras sorprendentes de dos niños que viajan con su bola mágica. Dan y Nica. Los viajes de Bolita Mundis narra las aventuras de dos hermanos de 7 y 3 años, quienes con una bola del mundo mágica que cobra vida participan en sorprendentes viajes, donde seres inanimados como comida, obras de arte o personajes de cuentos se convierten en animados.IMG-20161023-WA0000

María Sánchez Dauder es pedagoga y especialista en alumnos con altas capacidades intelectuales.

Los Marramiaus de la calle Caballa Descarada, en el que se narran las aventuras de unos gatos insólitos y peculiares, y Animalem, una colección de fábulas cuya finalidad es trabajar la educación emocional, son también títulos suyos.

El objetivo de todos estos libros es estimular a los alumnos con altas capacidades intelectuales y favorecer su inclusión en las aulas. Las necesidades académicas de estos niños son distintas a las de sus compañeros, aunque no incompatibles.

La escuela inclusiva permite que todos los alumnos puedan convivir en una sociedad como la que les espera en el futuro, en el mundo que vivirán de adultos.

Se trata de un conjunto de cuentos llenos de magia, Dan y Nica. Los viajes de Bolita Mundis incluye aventuras y contenidos culturales muy diversos e interesantes: historia, arte, literatura, personajes célebres, ciencia, animales, fiestas y tradiciones.

Son herramientas tanto para los docentes como para los padres que quieran llegar a las mentes más curiosas con ganas de saber y aprender; son un recurso para atender a estos hijos y alumnos que necesitan dosis de vitaminas culturales extras.IMG-20161023-WA0001

Pero no solo son lecturas para estos pequeños de mentes inquietas, sino que los cuentos son válidos para todos los niños y niñas que quieran aprender y pasar un rato de magia y diversión con Dan, Nica y Bolita Mundis. La finalidad de estas historias es reforzar los hábitos de autonomía y de responsabilidad.

La magia de estos cuentos solo aparece cuando los protagonistas de estas historias son responsables, obedientes, ordenados y trabajadores. Dan y Nica quieren ser ejemplo de un buen aprendizaje, de evolución personal y de maduración para los pequeños oyentes o lectores de sus aventuras.

Cada cuento va acompañado de una propuesta didáctica, en castellano e inglés, relacionada con el contenido y la temá tica de la historia.

A qué edades va dirigido:Los destinatarios de las actividades son los niños y niñas de ciclo inicial, aunque la lectura de este libro y el trabajo de sus contenidos pueden dirigirse, también, a los del ciclo medio.dan y nica

Las ilustraciones son de Georgina González Puig, y está editado por HORSORI Editorial. Aquí lo puedes comprar (también en catalán)

Timidez en los niños

Timidez en los niños

NO le digas a tu hijo que es tímido: 10 razones por las que NO deberías criticar la timidez en los niños

Educar a un niño socialmente inadaptado es más complicado que ponerle a tu hijo la etiqueta de «tímido». La timidez en los niños puede ser debida a su carácter, o a su forma natural de evitar a la gente sobreestimulante y sociable. Puede que tu hijo no se parezca a ti si eres extravertido. Puede que esa diferencia te haga sentir incómodo, pero no significa que tenga que ser algo problemático para él.

La sociedad tiende a alabar a los extrovertidos y a pensar que hay algo que no va bien si a un niño le gusta la soledad o tener solo unos pocos amigos leales. Sin embargo, muchas personas creativas y altamente productivas trabajan de manera eficiente y persistente por su cuenta y obtienen grandes satisfacciones y se sienten realizadas.

Timidez en los niños

Cuando los padres hacen uso de la inteligencia parental, consideran importante entender la mente, el estado de desarrollo y la capacidad para solucionar los problemas de su hijo. Poner una ETIQUETA a ciertos comportamientos sociales es lo contrario a entenderlos, una característica esencial de la inteligencia parental.

10 razones por las que no deberías llamar tímido a tu hijo:

1. Si etiquetas a tu hijo, lo estás reduciendo

Es un punto de vista unidimensional y simplista que puede hacer que no veas otros aspectos de su personalidad.

2. Llamar a un niño tímido puede hacer que se sienta avergonzado

Fomentando un problema potencial, si es que lo hay.

3. Llamar tímido a tu hijo implica que tiene una característica fija que no puede modularse

Esto puede hacer que no aprenda estrategias que podrían resultarle útiles, como abrirse a una persona comprensiva que pueda reforzar positivamente su imagen, lo que, a su vez, le ayudaría a socializar.

4. Llamar tímido a tu hijo puede hacer que piense que desapruebas su personalidad

Lo que podría provocar que bajara su autoestima y que no intentara poner en práctica estrategias como intentar sentirse cómodo en grupos pequeños con gente sensible.

5. Es importante no cometer el error de percibir la precaución o las dudas de un niño frente a situaciones nuevas como una incapacidad para relacionarse con los demás

Puede que le echen para atrás las situaciones desconocidas o la sobreestimulación, no las relaciones personales.

6. Llamar tímido a tu hijo minimiza su habilidad potencial de aprender a razonar consigo mismo sobre las experiencias sociales que pueden acabar siendo positivas y satisfactorias

Después de experimentar algunos éxitos, puede adquirir habilidades de automotivación y autopersuasión que mejoren con el tiempo.

7. Si ayudas a tu hijo a ser selectivo con la gente con la que se relaciona y a escoger a niños calmados y no agresivos, aprenderá que sus amigos son amables y le aceptan

8. Es útil hacer saber a tu hijo que estás orgulloso de él por ir con precaución cuando tiene miedo

Cada paso le lleva poco a poco a confiar en sí mismo y a adquirir fortaleza emocional para afrontar los obstáculos del futuro.

9. Es esencial que le demuestres que su forma de relacionarse con los demás es la correcta, aunque sea distinta de la tuya

Los padres deberían tener cuidado de no imponer sus sistemas de creencias, como si ser muy sociable fuera algo necesario en su cultura.

10. Los profesores deberían considerar que un nivel de participación muy alto no es lo que define a un buen estudiante

Los que no participan tanto pueden ser también trabajadores, listos y competentes.

En ocasiones, los padres piensan que sus hijos necesitan cambiar, cuando es su entorno el que necesita un cambio. No todo el mundo trabaja bien en grandes espacios abiertos o mediante aprendizaje colectivo, como se creía antes en el mundo educativo y en el empresarial. Puede que el trabajador silencioso que se concentra mejor trabajando por su cuenta, que es atento y que está abierto a nuevas ideas no sea el que más destaque, pero quizás es el más eficaz.

Timidez en los niños

Laurie Hollman, Ph.D  (Psicoanalista y autora especializada en terapia psicológica). Publicado originalmente en la edición estadounidense de El Huffington Post.

Frases de madre que todos hemos oído

Madres del mundo, las vitaminas del zumo no se van.
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¿Hubo más mentiras? Analizamos una serie de aseveraciones con las que los progenitores tejieron nuestra infancia. Estas son algunas frases de madre repetidas a diario (aún hoy) en nuestros hogares. ¿Pero cuánta verdad hay tras ellas?

La doctora Marta Rodríguez, médico internista de la Clínica Cima-Sanitas de Barcelona, y el doctor Moisés Robledo, médico de familia del Centro de Salud Contrueces de Gijón y secretario de información de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, las analizan una a una.

Estas son algunas de esas FRASES DE MADRE:

1. «Sécate bien el pelo antes de irte a la cama o vas a pillar un catarro»

Pues resulta que no. “Aunque desde luego no es agradable hacerlo, este hecho solo contribuirá, como otros factores ambientales y el propio estado del sistema inmunológico, a que se manifiesten con más facilidad virus de los que ya somos portadores”, explica la doctora Rodríguez.

Se trata de un factor que puede contribuir, junto con otros, a disminuir las barreras frente a las infecciones, pero el hecho de irse a la cama con el pelo mojado por sí solo no produce catarros.

2. «Abrígate, que estás sudando»

Mejor esperar un poco, sobre todo si es después del ejercicio. Lo explica el doctor Robledo: «La sudoración es un proceso necesario durante el cual se reduce el calor del cuerpo. Una vez termina la actividad física, es cuando cambia la producción de calor y hay que taparse. Pero siempre cuando el sudor se haya secado, para minimizar la pérdida de calor”.

3. «Si te tragas un chicle, se queda pegado en el estómago para siempre»

La de noches de insomnio que habremos pasado pensando en el dichoso chicle creciendo y echando raíces en las paredes de nuestra tripa.

Totalmente innecesario. «Para eso tenemos los jugos gástricos, que absorben una parte». ¿El resto? Tendrá el mismo cruel destino que la fibra que contienen los alimentos: “Pasar a formar parte del bolo fecal para ser expulsado”, detalla la doctora.

4. «Pídete el refresco del tiempo, que frío te provocará anginas»

Tampoco. Como indica la internista, “aunque cada persona tiene una tolerancia o una sensibilidad diferente frente al frío, una vez más este no deja de ser un elemento solo coadyuvante de padecer una amigdalitis aguda, que solo será provocada por un virus o una bacteria”.

Lo más importante para defenderse de las bajas temperaturas es el estado inmunológico de la persona.

5. «Te vas a quedar sordo con la música tan alta»

Da igual que retumbe la minicadena o el sonido se focalice en unos auriculares. Moisés Robledo da la razón a las madres. “El umbral de audición tiene que ser el adecuado para cada persona.

Y está probado que los individuos que desarrollan trabajos de alta contaminación y volumen acústico (probadores de armas, construcción, etcétera) pueden padecer enfermedades auditivas propias”.

En conclusión, si los umbrales son muy altos hay riesgo de aparición de lesiones. “Existen casos en los que el oído se acostumbra a tonos muy altos y le cueste reconocer o escuchar correctamente los normales”, añade el especialista.

6. «Si te muerdes las uñas, se deforman»

En este caso, también hay que obedecer a las madres. Lo indica la doctora Rodríguez: “Se ejerce una acción mecánica repetida que acabará provocando lesiones en el lecho ungueal [tejido bajo la uña]. Esto se puede ver agravado por infecciones en la zona circundante”.

Las manicuristas saben reconocer a la perfección unas uñas que han sido mordidas durante años y, en ocasiones, lo tienen muy difícil para trabajar sobre ellas.

7. «Si no bebes leche, no vas a crecer»

Es cierto que la leche es una buena fuente de calcio (el mineral que necesitan los huesos para desarrollarse y estar fuertes), pero esta frase no es del todo cierta. “La leche no es la única fuente de calcio y si se sustituye por otros alimentos ricos en este mineral se podría hasta prescindir de ella” señala Rodríguez.

En el top ten se encuentran las espinacas, la cebolla, las acelgas, el brócoli, todas las legumbres, las nueces, el yogur, los quesos, el huevo, las sardinas, el marisco y las galletas tipo María.

Frases de madre

8. «Cierra bien la boca, que te entra aire» 

Las madres vuelven a acertar. “La boca abierta, en la calle, permite la entrada del viento, reseca nuestras mucosas, disminuyendo las defensas, y facilita la entrada de posibles virus, aumentando el riesgo de una afección de garganta” señala Rodríguez.

El doctor Robledo insiste en la importancia de llevar bufanda: “Siempre hay que adaptar el cuerpo al entorno y taparse la boca puede impedir la entrada de gérmenes”.

9. «Si te frotas tanto los ojos, se te caerán las pestañas» 

Lamentablemente, cierto. Y va para todos. “El tejido donde se insertan las pestañas es muy fino y frágil y, además de provocar caída por el propio movimiento brusco de la frotación, también producirá inflamación y posteriormente descamación de la zona, facilitando aún más la caída”, aclara la doctora.

Hay que intentar ser conscientes de las consecuencias de este habitual gesto y evitarlo en la medida de lo posible.

10. «Si te pica o escuece, es porque se está curando»

“Se cree que una herida pica porque a la zona acuden células sanguíneas que liberan histamina (una sustancia química y natural que el cuerpo expulsa para ayudar a activar las células que se encargan de cerrar las heridas y crear nuevos tejidos)”, esclarece Rodríguez.

Por tanto, mamá (y papá) tenían razón. Y este efecto es sinónimo de que se está produciendo la reacción fisiológica de curación.

11. «Bébete el zumo antes de que se vayan las vitaminas» 

El doctor Moisés Robledo insiste en que los alimentos no pierden sus propiedades. Y nos remite al artículo Recomendaciones de manipulación doméstica de frutas y hortalizas para preservar su valor nutritivo, de Revista Española de Nutrición Humana y Dietética, donde los autores subrayan: «Existe la falsa creencia de que la vitamina C del zumo de naranja casero es poco estable, cuando solo condiciones extremas (ejemplo: calentarlo a 120 ºC) disminuyen de forma considerable dicha vitamina, que se conserva perfectamente en el zumo hasta 12 horas después, aunque el sabor puede volverse mas amargo».

Definitivamente, madres, no había que beberlo con tanta rapidez.

12. «Ponte recto o te saldrá chepa» 

El mensaje es algo exagerado. “No hay consecuencias tan graves como lo que conocemos por chepa. Pero es indudable que llevar habitualmente una actitud postural de hombros caídos si dará lugar a un aumento de la curvatura superior de la espalda, llamada cifosis”, indica Marta Rodríguez.

13. «Si te pegas mucho a la tele te vas a quedar ciego» 

El doctor Robledo echa por tierra esta amenaza de ceguera. “Para quedarse ciego es necesaria una lesión de retina. Los ojos son una especie de cámara fotográfica y necesitan enfocar.

Aunque no es recomendable, y puede ser síntoma de un problema como la miopía, los niños llevan con mayor facilidad del proceso de acomodación que los adultos, a los que la cercanía sí puede causar dolor de cabeza y fatiga ocular”.

14. «Come despacio, que te va a sentar mal la comida»

Rigurosamente verdad. “Comer rápido implica una mala masticación y, por lo tanto, una mala preparación del bolo alimenticio para su posterior digestión y absorción en el estómago.

Hay que intentar masticar con calma y tomarse su tiempo en la mesa”, aconseja la doctora.

15. «No pongas los ojos bizcos, que te puede dar un aire y quedarte así para siempre»

Solo es una postura ocular desagradable. Y no es de extrañar que se ponga el grito en el cielo ante la visión de un niño bizqueando voluntariamente. Pero es falso que tenga efectos secundarios.

“Durante el bizqueo, solo se ejercita un músculo (el de abducción), que posteriormente se moverá con mayor facilidad, incluso de forma inconsciente”, manifiesta Marta Rodríguez.

Fuente: MARTA CÁMARA BUSTO  en  BUENAVIDA.