Educar para la felicidad debería ser nuestro objetivo
¿Qué queremos todos para nuestros hijos? Que sean felices. ¿Qué nos preocupa del futuro? Que no lo sean
Obviamente también nos preocupa que no tengan un buen trabajo, pero es porque el no tenerlo les haría infelices. Como padres hemos de tener muy claras tres etapas vitales para educar a nuestros hijos, es algo que nos ayudará a actuar de una forma mucho más consciente. Educar solo basándonos en los contenidos sería una pena y un completo desastre.
Las tres etapas vitales para educar son:
La primera:
Hasta los doce años, aproximadamente, los niños graban todo lo que les decimos con una INOCENCIA absoluta. Les podemos explicar lo que queramos y estarán de acuerdo. Por ello es importante, en este periodo, proporcionarles un programario útil que guardar en su mochila, y que además este programario sea verídico.
La segunda:
Empieza a partir de los doce años: la adolescencia. En esta fase necesitan distanciarse de los padres, y necesitan comprobar que aquel programario que les proporcionamos es cierto. ¡Y pobres de nosotros si hemos dicho: vendrá el hombre del saco!, porque no hay ningún hombre del saco.
En esta etapa, que va de los doce a los dieciocho años, es en la que los chavales corren el riesgo de que sea altamente conflictiva, si la programación es altamente incorrecta.
La tercera:
Ya tienen dieciocho años. Es el momento de rehacer el programario, y eso es una labor que nos durará ya toda la vida.
¡Ojalá llegado este momento nuestros hijos solo tengan que actualizar tres o cuatro programas!
¿Cuál es la percepción de felicidad que puede tener un niño? Sentir que su curiosidad está siempre abierta. Sentir que aquello que quiere entender del mundo le ofrece unas posibilidades de investigación bestiales y que su curiosidad es bienvenida. Esto si hablamos a nivel intelectual.
A nivel emocional la felicidad para un niño es ser querido, sentir que lo aprecian y lo aceptan tal y como es. Que no lo quieren cambiar. Que no se espera que cuando crezca sea… porque ahora ya se le considera, ya se le quiere tal y como es. Y por lo tanto se le anima a explicitar y a expresar sus defectos.
A nivel de acción, a nivel energético, la felicidad para un niño es sentirse seguro, sentirse protegido. Eso significaría que, con el tiempo, se sentiría valiente y podría investigar el mundo.
Una persona valiente, que quiere y se siente querida, y que además tiene interés y curiosidad, vivencialmente es una persona feliz
Cuando se produce un conflicto bélico o un atentado grave, con múltiples víctimas mortales, se genera una sobreinformación y un aluvión de imágenes. Algo de lo que difícilmente podemos proteger a nuestros hijos y que, por tanto, debemos gestionar de forma proactiva.
Ingeborg Porcar, directora de la Unidad de Trauma, Crisis y Conflictos de Barcelona (UTCCB) nos detalla cómo debemos abordar todas las inquietudes de los niños al oír noticias o ver imágenes de conflictos bélicos o atentados terroristas.
Cuando se produce un atentado terrorista, tenemos dos cuestiones que preocupan a nuestros hijos:
La primera es la sobreexposición a las imágenes de lo que ha ocurrido. Esas informaciones, esas imágenes, a veces ese sonido… visto una y otra vez generan sensación de desprotección, y pueden generar miedo en los niños.
Pero además, en el caso de un atentado, se produce otra pregunta que los niños consideran muy importante: “¿Por qué la gente hace eso?”.
Como no podemos, y no debemos, proteger a nuestros hijos de esas imágenes y de estas informaciones, es importante que tengamos herramientas para ayudar a los niños a que entiendan lo que acaba de ocurrir y lo que están viendo.
Debemos intentar que ellos puedan hacernos las preguntas que necesiten hacer. Para eso podemos abordar una conversación normal, empezando por preguntarle al niño si ha visto algo últimamente en la tele o en un periódico que le haya llamado la atención. Probablemente contestará que sí, que ha habido muchos heridos, que ha pasado algo… A partir de ahí daremos pie a que nos pregunten lo que necesiten preguntar.
Y contestaremos de forma sincera sus preguntas. No yendo más allá de lo que quieren saber y tratando de ser muy honestos. Esa pregunta de “¿por qué unas personas matan a otras?”, quizás sólo puede recibir la respuesta de “yo eso no lo sé, porque tampoco lo entiendo”.
En estas situaciones es importante darles a los niños la posibilidad de hablar. Quizás no necesiten respuestas, porque quizás no tengamos respuestas.
Conversación entre un niño parisino atemorizado, su padre y un reportero. Entrevista en el programa francés Le Petit Journal. (debajo está la traducción):
Un periodista le pregunta a un niño si entiende que ha pasado, si comprende por qué esta gente ha hecho esto:
«Sí, porque son muy muy muy malos», responde.«No está bien ser malo. Hay que tener mucho cuidado porque tenemos que cambiar de casa». Es ahí donde interviene su padre, para tranquilizar al pequeño:«No, no te preocupes. No tenemos que cambiar de casa. Francia es nuestro hogar». «Pero hay gente mala, papá», replica el niño. «Sí, pero hay gente mala en todas partes», dice su padre. «Tienen pistolas y nos pueden disparar porque son muy muy malos, papá», prosigue el chaval. «Vale, tienen armas, pero nosotros tenemos flores», le contesta su padre. «Pero las flores no hacen nada…» «¿Ves todas las flores?», señala el padre.«Son para combatir las pistolas». «¿Son para protegernos?», pregunta el niño.«¿Y las velas también?». «Son para no olvidar a las personas que se han ido», responde el padre. «Ah… Son para protegernos las flores y las velas», concluye el pequeño. Es entonces cuando el reportero entra en la conversación para preguntar al pequeño si ya se siente mejor. «Sí», dice. «Estoy mejor».
El mundo Pokémon entró en nuestras vidas y en las de niños y adolescentes de todo el mundo hace 20 años
Desde entonces se han mantenido más o menos de moda, pero el gran pelotazo lo ha dado la marca con el lanzamiento del nuevo juego para móviles: Pokémon GO.
Las acciones de Nintendo han llegado a subir más de un 40% y el juego se ha convertido en el fenómeno tecnológico del año, y eso que de momento sólo está disponible en Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos. A España llegará muy pronto.
En el programa La Ventana analizan este fenómeno
Rosa Jiménez Cano, corresponsal de El País en Silicon Valley y Gonzo Suárez, desarrollador y experto en videojuegos. Según explica Rosa la compañía Nintendo ha sido muy cauta antes de hacer este lanzamiento. Desde hace tres años los analistas venían advirtiendo de que era necesario salir de la consola.
Nintendo siempre ha tenido un control muy grande sobre su franquicia,
y sobre cada uno de sus personajes y la experiencia de juego. Siempre han tenido muy presente el no decepcionar a sus seguidores, y el problema de pasar al móvil es que cada dispositivo es distinto, lo que hace mucho más difícil el mantener esa experiencia de juego que ellos buscan.
Han tardado mucho tiempo, tres años, y la bola (nunca mejor dicho por la pokéball, que es lo que se utiliza para atrapar a los pokémons) se ha hecho muy grande en cuestión de días.
¿Cómo funciona una pokéball?
En realidad el juego es sencillo. La manera más simple de explicarlo sería jugar a piedra-papel-tijera pero poniéndole diferentes componentes. En lugar de tres combinaciones, aquí hay pokémon de fuego, de agua, de tierra, mágicos, eléctricos. El personaje principal, el muñeco amarillo llamado Pikachu, es un pokémon eléctrico: su ataque es electricidad.
Cuando te encuentras con otro pokémon (a lo largo del juego se van coleccionando) se trata de luchar contra él. En ese momento hay que pensar qué tipo de pokémon es, y con cuál de los que tienes en tu catálogo vas a competir.
Se juega contra otros jugadores
Y, además, se ha de conseguir crear diferentes equipos. Por lo que cuanto más se interactúa más posibilidades hay de ir avanzando en el juego.
Aparte está lo que en el juego se llaman evoluciones
De Pikachu que es el más famoso, por ejemplo, cuando es pequeño y no es poderoso se llama Pika, luego es Pikachu y después, cuando llega a su máximo nivel, es Raichu.
¿Qué tiene este juego que no hayan tenido otros anteriores para haberse convertido en este fenómeno?
Tiene un FACTOR SOCIAL muy fuerte, muy de colaboración con otros jugadores.
En realidad antes se jugaba en un meta-mundo, en un mapita. La grandeza de esto es que ya han roto la metáfora de tener un mapa en la consola: ahora es el mundo real en el que cada jugador se mueve con sus pokémons.
Hacen algo parecido a lo que serían las gafas de realidad virtual
En este caso lo llaman realidad aumentada, utilizando el móvil: lo tomas en la mano y, cuando abres la aplicación, ves la realidad pero con una capa digital que ellos ponen por encima que sería el juego.
En cualquier lugar podría haber un pokémon, vas por la calle y te los encuentras. Si lo queremos atrapar se tendría que hacer un gesto con el dedo de arrastrar hacia arriba. Ahí hay que tener algo de habilidad para tirar la bola con la suficiente fuerza y hacernos con él.
El equipo de Niantic, que fue el equipo fundacional de Google Maps, ha sido contratado por Nintendo para hacer pokémons
Se trata de personas que saben mucho de geolocalización, de mapas, de cuánto tiempo se tarda en ir de un punto a otro andando… y lo que están descubriendo es que hay monumentos y lugares a los que, de repente, ha empezado a ir mucha gente, como si fuera una flashmob, y lo que están haciendo es atrapar un pokémon especial.
Es un poco como cuando jugábamos a los cromos y siempre nos salían los mismos,
y estabas harto de comprar un paquete nuevo porque se repetían. Y siempre había un cromo que era el que todos los niños querían y que estaba muy cotizado. Pues lo mismo sucede con los pokémons.
Cuando este juego comenzó hace veinte años no había redes sociales y nos comprábamos revistas de videojuegos para descubrir los trucos. Ahora con twitter todo es más fácil: ¡Oye, id al Museo del Prado que en la puerta está este pokémon rarísimo!
¿Será igual este fenómeno cuando llegue a España?
Hay un factor muy fuerte que es la NOSTALGIA. Una característica de Nintendo es que sabe hacer grandes personajes: Kirby, Zelda, Mario… Consigue que sus personajes franquicia no mueran, darles siempre una vuelta y, a lo largo del tiempo, volverlos a resucitar.
¿Este bombazo tiene algún defecto, algún pero, algo que pueda suponer problemas de cara al futuro, o es la tormenta perfecta para enganchar a la gente?
La clave es hacer un juego que los demás no tienen, que arrastra unas características que los demás no tienen y sale en el momento adecuado. Eso en el mundo de los videojuegos es una tormenta perfecta, y en el caso de Nintendo que cuida tan meticulosamente su producto saben mucho de esto.
¿Y el hecho de que salga en unos países sí y en otros no, tiene alguna explicación?
Lo hacen así por los servidores. Por tener control sobre la base de usuarios y que no se caiga el primer día. También es una manera de ver problemas y poder corregir de manera rápida, y sobre todo les sirve para ver comportamientos. Hacen un lanzamiento suave para así ver los problemas y corregirlos antes del siguiente lanzamiento.
¿Hay alguna clave más que pueda explicar este éxito, aparte de que es gratuito?
El hecho de la gratuidad no influye. La clave es que Nintendo, ya lo hizo en su momento con la Wii y con la Nintendo DS, supo aglomerar un mercado potencial que es tremendamente poderoso pero que es muy infiel: el de la mujer. Sabe captar muy bien esa participación que tiene la mujer en el videojuego social (participa en videojuegos sociales y es más celosa en videojuegos menos sociales).
Cuando el público femenino entra a comprar un videojuego lo convierte en un superventas sin igual
Seguramente supera en un 200% el potencial de venta del juego. Es como la piedra filosofal que todas las compañías quieren tocar de alguna manera.
Además, como ya se ha dicho, Nintendo sabe cuidar muy bien su patrimonio, de forma que cada vez que lanza un personaje lo va alimentando y crea una expectativa que suma los anteriores más los que vienen después.
¿Pero cuál es el ingrediente clave para que la mujer se sienta atraída por un videojuego?
Se conocen dos o tres ingredientes, pero hace falta (como en cocina) dosificarlos en la cantidad adecuada. La mujer tiene sensación de pérdida de tiempo con los juegos, y lo que palia esa sensación de pérdida de tiempo es el poder socializar, este es un factor muy determinante. El otro punto importante es la sensación de patrimonio, algo que se descubrió con los famosos videojuegos de granjas. Lo que no soporta la mujer es aislarse con un videojuego.
Además quitan la parte competitiva extrema de la mayoría del juego americano, que es más así. El juego asiático es más de disfrutar con la experiencia, con el camino, es como más zen. Es un juego distinto porque nunca te vas a pasar Pokémon GO, vas a estar coleccionando cosas distintas y vas a disfrutar con lo que haces, no se trata de ganar. La mujer no es muy sensible a la competición, eso se da más en el hombre.
¿En el Candy Crush, por ejemplo, existen datos de cuantos jugadores y jugadoras hay?
Hay muchas más jugadoras. En este caso tienen el patrimonio y está el hecho de que es un juego al que no se le ha de dedicar mucho tiempo, cosa que también atrae al público femenino, se puede cerrar en cualquier momento.
En resumen está claro que cuando Pokémon GO llegue a España va a triunfar plenamente
No hay ninguna duda. Además hay que tener en cuenta que se trata de un juego que se desarrolla fuera de casa, y los países que tienen mucha más vitalidad social tienen un potencial tremendo.
Después, detrás de esa puerta, siempre hay otra emoción que la acompaña. Quizás ha venido a verte alguien a quien aprecias mucho, y en ese caso la sorpresa irá acompañada de una gran alegría. O puede ser algo que en ese momento nos moleste mucho y entonces irá acompañada de rabia, de tristeza.
Es muy importante no perder la capacidad de sorprendernos,
porque si eso ocurre las cosas pierden importancia. En el momento en que se produce la sorpresa nuestro organismo se prepara para poder generar la otra emoción, porque las emociones tienen una manifestación fisiológica.
Todo está interrelacionado, la Psiconeuroinmunología es la ciencia que estudia cómo, a través de las emociones, nuestro organismo va produciendo las diferentes hormonas que nos permitirán poder tratar las emociones que sentimos en cada momento.
La sorpresa nos genera incertidumbre
Y eso es algo que a los adultos no nos gusta mucho. No nos resulta agradable el no saber qué pasará después de una sorpresa. Pero hemos de saber que es importante que los adultos podamos acompañar a los niños en este proceso de sorprenderse del mundo, porque para ellos es un proceso madurativo.
Para los niños las sorpresas son muy importantes
Porque el proceso madurativo que viene después de esa emoción momentánea les puede ayudar mucho a evolucionar dentro de todo su mundo. No se las podemos ahorrar, aunque si las podemos regular.
Depende que sorpresas a los niños no les gustan nada
Por ejemplo el hecho de que venga un payaso disfrazado hay épocas en que a los niños les provoca mucho miedo: por lo que un payaso disfrazado puede ser una sorpresa muy desagradable para una fiesta de cumpleaños de un pequeño.
Los padres tenemos la misión de intentar conocer cuáles son aquellas cosas que a nuestros hijos les gustan:
no evitarles SORPRESAS negativas pero si facilitarles mucho las sorpresas que les darán placer en la vida
Fuente: L’ofici d’educar de Catalunya Ràdio (20/07/14) / Imagen de portada: Surprise! Flickr Tetsumo
Cuando tenemos una situación favorable, algo que nos gusta mucho, cuando hemos obtenido algo que deseábamos… Sentimos alegría
Y esa alegría la transmitimos a nivel corporal: con una sonrisa, con una pose constructiva de vitalidad… Saber gestionar nuestras emociones es fundamental, porque nos acompañan a lo largo de toda nuestra vida.
Como adultos es importante que las sepamos gestionar, ya que es lo que transmitiremos a nuestros hijos. Es algo realmente contagioso. Cuando estamos con gente, y en el grupo hay una persona alegre, es algo que da un tono muy agradable a las situaciones. Cuando vemos a una persona alegre solemos decir: “es que es alegre”. Pero también podemos poner nosotros de nuestra parte para sentirnos alegres, y eso es una de las cosas importantes a la hora de transmitir.
Es fácil sentirse alegre cuando nos dan una buena noticia,
o cuando conseguimos algo que deseábamos. Pero en una situación quizás no tan favorable, el hecho de poder sentirse alegre es sumamente importante porque nos hace ver la vida con otros ojos y pensar: «a pesar de la situación puedo tener un sentimiento de ALEGRÍA y BIENESTAR, y eso transmitirlo».
El hecho de que nosotros podamos hacer esta transmisión, y convertir en alegría momentos quizás no tan favorables, es un gran aprendizaje que nuestros hijos van a recibir.
En una situación podemos ver a una persona que está renegando y, en idéntica situación, otra persona puede estar mucho mejor, puede estar incluso con una sonrisa, y haciendo que todo sea mucho más ligero para ella y para las personas que le rodean. Cuando esa actitud positiva la llevamos al nivel de los niños, desde los más pequeños a los mayores: “quizás esto no lo has obtenido, pero hay que ver el aprendizaje que has hecho y que bien te ha ido”, vamos a conseguir, poco a poco, que situaciones no tan favorables se vayan convirtiendo en más favorables: que los pequeños aprendan a mirar la vida con esa ALEGRÍA.
Fuente: L’ofici d’educar de Catalunya Ràdio (19/07/14) / Imagen de portada: Alegría bajo el agua. Flickr Walter Vargas
13 TIPS para alimentar a los niños en verano de forma sana y equilibrada
Durante el verano, el calor, la playa o la piscina y el incremento de actividad física suele provocar ciertos cambios en el apetito de los más pequeños. En general les apetece más beber que comer y, sobre todo, ingerir alimentos frescos. Es muy importante, sin embargo, cuidar la alimentación infantil en verano. En estas fechas precisamente los niños tienen más actividad y están más expuestos a la deshidratación. Una dieta adecuada es clave.
Ana Bergua Vilalta, enfermera y nutricionista, y autora del blog Tu Web de Nutrición, ha recomendado en el programa de radio BeOK que aprovechemos la época estival, y los viajes de verano, para dar a conocer nuevos alimentos, olores y sabores a los más pequeños.
A continuación 13 sugerencias para que la alimentación de los niños en esta época sea sana y equilibrada y reciban todo el aporte calórico y nutritivo que necesitan cuando aprieta el calor y no cesa la actividad.
1. Consumir mucha fruta y verdura de temporada
Partidas en trocitos, mezcladas entre sí junto con yogurt, zumo o leche. Tomar la fruta en forma de batido también es una opción rica y una buena forma de mezclar frutas y lácteos. Purés o cremas templadas mezcladas con quesito para hacerlas más apetecibles sería otra buena opción.
2. Tomar un buen desayuno
Hay que tener en cuenta que es la primera comida del día y es esencial empezar con buena energía. Cereales, zumo, fruta, queso, jamón… Son buenas opciones.
3. Tomar algo a media mañana y a la hora de la merienda
Mantener esta costumbre durante las vacaciones es muy importante porque, como ya hemos adelantado, es una época en la que los niños suelen realizar más actividad física y lo hacen con una mayor exposición al sol. Pueden tomar un bocadillo, un lácteo o una fruta.
4. Evitar los alimentos procesados y fritos
Durante las vacaciones tendemos a hacer comidas rápidas, preparadas y de capricho tipo patatas chips, bolas de queso, cortezas… Levantamos un poco la mano precisamente porque son vacaciones, pero hay que hacerlo con cuidado. Ya lo hemos comentado: en verano salimos más, vamos a terrazas, a la piscina o a la playa, de viaje, y todo ello nos lleva a consumir snacks y tapas que normalmente son ricas en grasas saturadas y grasas trans. Esto no beneficia en nada a los adultos y menos aún a los niños. Algún día pueden tomar algo frito pero no lo convirtamos en un hábito.
5. Intentar no repetir platos en una semana
La variedad en las comidas es una estrategia clave que hace que sea más fácil que los niños coman lo que necesiten.
6. Camuflar alimentos que no gustan
Por ejemplo, si no les gusta la merluza, proponerles calamares, salpicón o sardinas rebozadas que pueden resultar mucho más apetecibles y cuyo aporte nutricional es prácticamente el mismo.
7. Comer al menos 10 frutas y 10 verduras variadas cada semana
Lo ideal es que sean tres piezas de fruta y dos de verdura cada día. El verano es el momento de aumentar el consumo de este tipo de alimentos porque los niños tienen tanta hambre después de las actividades que realizan y de los largos días de playa, que básicamente se comerán lo que les pongas en el plato. ¡Así aprovechamos para que prueben cosas nuevas!
8. Es importante tomar suficiente proteína de alto valor biológico cuando hay tanto desgaste
Pueden hacerlo en forma de pescado y marisco. Y a través de la carne.
9. No olvidar los huevos, pero teniendo cuidado
Siempre bien cocinados durante estos meses de calor y mucho ojo también con las mayonesas en ensaladillas, etc.
10. Preparar comidas algo más ligeras
Así evitamos el riesgo de “corte de digestión”. Otra opción es comer poco y a menudo así les costará menos terminarse la comida y seguir con sus actividades. Ensaladas, cremas, macedonias frescas, ricas, fáciles de preparar y más apetecibles de comer, son alimentos recomendados durante el verano.
11. Evitar las comidas más elaboradas, tipo guisos
Mejor que las tomen el resto del año. En invierno, con el frío, es necesario ingerir más calorías para mantener la temperatura corporal, algo que es innecesario en verano.
12. No hacer cenas copiosas
A pesar de que los niños pasan buena parte del día nadando y corriendo, la cena no debería ser muy abundante. Los platos con alto nivel de calorías mejor en el desayuno.
13. Mantener bien hidratados a los niños, tomando constantemente agua, frutas, zumos, batidos…
Todo el líquido que haga falta para que no se deshidraten como consecuencia del calor y del ejercicio físico.
Fuente: BeOK / Imagen de portada: Rebeca y el mango. Flickr utsuro_bune / Imagen interior: pixabay
― ¡Buenos días! ―dijo el principito. ― ¡Buenos días! ―respondió el comerciante. Se trataba de un comerciante de píldoras muy perfeccionadas, las cuales calmaban la sed. Si se toma una a la semana no se necesita beber ningún líquido durante ese tiempo. ― ¿Por qué vendes eso? ―dijo el principito. ― Es una gran economía de tiempo ―dijo el comerciante―. Los expertos han hecho cálculos; han comprobado que se ahorran cincuenta y tres minutos por semana. ― ¿Y qué se puede hacer con esos cincuenta y tres minutos? ― Cada uno puede hacer lo que quiera… ― Si yo tuviera cincuenta y tres minutos libres para gastarlos en lo que quisiera, me dirigiría tranquilamente hacia un manantial.(1)
La ACELERACIÓN y la cultura de la rapidez se han convertido en elementos característicos de esta sociedad,
y condicionan nuestra vida, nuestro comportamiento y nuestras relaciones. Esto hace que no tengamos nunca el tiempo y la tranquilidad que necesitamos para reflexionar y preguntarnos qué es lo realmente importante. A lo peor, toda esa prisa es una forma de huida, una manera de no enfrentarnos con lo que nos pasa. (2)
La educación, por su propia naturaleza, es una actividad lenta,
porque para transformar el conocimiento en sabiduría, los aprendizajes han de seguir un largo recorrido donde vamos adquiriendo competencias para desarrollarnos como personas y miembros activos de la comunidad. Reflexionar sobre el tiempo supone cuestionarse algunos de nuestros iconos culturales: el consumo indiscriminado, la vida acelerada, el predominio de la cantidad sobre la calidad, etc. (3)
La falta de tiempo para algo significa que, en ese momento, tenemos otra cosa más importante
La mayoría de las veces, la prisa es consecuencia de nuestra escasa disposición a renunciar a algo, y la vida significa escoger (4). Como nos recuerda Carl Honoré, más, antes y rápido no son sinónimos de mejor.
También en esto podemos aprender de la naturaleza,
que funciona en tiempos largos y en ciclos, sin acelerarse. (5)
(1) Tomado de El principito, Antoine de Saint-Exupéry. (2) Honoré (2005): Elogio de la lentitud, Barcelona, RBA. (3) Joan Domènech (2011): Elogio de la educación lenta, Barcelona, Graó. (4) Stefan Klein (2007): El tiempo: modo de empleo, Barcelona, Urano. (5)María Novo (2010): Despacio, despacio. 20 razones para ir más lentos por la vida, Barcelona, Obelisco.
Fuente: EL FULGOR DE LA LUCIÉRNAGA. Cuentos para repensar la educación, de Joseba Martínez Huerta / Imagen de portada: Ilustración de Lisbeth Zwerger en el libro Alice in Wonderland
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