El apego inseguro evitativo se da cuando los padres o cuidadores no atienden el mundo emocional del niño/a. Por diversas causas, los adultos no son capaces de satisfacer las necesidades emocionales que tienen sus hijos e hijas, existiendo una evitación o negación del mundo de los afectos del menor.
Los padres no comprenden, niegan o sienten incomodidad ante las necesidades emocionales de sus hijos. Como consecuencia de este comportamiento, con el tiempo, el niño/a entiende que la mejor opción es evitar o inhibir sus necesidades de afecto, cariño y proximidad con su figura de apego, porque esta le ha demostrado que es un terreno en donde no hay que entrar.
No es que los niños evitativos no tengan emociones, claro que las tienen, pero aprenden a evitarlas o a ignorarlas.
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Tipos de apego
Ya vimos en una entrada anterior los cuatro tipos de apego, y cómo el estilo de apego que tenga un niño/a tendrá gran importancia y repercusión para su futuro como adulto.
Consecuencias del apego inseguro evitativo
El apego inseguro evitativo se da aproximadamente en un 20% de la población, o lo que es lo mismo, en una de cada cinco personas.
En general, los niños con un estilo de apego evitativo acostumbran a ser brillantes académicamente hablando, pero suelen tener dificultades cuando se trata de establecer relaciones íntimas y cercanas, tanto con sus amigos como con los adultos. Se relacionan con muchas personas pero sin ningún tipo de intimidad y cercanía.
Cuando a lo largo de los años un padre o madre tiene una actitud evitativa, lo que está poniendo en riesgo es la intimidad con su hijo/a, es decir, la posibilidad de mantener una conversación íntima cariñosa, afectiva, respetuosa y emocional con él o ella.
Cuando los niños con apego evitativo crecen, en la adolescencia o en la etapa adulta, se encuentran con dificultades para establecer relaciones íntimas y de confianza con sus amigos, parejas, compañeros de trabajo, etc.
Los niños y adultos que tienen este apego inseguro evitativo no es que no tengan emociones, sino que no las hacen conscientes ya que lo que les han enseñado es a ignorarlas. Necesitan ayuda para poder prestar atención a sus emociones, ya que durante muchos años han vivido con la idea de que eran negativas y perjudiciales, y que por consiguiente lo mejor era no tenerlas en cuenta. Al adulto evitativo también se le conoce con el nombre de desdeñoso.
Para evitar que esto suceda es importante que los padres sean responsivos ante todas las emociones que sus hijos muestran, ya sean estas agradables o desagradables.
Hay veces en que los adultos sólo responden ante las emociones agradables de sus hijos (como la alegría y el orgullo), en cambio, cuando se trata de emociones desagradables (como la rabia o la tristeza) las minimizan o las ignoran.
El apego inseguro evitativo tiene una relación muy estrecha con la autoestima del niño/a, siendo frecuente que los padres evitativos tengan hijos con una baja autoestima. Esto ocurre porque los niños, si cuando les piden a sus padres que atiendan sus necesidades ven que las mismas no son tenidas en cuenta, pueden llegar a la conclusión de que no son dignos de ser cuidados, amados y calmados.
La capacidad que tenemos los adultos de discernir los motivos y causas de determinados hechos no la tienen los niños y niñas, con lo que tienden a atribuirse las causas tanto de lo bueno como de lo malo. Pero sobre todo de lo malo.
En estos casos los niños creen que si no los atienden en el área emocional es por su culpa, porque no son dignos de recibir esa atención o cariño. También el mensaje oculto que reciben es que la intimidad puede causarles daño, por lo que tienden a evitarla.
Decir también que los niños y niñas que, como consecuencia de la relación que han tenido con sus padres, han desarrollado un apego inseguro evitativo, acostumbran a ser más mentirosos y a mostrar menos empatía con sus compañeros con apego seguro. Además, suelen estar más involucrados en casos de bullying, tanto en el papel de acosador como de víctima.
Son niños y niñas que han crecido con unos padres racionalizadores, que todo lo han intelectualizado negando la parte de las emociones. Los padres de los niños con apego inseguro evitativo acostumbran a ser alexitímicos (les cuesta ser conscientes e identificar las emociones que experimentan).
Características de los padres con apego inseguro evitativo
- Si el niño muestra su necesidad emocional, el padre suele ignorarla o se retira de la situación. Por tanto la manera que tiene de relacionarse con las emociones de su hijo/a es apartándose de ellas (evitándolas).
- Evitan, niegan o no entienden las necesidades emocionales que tienen sus hijos. Son padres que físicamente suelen estar presentes, pero están lejos de ser figuras emocionales de referencia de sus hijos.
- Sí satisfacen las necesidades físicas o biológicas de sus hijos (comida, bebida, sueño, etc.), ya que estas no tienen contenido emocional.
- El contacto físico con el niño es muy escaso, no mostrando cariño ni afecto hacia el menor.
- Tienen un discurso muy racionalizador. Los temas intelectuales o cotidianos tienen más importancia que los emocionales.
- Los padres con apego inseguro evitativo no se sienten cómodos con relaciones íntimas. Con sus hijos tienen conversaciones carentes de afecto y emociones.
- Oscilan siempre entre el miedo a la intimidad y el miedo a estar solos.
- Son padres que, dado que no hay intimidad, ven con buenos ojos la independencia y autonomía de sus hijos, favoreciendo, a veces en exceso, esa autonomía y la exploración.
- Cuando ven a sus hijos manifestar cualquier emoción, tienden a no atender dicha emoción o a hacer comentarios despreciando a su hijo y la emoción que manifiesta.
- Acostumbran a ser padres alexitímicos (ignoran la parte emocional de la vida).
- Fomentan en sus hijos una baja autoestima, ya que no les atienden emocionalmente como precisan.
- Las dificultades que los adultos tienen a nivel emocional y social las tienden a somatizar, por ejemplo con herpes o calenturas en la piel, con taquicardias, con problemas estomacales, etcétera.
Características de los niños con apego inseguro evitativo
- Lo que el niño hace, si quiere evitar un alto porcentaje de rechazos por parte de sus padres, es no mostrar necesidades emocionales. Con el paso del tiempo aprende a no demandar nada emocional y consigue desconectar de sus sensaciones y emociones. El hecho de que el niño se aleje y no preste atención a sus emociones le lleva al éxito con su figura de apego.
- Los niños con apego inseguro evitativo rara vez piden ayuda. Se les ha inculcado que deben ser desproporcionadamente autónomos e independientes.
- Generalmente son niños que, para evitar ser conscientes de sus emociones, están apuntados a muchas actividades (además de su actividad escolar).
- Acostumbran a no saber qué responder cuando se les pregunta qué sienten ellos o qué sienten otros niños ante una situación emocional.
- El niño con apego evitativo tiende a idealizar a sus padres.
- En el colegio, los hijos de padres evitadores suelen ser alumnos excelentes. Sacan notas brillantes. Se les suele dar muy bien y destacan en todo lo que tiene que ver con el ámbito cognitivo o intelectual. Por otro lado, a nivel social tienen muchos amigos pero pocas relaciones cercanas e íntimas.
- Se relacionan más y mejor con niños con más edad que ellos, o con adultos, que con niños de su misma edad.
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