Los cuentos infantiles son una de las herramientas principales a las que acuden padres, educadores y psicólogos a la hora de abordar ciertos temas.
Este momento de crecimiento de su uso abre interesantes interrogantes sobre la manera en que los cuentos infantiles presentan ciertos temas como: el AMOR, la RABIA, los CELOS, la FEMINIDAD…
El pasado 23 de Enero se celebró en Tarragona la Jornada “Més enllà dels contes”. Converses al voltant del que transmetem (“Más allá de los cuentos”. Conversaciones sobre lo que transmiten), organizada por el Colegio Oficial de Psicología de Catalunya.
El objetivo de esta jornada era abrir la reflexión sobre la infancia y las experiencias subjetivas que se construyen a través de los cuentos infantiles. Con una mirada crítica abrir un debate sobre la ética y la manera en que está estructurada. ¿Hay una ética social detrás de los cuentos infantiles? Y si la hay ¿cuál es la que predomina en la actualidad?
En SER Catalunya, unos días antes de celebrarse esta jornada, Jordi Cartañá entrevistó a Vero Buero, psicóloga y coordinadora del acto; a Jaume Descarrega, presidente del Colegio de Psicólogos de Tarragona; y a Pedro Solís García, autor entre otros del cortometraje ‘CUERDAS’.
Todos somos conscientes, desde hace ya tiempo, de que detrás de los cuentos hay algo más que la historia que se explica. Hay unos valores, unos personajes que los encarnan o que, por las acciones que llevan a cabo, son moralizantes. Partiendo de esta base ¿Cuál es la finalidad de esta jornada?
Vero Buero: Yo creo que todo el mundo es consciente, vamos a las librerías y vemos la cantidad de cuentos infantiles que ahora existen en el mercado. Pero en la mayoría de los casos no sabemos ver las diferencias que existen dentro del grupo de cuentos infantiles. La primera idea que nos viene es que los cuentos educan, que enseñan alguna moraleja, que vienen a dirigir moral y educacionalmente a los niños sobre como tienen que vivir las cosas.
Pero hay una distinción importante. Existen cuentos que tienen esa finalidad pedagógica, educativa: enseñar la amistad, la fraternidad, etc., pero hay otros cuentos, fundamentalmente los cuentos de hadas, cuya finalidad no es educar, sino abrir a que el niño explore su experiencia interior: los miedos, aquellas cosas que a veces nos resultan hasta difusas a los adultos. Cuentos de hadas como “Los tres cerditos”, “La Cenicienta”… son cuentos que lo que intentan es que el niño explore aquellas sensaciones que le pueden resultar ambiguas.
En nuestra infancia cuando nos explicaban un cuento era básicamente con el fin de entretener, aunque supongo que había gente que ya era consciente de que había transmisión de valores. Pero no sé si se había abordado el cuento alguna vez, como se hace en la actualidad, para explicar casos como por ejemplo la violencia de género, o el abuso de menores. Para explicar a los niños que pueden darse estas situaciones. ¿Se había recurrido al cuento como se hace ahora?
Jaume Descarrega: Como dices, los beneficios de determinadas cuestiones se pueden ir descubriendo. Los cuentos tenían este primer objetivo de entretener a los niños, pero poco a poco uno se da cuenta de que pueden servir para que el otro capte cosas que, sin decirlas directamente, sino de una forma más simbólica, pueden llegar a un niño o a un adulto.
Recordemos que los cuentos no son solo para niños. Tienen una función muy importante para los adultos en temas tan necesarios como las separaciones, los duelos, las pérdidas en general,… Hacen la función de poder abrir una puerta y que alguien se dé cuenta de que algo de lo que explica ese cuento puede servirle para poder avanzar y reconocer cosas de las que quizás ni se había dado cuenta.
¿Tienen un punto reparador, balsámico, en algún momento? No quiero decir que sean la panacea que cure, pero ¿pueden abrir una puerta en nuestro interior? ¿O cerrarla? ¿O abrirla para que luego se cierre?…
Vero Buero: Hay que desglosar bastantes cosas, que es lo que se pretende en esta jornada. Por una parte están los cuentos terapéuticos, que utilizan mucho los psicólogos, hay otros que se pueden utilizar en el ámbito escolar y otros que se viven en el espacio doméstico, que es el que llevan a cabo los padres. Pero también hay distinciones en este proceso.
Muchas veces, cuando los padres leen un cuento a sus hijos, lo terapéutico es simplemente leerlo, el placer de leerlo. No es que el niño espere que el padre se lo explique, porque muchas veces los hijos tampoco quieren que los padres se introduzcan o sepan todo lo que el niño está pensando. En la jornada queremos ir viendo esas sutilezas que son relevantes. Hay cuentos que a veces los padres no entienden el por qué los niños insisten “cuéntamelo otra vez, cuéntamelo otra vez”. “Pero si ya te lo hemos leído cinco veces”. Hay un goce en la repetición para el niño, que para el adulto que lo está leyendo es incomprensible, puede tardar tiempo en entender “ah, por eso le gustaba tanto este cuento”.
De cuentos sabe mucho Pedro Solís, uno de los ponentes de esta jornada. El es autor de CUERDAS, un corto que nos acercaba a la solidaridad de unos niños hacia un nuevo compañero de clase con discapacidad.
¿Con que fin nació ‘Cuerdas’?
Pedro Solís: A raíz de lo que está comentando Vero, ‘CUERDAS’ nació como un proyecto personal, que hice solo para mí como algo terapéutico. De hecho cuando acabé el cortometraje estuve a punto de guardarlo en un cajón y que no viera la luz.
¿Por qué?
Pedro Solís: Porque su función ya la había cumplido, que era la de mantener mi cabeza ocupada las veinticuatro horas del día y no pensar en otras cosas. Pero bueno, me equivoqué y, en vez de guardarlo en el cajón, lo saqué a la luz.
Suerte que lo diste a conocer porque el retorno que ha tenido ‘CUERDAS’ para ti es enorme…
Pedro Solís: Sí, la verdad es que me siento un poco abrumado. Lo primero que soy es padre de un minusválido, luego soy escritor o lo que sea. A estas alturas unos 200 millones de personas han visto el corto y hemos recibido 180 premios, ha tenido mucha repercusión y la verdad es que estoy abrumado.
Este sábado quieres hablar del amor en los cuentos y de que están transmitiendo a los niños. Además se proyectará el cortometraje ‘LA BRUXA’ ¿De qué habla este corto?
Pedro Solís: Pues ‘LA BRUXA’ habla de la búsqueda del amor. De que buscamos a nuestro príncipe azul y muchas veces nuestro príncipe azul nos sale rana. Es una visión bastante fresca acerca de lo que es la clásica historia de amor que se nos ha contado.
En la jornada hablaré del amor, eso tan intangible. Porque le he preguntado a 20 o 30 personas y cada una me da una definición. Hablaré de que es el amor y de cómo se lo transmitimos a los niños, centrándonos en el amor de pareja, no en otros tipos de amor como el de CUERDAS, que es un amor de unos amigos. Aquí hablaremos de amor de pareja, de tocarse, de quererse…
Hasta que punto cargas las tintas de valores, de mensajes que quieres transmitir. Hasta que punto tú eres consciente y lo haces con intención: quiero transmitir este valor, esta moraleja…
Pedro Solís: Con ninguna intención, yo soy un inconsciente. A mí me llega la musa, me empieza a llamar a la puerta y no tengo más remedio que abrirle. Cuando escribo un cortometraje no lo hago pensando en transmitir nada. Simplemente lo acabo, saco lo que llevo dentro sin pensar. Uno nunca sabe lo que va a gustar a la gente.
El amor es uno de los grandes temas en los cuentos, pero no hay cuentos de amor para adultos. En los cuentos de hadas para niños no se lavan la ropa, no tienen que llegar a final de mes, no hay diferentes formas de ser y mostrarse cada uno como es en casa. En la vida real cada uno puede necesitar sus espacios, el día a día, las rutinas… ¿Habría que hacer un cuento de amor para adultos en este sentido?
Vero Bueno: Han empezado a surgir respuestas frente a eso, por ejemplo ‘Las princesas también se tiran pedos’, ‘Blancanieves (Mirror, Mirror)’, son nuevas lecturas acerca de este imaginario de lo femenino en el amor en el que la princesa espera a su príncipe, besa a la rana y aparece el salvador,…
En estos nuevos cuentos las princesas son las que salvan al príncipe poco valiente y algo temeroso, y se convierten en parte activa en la experiencia del amor.
Pero es verdad que en general los cuentos infantiles han fomentado un estereotipo de género, una asimetría en la relación entre el hombre y la mujer.
Además está el tema de la, heteronormatividad, siempre los cuentos son de hombres y mujeres (no entre mujeres, o entre hombres, o mujeres con dos hombres,…). Y por otro lado una relación de pasividad por parte de las mujeres: aparece el otro y por arte de magia aparece el amor, y no como algo que se trabaja y se construye.
Para acabar os dejo el cortometraje de animación ‘LA BRUXA’, dirigido por Pedro Solís, producido por La Fiesta PC, y que ganó el Goya al mejor corto de animación en la edición de los Goya de 2011:
Fuentes: SER Catalunya (19/01/2015) y Col·legi Oficial de Psicologia de Catalunya