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Disfraces para niños, más que un juego

Disfraces para niños, más que un juego

Tabla de contenidos

Los niños disfrazándose se lo pasan en grande. No es necesario esperar a Carnaval ni importa cuál sea el disfraz, la clave es que se diviertan jugando a ser otros.
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Los disfraces para niños cumplen una importante labor pedagógica, fomentan en el niño su creatividad, su espontaneidad, su imaginación… y la empatía.

Cuando un niño se disfraza adquiere sin darse cuenta una serie de conocimientos, imprescindibles para la vida adulta. Enfundado en su disfraz pone en marcha la capacidad de imaginar, introducir normas sociales o interpretar el rol de otro personaje, entre otras muchas cualidades.

Disfraces para niños, más que un juego

El comportamiento del niño cuando se disfraza

El disfraz nos puede descubrir como el niño percibe a sus adultos. Cuando el niño se disfraza de “papá” o “mamá”, ¿cómo reproduce los comportamientos que ha observado en sus progenitores sobre sus amigos o sus muñecos? Analizándolos podemos saber como el pequeño percibe a sus padres, y como tiene de integradas algunas conductas.

Probablemente os sorprenda la imagen que tiene de vosotros, y os lleve a reflexionar sobre si la relación que mantenéis con él es buena o hay algunas cosas que debéis cambiar.

Es interesante también que os fijéis en cómo actúa si se disfraza de profesor o de profesora. Os dará pistas de si se siente bien en su colegio o no.

Cómo elegir disfraz. ¿Por qué los niños prefieren uno u otro?

Por lo general a través del juego los niños expresan deseos, problemas, obsesiones, gustos… el disfraz, si se interpreta correctamente, puede ser como un libro abierto que nos desvela qué intereses tienen o qué les preocupa.

Esa lectura se ha de relacionar con las circunstancias particulares de cada niño. Un mismo disfraz puede significar cosas distintas si lo escoge un niño tímido, uno nervioso o uno terco.

Por ejemplo, si un niño que está enfermo decide disfrazarse de Superman, su traje puede querer decir que quiere ser fuerte y salvar al mundo, además de a él. Sin embargo, ese mismo disfraz escogido por un niño cuyas circunstancias sean normales no está expresando lo mismo. En este segundo caso puede que el niño admire a los buenos, que tenga madera de líder o que simplemente le gusta la capa tan roja y poderosa que lleva.

¿Y si siempre escoge un mismo tipo de traje?

Si el niño elige siempre personajes agresivos, puede que tenga sentimientos de ira que no expresa. O si opta por figuras líderes, y le gusta actuar dando órdenes a sus compañeros de juego, se podría interpretar que le gusta ser en todo momento el centro de atención.

Disfraces para niños, más que un juego

Qué nos indica si a un niño no le atrae disfrazarse

A casi todos los niños les gusta disfrazarse, pero es cierto que algunos disfraces pueden asustarles como los de monstruos o los que les tapan la cara. Cuando los niños son pequeños prefieren los disfraces que llevan la cara al descubierto, les hace sentirse más cómodos.

Si al niño le da miedo un disfraz evidentemente no hay que obligarlo a llevarlo, se pueden intensificar sus temores y hacer que tarde más en superarlos.

De igual manera hay que respetar si el niño rechaza el disfraz porque “le queda ridículo”. Lo mejor es que sea él quien elija el traje que más le guste, así disfrutará al máximo de la interesante y divertida experiencia que supone ir vestido de otro.

Los disfraces para niños, ¿mejor comprados o hechos en casa?

En casa podemos tener una caja especial de disfraces, con elementos básicos que el niño pueda utilizar para jugar en cualquier momento (sombreros, collares, zapatos de tacón, capas, antifaces, varitas mágicas, bolsos, corbatas…). Es una forma de que desarrolle y dé vía libre a su imaginación.

Un niño puede adoptar en su juego el disfraz de mamá, o una niña el disfraz de pirata, hay que dejar siempre que sean ellos los que lo elijan, y no crearles prejuicios diciéndoles si es un disfraz de niño o de niña.

Disfraces para niños, más que un juego

Disfraces para niños de sus personajes favoritos

Si tenemos la posibilidad de confeccionar el disfraz en casa, y que el niño se involucre, estaremos iniciando el juego desde el mismo momento de la preparación. Si queremos un disfraz más elaborado o nos falta tiempo, por ejemplo cuando llega Carnaval, podemos optar por alguna de las muchísimas opciones que encontramos en el mercado. Los hay para todos los gustos. Estas son algunas ideas de disfraces para niños:

Disfraces para niños de superhéroes: Hulk, Superman, Batman, Flash, Iron Man, Capitán América, Thor

Disfraces para niños de personajes que aparecen en películas, series de dibujos animados o en cuentos infantiles: de Star Wars, de Toy Story, de Harry Potter, de Tortuga Ninja, de Bob Esponja, de Peter Pan, de la Patrulla canina, de Mickey Mouse, de Wally, de princesa Disney, de Caperucita Roja

De animales: Pingüino, rana, elefante, tiburón, mono, conejo, tigre, león, vaca, cerdito, lobo… hasta de caracol.

Disfraces para niños de profesiones: policía, bombero, doctor, cocinero, mago, astronauta, payaso

Disfraces de personajes de videojuegos: Mario Bros, Luigi, Zelda, Angry Birds

Otros disfraces para niños clásicos son los que “dan miedo”, de pirata, de dinosaurio, de dragón, de indios y vaqueros, de caballero medieval, de guerrero vikingo, de centurión romano, de troglodita, de hippie

Y todos los que os podáis imaginar.

Las imágenes de este post corresponden a la serie francesa de animación Martín Matín (Martin Morning). Martín es un niño que cada mañana se despierta preguntándose qué le va a deparar el día. De hecho, cada mañana se convierte en alguien o algo: dragón, rey, vampiro, Caperucita Roja, mago, hombre prehistórico… Este es el primer episodio, en el que se convierte en un dragón:

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