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Fotos en el cole

Fotos en el cole

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Cada vez son más los centros educativos que tienen página web, blog, álbum de fotos online o perfiles en redes sociales

Las fotos en el cole de los alumnos que se comparten son un tema que preocupa a las familias, y con la llegada del nuevo curso vuelven las dudas y las autorizaciones. ¿Qué se puede hacer con esas fotos? ¿Cómo gestionarlas adecuadamente para evitar problemas a los menores?

Lo primero que deben hacer los centros es informar. Hacer saber a padres y madres la posibilidad de que se tomen fotografías de sus hijos, así como lo que se va a hacer con ellas: subirlas a la web del centro, publicarlas en redes sociales…

Se les debe informar de sus derechos, según la ley de protección de datos, el contacto o manera de ejercerlos y, por supuesto, confirmar sin dudas que los padres consienten o no estas acciones.

Todo ello debe hacerse por escrito, a modo de justificante. Si el menor tiene más de catorce años, puede dar o negar el mismo su consentimiento.

Fotos en el cole

Evidentemente, sólo con una firma no se soluciona todo. El equipo docente ha de tener claras las pautas a seguir a la hora de tomar fotos de los escolares, para evitar que se capten vídeos, imágenes o grabaciones de voz a aquellos de quienes no tienen permiso. 

Antes de publicar han de revisar el material del que disponen, para así asegurarse de que no aparece ningún alumno que ha negado el consentimiento.

Cada centro establecerá unos criterios al respecto. Si el alumno debe o no apartarse de la foto, si se difumina su cara…

Si un alumno no tiene autorización, ¿se le puede prohibir una actividad que se vaya a fotografiar?

No, eso no deberían hacerlo. Siempre prevalece el interés superior del menor y sus necesidades educativas.

Al compartir las fotos en el cole con los padres ¿es correcto hacerlo a través de un CD a final de curso? Una buena opción es almacenarlas en un servidor de archivos al que sólo accedan las familias interesadas, con usuario y contraseña. Así evitarían la difusión pública de las imágenes, como si sucede cuando las suben a la web o a redes sociales. También se debe tener en cuenta la manera de almacenar en el ordenador estas imágenes de forma segura.

Supongamos que los padres cambian de opinión a mitad de curso, y deciden no autorizar más fotografiar a sus hijos ¿es posible?

Las autorizaciones no son para siempre, se pueden modificar. Por eso es importante que el centro educativo guarde el documento con la firma de los padres. En un caso extremo los padres también podrían llegar a pedir que se borraran todas las imágenes tomadas hasta el momento de sus hijos. Incluso teniendo la autorización de los padres, si estos piden borrar una imagen se ha de hacer.

Llega la función de Navidad, y son los padres los que sacan fotos a sus hijos y compañeros… En esos casos el centro debe contar con un criterio claro sobre si permite o no la toma de imágenes y vídeos. La decisión deberá quedar clara en las reuniones con los padres, en carteles o en notas informativas que envíe el centro sobre eventos y actividades.

Cualquier momento es bueno para reflexionar sobre un uso responsable de la imagen de los menores. Una vez que se comparte algo a través de internet perdemos el control y perdurará en el tiempo. 

Lo importante, una vez más, es el sentido común. Y saber que siempre se puede pedir ayuda, por ejemplo a la Agencia de Protección de Datos, a los servicios jurídicos de los centros concertados y privados, y a la administración educativa en el caso de los centros públicos.

Si quedan dudas, o si se quiere ampliar esta información, se puede acudir al portal web de Incibe y al de la Oficina de Seguridad del Internauta.

 

Fuente: Seguridad del Internauta de Radio 5 (7/10/16) | Imagen interior: Flickr Javier Pals

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