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Los niños malos no existen

Los niños malos no existen

Los niños malos no existen

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El bien y el mal: el lobo feroz no es malo

Los niños, y también los adultos, construimos nuestra visión del mundo sobre todo a partir de los cuentos. Pero también a partir de las películas, de la literatura, de los relatos míticos… Siempre a partir de una idea fundamental: el bien y el mal. Las personas se dividen en dos:  las buenas y las malas. La historia de la humanidad es una lucha entre el bien y el mal. Y eso no es del todo cierto, y se lo hemos de decir a nuestros hijos: «El lobo hace lo que puede. Igual que tú haces lo que puedes». No existen los niños malos.

Los niños malos no existen
¡Si dejamos de etiquetarlos, los dejaremos SER! (ilustración de Joan Turu)

Cuando un niño actúa MAL, tiene un motivo. No existen los niños malos

Es importante que nos demos cuenta. Cuando un niño miente, por ejemplo, sabiendo él que está mintiendo, y sabiendo que mentir no está socialmente admitido, tiene un motivo para hacerlo. Seguramente piensa que, si no miente, será agredido. Piensa que si no miente le reñirán.

Tiene una intención positiva

¿Sabe que está mintiendo y que eso está mal.? SI ¿Es mala persona por ello? NO. No es mala persona. Simplemente hace algo que sabe que está prohibido, igual que los adultos hacemos a veces.

Que levante la mano quien no se haya saltado en alguna ocasión un semáforo rojo, sabiendo que no se puede hacer. Ya sea yendo en coche o caminando. Es algo que está prohibido, pero hay algún motivo para saltarse la norma: ahora no pasaba ningún coche, hoy tengo prisa, no me ve nadie, me he distraído…

La gente que actúa mal lo hace sin querer

Tanto quien actúa mal como quien actúa bien, lo hacen pensando que es eso es lo mejor que podían hacer. Si cualquiera de nosotros tuviera en la cabeza las ideas que tienen los miembros del Ku Klux Klan, seguramente actuaríamos como ellos. Es inevitable. Y además sería con el convencimiento de que se está obrando de manera correcta. La gente que está a favor de la pena de muerte, y los que están en contra, lo hacen por el bien de la humanidad.

No hay personas buenas y personas malas

Es lo que hemos de transmitir a los niños. Lo que hay son personas que entienden más cosas y personas que entienden menos. Hay personas que tienen más sabiduría y personas que tienen menos. Por lo tanto:

Esfuérzate en tener mucha sabiduría

Esto no quiere decir que no pongamos luz para explicarles que hay cosas que favorecerán el bienestar de los demás y cosas que no favorecerán ese bienestar común.

Los hijos buscan pautas

Se les ha de dar pautas para que puedan tener más sabiduría, para que puedan actuar con más inteligencia: «Cuando has actuado así, esta persona ha llorado, esto se ha roto, ha habido desarmonía. ¿Qué has aprendido de eso?».

«Pero tú no eres malo»Los niños malos no existen

 

Fuente: L’ofici d’educar de Catalunya Ràdio (5/04/16) / Ilustraciones: del cuento  Lo que no vio Caperucita Roja  de Mar Ferrero

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