‘Red’ es un peliculón: la presión por cumplir las expectativas familiares aderezada con el poder de la amistad y la menstruación.
Un cóctel explosivo de emociones que rompe tabús y que habla de la primera regla.
‘Red’ ―’Turning Red‘ en inglés― es una película que fascina; es una delicia que nos invita a que la veamos más de una vez. Es divertidísima. Te hará reír y llorar y, además, te hará reflexionar.
Si quieres verla completa baja hasta el final de esta publicación. Este es el tráiler:
Para empezar, un punto a su favor es que la protagonista de ‘Red’, al igual que ocurría con la protagonista de ‘Encanto’, lleve gafas.
Destacar también que el equipo directivo está formado por mujeres: la directora y coguionista ―Domee Shi―, la productora ―Lindsey Collins―, la diseñadora de producción ―Rona Liu― y los efectos visuales ―Danielle Feinberg―. Es la primera vez que esto ocurre.
Y es también la primera vez que Pixar tiene una película protagonizada por una niña.
Mei Lee es la protagonista de ‘Red’
Otro punto a favor de la película es que se muestre la diversidad cultural en todo el mundo, en este caso concreto en Canadá.
Mei es una niña china que vive en Canadá. Es un buen inicio, porque es un personaje que podría ser racializado ―al no ser la típica niña blanca― y sin embargo está tratado con total normalidad. No se habla de ello y no se convierte en el tema principal de la película. Mei se integra como cualquier otra niña.
La protagonista de ‘Red’ es una adolescente de 13 años que está sufriendo ―mejor dicho, está experimentando― una transformación que todas las personas hemos vivido: el hecho de pasar la etapa de la adolescencia.
En el caso de la película coincide con la menstruación, pero la menstruación no es el ‘late motiv’ del film. Es así porque en el propio proceso biológico de Mei coincide, y es algo que se normaliza completamente; no se hace de ello un tema principal pero se trata y se normaliza.
La trama principal de ‘Red’ es que la protagonista tiene mucho respeto por su familia y por sus ancestros, que en este caso también hablan de la cultura china.
El conflicto que Mei siente es que quiere agradar a su madre y a su padre, pero también quiere seguir sus gustos personales.
Sus iguales ―sus amigas― son otra cultura, y en este punto Mei encuentra el conflicto: ¿Qué hago? ¿Sigo mis raíces y de dónde vengo? ¿O me rebelo siguiendo mi instinto y digo abiertamente que me gustan otras cosas?
Esto a Mei le genera un gran dilema y hace que le ocurra algo muy especial: cuando la niña siente emociones fuertes se convierte en un panda rojo gigante.
Esa transformación a ella le avergüenza muchísimo. Se quiere esconder y lo intenta ocultar, porque no encaja en el papel de niña que quiere la sociedad y que quieren sus padres.
En la película ‘Red’ hay 3 figuras principales
Mei, la niña protagonista.
La madre, que quiere controlarlo todo y que representa el cumplir eso que la sociedad espera de uno.
Y luego están las amigas de Mei, que tienen también un rol fenomenal porque la aceptan y la quieren tal y como sea. Les da igual que sea niña, del color que tenga el pelo… y si es un panda rojo la adoran como panda rojo.
El grupo de amigas está muy bien reflejado en la película y es el sostén de la protagonista. Son niñas muy distintas con cuerpos muy diversos, que la dicen que la van a querer y que la van a apoyar. Animan a Mei y le dicen que van a estar a su lado aunque esté llorando y esté mal. Para Mei eso es un lugar donde agarrarse y que le permite superar todos los obstáculos
Un canto a la diversidad
‘Red’ es un relato visual que integra y muestra la diversidad, y además lo hace de una manera muy normal.
En la película hay roles y figuras de todo tipo. Hay por ejemplo un niño al que le gustan las ‘Boy band’ , que parece que eso sea una cosa solo de niñas. La madre es trabajadora. El padre cocina… Hay un momento muy bonito en que la madre le dice a ella: «Vas a pasar de estudiante ejemplar a presidenta de la ONU».
El fondo de la película, aunque esté por ahí el tema de la menstruación, en realidad es algo que se puede aplicar a cualquier tipo de niño o de niña que tiene que aceptar cómo es él, cómo son sus gustos y qué quiere ser en la vida. A veces eso es algo que entra en conflicto con lo que quiere la familia o con lo que espera la sociedad, el encajar o no encajar.
La adolescencia es una revolución que cambia el cuerpo. En ‘Red’ tenemos la simbología del panda, pero que se puede aplicar a cuando las chicas ven que les salen curvas por todas partes y granos en la cara. O cuando a los chicos les cambia la voz, les sale la nuez…
La adolescencia conlleva toda una serie de cambios físicos que hacen que cueste mirarse al espejo y aceptarlos, y están totalmente reflejados en esta cinta de animación. También en la película se refleja la presión de la familia, de los padres o de las madres que intentan proteger a sus criaturas para que no lo pasen mal, y por eso también quieren a toda costa que encajen en la sociedad.
En lo que respecta a como se aborda el tema de la menstruación en la película, Mei tiene que controlar sus emociones para no convertirse en panda, lo que ella identifica como un monstruo. Es algo que se nos achaca mucho a las mujeres con la regla: que cambiamos de humor, que nos ponemos histéricas…
En la historia que nos ocupa se dice que esto en realidad era una bendición que se le da a la familia ―el que se pueda convertir en panda rojo―, pero que ahora, debido al contexto actual, es algo que tienen que reprimir e intentar esconder.
Y realmente es muy bonita la idea de mostrar nuestras emociones y aceptarlas ―de aceptar incluso esas partes que no nos gustan tanto―, de abrazarlas, de dejarles espacio. Es un mensaje positivo que transmite ‘Red’ para todas las personas.
Es cierto que hay muchos chicos y hombres que han hecho crítica de la película y que dicen que les parece que no es para todos los públicos, que está muy enfocada en el público femenino, en las mujeres.
Esa es una lectura bastante simplista. Es como si yo digo que a mí no me interesa ‘El padrino’ porque son hombres de 50 años y ¿qué es lo que tienen que ver ellos conmigo?… Yo soy perfectamente capaz de ponerme en su piel y de vivir otro contexto diferente. Incluso esto me ayuda a entender a esas personas.
Es una maravilla que el cine y que la cultura nos pueda llevar a otros escenarios distintos a los que estamos habituados.
‘Red’ es pues una película que tienen que ver las niñas y los niños, para que ellos también normalicen la menstruación.
Pero no solo es una película entretenida para niños y niñas, es también una película apropiada para padres y madres. Viéndola todos podemos entender cosas de nuestras propias vidas, cosas de nosotras mismas y de nuestras propias madres.
El recurso del monstruo en la película ―el panda rojo gigante― como metáfora es muy acertada, y tiene que ver también con enganchar a todo tipo de público. Por ejemplo, un adolescente que sienta que le deberían gustar las niñas y le gustan los niños (quizá se siente un poco monstruo). O que se dé el caso de que tus padres quieran que estudies medicina pero a ti te gusta la música…
Ahí surge el conflicto: «¿Qué hago? A ojos de mis padres esto es una monstruosidad, ¡pero es lo que realmente me gusta!».
Es por eso que ‘Red’ es una película muy apropiada para todo tipo de personas. Es divertida, es diferente, nos hace pensar y reencontrarnos con una etapa ―esa adolescencia― que a veces no hemos superado del todo.
Como adultos hay veces que seguimos intentando que nuestra madre nos dé el visto bueno a todo y ese conflicto sigue estando presente en nosotros.
¡Un abrazo gigante ―de oso panda― y disfrutad de la película!:
Análisis de Yolanda Domínguez en el programa ‘Efecto doppler’ que se emite en Radio 3.