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Taquicardia afectiva

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¿Qué mecanismos fisiológicos provocan el amor y los afectos en las personas?

Científicos de la Universidad de Granada, pertenecientes al Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCYC), han llevado a cabo los estudios más completos realizados hasta la fecha sobre los mecanismos fisiológicos que provoca el amor en las personas, midiendo estos efectos tanto a nivel central (esto es, cerebral) como periférico (cardíaco, muscular y de sudoración). Su trabajo ha determinado que, cuando una persona está enamorada y contempla una fotografía de la cara de su amado/a (algo que también ocurre si es un familiar querido, como el padre o la madre), se produce lo que los científicos de la UGR han denominado taquicardia afectiva.

¿Qué es la taquicardia afectiva?

La taquicardia afectiva consiste en un aumento de la tasa cardiaca que se produce en respuesta a la visualización de la fotografía de un ser querido: el corazón sufre una deceleración inicial (disminuye la frecuencia cardíaca durante unos segundos) para posteriormente acelerarse rápidamente.

Se cree que este cambio en la actividad cardiovascular se produce como preparación para emitir una conducta de aproximación hacia la persona que estamos visualizando en ese momento.

ilustración de Soledad Voulgaris

 

Este cambio en la frecuencia cardíaca es un efecto inmediato cuando se contempla a un familiar o a la persona amada. Además hay un aumento de la actividad cerebral mayor que al contemplar a un desconocido.

¿Existe un patrón fisiológico del amor?

La respuesta es sí

Han podido observar que la visualización de rostros de personas queridas está asociada a un patrón de cambio fisiológico, tanto a nivel del sistema nervioso periférico como central, que es indicativo de que el sujeto está en un estado motivacional altamente positivo. Entre los cambios que se han podido observar están aumentos en la frecuencia cardiaca, en la conductancia eléctrica de la piel y en la actividad del músculo cigomático mayor, que está implicado en la expresión de la sonrisa. Así como inhibición de respuestas de carácter defensivo como el reflejo motor de sobresalto.

ilustración de Soledad Voulgaris

La respuesta cerebral es distinta en hombres y en mujeres

Se ha comprobado que las diferencias por género sí existen, aunque se circunscriben a medidas relacionadas con la electromiografía facial, la expresión facial. Tanto chicos como chicas ante las imágenes de sus seres queridos activan el músculo cigomático, que está relacionado con la expresión de la sonrisa, pero en el caso de las chicas esta respuesta es mucho mayor.

Los efectos que tiene la visualización de rostros de personas queridas sobre la actividad cerebral son muy consistentes

Se activan áreas del sistema de recompensa, y lo hacen de forma mantenida. A lo largo de diferentes estudios se ha podido observar que se activan diferencialmente más zonas que están relacionadas con el conocimiento que se tiene acerca de esta persona, así como otras áreas cerebrales que forman parte del sistema de recompensa  humano.

¿Cómo se han llevado a cabo estos estudios?

Los científicos trabajaron con una muestra formada por estudiantes de la Facultad de Psicología de la UGR, hombres y mujeres de entre 20 y 29 años, a quienes pidieron que realizaran una fotografía con unas condiciones determinadas de tamaño y en blanco y negro de su padre o madre, así como de su pareja, con quien debían llevar un mínimo de seis meses de relación.

“Estas fotos de las caras deben ser neutras, es decir, no deben tener ninguna expresión emocional de alegría o tristeza que pueda interferir en la reacción de los participantes, y se proyectan de manera aleatoria durante 4 segundos durante el experimento que llevamos a cabo”, explican los investigadores del CIMCYC Jaime Vila Castellar y Pedro Guerra Muñoz.

Los investigadores de la UGR Pedro Guerra Muñoz y Jaime Vila Castellar, autores de este trabajo.
Los investigadores de la UGR Pedro Guerra Muñoz y Jaime Vila Castellar, autores de este trabajo.

Posteriormente, los científicos realizaron un experimento con todos los participantes, en el que les colocaban sensores en el rostro, cabeza y manos, y monitorizaban su actividad fisiológica central y periférica, al tiempo que les presentaban fotografías de 5 caras: dos de personas queridas, dos de personas desconocidas y una de un bebé (como grupo control).

Taquicardia afectiva

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La investigación también revela que el patrón fisiológico del amor y los afectos es un protector del estrés

Y es que, cuando los participantes estaban contemplando la foto de una persona querida (padre/madre o novio/a), al darles un susto (mediante un fuerte ruido inducido a través de los auriculares) la respuesta de sobresalto que se producía era mucho menor que cuando esto ocurría sin visionar la foto.

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Fuente: InquietaMENTE de Radio 5 (4/04/17) y canal.ugr.es / Imagen flickr photosavvy e ilustraciones de Soledad Voulgaris

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