Los expertos dicen que un exceso de regalos resta ilusión a los niños. ¿Hay demasiados juguetes en casa tras la Navidad? La habitación de muchos niños parece la sección de juguetes de un centro comercial.
Es algo inevitable. Familiares y amigos estándeseosos de regalara los niños y pedir cosas para ellos en sus cartas a los Reyes Magos. Ahora toca a los padres ayudar a los pequeños a gestionar los muchos juguetes que han recibido por haberse portado tan bien durante el año.
No se sabe la cifra exacta, pero aproximadamente un 70% de las ventas de juguetes de todo el año corresponde a la época de Navidad. Por regla general, los niños reciben una gran cantidad de obsequios entre el 24 de diciembre y el 6 de enero.
Los juguetes son buenos, son un instrumento eficaz para el desarrollo de los pequeños. A través del juego los niños exploran, aprenden a relacionarse, conocen sus límites, se conocen a ellos mismos y a otros, conocen las normas… Cuando un niño juega, entran en acción todos sus sentidos. El tacto, los olores, los colores… Todos son estímulos que encienden la imaginación infantil. ¡Pero un exceso de juguetes es perjudicial!
Demasiados juguetes no favorecen en nada a la educación
Recibir demasiados juguetes en un periodo corto de tiempo provoca en los niños actitudes de egoísmo, capricho, aburrimiento y, por supuesto, desorden en la habitación. Menosprecian lo que tienen: “tengo muchos juguetes, no pasa nada si uno se rompe por no cuidarlo”.
Los niños necesitan jugar siempre, no solo en Navidad y en su cumpleaños. Por ello es importante repartir los juguetes a lo largo del año, de esa forma se mantendrá viva su ilusión por recibir regalos y su interés por ellos.
Una buena estrategia | Guardar aquellos que, por la edad, las preferencias del niño, o su nivel de desarrollo en ese momento, los padres consideren que son menos adecuados para él, pero que seguro lo serán pasados unos meses.
Es algo especialmente importante cuando los bebés son pequeños y no saben organizarse. Se pueden sentir muy abrumados con demasiados juguetes a su alcance.
Es un buen momento para animar al niño a ser generoso y solidario. Hay que ayudarle a hacer una selección de regalos de anteriores Navidades o cumpleaños, que están en buenas condiciones pero con los que ya no juega, bien porque se ha cansado de ellos, o porque se le han quedado “pequeños”.
Se le pueden dar a otros niños que no han tenido tanta suerte como él, y que no han recibido tantos regalos: se le pueden regalar a un amigo, a la guardería, a una organización humanitaria…
Inculcar en los niños los valores de GENEROSIDAD y SOLIDARIDAD es sumamente positivo. Cuando se practican, aportan gran satisfacción al que da y placer al que recibe.