Un niño PAS es un ser especial como todos los niños, pero su mundo interior, su manera de percibir el mundo y su sensibilidad sensorial son diferentes.
Necesitan ante todo ser comprendidos y valorados. Su verdad puede no ser la tuya, pero es la suya y por tanto hay que tenerla en cuenta. La alta sensibilidad es un concepto bastante nuevo en psicología. Hace pocos años que se habla de este diagnóstico, y eso que se dice que existe un 20% de personas PAS (Personas Altamente Sensibles). Es un porcentaje muy elevado. Las siguientes pistas te pueden servir para detectar la alta sensibilidad en niños:
Alta sensibilidad en niños. El niño/a…
- Se asusta con facilidad.
- Se suele quejar de ropa que le molesta, costuras en calcetines, tejidos ásperos o etiquetas que irritan la piel.
- Las grandes sorpresas no le suelen gustar.
- Aprende más de una corrección suave que de un severo castigo (llora si se le chilla).
- Parece leer los pensamientos de la gente.
- Utiliza palabras maduras para su edad.
- Percibe el más mínimo olor inusual.
- Tiene un agudo/particular sentido de humor.
- Parece ser muy intuitivo.
- Después de un día ajetreado le cuesta dormirse.
- Le cuestan los grandes cambios (mudanza, nuevo cole, separación, nuevo hermanito…).
- Quiere cambiarse de ropa cuando lo que lleva está mojado o tiene arena.
- No para de hacer preguntas.
- Es perfeccionista.
- Percibe la tristeza/el dolor de otros.
- Prefiere juegos tranquilos o un libro.
- Hace preguntas profundas que requieren reflexión.
- Es muy sensible al dolor (quejica).
- No se siente a gusto en lugares con mucho ruido.
- Percibe cambios sutiles (un peinado nuevo, pendientes/zapatos/”algo” nuevo o diferente).
- Antes de pegar un salto mira primero si no hay peligro/riesgo.
- Funciona mejor en presencia de gente conocida.
- Se bloquea cuando todo el mundo le mira (por ejemplo salir a la pizarra).
- Siente las cosas con mucha profundidad.
- Le cuesta mucho reconocer/mantener sus límites.
- Puede tener un problema “de concentración” (sobrecarga de información).
- Demuestra un gran amor hacia los animales y la naturaleza.
- Suele tener amiguitos imaginarios.
- Cuando está saturado puede rechazar caricias.
- Demuestra estrés o ansiedad ante exámenes.
P.D.: Existe una variante de niño extravertido: Niño inquieto, alborotado, continuamente buscando límites (no obedece, muy travieso, el típico niño popular de la clase) para luego “colapsar” por agotamiento.
Fuente: El Don de la Alta Sensibilidad / Imagen de portada: Luis Marina