Entramos en OTOÑO. De nuevo está aquí el cambio de estación. Vamos olvidando el calor, las vacaciones, las sandalias… ahora toca viento, lluvia, caída de las hojas. Los bosques se transforman. Ya está aquí el otoño.
¿Sabes por qué los árboles pierden las hojas?
Hay tres razones fundamentales:
La primera está relacionada con el Sol: las hojas son máquinas de transformar energía lumínica en energía química, a través de la fotosíntesis. Lo que hace la fotosíntesis es dar energía al árbol a través de las hojas. En otoño e invierno hay muy poca luz. Son las estaciones del año con menos horas de Sol. Por lo tanto las hojas tienen menos fuerza y ya no le sirven al árbol para tener más energía.
En segundo lugar tenemos el frío: los suelos muchas veces se hielan, dificultando la captación de agua y nutrientes por parte de las raíces. Esto hace que las hojas no puedan aguantar.
Y si con todo esto las hojas aún resisten: lo último que hará el árbol es absorber los nutrientes que queden en ellas. Eso hará que las hojas caigan de manera inevitable con ayuda del viento y la lluvia.
Antes de que la hoja caiga se pueden observar unos cambios cromáticos espectaculares. Las hojas se transforman, pasando del color verde al color amarillento, rojizo o marrón.
Esto es así porque la hoja no sólo tiene la clorofila, también tiene otros pigmentos. Dependiendo de los pigmentos que tenga la hoja en cuestión la veremos más marrón, más anaranjada, más amarillenta o del color que sea.
Una explosión de colores a la que damos la bienvenida con estas bonitas ilustraciones:
Ilustración de Alice y Martin Provensen
Ilustración de Mihai Criste
Dibujo de Terry Fan
Ilustración de Morgan Davidson
Ilustración de Ebeneeza K.
Dibujo de Anna Lazareva
Ilustración de Johanna R. Wright
Ilustración de Georgina Chitac
Dibujo de Lorena Pugh
Ilustración de Cornelia-li
Ilustración de Matt Phelan
Dibujo de Pascal Campion
Ilustración de Richolly Rosazza
Ilustración de Coutney Bernard
Dibujo de Chris Wharton