Es el más difícil de identificar
El TDAH tipo inatento es el que pasa desapercibido con más frecuencia, sobre todo si no se acompaña de hiperactividad e impulsividad.
¿Cómo se detecta? ¿Cómo se diagnostica? ¿Cuál es su tratamiento?
TDAH son las siglas de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad.
El déficit de atención es frecuente. Afecta más a los niños que a las niñas, y en cada aula puede haber entre dos y tres alumnos afectados
Utilizamos el nombre para todos los casos, pero dentro hay diferentes tipos o subtipos: el TDAH tipo inatento, el tipo hiperactivo impulsivo, el combinado, y luego está el no especificado. Y cada uno de estos subtipos tiene una sintomatología diferente en base a las tres características básicas, que son:
■ la inatención,
■ la hiperactividad,
■ y la impulsividad
El TDAH tipo inatento es difícil de diagnosticar
Es el niño que a veces está inmerso en sus propios pensamientos. El niño que está mirando al profesor y sí, está quieto y muy atento, pero en realidad dentro de él pueden estar pasando mil cosas.
A menudo se detecta muy tarde, ¿Por qué?
En ocasiones hasta que el niño llega a la ESO no se detecta, o no aparece un fracaso escolar que nos permita darnos cuenta de que algo está pasando. Hasta entonces ha ido tirando, un trimestre no ha ido tan bien pero quizás el siguiente sí. Parece un niño algo gandul, y es algo que se acostumbra a atribuir a factores como la pereza… Vamos esperando a ver qué pasa.
Hasta que llega un momento en que la demanda es mucho más exigente, y eso hace que en ocasiones pinchen en una determinada edad, como puede ser al llegar a la ESO.
Lento, despistado… ¿Qué nos ha de alertar?
Percibir que el niño desconecta fácilmente, que no está atento, puede ser una señal de que hay un TDAH tipo inatento. Sobre todo si vemos que el niño se aburre con las tareas, cambia constantemente de actividades y las deja a medias. Lo típico que dicen muchos padres: “los deberes son algo eterno”
Otra situación que nos puede hacer pensar que algo pasa
Se le puede pedir al niño que nos traiga un par de cosas, por ejemplo: “tráeme el agua y los cubiertos”, y el pequeño viene sólo con los cubiertos. “¿No te estaba pidiendo también otra cosa?” “¡Ah! ¿Qué otra cosa me habías pedido?”
Y en el colegio ¿qué se detecta?
El niño trabaja mucho y hace bien las tareas, pero siempre que tenga un soporte. Siempre que haya alguien que le está ayudando. En cambio, cuando le dejamos solo es incapaz.
Otra característica es el rendimiento variable
Hoy lo puede hacer muy bien pero mañana lo puede hacer muy mal. Se sabe la lección, pero a lo mejor le preguntas al cabo de unas horas y… tienes la sensación de que aquello no ha quedado aprendido.
¿Cómo se diagnostica el déficit de atención?
No hay una herramienta diagnóstica más allá de la observación directa y de unos cuestionarios que permiten detectar síntomas. Por eso es importante tener en cuenta la visión de la escuela, de la familia, y como el niño resuelve las tareas que se le proponen mediante test cognitivos.
Es importante el poder hacer una buena historia clínica, tener en cuenta antecedentes familiares, poder hablar con la escuela para que los profesores expliquen como el niño está resolviendo las tareas escolares.
Algunos son niños que recuerdan a un personaje entrañable
Hay un grupo al que se les llama tiempo cognitivo lento. Son niños que procesan la información mucho más lentamente, tranquilamente. Están sentados en su mesa, mirando y escuchando al profesor… pero están en otro mundo. Incluso se ha hecho la comparación diciendo que son como Winnie the Pooh, que está tranquilamente y van pasando todos por su lado, pero es como si las cosas no fuesen con él.
Si no les ayudamos su amor propio puede verse resentido
Son niños que tienen una buena capacidad intelectual, pero a pesar de eso no avanzan. Viven con la sensación de que no soy capaz con los deberes, con los exámenes… esto, año tras año, hace que la autoestima acabe deteriorada.
¿Qué causa el déficit de atención?
Hay un componente genético importante, que hace que haya un circuito cerebral que funciona de una determinada manera, diferente que en el resto de niños. Eso hace que la atención no sea la adecuada.
El entorno no provoca el TDAH
Sí que el entorno es un modulador, hace que el TDAH se manifieste de una manera o de otra. Si el niño está en un entorno desestructurado, en el que no se le entiende, el TDAH emergerá mucho más.
¿Cómo se trata?
Haciendo una intervención en el colegio, para que allí puedan seguir una serie de directrices y el niño pueda resolver adecuadamente las tareas. Informando a la familia, para que se puedan adoptar una serie de estrategias que ayuden en el día a día a que este niño funcione mejor.
Otro aspecto muy importante, y que funciona muy bien, es el tratamiento farmacológico.
La medicación conlleva recelos, pero es efectiva
No se trata de un tranquilizante, ni un medicamento que deja al niño atontado. Al contrario, lo que hace la medicación es ayudarnos a que el niño tenga una buena capacidad atencional, que no sea para él tan costoso el aprender, que le sea más fácil organizarse, que mejore su autoestima… Es como una rueda, en cuanto hay aspectos que mejoran, todo empieza a funcionar mejor.
¿Cómo se les explica a los niños?
Se les puede explicar muy claramente. Igual que hay niños que son mejores en deporte, o hay niños que llevan gafas… a ti lo que te cuesta es concentrarte y planificar las tareas, y es por eso que has de tomar una medicación que te ayude a organizarte, a ir mejor en la escuela, a no despistarte… Y es algo que a los niños les tranquiliza.
Cuando no tienen respuesta a lo que les ocurre, la tendencia que tienen es a pensar “¿debo estar haciendo algo mal?” “¿Por qué me pasan a mí estas cosas?”.
Qué puede hacer la escuela por estos niños
Que el niño pueda sentarse delante de la clase, no tenerlo relegado detrás. Que la profesora tenga constancia de que a veces él desconecta, y que entre ellos tengan una determinada clave para llamar su atención, y hacerle volver cuando vea que el pequeño se ha perdido.
Ayudar mucho al niño y darle herramientas y estrategias para que pueda organizarse. Buscar un sistema para que llevar la agenda y anotar los deberes le sea fácil. Perder cinco minutos ayudándolo a ordenar la carpeta, y que tenga apartados de diferentes colores para que él pueda organizarse las hojas… Estrategias de carácter general, de aplicación sencilla y que son efectivas. Y que haya una buena comunicación entre la escuela y la familia.
Y en casa ¿cómo se les puede ayudar?
Una rutina, una buena planificación de las cosas… dado que son niños más despistados tampoco es muy útil el castigo, o reprenderles de manera continuada… Son niños que pasarían todo el tiempo castigados. Hay que tener claras las cosas importantes que sí se han de sancionar pero después, las otras no vale la pena.
La implicación de la familia es fundamental
El déficit de atención tiene a menudo trastornos asociados de aprendizaje como la dislexia, o también de conducta. Uno de los más frecuentes es el trastorno de oposición desafiante, que se caracteriza por decir siempre que no, llevar siempre la contraria, contestar de mala manera, no querer hacer las cosas… requiere una intervención específica, sobre todo para el entorno familiar.
Para saber más
El libro El niño muy movido o despistado, de Christopher Green, y El niño incomprendido, de diferentes autores, entre los cuales Katy García Nonell.
Y un par de consejos
¿Cómo se pueden organizar? ¿Qué tipo de carpeta pueden utilizar para que no les sea tan difícil organizarse? ¿Qué cantidad de tiempo han de invertir en organizarse? ¿Cómo han de utilizar la agenda?… Son cosas que no se les enseñan. Mucha paciencia, y tener en cuenta que a veces, a pesar de poner a su disposición todas las herramientas adecuadas, puede que no lo consigan… Pero nunca tirar la toalla. Poco a poco y paciencia
Fuente: Katy García Nonell, neuropsicóloga del CNIM (Centro profesional de Neuropsicología Infantil del Maresme), en el programa Blog de pares de Catalunya Ràdio (29/03/11) / Imágenes: pixabay