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DHA, qué es y para qué sirve

DHA, qué es y para qué sirve

Tabla de contenidos

El impacto de la nutrición es muy directo en el desarrollo neurológico infantil. Hay nutrientes que está muy demostrado que afectan al desarrollo cognitivo. Es el caso del DHA, un tipo de grasa omega 3 muy específica que constituye una parte importante del cerebro.

La nutrición incide en el desarrollo cerebral del bebé en cuatro áreas claves:

  • comunicativa,
  • motriz,
  • cognitiva
  • y destrezas sociales

El aporte de nutrientes específicos como el DHA es fundamental en el establecimiento de las conexiones neuronales.

El cerebro madura cuando se forman sinapsis o conexiones entre las neuronas para que éstas puedan trasmitir señales e información más eficazmente.

Un paso importante en este proceso se conoce como mielinización | La mielinización (el recubrimiento de células con mielina) ayuda a la conducción nerviosa, permitiendo una comunicación más rápida y clara entre las células. La mielina es una sustancia compuesta en gran parte por ácidos grasos esenciales como el DHA. Por eso el DHA es tan importante para el cerebro, facilitará que las conexiones neurológicas estén más reforzadas.

¿Qué pasa si un bebé no recibe el suficiente DHA?

Si el DHA que recibe el bebé es insuficiente, incluso en el embarazo, si se da el caso de que la madre no está suficientemente suplementada con DHA y luego el niño no tiene el suficiente DHA, ocurrirá que la constitución de esas fibras nerviosas no será la mejor.

Es ideal que no haya ningún déficit especialmente importante en lo que se llaman neuronutrientes, un tipo de nutrientes muy especiales en la arquitectura del cerebro.

Son importantes sustancias como el yodo, el zinc y el hierro, fundamentalmente, y luego hay una sustancia que es clave que son los ácidos grasos poli insaturados, los famosos omega 3.

Entre estos omega, el DHA es el ladrillo fundamental para la construcción del cerebro | Un aporte que se da con ciertos alimentos: pescado graso como sardinas o salmón, también con frutos secos como las nueces…

Ocurre que el bebé, cuando es chiquitito, no está tomando aún estos alimentos. El DHA lo puede recibir de la lactancia materna, si la mamá lo incorpora a su dieta obviamente pasa al bebé, y en el caso de que el bebé requiera fórmulas (leche maternizada) estas han de ir suplementadas.

No es importante sólo el aporte, sino lograr un porcentaje y una cantidad adecuada de los nutrientes esenciales. Se ha constatado en las investigaciones que hay consecuencias directas en el área cognitiva. Son investigaciones que empezaron en los años 70, y hay más de catorce líneas de investigación por todo el mundo.

Se ha estudiado por ejemplo el desarrollo en la agudeza visual de los bebés. Se ha confirmado lo importante que es el DHA y el efecto beneficioso que tiene sobre la agudeza visual, ya que es un constituyente importante de la retina. El DHA tiene una localización en el organismo que le da un valor jerárquico muy alto, porque son órganos críticos.

Cuando se suplementa con sustancias con DHA a grupos de niños, dentro de los aspectos en que se ha visto que presentaban un avance mejor en desarrollo, pasados algunos años, la capacidad visual era uno de los puntos clave. Pero no simplemente ver mejor, sino lo que se llaman capacidades visomotrices y de coordinación visual, que son funciones que tienen que ver en la integración de lo que se ve con la inteligencia, con el lenguaje, con la habilidad motriz… Para esa parte es especialmente importante tener un aporte adecuado de DHA.

Está claro que estimulación y nutrición son dos oportunidades de mejora del desarrollo cognitivo en el bebé, y en la futura capacidad intelectual del adulto.

Fuente: InquietaMENTE de Radio 5 (28/04/15) 

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