Aburrirse a veces es bueno para el cerebro
Dicen que estar muy ocupado y vivir a un ritmo muy intenso es signo de poder, mientras que estar ocioso y no saber qué hacer y aburrirse no lo es ¿Por qué? En un principio la gente detesta aburrirse. Al aburrimiento se le asocian una serie de adjetivos que parece que nos descalifican. Los jóvenes que están aburridos parece que no tengan motivación, están rodeados de un mundo con muchísimos estímulos y con todo a su alcance y es como si no lo supiesen aprovechar. En cambio cuando alguien, un profesional, dice que está ocupadísimo, que tiene un alto nivel de estrés, que tiene tantísimos clientes… hay personas que deducen o interpretan que debe ser bueno cuando tiene tanto trabajo y está tan ocupado, que debe ser un buen profesional.
¿Qué encontrarás en este artículo?
- 1 El aburrimiento. Estar aburrido tiene sus ventajas
- 2 ¡Me aburro! ¿Por qué es bueno que los niños se aburran?
- 3 Juegos para el aburrimiento. Juegos para no aburrirse
- 4 Estoy aburrida. Estoy aburrido ¿Qué hago? Contra el aburrimiento las personas reaccionamos de formas diferentes
- 5 ¿Qué ventajas tiene el aburrimiento para nuestro cerebro?
- 6 ¿Qué hacer para no huir del aburrimiento?
- 7 Por último destacar la importancia de la lectura
El aburrimiento. Estar aburrido tiene sus ventajas
Lo cierto es que aquella gente que está excesivamente ocupada y con tantos clientes termina por cometer más errores. El exceso de ocupación genera ansiedad y estrés, y eso hace que se cometan más errores, que se pasen los plazos, que no pueda llegar a todo… no es oro todo lo que reluce con la actividad. La eterna diferencia entre preocupación y ocupación.
¡Me aburro! ¿Por qué es bueno que los niños se aburran?
La expresión ¡Mamá, me aburro! acostumbra a poner a los padres en un aprieto. La mayoría nos sentimos responsables cuando escuchamos esta frase en boca de nuestros hijos y queremos solucionar su «problema» de forma inmediata. Respondemos a su aburrimiento ofreciéndoles entretenimientos tecnológicos o actividades estructuradas. Craso error. Es algo que hay que tomar con naturalidad. Muchas veces es como si a los padres les sentase mal el que los niños estén desocupados, y no se dan cuenta de los beneficios que esto puede tener.
Juegos para el aburrimiento. Juegos para no aburrirse
El juego no estructurado da a los niños la oportunidad de explorar su mundo interno y externo, lo cual es el comienzo de la creatividad. Esta es la manera en la que aprenden a comprometerse con ellos mismos y con el entorno, a imaginar, inventar y crear. Es una herramienta para entender el mundo.
Estoy aburrida. Estoy aburrido ¿Qué hago? Contra el aburrimiento las personas reaccionamos de formas diferentes
La indiferencia es la forma más saludable de reaccionar.
Es aquella gente que ante el aburrimiento se mantiene indiferente y lo toma como un estado normal, con paz y con calma, y consigue sacar todos los beneficios que tiene el hecho de estar aburrido.
La reactividad es la forma más dañina de reaccionar.
La reactividad significa querer huir del aburrimiento. Y cuando queremos huir y evitarlo… al final las personas pueden terminar consumiendo sustancias para alterar el estado de ánimo, para estar ocupadas y sentirse bien, cruzando los límites para buscar esa estimulación y salir del aburrimiento.
Hay que tener cuidado y diferenciar por ejemplo en el caso de los jóvenes y los niños. Distinguir entre lo que es un joven que un día está aburrido o un joven que está pobre de estímulos, para así poder ayudarle a encontrar el sentido a la vida o a aquello que le estimula y que no caiga en querer tapar o cubrir ese tiempo libre con conductas poco saludables que puedan perjudicar su salud.
¿Qué ventajas tiene el aburrimiento para nuestro cerebro?
Sabemos que el cerebro se estimula con nuevos aprendizajes, con la curiosidad, con el ejercicio físico, cuando estamos realizando tareas cognitivas de cualquier tipo… pero también se han hecho estudios de qué pasa en el cerebro de una persona aburrida .
En una investigación se hizo un encefalograma a personas a las que se les pedía que en ese momento no hicieran nada, que simplemente se aburrieran y no hicieran nada. Los resultados fueron asombrosos: se dieron cuenta de que el cerebro seguía en actividad y seguía estimulándose, produciendo un tipo de actividad que no se consigue cuando uno está focalizado en una tarea. A partir de ahí las siguientes investigaciones dieron con los mismos resultados.
El aburrimiento tiene una funcionalidad. Cuando una persona está sanamente aburrida despierta su curiosidad por salir de esa apatía o de esa situación. Y cuando tenemos esa curiosidad es cuando surge la creatividad. Aparecen esas ideas creativas para hacer las cosas de manera distinta. Así que podemos decir que el aburrimiento tiene un sentido evolutivo: ¿qué hago ahora? Ese no saber qué hacer motiva que el cerebro piense en otra dirección para buscar juegos y entretenimiento.
¿Qué hacer para no huir del aburrimiento?
Deja y permite que tus hijos y tus trabajadores se aburran
¿Por qué? Porque si cada vez que un hijo dice ¡Mamá, papá, me aburro! satisfacemos ese aburrimiento, el niño pierde su capacidad creativa, se la estamos anulando. Estamos haciendo por él lo que él tendría que hacer. Podemos proponerle que trate de jugar, o de pintar, que busque algo, que piense, o simplemente que se aburra, que no pasa nada.
También se debería fomentar, para aquellos que son jefes y líderes, en el tema de los trabajadores. No pasa nada por ver a un trabajador en una silla simplemente pensando. Porque en ese momento en que uno está pensando y se deja algo de libertad al cerebro para que se expanda, en lugar de tenerlo focalizado con resolver un problema, al final terminan apareciendo ideas creativas.
Una práctica saludable es dedicar 10 minutos a no hacer nada
Igual que es saludable una alimentación sana, descansar, otras pautas de higiene, hacer ejercicio… busquemos 10 minutos al día para sentarnos en un sillón y no hacer nada. Pero no hacer nada es NADA… no vale meditar, que dicen algunas personas. Meditar es otra forma de trabajar la calma, pero no hacer nada es quedarse ahí. Al principio puede resultar incluso incómodo, porque la sensación es ¡estoy perdiendo el tiempo! Pero lo cierto es que el cerebro se va a relajar y va a activar esa otra zona que no se activa mientras la mente está entretenida.
Aléjate de la sobreestimulación
Estamos todo el día entre las noticias, las cosas que suceden en el trabajo, los recados que tenemos pendientes… siempre con varias tareas a la vez. El cerebro multitarea nos genera estrés, y no nos permite realizar según qué actividades de forma relajada y tranquila. O sea que es conveniente intentar alejarse de la sobreestimulación y hacer una cosa a la vez. Si ahora mismo tienes 10 cosas que resolver: un correo, una llamada, un trabajo… ¿cuántas puedes hacer en este momento? La respuesta es una, pues focaliza en esa una.
Medita, visualiza, pasea… sin más
Practiquemos actividades que de alguna forma nos permitan también relajar el cerebro y que sean similares al aburrimiento. Meditar, visualizar o pasear sin más. Salgamos a pasear, pero sin tener siquiera la intención de decir ¡es que esto es saludable y tengo que hacer ejercicio! Pasear por placer, meditar por placer, hacer cosas simplemente por buscar ese estado de tranquilidad.
Dale descanso a la tecnología
Algo que nos sobreestimula es la tecnología: tablet, teléfono, televisor… todo aquello que nos da tanta información. En un teléfono tenemos veinte mil aplicaciones: ver los resultados de fútbol, WhatsApp, Twitter, todas las redes sociales, incluso las llamadas que parece que son ya algo secundario. Estar con tantas aplicaciones a la vez sobreestimula el cerebro y nos impide tener esa parte de aburrimiento.
Rodéate de calma
Nos quejamos constantemente de la falta de tiempo. Vivimos en un mundo con un ritmo que a veces es frenético, y que no concibe que una persona pueda estar relajada y tranquila y que eso sea positivo. Porque, como se ha dicho al principio, asociamos la sobreactividad y la prisa a la gente eficiente, pero no es así. La calma nos produce un estado saludable, emociones positivas que nos permiten resolver de forma eficaz nuestro día a día
Por último destacar la importancia de la lectura
Un niño al que le gusta leer es difícil que se aburra. Cuando llegue el aburrimiento, siempre podrá coger un libro y sumergirse en el placer de la lectura. Fomentar en los niños el gusto por leer es proveerlos de una herramienta infalible para combatir el tedio. Este decálogo puede ser útil.
Que haya muchos libros en casa (novelas, cuentos, cómics…) y de temáticas diferentes. La mejor manera de despertar la pasión por la lectura es que el niño pueda elegir los libros que más le interesen, leer un poco cada día. Y que los padres lean con él.
Fuente: Patricia Ramírez en A punto con la 2 de RTVE (27/06/16)