Es importante conocer el pasado de nuestros mayores, son nuestras raíces familiares
Pero también son las raíces colectivas, que hemos de sacar a la luz para no olvidar nunca quien somos y de dónde venimos. El diario de las cajas de fósforos es un libro de Paul Fleischman, Ilustrado por Bagram Ibatoulline y publicado por Editorial Juventud.
Un libro fantástico que habla de gente que emigra. Gente que ha de dejar su país en busca de un trabajo, por guerras, por hambre,… por el motivo que sea. La historia se sitúa a principios del siglo XX, cuando a una niña su bisabuelo le explica, de una manera peculiar, el viaje que siendo niño le llevó de Italia a América.
«Elige el objeto que más te guste y luego te contaré su historia»
De entre las pertenencias del anciano a la pequeña le llama la atención una caja de puros, que atesora en su interior un montón de cajas de fósforos.
Dentro de cada cajita hay un recuerdo. La niña va abriéndolas y su bisabuelo le va explicando.
Un hueso de aceituna, una chapa de botella, una entrada, una letra de plomo… Todos estos objetos nos narran el viaje que de niño hizo su protagonista.
“Este hueso de aceituna me recuerda que cuando nací, los primeros años de mi vida, vivía en el sur de Italia. Allí había muchos olivos, pero pasábamos mucha hambre. Mi madre me daba un hueso de aceituna para que lo chupase. Eso ayudaba a quitar el hambre”.
De esta forma, a través de esos pequeños tesoros, va relatando la historia de su vida.
Las ilustraciones a color son muy bonitas. Son dibujos hiperrealistas. Cuando el bisabuelo recuerda los hechos del pasado las ilustraciones son en tono sepia, y en ellas se ve cómo el niño va creciendo. Aquí lo puedes comprar
El diario de las cajas de fósforos es muy recomendable para niños a partir de 6 años. Aunque narre una migración que ocurrió hace más de cien años, es un relato muy actual. Ayuda a los niños a entender el sentimiento de toda la gente que ha de cambiar de país. Les ayuda a entender esa vivencia a través de un diario de objetos guardados por un niño. Un niño que ansiaba dejar constancia de su vida pero que no sabía leer ni escribir.
Paul Fleischman describe el drama de la inmigración y el deseo de aprender a leer mediante este homenaje a la conservación de la memoria.
Fuente: L’ofici d’educar de Catalunya Ràdio (5/07/16)