A lo largo de nuestras vidas todos tenemos que enfrentarnos al duelo por pérdida de seres queridos, pero hay diferencias importantes entre la forma en que viven este proceso los adultos y en cómo lo hacen los niños y adolescentes. Para que podamos afrontar mejor el duelo en los niños, la Fundación Mario Losantos del Campo ha editado la guía ‘Hablemos de duelo. Manual práctico para abordar la muerte con niños y adolescentes‘.
La guía incluye un apartado especial para tratar el duelo en personas con discapacidad intelectual, en estos casos la situación ante el duelo exige un trato especial. También se incluye un capítulo para abordar el duelo en el colegio.
El duelo en los niños
¿Qué encontrarás en este artículo?
- 1 Qué es el duelo.
- 2 El duelo en los niños.
- 3 Cómo informar a un niño de la muerte de un familiar.
- 4 Libros para niños sobre el sentimiento de pérdida.
- 5 Cuestiones que se suelen plantear en el duelo infantil:
- 5.1 ¿Es conveniente llevar a los niños al tanatorio?
- 5.2 ¿Puede mi hijo traumatizarse al ver a un muerto?
- 5.3 ¿Qué pasa si no se celebra ninguna despedida?
- 5.4 ¿Debo explicarle a mi hijo un suicidio o es preferible ocultárselo?
- 5.5 ¿Cómo le explico que no conoció a… porque murió antes que él naciera?
- 5.6 ¿Cómo le explico una incineración?
- 5.7 ¿Cómo puedo explicarle a mi hijo las creencias religiosas?
- 5.8 Mi hijo dice que ve a su abuela fallecida, ¿debo preocuparme?
- 5.9 El abuelo tiene una enfermedad terminal, ¿llevo a mi hijo al hospital a verle o esperamos a que tenga lugar el fallecimiento para contárselo?
- 5.10 ¿Cuándo debo llevar a un niño a terapia?
- 5.11 Quiero hacer un homenaje, ¿qué cosas puedo utilizar como ideas?
El duelo en la infancia y la adolescencia.
Qué es el duelo.
Duelo es la suma de procesos emocionales y psicosociales ante una pérdida. Generalmente cuando hablamos de duelo nos referimos al fallecimiento de un ser querido. Es un proceso normal, no es una enfermedad, y esto hay que subrayarlo.
El duelo es un proceso normal pero que puede, dependiendo de la evolución del mismo, reaccionar exactamente como una herida. Las heridas reaccionan con una curación total, a veces con una restitución con pequeños defectos y otras veces con una curación completamente inadecuada. Con el duelo se puede dar esta misma evolución.
El duelo en los niños.
En el niño el duelo tiene unas características especiales y que hay que tener en cuenta. En el niño, si lo definimos como un ser vulnerable dependiente del entorno y además como una persona en constante desarrollo emocional, veremos que la evolución y las características del duelo van a depender de diversos factores:
- En primer lugar de su desarrollo emocional y de su desarrollo cognitivo. No es lo mismo el duelo en un niño de 5 años, que de 9, que en la edad de la adolescencia. ¿Por qué esto es así? Pues por varios factores. Principalmente por el concepto de muerte. El concepto de muerte varía completamente desde la primera infancia, donde es casi asociada a la ausencia, hasta que se configura como un concepto irreversible o inexorable, con el final de la adolescencia más o menos.
- Después va a depender de factores culturales. No es lo mismo el duelo en según qué culturas, donde se puede hablar tranquilamente de la muerte, que el duelo en el mundo occidental, donde generalmente si tenemos una evitación en la enseñanza y con los niños es el poder hablar precisamente de la muerte. Es una de las grandes ausencias en la pedagogía con el niño.
- Otro factor sería el cómo la familia puede hablar también de la muerte. ¿Y cómo habla la familia de la muerte? Pues muchas veces por las experiencias que haya tenido previas, por duelos previos. A veces pensamos que el niño puede expresar el duelo como lo expresa un adulto, y este es uno de los mayores equívocos que podemos tener, y es bueno que los padres reconozcan que el duelo en el niño va a tener un componente muy distinto a la expresión de los adultos. No expresa el duelo el niño con las emociones como lo puede expresar un adulto, con la tristeza, con el llanto… sino que en muchísimas ocasiones lo expresa con el comportamiento. Un niño puede expresar el duelo con agresividad. Puede expresarlo con inhibición. Puede expresarlo hasta incluso con identificaciones con la enfermedad de aquel adulto que ha perdido… Y esto es algo que la familia y los adultos tenemos que tener en cuenta.
Es bueno que integremos al niño desde pequeño en el proceso del duelo y que podamos hablar con él con naturalidad, que no nos defendamos en el sentido de no poder expresar las emociones delante de él. Expresar emociones delante de un niño le da instrumentos para que él pueda expresar al mismo tiempo esas emociones, y que podamos hablar de la muerte con naturalidad.
Cómo informar a un niño de la muerte de un familiar.
Se evidencia que hay un montón de preguntas que no están resueltas, que hay un montón de dificultades a la hora de explicar la muerte a los niños y que eso complica mucho luego la comprensión o llevar el duelo. Fue a raíz de esto que decidieron hacer este manual, y dar respuesta a todas esas cuestiones prácticas que a lo largo de cuatro años les han ido preguntando padres y profesores.
Su autora es la psicóloga Patricia Díaz Seoane, experta en psicoterapia infanto-juvenil y especialista en atención temprana, que durante muchos años se ha centrado en la atención del duelo infantil en la Fundación Mario Losantos del Campo. Explica que el proyecto de elaborar esta guía surge de la necesidad que han ido encontrando a lo largo del trabajo de formación que realizan en colegios, y en la misma Fundación Mario Losantos del Campo, cuando se atiende a niños y adolescentes.
Uno de los objetivos de este manual es que sirva de material de apoyo a los colegios. Según explica la autora mucha de la demanda que tienen viene de profesores que se encuentran niños en duelo en el aula. Los fallecimientos están ahí… Puede fallecer una persona en el colegio, y la afectación es colectiva, o puede fallecer la mamá de un niño, el papá de un niño, el hermano de un alumno…
Los profesores se encuentran con ese niño en duelo y sin saber qué hacer. No saben si tienen que tratarlo, no saben qué hacer el día del padre o el día de la madre, no saben si integrarle en las actividades normales, si dejarle salir de clase… A todo eso en esta guía se dan pistas sobre cómo afrontarlo
También se dan algunos recursos y materiales como películas, cuentos, y actividades que ellos pueden realizar con los niños en el aula, sin necesidad de que se haya producido la muerte, sino para introducirla y que esto no nos suene de nuevo y sea luego un impacto para todos el tener que explicar.
Se trata de un material de apoyo muy interesante para que los adultos sepan manejar las situaciones de duelo de los más pequeños. Una tarea nada fácil por todo el hermetismo con que todavía se suele abordar el tema de la muerte en nuestra sociedad.
Explica la autora que el tabú de la muerte está bajando un poco, dice que desde la fundación cada vez dan más formación, y cada vez la gente habla más a sus hijos de este tema porque además los niños tienen esa inquietud. Hay un momento en el que te dicen: “Papá, ¡yo no quiero que te mueras!”, o “Mamá ¡yo no me quiero morir!”. Y son conscientes de la muerte pero no les hemos hablado de ella.
En la medida en que los padres empiezan a dar respuesta y empiezan a dirigirlos bien hacia lo que sería un duelo o una conceptualización buena de la muerte, también se previenen problemas futuros cuando se produce el fallecimiento. Facilita que el niño no se quede estancado, que no pierda habilidades o que no esté excesivamente triste. Los pequeños pasan de una manera más sana por el duelo, porque antes o después van a perder familiares.
El manual se distribuye de manera gratuita en PDF. Otro modo de solicitarlo es que un colegio, o una asociación de padres y madres, se pongan en contacto con la asociación (www.fundacionmlc.org). Ellos dan charlas gratuitas para explicar todo esto y responder a las preguntas, además en esas charlas suelen llevar guías suficientes para que cada uno tenga una.
El duelo en los niños
Libros para niños sobre el sentimiento de pérdida.
‘¿Qué viene después del mil?’, de Anette Bley | «¿Qué viene después del mil?», le pregunta la pequeña Lisa a su amigo Otto, con el cual está aprendiendo a contar las estrellas. Lisa ya sabe contar hasta dieciséis, pero en el cielo hay muchas más estrellas, por lo menos mil, le ha dicho el viejo Otto. Con él pasa ratos muy divertidos, pero un día Otto se pone enfermo y muere al cabo de un tiempo. A Lisa le cuesta acostumbrarse a su ausencia. Es la mujer de Otto la que le hace comprender que aunque no podamos ver a una persona, ésta puede seguir presente dentro de nosotros. Un libro que muestra lo importante que es hablar y sentirse arropado en los momentos del duelo. ⭐▷Ver libro◁⭐
‘Más allá del gran río’, de Armin Beuscher | ‘Más allá del gran río’ es una historia sobre la despedida y el duelo, y cómo encontrar ánimo y valor. Un día la Liebre le dijo al Mapache: «Debo hacer un largo viaje y no puedo llevarte, porque debo hacerlo solo». El Mapache la acompañó a la orilla del Gran Río y se despidió de ella. Después contó a sus amigos el Pato, el Elefante y el Ratón: «Entró en el agua pero no se hundió. Era como si estuviera sentada en una barca que la llevara. Después desapareció».
El Elefante preguntó: «¿Ha muerto?». El Mapache respondió: «Sí». Los amigos se pusieron muy tristes y fueron a dar un paseo, cada uno pensando en lo suyo. De repente, el Elefante empezó a cantar una canción y todos juntos la entonaron. El ratón preguntó: «¿Creéis que la Liebre nos ha oído cantar?». El Mapache respondió: «Claro que sí». Y el Ratón dijo: «Entonces cantaremos más a menudo». ⭐▷Ver libro◁⭐
‘Gajos de naranja’, de Françoise Legendre y Natali Fortier | Petra vive en un pequeño pueblo al sur de Andalucía. Cada mañana su abuelo, Pepe Juanito, la despierta ofreciéndole una naranja acabada de coger del árbol. Después la ve irse hacia la escuela y por las tardes la espera en la plaza del pueblo. Pero una tarde Petra no encuentra a Pepe Juanito en su banco de siempre… ‘Gajos de naranja’ es un libro para hablar de la relación con los abuelos y su pérdida. ⭐▷Ver libro◁⭐
‘No es fácil, pequeña ardilla’, de Elisa Ramón y Rosa Osuna | No es nada sencillo perder a alguien querido. Esta inteligente historia ayuda a los niños a que perciban de un modo natural la experiencia de la muerte. Una pequeña ardilla vive su particular duelo, aparecen sentimientos de ira, tristeza… Tan triste está que piensa que nunca jamás volverá a ser feliz. A primera vista, podría parecer que con esta propuesta literaria y artística los lectores infantiles sientan cierto desasosiego; pero al igual que le sucede a la pequeña ardilla, los niños y niñas perciben de un modo natural la experiencia de la muerte. ⭐▷Ver libro◁⭐
‘Jack y la muerte’, de Tim Bowley y Natalie Pudalov | Jack se encuentra con la Muerte y, al intuir que va a buscar a su madre, que está enferma, trama un plan para librarse de ella. Con increíble astucia, consigue atrapar al siniestro personaje en un frasco; pero las consecuencias de este encierro serán imprevisibles… En esta versión del cuento tradicional británico se enfatiza la idea de presentar la muerte no como enemiga de la vida, sino como la otra cara de una misma moneda: una no existiría sin la otra. Las ilustraciones de este libro recrean hermosas metáforas visuales e imágenes con colores que contrastan lo temporal y lo inmortal para conseguir un efecto dramático y darle carácter poético al ciclo de la vida. ⭐▷Ver libro◁⭐
‘La balada del rey y la muerte’, de Koos Meinderts, Harrie Jekkers y Piet Grobler | El rey quiere entender por qué se mueren las personas. No entiende que todavía no se haya encontrado un remedio para ello y conmina a sus sabios a deshacerse de ella pues él no quiere morir. Con un buen plan, logran capturarla, pero aquello que parece tan bueno y divertido (la vida eterna), tal vez no lo sea tanto… Con los siglos, en el reino la población se empieza a incomodar ya que poco a poco queda menos espacio y el aburrimiento empieza a abundar. El rey tendrá que aprender que sin la muerte, la vida no es vida. Esta historia aborda el tema cara a cara. ⭐▷Ver libro◁⭐
‘Una casa para el abuelo’, de Carlos Grassa Toro e Isidro Ferrer | Una familia sale de paseo en busca de un lugar donde enterrar al abuelo. El espacio perfecto está entre los girasoles. Allí también construirán una nueva casa donde «todo» continuará viviendo. Una historia sutil sobre los recuerdos de los seres queridos que permanecen en nuestras vidas. En este cuento Isidro Ferrer utiliza personajes afables para representar el ciclo de la vida, donde el pasado es el motor para el futuro. ⭐▷Ver libro◁⭐
‘Nana vieja’. Margaret Wild y Ron Brooks | Nana Vieja y su nieta han vivido juntas mucho tiempo y comparten todo, incluyendo los trabajos de la casa. Una mañana Nana Vieja no se puede levantar a tomar el desayuno como de costumbre. Con calma va poniendo sus cosas en orden. Finalmente, lleva a su nieta a dar un último paseo para explorar las cosas maravillosas que las rodean. ‘Nana vieja’ es una historia que habla de la vida y de los momentos que compartimos con los demás. ⭐▷Ver libro◁⭐
‘El árbol de los recuerdos’, de Britta Teckentrup | Zorro había tenido una vida larga y feliz, pero ahora estaba cansado. Observó su querido bosque una última vez, cerró los ojos y se quedó dormido para siempre. Este cuento, dulce y reconfortante, celebra la vida y todos los recuerdos que permanecen en nosotros tras la muerte de un ser querido. ⭐▷Ver libro◁⭐
El duelo en los niños
Cuestiones que se suelen plantear en el duelo infantil:
¿Es conveniente llevar a los niños al tanatorio?
A partir de los seis años pueden asistir, siempre que nos aseguremos de que entienden los aspectos fundamentales de la muerte, estén acompañados de un adulto que pueda responder a sus dudas, sepan previamente lo que van a ver y podamos evitar que presencien situaciones de gran intensidad emocional.
El duelo en los niños
¿Puede mi hijo traumatizarse al ver a un muerto?
Los niños no son fáciles de traumatizar, pero sí pueden impresionarse si no les hemos avisado antes de lo que van a ver. Si un ser querido padece una enfermedad terminal es conveniente que sean testigos del deterioro físico. Si el fallecido sufrió una muerte traumática, podemos explicárselo, no es necesario que lo vean. Ver al fallecido ayuda al niño a dar sentido a la realidad de la muerte.
El duelo en los niños
¿Qué pasa si no se celebra ninguna despedida?
Siempre es conveniente hacer una despedida. A veces no es posible por el tipo de muerte, la imprevisión de la misma o las circunstancias. En ese caso no pasa nada, podemos recurrir a homenajes privados y despedidas simbólicas.
¿Debo explicarle a mi hijo un suicidio o es preferible ocultárselo?
Lo más importante en estas situaciones es la honestidad. Es preferible que se entere por personas cercanas a rumores o terceras personas. Abordarlo les protege del aislamiento de momentos importantes. Debemos aclararles las causas de la muerte y las responsabilidades.
El duelo en los niños
¿Cómo le explico que no conoció a… porque murió antes que él naciera?
Le explicaremos que el ser querido falleció antes de que él naciera, que formó parte de la familia y es un recuerdo importante. Compartiremos nuestros recuerdos con él, se lo explicaremos gradualmente y responderemos a sus preguntas. Si se va a realizar algún homenaje, le invitaremos.
¿Cómo le explico una incineración?
No equipararemos “incinerar” con “quemar”. Le explicaremos que se incinera el cuerpo que ha dejado de funcionar. La urna que contiene las cenizas se deposita en un lugar especial como homenaje. Si hay creencias religiosas aclararemos que el alma no se incinera.
El duelo en los niños
¿Cómo puedo explicarle a mi hijo las creencias religiosas?
Debemos asegurarnos previamente que tiene claro el concepto de muerte, para no generarle confusión o temor. Adaptaremos las explicaciones a su edad y tendremos en cuenta su pensamiento literal a la hora de usar conceptos abstractos.
Mi hijo dice que ve a su abuela fallecida, ¿debo preocuparme?
No debe preocuparnos, son sensaciones normales al inicio del duelo, se pasan con el tiempo. No conviene alarmarse ni sorprenderse, ya que si no, el niño suele repetirlo.
El abuelo tiene una enfermedad terminal, ¿llevo a mi hijo al hospital a verle o esperamos a que tenga lugar el fallecimiento para contárselo?
Es preferible que sea testigo del deterioro gradual a que lo vea en el último momento y contemple un cambio físico drástico. Responderemos de manera clara y sincera a sus preguntas.
El duelo en los niños
¿Cuándo debo llevar a un niño a terapia?
Cuando veamos que, debido al duelo, se ha visto interrumpida o dañada seriamente algún área de su vida, ya sea en el ámbito social, académico, personal o familiar.
Quiero hacer un homenaje, ¿qué cosas puedo utilizar como ideas?
Algunas de las más habituales son: cartas, canciones, dibujos o poesías en memoria del fallecido; un álbum o caja de recuerdos; escribir un diario; visitar sus lugares especiales; una suelta de globos o plantar un árbol en su memoria.
El duelo en los niños
Fuente: A su salud de Radio 5 (19/12/16) y Fundación Mario Losantos del Campo / Ilustraciones de Malagón para esta guía