Cuando tenemos una situación favorable, algo que nos gusta mucho, cuando hemos obtenido algo que deseábamos… Sentimos alegría

Y esa alegría la transmitimos a nivel corporal: con una sonrisa, con una pose constructiva de vitalidad… Saber gestionar nuestras emociones es fundamental, porque nos acompañan a lo largo de toda nuestra vida.

Como adultos es importante que las sepamos gestionar, ya que es lo que transmitiremos a nuestros hijos. Es algo realmente contagioso. Cuando estamos con gente, y en el grupo hay una persona alegre, es algo que da un tono muy agradable a las situaciones. Cuando vemos a una persona alegre solemos decir: “es que es alegre”. Pero también podemos poner nosotros de nuestra parte para sentirnos alegres, y eso es una de las cosas importantes a la hora de transmitir.

Es fácil sentirse alegre cuando nos dan una buena noticia,

o cuando conseguimos algo que deseábamos. Pero en una situación quizás no tan favorable, el hecho de poder sentirse alegre es sumamente importante porque nos hace ver la vida con otros ojos y pensar: “a pesar de la situación puedo tener un sentimiento de ALEGRÍA y BIENESTAR, y eso transmitirlo”.

El hecho de que nosotros podamos hacer esta transmisión, y convertir en alegría momentos quizás no tan favorables, es un gran aprendizaje que nuestros hijos van a recibir.

En una situación podemos ver a una persona que está renegando y, en idéntica situación, otra persona puede estar mucho mejor, puede estar incluso con una sonrisa, y haciendo que todo sea mucho más ligero para ella y para las personas que le rodean. Cuando esa actitud positiva la llevamos al nivel de los niños, desde los más pequeños a los mayores: “quizás esto no lo has obtenido, pero hay que ver el aprendizaje que has hecho y que bien te ha ido”, vamos a conseguir, poco a poco, que situaciones no tan favorables se vayan convirtiendo en más favorables: que los pequeños aprendan a mirar la vida con esa ALEGRÍA.Alegría, una emoción contagiosa

Fuente: L’ofici d’educar de Catalunya Ràdio (19/07/14) / Imagen de portada: Alegría bajo el agua. Flickr Walter Vargas