La CALMA es un estado psicológico y conductual, que transmite tranquilidad y control emocional

La calma es la tranquilidad de ánimo, la fortaleza emocional del sujeto que no se deja afectar de un modo negativo por las circunstancias externas. Tener la capacidad de mantener la tranquilidad en momentos de dificultad, mantener la serenidad para poder pensar con tranquilidad, es una excelente HABILIDAD EMOCIONAL.

Cuando en un ambiente crispado hay una persona que puede mantener la calma, el ambiente baja, se hace más sosegado y los temas se pueden hablar

Obviamente es más difícil mantener la calma en momentos de dificultad y en situaciones de tensión. En ambientes crispados se hace muy difícil un razonamiento tranquilo. Cuando se consiguen espacios de calma es más fácil dialogar.

En lo que respecta a los niños,

cuando los padres podemos estar calmados y encarrilamos la situación desde ese estado, les podemos transmitir calma y que ellos también bajen el tono. Si nosotros estamos crispados difícilmente les podemos transmitir a nuestros hijos que se tranquilicen, sólo por el hecho de decírselo verbalmente.

En ocasiones no es fácil,

pero a veces hemos de ser conscientes y dar un paso atrás, respirar, intentar ver  las cosas de otra manera, relativizar determinadas situaciones…

Hábitos positivos para mantener la calma en el día a día pueden ser,

por ejemplo, caminar con más frecuencia (pasear y disfrutar de un paisaje bonito producen una beneficiosa relajación emocional), establecer un orden de prioridades en la agenda  (es importante no abarcar más de lo que uno puede hacerse cargo), escuchar música relajante, cultivar las aficiones, reforzar los momentos de ocio que son fantásticos para compartir planes con amigos…

Pequeñas cosas que nos permitirán conseguir este estado de tranquilidad que es lo que realmente queremos transmitir

La Calma

Fuente: L’ofici d’educar de Catalunya Ràdio (09/08/14) / Imagen de portada: pixabay