La vuelta a la rutina es dura para todos
El inicio de curso es difícil para los niños. Es importante escucharles con atención, comprender sus pequeñas dificultades y estar muy atentos a los nuevos amigos y a los consejos del profesor.
Hay recursos que les pueden ayudar a adaptarse mejor al cambio en el inicio de curso
Podemos empezar por la rutina del descanso:
Fijar una hora específica para dormir, avisando debidamente al niño media hora antes y 10 minutos antes de la hora acordada. Incluir un período de tranquilidad unos treinta minutos antes de la hora de irse a la cama. Un buen baño y un cuento son dos buenos recursos para que los niños concilien el sueño y puedan estar relajados al día siguiente.
Madrugar no les suele gustar
Mejor que los padres ya estén preparados para cuando los pequeños se despierten.
Importante fomentar el diálogo
Hablar, hablar, hablar… hablar con los hijos.
Si el niño está nervioso
Hay que ayudarle a sentirse entendido y a centrarse en los aspectos positivos de los próximos días. Es un buen recurso explicarle, por ejemplo, cómo fueron nuestros primeros días de colegio o el recuerdo de alguna buena maestra.
Estar atentos a las emociones de los pequeños
En estos primeros días de clase están muy a flor de piel.
Si hay algo que les gusta a los pequeños es sentir que no lo son
Transmitirles la idea de que ahora son un poquito más mayores y tienen responsabilidades propias les dará más seguridad y confianza en sí mismos.
Y algo fundamental:
Padres y profesores han de comunicarse
Los datos dicen que, la participación de los padres en las AMPAS y en las reuniones con los tutores es razonable en la etapa infantil y primaria. Pero baja sustancialmente cuando los hijos llegan a la época de secundaria.
El comienzo de curso puede ser un buen momento para acercarse al centro. Aunque a veces las jornadas de trabajo limiten las posibilidades de conseguirlo.
Fuente: Por la educación de Radio 5 (23/09/16) / Imagen de portada: Claudio Lobos