En esta publicación te propongo accesorios y juguetes de playa originales para hacer que este verano sea inolvidable para tus hijos, para estimular su curiosidad mientras juegan y exploran.
Son juguetes de playa para niñas y niños aventureros y curiosos que amen la naturaleza, a los que les guste explorar, poner en práctica sus habilidades y aprender.
Juguetes de playa originales para bebés y niños
Todos no te van a caber a la vez en la bolsa, pero puedes elegir aquellos que más se adecuen a los intereses y la edad de tus pequeños e ir alternándolos cada día. ¡Tus hijos disfrutarán de un juego variado, lúdico, educativo, creativo y de calidad al aire libre!
Si lees hasta el final, después de los juguetes de playa recomendados, encontrarás ideas de juegos para pasar una entretenida jornada de playa.
Juegos divertidos para disfrutar en la playa
Cada verano la playa se convierte en la segunda casa de muchas familias. Horas y horas al lado del mar, con lo que papá y mamá tienen que tirar muchas veces de ingenio para entretener a los peques. Aquí tienes ideas de juegos divertidos que podéis practicar en la arena y en el agua:
Hacer castillos de arena | Haciendo castillos de arena los niños disfrutan un montón. Es un momento de juego que aporta diversión y aprendizaje. Juguetes como las palas, los rastrillos o los cubos estimulan su creatividad y el compañerismo entre los niños.
Hacer un laberinto de canicas | Si tus hijos se cansaron de los castillos de arena, proponles hacer una montaña rusa o un laberinto para canicas. ¡No podrán resistirse!
Hacer un túnel | Si tus pequeños ya dominan el arte de hacer castillos de arena, puedes proponerles hacer un túnel. Esa obra arquitectónica es bastante difícil y puede llevaros un buen rato lograrla.
Hacer un castillo de goteo | Un giro al castillo de arena clásico. Llenad un cubo mitad arena y mitad agua. Si con la mano vais cogiendo y vertiendo poco a poco irán cayendo graciosos goterones que formarán divertidas torres.
Podéis usar también un embudo de plástico para construir estas estructuras abstractas. Si no tenéis embudo, podéis cortar el fondo de una botella vacía de agua para hacer uno improvisado.
Dibujar en la arena mojada con un palo, una concha o una piedra (el dedo puede servir un ratito pero acabará doliendo) | Escribir en la arena y dibujar formas o secuencias son actividades que fomentan una mayor destreza a la hora de escribir con el lápiz y que favorecen el desarrollo de la motricidad infantil.
Regar con una regadera | Todo es susceptible de ser regado: la arena, las piedras, los juguetes, un dibujo en la arena…
Ducha en la playa con la regadera | Con los niños más pequeños, podemos ir diciendo las partes del cuerpo mientras ellos «las duchan».
Hacer una piscina en la orilla | Se trata de cavar un pequeño hoyo para que quede agua cuando la ola se va. Qué no sea muy grande para evitar que nadie se caiga.
Hacer un pozo | Esta actividad consiste en excavar un hoyo lo más profundo posible e intentar llenarlo de agua. Para ello, nos situaremos lo más cerca de la orilla y cogeremos todos los cubos que tengamos para cumplir con nuestra misión.
No olvidéis rellenar los agujeros que hayáis hecho en la arena al terminar de jugar, por la seguridad de los demás usuarios de la playa y por aquello de mantener el medioambiente como lo habíamos encontrado.
Salpicar con pies y manos | Sencillo y divertido a más no poder.
Jugar al corre corre con las olas | Vais detrás de la ola cuando se retira. Cuando vuelve la ola tienes que correr para que no te moje los pies.
Una partida de cartas (impermeables, por supuesto) | Los juegos de cartas ayudan a tu hijo a aprender a respetar turnos, seguir normas, practicar matemáticas, reforzar la memoria y mucho más. Un juego de cartas te ocupará poco espacio en la bolsa de la playa y os hará pasar ratos muy divertidos.
Enterrar las piernas, propias o ajenas, en la arena | Este actividad es la preferida por los niños y, quizás, no tan del gusto de los padres, porque suelen ser los adultos los escogidos para ser enterrados, mientras que los peques se divierten haciéndonos prácticamente desaparecer bajo la arena.
Buscar conchas, caracolas o piedras bonitas | Coged un cubo y recorred la orilla en busca de piedras o conchas. Por un lado el objetivo es coger muchas, pero se trata también de encontrar las que estén en mejor estado para después, por ejemplo, pintarlas.
Sumas y restas | Luego de que los niños hayan juntado conchas y piedras puedes proponerles utilizarlas para hacer sumas y restas en la arena. Si les acompañas en el juego, seguro que no se niegan.
Collage marino | Cuando hayáis recogido una buena cantidad de conchas, piedras y caracolas podréis usarlas para crear sobre la arena un collage, un mandala o un paisaje. Lo que más os apetezca.
Un cuento en familia | El primer participante dice una frase (o media frase), el siguiente debe continuarla, y así sucesivamente, creándose así una historia disparatada que os hará pasar unos buenos ratos.
Dejar que las olas hagan «desaparecer» nuestros pies en la arena de la orilla | También dejar huellas en la orilla una y otra vez y ver cómo se borran es algo que hipnotiza a los más pequeños.
Hacerse el muerto o el dormido | Lo que viene a ser flotar boca arriba. Requiere que se tengan ya ciertas habilidades y confianza en el agua boca abajo. A los niños les suele costar un poquito, pero, una vez lo consiguen, les encanta. ¿Y a quién no?
El juego del ahorcado | ¿Te acuerdas de este clásico juego? Puede ser una buena alternativa para hacer con tus peques. Elegid una zona de tierra mojada. Uno de vosotros pensará una palabra, escribirá los huecos y los demás tenéis que adivinarlo. Según vayáis cometiendo errores, el otro irá dibujando un muñeco ahorcado. ¿Quién ganará?
Repasando las letras | Esta es una buena propuesta para el peque que durante este curso ha comenzado a identificar las consonantes y las vocales. Dejad que sobre la arena, y con solo la ayuda de su dedo, vaya escribiendo las letras que se le ocurran para después decir en voz alta palabras que empiecen o terminen con esa letra. ¡Nunca aprender fue tan divertido!
La búsqueda del tesoro | Cada día uno de vosotros cogerá un objeto pequeño de casa, y cuando lleguéis a la playa tendréis que esconderlo dando ciertas pistas (por ejemplo, frío o caliente). El resto tendrá un tiempo limitado (lo fijáis vosotros) para dar con él. ¿Preparados?
Tres en raya en la arena | Podéis improvisar el juego tres en raya sobre la superficie de la arena. Solo tendrás que coger unas piedrecitas o conchas que hagan de fichas y dibujar el tablero sobre la arena. ¡A jugar se ha dicho!
Pictionary en la arena | Para este juego necesitaréis ser al menos cuatro participantes y crear dos equipos. Un miembro de uno de los equipos le dirá a otro del contrario lo que debe dibujar en la arena para que los integrantes de su propio grupo adivinen de qué se trata. La persona que esté dibujando tiene prohibido hablar. ¡Controlad el tiempo para que tenga más emoción!
Jugar a la Rayuela | Nada más fácil y ¡más divertido! Dibuja la rayuela en la arena con ayuda de un palo, y luego ¡a saltar!
Juego de puntería | Dibujad unos círculos dentro de otros en la arena y ponedles una puntuación. Por ejemplo, un círculo pequeño puede valer 15 puntos, uno mediano, 10, y el grande 5. Solo hay que lanzar conchas o piedras en los círculos para ganar puntos. ¡A ver quién es el mejor lanzador y suma más puntos!
Carrera de carretillas | Si tu familia es grande, o si sois un grupo de amigos, una carrera de carretillas puede ser la oportunidad perfecta para reíros a vuestras anchas. Coge los pies de tu hijo y déjale caminar con las manos. ¡El que llegue primero ganará!
Salto de longitud | Si os apetece poner a prueba vuestras aptitudes atléticas, nada mejor que este juego en el que comprobaréis quién es capaz de saltar más lejos. ¡Vale probar muchos intentos!
También está la posibilidad de proponer diferentes tipos de saltos: el más largo, el más raro, el más divertido, imitando animales o cantando. Previamente, votad quién será el juez que decida quién gana cada especialidad.
Jugar a saltar las olas | Probablemente de lo más sencillo y muy divertido. Salta la ola justo cuando va a romper o bien chócate contra ella si no son muy grandes.
Hacer volteretas en la arena | ¡Ojos y boca bien cerrados! La arena de la playa puede ser un buen sitio para que los niños practiquen haciendo volteretas, el pino, la rueda…
¿Y tú, qué ves? | Como la imaginación de los niños no tiene límite, ¿qué tal si después de tanto movimiento y tanta actividad os sentáis a mirar el cielo e imaginar las formas que tienen las nubes? También podéis jugar al típico VEO VEO.
Juego de observación | Haced una lista de cosas que podéis encontrar en la playa (si tu peque aún no lee, las podéis dibujar): una sombrilla azul, una cometa, un cubo de playa rojo, un flotador gigante con forma de unicornio, una toalla arcoíris… ¡Todos a jugar y a buscar todos los elementos de la lista! Este es un divertidísimo juego de observación en la playa.
Masterchef de verano | Que los niños jueguen con la arena tiene múltiples beneficios para ellos, ya que desarrollan la psicomotricidad fina, conocen el medio ambiente, desarrollan el tacto…
Aprovechad vuestra jornada de playa para que experimenten todo lo que puedan con este material. ¿Y si les enseñamos a hacer albóndigas con arena mojada? También pueden preparar mejillones rellenos (utilizando conchas y arena), hacer muffins…
Rebotar piedras en el agua | Cabrillas (también conocido como epostracismo, hacer patito, hacer la rana, hacer sapito o la chata) es un pasatiempo practicado al menos desde tiempos de la Antigua Grecia, pues Homero escribió sobre él, y cuyo objetivo es lanzar un guijarro contra la superficie del agua de forma que rebote una o más veces.
Los maestros conseguían disparar con el mejor ángulo que toma la piedra con respecto al agua. Con piedras horizontales y finas hay que conseguir que rebote más veces que las de los demás. Por ello, si la piedra es pesada o cae bombeada se hundirá en pocos rebotes.
Hay competiciones en las que gana el que más rebotes consigue antes de que el canto se sumerja. Según el Libro Guinness de los récords el récord mundial es de 88 rebotes, conseguido por el estadounidense Kurt Steiner en 2013.
Volar una cometa | La playa, con cielos abiertos y la brisa marina, es el lugar ideal para aprender a volar una cometa.
Una cometa es una buena inversión de juguete para los niños en la playa. La podréis usar en cualquier época del año y permite disfrutar de la playa en horarios diferentes, ya que es conveniente limitar su uso a horas con menos afluencia de personas, para evitar accidentes.
Lectura en la playa | ¿Necesita tu hijo un descanso del mar y la arena? Mientras está tumbado en la toalla o recostado en una silla de playa los libros pueden ser sus grandes compañeros. Si añadís a ese rato de lectura un picoteo, aún será más agradable.
Ver la puesta de sol | El sungazing, también conocido como yoga solar o curación del sol, es la práctica de la contemplación del sol durante unos minutos en el amanecer o el atardecer.
Sungazing literalmente significa ‘contemplar fijamente el sol’ (sun = sol / gazing = mirar fijamente)
Quienes lo practican aseguran que recarga las pilas del cuerpo y pone en marcha la mente, llenando a la persona de nueva energía. La técnica de la contemplación del sol no es algo nuevo, siendo conocida en muchísimas culturas antiguas: según se dice, tras algo de tiempo, la tensión mental y los pensamientos negativos desaparecen.
Limpiar la playa | Por desgracia, pese al trabajo que hacen los servicios de limpieza, aún se puede encontrar basuras en las playas, ya que no todo el mundo está concienciado en mantenerlas limpias.
Si quieres enseñar a tus hijos la importancia de cuidar y proteger el medio ambiente, salir a limpiar la playa es una buena manera de hacerlo. Provistos de guantes y bolsas podéis dar un paseo por la orilla, para recoger cualquier resto de basura que encontréis.