El juego es la actividad por excelencia por la cual los niños aprenden
A través del juego exploran, aprenden a relacionarse, conocen sus límites, se conocen a ellos mismos y a otros, conocen las normas… es esencial para el buen desarrollo de los niños. Hay una serie de juguetes que no deberías comprar, que deberías evitar. Proporcionar a los niños juguetes no demasiado elaborados favorece su imaginación.
10 tipos de juguetes que NO deberías comprar
1. Los juguetes que hacen ruidos molestos
Por ejemplo, el coche de bomberos con 50 luces intermitentes que grita «FUEGO, FUEGO» y tiene una sirena de 30 segundos que suena cuando tocas ligeramente un botón, y te aseguro que tu hijo pulsará ese botón sin descanso durante dos horas seguidas. Hay un lugar especial en el infierno para los fabricantes de estos juguetes. Está en la esquina entre las calles «Qué pasa contigo» y «Te mereces una torta».
2. Los juguetes con sensores que suenan cuando te cruzas con ellos
Y esto no sólo se limita a los juguetes. Te arrepentirás de haber comprado CUALQUIER COSA que haga ruido al pasar. No serás capaz de salir de la habitación de tu hijo sin hacer ruido.
3. Los juguetes que forman parte de una colección
Porque tu hijo insistirá en que le compres uno cada vez que salga un nuevo formato, o color o «edición especial» de la colección. Y para más inri, cuando ya haya completado la colección, el niño querrá empezar una nueva. Confía en mí, si abres las compuertas, despídete.
4. Juguetes diminutos
Lo primero y más importante: cuanto más pequeño sea el juguete, más te dolerá si lo pisas descalzo. Es imposible verlos a oscuras; no hay forma de evitarlos. Los juguetes pequeñitos también acabarán en la boca del niño, luego en la boca del perro, y luego en la boca del niño otra vez. Es simple: evita todo lo que sea más pequeño que tu mano.
5. Juguetes que se pueden desmontar en cientos de piezas
Es muy probable que se desmonten en el asiento trasero del coche justo dos minutos después de haber salido del párking de la juguetería. Así que todos los adhesivos acabarán en la ventanilla del vehículo.
6. Una cama para niños pequeños
Ni de Dora la exploradora ni de Cars. Se trata de una pérdida de tiempo y de dinero. Consejo: compra una cama en la que quepas. Tendrás que dormir en algún sitio cuando tu hijo trepe hasta tu cama y se apodere de ella.
7. Juguetes que son armas o que se pueden convertir en armas
Y con eso me refiero a: baquetas, pelotas duras, bloques de madera, pistas de coches, muñecas a las que se le quita la cabeza, etc.
8. Juguetes con ruedas si tu hijo no puede manejarlos solo
No te equivoques: si compras un triciclo, una scooter o una bicicleta antes de que el niño esté preparado, te harás polvo la espalda tratando de empujarlo CONSTANTEMENTE.
9. Libros tontos para niños con 400 páginas y letra diminuta
Antes de comprar un libro para niños, échale un vistazo por dentro y pregúntate si estás dispuesta a leerlo unas 10 veces al día durante dos meses seguidos. Si no, deja el libro en la estantería y huye.
Y por último (pero no por ello menos importante):
10. Juguetes con más de tres piezas para montar que necesitan pegamento
¿Alguna vez has intentado montar un juguete en más de 22 pasos con un niño de ayudante? Después de tres páginas de instrucciones, no hay nada que tenga sentido, aparte de los adhesivos pegados en la pantalla de la tele. Y entonces te preguntarás por qué, si el fabricante se ha preocupado en crearlo, venderlo y empaquetarlo, no habrá querido ponerle el pegamento también.
Ahí lo tienes. Para mantener la armonía en casa, evita todo lo anterior, hasta que tu hijo vaya a la universidad. Mientras tanto, si de verdad queréis regalarle algo con amor, tirad una caja de cartón al suelo y veréis cómo de ahí se desprenden horas de diversión. Nunca falla con mi hijo, que pasa más horas jugando con la caja del juguete que con el juguete en sí.
Este artículo fue publicado en el blog de su autora, April McCormick (First Time Mom & Dad), y traducido para el Huffintong Post por Marina Velasco Serrano.