La teoría de la mente es una capacidad que permite a las personas deducir o imaginar que otras personas harán cosas o tomarán ciertas iniciativas o creerán ciertas ideas.

Esta capacidad reside en el cerebro y se encuentra, aparte de en los seres humanos, en algunos grandes simios como el chimpancé.

La habilidad de poder leer la mente o el pensamiento de los otros nos permite interpretar de manera correcta las señales no verbales de los demás, como sus expresiones faciales, su lenguaje corporal, la voz, etc.

La teoría de la mente

¿Por qué se llama teoría de la mente? ¡No es una teoría!

La teoría de la mente es una expresión que se usa en filosofía, psicología y ciencia cognitiva para designar la capacidad que tenemos de ponernos en el lugar de los demás para adivinar sus intenciones, creencias y preferencias y así poder predecir su conducta.

El nombre de teoría de la mente es algo confuso, porque no es una teoría en el sentido puro de una hipótesis pues es una habilidad verificable.

Aunque es una teoría porque no es directamente observable. En realidad no podemos ver directamente dentro de la mente de los demás, pero sí formular hipótesis al respecto.

Todos poseemos esta capacidad cognitiva. Mediante esta habilidad somos capaces de entender mucho a partir de muy poca información.

Por ejemplo, si dejas un billete de 50 euros en la calle y te pones a esperar, en cuanto veas a gente acercarse tendrás capacidad de imaginar qué cosas estarán pensando las otras personas o qué cosas pueden hacer.

Pensarás y creerás que la mayoría de la gente querrá quedarse con el billete, y que para ello tendrán quizás que disimular para apropiarse de él sin ser vistos. Esto, que parece una obviedad, es algo que por ejemplo un niño autista no puede hacer.

Otro ejemplo. Las madres saben que los niños pequeños utilizan muy pocas palabras. Si una madre escucha a su hijo de 5 años gritar: «¡Tengo hambre!», sabe que el niño no está solamente informándole de que siente una necesidad de alimentos sino que le está pidiendo comida.

La madre es capaz de leer lo que piensa su hijo porque es capaz de analizar su mundo y ponerse en su lugar. Por eso puede ir más allá de lo que puramente le expresa su hijo y darle la comida, que es lo que en realidad le está solicitando el pequeño.

La teoría de la mente

¿A qué edad adquieren la teoría de la mente los niños y niñas?

La teoría de la mente se desarrolla en los primeros años de vida. Los humanos no nacen con ella pero no suelen tardar mucho en poseerla y se alcanza de manera inconsciente sin que haya que estimular especialmente al niño/a.

Como el resto de habilidades que desarrollamos en la vida no se adquiere de repente sino que se va perfeccionando con el paso de los años y con mucha experiencia.

Los estudios concluyen que comenzamos a desarrollar la capacidad de ponernos en el lugar del otro hacia los 4 años de edad aproximadamente.

Sobre los 5 años de edad la gran mayoría de los niños y niñas tienen adquirida la teoría de la mente, aunque es cierto que hay diferencias individuales.

A los 3 años de edad es imposible que un niño/a atribuya acciones, motivaciones y opiniones a los demás, ya que a esa edad su cerebro aún no ha consolidado la capacidad de ponerse en el lugar del otro.

Decir también que existen diferencias entre niños y niñas en lo que respecta a esta habilidad: las niñas suelen comprender la mente de los demás antes en comparación con los niños.

Experimento real sobre la teoría de la mente realizado por Pablo Herreros Ubalde (en el programa REDES de TVE):

¿Qué supone para los niños/as la adquisición de esta habilidad?

La teoría de la mente permite al niño/a adquirir una amplia gama de acciones que antes no tenía.

Por ejemplo, a partir del momento en el que adquieren esta habilidad, los niños/as son capaces de mentir y de lastimar con su lenguaje a los demás compañeros. Saben qué es lo que les duele y qué tipo de cosas pueden decirles y hacerles para causarles daño.

También les permite diferenciar lo que les gusta a ellos de lo que le gusta a otro amigo. Por ejemplo,  ante la pregunta: «¿Qué le regalarías a tu amiga para su cumpleaños?», hay una gran diferencia entre lo que responden los niños que tienen la teoría de la mente ya adquirida y los que no.

Los niños y niñas más pequeñitos, que aún no han desarrollado esta habilidad, comprarían el regalo basándose en lo que a ellos les gusta y no en lo que le gusta a su amigo.

Cuando ya se ha adquirido la teoría de la mente, son capaces de pensar en el regalo que le haría ilusión a su amigo y no a ellos mismos. Son capaces de diferenciar los dos puntos de vista y pensar: «quiero regalarle esto a mi amigo porque sé que le va a gustar, aunque a mí este tipo de juegos no me gusten».

La teoría de la mente

El experimento de Sally, Ann y la pelota

Uno de los ejercicios clásicos que se suele utilizar para evaluar si un niño/a ha adquirido o no  la teoría de la mente es el de Sally, Ann y la pelota. Estos experimentos también son conocidos como experimentos sobre falsa creencia.

Sally y Ann son amigas. Sally tiene una cesta y Ann tiene una caja:

La teoría de la mente | El experimento de Sally, Ann y la pelota

Sally coge la pelota con la que las dos niñas están jugando y la guarda en su cesta:

La teoría de la mente | El experimento de Sally, Ann y la pelota

Sally sale de la habitación:

La teoría de la mente | El experimento de Sally, Ann y la pelota

En ese momento, Ann decide coger la pelota que está en la cesta de Sally y la esconde en su caja.

La teoría de la mente | El experimento de Sally, Ann y la pelota

Sally regresa al cabo de unos minutos:

La teoría de la mente | El experimento de Sally, Ann y la pelota

En este punto se le pregunta al niño/a:

¿Dónde crees que Sally buscará la pelota?

Los niños de menos de 4 años suelen decir que Sally buscará la pelota en la caja de Ann, ya que no diferencian su punto de vista del punto de vista de los demás. Un niño de 3 años imagina que todo el mundo sabe lo que él sabe. Esto ocurre así porque aún no tiene la teoría de la mente adquirida.

En cambio, los niños de 5 años responden que Sally buscará la pelota en su cesta, dado que ese es el último lugar en donde ella la dejó. Diferencian entre lo que saben ellos y lo que Sally sabe.

Los niños mayores suelen responder a la pregunta de manera correcta y, además, dan una explicación correcta a la situación planteada.

¿En qué se diferencia la teoría de la mente de la empatía?

Una investigación de una universidad alemana midió esta habilidad entre personas que no se miraban a los ojos. El primer objetivo de este estudio sobre la teoría de la mente era saber si la gente con más capacidad era más hábil a la hora de trabajar en grupo. La respuesta fue sí.

Cuanto mejor leen los seres humanos las mentes de los demás mejor trabajan en grupo y mejor desarrollan eso que algunos llaman la inteligencia colectiva.

Quizás hayas percibido que la teoría de la mente puede estar cerca de la inteligencia emocional, eso que otros llaman empatía, porque al fin y al cabo es una capacidad de imaginar qué sentirán los demás. Pero digamos que la teoría de la mente va un paso más allá.

Esas personas que participaban en el estudio de la universidad alemana no se miraban a los ojos, pero puntuaban muy alto en teoría de la mente. Por este motivo esta habilidad se diferencia de la inteligencia emocional o empatía en que esta última depende más de la vista y de percibir rostros alterados por las emociones.

La teoría de la mente

El estudio probó que la gente con alta capacidad de teoría de la mente también podía demostrar esta habilidad cuando trabajaba online y sin estar en la misma habitación.

Es decir, la teoría de la mente es por encima de todo una capacidad cognitiva; o dicho de otro modo la teoría de la mente sería una capacidad para leer entre líneas lo que otros dicen a través de un teclado.

Por cierto, el estudio también sugirió que la teoría de la mente mejora leyendo ficción.

Un ejemplo en la obra ‘El Lazarillo de Tormes’

La novela  ‘La vida de Lazarillo de Tormes, y de sus fortunas y adversidades‘, publicada en 1554, tiene un pasaje que puede analizarse desde esta capacidad cognitiva.

En el primer tratado se narran las aventuras que el Lazarillo tiene con el ciego al que sirve de guía. En cierta ocasión el ciego comparte un racimo de uvas con el Lazarillo pero le pone ciertas condiciones. El ciego le dice:

Tú picarás una vez y yo otra; con tal que me prometas no tomar cada vez más de una uva, yo haré lo mismo hasta que lo acabemos, y desta suerte no habrá engaño.

El narrador, cuya voz coincide con la del Lazarillo cuenta que enseguida el ciego empieza a coger las uvas de dos en dos en lugar de respetar el acuerdo de tomarlas de una en una.

Cuando el Lazarillo ve que el ciego se come las uvas de dos en dos, él decide ser más tramposo que su amo y tomárselas de tres en tres.

Finalmente entre los dos se terminan el racimo y el ciego dice:

Lázaro, engañado me has: juraré yo a Dios que has tu comido las uvas tres a tres.

El Lazarillo como parece lógico lo niega y le pregunta a su amo que cómo ha llegado a semejante conclusión.

La respuesta del ciego no podía ser más atinada y astuta:

¿Sabes en que veo que las comiste tres a tres? En que comía yo dos a dos y callabas.

Este pasaje es toda una demostración de esa capacidad cognitiva llamada teoría de la mente. El ciego es capaz de leer el estado mental del Lazarillo de quien conoce que es igual de poco honrado que lo es él mismo.

O sea, el ciego tiene la habilidad de deducir qué está pensando el Lazarillo y cómo va a actuar, y por eso sabe que si se salta las normas que él mismo ha establecido el Lazarillo no se lo reprochará sino que pondrá en marcha un comportamiento igual o más tramposo que el suyo propio.

La teoría de la mente | Escena de la obra 'El Lazarillo de Tormes'