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Qué es el método científico

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Qué es el método científico

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¿Cómo surge la ciencia? O, lo que es más importante, ¿qué es la ciencia? No es una pregunta fácil de responder. Lo que sí tenemos claro es que, cuando utilizamos ese apelativo «científico», estamos dotando a esa cuestión de cierto valor, de una determinada fiabilidad. método científico

Eso responde al uso del método científico moderno, porque cuando utilizamos esta metodología las conclusiones o los resultados  a los que llegamos son resultados comprobables.

Así que para buscar cuáles son los orígenes de la ciencia tendremos que buscar cuáles son los orígenes del método científico.

Qué es el método científico

¿Cuándo y dónde tiene su origen el método científico?

Nos tenemos que ir bien lejos: ¡hasta la Grecia arcaica! A ese proceso que seguro que te suena: el paso del mito al logos, que no es otra cosa que tratar de superar de alguna manera esas ideas religiosas y mitológicas para dar paso a un pensamiento de tipo razonado.

Es ahí, en ese contexto, donde empieza a pensarse por primera vez que se necesita una metodología sistematizada para resolver los problemas que nos plantea la naturaleza.

¿Quién da el primer paso para construir ese método que nos ayuda a interpretar la naturaleza?

Si tuviéramos que dar un nombre de una primera persona que genera un primer método científico, sin lugar a dudas sería Aristóteles.

Qué es el método científico

En el siglo IV a. C. Aristóteles empieza a diseñar un método inductivo-deductivo que está basado en la observación. En líneas generales dista bastante de lo que utilizamos ahora, pero es significativo. Marca un punto de inflexión en la historia de la ciencia, porque sobre todo a partir del siglo XII (que es cuando se traducen sus textos al latín) va a servir de marco de referencia para hacer modificaciones y algunos cambios importantes.

¿Cómo es esa transición? ¿Cómo se hace ese camino?

Sucede principalmente a lo largo del siglo XVI de la mano de algunos científicos y filósofos que todos conocemos: Francis Bacon, René Descartes, Galileo Galilei… O sea, grandes nombres dentro de la filosofía y de la ciencia.

Ellos básicamente van a hacer algunos cambios, modificaciones, van a dar importancia a partes diferentes de ese método inicial aristotélico. 

Pero en suma, lo importante que va a suceder a lo largo de este siglo XVI, es que se va a incorporar la experimentación y el cálculo matemático para dar lugar, ahora sí que sí, a uno de los grandes logros del ser humano como especie: el método científico moderno. Y esto va a traer de la mano, en el siglo XVI y XVII, la revolución científica.

¿De qué manera cambia esa revolución científica el mundo que se conocía hasta ese momento?

En primer lugar descubrimientos de todo tipo. En segundo lugar modificaciones y cambios en verdades que se tenían hasta entonces asentadas como completamente inamovibles. 

El ejemplo paradigmático de esto en la historia de la ciencia es la configuración astronómica. Hagamos el ejercicio de intentar eliminar de nuestra cabeza todo lo que sabemos sobre configuración astronómica, y tratemos de usar ese primer método que estaba basado en la observación. 

Tenemos que, si nos quedamos quietos en un punto, lo que vemos es que el Sol sale por el este y se pone por el oeste. Si con esos datos nos preguntan qué es lo que se está moviendo, si el Sol o la Tierra… Lo que estamos viendo claramente es el movimiento del Sol. 

Por eso tiene sentido que hasta el siglo XVI el modelo astronómico que se diese por válido es el modelo geocéntrico que sitúa a la Tierra en el centro del sistema y tanto el Sol como el resto de planetas girando alrededor. 

Llegamos a los siglos XVI-XVII  e incorporamos la experimentación y las matemáticas… el método científico moderno

Evidentemente esa configuración astronómica se derrumba en favor del nuevo sistema que es el heliocéntrico: el Sol se sitúa en el centro y tanto la Tierra como el resto de planetas giran a su alrededor.

El modelo heliocéntrico copernicano ilustrado en 1661 por el cartógrafo alemán Andreas Cellarius

Es uno de los grandes descubrimientos de la historia de la ciencia. Es completamente anti intuitivo porque va en contra de lo que nuestros sentidos nos dicen cada día.

Igual que sucede con esto, otras tantas verdades que se tenían como inamovibles se van derrumbando en favor de una nueva forma de conocer la naturaleza y que se conoce como la ciencia moderna.

¿Es un dogma el método científico?

Le damos mucha importancia a la ciencia y usamos el método científico casi como un dogma. ¿Lo es? 

El método científico tiene algunas limitaciones. Para empezar es una actividad humana y como tal incurre en sesgos, esto es obvio.

Además, el método científico también está sometido a algunas críticas. Esas críticas van dirigidas principalmente a la rigidez con la que en ocasiones se habla del método científico, como si fuese una especie de algoritmo único en el que vamos metiendo datos empíricos y van saliendo leyes absolutas… 

Y en realidad, una de las características de la ciencia,  o de la metodología científica, es la heterogeneidad de sus formas, o sea que sería casi más preciso hablar de «métodos científicos» que de «el método científico».

Los diferentes métodos científicos

Hay diferentes métodos científicos para diferentes disciplinas, entre las que por ejemplo se encuentra la historia. 

Tendemos a relacionar la ciencia con ciertas disciplinas como la química, la biología o la medicina, pero en historia también se utiliza esta metodología.

La metodología científica es diversa y al final se utiliza de diferentes formas: no será igual la metodología que se utilice en química que la que se use en historia. Pero tanto químicos como historiadores son científicos, porque están utilizando una metodología sistematizada para llegar a conclusiones razonadas.

Al final todas esas limitaciones o críticas mencionadas antes no dejan de ser parte del proceso de crecimiento y de mejora al que está sometida constantemente la ciencia.

El método científico es lo que nos ha dado los grandes logros dentro de la historia de la ciencia, y por eso la ciencia ocupa un lugar  privilegiado dentro de nuestra sociedad, y se entiende, y se debe seguir entendiendo, como el motor de nuestro progreso.

Qué es el método científico

El método científico explicado a los niños

Usemos el método científico como una herramienta en nuestro día a día

La ciencia no solo es importante por los datos y los conocimientos que genera, sino que también lo es porque nos aporta unos valores y nos enseña a pensar de una determinada manera. 

Esta segunda faceta de la ciencia es fundamental, porque todo lo que nos aporta la ciencia en este ámbito es extrapolable a otras facetas de la vida. Nos ayuda a ser personas más completas, a entender mejor a los demás y a pensar mejor.

Y al final, si entendemos mejor a los demás y pensamos mejor, tomaremos decisiones más acertadas.

Qué es el método científico

El maletín del científico

Vamos a ver qué elementos deberíamos tener en «el maletín del científico», una analogía de las herramientas que la ciencia pone a nuestra disposición para que, cual detectives, podamos averiguar si una afirmación es cierta o si, por el contrario, nos están tomando el pelo burdamente.

Una lupa

La lupa simboliza la capacidad de observación. Lo primero que tenemos que hacer antes de nada (antes de emitir un juicio y antes de hablar) es observar. Y, a ser posible, observar por nosotros mismos.

Es importante también observarnos a nosotros mismos al mismo tiempo: conocernos y saber cuáles son nuestros defectos y nuestras virtudes. 

Para los científicos es especialmente importante conocerse a sí mismos, porque tienen que estar alerta ante sus propias deformaciones y evitar que intercedan en su análisis científico.

Un birrete

El birrete es el típico gorro que nos ponemos cuando nos graduamos. En este caso el birrete simboliza la capacidad crítica.

Es importante estar bien informados, primero para que no nos tomen el pelo y segundo para hacernos entender. Tenemos que intentar siempre contrastar la información.

Un espejo (con un lado normal y otro de aumento)

Nos sirve para simbolizar la capacidad de ver las cosas desde diferentes ángulos, desde diferentes puntos de vista.

Hay que saber interpretar los datos de la realidad no solo como lo hacemos nosotros sino también como lo harían los demás (ponernos en el lugar de otros).

Con los datos y la información de que dispone fulanito… ¿cómo pensaría?, ¿qué diría?,  ¿cómo actuaría él?… Es lo que conocemos como teoría de la mente. Al cambiar de punto de vista a veces vemos detalles de cosas que, si no es así, no apreciamos.

Un aro

El círculo simboliza la perseverancia. El dar vueltas una y otra vez al concepto hasta conseguir materializarlo en algo, entenderlo y dominarlo.

Un puzle

Simboliza la capacidad de relación. Hay que saber identificar las piezas, para saber establecer la relación entre ellas y acabar componiendo el rompecabezas.

Es importante si no encontramos una de las piezas buscarla. Y si aún entonces no la hallamos, crearla.

Una libreta y un lápiz

En nuestro «maletín del científico» una libreta y un lápiz simbolizan la creatividad. Hay que tener capacidad de imaginación para crear, ya sea a partir de algo existente o desde cero.

Es también fundamental la curiosidad, la capacidad infinita de asombrarnos. Una de las cosas más bonitas de la ciencia es que nos permite ser niños eternamente, porque siempre nos estamos preguntando ¿por qué? ¿y por qué? ¿y por qué?…

Una capa de superhéroe

A veces también, como científicos, nos tenemos que poner la capa de superhéroe. Hay que ser en ocasiones un poco superhéroe para luchar contracorriente, ¡y también para salir y proponer y explorar!

De vez en cuando no queda otra que salir a luchar contra los malos de la película: las supersticiones, las irracionalidades, las pseudociencias…

Qué es el método científico

Un guisante

Un último objeto en nuestro «maletín del científico». Con un guisante vamos a simbolizar la humildad y, como en el cuento de la princesa y el guisante bajo el colchón, lo incómodo que puede resultar a veces romper con lo preestablecido.

Conclusión

Lo importante es que con cada avance nos ponemos más en perspectiva. Al principio pensábamos que era el Sol el que giraba alrededor de la Tierra y vimos que no. Es la Tierra la que gira alrededor del Sol.

Luego vimos también que el Sol no es la única estrella, que existen muchas más estrellas. Y que ni siquiera nuestro planeta es único, sino que existen otros planetas girando en torno a esos soles.

Vemos al final que los científicos no son personas tan «raras». La ciencia es natural en todos nosotros. Todos estos instrumentos que hemos guardado en nuestro «maletín del científico» forman parte de cada individuo, están en nuestro software por defecto. ¡Solo es cuestión de utilizarlos!

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