Una aplicación que ha arrasado este verano en las App Store y que está rodeada de polémica. Se llama Sarahah (en árabe significa «sinceridad», “honestidad”), y se trata de una red social creada en 2016 por tres emprendedores de Arabia Saudí, que permite enviar y recibir mensajes anónimos. La aplicación se basa en la premisa de que las personas están más dispuestas a ser honestas cuando sus mensajes son anónimos. Su planteamiento inicial era proporcionar un vehículo anónimo para ofrecer críticas constructivas a los equipos en los lugares de trabajo y en los negocios.
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¿Cómo funciona?
Es tan sencillo como descargar la app ―disponible para iOS y Android―, instalarla en el dispositivo y registrarse en una cuenta. A partir de ese momento los usuarios reciben un enlace que pueden compartir en otras redes sociales, invitando a todos los que tengan acceso a ese perfil a enviarles anónimos.
Los remitentes no necesitan tener una cuenta de Sarahah para enviar esos mensajes anónimos, y los usuarios de la aplicación no pueden responder a los mensajes. Por consiguiente no se pueden generar conversaciones.
En el mundo árabe por ejemplo, donde hay mucho más control cultural, inmediatamente la aplicación se empezó a utilizar para hacer declaraciones de amor entre homosexuales, y también para enviar muchos otros mensajes que si no fuesen de forma anónima no serían posibles.
¿Por qué ha tenido éxito esta aplicación?
Hace semanas que Sarahah está en los primeros puestos en las listas de apps más descargadas en todo el mundo. La aplicación en inglés tuvo un crecimiento exponencial a partir del momento en que Snapchat lanzó una actualización que permitía a los usuarios de Snapchat vincular su cuenta a Sarahah. Fue el momento clave ―hace tres meses― en que la fama de esta nueva aplicación se disparó. Y en estos tres meses ha conseguido ya 18 millones de usuarios.
Se dice de Sarahah que es una red social para adolescentes
Y no es realmente así. Es cierto que los jóvenes la han hecho suya, pero en un principio no era esa la intención. Cuando nació la aplicación estaba orientada a negocios y a gente que quisiese conocer la opinión de sus compañeros de trabajo.
¿Cuáles son los peligros de Sarahah?
En las redes sociales abundan los trolls, esas personas que se escudan en el anonimato para hacer daño o simplemente molestar. ¿Qué podrían hacer con una aplicación que justamente les brinda eso?
Aunque Sarahah puede ser un soporte que fomente la autoestima ―porque la gente puede comunicar cosas positivas― también abunda el ciberbullying. El anonimato facilita decir cosas que no se dirían nunca cara a cara. Detrás de este anonimato puede haber insultos, ciberacoso…. Se ha comenzado a disparar el uso inapropiado de la aplicación.
Su fundador, Zain al Abidin Tawfiq, de 29 años, era consciente de que la app se podía utilizar para acosar e incluyó características de filtro y bloqueo con el fin de evitar un mal uso. Pero como la plantilla está formada solamente por tres personas, la empresa no puede moderar millones de mensajes cada día.
No hay aún datos documentados, pero se ha empezado a multiplicar el número de usuarios que denuncian que están recibiendo mensajes intimidatorios y obscenos a través de esta red social.
Sarahah recopila información sin tu consentimiento
En las últimas horas ha aparecido la noticia de que un investigador informático ha descubierto en esta aplicación que, una vez la instalas en el móvil, copia y se queda con la información de tu lista de teléfonos y de correos electrónicos, sin que hayamos dado permiso para ello. Es una noticia reciente que se añade a la polémica que ya está generando hace semanas Sarahah.
Los desarrolladores de aplicaciones tienen a favor que los usuarios no tienen en cuenta los permisos y aceptan todo lo que la aplicación solicita. De esta forma, disponen de acceso a todo lo que quieran y no solamente a lo que la aplicación necesita para funcionar.
Es una muestra más de lo importante que es fijarse en los permisos que necesitan las aplicaciones que instalamos en nuestros terminales móviles y tabletas.
¿Hay otras aplicaciones de este tipo?
Sarahah no es nada nuevo, no es nada que antes no existiese, ni tampoco lo es el peligro que implica porque facilita el ciberacoso. Formspring fue la pionera en lo de enviar mensajes anónimos, nació en 2009 y estuvo detrás de diversos casos de suicidio de adolescentes en Estados Unidos y Gran Bretaña. La cerraron en el año 2013.
Después se hizo popular, y aún existe, ASKfm. Basicamente copiaron la idea de Formspring. ASKfm también se ha convertido en un nido de ciberacosadores.
Kik es otra aplicación que permite enviar fotos y es utilizada habitualmente para sexting entre adolescentes. O incluso podemos hablar de Snapchat, que tiene la función de mensajes multimedia que desaparecen.
Fuente: POPAP de Catalunya Ràdio (30/08/2017)