La actual crisis socioeconómica global es más que una realidad y, por desgracia, al menos a corto y medio plazo, ha llegado para quedarse. Subidas de precios, incremento de impuestos, precariedad laboral o el fantasma de la recesión son algunas de sus principales puntas de lanza. No obstante, la especie humana siempre se ha caracterizado por su resiliencia y el actual periodo de incertidumbre ha servido, una vez más, como catalizador de todas nuestras capacidades de supervivencia.
Un ejemplo claro de ello ha sido el boom de la segunda mano como vía con la que obtener los mismos productos, pero reutilizados y a un menor precio. En las siguientes líneas profundizamos en este fascinante mundo, bautizado por muchos como recommerce, abordando sus causas y perspectivas de futuro bajo diversos puntos de vista.
E-commerce de segunda mano
El e-commerce de segunda mano, conocido por muchos como «comercio de recuperación» o «recommerce«, no es otra cosa que un completo y complejo ecosistema en el que se comercia con servicios y productos de segunda mano; es una forma de dar una segunda oportunidad a las cosas que ya no usamos. Por un lado, logramos dar un considerable respiro a nuestra maltrecha economía y por otro, supone un colchón medioambiental para un planeta que lleva años gritando por su supervivencia.
La chispa online
El papel que las nuevas tecnologías están jugando en el sector de la segunda mano resulta clave para entender la situación actual. No en vano, al calor de dichos avances han surgido iniciativas como momox, una plataforma que facilita a los usuarios la venta de productos de segunda mano como videojuegos o libros, entre otros. Este tipo de ecosistemas han hecho posible que cualquiera pueda deshacerse de cosas que ya no necesita de forma extremadamente sencilla y sacando algún provecho. Si tenemos en cuenta que el ser humano suele ser perezoso por naturaleza, ese plus de comodidad también ha servido como importante revulsivo.
Unos datos realmente abrumadores
Solo hay que hacer uso de la calculadora para comprobar que las cifras hablan por sí solas. No en vano, y por echar mano a uno de los baremos oficiales más destacados en nuestro país, según el último Informe de Compras Online elaborado por el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI), uno de cada 3 internautas recurre a la compraventa de productos usados, ascendiendo el porcentaje de personas que hace uso del comercio online al 80 %.
Por otro lado, los datos de facturación no se quedan atrás; en España superan los 15 millones de euros en 2022 (T1). Lo que supone casi un 30 % más que en el año 2021. Para más inri, esta situación se ha visto incrementada con la COVID. No en vano, más del 70 % de los españoles reconoce que la pandemia ha influido considerablemente no solo en sus hábitos de consumo, sino en la adquisición de productos y servicios online. Vamos, que han cambiado por completo su forma de comprar y vender.
Cambio de paradigma
A tenor de todo lo leído con anterioridad, muchos podrían decir que el auge de la venta de productos de segunda mano es una moda pasajera o una cuestión meramente coyuntural. Nada más lejos de la realidad. Aunque la irrupción de las nuevas tecnologías ha supuesto un verdadero trampolín para esta industria en auge, actualmente todos los datos apuntan a que el e-commerce de productos usados ha llegado para quedarse.
Hablamos, en definitiva, de una cuestión estructural capitalizada por los cambios de hábitos de los consumidores, la economía y una tendencia, cada vez más pronunciada, hacia el respeto al medioambiente y la concienciación climática. No en vano, ya existen multitud de comercios y marketplaces que ofrecen información sobre el CO2 que dejamos de verter al medioambiente comprando sus productos. Es decir, sobre nuestra propia huella ecológica.
El recommerce llega para quedarse
Desde la búsqueda de material escolar hasta la compra de libros, material electrónico, ropa infantil o para adultos, comida o incluso un regalo original. La compraventa de productos y servicios de segunda mano sigue creciendo exponencialmente año tras año y parece no tener límite. Principalmente, porque no solo nos encontramos ante una cuestión de ahorro; el consumo eficiente de recursos, el reciclaje, las nuevas tendencias o la transición hacia una economía verde son también factores para tener muy en cuenta.
En definitiva, podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que el sector de la segunda mano se ha logrado configurar como una gran alternativa al consumismo más caótico, despiadado y capitalista. Y esto es ya una garantía de buena praxis socioeconómica. En definitiva, y ahí radica el verdadero meollo de la cuestión, casi todo son ventajas. ¿Te apuntas a un modelo de e-commerce más respetuoso con el planeta y con nuestra propia cartera?