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Reválidas sí o reválidas no

Reválidas sí o reválidas no. Niños de parvulario realizan en sus cartillas los deberes mandados por el maestro en un colegio de Badajoz, en septiembre de 1966. EFE

Reválidas sí o reválidas no

Tabla de contenidos

Para los estudiantes de hoy las reválidas son algo nuevo…

para nuestros mayores, es un retorno a los años 50 y 60

El rechazo a las reválidas, o pruebas finales de ESO y Bachillerato que fija la Lomce, provocó no hace muchos días una huelga contra la LOMCE, el primer gran paro monográfico de familias y alumnos en toda España. Una protesta acompañada de manifestaciones en decenas de ciudades. El orientador Ramiro Curieses da su opinión sobre este controvertido tema. Argumenta su postura y además ofrece una crítica constructiva.

Con el nuevo sistema, hay cuatro reválidas:

Una en tercero y otra en sexto de primaria. Estas dos tienen un carácter informativo, son simplemente de carácter diagnóstico. Luego estaría la de cuarto de la ESO y la de segundo de bachillerato. Es decir, a las edades de 9, 12, 16 y 18 años.

Las que más preocupan a los educadores y orientadores son las dos últimas

Según explica Ramiro Curieses estas dos sí que son auténticas reválidas: tienen efectos operativos y contundentes. Un alumno que no las supere sí va a tener unas consecuencias académicas: no se le va a dar el título.

Pueden abocar a más de uno a estar un año en blanco

Imaginemos a un alumno que aprueba todas las asignaturas de cuarto de la ESO y que suspende la reválida. Ese alumno no puede repetir cuarto de la ESO. No puede matricularse en ningún otro curso, porque no tiene el título de la ESO. Es un alumno que va, o bien a un programa de formación profesional básica, o a una academia a prepararse la reválida para el curso siguiente.

Reválidas sí o reválidas no

Todo lo hecho durante el curso no le sirve de nada

Puede ser un alumno que tenga un mal día en el momento de hacer el examen, y eso es lo único que se le va a valorar. Es una de las razones potentes por las que Curieses se opone a una reválida contundente. Un chaval que haya aprobado todo satisfactoriamente, con buenos niveles curriculares, buen nivel de competencia en todas las áreas… se presenta ese día al examen con dolor de cabeza, con la menstruación, tras una discusión fuerte de sus padres… cantidad de historias que pueden surgir. No supera la reválida y es un alumno que pierde un año.

Más razones para el NO

Estas reválidas serían una evaluación externa

A cada profesor se le da un examen hecho, que quieren que sea igual para toda España. Se tiene que compaginar para hacer el mismo día y a la misma hora el examen en todos los centros, y así evitar filtraciones.

Queda en entredicho el papel del profesor que ha estado durante todo el curso con esos alumnos

Es otra de las razones por las que Ramiro se opone a las reválidas. Es una desautorización a los nueve o diez profesores que han estado con este alumno durante nueve meses. Que conocen su evolución escolar, pero también su evolución personal. Algo que a los evaluadores externos ni les importa ni les afecta.

Son una prueba de evaluación externa

Cómo no va a llevar esto desconfianza hacia los profesores que están evaluando todos los días. Se dice a los profesores que la evaluación tiene que ser continua. ¿Cómo continua?, si luego los alumnos se juegan todo en un día, en una hora.

Es algo que para los chavales es estresante

Si un alumno sabe que se lo juega todo en un momento ¿no se puede poner nervioso? Lo raro sería no ponerse. Hay quien dice: es que hemos de preparar a nuestros alumnos para que se enfrenten a situaciones de cierta tensión.

Ilustración de Christina Ung
Ilustración de Christina Ung

Vale, de acuerdo. Pero no de tensión absoluta. Lo que no puede ser es que un chaval deba jugárselo todo a una carta, en un solo día. Después de haber tenido una evolución escolar durante muchos meses, a lo largo del curso, en que el progreso ha sido satisfactorio.

Y por si aún eran pocas las razones para el NO

Se establece un ránking comparativo

Con todo lo que conlleva entre padres, alumnos. E incluso entre centros y materias. Es algo peligroso. De forma inevitable se van a realizar ránkings de resultados: se compararán centros en función del éxito o del fracaso, habrá centros de mayor o menor calidad…

¿Estamos educando para competir?

¿Estamos educando para cooperar? ¿Estamos educando para formar personas individuales y egoístas? ¿O estamos educando para todo lo contrario? Para conseguir una sociedad más justa, más solidaria, más generosa…

Estas pruebas no ayudan a la cooperación, sino todo lo contrario. Ponen en tela de juicio lo que es un buen aprendizaje

En esas edades, en los exámenes hay muchas materias en las que lo que se premia es la buena memoria. Alguien memoriza y hace un examen brillante.

¿Es esa persona un alumno brillante?

Hay más cosas que un profesor puede evaluar y medir a lo largo de un curso entero, además de la memoria. Dice Curieses que no hay conocimiento útil si no nos hace mejores personas.

De poco sirve lo que aprendamos si no nos hace mejores ciudadanos

Aparte de que los exámenes sean memorísticos, aparte de que estén centrados en determinadas materias, que establezcamos un ránking de materias importantes y materias no importantes… las reválidas son segregadoras.

Un alumno bueno tiene muchas posibilidades de tener éxito en la reválida

¿Pero qué pasa con los que no son tan brillantes?

¿Qué nos está diciendo la prueba que se ha de hacer con este chaval que no la ha aprobado? ¿Cómo tiene en cuenta su contexto sociocultural, el contexto familiar, las vicisitudes personales? ¿Qué va a pasar con estos alumnos que no son exitosos? ¿A qué centro van a ir? ¿Qué va a pasar con los alumnos inmigrantes? ¿O con los que tienen dificultades de aprendizaje? ¿Qué pasará con los alumnos que aprenden mal o que no quieren aprender? ¿Dónde van a ir y a quien le importan estos chicos?

Para acabar siendo constructivos

Reválidas NO. Pero, ¿qué SÍ?

Se dice que si no hay reválidas se disminuye el esfuerzo. No es cierto. Es positiva la exigencia del profesorado y del alumnado. Por otro lado ¿debe haber controles que evalúen el sistema? La respuesta es sí. El sistema se debe evaluar, pero no de una manera tramposa e injusta.

Niños de parvulario realizan en sus cartillas los deberes mandados por el maestro en un colegio de Badajoz, en septiembre de 1966. EFE
Niños de parvulario realizan en sus cartillas los deberes mandados por el maestro en un colegio de Badajoz, en septiembre de 1966. EFE

Exámenes sí

Pero que sean una parte más de los indicadores de la evolución y del rendimiento de los alumnos. Por no hablar de la importancia de que todos se pongan de acuerdo en que haya una ley de educación para todos, y para muchos años. El tan nombrado pacto educativo.

Los países exitosos escolarmente tienen pactos educativos totalmente consensuados. Algo que aquí nos falta y que es totalmente necesario

Fuente: Radio Palencia de Cadena Ser (03/11/16)

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