Skip to content

Hermano mayor, un referente

Ser el hermano mayor

Hermano mayor, un referente

¿Ser el primogénito influye en el carácter? ¿Se suele cargar con más responsabilidad al primero de los vástagos que a los demás? Hay quien dice que son los más mimados, pero también los primeros en ser destronados. El hermano mayor suele ser el referente para los más pequeños. Alrededor de su figura hay muchos tópicos.

Influye realmente en el carácter ser el hermano mayor.

Todos pensaríamos que sí. Se podría hablar de que manera puede o no puede influir, o de si es imposible evitar que influya.

Hay que tener presente algo importante, y es que ser el hijo mayor no deja de ser un rol. Y es un rol en la familia, donde se da el proceso de socialización. Dependiendo de cómo se de ese proceso de socialización una persona es de una determinada manera u otra.

Hay muchos tópicos alrededor de la figura del hermano mayor. Es cierto que en el carácter, el hecho de ser el mayor influye en la personalidad y en el comportamiento. Pero también influye el cómo se dé ese proceso de socialización. O cuántos hermanos vas a tener, si la familia es grande o si son pocos hermanos, y la diferencia de edad que hay entre ellos. La cultura tiene también importancia en ese proceso. Así como si la familia es un matriarcado o un patriarcado. Todo ello en conjunto va configurando lo que uno es.

Ser el hermano mayor

Responsabilidad y exigencia.

La responsabilidad es uno de los tópicos que más se repiten. Hemos de considerar que el hermano mayor es el primer hijo, y por lo tanto está inaugurando una función nueva.

La pareja pasa de ser pareja a otro sistema, pasa a ser padres. Y ser padres es una tarea completamente nueva para ellos, y puede ser más o menos nueva en función del lugar que haya ocupado el padre o la madre en sus respectivas familias de origen. De forma que la complicación de las influencias puede ser suprema.

Otro de los tópicos es la exigencia. Los padres, al inaugurar el hecho de ser padres, son más exigentes, se le pide más a ese primer hijo. También es cierto que el primer hijo, aunque se le pueda exigir más, durante un tiempo es el primero y toda la familia se centra en él, recibe más atención.

La familia se vuelca en el primer hijo dándole recursos de maneras de hacer. El niño recibe mucho y de mucha calidad, porque es el principio. Se generan también vínculos afectivos muy potentes y está muy claro qué papel tiene. Luego, los segundos o terceros hijos tendrán que hacerse un lugar.

El primer hijo tiene un papel importante en la familia, y es el que está más relacionado con los padres. Para él el punto de referencia en lo que a normas se refiere son sus padres. Hay estudios que dicen que los primogénitos se adaptan más a las normas, que son más normativos, y también tienen que abrir de alguna forma el camino al resto.

Llega un momento en que todo eso que el primer hijo recibe, cuando llegan los demás hermanos, va a tener que empezar él a dar esos recursos que ha recibido. El problema viene cuando no los da.

Ser el hermano mayor

Cómo ejercen los hermanos mayores la autoridad.

Al principio, al estar ellos solos, están acostumbrados a un tipo de liderazgo más vertical. Están más cerca de los padres y ven ese modelo. Después van a tener que aprender a hacer ese liderazgo entre iguales, de forma horizontal. También en las familias se da el mensaje de que el hermano mayor tiene que ocuparse del resto, y eso es algo que marca una influencia.

Una cosa importante de los roles es que, en la familia, uno es aquello que te ponen y aquello que uno va a ir desarrollando. Se generan muchas expectativas y uno las coge o no las coge. Con eso también va a tener que lidiar el hermano mayor.

La diferencia de edad entre hermanos.

El hermano mayor siempre lleva unos años de ventaja, pueden ser 1, 2,3… Cuando el lapso de tiempo es más grande, como pueden ser 6 ó 7 años de diferencia entre hermanos, ahí se rompen todas las previsiones, ya es otro espacio. Ya hay demasiada distancia entre ellos, lo cual rompe muchas de las influencias.

La ventaja del hermano mayor es que él sabe mucho más que los demás. Cuando los otros hijos llegan a la familia él ya conoce a los padres y les lleva unos años de conocimiento previos.

Los siguientes hijos tienen la ventaja de que pueden fijarse en lo que le ocurre a su hermano mayor con los padres, y aprenden de todo aquello que a él le acontece. Si por ejemplo ven que le riñen por determinada acción, quizás ellos harán lo mismo pero a escondidas. Cuando los demás hijos llegan son más inmaduros, y han de ir fijándose en el mayor para ir aprendiendo muchas cosas, y esto le convierte en líder aunque no quiera.

Ser el hermano mayor

El hermano mayor no siempre es el primero que llega.

El ser el hermano mayor es un rol y, a veces, no tiene que estar relacionado con el número, sino que en la familia el que ejerce esa influencia y ese liderazgo en los hermanos a lo mejor puede ser un mediano.

También es a quien se le da el poder y el estatus en la familia, y en ocasiones no es el mayor. Porque a lo mejor el primogénito tiene un tipo de personalidad que no asume ese rol, y en ese caso lo va a asumir cualquier otro. En eso los hermanos, desde la competitividad sana, tienen el cómo ganarse un peso y un lugar en la familia.

Hermana mayor ¿su rol cambia?

Dejando a un lado la cuestión de género hay que ir al modelo en la familia. Depende de si es un matriarcado o un patriarcado.

Si se trata de una familia más tradicional, y el poder lo trae el padre, el hecho de que la hermana mayor sea una hija marca la diferencia a si hay un matriarcado y la hija mayor es una mujer. Pero lo que marca más, sin duda, es la cultura y ese proceso de socialización que hay en casa, los valores y las creencias que se transmiten, más allá de que el hijo mayor sea una mujer o un hombre.

Desde el punto de vista del género la mujer, igual que el hombre, aprende de los papeles que encuentra en su propia casa. Pero también se puede decir que la mujer, la primera hija de hijas, tiene un carácter más autoritario. Ha aprendido antes y ha tomado responsabilidades antes, y cuando vienen los demás han de aprender de ella. Ella es la que conoce ya el contexto y conoce a los padres y de alguna manera da muchas indicaciones.

Ser el hermano mayor

Los condicionantes culturales siguen teniendo peso.

Aún hay ciertas zonas o regiones donde el hermano mayor es el heredero. Ser el primogénito no determina como determinaba antes a nivel legal o a nivel familiar, pero sí que es verdad que aún tiene una importancia por la cultura más genérica y universal. Pero también por la cultura que hay en las casas, por cómo somos nosotros, si somos más conservadores o más progresistas. Y también por la cultura del país o la zona, que siguen marcando carácter.

Se ha visto que en el carácter no sólo hay una predisposición genética, sino que mayoritariamente lo hace donde vives y como te relacionas, y desde ahí la cultura sigue marcando mucho.

Hermano mayor, mediano, pequeño ¿Cuál tiene más ventajas?

Hay un aspecto que es el paso de la epistemología lineal, individual ―individuo quiere decir indiviso―, cuando se pasa de lo indiviso a la valoración del contexto, y a la complejidad de las interacciones entre el contexto y el individuo, cuando estamos hablando de esto, si hablamos de sistemas por ejemplo, podemos hablar del sistema familiar. Dentro del sistema familiar podemos hablar del sistema parental, del sistema conyugal… Hay toda una serie de subsistemas, y hay unas jerarquías de subsistemas y de suprasistemas.

Al final, dentro del proceso de vida de todos los hermanos, no hay ninguno que tenga unas ventajas especiales. Cada uno hará las funciones en función del contexto en que nace, del país y de todo lo demás.

El ejemplo de los hermanos Gasol.

En el caso de los hermanos Gasol ¿Hasta qué punto el hermano mayor ha podido condicionar la actividad para que el hermano pequeño siga el camino que ha marcado él? Es imposible marcar un punto, porque aquí tenemos de nuevo la influencia de los padres, de qué manera han potenciado y han respetado.

Nos podemos mover en el mundo del poder o en el mundo del reconocimiento. Desde el mundo del reconocimiento hay una aceptación y una potenciación de cada individuo, sin necesidad de enfrentarlos. Desde el mundo del poder en cambio entramos en otra ideología totalmente distinta. Y todo esto está influyendo. Estamos siempre moviéndonos en una complejidad de factores.

En el caso concreto de los hermanos Gasol, quizás tener a tu hermano mayor como modelo a seguir, y si encima te gusta el baloncesto, pues hace que lo tengas más fácil. Si además se ha creado una buena relación entre ellos, miel sobre hojuelas. Seguramente en el caso de estos conocidos hermanos, a nivel del contexto familiar, se ha invertido mucho tiempo en cultura del baloncesto, en unos valores que los hermanos han vivido.

Pero en ese proceso de cooperación de los hermanos, en ese proceso de identificación de iguales, ellos tienen que diferenciarse. Siendo iguales y teniendo en la familia un valor muy importante ―el baloncesto, el deporte y la vida sana― entre ellos han tenido que buscar una diferenciación para poder ser exitosos en lo suyo y tener un lugar.

Ser el hermano mayor

Celos y envidia entre hermanos.

Los celos y la envidia son factores humanos que están en todas partes. Va a depender mucho de cómo sean tratados los hermanos por los padres. Si uno de los hijos nota la diferencia de que su hermano es más valorado, es algo que le puede repercutir de alguna manera.

Los celos son buenos como proceso adaptativo. El primer hijo recibe todas las atenciones, y en un determinado momento se encuentra con que llega otro miembro a la familia. En esta situación es bueno y saludable que el hijo mayor se resienta un poco. En ese momento los celos son adaptativos, para enfrentarse y tener habilidades de hacer frente a aquello que quiere conseguir.

La cuestión es que estos celos tienen que ser adaptativos, se tienen que dar y es algo que marca salud siempre que sean en ese proceso. Lo que no debe ocurrir es que los celos lleguen a bloquear al individuo o le hagan llegar al sufrimiento, porque entonces hablaríamos de celos patológicos.

Rivalidad y peleas entre hermanos.

Es algo natural, pero puede convertirse en patológico en la medida en como sea tratado por el medio. En la medida en que se les da a los hijos la responsabilidad, que naturalmente la tiene más el mayor, porque si no se tiende a caer siempre en la protección del menor porque tiene menos fuerza y porque sabe menos.

Consejos para los padres.

Es buena la igualdad de la diferencia. El tratar a todos por igual posiblemente no sea conveniente, en cuanto que cada uno tiene unas características y una personalidad. Hay que poder ver al hijo que está delante y poderle adecuar a esas características.

Ayudar un poco a la gestión de esas dificultades que surjan como pueden ser los celos. El tener un hermano es un entrenamiento en la familia de lo que será la gestión, la cooperación, el conflicto. Se les ha de poder ayudar en ese proceso a que resuelvan, no limitarnos a tapar o a evitar.

El sentido común de ver a cada uno como hay que tratarlo de manera diferente según lo que es. Y la oportunidad de acompañar a los hijos en ese proceso, poniéndole por ejemplo nombre a las emociones. Para que ellos también se vayan autogestionando, porque entre iguales a veces es más fácil.

Fuente: Para todos la 2 de RTVE (2/06/2015) / Imagen: flickr Donnie Ray Jones, Brittany Randolph, Christopher Johnson y photosavvy.

error: Este contenido está protegido