El talento para el diálogo es especialmente importante, sobre todo en estos tiempos
En el diálogo se aúnan la otredad o reconocimiento del otro, como algo distinto a nosotros mismos; y la alteridad, o ser capaces de cambiar nuestra perspectiva por la del otro. ¿Existe un talento para el diálogo?
El diálogo requiere voluntad de cambio, por ambas partes
Como propone el monje budista Thich Nhat Hanh, maestro zen, poeta, activista por la paz, escritor de más de cien libros, nominado para el Premio Nobel de la Paz…
Al talento para el diálogo contribuyen características pro sociales como las inteligencias emocional y social, sustentadas por la empatía, y desde luego muchas de las fortalezas personales propuestas por los psicólogos Martin Seligman y Christopher Peterson.
Gratitud y capacidad para perdonar, son dos fortalezas con un gran potencial
Dialogar supone abrirse al otro, y por tanto crecimiento, avance, intercambio. Es un requisito para la cooperación y la resolución de los conflictos. La denominada paz positiva, que no es ausencia de conflicto, encuentra en el diálogo y las fortalezas personales sus grandes aliados.
Ya se habló en este blog que, de entrada, educar para la paz no sería ni silenciar conflictos ni una situación de aquietar conciencias, sino más bien hacer emerger, hacer aflorar cuestiones de injusticia. Incluso desde la posibilidad de converger el conflicto con la paz.
Educar para la paz sería potenciar escenarios en los que los conflictos emerjan. Y, fruto de esa evidencia, de constatar que el conflicto existe, ver formas de gestionarlo pacíficas. No necesariamente con el uso de la violencia.
El diálogo necesita participantes abiertos
Sin importar el ámbito en el que se suscite, el diálogo necesita contar con la tolerancia y el respeto hacia la postura del otro integrante. Un diálogo no debe contar con monólogos o discursos unilaterales ni tampoco elementos de imposición de una postura sobre la otra.
Básicamente, el diálogo debe caracterizarse por un constante debate e intercambio de posturas con tal de encontrar un objetivo común
Fuente: Respuestas de la ciencia de Radio 5 (12/10/16)