Es una violencia secundaria a la víctima principal, que es la mujer
Lo que los expertos llaman violencia vicaria es un tipo de violencia machista que consiste en hacer daño a los hijos para hacer mal a la mujer.
El último caso hace dos días, en Madrid
En el Hospital Infantil La Paz un hombre de veintisiete años mató a su hija de un año tirándose con ella en brazos por la ventana, desde una cuarta planta. El personal del hospital declaró que, antes de que esto ocurriese, le habían oído discutir con la madre de la criatura. El hombre tenía antecedentes de violencia machista.
El caso más conocido de violencia vicaria es el de José Bretón
Condenado por haber matado en el año 2011 a sus dos hijos después de que su mujer le dijese que quería la separación.
En 2015, en solo siete días de diferencia, se dieron dos casos
Dos padres asesinaron a sus hijos. Uno de ellos en Castelldefels, mató a sus dos hijos y a su mujer y luego se suicidó. El otro en Moraña, Pontevedra, mató a sus hijas con una radial para vengarse de su pareja.
En total 23 menores muertos en casos de violencia machista desde 2013
En la mayoría de casos el padre no tolera la separación de la mujer, y ataca a los hijos en los días en que le toca tenerlos. Casos que ponen de manifiesto el desamparo de los niños ante la violencia de género.
Los juzgados de violencia contra las mujeres escuchan cada día relatos de amenazas a los hijos. Francisca Verdejo, decana de los juzgados de violencia contra las mujeres de Barcelona, confirma que es muy frecuente el oír: “te voy a quitar al niño (o a los niños) y no lo vas a ver más”. El maltratador utiliza todos los medios que tiene a su alcance, y a los niños los tiene al lado, para fastidiar a la mujer.
El maltratador sabe que dañar, asesinar a los hijos, es asegurarse de que la mujer no se recuperará jamás. Es el daño extremo
Es por eso que se pide que los actos de violencia contra los hijos sean tratados también por los juzgados de violencia contra las mujeres.
Fuente: Telenotícies vespre de TV3 (03/02/2017) / Imagen de portada: flickr Brandon Warren