Son muchos los que experimentan congoja con la llegada del 🍁OTOÑO🍁

La modificación de la luz que se produce en otoño influye en los niveles de melatonina y serotonina. Además de la ralentización y letargia produce cambios en ciertas enfermedades neurológicas.

Que los cambios estacionales influyen en el cerebro es una evidencia

Los neurocientíficos investigan hasta que punto

La intensidad de luz que percibimos a través de nuestros ojos, influye en la liberación de algunos neurotransmisores.

Es el caso de la melatonina

La melatonina se relaciona con los biorritmos del sueño

Cuando baja la intensidad de luz del ambiente, la secreción de melatonina se modifica. Esto puede tener un efecto sobre nuestro cerebro, no tanto entristeciéndonos, sí provocándonos cierta ralentización del funcionamiento. La ralentización y la somnolencia (la letargia) es una de las primeras consecuencias del otoño.

También hay modificaciones en la serotonina

La serotonina es un neurotransmisor que se relaciona fundamentalmente con el tono afectivo, y está disminuida ligeramente en el otoño. Afortunadamente sólo algunos experimentan el conocido desorden afectivo estacional.

Modificaciones que también ocurren en los cambios de latitud

Cuando salimos de países mediterráneos luminosos, y vamos hacia países nórdicos, nos encontramos con que tenemos más sueño, nos cuesta ponernos en marcha, da la sensación de que el pensamiento es más lento… aunque acabamos aclimatándonos y con el paso del tiempo podemos funcionar con normalidad.

11 Ilustración de Morgan Davidson

Ilustración de Morgan Davidson

El tiempo de aclimatación a los cambios de luz en otoño se ve agravado con el cambio de hora

Lo que hace el cambio de hora es que, en lugar de aclimatarnos al progresivo cambio de intensidad de la luz que se va produciendo con el cambio de estación, se produzca un cambio demasiado brusco. Esto puede hacer que nos encontremos con que nuestro cuerpo está preparado para un funcionamiento diferente al que nosotros le exigimos por nuestro cambio horario. Si nos quitan una hora de sueño, nuestro cuerpo nos está pidiendo dormir.

También hay un influjo estacional en ciertas enfermedades neurológicas, en epilepsias y migrañas

Hay muchos trabajos sobre la influencia del cambio estacional o de las condiciones atmosféricas en la aparición sobre todo de los ictus. Hay indicios, pero no hay una fuerza de evidencia suficiente como para que haga pensar en esto.

Prepararse y adelantarse al cambio horario y de luz es un buen remedio que recomiendan los neurólogosOtoño

Fuente: InquietaMENTE de Radio 5 (2/10/15) / Imagen de portada: pixabay