Qué ocurre cuando etiquetas a los niños

Las personas tendemos a comportarnos atendiendo a la visión que tenemos de nosotros mismos. Las fuentes que tu hijo tiene para saber cómo es él sois sus personas más cercanas: familia, amigos y profesores. Si le etiquetas diciéndole que es travieso, desordenado, maleducado, malo, vago, marrano, desconsiderado, egoísta, poco hablador… lo interioriza tal cual. Y se lo cree.

Vuestro hijo va a creer todo lo que vosotros le trasladéis. Se lo empezará a cuestionar cuando llegue a la adolescencia, pero por desgracia para entonces ya será tarde. Se sentirá inferior, feo, inútil y muchas cosas más.

¿Qué imagen te gustaría que tu hijo tenga de sí mismo? Es de suponer que quieres que se guste, que se valore, que sepa que es maravilloso… algo difícil de conseguir si le asignas según que etiquetas.

Tú, como padre o madre, ¿quieres un hijo sumiso o quieres un hijo feliz? La respuesta es obvia, y por eso has llegado a esta publicación. Ayúdale a tener sus propios gustos, aficiones y motivaciones, enséñale respeto, respetándole a él y sus necesidades.

¿Qué son las etiquetas?

Etiquetar es en cierto modo una forma de ‘prejuzgar’ a las personas. Poner etiquetas a la gente siempre ha sido una ‘costumbre’, pero en la actualidad resulta muy fácil y rápido etiquetar a las personas gracias a las redes sociales y a Internet.

Una etiqueta, como su nombre indica, marca. Y puede marcar para bien o para mal. En el siguiente vídeo Jorge de los Santos, filósofo, pensador y crítico cultural, nos habla acerca de las etiquetas. Explica qué son, qué importancia tienen en la sociedad y cómo se les da uso como forma de identificar y categorizar a las personas.

El peso de las etiquetas para los niños

«Es clavadito a su padre». «Tiene el mismo carácter que su abuela». «Es tan guapo como su madre»…

Sí. Ya desde la cuna asignamos a los niños las primeras etiquetas. Si todos consideramos que un bebé es «clavadito a su padre», y el pequeño crece escuchándolo, al final, nos guste o no, acabará pareciéndose a su progenitor perdiendo por el camino su derecho a ser él mismo.

Las etiquetas que «colgamos» a los niños desde que nacen tienen un impacto muy grande en ellos y en cómo se va a desarrollar su personalidad. El peso que las etiquetas tienen es tal que acaban convirtiéndose en conductas asumidas, sean ciertas o no.

Un niño que crece escuchando que es desobediente acaba asumiendo que eso es cierto. Es su papel en la familia, y entiende que ha de cumplir las expectativas y el rol que se le ha asignado y que le dicen y recuerdan constantemente sus adultos de referencia. No se le deja otra opción que ser desobediente.

Poner etiquetas a un niño no es dar una opinión, es colgarle un «sambenito» sobre cómo actúa o cómo reacciona. Esa etiqueta será la responsable de que ese niño se convierta en lo que hemos decidido que es, toda una profecía autocumplida, impidiendo que saque a la luz otros aspectos de sí mismo y haciéndole muy difícil que descubra quién es en realidad y que desarrolle todas sus capacidades.

Etiquetas negativas, ¿positivas? y con doble sentido

Existen tres tipos de etiquetas:

Etiquetas negativas: con ellas se censura y desaprueba al niño haciendo que baje su autoestima. Son calificativos como: «gorda», «gandul», «vago», «maeleducado»…

Consecuencias de poner etiquetas a las personas

Etiquetas positivas: aprueban de forma exagerada alguna habilidad. Afectan al niño ya que muchas veces no será capaz de llegar a la altura de lo que se pretende de él. El niño, para tener la aprobación de quienes le rodean, ha de renunciar a otras parcelas de sí mismo. Su autoestima se sostiene en función de los juicios que recibe. Son calificativos como: «eres el mejor», «eres el más guapo», «eres el más responsable»…

Etiquetas con doble sentido: son aquellas con connotaciones negativas pero que se dicen con orgullo. Llevan implícito un mensaje contradictorio, algo que se clasifica como negativo es valorado y ensalzado por los adultos. Son calificativos como: «trasto», «granujilla», «bribón»…

Consecuencias de poner etiquetas a las personas

Etiquetas habituales que ponemos a los niños

«¡No seas maleducado!» | ¿De verdad estás seguro de que tu hijo es un maleducado? ¿Qué es en realidad para ti que un niño sea o esté bien educado? ¿Qué sin rechistar se coma lo que le ponen en el plato? ¿Qué recoja los juguetes sin necesidad de que se lo tengan que decir dos veces? ¿Qué se comporte de manera «formal» mientras los mayores charlan tan a gusto, aunque el pobre se esté aburriendo como una ostra o se le ignore? ¿Qué saque buenas notas?

Consideras a tu hijo «maleducado» cuando no se comporta como a ti te gustaría que lo hiciera, y en realidad maleducado es quien falta al respeto. Cuando etiquetas así a tu hijo eres tú quien le está faltando al respeto. ¿No será que te resulta más cómodo tener un hijo sumiso?

«¿Ya estás pidiendo otra vez?… ¡Qué caprichoso!» | ¿Es que ahora resulta que cuando alguien insiste en lo que quiere es un caprichoso? Se supone que todos los padres queremos que nuestros hijos tengan sueños y que luchen por ellos, que expresen sus gustos y necesidades… pero claro, si insisten pidiendo algo que quieren… ¡Entonces se convierten en caprichosos!

Al igual que cuando tú no consigues algo (tus cosas de mayores) te frustras, te entristeces y te enfadas… Tus hijos quieren cosas de niños… Todos, mayores y pequeños, nos sentimos decepcionados en situaciones similares.

Educar a un niño no consiste sólo en poner normas «de obligado cumplimiento», sino también en ser capaz de acompañarlo en su frustración. Piensa por un momento en cuando tú esperas conseguir algo y no lo logras: ¿Cómo te sientes? Pues tu hijo se siente igual, aunque lo manifiesta de otra forma.

Consecuencias de poner etiquetas a las personas

«¡Calla ya! ¡Eres un pesado! ¿Qué quieres ahora?». «¡Hoy estás pesadito!, ¿eh?» | Con esta etiqueta (tan pesada) llevas a tu hijo a sentirse poco respetado, poco querido, poco valorado. Esta afirmación despierta en él la sensación de que no es importante y de que nadie le hace caso.

¿Y si en vuestro próximo trayecto en coche, cuando por enésima vez escuches eso tan familiar para todos de «mamá, ¿falta mucho?», en lugar de perder los nervios te serenas, respiras, y te pones en el lugar de tu  hijo dándote cuenta de que él carece de tus referencias temporales y espaciales? Tú vas conduciendo, entretenida, quizás escuchando música o hablando con el copiloto. Tú sabes a dónde vas y cuánto esperas tardar, pero tu hijo va sentado detrás, aburrido, viendo pasar árboles por la ventanilla.

Consecuencias de poner etiquetas a las personas

«¡Mira que llegas a ser vago!» | ¿Por qué le dices a tu hijo que es vago? ¿Se lo dices si no hace lo que tú quieres cuando tú quieres?

Llamamos vagos a nuestros hijos por no ayudar a poner la mesa, por no ayudar a hacer su cama, por escurrir el bulto a la hora de hacer los deberes o de recoger los juguetes… Los niños necesitan vivir la vida como niños, con tiempo para divertirse jugando, para descansar y, sobre todo, para aburrirse. Tu hijo no es un robot al que presionas un botón y se pone en marcha, por ello no lo etiquetes por no serlo.

Hay un tiempo para cada cosa y formas de pedir y negociar. Desarrolla tu asertividad y tu capacidad de negociación para que tu hijo aprenda de tu ejemplo.

Si agobias a tu hijo llamándole «vago», obligándole a hacer ciertas tareas cuándo, cómo y porque tú lo dices, sin hacerle ver la conveniencia de la colaboración de todos los miembros de la familia, y además lo haces con malas maneras, lo único que vas a conseguir es que aborrezca colaborar y aborrezca también tus maneras al exigírselo.

«¡Lo que le ocurre a este niño es que es un mimado!» | ¿Es malo haber sido mimado? ¿Qué se considera un exceso de mimos? Todos necesitamos mimos. Al llamar mimado a un niño se le transmite que tal vez no es merecedor de esos mimos o que los mimos en sí son malos o contraproducentes.

Para fomentar una buena autoestima en nuestros hijos y crear con ellos un vínculo sano hemos de ofrecerles mimos siempre. «Me dan mimos porque me los merezco, y los demás también se merecen que yo les mime».

No es lo mismo darle mimos a tu hijo que dejarle hacer lo que quiera, sin límites respetuosos. Como padres nuestra labor es encontrar ese equilibrio. Nunca le niegues a tu hijo un mimo, los necesita; y, si se los das, nunca se lo eches en cara.

«¡Es más bueno! Toda la noche duerme de un tirón, no llora nunca y se entretiene él solito…» | Esta es probablemente la primera etiqueta que se le cuelga a un bebé durante los primeros días de vida. ¿Qué es ser un niño bueno o un niño malo?

Antes de ponerle a tu hijo este calificativo, detente un momento a pensar en las grandes diferencias que hay entre tu hijo y una persona mala de verdad. Verás entonces cómo con semejante juicio puedes dañar su autoestima.

«¡Qué llorón! Otra vez estás como siempre…» | Llorar es una herramienta de comunicación, además de ser algo necesario, natural y, sobre todo, sano para el equilibrio emocional. ¿Por qué entonces nos empeñamos en estigmatizar a alguien que necesita expresarse de esa manera?

Si etiquetas a tu hijo como llorón le haces creer, y por lo tanto asumir, integrar y aceptar, que llorar es malo, que está mal visto, que es incorrecto o inadecuado. Más adelante, cuando le sea complicado expresar sus emociones, nos podemos encontrar con serios problemas.

Seguro que te has encontrado diciendo alguna vez, cuando alguien se ha puesto a llorar delante tuyo: «Venga, que no pasa nada», «Tampoco es para tanto»… Si fueras tú quien llora y te lo dijeran, ¿cómo te sentirías?

Cuando intentamos consolar a alguien que llora con palabras como esas lo que en realidad le estamos diciendo es NO LLORES, porque lo que ocurre es que nos sentimos incómodos con su llanto (recuerda que a nosotros también nos educaron para «no llorar»). Estamos transmitiendo que no sabemos cómo resolver esa situación y que no sabemos acompañarle en su dolor. Por ello la mejor solución para que nosotros no sintamos incomodidad es que él se trague su dolor (como nosotros hacemos) y nos ahorre ese mal trago. No estamos consolándole sino que nos estamos comportando de manera egoísta.

Cuando tu hijo llore párate a ver qué le ocurre, escúchale, atiéndele, acógele, abrázale y acompáñale en su pesar, sea por el motivo que sea. Quizás a ti te parecerá una tontería, pero en el micro-mundo de tu pequeño seguramente ha ocurrido una catástrofe.

Jamás juzgues a tu hijo por llorar y, mucho menos, le cuelgues la etiqueta por hacerlo.

Consecuencias de poner etiquetas a las personas

Cómo puedes evitar poner etiquetas a tus hijos

Ya has visto qué son las etiquetas y cómo afectan a nuestros hijos. Quizás te has descubierto usando alguna como las de los ejemplos anteriores, y, en consecuencia, te estarás preguntando cómo puedes evitarlas.

Puesto que las etiquetas provienen de tu propia interpretación de lo que es tu hijo, de una falta de conciencia sobre esa personita que tienes ahí delante, te propongo los siguientes recursos (te ayudarán a ver a tu hijo tal y como es):

Sé consciente de tus propias emociones y de tu estado de ánimo | Entiende lo que sientes y hazte consciente de tu propio estado. Lo que interpretas es parte de ti, no de tus hijos.

Porque si te sientes bajo presión, estresado o cansado, vas a tener mucha menos paciencia y a nada que tus hijos empiecen a revolotear alrededor tuyo te vas a crispar y te van a empezar a parecer unos pesados o unos desobedientes, su tono de voz te va a molestar y vas a sentir que son unos gritones.

Sentir, parecer… no quiere decir que lo sean, sino que tú los percibes así.

Huye de las comparaciones. Evítalas | Cada niño es un mundo, incluso entre gemelos o mellizos hay muchas diferencias de personalidad. Cada niño es único e irrepetible, y ninguno es ni más ni menos que otro.

Haz referencia a las conductas evitando las descalificaciones | Es distinto si le dices a tu hijo: «¡Eres un despistado! ¡Ya te has vuelto a dejar la chaqueta en el colegio!». En este caso es una descalificación que acabará asumiendo como una característica de su persona, y por tanto la chaqueta volverá a quedarse olvidada en clase sin que pueda hacer nada por remediarlo.

Que si le dices: «¿Has vuelto a dejar la chaqueta en el colegio?». En este caso la expresión hace referencia a un hecho, y eso le permite reconducir la situación y poner atención en que no vuelva a ocurrir.

Tú eres tú, yo soy yo y mis circunstancias propias | Es posible que si para ti es importante que en tu armario esté todo perfectamente organizado, pero tu hijo no tiene esa necesidad, pienses de él que es un dejado o un desordenado.

¿Y si, en lugar de procurar que él se vuelva como tú, eres tú quien se muestra algo más flexible? La realidad es que a ti no te afecta en tu propio orden si su armario es un desbarajuste.

Los eventos locales que no te puedes perder en 2025

Los eventos locales que no te puedes perder en 2025

Guía para apoyar a negocios pequeños

Los eventos locales siguen siendo fundamentales para conectar a las personas, impulsar la economía de los barrios y fortalecer el sentido de comunidad. Participar en estos encuentros no solo es una manera de disfrutar de actividades culturales, gastronómicas y artísticas, sino también una oportunidad para apoyar a los pequeños negocios que son el corazón de nuestras ciudades. En este artículo, te presentamos una selección de eventos que no te puedes perder para el año 2025 y te damos consejos para que tu participación tenga un impacto positivo en las empresas locales.

Cómo los eventos locales benefician a los pequeños negocios

Cuando decides asistir a un mercado, feria o festival en tu localidad, no solo estás disfrutando de una experiencia única, sino también estás contribuyendo directamente al crecimiento de los pequeños negocios. Por ejemplo, actividades como ferias de artesanía o mercados de productores son una plataforma clave para emprendedores que quieren dar a conocer sus productos y servicios a una audiencia más amplia.

Además, los eventos locales también generan empleo en sectores como la logística, la limpieza y la restauración. Empresas especializadas, como empresas de limpieza, juegan un papel esencial en la organización y mantenimiento de estos espacios, asegurando que los asistentes disfruten de un ambiente cómodo y seguro.

Eventos destacados en 2025

Si planeas tu calendario con antelación, aquí tienes algunos de los eventos locales más esperados en 2025. Estos eventos no solo prometen diversión, sino que también ofrecen oportunidades para apoyar a los negocios que trabajan tras bambalinas.

Mercados de productores y ferias gastronómicas

Las ferias gastronómicas están ganando popularidad como una forma de destacar la cocina local y sostenible. A lo largo de 2025, ciudades como Valencia, Madrid y Barcelona albergarán mercados de productores donde podrás degustar productos frescos y comprar directamente de los agricultores. Asistir a estos eventos no solo garantiza alimentos de calidad, sino que también reduce la huella de carbono al apoyar cadenas de suministro cortas.

Eventos locales

Festivales de música locales

Desde pequeñas bandas emergentes hasta artistas consagrados, los festivales de música son un imán para reunir a las comunidades. Este año, muchas localidades están priorizando la contratación de empresas locales para la organización del evento, desde la decoración hasta la seguridad, pasando por la limpieza. Plataformas como Trustlocal son un recurso útil para encontrar proveedores confiables de diferentes sectores, ayudando a que estas celebraciones sean posibles.

Maximizar tu impacto al asistir a eventos locales

Apoya a los vendedores locales

Si estás en un mercado o feria, opta por comprar productos locales en lugar de recurrir a grandes marcas. Desde artículos de artesanía hasta comida preparada, cada compra que realices contribuye directamente a la economía local.

Promueve los eventos en redes sociales

¿Vas a asistir a un evento? ¡Compártelo! Publicar sobre tu experiencia no solo ayuda a promover el evento, sino que también anima a otras personas a participar y apoyar a los negocios locales.

Sé consciente de los residuos

Los eventos pueden generar mucho desperdicio. Llevar tu propia botella reutilizable o utilizar las áreas de reciclaje adecuadas demuestra tu compromiso con el medio ambiente y ayuda a reducir la carga para los equipos de limpieza.

En resumen, participar en eventos locales no es solo una actividad recreativa; es una forma de marcar la diferencia en tu comunidad. Al asistir y apoyar a los pequeños negocios que hacen posible estos encuentros, contribuyes al crecimiento económico y al bienestar de tu entorno.

Este 2025, no dejes pasar la oportunidad de explorar y disfrutar de los eventos locales mientras apoyas a emprendedores y empresas que trabajan día a día para ofrecer lo mejor a sus comunidades. Tu participación cuenta más de lo que imaginas.

Práctica efectiva, qué es y por qué funciona

Práctica efectiva, qué es y por qué funciona

Dominar cualquier actividad física, ya sea realizar una pirueta, tocar un instrumento o lanzar una pelota de béisbol, requiere práctica.

La práctica es la repetición de una acción con el objetivo de mejora, y ayuda a ejecutar con mayor facilidad, rapidez, seguridad  y confianza. ¿Qué hace la práctica en nuestro cerebro para hacernos mejores en algo?

Materia gris y materia blanca

Nuestro cerebro tiene dos tipos de tejido neural:

  • materia gris
  • y materia blanca.

La materia gris procesa la información en el cerebro, dirige las señales y estímulos sensoriales a las células nerviosas, mientras que la materia blanca se compone sobre todo de las fibras nerviosas y tejido graso.

Para que nuestros cuerpos se muevan la información tiene que viajar de la materia gris del cerebro, a través de una cadena de fibras nerviosas llamadas axones, a nuestros músculos.

Es la materia blanca la que permite la comunicación hacia y desde las áreas de materia gris, y entre la materia gris y las otras partes del cuerpo. Funciona transmitiendo la información de las diferentes partes del cuerpo hacia la corteza cerebral. También controla las funciones que el cuerpo no conoce, como la temperatura, la presión arterial y la frecuencia cardíaca. La dispensación de las hormonas y el control de los alimentos, así como la ingesta de agua y la exposición de las emociones, son funciones adicionales de la materia blanca.

Cómo la práctica o la repetición afectan al funcionamiento interno de nuestro cerebro

Los axones que existen en la sustancia blanca se envuelven con una sustancia grasa llamada mielina. Y es esta cubierta de mielina, o vaina, la que parece cambiar con la práctica.

La mielina es similar al aislamiento de los cables eléctricos. Evita la pérdida de energía de las señales eléctricas que utiliza el cerebro, moviéndolas de manera más eficiente a lo largo de las vías nerviosas.

Estudios recientes en ratones sugieren que la repetición de un movimiento físico aumenta las capas de la vaina de mielina que aísla los axones. Y, a más capas, mayor es el aislamiento alrededor de las cadenas de los axones, formando una especie de autopista para la información que conecta el cerebro a los músculos.

Mientras que muchos atletas y artistas atribuyen sus éxitos a la memoria muscular, los músculos mismos en realidad no tienen memoria. Más bien puede ser la mielinización de las vías neurales la que da a estos atletas y artistas su ventaja con vías neurales más rápidas y eficientes.

Hay muchas teorías que intentan cuantificar el número de horas, días e incluso años de práctica que se necesitan para dominar una habilidad. A pesar de que todavía no tenemos un número mágico, sabemos que el dominio no se trata solo de la cantidad de horas de práctica. Es también la calidad y eficacia de esa práctica.

La práctica efectiva es consistente, intensamente focalizada en las metas y debilidades que se sitúan en el borde de las habilidades actuales de cada uno. Si la práctica efectiva es la clave, ¿cómo podemos obtener el máximo provecho y aprendizaje de nuestro tiempo de práctica?

Saca provecho a tu tiempo de práctica

Prueba a seguir estos consejos:

✔️Céntrate en la tarea en cuestión. Minimiza las distracciones potenciales apagando el ordenador o el televisor, y pon tu teléfono móvil en modo avión.

En un estudio, investigadores observaron a 260 alumnos estudiando. De media, los estudiantes solo fueron capaces de permanecer en la tarea 6 minutos seguidos. Ordenadores portátiles, teléfonos, y en particular Facebook u otras redes sociales fueron la raíz de la mayoría de las distracciones.

✔️Empieza lentamente o en cámara lenta. La coordinación se construye con repeticiones, ya sean correctas o incorrectas. Si aumentas gradualmente la velocidad de repeticiones de calidad, tendrás más posibilidades de hacerlo correctamente.

✔️Sigue con repeticiones frecuentes con paradas programadas. Son hábitos comunes de práctica de los atletas de élite. Los estudios han mostrado que muchos de los mejores atletas, músicos y bailarines pasan de 50 a 60 horas a la semana en las actividades relacionadas con su oficio. Muchos dividen su tiempo de práctica efectiva en múltiples sesiones de prácticas diarias de duración limitada.

✔️Y, por último, practica en tu cerebro con gran detalle. Puede resultar sorprendente, pero una serie de estudios sugieren que, una vez que se ha establecido un movimiento físico, puede ser reforzado con solo imaginarlo.

En un estudio hecho con 144 jugadores de baloncesto se les dividió en dos grupos. El grupo A practicó físicamente tiros libres con una sola mano mientras que el grupo B solo los practicó mentalmente. Cuando se midieron al final de dos semanas de experimento, los jugadores intermedios y experimentados en los dos grupos habían mejorado en casi la misma cantidad.

La ciencia avanza

A medida que los científicos desentrañen los secretos de nuestro cerebro mejorará nuestra comprensión de la práctica efectiva. Mientras tanto, la práctica efectiva es la mejor manera que tenemos de superar nuestros límites individuales y maximizar nuestro potencial.

 

Trabalenguas cortos para niños

Trabalenguas cortos para niños

Decir trabalenguas es un juego educativo y original que desde siempre ha gustado a los más pequeños de la casa. Logopedas y profesores encuentran en estos juegos de palabras una fórmula divertida para que las niñas y niños ejerciten el lenguaje y la memoria y para que mejoren su dicción.

Haberlos los hay con diferentes niveles de complejidad. Lo correcto es comenzar con los más básicos y conforme el niño vaya dominando sus habilidades ir subiendo de nivel. Si sigues leyendo descubrirás los muchos beneficios que tienen estos tradicionales juegos de palabras.

También, al final de esta publicación, encontrarás un PDF con 60 trabalenguas de diferentes niveles de dificultad para que juegues con tus hijos (lo puedes descargar e imprimir para tenerlo a mano). Asimismo te invito a que le des un vistazo a esta selección de libros de trabalenguas para niños.

¿Qué es un trabalenguas?

Un trabalenguas está formado por frases en las que aparecen sílabas reiterativas y que resultan difíciles de pronunciar. Es un juego de palabras de gran utilidad para que los niños adquieran precisión y rapidez en el habla al tiempo que aprenden vocabulario nuevo, favoreciéndose con todo ello el desarrollo del lenguaje. Su origen se remonta a la Grecia antigua, donde se inventaban juegos de palabras y paradojas con el fin de desarrollar la mente.

Estos juegos de palabras combinan fonemas que se parecen y forman rimas fáciles con secuencias de sonidos similares. Su pronunciación en voz alta acostumbra a suponer cierta dificultad, y el esfuerzo que el niño realiza para superar esos problemas produce en su cerebro muchos beneficios.

Habrás notado que cuando intentas decir a gran velocidad un trabalenguas te puede resultar difícil obtener las palabras correctas en el orden preciso. Eso es debido a que nuestro cerebro puede fácilmente confundir las palabras que usan sonidos iguales o similares. ¡Para el cerebro de un niño es todo un desafío practicar y clavar un trabalenguas!

Trabalenguas cortos para niños en español pdf

¿A qué edad pueden los niños empezar a practicar con ellos?

No hay una edad determinada para que los niños puedan empezar a practicar con trabalenguas, lo aconsejable es ir adaptándose a su desarrollo y necesidades.

Con los niños más pequeños, que aún no tengan adquirido el lenguaje, puede ser recomendable recitar trabalenguas relacionados con animales para acompañarlos de onomatopeyas. También se pueden interpretar con títeres.

Con los niños que empiezan a leer podéis crear un cuaderno de trabalenguas, y se puede practicar la lectura con los trabalenguas que se van añadiendo. También se pueden hacer ejercicios de copia y dictado.

¿Cuáles les resultan más difíciles?

Los que incluyen fonemas con puntos articulatorios similares son los que pueden presentar más dificultad a la hora de leerlos o decirlos.

Es el caso por ejemplo de «Tres tristes tigres…». Este conocido trabalenguas incluye los fonemas ‘t’, ‘r’ y ‘s’, y eso implica que los movimientos deben ser muy rápidos y precisos para no eliminar o distorsionar ningún fonema, además de no intercambiar su orden.

¿Qué beneficios tiene aprenderlos y decirlos?

Se practica la vocalización | Los niños deben esforzarse en vocalizar los sonidos de manera correcta (sobre todo de aquellas letras con las que suelen tener problemas como puede ser la ‘r’ o la ‘s’), y lo mejor es que lo hacen sin darse apenas cuenta y de una forma divertida.

Fomenta la memoria | Los niños han de memorizar el trabalenguas para poder decirlo con rapidez y sin confundirse. Se adquiere al mismo tiempo la habilidad para hablar más rápido en oraciones con cierta dificultad.

Trabalenguas cortos para niños en español pdf

El vocabulario aumenta | Aprendiendo y recitando un trabalenguas los niños practican con palabras que desconocen y que se asemejan a otras que ya conocían.

Esas nuevas palabras se quedan en su recuerdo y pueden utilizarlas a posteriori.

Se fomenta la capacidad de superación | A los niños les supone un reto entretenido el lograr pronunciar los trabalenguas correctamente y de forma rápida, y sienten el deseo de querer superarse día a día. En casa podéis utilizar técnicas para ir observando como el niño evoluciona (por ejemplo, grabando la primera vez que dice un trabalenguas y comparándolo con grabaciones en días posteriores).

Se fomenta la imaginación | Los niños pueden inventar sus propios trabalenguas y compartirlos con sus amigos. También, cuando se aprenden un trabalenguas ya conocido, se imaginan lo que ocurre en su contexto.

Enseñan a los niños a reírse de ellos mismos | Los niños aprenden cuando se divierten, y las primeras equivocaciones al decir un trabalenguas siempre son motivo de risas entre los participantes y el propio niño. Es una buena forma de que los más pequeños aprendan a reírse de ellos mismos, además de aprender también que cualquier fallo puede tener un resultado diferente después si se sigue intentando.

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Mejoran el ambiente familiar | Los trabalenguas pueden convertirse en una actividad que une a la familia en torno al lenguaje, generando un clima distendido y de diversión.

¿Podemos detectar la existencia de algún problema en el habla gracias a los trabalenguas?

Aunque los trabalenguas no son una herramienta para realizar diagnósticos sí pueden hacer que nos percatemos de que existe alguna dificultad en el habla del niño:

  • Si la comunicación de un niño de 3-4 años está basada en mímica, gestos y vocalizaciones, y si vemos que el niño no amplia su vocabulario o no disfruta con las rimas, será fundamental acudir a un logopeda para que lo evalúe.
  • Si un niño de 4-5 años presenta un habla ininteligible porque distorsiona algún fonema (por ejemplo: ‘l‘, ‘d‘, ‘s‘, ‘z‘, etc.) es recomendable solicitar la valoración de un profesional. Él es quien podrá indicar a los padres si esos fonemas que el niño no pronuncia bien deberían o no estar ya integrados en el lenguaje del pequeño. A esta edad también hay que estar pendientes de que los niños identifiquen y tengan la capacidad de inventarse rimas. Estos son aspectos que deben tenerse en cuenta también en el lenguaje espontáneo del niño, y no sólo a la hora de jugar a decir trabalenguas.
  • Si vemos que un niño evita leer o escribir trabalenguas, que al llevar a cabo estas tareas es especialmente lento u observamos muchas sustituciones, inversiones y omisiones, deberemos prestar atención a cómo se desenvuelve el pequeño en tareas similares. Es por ejemplo un síntoma a tener en cuenta que el niño confunda algunas letras similares como la ‘d‘ y la ‘b‘ o la ‘q‘ y la ‘p‘, aunque es algo que también puede ser debido a un error que el pequeño comete al empezar a leer y a escribir. Lo aconsejable ante la duda siempre es acudir a un profesional que  nos pueda orientar y solucionar el problema.

Trabalenguas para niños | Libros y PDF

Trabalenguas cortos para niños en español pdf
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Los niños malos no existen

El bien y el mal: el lobo feroz no es malo

Los niños, y también los adultos, construimos nuestra visión del mundo sobre todo a partir de los cuentos. Pero también a partir de las películas, de la literatura, de los relatos míticos…
.
Siempre a partir de una idea fundamental: el bien y el mal. Las personas se dividen en dos:
    – las buenas
    – y las malas
.
La historia de la humanidad es una lucha
    – entre el bien
    – y el mal
.
Y eso no es del todo cierto, y se lo hemos de decir a nuestros hijos: «El lobo hace lo que puede. Igual que tú haces lo que puedes«. No existen los niños malos.

Los niños malos no existen

Cuando un niño actúa MAL, ¡tiene un motivo!

Es importante que nos demos cuenta |  Cuando un niño miente, por ejemplo (sabiendo él que está mintiendo, y sabiendo que mentir no está socialmente admitido), tiene un motivo para hacerlo. Seguramente piensa que, si no miente, será agredido. Piensa que si no miente le reñirán.

Tiene una intención positiva | ¿Sabe que está mintiendo y que eso está mal.?

¿Es mala persona por ello? | NO. No es mala persona. Simplemente hace algo que sabe que está prohibido, igual que los adultos hacemos a veces.

¡Que levante la mano quien no se haya saltado en alguna ocasión un semáforo rojo!, sabiendo que no se puede hacer. Ya sea yendo en coche o caminando. Es algo que está prohibido, pero hay algún motivo para saltarse la norma:

  • ahora no pasaba ningún coche,
  • hoy tengo prisa,
  • no me ve nadie,
  • me he distraído…

Los niños malos no existen

¡Si dejamos de etiquetarlos, los dejaremos SER! (ilustración de Joan Turu)

La gente que actúa mal lo hace sin querer | Tanto quien actúa mal como quien actúa bien, lo hacen pensando que es eso es lo mejor que podían hacer.

Si cualquiera de nosotros tuviera en la cabeza las ideas que tienen los miembros del Ku Klux Klan, seguramente actuaríamos como ellos. Es inevitable. Y además sería con el convencimiento de que se está obrando de manera correcta. La gente que está a favor de la pena de muerte, y los que están en contra, lo hacen por el bien de la humanidad.

No hay personas buenas y personas malas

Es lo que hemos de transmitir a los niños.

Lo que hay son personas que entienden más cosas y personas que entienden menos | Hay personas que tienen más sabiduría y personas que tienen menos.

Por lo tanto, esfuérzate en tener mucha sabiduría | Esto no quiere decir que no pongamos luz para explicarles que hay cosas que favorecerán el bienestar de los demás y cosas que no favorecerán ese bienestar común.

Los niños buscan pautas | Se les han de dar pautas para que puedan tener más sabiduría, para que puedan actuar con más inteligencia: «Cuando has actuado así, esta persona ha llorado, esto se ha roto, ha habido desarmonía. ¿Qué has aprendido de eso?».

«Pero tú no eres malo«Los niños malos no existen

 

Fuente: L’ofici d’educar de Catalunya Ràdio (5/04/16) | Ilustraciones: del cuento  Lo que no vio Caperucita Roja  de Mar Ferrero