Las mal llamadas «bebidas energéticas» o bebidas hipertónicas son, además de prescindibles y arriesgadas, superfluas. Empezaron a comercializarse en Europa en 1987. Son bebidas refrescantes y por tanto acuosas, su componente principal es agua. Tienen un nombre estimulante y atractivo que nos hace creer que aportan energía, en general se asocian a un mejor rendimiento físico e intelectual. Lo que las caracteriza y por lo que se promocionan es porque tienen un elevado contenido de cafeína, es el ingrediente común a todas las bebidas energéticas. Una lata de estas bebidas correspondería a 2, 3 ó 4 tazas de café.
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¿Qué son las bebidas energéticas o estimulantes?
Escribe Carlos Casabona, pediatra y autor del libro «Tú eliges lo que comes«: “Como el lenguaje es una herramienta poderosa, la industria alimentaria lo ha aprovechado para nombrar y describir a estos productos…”.
La industria alimentaria es la que ha decidido ponerles un nombre rimbombante, un nombre que haga pensar que el consumo de estos productos nos va a dar energía para poder hacer lo que queramos. Quizá sería más cercano a su realidad el llamarlas bebidas excitantes.
Por su nombre nos hacen creer que las bebidas energéticas aportan energía, pero de hecho no es así y son totalmente prescindibles para nuestro cuerpo. Las bebidas energéticas son bebidas estimulantes con un alto contenido en cafeína. Una lata equivaldría a dos, tres y hasta cuatro tazas de café. Las concentraciones varían mucho de unas a otras, el contenido varía entre 70mg y 400mg por lata.
La cafeína es un estimulante del sistema nervioso central, por eso se tiene la sensación de tener la cabeza más despierta cuando se toman estas bebidas. Lo que nos hacen a los adultos es ponernos nerviosos y quitarnos el sueño. Imaginemos qué efecto tendrá en un niño ―en un peso de 20/25 kg, que no son los 70/80 kg de un adulto― tomar tres tazas de café que puede contener una bebida de 500 ml tipo Red Bull (con el añadido del exceso de azúcar que contiene). Es algo que altera muchísimo todos los sistemas.
¿Qué dice la ley al respecto?
Para nuestra legislación las bebidas energéticas son refrescos, y como tales deben cumplir el Real Decreto 650/2011 por el que se aprueba la Reglamentación Técnico-Sanitaria de bebidas refrescantes.
La falta de regulación en torno a estas bebidas es algo que preocupa, ya que al no haber una definición que las defina más concretamente tampoco se especifica que ingredientes pueden contener ni en que combinaciones.
Evidentemente todos los ingredientes que podemos encontrar en las bebidas energéticas son legales y están autorizados para el consumo humano. Pero el cómo pueden afectarnos las concentraciones y cantidades de estos ingredientes que encontramos en cada uno de estos “refrescos” es algo que se desconoce.
Es más, algunas marcas presumen de ser las más potentes: bien sea por la cantidad de ingredientes “energéticos” que contienen en comparación con la competencia o por el tamaño de sus latas (doble cantidad, doble efecto). Se trata de que el subidón que provocan sea claramente perceptible para el consumidor.
¿Cómo actúa la cafeína?
Los productos estimulantes reducen la percepción del esfuerzo y mejoran la contracción muscular. La cafeína es el estimulante permitido más utilizado y está presente en cantidad de bebidas y alimentos en nuestro día a día.
Los efectos de tomar bebidas con cafeína son por todos conocidos (que no nos dejen sin ese primer café de la mañana…). Una vez ingerida es rápidamente absorbida, pero no notaremos sus efectos hasta pasados 40 ó 60 minutos y con una duración en sangre de tres/cuatro horas. En las mujeres tiene un efecto mayor, por lo tanto las cantidades deberán ser menores.
La cafeína puede tener efectos secundarios, ya que aumenta la temperatura corporal y la diuresis, si no se siguen unas correctas pautas de hidratación. Se explica muy bien su mecanismo de acción en este artículo.
Los otros componentes de las bebidas energéticas.
Taurina.
La taurina se añade a las bebidas energéticas por su supuesto efecto estimulante. Las latas contienen en torno a 40mg/100ml. El nombre de taurina deriva del latín taurus (que significa toro) porque fue aislada por primera vez de un toro, en concreto de la secreción biliar, en el año 1827 por los científicos alemanes Friedrich Tiedemann y Leopold Gmelin. Químicamente recibe el nombre de Ácido 2-amino-etano-sulfónico (NH2-CH2-CH2-SO3H) y aunque su estructura es muy similar a la de un aminoácido, no puede definirse como tal.
La taurina tiene funciones de osmorregulación, desarrollo neuronal y su carencia provoca problemas de retina. La mayoría de seres vivos son capaces de sintetizar taurina, con la excepción de los felinos ―incluidos los gatos― por lo que es necesario incluirla en su dieta.
La biosíntesis de la taurina en mamíferos suele producirse en el páncreas mediante una degradación oxidativa de la cisteína a taurina. La taurina utilizada como ingrediente en las bebidas energéticas se obtiene de forma artificial mediante síntesis química en laboratorio.
Hidratos de carbono.
Básicamente azúcares (sacarosa, glucosa, jarabe de glucosa, jarabe de fructosa) con un contenido entre 10g y 15g por cada 100ml. Por tanto una lata de bebida energética Burn de 500ml (con 15g azúcares/100ml) tiene 75g de azúcar (50 gramos más que la cantidad máxima recomendada por la OMS).
Es una cantidad de azúcar exagerada. Si nos fijamos en que por ejemplo la Coca-cola normal tiene 10,5g de azúcar/100ml, y en que ya son muy criticadas la Coca-cola y otras bebidas azucaradas por el alto contenido de azúcar que contienen, pues eso…
Son bebidas hipercalóricas y peligrosas para la salud. Algunas pueden llegar a tener más de 300 calorías por lata. Esta cantidad es extrema si se considera que, a día de hoy, la dieta de un adulto debe (aproximadamente) contar con entre 1.750 y 2.250 calorías por jornada para ser saludable.
Glucuronolactona.
La glucuronolactona es un ingrediente popular en bebidas energéticas. Es un hidrato de carbono que aparece en el cuerpo como resultado del metabolismo de la glucosa en el hígado. Se añade a las bebidas energéticas por un posible efecto desintoxicante no bien determinado.
Una leyenda urbana hizo que la glucuronolactona saltase a la fama. Se decía que durante la Guerra de Vietnam fue utilizada como droga por el Gobierno Federal de los Estados Unidos. El rumor también dice que se prohibió debido a varias muertes relacionadas con tumor cerebral. Aunque en el sitio web de la Administración de Alimentos y Medicamentos no se hace ninguna mención a esta sustancia en torno al riesgo potencial para tumores cerebrales u otras afecciones.
Vitaminas del grupo B.
Las vitaminas del grupo B son un complejo de 8 vitaminas hidrosolubles relacionadas con el metabolismo celular. Algunas bebidas energéticas tienen cantidades altísimas de estas vitaminas. Sin ir más lejos es el caso de la conocida Monster, una de las marcas de bebidas energéticas que se jacta de ser muy potente.
Se podría pensar que, si las vitaminas son necesarias para nuestro metabolismo, cuanta más cantidad mejor (o que si no es así, al menos malo no será).
Creer esto es un error peligroso. Altas dosis de vitaminas consumidas de forma habitual, como por ejemplo la Vitamina B3 (niacina) ―una lata de 500ml de Monster tiene 4mg, el 286% de la Ingesta Diaria Recomendada―, conducen a un alto riesgo de toxicidad por acumulación pudiendo producir daños hepáticos.
Otros ingredientes comunes en las bebidas estimulantes.
Ginkgo biloba: Creado a partir de semillas del árbol de gingko biloba, se ha demostrado que mejora la memoria. Se añade a las bebidas por la capacidad que tiene para potenciar el estado de alerta).
Guaraná: Estimulante que se cultiva en Brasil y Venezuela el cual contiene altos niveles de cafeína, teobromina y teofilina, todas con actividad estimulante.
Ginseng: planta muy conocida y utilizada en la medicina tradicional china. Se le atribuye una mejora de la resistencia física y que ayuda a aumentar los niveles de energía.
Carnitina: aminoácido que ayuda a metabolizar los ácidos grasos.
¿Qué peligro tiene el consumo de bebidas energéticas?
Las bebidas energéticas no contienen alcohol y son refrescantes. Desgraciadamente el problema que han generado es, no tanto por ellas mismas ―aunque un abuso de cafeína no es bueno en absoluto―, sino porque se consumen con alcohol, y sobre todo con la falsa idea de que contrarrestan o compensan los efectos del alcohol.
Sí que es verdad que la cafeína, y por tanto una bebida energética, puede antagonizar un poco los efectos de enturbiar la mente y de no estar tan despierto. Uno puede haber consumido más alcohol de la cuenta ―cosa que nunca es recomendable―, puede tomar bebidas energéticas o café y sentirse en condiciones de estudiar o de escribir una novela.
Pero lo que es muy importante y un peligro grave es que, lo que la cafeína no contrarresta en absoluto son los efectos del alcohol sobre lo que llamamos la coordinación motora ―la capacidad física de responder a una maniobra más o menos brusca o rápida, o simplemente de coordinar movimientos―. Y no es solo que no compense los efectos del alcohol, sino que da a la persona una falsa sensación de estar bien cuando en realidad no lo está. La cafeína sólo reduce la percepción subjetiva que la persona tiene de su estado: la descoordinación motora, el tiempo de reacción (los reflejos) y la cantidad de alcohol en aire espirado son los mismos. El consumidor no nota la borrachera pero sus efectos se mantienen.
¿Pueden niños y adolescentes tomar bebidas energéticas?
Aquí hay una cierta discusión ya que hay quien dice que un niño o una niña de unos 10 años podrían llegar a tolerar unos 80 miligramos de cafeína al día. Pero siempre es mejor que los niños no consuman estas bebidas porque es mucha la cafeína que contienen para ellos. En los niños las bebidas energéticas pueden ocasionar efectos perjudiciales.
En el caso de los adolescentes, si las consumen ha de ser de forma muy moderada. Es aconsejable que no las consuman habitualmente, y que cuando lo hagan no tomen más de una lata al día y nunca en combinación con alcohol.
Los principales perjuicios que puede ocasionar las bebidas energéticas en los niños, según detallaron tanto un estudio publicado en marzo de 2011 en la revista Pediatrics, como un editorial aparecido un año antes en la revista oficial de la Asociación Médica de Canadá son:
― Menor sensación de bienestar, trastornos del estado de ánimo, baja autoestima e incluso depresión.
― Peor rendimiento escolar.
― Mala calidad del sueño.
― Exacerbación del asma.
― Obesidad infantil.
― Aumentos de la tensión arterial.
― Incrementos indeseables de la glucemia (relacionados con el riesgo de diabetes).
― Interacciones con medicamentos que tome el niño.
― Problemas dentales y óseos.
― Pueden agravar afecciones cardíacas preexistentes.
¿Qué son las bebidas isotónicas? ¿En qué se diferencian de las bebidas energéticas?
Las bebidas isotónicas, a diferencia de las energéticas, no contienen cafeína y por tanto no son estimulantes. Se toman para compensar el agua y las sales minerales que se pierden con el sudor cuando se realiza ejercicio físico intenso.
Cuando hacemos ejercicio en un ambiente de calor y sudamos mucho eso se ha de compensar. Es muy importante mantener una buena hidratación tomando bebidas adecuadas para hidratar el cuerpo.
Qué es hidratación. Hidratación en el deporte y actividad física.
Para movernos necesitamos agua. Antes de nacer, cuando estamos en el vientre materno, estamos rodeados de líquido amniótico que protege al embrión y le permite moverse. La hidratación forma parte de la vida.
Hidratar el cuerpo permite tener un buen comportamiento neuronal, lo que facilita la toma de decisiones en situaciones críticas. Incluso en la NASA existe una unidad que estudia la tecnología de los alimentos, qué comer y qué beber para superar los posibles problemas físicos o psicológicos que pueden surgir en los largos viajes espaciales. Mucha de la investigación que se realiza en astronautas luego se aplica a la población general.
Hidratación y deporte van de la mano, la hidratación para los deportistas es esencial. Por lo tanto si se practica deporte hay que beber siempre, no tenemos ningún mecanismo fisiológico que nos permita adaptarnos a la deshidratación.
Se estima que perdemos una media de 2,6 litros diarios de agua, y esta pérdida se incrementa cuando hacemos deporte. Por eso es importantísimo hidratarse bien cuando hacemos ejercicio físico. Tenemos que empezar el ejercicio bien hidratados, y durante el mismo beber entre 200-300 ml cada 20 minutos.
¿Necesitan la misma cantidad de líquido hombres y mujeres?
Los hombres tienen un porcentaje mayor de agua en el organismo que las mujeres. En el hombre adulto puede ser alrededor del 60% el porcentaje de agua del cuerpo y en las mujeres el 50%, porque las mujeres tenemos proporcionalmente más grasa.
Al realizar actividad física hay menos diferencia en la necesidad de hidratación entre hombres y mujeres, porque en realidad depende de la tasa de sudoración del individuo. Hay muchos factores que influyen en cuánto sudamos al hacer ejercicio físico, y aunque hay diferencias entre hombres y mujeres aquí las variaciones son menores. Lo que hay que beber durante el ejercicio es, más o menos, el 80% de lo que se pierde por sudor.
La hidratación y el deporte es un área de investigación que se lleva realizando desde hace más de 35 años, y hay varios grupos de trabajo que estudian esta materia. Mucha de la investigación que se realiza en deportistas luego también se puede extrapolar a la población general.
Cada vez se pone más el foco en la salud del deportista, en que el deportista pueda rendir más y mejor pero siempre preservando su salud.
¿Cada cuanto hay que beber cuando realizamos ejercicio físico?
Hay que beber pocas cantidades y constantemente. En el mundo del fútbol por ejemplo es complicado porque no hay tantos parones, pero en el mundo del baloncesto o del tenis es mucho más frecuente.
¿Qué consecuencias tiene la deshidratación?
La deshidratación puede provocar problemas gravísimos. En cuanto se llega a un 4% nada más de pérdida de líquido se pueden empezar a tener problemas musculares, calambres, contracturas, incluso podría dar lugar a un colapso circulatorio. Pero sin llegar a ese extremo se puede dar que la persona empiece a tener alucinaciones y pérdida de la consciencia completa.
Para evitar la deshidratación el agua es la mejor bebida, pero las bebidas isotónicas para los deportistas están especialmente indicadas porque además del agua aportan glucosa, iones, electrolitos y minerales muy necesarios. Por lo que al hacer ejercicio es recomendable tomar agua pero también bebidas isotónicas.
Bebidas hidratantes para deportistas. Receta de una bebida isotónica natural.
En casa podemos prepararnos una bebida isotónica natural. Esta es una receta fácil para hacer una bebida isotónica de reposición, que vendría a ser algo similar al conocido Aquarius.
Ingredientes:
― Un litro de agua.
― El zumo de ½ limón. La función del limón e aportar algo de potasio y dar un poco de gusto ácido para refrescar.
― Unos 80 gramos de azúcar (unas 8 cucharadas soperas).
― Unos 2 gramos de sal (como media cucharadita de café). ¿Por qué añadimos sal? Uno de los componentes de la sal es el sodio. El sodio es una sal mineral que perdemos por la sudoración. En días de calor o con la actividad deportiva, cuando la sudoración aumenta, la pérdida de sodio es importante.
Echamos los ingredientes en una jarra y removemos. Este preparado lo podemos dejar en la nevera.
Fuente: Familia i escola de gencat.cat / Temps d’aventura de TV3 (30/09/2017) /
Gente despierta de RNE (6/10/2017) / I+ de RTVE (12/02/2013)
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