Música para mamá

Música para mamá

Pocos vínculos pueden ser tan intensos y complejos a la vez, quizás por eso la relación materno-filial ha inspirado tantísimas canciones.
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Aquí encontrarás una pequeña muestra. Canciones que hijos e hijas han compuesto para sus madres, y otras que madres y padres han compuesto para sus hijos. Música para mamá, para que la disfrutéis en el Día de la madre o en cualquier momento.

Para una mujer ser madre significa cambiar su vida, su tiempo y su forma de pensar por sus hijos; significa dar todo su corazón y sus fuerzas cada día para sacar a sus hijos adelante y enseñarles a vivir; tener una razón de ser para el resto de su vida y sentimientos encontrados al ver cómo los hijos crecen, sintiendo satisfacción y nostalgia al verlos crecer, ¡el tiempo pasa tan deprisa!

Si hay un amor que podamos llamar verdadero es el amor sincero de una madre. Ser madre significa nunca más estar sola en el pensamiento, pues una madre siempre piensa doble: por sus hijos y por ella. A su vez cada hijo lleva consigo a su madre. Es un vínculo eterno del que nunca nos podemos desligar. Música para mamá

‘El vals de Kairo’, de Ara Malikian

Ara Malikian interpreta la pieza que compuso para su primer hijo, la describe como “una paranoia suya”, una preciosidad con un ritmo desconcertante que recuerda a muchas obras de violín, desde Beethoven a las bandas sonoras de Chaplin.

‘Mi pequeño tesoro’, de Presuntos Implicados

Soledad Giménez, ex vocalista de Presuntos Implicados, compuso Mi pequeño tesoro en 1994, cuando nació su primer hijo.

Es una canción llena de ternura, que habla del embarazo y de los primeros momentos del bebé, con amor y mucha ilusión.

‘Te voy a decir una cosa’, de Amaia Montero

Amaia le dedica esta canción a su madre, que le ayudó en su carrera musical. Además le describe y le cuenta todos los momentos que vivieron juntas.

En el videoclip, del año 2009, vemos a Amaia en Rascafría, Madrid, cantando la canción en tres escenas diferentes. Las imágenes de Amaia cantando se alternan con imágenes que representan la evolución de la relación materno-filial.

Al final del vídeo sale la madre de Amaia Montero, Pilar Saldías. Música para mamá

‘Niña de agua’, de Ana Belén

La canción que interpreta Ana Belén está compuesta por su marido, Víctor Manuel, y dedicada a la hija de ambos, Marina.

Es del año 1986 y es una canción encantadora.

‘Alba’, de Antonio Flores

El cantautor dedicó esta canción a su hija Alba. Este tema está incluido en el disco Cosas mías, publicado cuando la pequeña Alba tenía 8 años.

Antonio recuerda en la canción que el nacimiento de su hija le hizo “el hombre más feliz”.

‘Esos locos bajitos’, de Joan Manel Serrat

Un clásico. Joan Manel Serrat compuso esta canción inspirado por el humorista Gila, que llamaba a los niños “locos bajitos”.

Una canción preciosa, llena de mensajes en favor de los niños y en contra de todo lo que suponga cortar su espontaneidad, dirigir sus vidas o proyectarles nuestras frustraciones.

Esos locos bajitos recorre el proceso de un niño desde que nace.

‘Más que a mi vida’, de Bebe

Canción que la artista dedica a su hija Candela, pero también a todos los niños y niñas. Está incluida dentro del álbum Cambio de piel, publicado en 2015.

Dice Bebe que ser madre “cambia las prioridades, no hay tiempo para regodearse mucho en los problemas”. Una canción lindísima, con un ritmo alegre y llenita de amor.

‘Tan poquita cosa’, de Pasión Vega

Pasión Vega habla del enorme amor y la locura que provoca la llegada de un bebé a nuestras vidas.

Decía en una entrevista: “Aunque he tenido un embarazo y un parto muy bueno pasas miedo e inseguridad. Ser madre es precioso pero es difícil, tu vida cambia, ya no eres tú, eres tú y ella. Pero es lo más bonito que me ha podido pasar”.

‘The one thing’, de Shakira

Una canción no demasiado conocida que Shakira dedica a su hijo Milan.

Un tema con una música muy animada en el que subraya cómo nuestros hijos pueden llenar nuestra vida de luz. Música para mamá

‘Little Star’, de Madonna

La reina del pop dedicó a su hija Lourdes María esta canción, en la que canta con mucha ternura invitándola a soñar, a no olvidar quién es y a volar muy alto, y le recuerda la felicidad que le produjo su nacimiento.

Madonna acostumbra a publicar en su Instagram numerosas fotos con su hija, que ahora ya tiene 20 años.

‘Nada mejor’, de Rosario Flores

Rosario canta esta canción con ritmo flamenco que se publicó en 1999, tres años después del nacimiento de su hija Lola.

La pequeña nació un año después de la muerte de su madre, Lola Flores, y de su hermano Antonio.

‘Capricho de mujer’, de Niña Pastori

En 2009 Niña Pastori dedicó todo su álbum Esperando verte, compuesto por ella misma y su marido, Julio Jiménez Borja, a la dulce espera de su hija Pastora.

Con un tono flamenco desenfadado en Capricho de mujer la artista canta a su hija que está por llegar.

Música para mamá

Escucha activa. Comunicación eficaz y efectiva

Puede que cuando nos hablan de escucha activa pensemos que es algo inherente al ser humano, algo fácil de conseguir. Pero en realidad escuchar activamente no es una tarea sencilla.

Este tipo de escucha requiere un esfuerzo por nuestra parte, tanto de nuestras capacidades cognitivas como de las empáticas. Consiste en escuchar o en percibir no sólo lo que la otra persona está expresando directamente sino también los sentimientos, ideas o pensamientos que subyacen a lo que se está intentando expresar. Y para eso hay que tener el oído educado, preparado para escuchar cosas que normalmente no escucharíamos.

La escucha activa es una habilidad que no todo el mundo tiene, probablemente porque nadie les haya enseñado, y es clave para que la comunicación sea completa y eficiente.

La conversación y la comprensión

Ilustración de Janice Nadeau

¿Qué es escuchar? Escucha activa, escucha pasiva y escucha selectiva

La escucha activa es la forma de escuchar más completa que existe, y además es la que nos da mejores resultados. Escuchar activamente quiere decir implicar no sólo la mente ―es decir, entender el mensaje que te están enviando― sino que también físicamente te tienes que implicar ―mostrarlo con lenguaje corporal, con movimientos, con la mirada, con la sonrisa―, hay que demostrar físicamente que estamos escuchando.

Si hablamos de escucha activa tenemos que hablar también de una escucha pasiva. Es el caso de cuando quizás una persona está escuchando pero no lo parece, cuando parece que le entra por una oreja y le sale por la otra.

También existe la escucha selectiva, una forma de escucha que no es recomendable en la que sólo escucho lo que me interesa o lo que me conviene o sólo cuando hablan de mí.

¿Por qué importa aprender a escuchar a los demás para comunicarnos mejor?

Para comunicarnos mejor hay una regla de oro que  mil veces hemos oído: trata a los demás como te gustaría que te trataran a ti, es así de simple.

Lo hemos oído muchas veces pero es que es la verdad. ¿Qué implica esto? Si hiciéramos una lista de las habilidades necesarias para la comunicación con los demás podría ser la siguiente:

Escucha activa. Comunicación eficaz y efectiva

Sonríe. Es muy importante. Tú ves una cara rancia… Sonríe, pon cara fácil, hay gente que nace con cara fácil y gente que no, habrá que esforzarse. Hay gente que ha nacido con cara mustia, pues hay que hacer un esfuerzo y sonreír. Nos gusta ver a personas agradables, personas que sonrían, nos gusta mucho.
Sé honesto. Porque al final transmites la persona que eres, y en la comunicación con los demás ayuda.
Agradece. Sé una persona agradecida.
Valora a los demás. Sé una persona que valora a las demás.
Sé una persona que no tenga prejuicios.
Sé una persona tolerante con la opinión de los demás. No todos tenemos que estar de acuerdo, hay gente que no es nada tolerante.
Escucha. Sé una persona que escucha. Es quizás el aspecto más importante y el que más nos cuesta. A las personas nos encanta que nos escuchen, pero ¿por qué nos encanta que nos escuchen? Pues porque cuando nos escuchan nos sentimos importantes, sube nuestra autoestima y nos sentimos comprendidos y valorados que es lo que queremos todos. Y la verdad es que nos cuesta mucho escuchar.

En la comunicación con los demás no es lo que yo digo, es mucho más importante que la otra persona se sienta escuchada y comprendida. ¿Cuántas veces te ha pasado que tienes un problemón y vas a ver a un amigo o a una amiga, le sueltas tu problema y te sientes escuchado?, a lo mejor no te ha dicho nada pero le das las gracias por escuchar, porque lo necesitabas.

No nos gusta que nos corten, no nos gusta que nos interrumpan, no nos gusta que nos suelten el rollo… nos gusta que nos escuchen.

¿Tú quieres llevarte bien con alguien? Escucha. Pero es un esfuerzo enorme, porque escuchar implica ser generoso, implica no pensar en mí sino pensar en ti.

Si quieres comunicarte mejor con los demás no se trata de un tema de que vocalices mejor o peor, es un tema de que transmitas honestidad, que transmitas integridad, que seas amable, que seas agradable, que sonrías, que no tengas prejuicios, que seas tolerante y que escuches.

¿Qué beneficios aporta la escucha activa?

Todos deberíamos ser mejores escuchadores. Normalmente hablamos demasiado y escuchamos poco y mal, y la escucha activa realmente no es sólo una cuestión práctica ―no es sólo una forma de enterarnos bien de lo que nos están diciendo― sino que la escucha activa es una forma de seducir, porque con esta escucha atenta estamos diciéndole a la otra persona que nos interesa no sólo el mensaje sino también el cómo es ella y lo que es ella. Nos interesa la persona. Por lo tanto, todos los gestos de impaciencia, de desdén o de desinterés deberíamos eliminarlos de una conversación.

Cuando estamos escuchando estamos dando valor a la persona que tenemos delante. Estamos dando valor a sus palabras, a sus sentimientos y a todo lo que nos cuenta. Cuando nosotros estamos hablando muchas veces es para hablar de nosotros mismos, o para regañar, o para dar consejos a otra persona.

Y es cierto que siempre podemos ayudar a esa persona hablando, pero muchas veces en una conversación lo que estamos haciendo al hablar es centrar todo el interés en nosotros mismos. Esa es la peor forma de llegar a conectar con alguien y es la forma menos exitosa para seducir.

Se seduce mucho más escuchando que hablando. Es una cuestión de práctica, porque la tendencia siempre es a hablar y a ser el centro de atención.

El arte de saber escuchar a los demás para saber conversar

La escucha activa es la regla de oro del buen conversador. En una buena conversación se impone en primer lugar la capacidad de escuchar la pregunta, la intervención del otro, su pensamiento… y por tanto la necesidad de darle tiempo, de ofrecerle tiempo, de regalarle el tiempo para que se pueda expresar. Lo que ocurre muy frecuentemente es que ni siquiera le damos a nuestro interlocutor el tiempo para que pueda expresar su idea, su sentimiento, su problema, su intervención, su curiosidad.

La conversación requiere verdaderamente esta capacidad de donación, de donar al otro tiempo para que se exprese y tratarlo como un interlocutor válido, como alguien del que puedo aprender.

¿Qué es la comunicación? ¿Hablando se entiende la gente? El arte de conversar

Iría bien que partiéramos de una presuposición: hablando la gente no se entiende. El hecho de construir cada uno nuestra propia visión de la realidad ―el hecho de que tengamos mapas propios a través de los que observamos cómo es la vida y cómo son los demás, lo que llamamos nuestras creencias― acaba filtrando nuestra manera de ver el mundo. Y nuestra manera de ver el mundo está vinculada a nuestros recuerdos, a las imágenes que tenemos en nuestra mente sobre las cosas, a lo que hemos asociado… y lo que yo he construido en mi mente y en mi mapa no tiene nada que ver con el tuyo, aunque podamos tener cosas en común.

Soy yo mismo con mi mecanismo. Y ese mecanismo que es la mente lo llenamos continuamente de infinidad de experiencias, de infinidad de creencias que son las que luego compartimos con los demás. Pero, ¿qué ocurre?, que si yo no sé entender que cada uno tiene su propio mapa, y que por tanto será diferente al mío, parto de un hecho que es creer que lo que yo veo es la realidad y que lo que tú ves no es la realidad, que tú estás equivocado porque no estás viendo lo que veo yo. A partir de esa dificultad, que es que hablando no nos entendemos, tenemos que hacer un pequeño esfuerzo para entendernos.

Para podernos entender necesitamos ese espacio para que podamos escuchar como el otro ha construido esa realidad. Que además es una curiosidad y es lo bonito de una conversación. Lo curioso es ver qué me dice el otro, ver qué ha construido y qué cosas dice que yo no he visto.

Porque si yo conversara simplemente con un clon ―alguien que tuviera el mismo mapa, los mismos conceptos, las mismas categorías, las mismas creencias― es que no tendría ni sentido conversar, sería completamente estéril porque ya sabría de antemano lo que piensa.

Sin embargo la riqueza de la conversación es cuando uno se encuentra con la alteridad, otro ser humano con otras creencias y otras opciones, y es capaz de establecer ese vínculo con otro y darle a conocer eso que yo tengo adentro. Es un ejercicio que enriquece a ambos porque yo ensancho mi mente y el otro también, en la medida que es receptor de mis intervenciones, amplia su mundo y se hace más  cosmopolita.

Comunicación no verbal. Los gestos de la escucha activa. Cómo sé si me están escuchando realmente

¿Tienes dudas respecto al grado de atención que te prestan cuando hablas? En la escucha activa tiene una importancia fundamental el lenguaje no verbal. Según algunas teorías en una conversación hasta el 95% de la información que se transmite es a través de la comunicación no verbal, así que lo que decimos con palabras tan solo representa un 5%.

Los gestos y las actitudes dicen mucho de nosotros mismos.  Se dice que si tenemos dos orejas y una boca es para escuchar el doble de lo que hablamos. Si cumpliéramos esta recomendación nuestras conversaciones serían mucho más agradables y aumentaría el nivel de comunicación entre todos nosotros.

En una conversación, para que sea efectiva, hay que escuchar y escuchar bien y además mostrar que estás escuchando. Puede ser que alguien esté de verdad atento pero que no dé señales. Si yo mientras me hablas estoy haciendo con las manos otra cosa a lo mejor me llega la información, pero no estoy dando quizás suficientes muestras de escucha activa. No es sólo importante escuchar sino también mostrarlo, para que la conversación sea fluida y funcione. Y, como cuando escuchamos no estamos hablando, son casi todas señales no verbales.

Es curioso porque así como algunas razas de perro levantan la oreja para escuchar, y entonces se les nota que están escuchando, las personas precisamente es una de las partes del cuerpo que tenemos más rígidas y que no podemos mover. En cambio mostramos la escucha atenta a través del movimiento de otras partes del cuerpo, a través del lenguaje corporal.

El gesto más representativo y más evidente de la escucha activa es la mirada. La prueba está en que cuando alguien está mirando un ordenador, o jugando con su Smartphone, o leyendo el periódico o tiene unas gafas de sol puestas pues parece que no nos escucha. Nos molesta hablar a alguien que está distraído. Por tanto la mirada es la señal más evidente de la escucha activa.

Mantener el contacto visual es fundamental, aunque tampoco se trata de que tengamos que estar mirando permanentemente. También hay algunos movimientos oculares como por ejemplo cuando estamos pensando o reflexionando y bajamos la mirada. No es un contacto visual al cien por cien, pero sí tenemos que ir manteniendo ese contacto. Es una especie de baile de miradas entre la persona que habla y la persona que escucha, y cuando se cambia el turno de palabra seguimos también así. La mirada de hecho regula también las intervenciones.

El parpadeo, si por ejemplo es muy rápido, puede ser una señal de impaciencia y es algo que deberíamos tener en cuenta. Pero si no parpadeo y me quedo mirándote fijamente ―como hipnotizado― entonces es que no te estoy escuchando, porque estoy como embobado. Estar con los ojos abiertos permanentemente no quiere decir escuchar, porque a través de la mirada también estamos indicando que nos interesa el tema. El parpadeo es una especie de clic para retener la información, todo lo que estamos viendo y lo que estamos escuchando. Por lo tanto un parpadeo lento y pausado indica atención.

Otro signo que indica que estamos escuchando es el gesto afirmativo con la cabeza, que no quiere decir necesariamente que estemos de acuerdo sino que puede indicar simplemente que vamos siguiendo la argumentación o que estamos escuchando. También podemos hacer con la cabeza el gesto de decir que no, y tampoco quiere decir que estemos negando sino que quizás por empatía ―porque tú me estás diciendo algo negativo― yo también lo refuerzo, te estoy imitando. O el gesto de ladear la cabeza es también una señal de atención, es un gesto de amabilidad, de cordialidad y de estar dispuesto a escuchar.

En la escucha activa el rostro es también muy importante porque a través del rostro estamos empatizando con los demás, no se trata sólo de entender el mensaje hablado con las palabras sino también de compartir emociones. Si mi vecina me está explicando la grave enfermedad que tiene su marido y realmente está preocupada, yo también con mi rostro expresaré esta preocupación o esta tristeza. Si mi hijo me explica con entusiasmo una excursión que ha hecho en el cole y está muy contento, pues yo abriré mucho los ojos y le acompañaré con la cabeza animándole a seguir explicando, e incluso quizás haré gestos con las manos diciendo “pues muy bien”.

Todo el cuerpo interviene en esta escucha activa, incluso los pies. Los pies pueden indicar atención o ganas de marcharte. Pueden indicar también impaciencia y nerviosismo, que es algo que no favorece la conversación. Unos pies que van bailando o una pierna que está bailando, o la forma de sentarte hacia adelante ―en el extremo de la silla― a punto para salir, no son señales de escucha activa. Puede darse el caso de que te pongas en el borde de la silla para acercarte más a  la otra persona que te está hablando, en este caso sería positivo, sería una actitud corporal de ir hacia la persona que nos está hablando y por lo tanto de interés.

Las manos y los brazos también hablan, pueden indicar cierre hacia la conversación o abertura. Si yo estoy con las manos en los bolsillos, quizás no estoy expresando mucho interés en lo que me estás diciendo. Si estamos sentados hablando por ejemplo en una cafetería, entonces las manos encima de la mesa ―relajadas, abiertas, tranquilas, sin juguetear, sin tocarnos, sin esconderlas― son señal de escucha. Estar con el móvil, con el bolígrafo… es una señal de impaciencia y por lo tanto no es una señal de estar muy atento a lo que te dice la otra persona.

Sobre el tema de cruzar los brazos, si estamos conversando y el turno de palabra es bastante rápido en el cambio es mejor tener los brazos abiertos porque también vamos a gesticular.

Los gestos y señales no los emite sólo el que escucha. También la persona que está hablando tiene que escuchar al otro ―escuchar en el sentido más amplio, porque la persona que tenemos delante está callada pero en cambio está emitiendo también señales no verbales―. El que habla está viendo a la otra persona y está viendo si le escucha o no, si está cansado, si está impaciente, si le gusta o no lo que dice, y por lo tanto tiene que recibir estas señales y podrá adaptarse a la situación o a la respuesta de su interlocutor.

¿Qué es el diálogo? Atrapados en las palabras

Deberíamos hablar desde el adentro para entendernos. A veces, cuando discutimos, cuando dialogamos ―que a veces es más dialéctica que no dialógica―, lo que en realidad estamos haciendo es un ejercicio mental: a ver quién tiene más razón, a ver quién es mejor espadachín en el arte de la retórica. En cambio al hablar desde el adentro ―hablar de lo que me sucede interiormente―, ahí yo necesito mi propia pausa para poderlo contar porque tengo que estar en conexión con eso. Y el que escucha justamente es receptor no sólo de las palabras sino que capta ese adentro, el matiz, el tono, el clima… la emoción que se esconde detrás de esas palabras a través del tono de la voz.

Por eso es necesario dejar espacio, porque yo tengo que poderme permitir no sólo que el otro esté en contacto con su adentro sino yo también recibirlo más allá de las palabras. En cambio, cuando quedamos atrapados justamente en las palabras es cuando menos nos vamos a entender, porque ahí cada uno va a encontrar un matiz diferente a la palabra.

Se trata de comunicar y acompañar, cuando yo estoy comunicando a la vez estoy acompañando en ese adentro del otro. Quizás la otra persona está en un momento de conflicto o de duda, o en un momento en que expresa su ansiedad o temor ante cosas de la vida. En ese momento, ¿yo qué voy a hacer? ¿Decirle “No, no, Lo que tú tienes que hacer es esto y lo otro… Porque tú te complicas la vida… Porque tú tienes que entender…”? Eso no sería lo correcto porque estaríamos queriendo que el otro entienda lo que nosotros entendemos, pero eso no es acompañar.

El placer de conversar. ¿Deberíamos preparar mejor nuestras conversaciones?

Lo que sí tendríamos que tener es una predisposición, porque si uno entra en una conversación con un montón de prejuicios, adiós conversación. “Con esta no voy a hablar porque es mujer”, “con este no voy a hablar porque es negro”, “con este no voy a hablar porque es gitano”… la conversación se trunca.

Es fundamental entrar liberado de prejuicios, y eso supone un ejercicio interior enorme. Significa que tienes que reconocer que prejuicios hay que funcionan como muros o como una especie de paredes y que te enjaulan en tu propio mundo, y que hacen que al final solo puedes conversar con quienes son como tú y por tanto la conversación se empobrece, porque te acabarán diciendo lo que ya esperabas que dijeran. No hay alteridad, no hay apertura al otro.

Por tanto sí que requerimos una especie de preparación para esa conversación, además de tiempo y capacidad de diálogo ―no de dialéctica, porque muchas veces lo que se convierte es en una lucha para ver quién tiene razón, y eso no es el espíritu de la conversación. Eso es el espíritu quizás de ganar un partido o de ganar unos comicios electorales―. La conversación es un placer, y además es un placer gratuito. Un placer que parte de la palabra compartida que fluye de uno a otro, y uno va abriendo y ensanchando su mundo gracias a esa palabra que corre de un interlocutor a otro.

A veces cuando el otro está hablando lo que estamos haciendo es pensar en lo que le vamos a decir a continuación. Ahí está la dialéctica: tu tesis mi antítesis, y tenemos que llegar a una síntesis. Pero eso es lo que no hacemos, nos quedamos sólo en la antítesis. Yo estoy en mi teoría y tú estás en la tuya y no salimos de ahí. O sea que ni tan siquiera somos expertos en dialéctica, porque si lográramos una síntesis de lo que los dos estamos diciendo sería fantástico, pero resulta que no es así.

Cuando tenemos una conversación con el otro nos exige estar presentes, y estar presentes no es estar en la cabeza ni estar en los discursos ―no es estar en qué te voy a contar, qué te voy a responder, qué te voy a decir― porque entonces entramos en la mera dialéctica. Estar presente es ese espacio que yo hago conmigo mismo y estar presente contigo, y esa donación de estar presente desde el corazón es la mejor de todas.

Oír y escuchar. Entender y comprender

La palabra oír no es sinónimo de escuchar, aunque en ocasiones así se considere son palabras que se refieren a cosas diferentes ¿Se puede oír a una persona pero no escucharla? ¿Nunca te pasó que estando en clase oías lo que la profesora hablaba pero no escuchabas nada de lo que decía? La diferencia entre oír y escuchar está en la intención. Escuchar es algo que se hace intencionadamente, mientras que oír es algo que sucede independientemente de nuestra voluntad. Por eso podemos oír sin querer, en cambio es imposible escuchar sin querer porque dentro del concepto de escuchar está la idea de intencionalidad.

También hay diferencia entre entender y comprender. Uno puede entender las palabras del otro ―entiendes inglés, entiendes francés, entiendes lo que te está diciendo―, pero cuando hablamos de comprender hablamos de que tienes la capacidad no sólo de entender la palabra sino por qué tu interlocutor está diciendo eso que dice; qué tipo de experiencia, de sentimiento o de resentimiento hay en el adentro de esa persona que emerge esa palabra o ese insulto o esa crítica o esa ironía o ese sarcasmo. La comprensión es una captación de la persona en su totalidad, y es lo que permite verdaderamente meterse en la piel del otro.

Cuando sube el tono de las conversaciones. ¿Miedo a morir?

Es importante qué se dice y cómo se dice. Uno tiene que darse cuenta de que cuando ya está entrando en una tonalidad elevada y empieza a airarse, significa que está empezando a tener la sensación de que el otro le está ganando la partida.

El escritor alemán Eckhart Tolle hace un comentario muy curioso cuando escribe el famoso tratado “El poder del ahora”: las personas que se aíran tanto y que tienen que mantener la razón y se ponen histéricos, tienen miedo a morir. Y lo cuenta diciendo que tienen miedo a morir porque están agarrados a esa idea que defienden porque no tienen otra, y si les quitan esa idea los dejan vacíos. Y la sensación de que me quitan algo a lo que yo estoy agarrado me deja en pleno vacío, que es como morir. Es esa sensación de decir: “cuando me agarro tanto es que estoy atacado por el ego”. Tendríamos que darnos cuenta todos de la necesidad de desprendernos en algún momento de ese ego o tal vez de reconocerlo: “oye, disculpa que tengo un ataque de ego. He querido mantener mis razones de una manera totalmente idiota”.

Escucha activa. Comunicación eficaz y efectiva. Eckhart Tolle, escritor alemán residente en Canadá reconocido por títulos como "El poder del ahora" y "Una nueva tierra".

Eckhart Tolle, escritor alemán residente en Canadá reconocido por títulos como «El poder del ahora» y «Una nueva tierra».

Además en la conversación lo que se pone de manifiesto es nuestra vulnerabilidad. Uno conversa y se da cuenta de que el otro genera unos argumentos, unas tesis, que plantea unas situaciones que uno no había vislumbrado. Y eso tiene dos opciones, una que es encerrarse en la propia postura e hincharse o por el contrario decir: “pues es verdad, esto que ahora estás planteando yo no lo había visto”.

Por eso una de las características, condiciones o requisitos de una buena conversación es la humildad de ambos interlocutores: la capacidad de reconocer que el otro puede tener razón y yo estar equivocado. Y eso es algo muy extraño en las conversaciones políticas, económicas y sociales que habitualmente observamos, porque se leen más en términos de conflicto y de lucha, ganador y perdedor. Y quien reconoce que el otro tiene razón parece que haya perdido, y sin embargo eso nos ocurre muchas veces: el otro ha mostrado una expresión que yo no había visto.

Cuando estamos sometidos a ese agarre, a nuestros argumentos, es como estar agarrados a nuestra identidad: «porque yo creo eso, porque yo veo eso, porque yo me doy cuenta de eso, porque yo defiendo eso…». No estoy defendiendo unos argumentos sino que me estoy defendiendo a mí y por eso me crezco y se me hinchan las venas, porque en realidad no estoy defendiendo ya un argumento sino que estoy defendiéndome yo. Con lo cual significa ―psicológicamente hablando― que me siento cuestionado, y cuando me siento cuestionado es cuando saltan todas las alarmas.

Qué hacer ante esas personas que suben de tono con facilidad

Ante todo tenemos siempre que reconocer la parte de verdad que hay en el otro. El otro se aíra y se pone nervioso especialmente si hacemos esa enmienda a la totalidad: “es que estás completamente equivocado. No ves nada de luz. Estás en la oscuridad”. Pero si tú reconoces esa parte de verdad que hay en su discurso, que muchas veces la hay, entonces eso le va a apaciguar; otra cosa es reconocer que su mirada sea la mirada que contempla absolutamente la realidad. Reconocer esa parte de verdad ayuda al otro porque le reconoces una capacidad de interlocución válida y de mirada desde un prisma que aporta cierta verdad. El drama es cuando uno cae en la visión maniquea: “yo tengo toda la razón, el otro está completamente equivocado”, eso al otro le desarma y por otro lado le anula y le ningunea.

Temas de conversación. El contexto en la comunicación

Hay temas de conversación que son más problemáticos que otros. Si estamos en una cena familiar celebrando los 25 o 50 años de casados, no vayas a sacar ese tema de la herencia que sabes que es, en medio de la mesa, pura dinamita.

Trata de buscar esos temas interesantes para hablar que unen a los comensales y que permiten una conversación fluida, y deja los temas problemáticos para otra circunstancia. No se trata de posponerlos indefinidamente, pero siempre hay un lugar oportuno y un tiempo oportuno para hablar de ese tema peliagudo. Es algo que nos habla mucho de la importancia que tienen los contextos en la comunicación, las conversaciones  no son simples nubes en las que compartimos… no, las conversaciones se tienen en algún lugar. Y hay lugares que propician justamente la paz y la tranquilidad, y ese espacio de interioridad, y otros espacios que no lo permiten porque hay mucho ruido o porque hay mucha gente por medio. Hay que saber distinguir los contextos.

Qué aprendemos en un taller o curso de comunicación eficaz y efectiva

El objetivo principal de un taller de escucha activa es hacernos conscientes de cómo escuchamos, porque escuchamos todos los días pero a veces lo hacemos sin darnos cuenta. Un taller de escucha activa sirve para reflexionar sobre como percibimos, sobre cómo funciona nuestro oído y cómo funciona el sonido, para pensar sobre los sonidos y sobre si tienen una historia. En un taller de escucha activa se realizan distintos ejercicios dirigidos a los distintos públicos, según la edad.

Un ejercicio interesante consiste en oír con los ojos. Se trata de colocarse delante de una ventana mirando un paisaje y pensar en qué creemos que vamos a escuchar, qué creemos que se escucha ahí fuera.

Surgen un montón de relatos: pájaros, gente hablando, una silla, una lata de refresco, una bolsa de patatas, el zumbido de las abejas… Luego se sale al exterior y se comprueban esas diferencias entre lo que nuestro cerebro cree que va a escuchar y lo que realmente se escucha ahí fuera.

La diferencia es mayor si este ejercicio se hace por ejemplo en una zona en la que hay carreteras cercanas y tráfico. Ese ruido de tráfico que tenemos de fondo en nuestras ciudades, aunque seamos conscientes de que se van a escuchar coches, supone una gran decepción al ver que todas esas cosas que hemos pensado que vamos a poder oír en realidad el tráfico las enmascara.

En la escucha se mezclan factores físicos y biológicos con las estructuras culturales de la percepción. Para ser conscientes de ello uno de los ejemplos que se utilizan en los talleres es poner el tradicional sonido de la flauta del afilador, que los que tenemos una edad guardamos en nuestra memoria. Tenemos ahí un sonido que tiene unas características que los padres de inmediato asocian con el afilador, mientras que los niños que no tienen esa memoria ―porque también escuchamos con la memoria― dicen: “se oye una flauta”. Los niños se fijan en el sonido físico mientras que sus padres se fijan en su memoria y su percepción cultural.

Para entender cómo funciona el sentido del oído se puede realizar otro ejercicio interesante que demuestra cómo el cerebro es capaz de seleccionar los sonidos de acuerdo a sus necesidades, y cómo en determinadas situaciones nuestro cerebro elige unos estímulos frente a otros y cómo eso también es parte de cómo nos relacionamos con otras personas y cómo nos movemos en la sociedad.

Consiste en comprobar la diferencia entre lo que graba una máquina y lo que percibe el cerebro. Una grabadora es menos capaz de diferenciar entre una conversación humana y ese ruido de fondo, por ejemplo de tráfico, que suele tapar todo.

O cuando estamos atendiendo una clase no y nos damos cuenta del molesto ruido del proyector de vídeo o de la aireación, son ruidos que nuestro cerebro tiende a ignorar para poder concentrarnos en lo que nos interesa. Este tipo de ejercicios nos sirven para darnos cuenta de que escuchamos más cosas en realidad de las que creemos.

Esto nos lleva a lo agradable y desagradable, a cómo podemos despreciar un sonido que decidimos a lo mejor como algo insignificante a pesar de que lo estamos escuchando constantemente como por ejemplo puede ser el ventilador de un ordenador. El sonido no sólo afecta a nuestra vida cotidiana sino a cómo nos relacionamos con las personas, a cómo entendemos las ciudades y cómo entendemos a otras culturas.

En nuestras ciudades el ruido de tráfico, pero también el ruido de otras actividades, es un elemento fundamental a la hora de entender cómo vivimos, qué ciudades queremos, qué edificios queremos que se construyan, la relación entre la Naturaleza y las actividades humanas, etc.

La escucha activa de la música

En el terreno musical la escucha activa hace que la experiencia sea más rica, más profunda y por tanto más gratificante. En este sentido la Universidad de Oxford tiene un manual de escucha activa de la música clásica con muchas referencias musicales. La música tiene la capacidad de unir mente y corazón y generalmente asociamos la música con determinados momentos de nuestra vida, momentos por ejemplo con gran carga sentimental. De hecho, el contenido emocional de una pieza musical suele ser a menudo lo primero a lo que reaccionamos.

Como primera parada del manual la Universidad de Oxford nos propone las danzas eslavas de Antonín Dvorak, y en concreto la nº 2 de las ocho danzas que componen el Opus 72. Vemos como una melodía se va repitiendo y de hecho se nos llega a quedar grabada. Es de esas melodías que acabamos tarareando o silbando cuando la hemos escuchado. Después, a esa melodía, le siguen otras durante un par de minutos, y finalmente vuelve a aparecer. Ese contraste de melodías y las repeticiones que hay nos sugieren que es una música que cuenta con una historia.

 

Antonín Dvorak. Retrato de 1882

Antonín Dvorak. Retrato de 1882

Otro ejemplo de este manual es el concierto para clave BWV 1052 de Johann Sebastian Bach. Aquí lo que vamos a escuchar es cómo comienza la orquesta y como a los pocos segundos el clave toma la palabra, y como ese intercambio orquesta-teclado se va a ir dando en varios pasajes del movimiento. Pero también como en varias ocasiones es la propia orquesta la que no dialoga con el piano sino que va a reforzar lo que el piano está interpretando:

Concierto nº 1, BWV 1052

Retrato de Bach por Elias Gottlob Haussmann en 1746, Museo de la Ciudad de Leipzig.

Retrato de Bach por Elias Gottlob Haussmann en 1746, Museo de la Ciudad de Leipzig.

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¿Por qué estamos perdiendo nuestra capacidad de escuchar?, por Julian Treasure

Estamos perdiendo nuestra capacidad para escuchar. En una comunicación pasamos el 60% del tiempo escuchando, pero no somos muy buenos en eso porque en general sólo retenemos el 25% de lo que escuchamos.

Definimos la escucha como el proceso de extraer significado de un sonido, es un proceso mental y es un proceso de extracción para el que se usan técnicas muy interesantes. Una de ellas es el reconocimiento de patrones, por ejemplo si en un sitio con bullicio nos llaman por nuestro nombre nos ponemos en guardia. Reconocemos patrones que nos permiten distinguir el ruido de la señal, y en especial nuestros nombres.

La diferenciación es otra técnica que usamos. Si dejamos un ruido de fondo fluctuante durante más de dos minutos, literalmente lo dejamos de escuchar. Escuchamos las diferencias, ignoramos los sonidos que se mantienen constantes.

Y, luego, tenemos un conjunto de filtros. Estos filtros nos llevan desde todos los sonidos hasta lo que prestamos atención. Muchas personas usan estos filtros de manera inconsciente, pero en cierto modo le dan forma a nuestra realidad porque nos dicen a qué estamos prestando atención en este momento.

El sonido también nos ubica en el espacio y en el tiempo. Si en una sala grande de teatro o de cine cerramos los ojos somos conscientes del tamaño de la sala por la resonancia y los sonidos que se reflejan en la superficie, y somos conscientes de la cantidad de personas que nos rodean por el micro-ruido que recibimos. Y el sonido también nos ubica en el tiempo porque en el sonido siempre hay tiempo. De hecho, la escucha es la principal forma por la que experimentamos el flujo del tiempo desde el pasado hacia el futuro.

Estamos perdiendo nuestra capacidad de escuchar por muchas razones. En primer lugar inventamos formas de grabar… primero la escritura, luego la grabación de audio y ahora la grabación de vídeo. La ventaja de escuchar con atención simplemente ha desaparecido.

Por otro lado el mundo de ahora es tan ruidoso… tenemos esta cacofonía visual y acústica que hace muy difícil el escuchar, escuchar es agotador. Muchas personas se refugian en sus auriculares, y esto crece, y los espacios públicos se tornan paisajes compartidos sonoros, millones de burbujas sonoras personales pequeñas y diminutas. En ese escenario nadie escucha a nadie. Nos volvemos impacientes. Ya no queremos oratoria, queremos fragmentos. Y el arte de la conversación está siendo reemplazado, peligrosamente, por la transmisión personal. Nos estamos volviendo insensibles, los medios nos tienen que gritar con llamativos titulares a fin de captar nuestra atención. Y eso significa que nos es más difícil  prestar atención a lo que no se dice, a lo sutil, a lo que no se destaca.

Es un problema serio que estemos perdiendo nuestra capacidad de escucha, no es una cosa trivial porque al escuchar accedemos al entendimiento. La escucha consciente siempre crea entendimiento, un mundo donde no nos escuchamos unos a otros es un lugar tenebroso.

Cada ser humano necesita escuchar conscientemente para vivir plenamente… conectados en el espacio y en el tiempo del mundo físico que nos rodea para entendernos unos a otros, conectados espiritualmente. Es por eso que es necesario enseñar a escuchar en las escuelas como una habilidad. ¿Por qué no se enseña?

Técnicas de comunicación. 5 ejercicios para mejorar nuestra capacidad de escucha y nuestras habilidades de comunicación

En un mundo con sonidos cada vez más altos, el experto en sonido Julian Treasure dice que «estamos perdiendo nuestra capacidad para escuchar«. En una charla breve y fascinante Treasure nos enseña cómo escuchar mejor a las personas, comparte 5 maneras para volver a sintonizar los oídos y escuchar de forma consciente a los demás y al mundo que nos rodea.

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Silencio. Solo tres minutos de silencio al día es un ejercicio maravilloso para recalibrar los oídos y volver a escuchar la tranquilidad. Si no puedes lograr silencio absoluto busca la tranquilidad, eso está bien.

Mezcla. Aún cuando estés en un ambiente ruidoso ― todos pasamos mucho tiempo en lugares públicos― escucha por ejemplo en una cafetería cuántos canales de sonido puedes escuchar, ¿cuántos canales individuales estás escuchando de esa mezcla? También lo puedes practicar en un lugar agradable como puede ser al lado de un lago, ¿cuántos pájaros estás escuchando? ¿Dónde están? ¿De dónde vienen esos murmullos? Es un gran ejercicio para mejorar la calidad de nuestra escucha.

Saborea. Se trata de disfrutar de los sonidos mundanos. Por ejemplo del sonido de la secadora, es un vals, un-dos-tres, un-dos-tres, un-dos-tres. O del sonido del molinillo de café. Si prestas atención los sonidos tan mundanos pueden ser realmente interesantes, como un coro oculto que está a nuestro alrededor todo el tiempo.

Posiciones de escucha. Si hubiera que elegir un solo ejercicio este sería el más importante de todos. La idea de poder cambiar la posición de escucha hacia donde mejor se escuche. Es jugar con esos filtros mencionados en el punto anterior y comenzar a usarlos como palancas para tomar consciencia de ellos y moverse a diferentes lugares. Estas son solo algunas de las posiciones de escucha, o escalas de posiciones de escucha, que puedes usar: activa-pasiva, expansiva-reductiva, empatía-crítica… hay muchas.

RASA. Un acrónimo que puedes usar para escuchar y para comunicar, si estás en un rol de líder, de maestro, de cónyuge, de padre, de amigo… todos desempeñamos alguno de estos roles. RASA es una palabra sánscrita para jugo o esencia, y RASA quiere decir:

Receive: Recibir, que significa prestar atención a la persona.
Aprecciate: Apreciar, haciendo poco ruido como mmm, oh, de acuerdo.
Summarise: Sintetizar, la palabra es entonces muy importante en la comunicación.
Ask: Preguntar, hacer preguntas al finalizar.

Saber escuchar es una virtud. ¿Saben gobiernos e instituciones escuchar a la gente?

La respuesta es decididamente NO. Porque venimos de una cultura que está instalada precisamente en unas formas institucionales en las que lo que se preserva precisamente es la identidad, y esa identidad tiene que protegerse a costa precisamente incluso de negar la realidad de los demás.

Y además faltan mecanismos de representación donde fluya verdaderamente esa palabra que tiene el pueblo y quien gobierna, que haya pasillos de comunicación en ambas direcciones. Faltan o están muy taponados, y por lo tanto la capacidad de escucha está muy mermada en quienes nos dirigen. Tendrían que tener espacio los que tienen menos espacio precisamente, y que cuando nos hablan no tengamos la sensación de que nos están repitiendo siempre lo mismo.

Lo peor de un Congreso de Diputados, o de un Senado o de cualquier institución es que tengamos la sensación de que allí se está haciendo una gran comedia. La comedia es una representación de algo que todo el mundo ya sabe que está decidido previamente y que ya está pautado, vamos a hacer una gran representación y a decir muchas palabras pero todo está pautado. Entonces, ¿qué sentido tiene para el ciudadano contemplar esa escenificación de la nada? porque todo está previamente decidido. Ahí es donde tenemos la sensación de decir ¿para qué sirve en ese caso dialogar?

Otra cosa a destacar es que cuanta más relación de poder hay entre una persona y otra menos libre es el diálogo y la conversación porque se tiene miedo, miedo a que el otro te despida o a que te genere unas consecuencias. Por tanto, para que haya conversación, tiene que haber libertad de los interlocutores, eso es clave.

Fuente: Victor Küppers, profesor y escritor en Aprendemos juntos de BBVA | Charla TED de Julian Treasure | Longitud de onda de Radio Clásica (13/11/2017) | Para todos la 2 de RTVE (26/01/2015),  (8/04/2013) y (9/10/2013) 

Aprender a hablar en público

Desde los más humildes a los más poderosos, desde una gala hasta una entrevista de trabajo o una presentación. No se trata sólo de saber qué hay que decir sino de cómo lo decimos en público. Hablar en público no siempre es fácil, la vergüenza o el miedo a equivocarse siempre están ahí rondando. Ser un buen orador es clave: una buena respiración, la sonrisa, la autoconfianza, un buen guión, una buena estructura y, sobre todo, las tres claves: práctica, práctica y práctica.

Dicen los expertos que lo óptimo sería que la oratoria se empezara a trabajar en la escuela y siguiera en la empresa. Y es que, según Adecco, empresa de trabajo temporal, a tres de cada cuatro personas les da miedo hablar en público. Aseguran los psicólogos que el miedo es normal pero que hay que afrontarlo y saberlo canalizar, y coinciden en que la experiencia es fundamental; si uno se queda en blanco mira el papel o si se pone nervioso respira, hay que tener herramientas para salir del paso, y, sobre todo, pensar que la perfección absoluta no existe.

¿Qué es hablar? Significado y etimología

El hablar es algo que nos distingue a los humanos, siempre se ha dicho que hablando se entiende la gente.

Hablar procede del latín fabulāri que a su vez deriva de fábula, que es una palabra que por vía culta nos llega y que en latín era un derivado de otro verbo que era fari (que quería decir hablar).

Había otros sinónimos en latín para la noción de hablar como por ejemplo loquor en la primera persona, que no nos ha llegado por vía hereditaria a las lenguas románicas pero sí a través de la mediación de los cultismos. Decimos que alguien es locuaz cuando habla mucho, un locutor tiene por oficio hablar, la elocuencia es el arte del buen hablar…

Hay otras voces derivadas de ese loquor que no ha sobrevivido por vía popular. En cambio sí lo ha hecho fabulāri, que ha llegado al castellano y que es hermano, podríamos decir, de la forma gallega y portuguesa falar, pero que, a diferencia del gallego y el portugués, ha conocido un cambio propio característico del castellano.

A muchos les han enseñado que en castellano lo que antes fue una f inicial se ha convertido en h, es un modo de decirlo. El castellano antiguo escribía todavía fablar o fabla, en lugar de hablar o habla. Y el castellano antiguo escribía todavía fumo, farina, fillo allí donde hoy tiene humo, harina, hijo.

El término hablar caracterizado por esta h inicial tiene un buen número de derivados, algunos de ellos curiosamente han tomado una deriva negativa que se ha orientado a la idea de hablar por hablar o hablar sin ton ni son. Es por ejemplo lo que se atribuye al hablanchín, que es una forma alternativa al parlanchín. Otros derivados de este tipo son por ejemplo la habladuría o el hablantinoso (dicen en algunos lugares de América para aquel que habla demasiado, que habla sin sustancia, que hace hablantinas).

Pero también hablar ha dejado derivados nobles y con un sentido positivo como por ejemplo habla, posiblemente un derivado posverbal de hablar (yo hablo, tú hablas, él o ella habla), a no ser que proceda directamente de fábula.

El habla se dice del acto, del ejercicio concreto de la posibilidad del lenguaje. Se dice de alguien que ha perdido el habla cuando no es capaz de hablar. O el habla de una localidad o una comarca concretas, por ejemplo el habla del Rincón de Ademuz.

De habla, hablante. Hablante en su origen era el participio de presente del verbo hablar, es decir quien habla, y un hablante es quien ejerce la posibilidad de hablar, quien utiliza una lengua. Y da pie a compuestos como castellanohablante, hispanohablante, catalanohablante, gallegohablante o vascohablante.

En cuanto a la palabra fábula es un cultismo, se ve claramente porque prácticamente no ha variado a partir de la fórmula latina. Fábula tiene vida y tiene derivados, y cuando tiene derivados quiere decir que ha ejercido su capacidad vital: fabular, confabular, confabulación, fabuloso.

Abundando un pelín más en lo que serían cultismos hay una subfamilia que se funda en lo que ya fue una familia creada en el latín a partir del verbo fari. Fari está en la base de una palabra latina que era facundus, que hoy reconocemos en facundo, y en latín significaba lo que ahora sigue significando: quien es muy generoso en el hablar, quien ejerce la facundia (que sería el sustantivo correspondiente).

Y otra forma extraordinaria: si hablante era el participio de presente de hablar (quien habla), en latín fans era el participio de presente de quien habla, en cambio infans, su antónimo, era quien todavía no habla, el infante, el niño pequeño. Lo que ocurre es que en la lengua la significación de infans (literalmente quien todavía no habla) ha ido creciendo a otras acepciones. Hablamos de la infanta de la familia real, por algún camino se ha llegado a esa significación. Hablamos también del soldado de a pie que es el infante, que forma parte del cuerpo de la infantería.

Y todavía hay otras variaciones, otras ramificaciones a partir de este fari latino que conservan todavía la significación etimológica. Por ejemplo el adjetivo en latín afabilis, que lo tenemos en el castellano como afable, y que significaba literalmente que se puede hablar con esa persona. Y su antónimo que era ineffabilis, que significaba lo que sigue significando en castellano inefable: que resulta difícil explicar con palabras.

Aprender a hablar en público hoy

¿Por qué es importante aprender a hablar en público?

No importa el campo al que te dediques, las exposiciones respecto de las cosas que se hacen son constantes: ya sea en presentaciones, en reuniones, en negociaciones… Hay una constante necesidad en cualquier ámbito de explicar las cosas, y esa explicación muchas veces es delante de otras personas.

Hablar en público es una necesidad constante, no sólo en el ámbito de los negocios sino que es algo transversal. Además, es algo que dice mucho de nosotros a la hora de relacionarnos con otras personas.

Hablar en público es difícil, sin embargo es algo que está al alcance de cualquiera que pase el proceso que le permita adquirir esa habilidad; como podría adquirir cualquier otra como por ejemplo hacer malabares con naranjas, a base de práctica.

Aprender a hablar en público hoy

Dominar el contenido es esencial

Para lucir con la forma, que en el fondo hablar en público es forma, hay que dominar el contenido. Por tanto es fundamental de entrada saber que queremos transmitir, que idea nuclear queremos pasar.

¿Qué nos puede poner nerviosos? ¿Qué nos condiciona a la hora de hablar en público?

Los miedos que nos bloquean, dependiendo de la persona, funcionan de una manera u otra. Lo que sí está claro es que estamos hablando de inseguridades. A unas personas les bloqueará el quedarse en blanco, a otras el pensar “yo no soy capaz de hacer esto”, a otras la mirada y el cómo nos juzgan los demás, el lugar, la responsabilidad…

Aprender a hablar en público hoy

Cómo perder el miedo a hablar en público. Cómo hablar en público sin nervios

Vencer los miedos no es el objetivo. No hay que esperar que el miedo se nos quite, lo que tenemos que hacer es aceptarlo y aprender a vivir con él. Piensa en el miedo como en una oportunidad que te da la vida para desarrollar una habilidad que lo contrarreste.

Visto desde la distancia incluso agradécele a la vida que te enfrente a tus inseguridades y miedos, es un camino de crecimiento. Aprender a hablar bien en público es un verdadero camino de crecimiento personal. ¿Cuál es tu voz? ¿Cómo le hablas tú al mundo? Es mucho más que una habilidad.

Luego, claro está, tenemos la metodología. Algo que ya dijeron los orientales hace siglos, y que no basta con entender sino que hay que practicar (porque entenderlo nos resultará sencillo, la cuestión es aplicarlo):

▷▷ DESARROLLAR EL PODER DE DIRIGIR NUESTRA OCUPACIÓN A UNA ACCIÓN ◁◁ 

¿Por qué? Pues porque el mecanismo del miedo es siempre: me conecto con la mente ⇨ pérdida inmediata de poder (me pre-ocupo). Y lo que hay que hacer es dirigir nuestra energía a ocuparse.

Nadie es culpable de su primer pensamiento, pero sí somos responsables del segundo. Por ejemplo, un individuo no tiene la culpa de pensar, cuando sube a un avión, “en este me voy a matar”. Siente miedo, es algo que le pasa y es inevitable. Pero si tiene el entrenamiento de distanciarse de sí mismo y decirse: “¿Qué, ya estás otra vez dándole vueltas a la mente y pre-ocupándote? ¡Ocúpate!”. Y a partir de ese pensamiento se dedica a mirar a quien tiene al lado en ese vuelo, a los azafatos o azafatas… Se está ocupando.

Por tanto la recomendación sería buscar esa ocupación que nos saque de esa pre-ocupación. Y en el caso de hablar en público la ocupación sería “tengo claro cómo voy a empezar”, y con voz clara y mirando al público: “Hola, buenos días, me llamo fulanito y vamos a hablar de recursos para hablar en público…”, aunque por dentro estemos como un flan.

Las primeras veces no es tan importante el resultado, sino que demos el paso. Piensa que a bailar se aprende bailando… El problema es que nuestra tendencia es: “Me salió mal una, dos, tres veces… ya me he desanimado”.

Aprender a hablar en público hoy

“No puedo. Me tiembla la voz al hablar en público porque me pongo nervioso al hablar”

Todos solemos tener creencias que nos limitan. Vamos mal si somos nosotros mismos los que anteponemos el “Yo no puedo”… Prohibido decir “No puedo”.

Puedes decir “No me sale todavía”. Y, después de un número de fracasos determinados, digamos 8 ó 9 ó 10, ya puedes decir: “No puedo”. Pero nunca hasta que no hayas probado esas 9 ó 10 veces…

¿Qué papel juegan las pausas, los silencios, la respiración al hablar en público?

La respiración es muy importante, de hecho la voz es respiración. En cuanto a las pausas es fundamental dominarlas. Recordemos que, mientras hacemos la pausa, respiramos.

Lo cierto es que todos acostumbramos a tener verdaderos problemas para hacer esas pequeñas pausas. En general sentimos miedo ante un segundo de silencio, se nos hace eterno. Creemos que el público va a pensar que no sabemos qué decir, que no somos listos. Y, contrariamente a lo que creemos, si observamos, veremos que las pausas las hacen los poderosos: esa persona que decide “A ver, ¿qué quiero decir?”, y dice lo que quiere decir.

No podemos decir que hacer eso sea fácil, es algo difícil y que lleva un proceso. Cuesta gestionar esas pausas que los que saben hablar en público dominan tan bien, porque igual nosotros hacemos una pausa y nos delatan los nervios porque estamos temblando.

Aprender a hablar en público hoy

¿Cuándo una pausa es buena y cuándo una pausa es mala? Una pausa es mala cuando la persona que está hablando en público se preocupa, porque la gente que está escuchando percibe esa preocupación y nerviosismo. En cambio, cuando el orador no se preocupa, los demás que la están escuchando no se preocupan.

Hemos de ser conscientes de que el proceso para hablar en público es un entrenamiento, y que requiere también de algo de descaro. No pensemos que todas las personas que vemos que hablan bien en público no tienen por dentro algo de nerviosismo en cada nueva ocasión. David Bowie, por ejemplo, reconocía que las entrevistas antes de salir a una actuación le daban pánico, sentía pavor.

¿Cómo es posible que David Bowie con tantos años de carrera siguiera sintiendo ese miedo? Pues es muy positivo y pedagógico que él confesara que le daba miedo hablar en público, porque es importante que todos sepamos que el miedo y la inseguridad son algo normal. No se trata de no tener miedos sino de cómo, a pesar de ellos, somos eficaces.

Aprender a hablar en público hoy

Trucos y técnicas para hablar en público sin miedo

¿Qué es mejor, gesticular demasiado o demasiado poco?

No cabe duda de que la gestualidad da una mayor comunicación, pero, dentro de la cultura y personalidad de cada uno, tiene que haber un equilibrio entre los momentos gestuales y los momentos de reposo (que son los que comunican estatus).

Un exceso de gestualidad hace que el discurso pierda credibilidad, porque resta estatus. De ahí que sea importante ese equilibrio entre nuestra gesticulación y esos momentos de reposo en los que transmitimos serenidad.

Un ejemplo lo tenemos en el teatro clásico español, ahí está muy claro: tenemos por un lado a los criados (que siempre se mueven más, de un lado para otro) y por otro a los nobles (más inmóviles, a los que por algo se les llamaba los estirados).

El estatus depende de en qué contexto estás. A veces, por respetar a nuestra audiencia y respetar unos códigos, con determinados clientes por ejemplo, nos ponemos corbatas o trajes muy serios. Pero no es por aparentar sino por respetar el código que hay en ese lugar.

¿Qué hacer con las manos al hablar en público?

Es una de las pesadillas de los ponentes noveles que empiezan a hablar en público. Las manos tienen mucho que decir, mucho que expresar, y son muy necesarias para comunicar con nuestra audiencia. Cuando se habla en público la gestualidad de las manos apoya el discurso.

Aprender a hablar en público hoy

Respecto al uso de las manos al hablar en público la escuela americana, por ejemplo, dice que lo mejor es nunca juntar las manos, porque es una señal que da a entender que nos estamos protegiendo. Lo cierto es que cada persona debe calibrar que le ayuda más:

  • Si opta por no juntar nunca las manos para dar esa señal de fortaleza y de no necesidad de protección, pero así se siente fatal.
  • O si, en un momento determinado, opta por juntar las manos porque así se siente más cómoda y es más eficaz.

Se trata de ver que nos puede ayudar más. En el siguiente video, la experta en comunicación Teresa Baró da interesantes consejos que podemos aplicar en cualquier reunión, en una presentación comercial, en una formación, en clase, incluso a veces en una conversación. Porque en realidad tampoco hay tanta diferencia entre los gestos que hacemos en una conversación y los que hacemos hablando en público, al fin y al cabo hablar en público es una forma de dialogar con ese público.

¿A quien mirar cuando se habla en público?

La fortaleza de tu mirada será igual a la cantidad de información que captes de la audiencia: miras a la gente a los ojos, y captas. Parece sencillo, pero muchas personas se ponen nerviosas y no saben adónde mirar cuando tienen que hablar en público. Entonces miran al suelo, miran sus notas, miran la pantalla, miran al fondo… y buscan todos los recursos para no mirar precisamente a quien tienen que mirar que es a su público.

Una de las formas de ganar tranquilidad en este diálogo que tenemos que establecer con el público es, precisamente, considerar que estas personas que nos están observando necesitan mantener este diálogo.

Aprender a hablar en público hoy

¿Verdad que en una conversación a dos no nos ponemos nerviosos?

  • Mentalizarnos de que vamos a conversar con nuestro público y que por lo tanto tenemos que mirarle a los ojos es algo que nos va a dar tranquilidad.
  • En cambio, si pensamos que el público es una masa uniforme de gente y nos da miedo tendemos a la sensación de monólogo y eso nos va alterando cada vez más.

Pero, ¿miro a todos? Si es una audiencia de muchas personas resulta complicado

  • Si se trata de un grupo reducido, hasta 25 ó 30 personas, podemos ir mirando a cada uno de ellos a los ojos, individualmente. Incluso podemos llegar a saber más o menos que están pensando o si van siguiendo nuestro discurso. Es conveniente hacerlo.
  • Cuando hay más gente entonces es difícil llegar a todos. Se puede ir mirando hacia el fondo de la sala. O, si la sala es ancha, ir mirando de izquierda a derecha pasando también por el centro.

¿Nos resultará más fácil si miramos a alguien conocido o a quien nos sonríe?

Mirar a quien nos sonríe es una tentación, porque nos da a pensar que le caemos bien y que está de acuerdo con lo que estamos diciendo. Pero es una trampa que deberíamos evitar, porque entonces lo que estamos haciendo es olvidar a los demás miembros del público y estos se pueden sentir desatendidos, y, en consecuencia, perderán capacidad de atención en lo que estamos diciendo.

Hay que mirar a todo el mundo, incluso a los que ponen mala cara. Más a estos que a los que nos sonríen, porque a estos hay que ganárselos. Tenemos que decirles con la mirada “Te he visto. Sé que estás aquí. Quiero que me escuches. Tengo algo importante que decirte”, y todo se lo decimos mirándoles. Además incluso, en algunos casos, es un aviso para después si tienen que hacer preguntas muy complicadas o van a por nosotros. Nosotros, mirándoles mientras estamos hablando de nuestro tema, les estamos diciendo: “Sé que después me preguntarás”, y esa es una forma de mostrar seguridad.

¿Qué hacemos si vamos acompañados de unas notas?

Las notas sirven para tener un guión, pero no para leer siempre completamente. Porque si miramos mucho las notas lo que estamos haciendo es dejar de mirar a nuestro público, y siempre es mejor dirigir la mirada hacia ellos.

Por lo tanto deberemos hacer un guión con poca letra, lo más esquemático posible, e ir combinando la mirada hacia el público y algún vistazo rápido a lo que llevamos apuntado si nos hemos perdido. Lo importante es ensayar antes para no tener que mirar mucho ese guión.

Y si llevamos el discurso escrito, ¿cómo lo hacemos?

En ese caso la lectura también tiene que ser lo más expresiva posible. Para conseguir esto nos podemos preparar el texto a base de letra muy grande, de espacios amplios, marcando los puntos y aparte y las pausas, usando también distintos colores porque así sabemos en qué palabra tenemos que poner el acento.

Todo eso nos facilitará la lectura y que ésta sea sea expresiva, pero sobre todo nos facilitará también que podamos mirar de vez en cuando a nuestro público. Ensayar el discurso es muy importante, porque después, cuando estemos delante de la audiencia, nos sentiremos más sueltos y cómodos.

Si detrás tenemos apoyo visual, ¿dirigimos la vista hacia esa pantalla?

En ese caso hay que mirar hacia atrás lo mínimo posible. Si tenemos que señalar a la pantalla lo hacemos con la mano o con un puntero pero mirando hacia delante, hacia nuestro público. El mínimo tiempo posible dando la espalda al auditorio.

Por eso, si tenemos un ordenador bien colocado (es algo que la mayoría de las veces podemos hacer) nos iremos guiando por lo que vemos en la pantalla del ordenador y, al mismo tiempo, estaremos mirando hacia nuestro público, de tal forma que no nos tenemos que estar volviendo cada vez.

¿Se puede entrenar el contacto visual con el público?

Pues sí, es posible. Hay un truco muy fácil que podemos hacer en casa: cuando ensayemos nuestro discurso o presentación podemos pegar en la pared unos folios con caras dibujadas, fotos de personajes conocidos o de la familia, incluso muñecos, y vamos ensayando nuestro discurso mirando a los ojos de estas “personas”, buscando captar la atención.

Este aspecto es importante porque normalmente cuando estamos ensayando en casa un discurso nos centramos sobre todo en lo que decimos, en las palabras. Olvidamos que después tendremos personas delante y que tendremos que mirarlas a los ojos, porque esa es la primera forma de persuasión. Por eso, hacer esta sencilla práctica pegando las fotos en la pared resulta muy útil y nos dará después la facilidad de hacerlo cuando tengamos delante al público real. Es un buen calentamiento y estaremos ya acostumbrados a hacer esos movimientos.

Ante un gran auditorio, ¿funciona imaginarlos a todos en ropa interior?

Lo interesante y maravilloso de los seres humanos es que lo que le funciona a uno a otro no. Y este truco de imaginarse a la gente desnuda o en ropa interior hay gente a la que le funciona.

Trabajar con imágenes, que es como esto se llama, es bueno. Hay gente que se imagina que le está hablando a su hermano, a su madre, a su tía, a su novia… Si a ti te funciona estupendo.

La cuestión es que tienes que averiguar qué te ayuda a ti. En ese proceso de entrenamiento parte de lo que hay que descubrir es qué me ayuda a mí a expresarme mejor, a estar más tranquilo, a gestionar mejor mis inseguridades… A ser eficaz a pesar de mis inseguridades.

Cómo dominar el escenario al hablar en público

Aunque hay cosas básicas, que son siempre las mismas, también vemos modas y tendencias en cómo nos dirigimos al público. Hoy día tenemos la posibilidad de dar charlas desde grandes escenarios y de movernos mucho más, en cambio tiempo atrás se trataba de algo mucho más rígido. Antes los conferenciantes estaban por ejemplo detrás de la mesa de una forma muy solemne y formal, o detrás de un atril.

Hay conferenciantes a los que vemos andando por el escenario casi exhibiéndose, es quizás una forma de comunicar más atractiva; parece más natural aunque en realidad está todo ensayado. En esto hay grandes conferenciantes que nos han influido mucho como pueden ser Steve Jobs o Mark Zuckerberg.

Aprender a hablar en público hoy

Todos o muchos de los TEDx, que son estas conferencias que ahora están tan de moda, se graban en general en escenarios grandes. A ello ayuda la tecnología: el disponer de un micro inalámbrico o el tener una pantalla grande, y no una pizarra donde hay que escribir, permiten el movimiento.

Aprender a hablar en público hoy

En general para dirigirnos al público es mucho mejor estar de pie y en movimiento, aunque también hay momentos en los que el protocolo nos dice que tenemos que estar sentados. Pero siempre que podamos vamos a hacerlo de pie, porque esto nos da muchas ventajas. Teresa Baró, experta en comunicación, las explica:

Cómo hablar en público con naturalidad

Es precisamente cuando estamos en público, en esos momentos en que queremos causar una mejor impresión, cuando más tensos nos acostumbramos a poner. Es lógico: hay más compromiso, queremos gustar, queremos transmitir una buena imagen, hay presión, hay tensión… y lo que hacemos precisamente es quedarnos como acorralados. Todas las habilidades que tenemos cuando estamos relajados tomando un café con un amigo… desaparecen. Pero eso es algo que se puede regular y mejorar.

¿Qué inseguridades podemos sentir cuando estamos ante una audiencia?:

  • La inseguridad en uno mismo.
  • La inseguridad en el tema que estamos tratando: si no dominamos bien el tema es algo que nos hace estar más tensos.
  • La inseguridad como comunicador: yo sé que controlo el tema pero en cambio soy consciente de que no tengo muchas habilidades para hablar en público, y eso me hace estar más nervioso o nerviosa.

En general nos ocurre que, a la hora de dar una charla o un discurso, casi siempre nos esforzamos en preparar bien el mensaje, el contenido, las palabras, el discurso o incluso la presentación en PowerPoint. En cambio solemos descuidar el ensayar, el entrenar el cuerpo para que se comunique con naturalidad… Y cuanto más lo preparemos más naturalidad vamos a conseguir.

Cuando tengamos que hablar en público es mejor que no se nos note que estamos presos del pánico, porque además, si nos bloqueamos, no podremos transmitir lo que queremos comunicar. De todas formas tampoco pasa nada si nos mostramos algo nerviosos. Muchas personas no tienen la oportunidad de hablar en público cada día y por tanto es normal que estén un poco tensos cuando se enfrentan a una audiencia importante, es comprensible. No tenemos que estresarnos en exceso por ello. No obstante hay fórmulas para mejorar esto que nos van a ayudar y que nos muestra Teresa Baró en este vídeo.

Cómo transmitir seguridad al hablar

Hablar y expresarse ante una audiencia no es una tarea fácil, para muchos es una prueba de fuego en la que a veces se reflejan todas las inseguridades y los nervios que supone convertirse en el centro de atención. Los gestos nos delatan.

¿Cuáles son los gestos que nos traicionan?

Se trata de gestos que hacemos con todas las partes del cuerpo: con la mirada porque rehuimos el contacto visual, con las manos porque por ejemplo las frotamos demasiado o le damos vueltas al anillo o al reloj, nos ponemos bien los puños de la camisa (sobre todo los hombres que van con americana), cruzamos los pies de una forma que nos da inestabilidad… Hay una serie de movimientos que delatan que estamos nerviosos.

¿Qué trucos podemos poner en práctica para disimular el nerviosismo? ¿Qué hacemos con esos gestos que nos delatan?

Esos gestos que evidencian nuestro nerviosismo no hay que disimularlos sino que hay que eliminarlos. Se trata de entrenar, entrenar y entrenar. Practicar una posición corporal de seguridad y de abertura para así eliminar estos gestos de nuestro repertorio.

¿Cuál sería la actitud corporal adecuada?

Una actitud corporal de firmeza, de estabilidad (con los dos pies bien apoyados) y el cuerpo abierto y con la cabeza alta. Moviendo los brazos y las manos hacia afuera, de una forma abierta y relajada. Nada de cerrar los puños ni entrelazar las manos, porque eso es lo que delata el nerviosismo.

Indispensable la sonrisa

Otro aspecto esencial es la sonrisa. Es importante sobre todo para empezar a conectar con el público desde el primer momento: es la bienvenida. Por tanto es importantísimo sonreír. Pero ojo, porque también hay sonrisas que son de tensión, esa risita que se nos escapa y que no podemos controlar y que es de nervios. O sea que debe ser una sonrisa abierta y sincera (ya sabemos que sonreímos también con los ojos), no puede ser una sonrisa forzada o con los dientes cerrados y apretando las mandíbulas.

Y todo esto necesitamos prepararlo

Tener el mensaje verbal (las palabras) preparado, y entrenar varias veces para que después podamos eliminar todos estos gestos de timidez y de inseguridad.

Cuando llegue el momento tenemos que salir pensando cosas positivas acerca del público: “el público está dispuesto a escucharme”, “el público me va a ayudar”, “el público es mi aliado, no es mi enemigo”. Si salimos con pensamientos positivos, seguro que nuestra gesticulación, nuestros movimientos e incluso nuestra voz van a tener un estilo y un tono positivo.

El tono de voz en la comunicación

Reconocemos a las personas por su voz, es algo que nos identifica. La voz es una característica de cada persona: tú tienes tu voz y yo tengo la mía. El tono de nuestra voz envía sensaciones a nuestro interlocutor y, además, forma parte de nuestra imagen.

En cada momento, según cómo utilizamos la voz, estamos transmitiendo unas actitudes, unas emociones y también un grado de implicación. No sólo es importante saber qué voz tenemos (que es la que nos ha tocado por naturaleza) sino también cómo la utilizamos.

¿Cómo podemos utilizar la voz para comunicarnos mejor?

Lo primero que debemos tener en cuenta es el contexto, cuál es la actividad que estamos desarrollando:

  • No es lo mismo estar en familia, y estar en una situación íntima de proximidad, que estar ante un público.
  • O no es lo mismo ser un profesional de la comunicación que una persona que utiliza la voz para comunicarse en el día a día.

Pero de todas formas, aunque no seamos profesionales de la comunicación, deberíamos tener en cuenta la capacidad que tenemos de influir en los demás a través de la voz:

  • A través del tono.
  • A través de la velocidad con la que hablamos.
  • A través de la claridad en la articulación. Si no se me entiende el mensaje puede no llegar correctamente. Pero no es sólo que el mensaje no acabe llegando sino que además estamos también dando una imagen determinada a través de esa articulación incorrecta. Si no articulamos bien podemos dar la imagen de que tenemos un problema en la boca o de que estamos nerviosos, por ejemplo.

La voz con todos sus matices nos da muchísima información:

  • Cuando una persona habla en público, un maestro por ejemplo, con la energía que tiene su voz está diciendo: “tengo ganas de estar aquí haciendo lo que estoy haciendo” o “no tengo muchas ganas, en realidad estoy aquí porque me obligan”.
  • O puede estar transmitiendo “estoy pasando miedo”, la voz indica también inseguridad, nervios y miedo.
  • La voz incluso puede ser un indicio de mentira, puede ser señal de que alguien está mintiendo cuando se baja el volumen al decir algo. ¿Por qué bajamos el volumen? Porque en realidad  no queremos que nos escuchen, pero lo estamos diciendo porque tenemos que decirlo.

¿Cuáles son las voces más persuasivas?

Es algo que depende también del contexto. En un contexto más privado y de cercanía un tono de voz bajo, pero sobre todo más tranquilo, es más persuasivo. Una persona que habla despacio normalmente transmite más serenidad, y por lo tanto también seguridad en lo que está diciendo y en sí misma.

Hablar despacio, en la mayoría de las ocasiones, resulta más convincente. Pero no siempre, porque a veces la velocidad al hablar, siempre que se entienda el mensaje, nos da una idea de energía, de vivacidad, de entusiasmo, de alegría incluso. O sea que depende.

Lo que no suele ser muy persuasivo es que el tono de voz siempre sea igual, hablamos entonces de monotonía. Y la monotonía tiene un problema: nos aburre. Si la persona que habla nos aburre el mensaje no nos llega, porque llega un momento en que desconectamos.

¿Cuáles son las voces más seductoras?

Voces seductoras las hay masculinas y las hay femeninas. Las voces más seductoras suelen ser las voces que no son estridentes, que hablan de una forma suave, que son dulces, melódicas… Pero habría que ver también las características, el timbre de voz de cada persona en concreto.

Las voces masculinas en general son más graves que las femeninas, y por lo tanto transmiten unos valores que son los propios tradicionalmente del hombre: autoridad, confianza, respeto.

En cambio las voces femeninas, que son más agudas, suelen estar más relacionadas con la vida familiar, con la seducción femenina y muchas veces incluso con connotaciones peyorativas, con la “histeria”. Una mujer que grita, que tiene una voz muy aguda y que está chillando, es una voz irritante, y, además, hay una creencia general de que una mujer que grita es porque está descontrolada.  Aunque sea un adjetivo injusto se nos califica a veces de histéricas. En cambio al hombre no. El hombre que utiliza su voz para la autoridad se considera un valor positivo.

En general las voces agudas son más irritantes que las voces graves, sobre todo si son excesivamente agudas. Pero las voces agudas y más femeninas también tienen una ventaja, y es que normalmente son más claras, se escuchan mejor. Mientras que una voz muy grave a veces conlleva una dificultad en la comprensión, en la audición.

¿Cómo podemos mejorar la articulación de nuestra voz?

Una práctica muy sencilla y que podemos hacer en casa es hacer ejercicios de lectura en voz alta mordiendo un lápiz sin dejarlo caer. Después de unos minutos leyendo así, con el lápiz entre los dientes, cuando lo sueltes verás que es mucho más clara la articulación, e incluso se proyecta mejor la voz.

Y el mismo ejercicio se puede hacer con un tapón de botella de cava y es mejor todavía, porque en este caso lo que se consigue es abrir la mandíbula hacia abajo, que es como realmente sale bien el aire y se proyecta hasta el fondo la voz. En este caso cuesta un poquito más hacerlo que con el lápiz pero es muy efectivo.

Aprender a hablar en público hoy

Cómo enseñar a un niño a hablar en público

Comunicarse con eficacia y hablar en público son hoy habilidades básicas. Los padres podemos, según los expertos, hacer mucho en casa para potenciar la oratoria de nuestros hijos. Estas son según Manuel Antolín, terapeuta del Centro de Psicología Resuelve, algunas de las cosas que podemos hacer para ayudarles a perder el miedo a hablar en público:

  • No hablar por ellos cuando se encuentran con otros niños y mayores con la excusa de que son tímidos. Déjales que contesten por sí solos, a su ritmo. Si no lo hacen, puedes animarles a que hablen, sin responder por ellos. Con paciencia conseguirás que vayan expresándose.
  • Dejar que expresen sus propias ideas aunque no nos gusten. Desarrollar en los hijos una actitud crítica permite que se sientan seguros. En vez de decir: “¡tu cállate que eres un niño!”, es preferible: “¡no pienso lo mismo, pero lo respeto!”.
  • Lee cuentos a tus hijos, con la voz y con el cuerpo. Escenifica lo que estás contando; eso les permitirá aprender a contar historias. “El Storytelling es uno de los grandes recursos usados hoy en día para hablar en público, ya que cuando contamos historias conquistamos el corazón de nuestra audiencia”, explica Antolín. “Si tú lees, tus hijos leen. Arrástralos a leer con tu ejemplo. Eso enriquecerá su vocabulario y les ayuda a estructurar sus ideas”.

Aprender a hablar en público hoy

  • Para hablar bien en público hay que pensar bien en privado. Nos lo dice Gonzalo Álvarez, editor del blog El arte de presentar. Así que procura que tu hijo/a escriba. Escribir en un diario, hacer redacciones y cartas, les ayudará a estructurar sus ideas. Eso se reflejará en su modo de comunicar.
  • Apúntalos a distintas actividades artísticas para que prueben si les gustan. El teatro les permitirá trabajar la expresión corporal, los tonos de voz, interpretar distintos personajes… Perderán el miedo al ridículo. Con la danza trabajarán el control del cuerpo y aprenderán a moverlo. Según Albert Meharabian, profesor emérito de Psicología de UCLA, comunicamos más nuestro mensaje con nuestro cuerpo (55%), que con las palabras (7%) o con nuestra voz (38%). Cantar en un coro les ayudará a conocer su instrumento vocal, aprenderán respiración diafragmática para proyectar la voz de forma correcta.
  • En un cumpleaños o celebración familiar, propón entre los niños un cuentacuentos, en el que cada niño pueda contar el suyo.
  • Juega con ellos a explicar sin palabras un personaje. Expresarán con el cuerpo y se les quitará el miedo escénico al tener que ponerse delante del grupo.
  • En un encuentro familiar por motivos alegres o tristes, pídeles que si les apetece escriban unas palabras dedicadas a la persona homenajeada, y luego que las lean.

Aprender a hablar en público hoy

  • Recitar trabalenguas es una actividad divertida que les permitirá tener una mayor fluidez verbal, aprender a pronunciar mejor. Otro ejercicio divertido es que hablen mordiendo un lápiz  con los dientes.
  • Proponles juegos de comunicación e improvisación. Podemos poner palabras disparatadas en papelitos, meterlos en una bolsa y que cojan uno al azar. Pídeles que con esa palabra improvisen una historia, un cuento o que expliquen al grupo qué significa ese término.
  • Y, sobre todo, aplaude sus intervenciones públicas. Felicítales por sus logros. Cuando hablen delante de la familia o de extraños, hazles sentir que lo hacen bien (muy bien, qué bien habla mi niña, qué bien habla mi niño…), ganarán seguridad; si sólo destacas sus fallos (es que le cuesta, es un poco tímida, es que tartamudea…), esa seguridad se perderá.

Aquí tienes una muestra de lo que son capaces los niños cuando se les dan las oportunidades necesarias:

 

Efecto Pigmalión

El efecto Pigmalión se basa en la propia confianza de cada uno y en la que los demás depositan en nosotros. La confianza en uno mismo es básica para crecer y dar lo mejor de nosotros en cualquier ámbito de nuestra vida, pero la confianza que los demás depositen en nosotros también es importante y puede ayudarnos a alcanzar los objetivos más complicados.

Tanto si crees que puedes, como si no, tienes razón. Henry Ford.

Efecto Pigmalión

Qué es el efecto Pigmalión

Tres palabras lo definen:

  • Expectativas.
  • Confianza.
  • Profecía autocumplida.

Las personas con capacidad para ser un Pigmalión positivo son aquellas que depositan en ti una confianza, que ven más allá de donde está tu talento normal, observable. Son capaces de ver en ti cosas que pueden sacar, y además te tratan como si tú tuvieses ese potencial. Por lo tanto están depositando en ti una confianza, y provocan lo que se llama la profecía autocumplida.

Si yo creo que tú eres capaz de escribir, de redactar, de esforzarte, de cumplir con tu objetivo… y te transmito ese ánimo y ese entusiasmo, al final esa profecía se termina cumpliendo.

El mito de Pigmalión y Galatea

El efecto Pigmalión viene de una historia de Ovidio en el libro 10 de Metamorfosis. El rey de Chipre buscaba una mujer muy bella, una mujer perfecta, y como no la encontraba pidió a un escultor que hiciera una estatua.

El escultorPigmaliónhizo una estatua tallada en marfil Galatea―, su creación era tan bonita que se enamoró de ella. A tal punto llegó su pasión por la escultura que la trataba como si fuera una mujer real, como si estuviera viva. El mito continúa cuando la escultura cobra vida después de un sueño de Pigmalión, por obra de Afrodita, al ver el amor que éste sentía por la figura que representaba a la mujer de sus sueños.

Este hecho fue nombrado como efecto Pigmalión ya que superó lo que esperaba de sí mismo y al creer que la estatua estaba viva esta llegó efectivamente a estarlo.

Lo que dice el efecto Pigmalión es que cuando nosotros creemos en alguien, le alentamos, le damos apoyo y cariño y le empujamos a ese objetivo, estamos ayudando a que pueda alcanzarlo.

Por otro lado está el “efecto Galatea”, la fuerza que tienen las convicciones sobre nuestro propio éxito o fracaso. No es una novedad que cuanto más convencidos estemos de ser capaces de hacer algo, mayor es la probabilidad de lograrlo, pero por desgracia es algo que se nos suele olvidar.

Efecto Pigmalión

Pygmalion de Jean-Baptiste Regnault de 1786, Musée National du Château et des Trianons

Si tomamos a los hombres tal y como son, los haremos peores de lo que son. Pero si los tratamos como lo que deberían ser, los llevaremos donde tienen que ser llevados. Johann Wolfgang von Goethe.

Efecto Pigmalión en el aula

Lo cierto es que cuando tratamos a las personas creyendo en su potencial, estamos condicionando el trato hacia esa persona.

Imaginemos a un profesor que entra en un curso académico del que otros compañeros le han hablado horrores, le han advertido de que no espere nada de esos alumnos porque es imposible con ellos. Los prejuicios y las expectativas de ese nuevo profesor que entra ya son negativos. ¿De qué va a estar atento?, pues estará atento de todo lo que falla. En el momento en que alguien se porte mal, que no cumpla con los objetivos, que no traiga hechos los deberes… ese profesor se va a reafirmar en ese concepto que ya tiene.

En el momento en que ese profesor cambia totalmente esos prejuicios, “bueno, me han dicho esto pero yo aquí voy a esperarme lo mejor, seguro que soy capaz de motivarlos, de sacar el talento que tiene cada uno de ellos, de empujar para conseguir que este grupo esté unido y cumpla con los objetivos”, si tiene esas expectativas respecto al grupo, va a tratar a los alumnos y va a condicionar el trato que tiene con ellos para bien. Y con esa actitud va a sacar mucho más que si de entrada espera no encontrar nada.

Lo que está demostrado científicamente es que cuando tú esperas cosas buenas de la gente, te comportas de tal manera que la gente te responde.

Efecto Pigmalión negativo

Un Pigmalión negativo tiene el mismo efecto que un Pigmalión positivo, pero en sentido contrario.

¿Qué ocurre si un profesor no tiene ningún ánimo de motivar al grupo? ¿O si son los padres quienes actúan de esa forma?

Cuantos niños pequeños han dejado de practicar deporte porque han tenido entrenadores autoritarios, que no han tenido cuidado en cómo transmitían las órdenes o en cómo castigaban cada fallo. La gente abandona y se desmotiva. Porque cuando tú transmites a los demás que no sirven, que no están preparados, que a través del esfuerzo no van a conseguir nada… la gente baja su autoestima y su confianza, y pierde completamente la seguridad. Deja de esforzarse en algo porque sabe que no va a tener premio.

Un Pigmalión negativo condiciona incluso nuestro futuro laboral. Muchas veces sin querer, porque la gente no es mala. Hay padres que dicen “¿en esa carrera te vas a meter? Yo lo veo muy difícil”. Y con eso le están diciendo a su hijo “no sé si con el esfuerzo lo conseguirás, yo no te veo preparado”. En lugar de animarle y prepararle para luchar, para invertir ese esfuerzo que él necesita, le preparan para buscar algo más sencillo que le alivie un poco su vida.

Efecto Pigmalión positivo

El beneficio del efecto Pigmalión es que se consigue sacar de la gente ese potencial que a veces uno mismo ni siquiera reconoce. Muchas veces tenemos en la cabeza una versión subjetiva de nosotros mismos ―o porque viene condicionada por nuestra experiencia con la tarea o porque somos muy exigentes― y no nos valoramos de forma positiva y con confianza, no pensamos que estamos preparados.

Pero hay gente que viene y te dice “pero si tú puedes, si yo te he visto en aquella ocasión hacer esto, si resolviste aquel problema de esta manera, si yo he pasado contigo momentos en los que te has superado. ¿Cómo no vas a poder hacerlo?”. Esa otra visión que tienen los demás sobre nuestro potencial, a veces nos empuja a hacer cosas que por nosotros nunca hubiéramos intentado.

¿Cualquiera puede convertirse en Pigmalión?

En Pigmalión puede convertirse todo el mundo que tenga interés en gestionar personas. Hay otras personas que no, que pasan, que saben que la relación con los demás depende del carisma, del liderazgo, de cómo dirigimos y cómo intentamos motivar, pero si no tienen interés no se van a convertir en Pigmalión.

Pero como el ser Pigmalión no es algo que venga genéticamente determinado, sí es cierto que si tú tienes interés en sacar lo mejor de los que te rodean ―tus alumnos, tus deportistas, tus hijos, tus amigos, o incluso tus padres― por supuesto que lo puedes conseguir.

Cualidades que debemos tener para convertirnos en un buen Pigmalión:

Lo primero es quitar cualquier prejuicio. En el momento en que tienes prejuicios negativos sobre una persona ya te está condicionando el trato con ella. A la gente hay que intentar verla con amplitud de miras.

―Luego hay que tener paciencia, porque todo aquello que queremos trabajar no se consigue de un día para otro.

Tenemos que intentar ser benevolentes, para buscar cosas buenas en los demás.

Y tener esas ganas de que el otro crezca. Aquel profesor que simplemente va a dar su materia, puede ser que la dé muy bien. Pero hay otro tipo de profesores que aparte de educar a los niños en su asignatura quieren educar a personas. Que van buscando esa parte que les parece más atractiva, dónde está el talento de cada niño. Porque todos los niños son diferentes no podemos educarlos y formarlos como si fuesen todos iguales. Ese tipo de profesores se preocupa por ver que tiene cada niño de talentoso para potenciarlo por ahí y engancharlo a su clase.

¿Podemos ser nosotros nuestro mejor Pigmalión?

Es ideal tener a alguien que te empuja y te anima. De hecho cuando se les pregunta a las personas si tienen algún Pigmalión en su vida, todo el mundo recuerda a alguien que le apoyó en un momento determinado. Pero sería estupendo si no tuviésemos que depender de esa persona para estar motivados.

Nosotros podemos por dentro escuchar a esa parte más racional y positiva que nos dice: “¡inténtalo, otra vez lo conseguiste!, tú sabes que con el esfuerzo puedes crecer como persona, sabes que si te entrenas y te formas en esto puedes superarte a nivel profesional”, y escuchar solamente esa voz que nos dice que el miedo sólo bloquea, y que cuando somos un poco más atrevidos y nos lanzamos a veces tenemos mucho que ganar.

Si te condicionas para que las cosas salgan mal, lo vas a provocar. Pero si te condicionas para que salgan bien, puede ser que aumentes tu probabilidad de tener éxito.

Efecto Pigmalión

¿Cuáles son los pasos para convertirnos en nuestro propio Pigmalión?:

Cuál es el reto: “Quiero empezar a hacer deporte”, “quiero aprender inglés”… y por dentro te estás diciendo “¿pero cómo voy a aprender inglés? Si el año pasado ya lo intenté y lo dejé a medio camino. Si fue tirar el dinero”. Por supuesto dejas de atender al diablillo que te dice que no estás preparado.

Qué parte de mí tiene capacidad. Qué pruebas tengo: Busco otras experiencias en la vida donde lo he conseguido. “El inglés el año pasado no lo conseguí, pero me metí en aquel curso hace tres años y lo terminé. Me siento de eso muy orgulloso”. Busco situaciones en las que yo me refuerce y diga que realmente soy capaz.

Y por último actúo: para que algo ocurra tú tienes que hacer porque eso pase. Puedes ponerte un reto, puedes pensar que tienes capacidad y que puedes ser perseverante porque otras veces lo has demostrado, tienes una prueba de realidad que te dice que aquella vez que te apuntaste al curso lo terminaste y te sentiste orgulloso. Y a partir de ahí tienes que pasar a la acción. Si no pasas a la acción de nada te sirve empujarte, creer en tu potencial y pensar que tienes capacidad para hacerlo. De nada sirve si te quedas en un propósito a nivel mental.

¿Puede la profecía autocumplida o efecto pigmalión ser perjudicial en algún momento?

Cuando uno mantiene ese diálogo con uno mismo, podría llegar a ser obsesiva esa voluntad de tirar, tirar y tirar para adelante. ¿Puede ser entonces perjudicial este efecto Pigmalión que nos autoejercemos?

Ese automotivarnos sólo puede ser perjudicial cuando intentamos plantearnos un reto que no depende de nosotros. Si vamos a una entrevista de trabajo pensando “esta entrevista la saco porque sí, porque yo soy el mejor”. En este caso no se trata de un reto real, porque al final quien da la calificación o quien elige es el seleccionador, y porque hay otras personas que también se van a entrevistar que pueden estar mejor cualificadas y tener más experiencia que yo.

El reto tiene que estar en lo que depende de nosotros “estoy preparado, tengo experiencia laboral, creo que me puedo mantener tranquilo. Seguramente si me comporto de forma extrovertida, dinámico y optimista, puedo ganar puntos”, pero son objetivos que van a depender de nuestras capacidades.

Si yo intento ser un Pigmalión poniéndome retos y diciéndome que soy capaz de que me contraten para la entrevista, si ese reto no depende de mí va a ser muy frustrante. Y el próximo día puedo decir “¿para qué me voy a animar? ¿Para qué voy a creer en mí si no consigo lo que quiero?”. ¿Por qué ha ocurrido? Porque lo que quería no era algo que estaba solamente bajo mi control, sino que intervenían otro tipo de personas que también tomaban decisiones.

¿Qué hacemos cuando la percepción que tenemos de nosotros entra en vía negativa después de no haber conseguido algo?

Ahí se produce un lenguaje interno tóxico. Lo que hemos de hacer es analizar por qué no lo hemos conseguido. “¿Realmente no he conseguido ese puesto de trabajo porque yo no estaba preparado, o ha sido porque había gente que era mejor que yo?”. Hay que hacer el locus de control interno: en qué medida yo me he equivocado, si me he equivocado. O puede ser que no, puede ser que haya un candidato muchísimo mejor.

Si me he equivocado tengo que corregir; si veo que me falta inglés tengo que aprender inglés; si veo que me falta aprender a manejar un programa informático es que necesito formación. Y si no simplemente me vuelvo a concentrar en mis fortalezas, en todo lo que yo he preparado y en todo lo que he hecho bien, para poder potenciarlo y utilizarlo cuando surja otra vez la oportunidad.

¿Cómo aplicamos el efecto Pigmalión en la educación de los niños?

A la hora de educar a los niños sería ideal que padres, maestros y todos los que tienen niños a su cargo fuesen auténticos pigmaliones, porque se condiciona mucho la personalidad de los niños.

Especialmente que los padres fuesen pigmaliones sería fantástico. ¿Por qué? Porque muchas veces los padres hacemos comentarios, sin intención ninguna, y condicionamos completamente las decisiones, incluso el esfuerzo que un niño puede poner en la tarea.

Imagina que tu hijo ha estado estudiando y se ha presentado a un examen, que vuelve a casa y ese examen le ha ido mal. Si tú le dices “¡Bah, así no llegas ni al bachillerato! Como sigas con esta dinámica ya verás”. Es algo que a veces se dice pensando que puede motivar.

¿Qué es lo que le estás trasladando a tu hijo? Que no crees en él y que no te genera confianza, y que el esfuerzo que ha invertido en ese examen no le ha servido para nada. Eso es lo que le transmites con una sola frase.

Que diferente sería decirle: “Oye, ¿hay algo en lo que yo te pueda apoyar? ¿Sabes en qué te has equivocado? ¿Qué tenemos que corregir?” “¡Si tú estás preparado!, estoy seguro que la próxima vez si sigues insistiendo de esta manera lo vas a conseguir”, “no quiero que te desanimes, quiero que sigas ahí. Estoy orgulloso por el esfuerzo que has puesto, me encantaría que pusieras un poco más”.

Siempre en términos positivos. ¿Para qué? Para que tu hijo sienta que el esfuerzo se valora y lo interiorice como un sistema de trabajo. Así le animas a conseguir nuevos retos, porque en el momento en que le dices que así no llega a ningún lado…

¿Qué es el liderazgo situacional?

Hay que tener mucho cuidado con las reprimendas a los niños para buscar motivación. Los padres y los maestros piensan a veces que educan por igual, y tenemos que aplicar un liderazgo situacional. Esto significa que todos los alumnos son distintos, todos los niños que tienes en tu equipo de fútbol son distintos, y tus hijos también.

A pesar de que educamos o pensamos que educamos igual a los hijos no ocurre nunca así, porque tú también eres una persona que cambias. Tú tienes tu escala de valores y unos objetivos y quieres que eso se cumpla con los hijos, pero la forma en cómo tratas a unos y a otros es diferente. ¿Por qué? Pues porque el segundo hijo te coge con más experiencia, porque igual tienes una situación de más tranquilidad, o quizás ahora has dejado de trabajar y le puedes dedicar más tiempo. Debemos tener mucho cuidado y darle a cada hijo lo que necesita.

Igual que hay niños en el fútbol que se retan, o los retas cuando eres más agresivo o autoritario, hay otros niños que necesitan algo más de atención y cariño. Hay que tener cuidado porque hay palabras que bloquean completamente a la persona. Y ya no sólo es que no seamos un Pigmalión positivo para esa persona, sino que lo que hacemos es bloquearla e impedir que alcance y se esfuerce para conseguir sus objetivos.

¿Hay algún límite, algo que no debamos hacer como Pigmalión?

Si quieres ser un Pigmalión tienes que ser un Pigmalión sincero. Basado en cosas que, a pesar de que tú no creas en ellas, sabes que puedas tener.

Si yo te digo “Mujer, si tú eres la mejor. Lo vas a conseguir. Seguro que consigues esa entrevista porque estás preparadísima”, no es lo mismo que si focalizo en algo concreto que tú sabes que es tuyo y que aumenta mi credibilidad: “con esa capacidad que tienes tú para relacionarte, con ese manejo de vocabulario, con ese saber estar, tienes muchas probabilidades de conseguir el éxito”. Esto último no es lo mismo que decir algo general, que le podría decir a todo el mundo, y que suena más a querer quedar bien que a hacer un esfuerzo por potenciarte.

Un Pigmalión debería centrarse, buscar, ser un observador. ¿Qué tiene esta persona que yo pueda potenciar? ¿Dónde hay algo en lo que yo pueda ayudar? Pero que sea algo realmente sincero, y siempre basado en cosas que dependan de uno. Porque si no estás animando a la persona a que haga algo que no depende de ella.

Efecto Rosenthal. Un experimento de Robert Rosenthal y Lenore Jacobson

En el año 1965 dos psicólogos estadounidenses, Robert Rosenthal y Lenore Jacobson, hicieron un experimento. Dijeron a varios profesores de niños entre 5 y 12 años que les hicieran una prueba de habilidad.

Esa prueba en realidad era un test de inteligencia no verbal ―un test que intenta no medir la fluidez verbal aprendida―. Para los investigadores era fundamental que los profesores no supieran qué era un test de inteligencia. Una vez hecha la prueba, los investigadores dijeron a los profesores cuales eran los alumnos que tenían un mayor potencial. Pero era mentira, los resultados que los investigadores dieron a los profesores no eran ciertos. Aquí radicaba la clave del experimento. Querían saber si el alumno con mejores potenciales tendría mejores resultados si así  lo esperaba el profesor.

A los niños les volvieron a repetir la prueba de inteligencia un año y dos años después. Y pasó parte de lo esperado, los chavales de quienes más se esperaba tenían mejores resultados. Pero también pasó algo curioso, los niños de los que se esperaba menos tenían profesores más hostiles.

Hubo mucho entusiasmo ante el experimento, se creyó que los profesores podrían tener un gran poder a la hora de mejorar los resultados de sus alumnos si ponían mucha fe en sus potenciales. Y al revés también, los profesores causaban desigualdades al prejuzgar y esperar poco de sus alumnos.

Como cualquier experimento hecho sobre seres humanos tenía sus limitaciones. Es sencillo esperar mucho pero no sería ético hacer lo contrario, y esta sería la única manera de asegurar unos datos óptimos. Quizás el problema radicaba, ya que el experimento iba de expectativas, en las propias expectativas del experimento.

El cociente de inteligencia está determinado en su mayor parte por cuestiones genéticas. No es que sea inamovible pero parece que la influencia externa, incluso la de un profesor, es menor de lo esperado. Y toda vez que el cociente de inteligencia tiene relación con el éxito en la vida, son muchos los investigadores que piensan en cómo aumentarlo.

Además, parece que el experimento no se libró de ciertos sesgos ideológicos por la época en que se hizo. Sea como fuere, y sin aguardar milagros, no parece descabellado creer en la influencia beneficiosa de un líder que pueda mejorar el rendimiento de un grupo, que es lo que es al fin y al cabo un aula de alumnos.

Divina Pastora Seguros, un ejemplo en vídeo

Campaña publicitaria de Divina Pastora Seguros (#NoTeDetengas), que explica el efecto Pigmalión o profecía autocumplida. Se observa como las expectativas de las personas tiene una influencia determinante en los resultados:

Fuente: «Para todos la 2» de RTVE (21/01/2013) / «El buscador» de Radio 5 (2/11/2015) / Imagen de portada: Ilustración para el epígrafe 4.2, «Expectativas hacia el alumnado. El Efecto Pigmalión», del Material de Igualdad de Oportunidades «Diferentes, misma capacidad». / Imágenes: ilustraciones de Mark Elliott, Elena Queralt, Alessandra Psacharopulo, Robert Neubecker y Gonçalo Viana. Efecto Pigmalión

Filosofía para niños

ESegún el filósofo y educador Matthew Lipman, inspirador del proyecto «Filosofía para niños», el no ayudar a los niños a pensar sobre las cosas que les preocupen no hace otra cosa que preocuparles más.
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Los niños y los filósofos comparten la inagotable curiosidad por todo lo que les rodea y el no dar nada por sentado. Niños y filósofos se preguntan constantemente por qué, por qué y por qué. Esta actitud característica de una determinada etapa del desarrollo del niño se convierte en modo de vida del filósofo.
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Hacer filosofía para niños y adolescentes ¿significa presentarles los contenidos de la filosofía en miniatura? ¿O más bien la filosofía para los niños tiene que ver con la formación en el pensamiento lógico y la reflexión crítica? ¿Qué tipo de filosofía debería entrar en las aulas?

¿Qué es la filosofía? ¿Y qué es un filosofo?  ¿Qué es filosofar?

La filosofía se ocupa del conocimiento de la realidad y del sentido de la existencia. Se basa en el buen uso del lenguaje y de la mente racional, y por esta razón es una buena forma de enseñar a los niños a pensar correctamente.

Los niños son pequeños grandes pensadores porque su afán por conocer y preguntarse por las cosas es connatural a ellos, sólo necesitamos la sorpresa. Somos nosotros, los adultos, quienes vamos perdiendo con el paso del tiempo la capacidad de indagar y cuestionarnos las cosas más allá de lo que es puramente utilitarista y productivo.

La palabra filosofía puede sonar grandilocuente, ya que probablemente la relacionamos con la carrera que se estudia en la facultad de filosofía ―en el fondo significa amor a la sabiduría―, y esto hace que se piense que la filosofía es una cosa difícil propia de gente grande y sabia.

Pero cualquier niño, cualquier persona puede hacer filosofía y no tiene por qué ser difícil. Matthew Lipman fue el iniciador, el teórico y dinamizador del movimiento conocido como «Filosofía para niños”. Su objetivo era promover la capacidad de pensar de los niños, sobre todo desarrollar el pensamiento crítico y potenciar aspectos como el pensamiento reflexivo, libertad, democracia, bien común, intercambio de ideas, respeto, escucha, etc.

La filosofía surge a partir de formularse preguntas. Los niños hacen preguntas desde bien pequeños, a veces nos molestan sus preguntas y no las respondemos ―o las respondemos con evasivas― y ellos aprenden que mejor no preguntar. Lástima, es algo que tendríamos que evitar.

Ilustración de Vincent Sorel para el libro ‘El filósofo-perro frente al sabio Platón’

Preguntas abiertas y preguntas cerradas

Hay que distinguir entre preguntas abiertas y preguntas cerradas. Las preguntas cerradas tienen una respuesta correcta que suele ser breve, por ejemplo: “¿Cuánto son 2 + 2?” “¿Cuál es la capital de Austria?” “¿Quién descubrió América?” “¿Qué has comido hoy en la escuela?”… son preguntas que todos podemos responder, que tienen una respuesta correcta e incorrecta y son las preguntas que normalmente se hacen en la escuela.

Las preguntas abiertas se tienen que pensar y a veces no tienen una respuesta clara. Por ejemplo: “¿De dónde vienen los niños?” “¿Dónde se acaba el mundo?” “¿Adónde vamos cuando nos morimos?” “¿Por qué estás tan enfadado?” “¿Qué puedo hacer para que te sientas mejor?” “¿Los payasos también se enfadan?”…

Las preguntas abiertas inducen a la reflexión y al pensamiento crítico, y eso es algo muy importante. Cada vez se ve más claramente la importancia de formularse preguntas abiertas, que es lo que estudia la filosofía, más que responder preguntas cerradas.

La reflexión conjunta entre padres e hijos a partir de preguntas abiertas, tal vez formuladas por ellos mismos, es una manera de iniciarse en la filosofía, de aprender a pensar y de estimular el pensamiento crítico en los niños y en las niñas.

Ilustración de Laurent Moreau para el libro ‘Un día loco en la vida del profesor Kant’

Matthew Lipman y su proyecto «Filosofía para niños»

El proyecto «Filosofía para niños”, inspirado por Matthew Lipman, tiene como voluntad enseñar a adultos y a niños a dialogar, razonar, buscar e indagar en el pensamiento. Este proyecto ha sido considerado por el Consejo de Europa como una herramienta para una educación democrática, basada en el diálogo y la resolución no violenta de los problemas.

La filosofía es amor al conocimiento. Hacer filosofía en la escuela con los niños, que no estudiar filosofía, puede ser un elemento que ayude a mantener el espíritu del aprendizaje. El niño se coloca en la actitud ingenua del filósofo, la contraria a la actitud que hay detrás de la frase “eso ya lo sé”.

Matthew Lipman (24 de agosto 1923 – 26 de diciembre 2010) fue un filósofo, lógico e investigador sobre pedagogía estadounidense.

La filosofía para niños puede crear espíritu de investigación desde la constatación de que no sabemos y queremos saber. De hecho según este programa se proponen unas clases de filosofía en las que los protagonistas son los mismos alumnos, no un temario lleno de contenidos que tienen que estudiar. Porque lo que se pretende es desvelarles el gusto por la investigación colectiva.

Se hace filosofía en el aula para intentar que los alumnos, todos y cada uno de ellos, se conviertan en personas más razonables, en ciudadanos y ciudadanas participativos con capacidad de formarse opiniones propias basadas en criterios consistentes. Para que sepan afrontar los retos de la vida de forma creativa.

Ilustración de Donatien Mary para el libro ‘El fantasma de Karl Marx’

¿Por qué es importante para el desarrollo infantil estudiar filosofía?

Primeramente porque los niños tienen la capacidad de pensar, de preguntar, de interrogar, de indagar cuestiones… es algo que está y mucho en el potencial de los pequeños. Y además porque les ayuda enormemente a desarrollar habilidades para su vida adulta y profesional: la capacidad de criticar, de dialogar, de llegar a consensos, de cuestionar eso que damos por hecho. Son habilidades que, si se entrena ya al niño en ese conjunto de facultades, permitirán que tenga una formación más integral y más sólida. Será más fácil que cuando el niño llegue a la edad adulta tenga buenas habilidades para la actividad laboral.

Por tanto, se pueden identificar los beneficios no tanto de enseñar filosofía a niños sino de filosofar con ellos o filosofar a partir de sus preguntas.

Ilustración de Laurent Moreau para el libro ‘Un día loco en la vida del profesor Kant’

Los beneficios de estudiar humanidades

En una época en la que todo es tecnología, más prioritario que aprender filosofía parece que sea el que los niños sepan manejar un ordenador. Pero es que, en el fondo, si uno no tiene criterio a la hora de utilizar un ordenador tampoco le va a servir de mucho.

Es algo en lo que muchos intelectuales están insistiendo: las humanidades son absolutamente necesarias para una sociedad tecnológica y para una sociedad científica.

Porque las humanidades son las que aportan criterio, alternativas, pensamiento crítico y pensamiento creativo. Nos dan posibilidades realmente de abarcar habilidades ―todas las habilidades que la historia de la filosofía nos ha regalado― pero también actitudes ―actitudes de descubrimiento, actitudes de admirarse, actitudes de sorprenderse, actitudes de ir más allá―, y todo eso es lo que la tecnología pura y dura puede no dar.

Necesitamos ese empujón de las humanidades en general para educar en el asombro.

Ilustración de Donatien Mary para el libro ‘El fantasma de Karl Marx’

La filosofía en la educación, cuestión de metodología

No deberíamos dejar que la filosofía fuese sólo una disciplina académica más, ni pensar que no ofrece muchas más ventajas respecto de las demás.

Es un error quedarnos sólo con que la filosofía  forma parte de nuestro legado cultural y que podemos transmitirla como cualquier otra materia. Eso no es lo que la filosofía puede aportar a la educación y a la sociedad, y esa es la clave.

No se trata de hacer una mejor educación como un fin en sí mismo sino de vivir en un mundo mejor. Y eso sólo es posible cuando dejamos la filosofía académica y nos centramos en el método mismo del filosofar.

Lo mismo podríamos decir con las ciencias, porque lo que nos enseñan en la escuela son los resultados acabados que nos dan los libros de texto que no tienen nada que ver con el quehacer de los científicos.

La  clave está en ir a los procesos y no a los resultados, la clave está en una metodología cooperativa y en una comunidad de investigación donde se investigan las cosas que nos interesan a todos y donde hay un absoluto rigor en los procedimientos.

Muchas veces en las clases de filosofía, en aulas preuniversitarias y en las de la universidad, se lanzan conceptos pero no se enseña a pensar, a indagar, a cuestionar, a interrogar. Y eso tiene como consecuencia la degradación de esa materia o su marginalización ―”no sirve para nada”, “es obsoleta”, “sólo hay que memorizar”, “vaya royo”, “es inaguantable”―.

Sin embargo, cuando se empieza a impartir filosofía a niños y a jóvenes en ellos el interés se despierta porque está ahí la pregunta, se utiliza el método.

Por ejemplo el método socrático, un método paradigmático en filosofía. Sócrates lo que hacía en la plaza ateniense ―en el ágora― era intentar aclarar lo que era la virtud. Pero no lo hacía yendo con un rollo preestablecido diciendo “la virtud es…”, sino preguntando: “¿qué dices tú que es la virtud, o el bien, o la verdad, o qué podemos esperar después de la muerte?”. De esa forma el niño empieza a buscar respuestas.

Ilustración de François Schwoebel para el libro ‘El genio maligno del señor Descartes’

Qué interés muestran los niños en las clases de filosofía

Cuando a los pequeños se les hace ser protagonistas y no solo sujetos pasivos, se sienten estupendamente en ese papel. Para ellos supone una abertura impresionante despertar esas cuestiones que ya les preocupan pero que nunca suelen estar en el aula.

Poder hablar de cuestiones como la muerte, la amistad, el compromiso, la mentira, la verdad… son cuestiones que no aparecen estrictamente en ningún programa pero para ellos son preocupaciones fortísimas: “me ha traicionado un amigo”. ¿Qué pasa? ¿Qué es la traición?

Se trata de hablar de esas cosas, de hacer filosofía pero a partir de sus propias experiencias, haciendo que los niños sean realmente los protagonistas de los intereses.

Ilustración de Laurent Moreau para el libro ‘Un día loco en la vida del profesor Kant’

A partir de qué edad se puede dar filosofía a los niños

Pensamiento y lenguaje son muy parejos, por tanto se puede comenzar a filosofar a partir de que los niños pueden hablar.

El tono y el nivel no será el mismo, pero sí la preocupación. Cuando los niños pasan la “etapa del por qué” están interesadísimos en cuestiones tremendas: en la otra vida, en la muerte, en el nacimiento…

El niño no sólo pregunta cómo ha pasado eso sino que quiere saber para qué ha pasado:

a― El abuelo se ha muerto.
b― ¿Cómo se ha muerto?
c― Pues mira, ha tenido una enfermedad de tipo terminal y murió.
d― Pero, ¿por qué tenemos que morirnos?

Y ahí ya estamos ante una pregunta filosófica. Espera que lo piense, ¿por qué tenemos que morirnos? Porque de entrada no está tan claro que tengamos que morirnos, sin embargo el niño nos hace una pregunta que nos pone ante las cuerdas. Y tenemos que empezar a dar respuestas ―que no es una― a esta posible pregunta.

No hay por tanto una edad ideal. Más que un momento puntual es una cuestión de crear hábitos y de empezar cuanto antes. Lentamente, despacito, lúdicamente ―se puede uno divertir muchísimo en un aula de filosofía―.

Se puede trabajar con historias, con juegos, con cine, con pintura… de hecho lo que se intenta es reflexionar y llegar a interpretar que nos sugiere por ejemplo un cuadro. A un niño le sugerirá pobreza y a otro tristeza, y ahí ya se tiene un trabajo espontáneo y directo. Todas las edades son buenas para filosofar.

¿Qué es la filosofía?

Educación en valores. Qué aporta la filosofía en el aula

Cuando se habla de la infancia, de la adolescencia y de la juventud se carga mucho siempre en el hecho de que no tienen valores, que no tienen educación, que no saben estar, que no saben realmente el lugar que les corresponde, que son pequeños tiranos.

Pero los valores no son específicos de la clase de filosofía. Sí que es cierto que en esa asignatura se tematizan los valores y se hace una reflexión sobre ellos, pero la educación de los valores es algo transversal.

No se puede imputar toda la responsabilidad de transmisión de valores ni a filosofía, ni a religión ni a ciencias naturales.

Es cierto que en el aula, cuando se filosofa, aparecen valores como el respeto ―este señor ha explicado estas ideas―, o la escucha ―que es fundamental―.

Y no sólo están presentes los valores sino que están presentes de una forma vivencial. Por ejemplo se habla poco del respeto, porque no hace falta hablar mucho del respeto o de la generosidad o de saber escuchar. Lo que hay que hacer es practicarlo y ponerse en situación.

Proponer a los chavales trabajar haciendo filosofía permite que esos valores estén encima de la mesa, porque si uno no escucha es incapaz de dialogar.

La praxis de ese diálogo conlleva conocimientos, porque hay que buscar información para poder hablar seriamente. Pero además hay que evaluar esa información y hay que tener criterios para evaluarla.

Hay que guardar una serie de actitudes, por ejemplo todo el mundo tiene derecho a disentir pero nadie tiene derecho a insultar. Es importante que los niños lo entiendan y que lo internalicen.

Los niños no van a aprender a ser respetuosos copiando mil veces “voy a ser respetuoso”, porque hay muchas cosas que no se  aprenden como la tabla de multiplicar y la filosofía así entendida es una de ellas. Por eso la herramienta clave es el diálogo.

Uno de los principales problemas es que esto casi nunca se evalúa porque la escuela centra su evaluación en factores  principalmente cognitivos y principalmente individuales. Y tanto la filosofía como  la ciencia no la hacen personas individuales, la hacen comunidades.

Deberíamos ir hacia una evaluación de los grupos ―un grupo es siempre más que la suma de los individuos que lo componen― o si no algo se va a quedar cojo.

La filosofía dialógica, como la entendía Sócrates, en un proceso de búsqueda de la verdad que el profesor no tiene ―porque Sócrates tampoco la tenía, y aun hoy en toda la cultura occidental estamos buscando esas verdades universales que no sabemos donde estarán―, pero con esa humildad socrática de ponernos todos en camino, todos juntos.

Filosofía para niños

Ilustración de François Schwoebel para el libro ‘El genio maligno del señor Descartes’

El papel del profesor de filosofía

El profesor va a clase a crear el ambiente, y sobre todo ayuda a los niños a aclarar palabras que a veces utilizamos de un modo muy superficial: ¿qué es felicidad? ¿Qué es libertad? ¿Qué es amor?

Si en un aula de segundo de bachillerato planteamos la cuestión: “¿el teléfono móvil nos ha hecho más libres?” El debate está servido. “¿Qué es libertad para ti?”, ahí empieza el debate y empieza la búsqueda. Porque Kant dice algo sobre la libertad, y Sartre dice otra cosa, y Schopenhauer dice otra cosa, y Platón dice otra. Y ahí es donde los chicos empiezan a mover la búsqueda sobre quienes han hablado con autoridad sobre lo que es la libertad.

Lo interesante de este proyecto dialógico es que no se pone a los chicos ante las cuerdas de un filósofo o de una autoridad, sino que van puliendo entre ellos. Entre los ejemplos, las razones, las experiencias… todo eso conforma un magma que va puliendo ese concepto de libertad, de muerte, de amor, de fidelidad o de justicia. Pero no les acaba de dar el concepto final sino que les deja sensibles para seguir buscando.

Se trata de inocular el virus más que de dar respuestas definitivas, que uno se da cuenta que al cabo de poco dejan de ser definitivas. Se consigue buscar ese espíritu indagador y esas ganas de descubrir. Logramos en definitiva que los niños y jóvenes sean más sensibles, para que cuando lean un titular de un periódico puedan ver dónde está el problema, el prejuicio implícito, el doble juego de palabras.

Se trata de hacerles más atentos a la lengua, al discurso y al oír al otro. Se trata más de aportarles esto que no de dar conocimientos, teorías, corrientes… aunque evidentemente quien da esas clases debe de ayudarse de los maestros.

Además de inocularles el virus hace falta aportar a niños y jóvenes las herramientas para desenvolverse en ese proceso. Hace falta capacitarles y dotarles de un pensamiento mucho más crítico, mucho más creativo y mucho más riguroso.

Porque a la hora de afrontar qué es la felicidad, o a la hora de afrontar cómo progresa la ciencia o a la hora de afrontar cualesquiera problemas ―que todos ellos son sumamente interesantes y relevantes en la sociedad del siglo XXI, y en ello tenemos que estar porque aquí vivimos― tenemos que hacerlo muy rigurosamente, porque es mucho lo que nos jugamos.

Filosofía para niños

Ilustración de Vincent Sorel para el libro ‘El filósofo-perro frente al sabio Platón’

La diferencia entre los niños de hoy y cómo éramos años atrás

Los niños de ahora lo que tienen es una gran libertad expresiva. No son esclavos de los prejuicios ni de lo políticamente correcto y por lo tanto entran en el debate con una gran sinceridad.

Lo expresan quizás no de un modo matizado ―no tienen las herramientas conceptuales para precisar y distinguir, eso se les tiene que ofrecer―, pero sí que es verdad que no tabuizan nada.

En cambio, en debates adultos sabemos que hay cuestiones que son “temas problemáticos” y que dejamos en un cajón. Los niños y los jóvenes no, ellos ponen cualquier tema encima de la mesa y eso es algo extraordinario. Cuanto más jóvenes más facilidad tienen, menos domesticados están y más espontáneos aparecen.

Los niños de hoy tienen a su favor que tienen más oportunidades. Tienen muchas más oportunidades de viajar, de saber, de conocer, de tener informaciones. Lo que ocurres es que debemos ayudarles a organizar. Como hay más información y más posibilidades de comunicación a veces quizás nos perdemos en un laberinto, y el problema o el trabajo de los educadores sería orientarles.

Cuando un niño busca y en el ordenador escribe la palabra “libertad” o “Immanuel Kant”, se encuentra allí con mareas de información. Cómo distinguir que una cosa es la información que viene de la enciclopedia británica o de la biblioteca de Stanford de filosofía ―que son fuentes serias y fiables― de cualquier iluminado que se levanta por la mañana y escribe lo que Kant dijo.

Filosofía para niños

Ilustración de Donatien Mary para el libro ‘El fantasma de Karl Marx’

¿Cómo ayudar a los niños a formular preguntas abiertas?

En realidad ese tipo de preguntas deberían ser imitadas por los niños. Somos los adultos los que deberíamos hacernos esas preguntas y no limitarnos sólo a preguntas de sí o no, de blanco o negro. Si los adultos formulamos preguntas abiertas también los niños las formularán.

Por otro lado el mundo de los niños es mucho más amplio que el mundo del conocimiento o de la ciencia o del saber, que pide respuestas concretas como el nombre de las capitales o las tablas de multiplicar.

El mundo de los niños ―sobre todo cuando son más pequeños― es mucho más grande, incluye desde los juegos hasta distraerse hasta todo tipo de curiosidades. Por tanto hacer surgir estas preguntas no es problema, lo que ocurre es que a veces los adultos las ahogamos.

Hay un momento ―a los cuatro años― en que los niños preguntan el por qué de todo, y entonces llega un momento en que los padres dicen “basta”, “porque sí”, “porque lo digo yo”.

Los niños son insaciables, son como esos filósofos importantes que tienen que descubrir el mundo. Y como tienen todo por descubrir todo es una pregunta y todo es una cuestión.

Lo que deberíamos hacer los adultos es no ahogar esta curiosidad y, al revés, estimular esta capacidad exploradora de los niños ayudándoles, insistiendo nosotros en preguntas nuevas. No dando respuestas sino respondiendo con otra pregunta e intentando hacer una cadena. Esta sería una posible salida para esta necesidad que tienen los niños de respuestas, pero también y sobre todo de hacerse buenas preguntas.

La diferencia entre preguntas abiertas y preguntas cerradas es nuestra, no es de los niños. Los niños buscan seguridad, buscan siempre que cada pregunta tenga una respuesta.

Ocurre que en seguida se dan cuenta de que no siempre es así. Ahí está la habilidad o el arte de educar, de demostrar que no todo tiene una respuesta y que la respuesta la ha de encontrar uno mismo. En los niños es inherente la pregunta pero también es inherente la necesidad de seguridad.

Filosofía para niños

Ilustración de Laurent Moreau para el libro ‘Un día loco en la vida del profesor Kant’

¿Cómo ayudar a los niños a pensar? ¿Qué papel juega la filosofía?

Los niños y los filósofos tienen muchos elementos en común. Son dos colectivos que se preguntan por el mundo sin presuposiciones, sin prejuicios y con una cierta ingenuidad. Esas mismas preguntas que hacen los niños son las que uno tiene que desaprender en la edad adulta para volverlas a relanzar.

En definitiva toda la historia de la filosofía no es otra cosa que plantearse las mismas preguntas que se hacían los presocráticos o los filósofos griegos: qué es la justicia, qué es la belleza, qué es la corrección, qué está bien y que está mal… son las preguntas que se hacen los niños porque se tienen que situar en el mundo.

Filosofía y niños tienen en común este intento de buscar respuestas y una cierta seguridad. Aun sabiendo que quizás no encontraremos esas respuestas eso no nos aparta de la dinámica de buscarlas.

Un poco como ha pasado con el mundo del arte ―cuando Pablo Picasso dice que él ha tenido que desaprender las técnicas para volver a ser un niño y poder pintar―, la filosofía, a través del señor Lipman, ha hecho este ejercicio de ponerse en situación del filósofo originario y decir “por qué no ayudamos a los niños a pensar y a avanzar”.

En el proyecto «Filosofía para niños” se trabajan todos esos aspectos en la escuela de forma colectiva, es un escenario distinto al que los niños tienen en casa.

No es una relación padres e hijos sino que es una relación de un grupo de iguales con un maestro que, en este caso, no es el que da las respuestas sino que es el que provoca preguntas y facilita esa labor de reflexión a los niños.

Los niños ―aunque las preguntas son siempre repetidas y los humanos llevamos siglos haciéndonos ciertas preguntas― no se sienten frustrados porque la respuesta siempre es original, siempre es propia y es la que uno busca y va encontrando poco a poco.

Es estupendo el momento en que niños y niñas se dan cuenta de que “¡ostras, eso no lo había pensado nunca!” cuando otro alumno hace una pregunta que les sorprende, que no es nada del otro mundo para nosotros pero para ellos sí.

Es entonces cuando esta dimensión colectiva adquiere una fuerza muy grande porque moviliza a todo el grupo. La pregunta en cuestión no es propia, es de una compañera o de un compañero, pero incita a los niños a investigar colectivamente.

Filosofía para niños

Ilustración de Laurent Moreau para el libro ‘Un día loco en la vida del profesor Kant’

¿Qué aportó Matthew Lipman a la educación de la filosofía en las escuelas?

“Yo creo que los niños no sólo necesitan la filosofía sino que también la quieren. Los niños se emocionan con la posibilidad o la libertad de discutir las cosas por sí mismas. De repente experimentan una sensación de liberación”, decía Matthew Lipman.

Lo que Matthew Lipman planteaba en los años 70 no era enseñar filosofía sino hacer filosofía, que los niños y jóvenes aprendiesen a pensar. Y aprender a pensar es diferente a dar unos contenidos sobre la filosofía.

Cuando los niños aprenden a pensar lo hacen a partir de sus propias preguntas y por tanto el punto de partida siempre es personal y motivador, porque hay algo que a mí me interesa resolver y lo hago en grupo acompañado de otras personas.

Este es un punto fundamental del proyecto «Filosofía para niños” y es una gran intuición de Lipman. El hecho de trabajar haciendo filosofía en grupo, y el hacerlo no a partir de materiales convencionales sino a partir de materiales más de expresión. A partir de la literatura, de las artes y de otras cuestiones que ligan con la razonabilidad pero que ligan también con la parte sentimental y emocional, de cómo nos sentimos descubriendo las cosas y explicándolas.

El proyecto aporta la frescura de partir de las necesidades de los niños, de hacerlo en grupo ―entre iguales― y de ir encontrando los criterios que fundamentan los juicios.

El salto que dio Lipman fue el intentar no que los niños supiesen lo qué decían o lo que habían resuelto los filósofos sino que supiesen el cómo lo hacían. Que los niños se pusiesen en situación:

¿Qué hacen los filósofos? Reflexionar.
¿Y cómo lo hacen? Comparando, definiendo, buscando conceptos, averiguando alternativas. Utilizando todas aquellas energías y habilidades que son propias del pensamiento. Que no son propias solamente del pensamiento filosófico, también lo son del pensamiento científico, pero que son las que han hecho que la filosofía haya ido avanzando y aguantando estos siglos.

Este cambio radical, de no repetir lo que dicen los otros sino colocarnos nosotros como sujetos protagonistas, es la gran novedad. La filosofía era algo de gente grande y a veces un poco rara, y ahora es algo en lo que los niños participan y además con una gran pasión y deseo porque toca muy de cerca temas que les interesan.

Filosofía para niños

Ilustración de Junko Shibuya para el libro ‘¿Por qué tienen nombre las cosas?’

¿Cómo hacer reflexionar a un niño de 3, 4, 5 años?

Se ha de hacer muy poco a poco. Con los niños más pequeños ―hasta los 5 años― lo que se hace es generar unos preliminares, para que se pueda dar después eso que llamaremos diálogo.

Obviamente no podemos hablar de diálogo entre niños de 3 años, porque algunos aun tienen dificultades lingüísticas o comunicativas, pero sí que podemos poner el punto de partida: que se escuchen, que levanten la mano antes de hablar, que se ordenen y que no digan cosas que ya ha dicho otro.

Y luego, poco a poco, se les van introduciendo elementos reflexivos mientras vamos haciendo cosas ―cuanto más pequeños sean los niños serán cosas más concretas y más prácticas―, a través de juegos, a través de cuentos o a través de la contemplación del mundo del arte ―especialmente la pintura―.

Es algo que nos da la posibilidad de hablar de cosas que podemos hacer y explicar y que tenemos a mano, y que poco a poco van dando vocabulario, van introduciendo la pregunta “¿Por qué?” ―”¿eso por qué lo dices?, ¿podría ser de otra manera?” ―.

De manera muy lenta se van introduciendo esas preguntas que van abriendo horizontes a los niños. A un niño en concreto igual algo no se le ocurre, pero en el colectivo siempre hay uno u otro que puede tener una respuesta.

Los niños y niñas no solo piensan cuando hablan, también piensan cuando hacen y cuando se mueven. “Si yo decido ir aquí es por alguna razón”. 

Se trata de hacer que sean conscientes de eso ―¿por qué has escogido este color?  ¿Por qué has puesto esta figura? ¿Por qué has dicho eso?―, son este tipo de preguntas las que van estirando lo que pasa ―primero pasa una cosa y luego, a partir de ahí, vamos estirando un contenido, haciendo una pequeña investigación―.

Cuando a un niño se le pregunta “¿Por qué has dicho eso?” o “¿eso se parece a lo que ha dicho tu compañera?”, ese niño está haciendo un ejercicio grande de comparar y de analizar, y esto se hace desde muy pequeños.

A los tres años es más difícil y por eso ha de ser muy poco a poco. Pero lo fantástico es que este trabajo, cuando se hace bien y se hace con una continuidad, da la idea de que “yo no me educo, es el grupo el que nos educamos, es el grupo el que va trabajando” y se adquiere una dimensión diferente de la educación.

Filosofía para niños

Ilustración de Junko Shibuya para el libro ‘¿Por qué tienen nombre las cosas?’

La respuesta de los niños a la clase de filosofía

La sesión ideal de filosofía no existe. Existen sesiones reales, y por tanto unas son más logradas y otras no lo son tanto. Hay momentos puntuales muy potentes y otros que son de transición.

Una de las primeras cosas que se  hace, cuando un grupo ya está algo trabajado y se han hecho esos pasos previos, es escribir en la pizarra ―de tiza o digital― las preguntas y el nombre al lado.

Hay un elemento muy valioso que es el reconocimiento: “lo que yo pienso, lo que yo digo y lo que yo me pregunto tiene valor”. A partir de ahí los niños ya están motivados, quieren hablar de eso, quieren hablar de su tema.

La respuesta de los niños es muy estimulante ―no ilimitadamente estimulante―, a veces al cabo de dos minutos el tema se ha acabado y se pasa a otra cuestión porque no tienen la capacidad de perdurar como tenemos los adultos.

Pero realmente, cuando un grupo está bien estructurado y cuando se ha trabajado con una cierta constancia, si las clases son relativamente reducidas cosa que no siempre es posible, si el escenario y la manera de estar dispuestos es relativamente cómoda cosa que tampoco no siempre es posible y si las condiciones materiales son aceptables, un día por otro la cosa va fluyendo.

Filosofía para niños

Ilustración de Yann Le Bras para el libro ‘Las cien vidas del filósofo Sócrates’

¿Cómo explicar a los padres los beneficios de la filosofía para los niños?

Las clases de filosofía hacen que los niños y niñas piensen mejor y más cuidadosamente y que sean más reflexivos, y son también una especie de antídoto contra la violencia ―ya sea verbal o física―, entre otros muchos beneficios.

La filosofía es algo que ayuda a los niños a pensar desde bien pequeños, es un refuerzo de su propia autonomía y les da herramientas para poder decir NO a según qué tentaciones que se pueden encontrar a lo largo de su vida.

Si no ayudamos a los niños a que piensen por ellos mismos ―con el riesgo de que puedan pensar de manera muy diferente a nosotros, pero que piensen por ellos mismos― alguien pensará por ellos, y eso sí que es un riesgo.

Quizás nos gustará más o menos lo que piensen, pero podremos hablar. En el momento en que alguien piense por ellos, estaremos en un mundo mucho más de dogmatismos y de prejuicios. Por eso es importante para los niños entrar de bien pequeños a tener esta posibilidad de debatir las dificultades y las situaciones, y hablarlas.

Además, materias que necesitan más reflexión como matemáticas o lengua se ven muy beneficiadas. Porque los niños tienen la capacidad de deducir mejor, de hacerse buenas preguntas, de investigar, de hacer hipótesis, de poder comparar, de averiguar “que pasaría si…”. Hay toda una serie de aspectos en la filosofía que están en la base de las otras materias.

Filosofía para niños

Psicología educativa y psicología emocional. En clase de filosofía todo se aprovecha

A través de las cosas que van ocurriendo en clase el grupo se va sintiendo cada vez más cómodo desde el respeto y la aceptación del otro. Hay dos aspectos que son fundamentales:

― Uno es la empatía: cuando uno es empático con el otro, cuando es capaz de ponerse en la piel del otro, estamos ayudando a un ejercicio intelectual que no se da de entrada en muchos casos sino que se tiene que ir trabajando a lo largo de los años.
― Y el otro es la autoestima: cuando uno es capaz de quererse a sí mismo su energía crece.

Todo esto tiene mucho que ver con el error. En la vida no todo está bien o está mal, a veces nos damos cuenta de que hay cosas que no hemos acertado o que no han funcionado bien y a eso lo llamamos error. Pero de eso podemos aprender.

El papel del error en la filosofía que se hace en clase es capital. Es capital en algunos de los materiales que se utilizan en los programas de diversas edades y es capital en el sentimiento que se les queda a los niños y niñas: “yo en clase de filosofía me puedo equivocar” «Y no es que no pase nada, sí que pasa y pasa mucho, pasa que de eso puedo aprender».

Si alguien se equivoca no es penalizado porque es algo que sirve al grupo: “¿qué ha pasado aquí? ¿Cómo es que hemos llegado a esta conclusión? ¿No ves que con este ejemplo no funciona?”.

Los mismos alumnos van redirigiendo, de una manera muy infantil pero práctica y efectiva, a la consideración del error como una fuente de aprendizaje. Y eso tiene una capacidad educativa muy potente y permite ir por el mundo con una cierta seguridad.

“Me puedo equivocar pero, no es que no pase nada, puedo aprender de eso”. Es una novedad respecto al sistema tradicional del lápiz rojo, es convertir el error en una virtud.

Hay una diferencia enorme entre cuando un niño dice “¡Qué va! ¡Qué dices!” a cuando dice “Mira, yo no estoy de acuerdo. A mí me parece… Yo creo…”.

Con el “¡Qué dices! ¡Qué tontería!” el niño está desautorizando y ahí no entra nadie, o tú o yo, o blanco o negro. Mientras que cuando el niño dice “Yo creo… Yo pienso…Yo opino que…” está abriendo un horizonte a otros, no se queda en un “tú o yo” sino que invita a los otros a que también piensen, opinen, crean, etc.

Se consigue de esta manera una educación ética y en valores en profundidad. No se trata de hablar un día puntual de la tolerancia o de la generosidad, sino que se trata de hacer efectivo este tipo de trabajo.

Filosofando. Taller de pensar

Hacernos preguntas sobre el mundo que nos rodea y sobre cómo nos tenemos que relacionar con él es algo que los humanos comenzamos a hacer desde una edad muy temprana, aunque no lo llamemos hacer filosofía.

¿A qué edad empezamos a emocionarnos con el arte o con la música? ¿Con cuántos años empezamos a dibujar o a cantar? ¿A qué edad se empieza a preguntar si aquello que uno hace está bien o no y qué es lo que hay que hacer o qué es lo que no se puede hacer?

Tendemos a pensar, equivocadamente, que la filosofía es una ocupación de adultos. Pero la filosofía siempre ha sido eso, preguntarse por las cosas, preguntarse por uno mismo, preguntarse por los otros e intentar entender algo con la ambición de una vida lúcida.

Espontáneamente esto comienza con esa curiosidad instintiva y prácticamente irrefrenable de los niños que se preguntan por las cosas. Con la pregunta filosófica por excelencia, que es una pregunta infantil, el “por qué”. Esa pregunta que lleva cada vez a hacer más preguntas.

Ante esas preguntas espontáneas que se hacen a veces los niños los adultos solemos decir “mira que cosas tan curiosas pregunta el niño” “mira que gracia hace”. Esa indulgencia es quizás, en cierta medida, nuestra propia impotencia para responder.

Se ha comparado en ocasiones a la filosofía con una especie de gimnasia del pensamiento, y es una comparación acertada. La tendencia que tenemos, por pura inercia, es a pasar por encima de las cuestiones: “no hagas tantas preguntas”, “no pienses tanto” o “hazlo así y no preguntes”.

La filosofía en cambio nos fuerza continuamente a poner ese freno ante la inercia a la que la vida seguramente nos llevaría. Un “por qué” pide una razón con respuesta, no pide una orden o una instrucción o un consejo, un “por qué” requiere una respuesta argumentada y justificada.

De ahí la repulsión infantil al “porque sí” o “porque no”, que es a menudo la respuesta con la que intentamos ―por suerte generalmente con poco éxito― tapar las preguntas.

Quizás lo mejor que hacen los filósofos y los niños es hacer preguntas. Los niños preguntan con espontaneidad, sin apriorismos y con curiosidad por todo lo que nos rodea y por la misma existencia. En Catalunya hay una importante tradición, aunque poco conocida, de trabajo filosófico con niños en las escuelas. Estos dos vídeos nos acercan a esta realidad y a este trabajo:

La filo (1):

 

La filo (2):

 

‘Solo es el principio’ (‘Ce n’est qu’un début’)

En Francia, como en otros países europeos, lo tienen claro. ‘Solo es el principio’ es un documental que refleja la importancia de aprender a pensar y la importancia de las preguntas,  a través de un proyecto educativo en el que se introducen clases de filosofía para niños de 3 y 4 años. Los niños pueden desarrollar así su capacidad de argumentar.

 

Ce n’est qu’un début’ es una película documental francesa de Jean-Pierre Pozzi y Pierre Barougier. Los niños protagonistas de este curso de filosofía para niños comentan en clase lo que piensan acerca de temas como el amor, la libertad, el pensamiento y la muerte. En su día a día vemos como van aprendiendo a escucharse unos a otros y a reflexionar cada vez mejor.

En España existen escuelas donde en la clase de filosofía los alumnos aprenden a ser más hábiles para pensar, aprenden a razonar sobre temas cotidianos y sobre la vida. El objetivo no es que de estas clases salgan grandes filósofos, sino que los alumnos se enamoren de la sabiduría. Una idea que choca con un mundo cada vez más competitivo que se mueve por rentabilidades y números.

Dice Martha Nussbaum, filósofa de la Universidad de Chicago que ha investigado sobre el declive de las humanidades, que tal vez la formación humanística no sirva para ganar dinero, pero sí sirve para generar otro tipo de riqueza: riqueza cultural, riqueza crítica, riqueza emocional y lógica. Sería interesante que pensáramos en ello.

Cómo filosofar con los hijos

Consejos para que en un ámbito que no es el de la escuela, sino en el ámbito familiar, padres y madres tengan en cuenta esta perspectiva que nos abre la filosofía en lo que respecta a las preguntas. Porque muchas veces nos encontramos con que hacemos preguntas a nuestros hijos y las respuestas son muy cerradas.

¿Cómo podemos abrir nuestro espacio familiar a esta perspectiva amplia que nos aporta el pensamiento filosófico?

Lo primero es recordar a padres y madres que tenemos dos orejas y una sola boca, por tanto escuchar mucho y hablar poco. Y segundo preguntar, preguntar mucho a los niños. Preguntar el “por qué” que nos da pie al pensamiento crítico y a justificar las razones. No sólo el “qué” sino el “por qué”.

También es interesante, aunque es algo que los padres no acostumbramos a preguntar tanto, el “cómo” y el “y sí…” Un pensamiento algo más allá que haga a los niños salir.

El “cómo” porque muchas veces preguntamos a los niños “¿qué quieres ser cuando seas mayor?” pero pocas veces les preguntamos “¿cómo quieres ser cuando seas mayor?”, y es una diferencia enorme como pregunta.

Y otra recomendación es no juzgar. Cuando uno se siente juzgado se cierra. Hemos de intentar hacer y decir cosas para que el niño esté bien con nosotros.

Esa recepción y abertura de orejas también ha de ser de sentimientos, acogiendo lo que los niños nos explican e implicándonos: “Te ha pasado esto, ¿qué podemos hacer?”, no respondiéndoles “bueno, a ver si sale. A ver si te espabilas”.

Con el “¿qué podemos hacer?” estamos planteando un cuestión de razonamiento y buscando alternativas, pero también estamos transmitiendo emocionalmente una proximidad.

Y por último intentar ciertas cosas fuera de las situaciones de conflicto. Hay momentos en los que uno está muy atrapado, incluso las relaciones entre padres e hijos tienen esos momentos en los que es mejor no hablar. Como adultos hemos de tener una cierta habilidad para poder buscar los buenos momentos.

Historias para niños. Los mejores libros de filosofía recomendados para niños y para jóvenes

101 experiencias de filosofía cotidiana

Roger-Pol Droit, director de filosofía de la UNESCO, plantea una tabla de ejercicios mentales para que tu mundo no vuelva a ser el mismo:

– Di tu nombre en voz alta, en una habitación vacía.
– Viaja en tren sin fijar un destino.
– Imagina que el mundo acaba en veinte segundos.
– Bebe agua mientras orinas.
– Mata a alguien con la imaginación.
– Dúchate con los ojos cerrados.
– Imagina un romance con aquella persona del metro.
– Sigue el movimiento de las hormigas.
– Provócate un dolor breve.
– Corre por un cementerio.
– Monda una manzana con la imaginación.

Es posible aprender mediante el juego. Es necesario extraordinarizar lo común. Gracias a estos ejercicios de fitness filosófico podrás explorar tus límites y maravillarte con lo que te rodea.

«Un vehículo excelente para quién quiera aventurarse por los caminos de la filosofía en acción.» L’Express

«Roger-Pol Droit denuncia y margina esa realidad llana, plena y sólida en la que vivimos a través de un texto que es capaz de devolvernos al estado más básico de la filosofía: lo asombroso.» Le Monde

Primer premio al libro mejor editado de 2015 en la categoría de obras generales y de divulgación. ⭐▷Ver libro◁⭐

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Ahora que lo pienso

¿Por qué existimos? ¿Por qué somos libres? ¿Qué es estar enamorado? ¿Por qué tenemos miedo? Este es el tipo de preguntas sobre la vida y el mundo que nos rodea que se suelen hacer.

Preguntas difíciles, y a veces embarazosas, que a menudo no tienen una sola respuesta. Ahora que lo pienso es un libro para ayudar a encontrar esas respuestas y, sobre todo, animar a pensar por sí mismos. Un libro para dar nuestros primeros pasos en filosofía. ⭐▷Ver libro◁⭐

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El amor y la amistad

No existe una única respuesta a las grandes preguntas sobre la vida. No existe una única forma de pensar. Cada cual debe descubrir, buscar y construir la suya…

En este libro se presentan doce ideas sobre el significado del amor. Algunos piensan que la amistad puede surgir y desaparecer en un solo instante, y otros, que solo existe cuando es duradera. Algunos se quieren a sí mismos y otros no… ¿Y tú? Para niños a partir de 9 años. ⭐▷Ver libro◁⭐

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El mundo de Sofía

El libro que ha enseñado a pensar a toda una generación. Esta extraordinaria obra de divulgación que se ha convertido ya en una obra de culto aporta una coherente visión de conjunto sobre aquellos aspectos imprescindibles para comprender la historia de la filosofía occidental.

El mundo de Sofía tiene el mérito de haber conjugado, acertadamente, rigor y amenidad en una narración donde una joven irá conociendo su propia identidad mientras descubre la capacidad humana de hacer preguntas.

Jostein Gaarder: «Si no sabemos en todo momento a dónde vamos, puede resultar útil saber de dónde venimos. Para manejar mi propia vida también necesito entender mis raíces en la historia. La misión de la filosofía es estimular el análisis crítico para poder ayudar en el avance de la comprensión de aquello que tiene valor y por lo cual merece la pena luchar.» ⭐▷Ver libro◁⭐

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Jostein Gaarder  nació el 8 de agosto de 1952, en Oslo. Es un escritor noruego, autor de novelas, cuentos y de libros para niños. En 1990 recibió el Premio Nacional de Crítica Literaria en Noruega y el Premio Literario del Ministerio de Asuntos Sociales y Científicos por El misterio del solitario y al año siguiente el Premio Europeo de Literatura Juvenil.

En 2012 se editó su libro Det spørs (Me pregunto), con ilustraciones del artista turco-noruego Akin Düzakin, que abarca cincuenta cuestiones filosóficas universales para propiciar el diálogo intergeneracional. Las interrogantes se refieren tanto a cuestiones morales (la amistad, la justicia, la belleza) como metafísicas (el universo, la vida, la muerte, Dios). Según expresó Gaarder, la pregunta filosófica más importante del presente es una que no incluyó en su libro: ¿cómo será el ser humano en el futuro?

El sentido de la vida

No existe una única respuesta a las grandes preguntas sobre la vida. No existe una única forma de pensar. Cada cual debe descubrir, buscar y construir la suya.

En este libro se presentan doce ideas sobre el sentido de la vida. Algunos piensan que la vida es siempre igual, y otros, que cada día es diferente. Para algunos la vida es un juego, y para otros, es de lo más complicado… ¿Y tú? Para niños a partir de 9 años. ⭐▷Ver libro◁⭐

Historias para niños. Los mejores libros de filosofía recomendados para niños y para jóvenes.

Esas grandes preguntas sobre la vida y todo lo demás

¿Alguna vez te has quedado mirando a tu perro y te has preguntado en qué estará pensando? ¿Has meditado sobre el sentido de la vida o has intentado imaginarte la nada más absoluta?

Pon en marcha tu sentido común y prepárate para hacer frente a esos grandes enigmas que nos acompañan todos los días. ¡Embárcate con nosotros en esta aventura en la que se mezclan los pensamientos razonables con las ideas más descabelladas!

La vida está llena de preguntas… ¿Es lo mismo la mente que el cerebro? ¿Molará ser un murciélago? ¿Pueden pensar los robots? ¿El dinero da la felicidad? ¿Se puede viajar en el tiempo? Para niños a partir de 9 años. ⭐▷Ver libro◁⭐

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La filosofía explicada a mi hija

Un clásico de uno de los divulgadores del pensamiento filosófico más respetados en Europa.

¿«Filosofía»? Un término que suele asustar. Nos imaginamos cuestiones complicadas, libros de los que ni siquiera entendemos su título, un vocabulario enigmático, una actividad destinada a unos pocos escogidos. Y nos equivocamos al creer eso.

De hecho, todos nos preguntamos sobre el sentido de la vida y la muerte, sobre la justicia y la libertad… Todo el mundo es capaz de razonar y organizar sus ideas. Y eso es lo único que requiere la filosofía: unas preguntas y un método.

La filosofía no es, pues, un rompecabezas, sino una actividad que se puede practicar, como la música o el deporte: en calidad de principiante, como aficionado o profesional. Lo esencial es empezar bien… ⭐▷Ver libro◁⭐

La muerte explicada a mi hija

«Los niños pequeños hablan a menudo de la muerte. Después, al crecer, dejan de hacerlo. Ya no se atreven. Son conscientes de la angustia y del silencio de los adultos. Yo deseo combatir ese silencio. Si no podemos evitar la muerte, podemos cuanto menos evitar hacer de ella un misterio o un tabú.

Hay en esta obra una intención sin duda ilusoria: la de presentar un discurso tranquilizador sobre la muerte, y ver en ella no sólo la causa de un vacío atroz, de un sufrimiento constantemente reavivado, sino también un fenómeno natural y aceptable.

Dialogar con un niño sobre la muerte puede ser una de las mejores formas de mantenerse lo más cerca posible de la vida, al tiempo que se intenta alejar el silencio y la angustia.» Emmanuelle Huisman-Perrin. ⭐▷Ver libro◁⭐

La religión explicada a mi hija

«Filósofo de formación y crítico en el Monde des livres, Roger-Pol Droit no intenta tratar en profundidad cada una de las religiones. Él prefiere explicarnos los elementos comunes que contienen y abordar las cuestiones espirituales y afectivas a las que responden especialmente las religiones del libro, el hinduísmo y el budismo. He aquí, pues, una guía para educadores y padres que deben enfrentarse a la difícil prueba de explicar la religión a los jóvenes.» Colette-Rebecca Estin.

Roger Pol-Droit es un filósofo francés que tiene la virtud de poner su disciplina al alcance de todos. Este investigador de renombre también estudia la percepción de Oriente en la filosofía occidental desde hace veinticinco años.

La religión explicada a mi hija sigue la línea de La filosofía explicada a mi hija, uno de sus libros más populares. «Cuando mi hija cumplió trece años me di cuenta de que no había recibido la más mínima educación religiosa. Me sorprendió que nunca hubiera oído hablar de la Biblia, el Corán, el significado de lo sagrado, la unidad y la diversidad de las religiones… nadie había tratado con ella estas cuestiones.

Sin embargo, es indispensable tener puntos de referencia acerca de estos temas. En todos los países conviven personas de diferentes creencias que deben aprender a conocerse. La religión es un elemento esencial de la experiencia humana, si no hablamos de ella con nuestros hijos corren el riesgo de perderse un tesoro de la humanidad». Para niños a partir de 13 años. ⭐▷Ver libro◁⭐

Roger-Pol Droit es escritor y filósofo. Publica regularmente artículos en Le Monde, Le Point, Les Échos, Clés. Es autor de más de treinta obras, varias de ellas traducidas en todo el mundo, entre otras Entrevistas con Michel Foucault, La religión explicada a mi hija y Pequeñas experiencias de filosofía entre amigos, todas ellas publicadas por Paidós.

Los pequeños Platones

Una colección de libros pensada para niños y adolescentes de entre 9 y 13 años: los más jóvenes adoran las historias, divertidas e intrigantes, así como las ilustraciones, mientras que los más maduros pueden entrar además plenamente en la dimensión filosófica que subyace bajo las palabras y las imágenes.

Cada libro de la colección está dedicado a uno de los grandes filósofos de la historia y a su visión del mundo: Platón, Kant, Descartes, Marx, San Agustín, Nietzsche, etc., que es relatada gracias a las divertidas historias y aventuras que atraviesan la vida y la obra de estos pensadores.

El enfoque a través del cual se orientan todos los libros es la ficción. En efecto, para introducir a los niños en la filosofía no basta con traducir un discurso teórico en términos simples, es imprescindible hacerlo verdaderamente accesible, es decir, atractivo tanto visual como narrativamente. Y para ello los niños necesitan identificarse con un personaje cercano y poder descubrir así su visión del mundo.

Estos son los títulos disponibles ⭐▷Ver libros◁⭐:

El genio maligno del señor Descartes, de Jean Paul Mongin, ilustrado por François Schwoebel.

El fantasma de Karl Marx, de Ronan de Calan, ilustrado por Donatien Mary.

El filósofo-perro frente al sabio Platón, de Yan Marchand, ilustrado por Vincent Sorel.

Historias para niños. Los mejores libros de filosofía recomendados para niños y para jóvenes.

Un día loco en la vida del profesor Kant, de Jean Paul mongin, ilustrado por Laurent Moreau.

Historias para niños. Los mejores libros de filosofía recomendados para niños y para jóvenes.

¿Por qué tienen nombre las cosas?, de Jean Paul Mongin, ilustrado por Junko Shibuya.

Historias para niños. Los mejores libros de filosofía recomendados para niños y para jóvenes.

Las cien vidas del filósofo Sócrates, de Yan Marchand, ilustrado por Yann Le Bras.

Historias para niños. Los mejores libros de filosofía recomendados para niños y para jóvenes.

Me pregunto…

¿Se puede estar en el mundo sin pensar en nada? Jostein Gaarder expone, en este magnífico libro ilustrado por Akin Düzakin, las grandes preguntas que todos alguna vez nos hemos hecho y que han vertebrado todas sus obras desde la publicación de El mundo de Sofía.

Los temas filosóficos se entrelazan en esta historia ilustrada que nos habla de la amistad, el ser, el amor, lo desconocido, el miedo y la valentía que hace falta para vivir nuestra propia vida y saber qué y quiénes somos en realidad. Para niños a partir de 9 años. ⭐▷Ver libro◁⭐

Historias para niños. Los mejores libros de filosofía recomendados para niños y para jóvenes.

Ni sí ni no. Un libro para entender los grandes contrarios del pensamiento

Este libro permite que se aprendan conceptos tan complejos como los contrarios: alto y bajo, ocuridad y luz… Entre sus páginas presenta doce parejas de contrarios definidas por sus oponentes y, mediante un sistema de pregunta-respuesta, extrae una conclusión sobre su complementariedad.

¿Se pueden concebir los conceptos cotidianos sin sus contrarios? Un libro que nos hará entender la vida desde otro punto de vista. Para niños de 6 a 12 años. ⭐▷Ver libro◁⭐

Historias para niños. Los mejores libros de filosofía recomendados para niños y para jóvenes.

Pienso luego insisto

¿Quién soy? ¿Para qué sirve el dinero? ¿Y el colegio? ¿Hay que hacer siempre caso al corazón? ¿Qué significa tener éxito o fracasar? ¿Es bueno hacerse mayor? ¿Qué es justo y qué es injusto?

Este es el tipo de preguntas que nos solemos hacer sobre la vida y el mundo que nos rodea. Preguntas difíciles que no tienen una sola respuesta. Este libro nos ayudará a encontrar respuestas y, sobre todo, a pensar por nosotros mismos. Para niños a partir de 8 años. ⭐▷Ver libro◁⭐

Historias para niños. Los mejores libros de filosofía recomendados para niños y para jóvenes.

Qué sabes de filosofía

Una introducción a la filosofía que incluye información sobre sus figuras más conocidas. En el libro se habla de cómo la filosofía trata las grandes cuestiones de la existencia humana: ¿De dónde venimos? o ¿Qué nos ocurre después de la muerte?

Muestra varias respuestas que los hombres a lo largo de los siglos han intentado dar a esas preguntas. Para ello, las ideas clave de los más importantes filósofos de todas las épocas, de Aristóteles a Nietzsche, son abordadas de manera sintética y clara, con la ayuda de fragmentos de obras que revelan los conceptos fundamentales de cada pensador. Recomendado a partir de 12 años. ⭐▷Ver libro◁⭐

Ulises / Perseo. Breve conferencia sobre los héroes de la Antigüedad

Un paseo por la antigua Grecia para todos los públicos de la mano de dos de sus personajes más conocidos y fascinantes.  Para niños a partir de 12 años.

Jean-Pierre Vernant estudia y desmenuza esas viejas historias de héroes y de dioses que están en el origen de nuestra civilización, maravillosos relatos en los que vemos al hombre intentando descifrar el universo que le rodea y en el que no está seguro de ser bien acogido. Ulises y Perseo, un héroe, un semidios, son dos de esos hombres.

«Escuchad, no estoy acostumbrado a hablar a gente de vuestra edad, soy un hombre muy anciano, un bisabuelo ya. El personaje del que voy a hablaros se llama Ulises, Odysseus, en realidad, según su nombre griego. Le conocemos porque hace casi tres mil años un gran poeta, que no se contentaba como yo con explicar vulgarmente sus historias, las cantó en verso en grandes asambleas.» ⭐▷Ver libro◁⭐

Jean-Pierre Vernant (Provins, Francia , 4 de Enero de 1914 – Sèvres, Francia, 9 de Enero de 2007) fue un filósofo e historiador de la Grecia antigua, profesor honorario del Collège de France. Vernant revolucionó con su mirada la visión de la civilización griega y demostró que el hombre griego construyó, a partir del mito, diversas formas lógicas que dieron lugar al nacimiento de la razón occidental.

Matthew Lipman. Elfie. (4 a 6 años)

Los niños están abriéndose al mundo, están descubriéndose, y esto les lleva a plantearse preguntas en su vida cotidiana. El objetivo es estimular esa reflexión para que puedan aclarar y precisar sus pensamientos e ideas; ayudarles a afrontar, reconocer y explorar los aspectos problemáticos de su experiencia.

Elfie está haciendo el primer curso de educación primaria y es tan vergonzosa que no puede hablar en clase y apenas puede hacer alguna pregunta. A pesar de ello, no se le escapa casi nada de lo que sucede en el aula y su pensamiento está siempre sorprendido y perplejo por todo lo que ocurre.

Cuando el director les propone a todos los de su clase que participen en un concurso que tiene como finalidad mejorar el razonamiento, todos los compañeros se ven metidos en la tarea de explicar la naturaleza de las oraciones, la relación entre el sujeto y el predicado, la realización de distinciones y el reconocimiento de conexiones.

Al mismo tiempo, ella y sus compañeros de clase descubren muchas distinciones fundamentales para la investigación: las diferencias entre apariencia y realidad, uno y muchos, partes y todo, similitud y diferencia, permanencia y cambio, cambio y crecimiento.

Como el resto de las novelas del currículum de Filosofía para Niños, las situaciones de la vida cotidiana son las que llevan a los niños pequeños a hacerse preguntas filosóficas. El objetivo es estimular esa reflexión en los niños para que puedan aclarar y precisar su propio pensamiento e ideas. ⭐▷Ver libro◁⭐

Matthew Lipman. Poner nuestros pensamientos en orden. Manual del profesor para acompañar a Elfie

Este manual pretende proporcionar a los profesores una serie de recursos para que puedan ayudar a los niños a afrontar, reconocer y explorar los aspectos problemáticos de su experiencia. Les ayuda a formular las preguntas que orientan esa exploración y al mismo tiempo les ayuda a cuestionarse los aspectos aparentemente no problemáticos del mundo y del lenguaje que utilizan para hablar de ese mundo.

El manual proporciona a los estudiantes muchas posibilidades de organizar su experiencia de una forma narrativa, prerrequisito importante para aprender a escribir. Les ofrece igualmente muchos planes de discusión que el profesorado encontrará muy útiles para favorecer y mantener el diálogo en el aula.

Proporciona, además, ejercicios diseñados para ayudar a los niños a darse cuenta de que las afirmaciones constituyen en realidad el comienzo de una investigación y no su final, pues cada afirmación se puede entender como una respuesta tentativa a una pregunta implícita.

El profesorado que se decide a emplear la novela Elfie en el aula descubre en este manual un instrumento de trabajo muy valioso, debido a la gran cantidad de recursos didácticos que contiene. Con éstos podrá encontrar una orientación acerca de los temas filosóficos que van apareciendo en la novela; al mismo tiempo puede recurrir a las numerosas actividades, planes de discusión y ejercicios que constituyen un material de apoyo básico para convertir el aula en una comunidad de investigación.

Como en otros manuales, se ha realizado una adaptación al contexto cultural propio, lo que en este caso implica recurrir a numerosas canciones y juegos típicos del folklore español. Como ocurre con todos los manuales, una vez que el profesorado se ha familiarizado con todas estas actividades, podrá, e incluso deberá, elaborar sus propios planes de discusión, ejercicios, actividades o buscar otros juegos y canciones que le ayuden a hacer filosofía con sus alumnos. ⭐▷Ver libro◁⭐

Matthew Lipman. Kio y Gus. (7 a 9 años)

Los protagonistas narran su propio proceso de asombro y descubrimiento, con la peculiaridad de que Gus es una niña ciega que nos muestra lo diferente que puede ser todo lo que consideramos evidente.

Si hubiera que destacar un tema central en Kio y Gus, sería sin duda el de la percepción del mundo, el del asombro y perplejidad que nos produce entrar en contacto con él.

Hay un segundo tema central que acompaña al del descubrimiento asombrado del mundo, y es el de la manera de tratar ese mundo. La novela supone una contribución importante para todos aquellos interesados en cuidar una educación ecológica, algo en lo que ya vamos siendo conscientes de que es mucho lo que está en juego.

Kio y Gus es una de las novelas del currículum de Filosofía para Niños dirigida a niñas y a niños del primer y segundo ciclos de educación primaria. Dado el interés que los dos personajes muestran por los animales, el espacio y el tiempo, y otros muchos aspectos de la naturaleza, esta novela puede ser la introducción ideal a la educación ambiental y al área de la naturaleza, así como a las relaciones que existen entre el mundo y el lenguaje. ⭐▷Ver libro◁⭐

Matthew Lipman. Asombrándose ante el mundo. Manual del profesor para acompañar a Kio y Gus

Su objetivo es estimular el razonamiento sobre la naturaleza. En la primera parte las destrezas se aplican a problemas filosóficos, mientras que en la segunda se pone mayor énfasis en su aplicación a tópicos científicos.

Los niños pequeños suelen acosar constantemente a los adultos con preguntas sobre todo lo que les rodea: «¿Por qué el cielo es azul?», «¿por qué vuelan los pájaros?», «¿por qué las madres no dicen siempre la verdad?».

Su actitud ante el mundo es una mezcla de asombro y de perplejidad, de permanente curiosidad ante todo lo que les rodea, ante ellos mismos y ante sus compañeros esforzándose constantemente por dotar de sentido a una experiencia que en parte les desborda y en parte les empuja a indagar más y más.

¿Qué pasaría si los adultos en lugar de simplificar o ignorar las preguntas de los niños les ayudáramos a profundizar en las mismas, les hiciéramos ver que el asombro y la perplejidad no son actitudes que deban ser abandonadas, y que es la curiosidad uno de los rasgos que más nos diferencia a los seres humanos?

Posiblemente el desarrollo de la capacidad crítica y creativa de los niños y niñas mejoraría, les dotaríamos de los instrumentos cognitivos y afectivos que necesitan para dirigir esa curiosidad a una búsqueda permanente del sentido y de la verdad en el marco de una comunidad de investigación.

Asombrándose ante el mundo pretende cultivar el asombro y la perplejidad, ayudar a los niños y las niñas a hacer frente a esa experiencia y favorecer un descubrimiento del mundo que abra nuevos caminos y posibilidades. Es el manual del profesorado que acompaña a la novela Kio y Gus, segunda novela del programa Filosofía para Niños, dirigida a las niñas y niños del primer y segundo ciclos de educación primaria. ⭐▷Ver libro◁⭐

Matthew Lipman. Pixie. (8 a 11 años)

Se pretende estimular la curiosidad innata de los niños, haciéndoles ver que toda respuesta es tanto más valiosa e interesante cuantas más nuevas preguntas suscita.

Hay algo que tienen en común los niños y los filósofos: la curiosidad y el asombro ante lo que les rodea. Los niños están empezando a abrirse camino en el mundo y se sienten confusos, perplejos, pero también admirados, curiosos, asombrados, ante una multitud de cosas y situaciones que no acaban de entender y cuyo significado o sentido se les escapa todavía.

Al igual que los filósofos, no dejan de preguntarse constantemente no sólo qué son las cosas que están ahí, a su alrededor, sino también por qué y para qué están. Y es ese preguntar asombrado y admirado, ese deseo de encontrar el sentido de las cosas, el que constituye el punto de partida de la reflexión filosófica.

Una reacción habitual de los adultos consiste en zafarse rápidamente de esas preguntas que a veces llegan a resultarnos molestas. Procuramos dar un rodeo, quitar importancia a lo que nos han preguntado o, más sencillamente quizás, ofrecer alguna respuesta correcta que sacamos de algún manual o enciclopedia que estén al alcance.

Quizá mereciera la pena cambiar de planteamiento y empezar a tomarnos en serio esa curiosidad de los niños, nada permite afirmar con rotundidad que el razonamiento infantil sea diferente al de los adultos; sus estructuras cognitivas son sustancialmente iguales y se van desarrollando al mismo tiempo que se va desarrollando el lenguaje en diálogo con sus compañeros, sus profesores y los adultos en general.

Este es el  planteamiento global de Pixie (tercer relato del Programa Filosofía para Niños dirigido por el profesor Matthew Lipman y extendido a diversos países del mundo como Canadá, Chile, Australia, Alemania y otros muchos): partir de esa curiosidad, estimularla, hacerles ver que toda respuesta es tanto más interesante y valiosa cuantas más preguntas nuevas plantea. ⭐▷Ver libro◁⭐

Matthew Lipman. En busca del sentido. Manual del profesor para acompañar a Pixie

Guía del Profesor. Su objetivo es que la lectura conduzca al diálogo, éste a la escritura, y todos ellos a una reflexión en la que el niño va descubriendo el mundo que lo rodea.

La enseñanza de la lectura a los niños pequeños que están en los primeros cursos suele enfrentarse a diversos problemas, siendo excesivamente frecuente el que se reduzca a un aprendizaje de la técnica de la lectura que termina siendo por lo menos insuficiente para que lleguen a dominar una lectura que tenga sentido.

La propuesta del método de Filosofía para Niños es mantener una continuidad entre la lectura, la escritura, el diálogo y la propia reflexión de tal forma que no sólo aprendan a deletrear las palabras y las frases, sino que aprendan el sentido de lo que leen y encuentren en la lectura una actividad global en la que se integran todas las actividades que acabamos de mencionar.

Por otra parte, en el proceso de maduración personal de los niños es necesario que vayan adquiriendo un dominio del lenguaje y de las destrezas cognitivas que les permitan un desarrollo progresivo y armónico hacia etapas de mayor dominio del pensamiento abstracto y del uso de su propio lenguaje.

Difícil será que los niños lleguen con éxito a adquirir todo eso si no planteamos un proceso secuencial y acumulativo en el que, de forma natural, vayan desarrollando esas imprescindibles destrezas sin las cuales no sólo tendrán dificultades para hacer frente a sus estudios, sino, y eso es más grave, que tendrán  enormes dificultades para llegar a ser personas críticas, creativas y solidarias, como es imprescindible para la consolidación de una sociedad democrática.

Por ese motivo no parece muy fecundo establecer, como muchas veces se hace, un corte radical entre una etapa dominada por las operaciones concretas y otra por la aparición de las operaciones abstractas.

En busca del sentido es el manual del profesor que acompaña a la novela Pixie, tercera novela del método de Filosofía para Niños destinada a los alumnos de los primeros cursos.

Como en manuales anteriores, casi 500 páginas de ejercicios variados ayudarán al profesor a sacar todo el partido de la novela. A lo largo de estas páginas se insiste constantemente en destrezas de razonamiento básicas, como son el uso de la analogía, las relaciones, las diferencias entre una clase y los miembros que forman parte de esa clase, y otras que les ayudarán a adentrarse más adelante con éxito en los problemas y destrezas que aparecen en El descubrimiento de Harry.

Y esos ejercicios buscan que la lectura conduzca al diálogo, éste a la escritura y todos ellos a una constante reflexión en la que el niño va descubriendo el mundo que le rodea, va profundizando en su propia identidad personal y va familiarizándose con el lenguaje.

Para ello se buscan temas clásicos de la filosofía que constituyen una fuente permanente de reflexión para la perplejidad y curiosidad infantil, que en ningún caso se quiere acallar, sino potenciar. Lejos de sentirse aturdido por esos temas, el niño, como lo prueba la experiencia acumulada en numerosos países y también en España, encuentra un gran estímulo para su reflexión en temas como la naturaleza del espacio y el tiempo, la identidad personal, el pensamiento, la relación con su corporalidad, el bien y otros temas similares. ⭐▷Ver libro◁⭐

Matthew Lipman. El descubrimiento de Harry. (11 a 14 años)

Proporciona instrumentos de razonamiento básicos y técnicas de pensamiento crítico y de lógica formal e informal que el niño podrá aplicar después en otras áreas como matemáticas, ciencias sociales o lenguaje.

Son constantes las quejas de los profesores sobre las deficiencias con las que los alumnos llegan a los cursos superiores, en los que siguen mostrando fallos importantes en destrezas cognitivas básicas.

Ello ha llevado a insistir cada vez más en la necesidad de potenciar el desarrollo de esas destrezas desde los primeros años de la escuela, de enseñar a los alumnos a pensar de forma crítica y creativa, consolidando paso a paso el dominio de los conceptos y procedimientos propios de un pensamiento riguroso. Una observación similar podría hacerse en el ámbito de la educación ética.

Desde 1969, Matthew Lipman, profesor en la universidad de Columbia, Nueva York, viene desarrollando un programa bajo el nombre de Filosofía para Niños, que abarca ambos aspectos y parte del supuesto de que debe ser en y desde la filosofía el ámbito en el que se aborde la educación de los niños. El descubrimiento de Harry es el título central del Programa. Consta de una novela y un manual del profesor y puede utilizarse desde 4º de Primaria a 1º de Bachillerato.

La novela nos ofrece situaciones de la vida cotidiana de los niños de una escuela preocupados por descubrir el sentido de las experiencias que les van ocurriendo.

El manual del profesor contiene cuatrocientas cincuenta páginas de variados ejercicios, basados en la novela, orientados a desarrollar las destrezas básicas cognitivas (razonamiento hipotético, inductivo y deductivo, analogías, generalizaciones, etc.). ⭐▷Ver libro◁⭐

Matthew Lipman. Investigación filosófica. Manual del profesor para acompañar a El descubrimiento de Harry

Guía del Profesor. Núcleo de todo el programa. Potencia el desarrollo del razonamiento e introduce a los problemas centrales de filosofía.

Investigación filosófica es un manual para el profesor que esté utilizando la novela El descubrimiento de Harry con sus alumnos. En sus más de 500 páginas se incluyen multitud de ejercicios diversos, ordenados de forma secuencial y progresiva, que permiten ir adquiriendo las destrezas de pensamiento básicas que se proponen como fundamentales en este nivel del currículum de Filosofía para Niños. Consta de diecisiete capítulos, al igual que la novela, más un resumen de lógica y un repaso de razonamiento.

En cada capítulo se recogen las ideas principales que aparecen en el capítulo correspondiente de la novela, se hace una breve introducción para ofrecer al profesor alguna base sobre los conceptos filosóficos que se van a discutir y, en su caso, alguna breve indicación sobre cómo orientar la discusión, especialmente en el caso de aquellos ejercicios que, dada la experiencia acumulada por este programa durante diversos años, se sabe que pueden ofrecer mayor dificultad.

El manual tiene, por así decirlo, una doble columna vertebral. Por una parte se recogen un conjunto de destrezas de pensamiento, conceptos básicos de lógica,  como la investigación, la inferencia, el silogismo, las clases, las relaciones, etc.;  los ejercicios que se proponen en este ámbito deben ser dominados por todos los alumnos, pues están a su alcance.

Por otra parte, y al mismo tiempo que se van adquiriendo las destrezas anteriores, se van discutiendo un conjunto de conceptos básicos de la filosofía, como el pensamiento, la mente, la identidad personal, el bien, la verdad, la cultura y la sociedad, la educación, etc.

En este caso no se pretende transmitir una determinada concepción sobre esos temas, sino abrir una discusión con los alumnos para conseguir transformar la clase en una comunidad de investigación comprometida con la búsqueda de la verdad y dispuesta a ofrecer razones de sus ideas y escuchar las razones de las ideas de los demás.

Por esto mismo, aunque vaya unido a El descubrimiento de Harry y no pueda sacarse todo el fruto de este manual sin practicar la metodología pedagógica específica del programa de Filosofía para Niños, el manual en sí mismo constituye una fuente inmensa de ejercicios que se puede utilizar en cualquier clase de Filosofía o de Ética. ⭐▷Ver libro◁⭐

Matthew Lipman: Lisa. (12 a 15 años)

Expone los conceptos y prerrequisitos básicos del razonamiento necesarios para un pensamiento independiente en los problemas éticos.

¿Es posible al mismo tiempo querer a los animales y comérselos? ¿Están necesariamente implicados el dar y el intercambiar cuando se sale con otra persona? ¿Cuál es la diferencia entre las normas y los criterios? ¿Cómo es posible tener en cuenta al mismo tiempo las consecuencias y las intenciones? ¿Cuál es la diferencia entre lo bueno y lo justo? ¿Qué es el bien? Cuando valoramos el robar y el mentir, ¿es necesario tener en cuenta las circunstancias? ¿Podemos apelar a lo natural como fundamento de lo que es ético?

Éstos y otros grandes temas éticos se esbozan en Lisa. Los estudiantes de ESO, FP y Bachillerato identificarán rápidamente estos temas al leer el libro y los someterán a la discusión abierta de la clase buscando clarificarlos.

Lisa es una continuación de El descubrimiento de Harry y es al mismo tiempo una introducción a la investigación ética. Proporciona los conceptos básicos (el bien, la justicia, la ley y las normas, etc.) y los prerrequisitos básicos del razonamiento (consistencia, verdad, relaciones lógicas, etc.) que se necesitan para un pensamiento independiente en los problemas éticos.

Pero el objetivo de Lisa no es de ninguna manera adoctrinar a los niños en un conjunto específico de valores, sino proporcionarles los instrumentos de investigación, de manera que puedan llegar a ser, por sí mismos, personas más razonables, reflexivas y consideradas. ⭐▷Ver libro◁⭐

Matthew Lipman: Investigación ética. Manual del profesor para acompañar a Lisa

Ofrece ejercicios aplicables en clase, a fin de que los estudiantes puedan adquirir la práctica adecuada en esos procedimientos que son esenciales para un razonamiento ético.

Este manual del profesor está pensado para acompañar la lectura del libro Lisa, el nivel del programa de Filosofía para Niños cuyo contenido se centra en los problemas de ética.

No es suficiente que los alumnos lean Lisa y quieran discutir los temas que encuentran en la novela. El diálogo en el aula tiene que ser un diálogo ordenado gracias a una infraestructura de ejercicios y planes de discusión, de tal manera que se pueda asegurar que los aspectos filosóficos y las cuestiones éticas que se discuten son tratados de forma adecuada.

Sólo así una pedagogía activa puede llevar adelante un auténtico diálogo filosófico que permita un progreso a todos los miembros de la clase, profesor y alumnos. De lo contrario, gran parte de las discusiones no pasarían de tertulias insustanciales sin ninguna relevancia educativa.

Investigación ética corresponde, capítulo por capítulo, a Lisa. Según aparece cada tema (ofrecer regalos, mentir, robar, matar, la crueldad, expiación, etc.), se proporcionan ejercicios adecuados que permiten explorar cada problema globalmente.

Más todavía: según se emplea cada uno de los procedimientos e instrumentos de la investigación ética (apelar a la consistencia, a los principios, a las consecuencias, a las buenas razones, a la distinción entre causa y razón, la universalización, la globalidad, el tener en cuenta las circunstancias, los silogismos categóricos y condicionales, etc.), se ofrecen ejercicios aplicables en el manual de tal manera que los estudiantes puedan adquirir la práctica adecuada en esos procedimientos que son esenciales para un razonamiento ético con éxito.

Tomados juntos Investigación ética y Lisa proporcionan un currículum que sensibilizará a los estudiantes con los aspectos morales de la vida cotidiana, ayudándolos a tomar conciencia respecto a los aspectos problemáticos y discutibles de los temas morales (aspectos que en algunas ocasiones no tienen solución) y les introducen en los procedimientos que hacen posible una investigación ética.

Pero un currículum por sí mismo, por muy bueno que sea, no puede ser suficiente. Para que tenga éxito la investigación ética en el aula, dependemos en gran parte de la sensibilidad, la habilidad y la profesionalidad del profesor.

Es por eso por lo que la formación de los profesores, con la que está tan comprometido el programa de Filosofía para Niños, es especialmente importante para aquellos que desean enseñar el programa de Lisa. ⭐▷Ver libro◁⭐

Matthew Lipman. Mark. (16 a 17 años)

Reflexiones sobre los temas centrales de filosofía social y política, en una valoración seria y rigurosa de lo que hace que una sociedad sea democrática.

Mark se ve acusado de un acto de vandalismo que ha destrozado su Instituto. Al mismo tiempo, Lisa desea romper las relaciones que mantenía con él. Todo ello provoca una profunda crisis que le lleva a preguntarse cuál es en realidad su posición en la sociedad a la que pertenece, duda que se ve agudizada por la presencia del juez Bertoia, encargado de aclarar el caso del Instituto.

A lo largo de la novela, Mark, el juez, todos sus compañeros (Lisa, Harry, Suki…) y la profesora de ciencias sociales irán reflexionando y dialogando sobre los temas fundamentales de la filosofía social y política.

En esta oportunidad, siguiendo la línea filosófica en la que se enmarca esta colección, el autor pretende hacer reflexionar objetivamente a sus lectores sobre la existencia de instituciones democráticas y no democráticas, y conseguir de éstos criterios lo suficientemente válidos y coherentes para juzgar, desde su posición de ciudadano, la sociedad en que están destinados a vivir y convivir. ⭐▷Ver libro◁⭐

Matthew Lipman: Investigación social. Manual del profesor para acompañar a Mark

Guía del profesor. Temas básicos como los criterios que hacen que una sociedad sea democrática, el uso de la violencia, las clases sociales, la distribución de la riqueza, el papel de la justicia y otros muchos se desarrollan en el manual. (16 a 17 años).

Una de las más importantes aportaciones del Programa Filosofía para Niños es la cuidadosa aportación de unos materiales didácticos que puedan ser utilizados por los profesores para alimentar y hacer progresar un método activo de enseñanza.

Los manuales para el profesor que acompañan a todas y cada una de las novelas del programa constituyen una prueba irrefutable de que ese esfuerzo por alcanzar un material de calidad se ha hecho y, sin negar posibles mejoras, se ha conseguido.

Investigación social es el manual que acompaña a la novela Mark, última novela del programa, destinada fundamentalmente a alumnos de enseñanza secundaria. Todos los profesores que tienen que impartir un curso sobre filosofía social y política encontrarán aquí un conjunto de ejercicios, planes de discusión y propuestas de investigación que les permitirá un trabajo continuado y riguroso con los alumnos.

El objetivo, como en todos los otros niveles de Filosofía para Niños, sigue siendo el despertar y potenciar la reflexión crítica de los adolescentes, centrada en este caso en los problemas sociales y políticos de la sociedad en la que viven. Y hacerlo en el marco de una comunidad de investigación en la que alumnos y profesores se comprometen solidariamente en ese empeño de clarificar cuestiones fundamentales de la convivencia humana.

Temas básicos como los criterios que hacen que una sociedad sea democrática, el uso de la violencia, las clases sociales, la distribución de la riqueza, el papel de la justicia y de las leyes y otros muchos, van apareciendo a lo largo de la novela y del manual. En esta ocasión, el manual ha sufrido un mayor proceso de adaptación: en primer lugar, adaptando los ejercicios a la realidad social y política de nuestro país; en segundo lugar, dando una mayor cabida a textos de autores clásicos en la filosofía social y política que hagan posible a las alumnas y alumnos ir familiarizándose con una larga tradición crítica occidental.

En todo caso, por bueno que sea el manual que ofrecemos a los profesores, somos muy conscientes, todos los que estamos implicados en sacar adelante un proyecto de las características de Filosofía para Niños, que programas de este tipo se apoyan en la sensibilidad, la habilidad y la profesionalidad de los profesores que los utilicen.

Esperamos que este manual sea no sólo un valioso instrumento, sino también un estímulo para profundizar en la formación y renovación permanente del profesorado con la que Filosofía para Niños está del todo comprometida. ⭐▷Ver libro◁⭐

Matthew Lipman. Suki. (De 4º de la ESO a 2º de Bachillerato)

El programa para Filosofía para Niños elaborado por Matthew Lipman, con la estrecha colaboración de Ann Sharp, ha sido traducido íntegramente al español.

Suki es un relato escrito para provocar la reflexión de los alumnos y abrir un diálogo filosófico en el marco de la comunidad de investigación. Los protagonistas son estudiantes en la última etapa de la adolescencia, entre los 16 y 18 años.

En este caso, el hilo conductor es la literatura en general y la poesía en particular. Harry, a quien se le da bien el pensamiento reflexivo, tiene dificultades con su nuevo profesor de literatura, pues les exige escribir una poesía. La tarea se le hace imposible, pues se considera incapaz. Suki, que ama la poesía y la escribe, se presta ayudarle para que supere sus miedos a la dificultad de la tarea.

La creación literaria no es algo exclusivo de los grandes escritores; todos podemos en la medida de nuestras capacidades afrontar ese proceso creativo, y de hecho es lo que hacemos siempre que queremos que la gente entienda y comparta lo que pensamos.

La novela va acompañada del manual para el profesorado, con numerosos recursos didácticos, manejando un amplio repertorio de poemas escritos en español y algunos otros traducidos de otros idiomas. ⭐▷Ver libro◁⭐

Historias para niños. Los mejores libros de filosofía recomendados para niños y para jóvenes.

Matthew Lipman. Escribir: Cómo y por qué. Libro de apoyo para el docente para acompañar a Suki

Con la novela Suki y este manual para el profesorado que la acompaña, cerramos la traducción al español del currículo completo de Filosofía para Niños elaborado por Matthew Lipman y Ann Sharp, con ayudas de otras personas en algunos manuales.

Suki es una novela dirigida a adolescentes entre los 15 y los 18 años, aunque puede utilizarse con buenos resultados en edades superiores. El centro de interés de esta novela es la producción literaria, acompañado por problemas filosóficos fundamentales relacionados con el sentido de la propia vida personal.

El grupo de compañeros que aparece en otras novelas del currículo (Harry, Lisa y Mark) hacen frente a una difícil tarea que les propone su profesor de literatura. El profesor Newberry considera que ya no es suficiente hacer una lectura creativa de los textos literarios. Hay que dar un paso más: tienen que escribir textos propios. Es más, no se trata de escribir breves ensayos filosóficos: ¡hay que escribir poesía!

Este libro es un recurso extremadamente rico para cualquier docente de literatura. Contiene una gran variedad de ejercicios y planes de discusión que, junto con el relato, ofrece un esqueleto analítico para pensar y discutir la literatura y la práctica de la escritura literaria.

Este libro de apoyo va más allá de los límites del Programa Filosofía para Niños, convirtiéndose en una herramienta fundamental para todos aquellos que encaran la docencia de la literatura.

Los alumnos podrán explorar un sinnúmero de dimensiones desde diversos puntos de vista y avanzar no sólo sobre la interpretación de textos sino también sobre la creación literaria.

Suki hace surgir interrogantes y reflexiona sobre el “sentido” en todas sus formas, explora cómo y por qué escribir, qué recursos se utilizan, abordando, por ejemplo, la cuestión de si es necesaria la experiencia para tener material sobre qué escribir.

Este libro, en la cuidada traducción de César Aira, acerca por primera vez al público hispanohablante uno de los trabajos más queridos y recomendados por su autor, Matthew Lipman, el creador del Programa Filosofía para Niños.

Ningún profesor o alumno será el mismo después de leer y discutir este gran texto de Lipman. ⭐▷Ver libro◁⭐

Historias para niños. Los mejores libros de filosofía recomendados para niños y para jóvenes.

Matthew Lipman: Nous

«He inventado un nuevo cuento». Pixie, la curiosa e inteligente niña que ya nos encantara en la novela que lleva su nombre, nos cuenta ahora una nueva historia con seres maravillosos… que nos obliga a todos a pensar y nos ayuda a decidir.

Pixie ya nos había demostrado su capacidad de reflexión y asombro en la novela que lleva su nombre y que constituye una atractiva introducción a los grandes problemas filosóficos, sobre todo el de la identidad personal.

En esta nueva novela, ella y Brian, su enigmático amigo, se ven envueltos en una nueva aventura: ayudar a una jirafa, con la que Brian había hecho amistad, a resolver un serio problema que le ha planteado su vida en el zoo.

Ayudada por Brian y Pixie, Nous, la jirafa, escapa del zoo y comparte con niños y niñas una clase de ética que está impartiendo la madre de Pixie en la que todos reflexionan sobre cómo se deben tomar decisiones.

Nous, que ya sabe hablar, participa interesada en las discusiones pues eso es lo que precisamente la está agobiando a ella: la necesidad de tomar una decisión.

Con el estilo narrativo de todas sus novelas, Lipman nos ofrece en ésta la oportunidad de profundizar en el ámbito de la educación moral o, lo que es lo mismo, en el desafío de llegar a ser personas razonables y buenas.

La reflexión ética acompaña constantemente a la narración, sin olvidar otros problemas filosóficos igualmente importantes. ⭐▷Ver libro◁⭐

Historias para niños. Los mejores libros de filosofía recomendados para niños y para jóvenes.

Matthew Lipman: Decidiendo qué hacemos. Manual del profesor para acompañar a Nous

Este manual que acompaña a la novela Nous contiene un gran abanico de propuestas de trabajo para introducir la Ética como uno de los temas más interesantes para el alumnado, con un planteamiento novedoso y original, sin adoctrinamiento.

Proporciona destrezas cognitivas y afectivas para crecer como personas morales, y potencia la reflexión para tomar decisiones adecuadas.

La educación moral o educación en valores, uno de los elementos centrales del programa Filosofía para Niños, se ha convertido ya en uno de los temas fundamentales en la educación infantil y primaria. Siempre estuvo presente ese interés, pero los problemas de la sociedad actual han hecho que adquiera una prioridad que hasta ahora no tenía.

El profesorado encontrará en la novela Nous y en este manual no sólo un planteamiento novedoso y original, lejos de todo adoctrinamiento y de todo relativismo éticos, sino un amplio abanico de propuestas de trabajo gracias a las cuales podrá introducir la ética como uno de los temas de trabajo más interesantes para este alumnado.

No pretendemos que los alumnos interioricen un conjunto de valores que la sociedad puede considerar fundamentales, sino proporcionarles las destrezas cognitivas y afectivas gracias a las cuales van a poder crecer como personas morales; personas que tienen que decidir por sí mismas, en diálogo cooperativo y solidario con quienes las rodean.

El eje del programa se convierte, por tanto, en una reflexión que nos ayuda a todos a tomar las decisiones adecuadas ante las diversas situaciones que se nos van presentando a lo largo de nuestras vidas. ⭐▷Ver libro◁⭐

Historias para niños. Los mejores libros de filosofía recomendados para niños y para jóvenes.

Matthew Lipman: La filosofía en el aula

Esta edición habla del aprendizaje y desarrollo de los niños y de su incorporación a la vida adulta. Parece que todos hemos llegado al convencimiento de que la tarea fundamental de los niños en el sistema educativo es aprender a pensar, a lo que se podría añadir aprender a aprender.

El programa Filosofía para Niños es una de las propuestas más sólidamente elaboradas en este objetivo y este libro de Lipman constituye, sin duda, la mejor exposición de su teoría.

En todo el mundo se están llevando adelante serios esfuerzos para mejorar los sistemas educativos, siendo especial el énfasis que se pone en el aprendizaje de las habilidades de pensamiento básicas que los niños van a necesitar en su proceso de desarrollo y de incorporación a  la vida adulta.

Filosofía para Niños se sitúa dentro de esa corriente general como una de las propuestas más sólidamente elaboradas para que las buenas intenciones educativas puedan ir más allá de los despachos de los teóricos, incorporándose a la vida cotidiana del profesorado y de los estudiantes.

Aprender a pensar bien y a pensar en el diálogo que se establece en el seno de una comunidad de investigación formada por los compañeros de clase y los profesores.

Aplicando con éxito el programa de Filosofía para Niños en cientos de colegios e institutos de toda España y otros países de habla española, y publicada una parte importante de los materiales didácticos para los alumnos y profesores, era necesario contar con esta obra en la que los creadores del método exponen con detalle sus fundamentos teóricos  y su implicaciones prácticas.

La filosofía, la pedagogía y la psicología actuales confluyen en esta propuesta educativa alternativa, proporcionando nuevas y sugerentes ideas a todos los que se dedican a la educación. ⭐▷Ver libro◁⭐

Historias para niños. Los mejores libros de filosofía recomendados para niños y para jóvenes.

Matthew Lipman: Pensamiento complejo y educación

En nuestro mundo, cada vez más complejo, la enseñanza del pensamiento se ha convertido en un imperativo. Con todo, las evidencias nos muestran que nuestros niños y niñas aún no están aprendiendo cómo pensar.

Matthew Lipman, destacado teórico de la educación, penetra en el corazón de nuestros problemas educativos en este libro y propone profundas y prácticas sugerencias para resolver dichos problemas.

Pensamiento complejo y educación describe los procedimientos que han de aplicarse para que los estudiantes de cualquier nivel educativo sean más reflexivos, más racionales y con más capacidad de juicio.

Nos recomienda que la clase se convierta en una comunidad de investigación y que la disciplina de la Filosofía se rediseñe de forma que provea los conceptos y valores hoy perdidos en el currículum.

Estas recomendaciones se están llevando a cabo actualmente; la comunidad de investigación es ya una estrategia pedagógica reconocida, y la Filosofía académica tradicional se ha transformado en una disciplina que ofrece un modelo de pensamiento de orden superior y un reflejo de lo que toda educación puede llegar a ser. ⭐▷Ver libro◁⭐

Historias para niños. Los mejores libros de filosofía recomendados para niños y para jóvenes.

Ann Sharp y Laurence Splitter. Hospital de muñecas

En esta novela conocemos a Jess y a su muñeca Roller. Son inseparables. Jess comparte con su muñeca Roller todo su mundo. Desayuna con ella, la lleva todos los días consigo al colegio, charla con ella, duerme con ella, se la lleva a excursiones con su triciclo; hacen todo juntas.

Pero un día, yendo en el triciclo, tropieza con un bache y Roller sale volando de la cesta y cae al suelo. Jess la coge en sus brazos para descubrir que se ha quebrado la parte trasera de la cabeza y se entristece profundamente cuando se entera de que es necesario ponerle una nueva cabeza. ¡Cómo si entonces pudiera seguir siendo la misma Roller!

La diferencia entre ser una muñeca y un niño es sólo una de las cosas en que piensa Jess durante los días en los que se desarrolla el relato. Su sabio profesor del colegio también abre una conversación muy actual, entre los niños, sobre las diferencias entre las personas y la necesidad ética de ponerse en el lugar del otro y tratar a todos con respeto, por muy diferentes que nos parezcan.

La novela narra las pequeñas aventuras y sobre todo los descubrimientos intelectuales y sociales de Jess en un lenguaje sencillo y entretenido. ⭐▷Ver libro◁⭐

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Ann Sharp y Laurence Splitter. Entendiendo mi mundo. Manual del profesor para acompañar a Hospital de muñecas

Este libro debe ser utilizado como un conjunto de herramientas con los que el profesorado de Primaria podrá promover la reflexión filosófica. 

Hospital de muñecas, la novela a la que se refiere este manual, aborda temas básicos de la tradición filosófica occidental y de otras culturas. Como subrayan los autores, esos temas «siguen siendo cruciales para los niños de hoy en día: el significado y el estatus de la realidad, la bondad, la verdad y la belleza».

La educación formal de los niños tiende a dedicar mucho tiempo a la adquisición de contenidos y destrezas variados, pero deja poco tiempo para que a partir de esos conocimientos los niños puedan llegar a comprender quiénes son y en qué mundo viven.

El profesorado implicado en el Programa de Filosofía para Niños tiene muy en cuenta es problema e intenta ofrecer a los niños, desde la misma escuela infantil, un espacio y un tiempo en el que abordar esos temas y desarrollar las capacidades exigidas para tratarlos con rigor.

Al hilo de los problemas que se le plantean a Jess, este manual ofrece al profesorado un amplio repertorio de actividades y planes de discusión con los que podrá favorecer en sus clases que los niños consigan entenderse mejor a sí mismos y al mundo que les rodea. ⭐▷Ver libro◁⭐

Historias para niños. Los mejores libros de filosofía recomendados para niños y para jóvenes.

Gilbert Talbot. Félix y Sofía. (17 a 18 años)

Incidentes y conflictos propios de jóvenes de bachillerato (sexo, drogas,…) abordándolos a partir de las consideraciones de un curso de introducción a la filosofía.

El Programa Filosofía para Niños no sólo plantea la presencia de la filosofía en la educación primaria, sino también que la filosofía esté presente en todos los niveles del sistema educativo y en todos los ámbitos de la educación.

Existiendo una asignatura obligatoria de filosofía en el Bachillerato, parecía lógico intentar escribir una novela que se adecuara a la edad de los alumnos de ese nivel. Félix y Sofía intenta hacer frente a ese problema.

El hilo argumental los constituyen los incidentes en la vida cotidiana de un grupo de jóvenes de Bachillerato. Félix muestra una especial inclinación a preguntarse cosas, y Sofía le acompaña en su búsqueda tentativa de respuestas, que no siempre llegan con claridad.

Los problemas que surgen a lo largo de la narración son los que habitualmente aparecen en un curso de introducción a la filosofía: la realidad, la verdad, la libertad, el bien, la sociedad, la justicia, las relaciones interpersonales, la belleza, la identidad personal…

Se presta atención a la importancia del desarrollo de un pensamiento crítico y creativo, y al razonamiento formal e informal, buscando potenciar en los alumnos un pensamiento que no se contenta con las opiniones que cada uno podamos tener sobre los temas en cuestión, sino que busca las razones que utilizamos para justificar lo que decimos y hacemos. Aquí lo encuentras. ⭐▷Ver libro◁⭐

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Tomás Miranda Alonso. El juego de la argumentación

Sirve de apoyo teórico a las novelas El descubrimiento de Harry y Lisa en las aulas; va dirigido a estudiantes y estudiosos de la «teoría de la argumentación«, condicionada por unas reglas y una práctica necesaria para lograr la competencia argumentativa.

La lógica en Filosofía para Niños no se aprende como un conjunto de procesos formales que se dan al margen del ejercicio real y concreto del razonamiento y del diálogo. En las novelas nos encontramos con situaciones reales de comunicación, en donde se realizan actos de habla concretos, evaluables no sólo desde el punto de vista sintáctico y semántico, sino también pragmático.

Por eso este trabajo no es otro más de lógica formal, aunque se ocupa también de las relaciones formales que se dan en el discurso. El razonamiento siempre se produce en un contexto y en el horizonte de un diálogo, y, por ello, el tema central de este libro, así como el de la lógica de Lipman, es el de la argumentación.

Este trabajo va dirigido también, en segundo lugar, a aquellos estudiantes y estudiosos que deseen introducirse en lo que hoy se entiende por teoría de la argumentación.

La argumentación, como cualquier juego, está sometida a unas reglas, cuyo seguimiento es condición para ser considerada una actividad racional. Pero, como ocurre con todo juego, el conocimiento de sus reglas no asegura la competencia argumentativa: ésta es cuestión también de práctica.

No se busque, pues, en este libro una serie de consejos cuyo seguimiento asegure el éxito en la argumentación. Para argumentar bien, para ser capaces de ofrecer buenas razones que apoyen nuestros puntos de vista, y para saber evaluar bien las razones que los demás nos ofrecen, hay que practicar mucho y cuidadosamente.

La escuela debería ser el ámbito principal donde las personas aprenden, mediante la práctica, el arte de la argumentación. Este trabajo nace con el deseo de servir de ayuda teórica a aquellos profesores y profesoras que se quieren tomar en serio la práctica cuidadosa de la argumentación en sus clases. ⭐▷Ver libro◁⭐

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Félix García Moriyón. La estimulación de la inteligencia

Este libro pretende ser una aportación valiosa para toda la comunidad que trabaja con el Programa Filosofía para Niños, no sólo los investigadores que se dedican a evaluar el impacto que tiene la filosofía tanto en los estudiantes como en el profesorado.

Consideramos que también es valioso para un público más amplio: el formado por todas las personas que trabajan en el ámbito de los programas de mejora de la inteligencia en general o mejora del pensamiento complejo y desarrollo moral.

Esta guía debe servir como una introducción general para incrementar la reflexión sobre la propia práctica docente y puede utilizarse igualmente como una obra de referencia en la que es posible encontrar indicaciones muy concretas para trabajar aspectos precisos en el aula. ⭐▷Ver libro◁⭐

Historias para niños. Los mejores libros de filosofía recomendados para niños y para jóvenes.

Félix García Moriyón. Pregunto, dialogo, aprendo. Cómo hacer filosofía en el aula.

La Filosofía puede desempeñar un papel importante en la educación actual, y así lo reconocen la mayoría de los expertos, que insisten en la necesidad de que los estudiantes aprendan a aprender y a dotar de sentido el mundo en el que viven y así hacer frente a los retos que plantea una sociedad cada vez más compleja.

Este libro parte de un riguroso análisis del papel de la educación en la construcción de sociedades democráticas y aporta múltiples sugerencias para que la filosofía dé lo mejor de sí misma.

El autor, avalado por una larga experiencia, recoge aportaciones de la Filosofía para Niños y la práctica filosófica y expone cómo practicar la filosofía en la educación: no basta con que la asignatura esté incluida en los planes de estudio, sino que es necesario que esté presente de una determinada manera.

Consiste en profundizar en el diálogo filosófico, tal y como fue esbozado por los filósofos griegos, en el marco de una comunidad de investigación, un diálogo que debe practicarse desde la escuela infantil y salir también a otros ámbitos de la educación no formal. ⭐▷Ver libro◁⭐

Historias para niños. Los mejores libros de filosofía recomendados para niños y para jóvenes.

Félix García Moriyón. Matthew Lipman: Filosofía y Educación

Este libro se compone de veinticinco artículos realizados por personas vinculadas al programa Filosofía para niños. Supone un homenaje al creador de dicho programa y analiza el impacto que Filosofía para niños ha tenido en la carrera profesional de los autores.

No se trata en absoluto de convertirlo en una especie de gurú, sino de reconocer y agradecer la aportación que ha realizado a la comunidad de personas que se dedican a la enseñanza de la filosofía.

Aunque en algún caso el tono de lo que aquí aparece pueda resultar laudatorio, el hilo conductor de todos los trabajos es el análisis del impacto que el programa de Filosofía para Niños ha tenido en la carrera profesional de los autores.

El homenaje consiste, por tanto, no en ensalzar una figura, aunque pueda merecerse los mayores elogios, sino en exponer cómo ha influido en lo que hacemos y cómo hemos podido desarrollar nuevas ideas partiendo de su obra. ⭐▷Ver libro◁⭐

Historias para niños. Los mejores libros de filosofía recomendados para niños y para jóvenes.

Juan Carlos Lago. Redescribiendo la comunidad de investigación

En nuestra sociedad actual, es fundamental tomar en cuenta el factor de diferencia cultural o marginación social. El autor propone utilizar su experiencia personal así como sus conocimientos de filósofo para tratar esta cuestión en el ámbito de la educación.

Este trabajo es el resultado de una larga experiencia profesional y de una búsqueda de construcción de sentido. En este trayecto, el autor reúne la reflexión filosófica y la acción educativa desde una clara mirada pragmatista que nos lleva a considerar el pensamiento desde la acción.

Desde esta enriquecedora perspectiva nos invita a reflexionar sobre el proyecto de Filosofía para Niños como una propuesta que no se reduce a aportar interesantes recursos pedagógicos en el ámbito de la filosofía de la educación, sino que supone un proyecto vital de edificación de la persona.

Desde el convencimiento de que la reflexión auténtica y útil se genera en la práctica, el autor nos advierte del peligro de transformar unas pautas de acción en fórmulas o técnicas educativas estereotipadas y alejadas del pensamiento filosófico que las sustenta.

La tarea que emprendemos desde la primera página, responde, por lo tanto, a una pregunta central de doble vertiente: cómo recuperar desde las inquietudes del momento presente el sentido filosófico del proyecto Filosofía para Niños, de modo que nos ayude a mostrar sus posibilidades de acción en ámbitos tan conflictivos y necesarios de atención como son los de la exclusión social y la marginación. ⭐▷Ver libro◁⭐

Historias para niños. Los mejores libros de filosofía recomendados para niños y para jóvenes.

Fuente: Para todos la 2 de RTVE (19/10/2011)  | L’ofici d’educar de Catalunya Ràdio (15/08/2015)

Libros LGTBI para niños y adolescentes

Libros LGTBI para niños y adolescentes

Libros LGTBI que desarrollan de manera sencilla y didáctica los modelos de familia no tradicionales, la homosexualidad y la identidad de género. Son cuentos infantiles concebidos para explicar esta realidad a un niño o a una niña, para que se familiaricen con ella.

Sorprende, en los índices y estadísticas sobre acoso escolar con los que trabajan las administraciones y las asociaciones, la estrecha relación que existe entre el acoso escolar y la identidad sexual, lo que evidencia la necesidad de reforzar las políticas educativas que trabajan sobre estos asuntos.

+ de 55 Libros LGTBI para niñas, niños y adolescentes

‘Soy Jazz’ | De 1 a 4 años

  • Escrito por Jessica Herthel y Jazz Jennings
  • Ilustrado por Shelagh McNicholas
  • Número de páginas: 32

Jazz siempre supo que era diferente a otras niñas y niños de su edad. Desde muy joven fue consciente de un fuerte sentimiento, de ser una niña, y luchó para que su entorno la aceptara y reconociera.

Desde la tierna edad de dos años Jazz sabía que era una niña, a pesar de que la consideraron niño al nacer. Le encantaba el color rosa, disfrazarse de sirena y no estaba cómoda en la ropa de niño. Esto sumía a su familia en la confusión, hasta que entendieron que Jazz era trans y decidieron apoyarla.

La historia de Jazz es una experiencia real. En este cuento, ella narra de manera muy accesible sus vivencias, y se dirige especialmente a quienes les gustan los cuentos, a las familias y al profesorado. Comprar ahora

Libros LGTBI para niños y adolescentes

‘Familias’ | +2 años

  • Autora: Oh! Mami Blue
  • Ilustradora: Marina mayor
  • Número de páginas: 48

Un libro didáctico para normalizar la diversidad familiar. Este álbum ilustrado presenta 16 viñetas con distintas familias donde la cama es el escenario principal. Las ilustraciones van acompañadas de textos en rima, con los que las autoras normalizan la diversidad familiar y plantean las familias como un espacio de amor y de cuidado.

Sobre las autoras: Verónica y Jana son las creadoras de “Oh! Mami Blue”; son pareja, emprendedoras y madres de Álex, un pequeño que, dicen, les ha dado “constancia y empatía” y les ha hecho “mejores personas”. Verónica es fotógrafa y especialista en cocina vegetariana, y Jana es profesora. Juntas, decidieron escribir un libro para visibilizar la diversidad familiar y crear un libro educativo referente para niños, niñas y familias. Comprar ahora

‘Mi perrito quiere bailar ballet’ | De 2 a 6 años

  • Autora: Anna Kemp
  • Ilustradora: Sara Ogilvie
  • Número de páginas: 32

Un cuento optimista sobre un perrito con una gran personalidad, el amor de la niña por su mascota, y con un bonito mensaje: puedes ser lo que quieras ser, no dejes que otros dicten tus sueños.

«Mi perro no es como los demás perros. No hace cosas de perro. No hace pis en las farolas, ni se rasca las pulgas, ni bebe agua del váter. No, a mi perro le gusta la música, la luz de la Luna y caminar sobre las puntas de las pezuñas. Es que mi perro cree que no es un perro… ¡Mi perro cree que es un bailarín!»

A una pequeña niña ¡le encanta el ballet! Y a su perro Biff, también. Pero todo el mundo insiste en que los perros no bailan ballet. Hasta que Biff se cuela en una actuación profesional en la que la bailarina sufre una caída; el perrito consigue hacerse cargo de la situación ¡y salvar el día! Comprar ahora

‘¡Eso no es normal!’ | +3 años

  • Autora: Mar Pavón
  • Ilustradora: Laure Du Faÿ
  • Número de páginas: 40

El elefante tenía una trompa larguísima.
Con ella ayudaba a sus amigos,
pero el hipopótamo siempre se burlaba
–¡Eso no es normal!
Pero, ¿Qué es “normal”?

Letras mayúsculas para primeros lectores. Comprar ahora

Libros LGTBI para niños y adolescentes

‘Kike y las Barbies’ |  +3 años

  • Autora: Pija Lindenbaum
  • Número de páginas: 40

Un libro sobre a qué “debería jugar” un niño o una niña, y cómo todas y todos ganan si nos permitimos abrir nuestras mentes.

Raúl, Óscar y los otros chicos del cole siempre quieren que Kike juegue al fútbol con ellos. ¡Es un crack! Pero un día, Kike trae su muñeca al cole. Cuando los chicos quieren que pegue trallazos al balón, él prefiere jugar dentro. Allí están las chicas, Rita, Mar e Inés, con sus muñecas. Comprar ahora

Libros LGTBI para niños y adolescentes

‘Las cosas que le gustan a Fran’ | +3 años

  • Autora: Berta Piñán
  • Ilustradora: Antonia Santolaya
  • Número de páginas: 30

‘Las cosas que le gustan a Fran’ es un cuento en el que Carlota, la niña protagonista, aparentemente, nos habla de su mami y del novio de su mami, Fran

Pero es solo en apariencia porque el relato encierra una sorpresa que se revela justo al final. Fran no es un chico, es Francisca, una chica, así que mami en realidad tiene una novia.

Podría parecer entonces que es un cuento sobre nuevas familias, pero no. Se trata de un relato lleno de poesía y sentido del humor con el que se muestra cómo los mismos valores, gustos y aficiones que le otorgamos a Fran cuando pensábamos que era un chico, son igualmente válidos cuando pensamos en él como una chica. Tanto a Fran como a Francisca les gusta la tortilla de patatas, bailar, leer libros muy gordos… Un cuento sorprendente y libre de prejuicios. Comprar ahora

‘Monstruo rosa’ | +3 años

  • Autora e ilustradora: Olga de Dios
  • Número de páginas: 36

‘Monstruo rosa’ es un cuento sobre el valor de la diferencia. Una historia para entender la diversidad como elemento enriquecedor de nuestra sociedad, ‘Monstruo rosa’ es un grito de libertad.

Ha sido el álbum ganador del Premio Apila Primera Impresión 2013, al mejor proyecto de autor novel, Premio Aurelio Blanco 2013, al mejor proyecto en la Familia de Artes Aplicadas al libro de la Comunidad de Madrid y ganador del Golden Pinwheel Award, en la categoría de mejor álbum para niños internacional en la Shanghái Children´s Book Fair 2013. Comprar ahora

Libros LGTBI para niños y adolescentes

‘El rancho de Cris’ | De 3 a 5 años

  • Autora: María Gutiérrez
  • Ilustrado por: Nazara Lázaro e Isaac Correa
  • Número de páginas: 32

Cris es una niña de cuatro años que piensa que de mayor va a ser un hombre como su papá. Prefiere juegos y disfraces masculinos y disfruta imaginando que poseerá un rancho en el Lejano Oeste con vacas y caballos. Sus padres, preocupados, buscan información y respuestas que los tranquilicen. Comprar ahora

‘Tú y yo’ | De 3 a 7 años

  • Autor: Peter H. Reynolds
  • Número de páginas: 32

De vez en cuando me quedo pensando en cómo nos conocimos, en cómo nos hicimos amigos, tú y yo.

Un personaje encantador reflexiona sobre el destino. ¿Qué hubiese pasado si se hubiera quedado dormido aquel día tan especial y hubiese perdido el tren aquella mañana tan importante? ¿Y si pinchar la rueda de su bicicleta o pararse a observar las nubes hubiera supuesto no conocer a su persona favorita en el mundo? Comprar ahora

Libros LGTBI para niños y adolescentes

‘La princesa Li’ | De 3 a 7 años

  • Autor: Luis Amavisca
  • Ilustradora: Elena Rendeiro
  • Número de páginas: 40

El rey Wan Tan se propone casar a su hija, la princesa Li, con un joven de la corte. Ella, sin embargo, ama a Beatriz, una chica de una tierra lejana. Una fábula de igualdad disfrazada de cuento de magia tradicional. Ideado por Luis Amavisca y Elena Rendeiro, este relato bilingüe –en español e inglés– construye una narración de amor donde la condición de su protagonista se impone a la tradición. Comprar ahora

‘Cebollino y Pimentón’ | +4 años

  • Autora: Laura Reixach
  • Número de páginas: 56

La historia de Cebollino y Pimentón es la historia de dos pingüinos que, tras años de vivir juntos, tienen ganas de formar una familia. Pero Cebollino y Pimentón no pueden poner ningún huevo. Y esto les entristece mucho. Pero a veces se hace realidad aquello que parecía imposible. Comprar ahora (También disponible en catalán: ‘En Ceba i en Pebre’

‘Con Tango son tres’ | +4 años

  • Autores: Justin Richardson y Peter Parnell
  • Ilustración: Henry Cole
  • Número de páginas: 32

…En la casa de los pingüinos había dos que eran un poco diferentes. Uno se llamaba Roy y el otro, Silo. Los dos eran chicos y lo hacían todo juntos. Se hacían reverencias el uno al otro. Caminaban juntos. Se cantaban mutuamente y nadaban juntos. Allá donde Roy fuese, también iba Silo…

‘Con Tango son tres’ es la historia real de una singular pareja de pingüinos barbijo a los que el cuidador del zoo de Central Park, en Nueva York, Rob Gramzay, les dio la oportunidad -depositando un huevo en su nido- de tener una cría tras observar que incubaban infructuosamente una piedra. Así nació Tango, que fue la primera pingüino en tener dos padres.

El primer libro infantil de Justin Richardson y Peter Parnell fue un éxito y, desde su publicación en 2005, ha recibido numerosos premios. Aunque también ha sido censurado por sectores conservadores, contrarios a los nuevos modelos de familia.

La historia combina texto informativo y literario en perfecto equilibrio. Sus expresivas ilustraciones cumplen una función descriptiva, con imágenes realistas y varias composiciones a modo de viñetas, que representan el paso del tiempo. Comprar ahora

Libros LGTBI para niños y adolescentes

‘Rojo. La historia de una cera de colores’ | +4 años

  • Texto e ilustraciones: Michael Hall
  • Número de páginas: 40

Una narración muy clara sobre el derecho a la diferencia, a la identidad. Todos, profesores, familia… intentan ser quienes les han dicho que son, no quienes realmente son. Un cuento importante, no solo para aceptar la diferencia, sino para respetarla, comprenderla y enseñar el valor de la autoestima para no sucumbir en las presiones sociales.

Rojo es una cera de colores azul con una etiqueta donde pone «rojo». Su maestro intenta ayudarla a pintar de color rojo (¡vamos a pintar fresas!), su madre intenta ayudarla a ser de color rojo enviándola a jugar con una compañera de color amarillo (¡Id a pintar una bonita naranja!), y las tijeras intentan ayudarla a ser de color rojo cortando un poco la etiqueta para que pueda respirar con más libertad.

Pero Rojo no es feliz. No hay manera de que pinte rojo, por mucho que se esfuerce. Pero un día una nueva amiga la invita a pintar un océano y entonces Rojo descubre lo que los lectores ya sabían todo el rato: ¡Ella es azul! Una colorida narración sobre el derecho a la diferencia en la cual todo el mundo encontrará su propio motivo de reflexión. Comprar ahora

‘Mi papá es un payaso | My Dad is a Clown’ | De 4 a 7 años

  • Autores: José Carlos Andrés y Natalia Hernández
  • Número de páginas: 40

El protagonista de este cuento infantil es un niño que tiene dos papás, uno de ellos es Payaso. Comprar ahora

‘Mi princesito’ | De 4 a 8 años

  • Autor: Cheryl Kilodavis
  • Ilustradora: Suzanne DeSimone
  • Número de páginas: 32

‘Mi princesito’ es un cuento real sobre la aceptación. Escribí esta historia como herramienta para que niños, niñas y adultos hablasen sobre la amistad incondicional. Empecé a temer que se metieran con mi hijo o le acosaran por ir al colegio con un vestido, así que hablé con su profesora. Ella habló a su vez con otras personas sobre mis temores e hicimos un plan para apoyarle a él y a otros niños que también eran diferentes.

A la vista de las terribles consecuencias del acoso escolar, introducir debates sobre la aceptación puede llevarnos a hablar de cosas básicas, como la empatía. ¿Cómo ponernos en el lugar del otro? La empatía supone hacer esfuerzos. Implica prestar atención. Requiere compromiso. Necesitamos practicarla. Y practicarla más. Y volverla a practicar. Somos un ecosistema. Nuestra empatía por otras personas y por el mundo en su conjunto depende de unos y de otros. Al interrelacionarnos, celebramos esa persona extraordinaria que todos llevamos dentro. Comprar ahora

Libros LGTBI para niños y adolescentes

‘Las muñecas son para las niñas’ | De 4 a 8 años

  • Autor: Ludovic Flamant
  • Ilustrador: Jean-Luc Englebert
  • Número de páginas: 40

A mi hermano le encantó el regalo de nuestra tía. “La llamaré Teresa” dijo al ver la muñeca de trapo. Cuando mi hermano dijo que quería dormir con Teresa, mi padre dijo: “No es grave. Ya se le pasará”… Comprar ahora (También está la edición en catalán: ‘Les nines són per a les nenes‘)

‘Ni Nerea naiz’ | De 4 a 8 años

  • Autora: Nerea García
  • Número de páginas: 40

Esku artean duzun liburuak haur-transexualitatearen gaia jorratzen du, familia jakin baten ikuspuntutik. Benatako familia da, bere historia konpartitu eta ipuin moldean «kontatu» nahi izan diguna. Liburu honetan Nerearen istorioa kontatzen da, zeinak txiki-txikitatik argi adierazi zuen neska sentitzen zela, nahiz zakila izan, nahiz inguruko guztiek mutil gisa tratatu.

Ipuin hau irakurtzerakoan, ondo berezitu behar dira sexu-identitatea (mutiko edo neska sentitzea) eta sexu bakoitzari historikoki esleitu zaizkien rolak. Horrekin esan nahi dugu jolas, arropa edo baita kolore jakin bat lehenesteak EZ duela inor gizonago edo emakumeago bihurtzen. Hutsala da «mutilen gauzen» eta «nesken gauzen» arteko bereizketa, ez da halakorik, nahiz helduok sarritan horrela ikusten ditugun gauzak, eta haurrei sexu-aurreiritzi eta estereotipoz beteriko mezuak helarazten dizkiegun. Ildo horretan egin ditugun aurrerapenak gorabehera, oraindik ere bide luzea dugu aurretik egiteko.

Era berean, ohikoa da transexualek, haurtzaroan, zenbait sexu-estereotipo nabarmentzea, beren benetako identitatea ikusarazi eta berresteko tresna gisa. Ipuin honetan ere ikusten da hori tarteka, esaterako haurrak senideei panpinak eta soinekoak eskatzen dizkienean, edo printzesa-jantzia jasotzerakoan pozez zoratzen denean. Hala ere, berrespen hori ez da mutiko eta neska transexual guztien kasuetan agertzen; istorio hau neska eta familia jakin batzuen kasua da.

Haur-transexualitatearen errealitatea hurbiltzeaz gain, gure xedea sexu-aniztasunaren onarpenean laguntzea da, hau da, laguntzea ulertarazten ez dagoela mutiko edo neskato (gizon edo emakume) izateko modu onargarri bat eta bakarra, baizik eta pertsona bezain beste. Ipuinaren ostean aurkituko duzun irakurketa-gida laburrak etekin gehiago ateratzen lagunduko dizulakoan gaude. Comprar ahora

(También en castellano: ‘Yo soy Mia’) Mia dejó claro desde muy pequeña que se sentía chica, a pesar de tener pene y de que todo a su alrededor insistiera en que había nacido chico. Un libro que habla de la transexualidad infantil desde el punto de vista de una familia real, que comparte con los lectores su experiencia. La intención de la autora es “contribuir a la aceptación y el cultivo de la diversidad sexual”, a entender que no solo hay una manera de ser niña o de ser niño.

‘Cada familia a su aire’ | +5 años

  • Autora: Béatrice Boutignon
  • Número de páginas: 44

Un álbum tierno y delicado para divertirse, y también para aprender acerca de nuestras diferencias y de los muchos tipos de familia distintos que puede haber.

Los animales de este libro para jugar, se agrupan por familias, todas parecidas y todas diferentes. El texto nos va dando pistas para adivinar quién es cada quién. De las familias monoparentales  hasta las “tribus”, pasando por las familias homoparentales y las familias reconstituidas, ¡nadie se queda fuera! Comprar ahora

‘Familiario’ |  +5 años

  • Autora: Mar Cerdà
  • Número de páginas: 20 (Encuadernado en espiral)

Un libro-juego para que los más pequeños entiendan que cada familia es única y especial. Este título reinventa el concepto de familia y el concepto de libro.

La lectora o lector puede combinar 15 láminas para formar familias. Una niña, su madre y su perro. Un niño con un abuelo y sus dos mamás. Tres niños y su padre. Nada menos que 80.000 combinaciones posibles que son tantas como núcleos familiares podemos encontrar en la realidad. Un libro-juego que ayudará a entender la diversidad familiar que existe. Comprar ahora

‘Julia, la niña que tenía sombra de chico’ | +5 años

  • Texto: Christian Bruel / Anne Galland
  • Ilustraciones: Anne Bozellec
  • Número de páginas: 72

Julia es una niña que no es como las demás, ya que según dicen sus padres es “igual que un chico”. Con esta idea comienza una historia de incomprensión y soledad escrita por el escritor parisino Christian Bruel. Fue publicada en España por la Editorial Lumen en 1980, con alguna página censurada y otro título. El texto, que se mueve entre la ironía y la ternura, conforma un álbum de rara belleza para los lectores más jóvenes. Comprar ahora

‘Las tres Sofías’ | +5 años

  • Autor: Juan Rodriguez Matus
  • Ilustradora: Anna Cooke
  • Número de páginas: 26

Sofía es una niña que vive en el Istmo de Tehuantepec. Un día, Sofía observa a su mamá buscando ropas de muchos colores después de meses de guardar luto. Una nueva vida empieza para ellas.  La mamá de Sofía decide quitarse el luto y retomar su historia de amor con Sofía Alvarado, su verdadero amor de toda la vida.

‘¡Mi familia es de otro mundo!’ | +5 años

  • Autora: Cecilia Blanco
  • Ilustraciones: Daniel Löwy
  • Número de páginas: 80

Una nueva mirada sobre los modelos familiares

Durante mucho tiempo se consideró “normal” sólo a la familia constituida por madre, padre e hijos. Sin embargo, una situación frecuente es que los padres se separen y formen (o no) nuevas familias. También las hay con abuelos que crían a sus nietos sin la presencia de los padres. La adopción o los métodos de fertilización asistida ya no se ocultan como algo vergonzoso. Cada vez se dan más casos de parejas conformadas por dos hombres o dos mujeres que deciden tener hijos. En suma, existe una amplia gama de modelos familiares que ratifican que vivimos en una sociedad dinámica, compleja y diversa.

‘¡Mi familia es de otro mundo!’ refleja esa diversidad, con humor y ternura, a través de las historias de diferentes niños. Siete familias que por medio de fuertes lazos de amor entre sus integrantes logran resolver sus problemas, adaptarse a los cambios y aceptar sus pérdidas.

Este libro ayudará a que los niños vean que su familia –y la de los demás– es única y que, a fin de cuentas, no es nada de otro mundo. Para niños y adultos de todo el universo. Comprar ahora

Libros LGTBI para niños y adolescentes

‘Ricitos de oso’ | +5 años

  • Autor: Stéphane Servant
  • Ilustradora: Laetitia Le Saux
  • Número de páginas: 32

Esta noche es el gran carnaval del bosque, y todos preparan sus disfraces: Mamá Osa acaba de coser su disfraz de Bella Durmiente, Papá Oso se ve fantástico disfrazado de Lobo Feroz. «¿Y tú, Osito?» «¡Yo, de Ricitos de Oso!»

A Papá Oso no le gusta la idea de que su hijo vaya con falda y coletas rubias e intenta persuadirle para cambiar de disfraz, pero Osito se mantiene firme. Un álbum en clave de humor contra las convenciones sociales y los géneros establecidos. Comprar ahora (También está la edición en catalán: Rínxols d’ós)

Libros LGTBI para niños y adolescentes

‘Un mundo de familias’ | +5 años

  • Autora: Marta Gómez
  • Ilustradora: Carla Nazareth
  • Número de páginas: 64

El mundo está lleno de grandes familias que, día a día, demuestran que vivir juntos hace que la vida sea mucho menos complicada y más bella. Cada uno tiene sueños diferentes, ilusiones distintas que la convierten en única y especial. En casa de la Familia Orquesta, por ejemplo, se escucha música a todas horas; en cambio, la Familia Amazonas prefiere salir en busca de aventuras mientras la Familia Cohete se divierte con su pasión por las últimas tecnologías.

La Familia Nómada es especialista en viajar por el mundo y trasladarse de casa, por esta razón se entiende muy bien con la Familia Babel, que habla un montón de idiomas y le encanta aprender. Hay familias más bien bulliciosas, como la Familia Caravana, y otras que disfrutan de la tranquilidad, como la Familia Zen. Algunas no han tenido un camino fácil, como es el caso de la Familia Macedonia, que tiene dos papás. Y no podemos olvidar la Familia Infinita, que adopta hijos que a veces vienen de muy lejos… Comprar ahora

Libros LGTBI para niños y adolescentes

‘El cocodrilo al que no le gustaba el agua’ | De 5 a 8 años

  • Autora: Gemma Merino.
  • Número de páginas: 32

¡Conoce a un cocodrilo muy peculiar!

Todo el mundo sabe que a los cocodrilos les encanta el agua, pero este cocodrilito es diferente. A él no le gusta el agua para nada. De hecho, prefiere subirse a los árboles. Lo que pasa es que cuando uno es diferente puede sentirse solo, de modo que el cocodrilito intenta cambiar por todos los medios y dejar de ser como es. Pero estar siempre mojado no es tan fácil, y un simple escalofrío se convierte rápidamente en un resfriado, y el resfriado provoca estornudos: estornudos muy calientes… ¿Y si este cocodrilito no fuera en realidad un cocodrilo? Tal vez sea un DRAGÓN…

Un cuento divertido, único y con moraleja. Comprar ahora

Libros LGTBI para niños y adolescentes

‘El día de la rana roja’ | De 5 a 8 años

  • Autora: Esther Elexgaray Cruz
  • Ilustrador: Raúl Domínguez Pazo
  • Número de páginas: 32

Esther Elexgaray Cruz firma este relato sobre un príncipe de un país diminuto al que un hechizo obliga a besar a una rana roja para poder encontrar el amor. Con ilustraciones en acuarela de Raúl Domínguez Pazo, la historia describe cómo la rana roja se convierte en un apuesto joven. Cuenta con una estructura de cuento de hadas y sirve para explicar el modelo de familia homoparental. El libro, de la editorial A Afortiori, está dirigido a alumnos de los primeros cursos de Primaria.

«Cuando sucedió, todas las miradas se fijaron en ellos. No se conocía ningún caso similar en los reinos vecinos, en todos ellos el príncipe heredero se había casado con una princesa. En todos, las ranas encantadas se habían transformado en damas. Pero Morgana había dicho simplemente ‘amor verdadero’»Comprar ahora (También está editado en gallego: ‘O día da ra vermella’).

‘El lapicero mágico’ | De 5 a 8 años

  • Autores: Luis Amavisca y Alicia Gómez Camus
  • Número de páginas: 40

Aquella tarde Margarita tenía muchas ganas de ver a sus amigos Daniel y Carlo. Juntos salieron para ir al parque y de camino pasaron cerca de la casa de Garrapata… ¡No podían imaginar lo que ocurría! el gato, los extraños regalos… ¡Ven a descubrir con Margarita y los gemelos el lapicero mágico! Un viaje para compartir e imaginar. Un cuento de amistad e igualdad. Comprar ahora

‘El niño perfecto’ | De 5 a 8 años

  • Autores: Bernat Cormand y Àlex González
  • Número de páginas: 24

El niño perfecto es la historia de Daniel, un niño perfecto a los ojos de todos: responsable, obediente, ordenado… Pero en la vida de Daniel, como en la real, nada es lo que parece y todo el mundo esconde secretos que se descubren cuando cae la noche.

Un bello y sencillo texto de Bernat Cormand y Àlex González acompañado de la sutileza gráfica del dibujo de Bernat Cormand hacen de ‘El niño perfecto’ un libro coeducativo, de gran valor para la educación en igualdad, género o relación. Comprar ahora (También está la edición en catalán: ‘El nen perfecte’).

‘Piratrans carabarco’ | De 5 a 8 años

  • Autor: A.T.A. Asociación de Transexuales de Andalucía & Silvia Rivera & Manuel Gutiérrez
  • Número de páginas: 96 (Incluye cuaderno de actividades)

Carabarco es un pirata, pero un pirata de los de verdad, con dos ovarios, un gallo y una estrella como parche. Distinto, vale, pero igual de bucanero que cualquier otro corsario de los siete mares. Y aunque esas diferencias lo hacen ser piraTrans, es como cualquier filibustero. Unos tienen barba y otros una gran espada, Carabarco tiene una chistera y muchas historias que contar… Comprar ahora

‘Trans bird’ | De 5 a 8 años

  • Autores: Nacho Donoso Bailón y Rita Bailón Gijón
  • Número de páginas: 40

Trans bird es un pajarillo diferente, emprendedor y valiente. Un día, decidió viajar y escapar de las rígidas normas de su bandada para encontrar las suyas propias. Atravesó toda la selva y, gracias a su esfuerzo y coraje, descubrió el amor y su lado creativo. Un cuento infantil dedicado a las personas transgénero y sus amigos. Comprar ahora

‘Titiritesa’ |  de 5 a 9 años

  • Texto de Xerardo Quintiá
  • Ilustraciones de Maurizio A. C. Quarello
  • Número de páginas: 48

Titiritesa vive en el reino de Anteayer. Su madre, Mandolina, sueña con ver a su hija bien casada e intenta educarla como una cortesana refinada. Pero la hija no comparte las aspiraciones de la reina y rechaza esa vida convencional que le quieren imponer. Ante la inminente llegada de una institutriz, Titiritesa decide huir de palacio para vivir fantásticas y divertidas aventuras: visitar a un inventor de palabras, enfrentarse a un terrible monstruo, conocer a otra princesa de labios dulces…

Un cuento atrevido que trata la homosexualidad femenina con humor, naturalidad y frescura. En ‘Titiritesa’ se festeja el amor sin prejuicios, mientras que con la sensibilidad necesaria se le expone el tema a los lectores infantiles y se contribuye a su educación afectiva.

Con su personal estilo de ilustración, Quarello dibuja personajes con una personalidad acorde al texto. Las imágenes aportan verosimilitud al relato, pero además evocan con maestría los sentimientos que invaden a una persona cuando crece y experimenta el amor por primera vez. Comprar ahora

Libros LGTBI para niños y adolescentes

‘Niñas y niños’ | +6 años

  • Autoras: Aingeru Mayor y Susana Monteagudo
  • Número de páginas: 52

Este libro es una celebración de la diversidad. A través de los relatos y de las fotografías llenas de colores de 27 niñas y niños, se muestra que hay mil maneras de ser niña y de ser niño.

En el mundo hay muchas niñas y muchos niños. Miles de millones. Y no hay dos que sean iguales. Cada una, cada uno, es niña o niño a su manera. Hay quien lleva el pelo largo y quien lo lleva corto. Quien lleva pendientes y quien no. Muchas niñas se disfrazan de princesa y algunos niños también. Y hay niñas que se disfrazan de pirata, como muchos niños. Cada niña es niña a su manera. Cada niño es niño a su manera. ¡Y qué bonito es que cada una, que cada uno, pueda ser como es! Comprar ahora (También está la edición en catalán: Nenes i nens y en vasco: Neskak eta mutilak)

Libros LGTBI para niños y adolescentes

‘Ahora me llamo Luisa’ | De 6 a 8 años

  • Autora: Jessica Walton
  • Ilustrador: Dougal MacPherson
  • Número de páginas: 36

Martín y su osito Luis juegan cada día. Muchas veces los acompaña su amiga Ada. Pero un día, el osito está triste. ¿Niño o niña? Solo uno mismo sabe qué es y cómo se siente, y ante eso, lo más importante de todo es la amistad. Una historia conmovedora, dulce y tierna sobre ser uno mismo. Comprar ahora (Está también en catalán: ‘Ara em dic Joana

‘Benita y el Hada Mandarina’ | de 6 a 10 años

  • Autora: Juana Cortés Amuñárriz
  • Ilustraciones: Joao Valente
  • Número de páginas: 82

Benita es la pequeña de 7 hermanos. Vivían todos juntos con mamá Alice, mamá Alberta y el abuelo. Cuando llegó la crisis todos comían menos y Benita llevaba tan solo ropa prestada de chico, ¡y hasta el pelo corto para no gastar champú!. Aún así, eran muy felices. Pero todo cambió cuando mamá Alice desapareció. Pasaba el tiempo y Alice seguía sin dar señales de vida. El día del cumpleaños de Benita, el hada Mandarina se presentó. Comprar ahora

‘En el país perfecto’ | +7 años

  • Autora: Mar Pavón
  • Ilustradora: Patricia Saavedra
  • Número de páginas: 40

A veces, las cosas no son como las imaginamos. Pero eso no quiere decir que sean mejores ni peores: sencillamente son diferentes. Esta divertida historia te lo demuestra, aunque puede que tú ya hayas conocido algún caso parecido en la realidad.

¿Se puede contar desde el humor qué es la diversidad y cómo es bueno aceptarla? Sí, se puede. Este divertido cuento deja un poso de tolerancia que cualquier niño y niña entenderá. ¿Cómo reaccionará Álvaro, el protagonista, al encontrarse a un señor calvo con el camisón de su madre? La respuesta, en el libro.

Libro infantil que aborda la diversidad familiar, la aceptación a la diferencia y el respeto a todos los modelos de familia. Comprar ahora

Libros LGTBI para niños y adolescentes

‘¡Nos gustamos!’ | +8 años

  • Autor: Juanolo
  • Número de páginas: 28

Este libro demuestra que no importa quién nos guste, sino que quien nos guste, nos guste de verdad. Comprar ahora♥    (Está también la edición en catalán: ‘Ens agradem!‘)

Libros LGTBI para niños y adolescentes

‘Aitor tiene dos mamás’ | +8 años

  • Autora: María José Mendieta
  • Número de páginas: 40

Han comenzado a salir a la luz pública algunos casos de acoso escolar. La violencia verbal o física, el rechazo y la discriminación no son ninguna novedad en las aulas ni en los patios de las escuelas, pero ha sido necesaria la aparición de noticias sobre suicidios y denuncias de madres y padres, para que aquello que antes se consideraba «normal» se vea ahora como un problema que hay que resolver. Aitor, el protagonista del cuento, es víctima de esa violencia escolar, debido a que su familia es diferente de las demás. Comprar ahora

‘George: simplemente, sé tú mismo’ | +8 años

  • Autor: Alex Gino
  • Número de páginas: 192

Un día, su profesora anuncia que su clase va a representar una obra de teatro. Y George desea con todas sus fuerzas el papel de la niña protagonista, Charlotte. Pero su profesora le dice que ni siquiera puede hacer la prueba para el papel… porque es un chico.

Con la ayuda de Kelly, su mejor amiga, George traza un plan. No solo para poder ser Charlotte en la obra, sino para que todo el mundo sepa, de una vez por todas, que es ella en realidad. Comprar ahora

‘La fiesta de Blas’ | +8 años

  • Autores: Iñaki Tofiño, Sebastià Martín y Mabel Piérola
  • Número de páginas: 40

Desde el momento en que nacemos (e incluso antes) se nos etiqueta según lo que tenemos entre las piernas y esta etiqueta no se circunscribe tan sólo al nombre que nos ponen, ya que, de hecho, la feminidad y la masculinidad se imponen. Por una parte, intentamos ser como los demás y, por otra, nuestro entorno se ocupa de indicarnos cómo hemos de actuar de acuerdo con el género que tenemos asignado. Pero ¿qué significa «hacerse hombre» o «hacerse mujer»?

Este cuento empieza cuando Blas está a punto de cumplir nueve años y termina cuando cumple diez. Los protagonistas, Blas, Kevin y Andrea tendrán que plantearse éstas y otras cuestiones durante el año que transcurre entre las dos fiestas de cumpleaños… Comprar ahora

Libros LGTBI para niños y adolescentes

‘La mochila rosa’ | +8 años

  • Autora: María Gutiérrez
  • Ilustrado por: Isaac Correa y Nazara Lázaro
  • Número de páginas: 32

Álex es un niño de ocho años que siente que es una niña. Ante las burlas de su hermano y compañeros se refugia en el mundo de fantasía que le proporciona su mochila rosa, pero un acontecimiento inesperado y un nuevo amigo van a ayudarlo a conseguir el respeto y reconocimiento de los demás.

‘Mi Primer Amor’ | +8 años

  • Autor: Brane Mozetič
  • Ilustradora: Maja Kastelic
  • Número de páginas: 48

Cuando tenía 6 años, tuve un gran amigo en el parvulario. Estábamos siempre juntos, en el patio, en el comedor, y cuando íbamos de excursión formábamos pareja.

Pero eso a las maestras no les gustó y nos separaron. Y nos hicieron sentir que nuestras emociones no eran correctas. Cuando me hice mayor, entendí que no tenían derecho a hacernos eso. Comprar ahora

Libros LGTBI para niños y adolescentes

‘Billy Eliot’ |  +10 años

  • Autor: Melvin Burgess
  • Ilustradora: María Simavilla
  • Número de páginas: 216

La madre de Billy ha muerto, y tanto su padre como su hermano mayor están inmersos en una de las huelgas de mineros más importantes de todos los tiempos. El padre de Billy lleva a su hijo al gimnasio para que aprenda boxeo, pero el chico quiere ser bailarín, algo que no está bien visto en su pueblo. ¿Conseguirá Billy vencer los prejuicios y alcanzar su sueño?

Una estupenda novela que muestra la superación de las dificultades y el derrumbe de los estereotipos de género. Comprar ahora

Además, puedes utilizar el siguiente material para trabajar este libro en el aula:

Libros LGTBI para niños y adolescentes

‘Calvino’ |  De 10 a 14 años

  • Autor: Carlo Frabetti
  • Ilustradora: Patricia Metola
  • Número de páginas: 128

En ‘Calvino’, un niño también puede ser una niña, los ladrones no tienen por qué no ser honrados y una vampira es perfectamente capaz de abrazar el vegetarianismo, e incluso puede que esté viva. Le acompañan divertidas ilustraciones de Patricia Metola. Comprar ahora

Esta es la segunda entrega (pero también lectura independiente) de las aventuras de Calvina y su tío Luc, Carlo Frabetti vuelve a plantear un juego divertido y lleno de referencias a los lectores dispuestos a dejarse sorprender. Con Calvina, la primera parte, Carlo Frabetti obtuvo el Premio Barco de Vapor en 2007.

‘Jim en el espejo’ | +12 años

  • Autora: Inger Edelfeldt
  • Número de páginas: 188

Este libro de Inger Edelfeldt narra el despertar sexual y la asunción de la homosexualidad de un chaval de Estocolmo llamado Jim. Es un chico retraído, muy estudioso y tímido que vive en un asfixiante ambiente familiar.

La novela está narrada en primera persona, aunque cada capítulo está encabezado por unas citas que pertenecen a la madre de Jim; así, conocemos el contraste que hay entre sus pensamientos y los de su hijo.

‘Jim en el espejo’ es la historia de un adolescente que, poco a poco, va descubriendo que él no es como los demás chicos. A los quince años se da cuenta de lo que le pasa: las chicas le dejan indiferente. Pero es al conocer a Matt, cuando comienza el enfrentamiento con sus padres, con la sociedad. Jim comprende y asimila que el amor entre dos hombres no es algo despreciable, sucio. Comprar ahora

Libros LGTBI para niños y adolescentes

‘El Chico de las Estrellas’ | +12 años

  • Autor: Chris Pueyo
  • Número de páginas: 208

“¿Tienes el valor de ser tú mismo? Porque no hay cura para dejar de ser quien eres”. Con esta premisa se abre este libro, que no es otra cosa que una autobiografía de su autor.

Christian Martínez Pueyo (Madrid, 1994), conocido como Peter Pan en las redes sociales, estudia Literatura General y Comparada en la Universidad Complutense. Desde pequeño, su afán por la escritura y la música de cantautores le han convertido en un amante de las letras.

‘El Chico de las Estrellas’ es su primera novela, escrita, según él, porque «hay un momento en que alguien tiene que volverse valiente mientras los demás se quedan mirando». Y es esa valentía de sus apenas veinte años de edad que le lleva a confesar al lector su propia historia de una manera emotiva, poética y muy original.

Érase un niño que jamás vivió más de dos años seguidos en una misma casa, por lo que decidió pintar las paredes de todas sus habitaciones con estrellas. Su rechazo al colegio y una familia inusual le empujarán a emprender un viaje donde no todo serán constelaciones y pedirle deseos a la luna. Es hora de bajar al barro, equivocarse con una princesa y terminar encontrando un príncipe… ¿o no?

Sus ansias de libertad, tres antídotos de supervivencia y unas botas plateadas le acompañarán por un mundo muerto donde los sueños llegan descalzos y despeinados a Ninguna Parte. Comprar ahora

‘Llámame Paula’ | +12 años

  • Autora: Concepción Rodríguez Gasch
  • Número de páginas: 136

Cuando Paula nació todos creyeron que era un niño, pero ella sabía que no era así. El día en el que muere su madre empiezan sus problemas, ya que su padre y su abuela, con los que se ve obligada a vivir, no parecen dispuestos a aceptar su verdadera identidad.

Su abuela se enfada con ella, y le quita la muñeca que le ha regalado su tía, porque piensa que una muñeca no es un juguete apropiado para un niño. Un día, mientras juega con un balón, Paula conoce a Laura, una niña de su misma edad, de la que se hace amiga y confidente.

Las niñas se meten en un lío tremendo al entrar en la iglesia del pueblo cuando no hay nadie y se ven envueltas en un misterioso robo que tendrán que resolver. ¿Conseguirá Paula resolver el misterio, salir airosa de su aventura y ser aceptada tal como es por su familia? Comprar ahora

Libros LGTBI para niños y adolescentes

‘¡Ama como quieras!’ | +12 años

  • Autor: Ximo Cádiz Ródenas
  • Número de páginas: 96

La diversidad en la orientación del deseo sexual y en la identidad de género existe, a pesar de todos los intentos por esconderla y la persecución y discriminación de la que ha sido objeto. Incluso hay un montón de rebuscados argumentos para intentar establecer lo que es o no es natural; lo que es moralmente correcto y lo que no lo es…

En cualquier caso, lo que más a menudo se manifiesta claramente es un exceso de ignorancia, de mitos, mentiras y manipulaciones que refuerzan el estigma, la homofobia y la transfobia. Heterosexuales, gays, lesbianas, transexuales, bisexuales formamos parte de esta diversidad que existe en el deseo y el afecto. Podríamos decir que se trata de la normalidad y, sin embargo…

Con la llegada de Toni y Manuel a casa de los padres del primero para pasar unos días y conocerse por primera vez, ‘¡Ama como quieras!’ plantea una revisión de la mayoría de los conceptos, dudas y debates que rodean el tema de la diversidad sexual y da algunas claves para entenderla mejor. Comprar ahora

‘Sandra ama a Meike’ | +13 años

  • Autora: Marliese Arold
  • Número de páginas: 132

Todos esperan que la amistad de Sandra con Thomas se convierta, por fin, en «algo más». Los dos se entienden estupendamente. Pero, ¿está Sandra verdaderamente enamorada de Thomas? Sandra, en cambio, se siente fascinada desde el primer momento por los oscuros ojos de Meike. ¿Estará enamorada de una chica? De pronto, Sandra se precipita en una confusión de prejuicios, miedos, rechazo y una totalmente nueva, maravillosa sensación… Sencillamente, otra forma de amor. Comprar ahora

‘El arte de ser normal’ | +14 años

  • Autora: Lisa Williamson
  • Número de páginas: 416

Dos chicos. Dos secretos. Una amistad sincera.

David Piper ha sido siempre un rarito. Sus padres piensan que es gay y el matón de la escuela lo considera un friki. Únicamente sus dos amigos saben realmente la verdad: David quiere ser una chica.

El primer día en su nueva escuela Leo Denton sólo tiene un objetivo: pasar desapercibido. Pero, en cuanto llega, llama la atención de la chica más bonita de la clase. Y así su amistad comienza a fraguarse.

Todo en sus vidas está a punto de cambiar porque ¡qué difícil es mantener secretos en la escuela Eden Park! ¿Qué significa para ti ser normal? Comprar ahora

‘El triangle rosa’ |  +14 años

  • Autor: Silvestre Vilaplana Barnés
  • Número de pàgines: 152

Dani menteix. Menteix molt bé. Però ho fa per pura supervivència. Perquè no es comprén a ell mateix, perquè no s’accepta com és, perquè té por de l’entorn que l’envolta, perquè poden més els prejudicis que els sentiments. Fins que un dia la xarxa de mentides comença a trencar-se i per fi s’enfronta a una veritat que li fa mal, però que l’alliberarà. Sense dramatismes i amb bona dosi d’humor, assistim al descobriment de l’opció sexual d’un adolescent. Comprar ahora

‘1,2,3,4… Historietas diversas’ | Para adolescentes

  • Autores: Susanna Martín y Nac Scratchs
  • Número de páginas: 24

Guía sobre diversidad afectivo/sexual e identidades de género para adolescentes.

Esta obra surge de la reflexión y del debate del GAG al observar que hoy en día todavía perduran la homofobia y la transfobia: formas de discriminación por tu opción sexual o por tu identidad de género.

Queremos recordar que en muchos países, estos comportamientos todavía son castigados con prisión, tortura y pena de muerte. Y en nuestra sociedad muchas personas del colectivo LGTB (Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales) siguen marchándose de pueblos o de pequeñas ciudades para vivir en otras más grandes donde el anonimato les permite expresarse como realmente son. Aún puedes sufrir despidos laborales o, como el caso de la transexualidad, puede resultar muy difícil acceder a un puesto de trabajo, a lo que hay que añadir el repudio familiar que supone en muchos casos.

Este cómic es una herramienta básica para adolescentes que pretende eliminar la homofobia y la transfobia reivindicando un mundo más respetuoso e inclusivo, en el que por fin podamos alcanzar la igualdad social para todos. Porque cualquiera puede formar parte de una historieta. Comprar ahora

’49 goles espectaculares’ | Para adolescentes

  • Autoría: Davide Martini | Traducción: Elisa Rossi Hernández
  • Diseño de Portada: Raúl Lázaro
  • Número de páginas: 200

’49 goles espectaculares’ comienza en la víspera del primer día de clase de Lorenzo, un chico de 17 años que sueña con ser escritor y que se prepara para afrontar el último curso de instituto. La llegada de Riccardo, un enigmático alumno al que sus padres han querido alejar de Roma, hará que su mundo se tambalee y revelará los desafíos que el protagonista debe afrontar para alcanzar la felicidad.

Narrada en primera persona y construida siguiendo la estructura de un diario escolar, la ópera prima de Davide Martini es un excelente ejemplo de libro apto para lectores de todas las edades que aborda, con las dosis justas de ternura y nostalgia, los anhelos e inseguridades de la adolescencia. Comprar ahora

‘Con amor, Simon’ | Para adolescentes

  • Autora: Becky Albertalli
  • Número de páginas: 288

Cuando se publicó su título era ‘Yo, Simon, Homo Sapiens‘, pero los productores de su adaptación cinematográfica tuvieron la brillante idea de abreviarlo con la despedida de los mails que envía su protagonista al chico del que se enamora: Con amor, Simon.

Este es el punto de partida de esta novela en la que un chico de 16 años comienza a escribirse con un chico misterioso de su instituto del que no sabe nada. Desafortunadamente para Simon, alguien descubre estos mensajes: su compañero Martin, que amenaza a Simon con contárselo a todo el instituto si no le ayuda a conquistar a su amiga Abby. Nadie sabe que Simon es gay, por eso toma la decisión de ayudarlo aunque no sea de su agrado.

¿Qué serías capaz de hacer para proteger tu secreto mejor guardado? Simon ha hecho lo impensable: ceder al chantaje de Martin. Así que, ahora debe ingeniárselas para que Abby, su mejor amiga, salga con Martin, o todo el mundo hablará de los emails de Simon. De los emails que él, escondido tras un seudónimo, intercambia con un tal Blue, que es el chico más divertido, desconcertante y adorable que Simon jamás ha conocido. Y es que Simon, pese a su afición al teatro, prefiere no dejar expuesta su identidad sexual… al menos de momento. Sin embargo, seguirle el juego a Martin no será la solución a sus problemas, sino más bien el comienzo de una de las épocas más difíciles, maravillosas, importantes y extrañas de su vida porque…

¿Qué hará Martin si no consigue conquistar a Abby? ¿Cómo reaccionará Abby si se entera del chantaje? ¿Qué pensará Blue de Simon si los emails salen a la luz? ¿Blue corresponderá los sentimientos de Simon? Y, la cuestión más importante: ¿quién demonios es Blue?

Narrada de forma fresca y sencilla, que no simple, y con una mezcla entre narración en primera persona y la novela epistolar, esta historia escrita por la también psicóloga Becky Albertalli destaca por su mensaje esperanzador o inclusivo por un mundo en que nadie tenga que salir del armario porque no sea necesario. Comprar ahora

Su gran conquista reside en narrar con naturalidad este punto tan crítico en la adolescencia, la asunción de la propia sexualidad. Esto es lo que ha conquistado a millones de lectores y también a los espectadores que han visto su exitosa adaptación cinematográfica.

Libros LGTBI para niños y adolescentes

‘El azul es un color cálido’ |  Para adolescentes

  • Autora: Julie Maroh
  • Número de páginas: 160

Julie Maroh es una historietista francesa internacionalmente conocida por la novela gráfica ‘Le bleu est une couleur chaude‘ (‘El azul es un color cálido’), adaptada al cine en 2013 por Abdellatif Kechiche bajo el título de ‘La vida de Adèle‘. En España han sido publicadas todas sus obras por la editorial Dibbuks.

En ‘El azul es un color cálido’ Clementine es una adolescente sin problemas. Llega del campo para integrarse en un instituto en el que se siente a gusto. Un día se cruza en la calle con una pareja de chicas. Una lleva el pelo teñido de azul, y le sonríe, mientras Clementine baja la vista.

A partir de este preciso momento todo va a cambiar para ella: su relación con sus nuevos amigos, su sitio en la familia, sus prioridades… y sobre todo su sexualidad. Es difícil saber qué aspecto tiene el amor. A veces duele y siempre hay obstáculos en el camino. Pero un calor inabarcable se instala en el estomago, que te hace vibrar y te empuja a superarte.

Estamos delante de una obra que describe con mucha delicadeza lo cotidiano de una joven mujer mediante la lectura de sus diarios. La ilustración de Julie Maroh permite identificarse con sus protagonistas sin apenas darnos cuenta. El trazo de la autora propone unas perspectivas, unas posturas tan inesperadas como la vida misma.

Clementine y Emma intentan amarse a pesar de las dificultades que supone la visión de la homosexualidad por parte de la sociedad actual y los propios prejuicios de Clementine. Pero descubrimos una historia de amor que, a pesar de ser trágica, podría ser la de cualquiera, y sin diluir su intensidad en una profusión de reivindicaciones sociales. Aprender, crecer, amar. Eso es lo que nos enseña este emotivo y absorbente pedazo de vida, adentrándonos en lo más personal y lo más intimo de dos jóvenes valientes. Comprar ahora

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‘Las ventajas de ser un marginado’ | Para adolescentes

  • Autor: Stephen Chbosky
  • Número de páginas: 264

Popularizada en España gracias a su adaptación cinematográfica protagonizada por Emma Watson, ‘Las ventajas de ser un marginado’ es una conmovedora novela en la que, si bien la temática homosexual no es la piedra angular, sí ocupa un lugar importante.

En esta historia conocemos a Charlie, un chico muy introvertido que no está pasando por un buen momento en su vida. Está narrada en forma de cartas que escribe a un amigo al que desconocemos y al que contará lo que ocurre en su día a día.

Al volver al instituto conoce a una chica llamada Sam y a un chico llamado Patrick, dos hermanos que acompañarán al protagonista hasta el final de la novela. Patrick es homosexual y en la novela tendrá que enfrentarse a la homofobia de alguno de sus compañeros; por suerte tiene a Charlie y al resto de sus amigos para poder llevarlo mucho mejor.

En este sentido, este best seller de Stephen Chbosky -que también escribió y dirigió su adaptación cinematográfica- es una deliciosa historia que viene acompañada de excelentes menciones a libros, películas y canciones especialmente recomendadas para jóvenes lectores, cinéfilos y melómanos, como la divertida representación de The Rocky Horror Pictures Show, referencias a los Smith o a El guardián entre el centeno, novela de la que bebe muchísimo ‘Las ventajas de ser un marginado’. Comprar ahora

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‘En la misma clase’ | Para adolescentes

  • Autora: Asumiko Nakamura

Serie cerrada de tres tomos, que combina elementos del BL clásico con una extraordinaria narración gráfica y una delicada y elaborada estética. Aunque Nakamura ya había escrito sobre romances homosexuales antes de empezar a dibujar este título, ‘En la misma clase’ supuso su estreno en una revista BL y decidió comenzar con una historia de lo más sencilla y básica: dos adolescentes, compañeros de clase en el instituto, se enamoran y empiezan a salir.

Sajô y Kusakabe son más o menos igual de altos, tienen la misma edad y van a la misma clase. Por lo demás, no puede decirse que tengan mucho en común. Kusakabe, de carácter inquieto y despreocupado, toca en un grupo de rock con sus amigos y deja pasar los días sin pensar mucho en el futuro. Sajô, en cambio, es un alumno modélico que no termina de encajar en ese instituto de macarras, al que nadie sabe muy bien cómo fue a parar.

Un día, Kusakabe se da cuenta de que su compañero no canta en los ensayos del coro para intentar disimular su falta de oído musical, así que se ofrece a darle unas lecciones. Entre refrescos compartidos bajo el sol de verano, nace entre ellos un amor de adolescencia que crecerá con el devenir de las estaciones. De la mano, compartiendo sinsabores y alegrías, ambos se encaminarán hacia el final de sus días de instituto y el comienzo de la vida adulta.

‘Heliópolis: El Blues del Hada Azul’ |  Novela juvenil

  • Autor: Galileo Campanella
  • Número de páginas: 520

Estás ante una novela juvenil que es también un cuento de hadas para adultos, donde ciertos personajes clásicos se reinventan para hablarnos de la búsqueda de la identidad como gesta heroica.

“¿Sabías que el Hada Azul nació siendo un chico?” La bella durmiente es adicta a los somníferos, Geppetto tiene depresión, Hansel y Gretel padecen un serio trastorno alimenticio y la cenicienta es una inmigrante ilegal, como tantos más en este Reino secuestrado por la fe en la Astrología…

Adopciones homoparentales, modelos alternativos de familia, agnosticismo y solidaridad: este libro –aclamado en Internet por sus lectores– es una simpática colección de herejías apta para todos los públicos. El libro contiene mapas, cuadros astrales de los personajes y más de 50 códigos QR (también conocidos como códigos Bidi) que lanzan música, vídeos y planos a tu teléfono móvil. Comprar ahora

Libros LGTBI para niños y adolescentes

‘Jo sóc així i això no és un problema’ 

  • Autora: Fani Grande Serrano
  • Número de pàgines: 112

Imagina que un dia et despertes amb el teu sexe biològic canviat. Tanca els ulls un moment i pensa-ho. O, millor, sent-ho. Sent com seria despertar-te, badallar, alçar-te per anar al lavabo i descobrir que on tenies el penis, ara tens una meravellosa vagina o, on tenies la vagina, ara tens un esplèndid penis penjant. També tens uns pits redons on no els tenies o, on tenies els pits, no hi ha ni rastre d’ells, ara únicament tens uns mugrons redonets i plans. Tanca els ulls i imagina-t’ho. Sent-te un moment així. Respira. Respira fondo.

Açò sols es un joc… que s’anomena Joc de l’Empatia. Què és el primer que et passa pel cap en veure’t amb el cos canviat? Incredulitat? Riures? Sorpresa? Terror? Potser, satisfacció? Un rebuig total? Què en faràs al respecte? Cridaràs algú? Qui cridaràs? Te n’aniràs directament a urgències? Com ho contaràs a la teua parella, si espera que tornes al llit? I als teus pares o amics, com els ho diràs? Hauràs d’anar així al treball… Quina roba et posaràs? I, una vegada allí, a quin lavabo entraràs? El que posa el teu DNI és el que vols en aquest moment?

‘Jo sóc així i això no és un problema’, no és sols la resposta al Joc de l’Empatia que et proposa l’autora. És un llibre sobre persones, sobre persones valentes. Persones trans que reivindiquen el seu dret a ser, a existir i a viure les seues vides segons el seu sentir essencial: amb el seu sexe sentit. Més que un llibre, és també una mirada generosa i plural a la diversitat sexual sense prejudicis ni etiquetes, una mirada contada per vuit veus de ficció i vuit veus reals.

En ‘Jo sóc així i això no és un problema’ es narra l’esforç que fan les persones trans per ser. Ser trans no és una elecció ni un capritx. Les persones trans no elegeixen nàixer trans i tenen dret a tindre la seua pròpia identitat perquè el dret a la identitat és un dels drets fonamentals de tot ésser humà. Un dret necessari per poder-se beneficiar dels altres drets fonamentals. Ser trans no és una cosa que passa als altres, és una cosa que passa a la societat i aquesta societat necessita abraçar la diversitat com l’única eixida possible a la intolerància, que és la llavor de la transfòbia. Comprar ahora

Libros LGTBI para niños y adolescentes

‘Justine’ 

  • Autora: Anne-Charlotte Gautier
  • Número de páginas: 54

Se trata de un pequeño libro ilustrado  fácil de leer, con un dibujo sencillo pero plenamente efectivo. El uso de personajes antropomórficos para narrar una historia adulta nos recuerda un recurso empleado en el Maus de Art Spiegelman. La autora utiliza un dibujo de tipo ilustración infantil para explicar un relato que no lo es.

‘Justine’ es el cuento de un niño atrapado dentro de un cuerpo de niña. Con un tono autobiográfico pausado, sin dramatismos, va explicando todas las dificultades que tiene que pasar hasta llegar a sentirse cómodo, ya en la edad adulta, dentro de su cuerpo. La incomprensión de los padres, la no aceptación por parte de los compañeros, el paso por la consulta de varios psiquiatras son narrados sin lugar a victimismo por parte de la protagonista.

‘Justine’ es un cómic recomendable porque es una pequeña obra con una gran historia dramática dentro. Un libro que presta un buen servicio para ayudar a entender y respetar a los que se sienten diferentes.

Qué es la discalculia. Cuáles son sus síntomas

Qué es la discalculia. Cuáles son sus síntomas

El equivalente a la dislexia, en lo que respecta al aprendizaje de las matemáticas, sería la discalculia.

Así como la dislexia es un trastorno neurológico que dificulta el aprendizaje de la lectura y la escritura, la discalculia es la dificultad de aprendizaje para comprender y realizar cálculos matemáticos.

¿Qué falla en el cerebro de los niños afectados por discalculia? La Universitat de Barcelona y el Hospital Clínic lo investigaron, con el fin de desarrollar un método de reeducación matemática a través del juego y de actividades multisensoriales que permitan mejorar el aprendizaje a los niños con discalculia.

La discalculia, conocida comúnmente como trastorno del cálculo, es uno de los trastornos de aprendizaje más comunes | Consiste en una alteración que se manifiesta con una baja capacidad para entender los números, para el cálculo mental y para el procesamiento matemático.

Afecta a conocimientos básicos en el campo de las operaciones (suma, resta, multiplicaciones y divisiones) y, en menor medida, a campos más abstractos como el álgebra o la aritmética. “Es como una dislexia de los números”, ejemplifica Josep Maria Serra Grabulosa, neuropsicólogo especializado en el diagnóstico y tratamiento de la discalculia y director de la investigación de la UB.

discalculia

¿A quién afecta?

La discalculia es tan común como la dislexia y se calcula que afecta a un 5% de la población infantil, aunque hay pocos estudios y muchas personas (tanto niños como adultos), sin diagnosticar.

¿Son difíciles las matemáticas?

El aprendizaje de las matemáticas es complejo, como el lenguaje hablado y escrito, ya que implica un alto grado de abstracción.

Así, mediante un procedimiento arbitrario reglado se asignan una serie de códigos (los números) a diferentes agrupaciones de elementos, para posteriormente relacionarlos mediante distintas operaciones. Por sus particularidades podemos hablar de un lenguaje matemático.

El aprendizaje de las matemáticas está basado inicialmente en la capacidad innata que tenemos para representar las cantidades (el sentido numérico). Pero posteriormente, al final de la etapa infantil, se vuelve más dependiente de factores ambientales como el tipo de enseñanza, y de factores personales como las capacidades cognitivas: memoria, atención, funciones ejecutivas y capacidades intelectuales generales.

De esta forma, una alteración en alguna de estas áreas causa un retraso en el aprendizaje de las matemáticas.

¿Cómo se detecta la discalculia? ¿Qué señales nos deben alertar?

Las dificultades para comprender las magnitudes numéricas se reflejan en un bajo rendimiento en matemáticas en la escuela a medida que se avanza de curso, pero hay indicios que pueden detectarse cuando el niño tiene tan solo 4 ó 5 años.

“Si en el último curso de educación infantil, en P5, el niño tiene problemas para comparar qué número es mayor o menor, para saber qué número va entre otros dos, si siempre se olvida algún número cuando cuenta hasta diez o hasta veinte, o si tiene problemas al hacer seriaciones, conviene estar alerta, porque esos son signos de una baja consciencia numérica”, explica Serra.

Hay una serie de señales de alerta que los expertos consideran muy fidedignas para detectar la discalculia:

  • Contar con los dedos es la señal más evidente. “En el primer curso de Primaria es normal; en segundo, muy pocos recurren ya a los dedos para contar, y si un niño lo hace en tercero, es muy probable que tenga problemas de aprendizaje”, detalla el especialista, que advierte que muchos chavales se esconden para contar porque les da vergüenza que les vean hacerlo con los dedos.
  • La dificultad para contar para atrás o para hacer cálculos aproximados.
  • La falta de agilidad para manejar números grandes o para ubicar un número en una serie.
  • El no saber qué operación hay que aplicar para resolver un problema.
  • Errores a la hora de escribir números dictados.
  • Problemas para memorizar las tablas de multiplicar.
  • El dedicar mucho tiempo y esfuerzo para el cálculo mental o para los deberes de matemáticas sin resultados positivos.
  • A medida que transcurre el tiempo, es frecuente que se manifieste ansiedad o bloqueo hacia las matemáticas, ya que hay una sensación de fracaso.

“No es un problema de retención o de memoria, sino que son incapaces de calcular mentalmente o de situar un número entre otros porque en su cerebro en lugar de una escala numérica hay números pequeños y números grandes, y todos los pequeños o los grandes están en el mismo paquete”, comenta.

Cómo se realiza el diagnóstico

Si los padres o los profesores detectan varios de los indicios comentados, la recomendación de los expertos es acudir a un psicólogo o a un centro especializado en trastornos del aprendizaje para que valoren el caso.

El diagnóstico de la discalculia se efectúa a partir de los resultados obtenidos en la evaluación neuropsicológica, en la que se evalúa, además de las capacidades numéricas y de cálculo, otras funciones cognitivas como la memoria, la atención, las capacidades visuoperceptivas y visuoespaciales y las funciones ejecutivas.

Es necesario además realizar una evaluación de la capacidad intelectual global, para ver en qué medida los problemas con el procesamiento numérico y el cálculo son específicos o bien pueden ser secundarios a una baja capacidad intelectual.

Qué test se realiza para detectarla

La discalculia es aún un trastorno desconocido | Las dificultades en el área de las matemáticas son interpretadas, en muchas ocasiones, como la consecuencia de un esfuerzo insuficiente, o simplemente como el resultado de enfrentarse a unos contenidos difíciles. ¿Quién no ha dicho en alguna ocasión que las matemáticas son difíciles? Es algo parecido a lo que pasaba no hace mucho tiempo con la dislexia.

Ante numerosos fracasos y suspensos con las matemáticas, es recomendable realizar una evaluación neuropsicológica para determinar el origen de las dificultades. Sólo con una adecuada evaluación neuropsicológica se puede delimitar el problema y plantear un adecuado programa de reeducación para superar esas dificultades.

Los test que se utilizan para la evaluación neuropsicológica están baremados de manera que se comparan las puntuaciones obtenidas con las de los baremos por edad y escolarización. El rendimiento debe estar dos cursos académicos por debajo de lo esperado para diagnosticar la discalculia.

Por otra parte, la evaluación neurosicológica permite explorar si la discalculia es pura o si se presenta con otros trastornos, como la dislexia o el TDAH, con los que presenta una comorbilidad de aproximadamente el 30%.

Una vez diagnosticada ¿cuál es el tratamiento adecuado? ¿Se llega a corregir?

 “Ahora se retrasa mucho la intervención y el tratamiento de estos niños porque primero ha de darse cuenta el profesor de sus problemas, luego llamar a los padres y decirles que consulten a un especialista, y finalmente esperar a que éste le diagnostique; nuestro objetivo es que con un test muy sencillo las escuelas detecten las dificultades y las aborden en el mismo aula y así se agilice la intervención”, apunta el psicólogo.

La discalculia, como la dislexia, no desaparece, pero se reeduca“La solución para estos niños no es repetirles muchas veces lo explicado en clase ni abandonar las matemáticas, sino trabajarlas con la metodología apropiada; si se desarrolla el sistema adecuado, pueden aprender toda las competencias básicas que enseña la escuela para manejarse en la vida cotidiana”, indica Serra Grabulosa.

Y detalla que, en el marco de la investigación que llevan a cabo con niños de tercero y cuarto de primaria que padecen este trastorno, están desarrollando un programa de reeducación que trabaja los conceptos matemáticos básicos desde una perspectiva lúdica y multisensorial, abordando las operaciones y los números de manera que los vean, los escuchen y los manipulen para que el cálculo sea algo interactivo.

La reeducación de la discalculia debe plantearse a partir de los resultados de la evaluación neuropsicológica, ya que ésta nos indica los puntos fuertes y los débiles. Además, en esta reeducación, es muy importante que no haya limitaciones de tiempo en las tareas a realizar.

Cuando hay déficits específicos en este ámbito se ha observado que el éxito de la reeducación depende de que haya suficiente tiempo para interiorizar lo que se va aprendiendo, por lo que no puede haber limitaciones temporales. Por ello, se debe disponer, tanto en casa como en la escuela, de más tiempo para resolver las tareas que el profesor plantea.

Jóvenes y alcohol

Jóvenes y alcohol

Jóvenes y alcohol, una combinación muy peligrosa. Algunos chicos y chicas empiezan muy pronto, cuando aún ni tan siquiera han llegado a la adolescencia.

El patrón de consumo de alcohol entre los jóvenes ha cambiado. Históricamente lo habitual era el consumo frecuente, en el día a día, de bebidas de poca graduación. Ahora, en cambio, el consumo se concentra en el fin de semana, y es así entre jóvenes y no tan jóvenes.

Es lo que se conoce como «binge drinking» o atracón, concentrar un conjunto de bebidas en una misma salida, en una misma noche. Es un fenómeno relevante. No es un consumo cotidiano pero si se repite varias veces puede dar problemas a una edad en que los órganos que metabolizan el alcohol aún no están preparados.

Música, teléfono con conexión a internet y bebida, los ingredientes imprescindibles para un botellón animado. Foto Diario de Burgos. Luis López Araico

Música, teléfono con conexión a internet y bebida, los ingredientes imprescindibles para un botellón animado. | Foto Diario de Burgos. Luis López Araico.

Eso sin dejar de lado los riesgos inmediatos asociados. A los jóvenes les gusta jugar, experimentar, les gusta el riesgo… tener una percepción de riesgo es muy difícil en este grupo de edad. Pueden sufrir un accidente al subir a un vehículo con una persona que esté bajo los efectos del alcohol. O pueden influir (si van bebidos) en la persona que conduce.

Lo que es evidente es que el comportamiento será diferente bajo los efectos del alcohol: violencia, peleas… relaciones sexuales no protegidas, o no deseadas.

Cuando alguien está bajo los efectos del alcohol, o de otras drogas, hay una clara desinhibición.  Es mucho más difícil tener la capacidad crítica de gestionar determinados momentos de la noche.

Foto de Santi Burgos

Foto de Santi Burgos

Victòria Trenchs es doctora del Servicio de Urgencias del Hospital Sant Joan de Déu. Explica que se empiezan a ver intoxicaciones etílicas a partir de los doce años. A medida que aumenta la edad, aumenta la proporción, el pico está entre los 15 y 16 años

Con los chicos de más edad son menos casos los que acaban en el hospital. Seguramente porqué ya están más acostumbrados, y controlan más, y también porque muchos son ya derivados a centros de adultos.

Se da en chicos de todos los niveles sociales y con todos los niveles de estudios. El caso típico es el de un adolescente, chico o chica, alrededor de los 15 o 16 años, que llega a urgencias una víspera de festivo, un viernes o un sábado por la noche, con una intoxicación etílica.

¿Llegan igual los chicos que las chicas? Las chicas, normalmente, tienen una menor tolerancia al alcohol. También son algo más jóvenes que los chicos las que llegan a urgencias con una intoxicación etílica. Esto puede ser debido a esa menor tolerancia, o también a que empiezan a beber algo antes que los chicos. La adolescencia quizás está un pelín desplazada hacia abajo para las niñas. Los chicos tardan algo más. Puede haber una diferencia de medio año, no son diferencias muy grandes.

¿Qué síntomas presentan? Mareo, pérdida de conciencia, habla inconexa… y llegan a urgencias en ambulancia. En función de la edad, y también de sus características físicas, unos tienen más tolerancia que otros.

Para pasarlo bien dicen que necesitan beber y «coger el punto». Actualmente los jóvenes tienen una forma de divertirse que es quedar para beber alcohol por beber alcohol. Y a ver quién consume más.

Imagen de los restos en la vía pública tras un «botellón». EFE

Imagen de los restos en la vía pública tras un «botellón». EFE

¿Qué se hace cuando llegan a urgencias? Lo primero es comprobar si es un primer episodio o si es recurrente. En un episodio puntual lo que se hace es intentar relajar la situación en ese momento, y hablar con los familiares para ver cómo está el tema y que hagan un seguimiento.

No se da de alta a ningún chaval que no haya recuperado totalmente el conocimiento. Se quedan en observación, y cuando el niño ya tiene una reacción normal es cuando se le da el alta. Si el niño está en un coma etílico hay que hacer una analítica, y se miran los niveles de alcohol. Dependiendo de los niveles que tenga deberá pasar más horas en el hospital, y en ocasiones proceder al ingreso.

Hay casos especialmente graves. Cuando se detecta el caso de un chico que reincide por intoxicación,  si se trata de una intoxicación etílica grave, o si hay coexistencia, aparte del alcohol, de consumo de otras drogas, además de tratar la situación se intenta ofrecer a la familia un soporte. Existe en el hospital un servicio de seguimiento de estos niños en riesgo de abuso de sustancias psicoactivas.

Son casos puntuales en que los padres explican que están desbordados por la situación, o niños con intoxicaciones muy graves. El servicio de psiquiatría tiene un área específica de seguimiento de niños con consumo abusivo. En estas ocasiones aparte del alcohol hay habitualmente otras sustancias. Por un consumo aislado de alcohol no se hace seguimiento, porque serían muchísimos casos a seguir.

¿Por qué motivos beben los adolescentes? Lo habitual es un consumo recreativo, para divertirse.

Jóvenes de botellón. Foto EFE

Jóvenes de botellón. Foto EFE

¿En qué estado llegan al servicio de urgencias? Los que llegan al centro hospitalario son jóvenes que están bastante intoxicados. El 50 o 60% de chicos que llegan es en grado de coma etílico.

Nunca se da de alta a un joven que haya tenido una intoxicación etílica sin haber contactado con la familia, lo primero que se hace es que venga algún familiar. Llama mucho la atención que normalmente el chaval siempre viene solo en la ambulancia, los amigos se han desentendido. Es algo que puede traer problemas a la hora de localizar a la familia. Pero de una manera u otra se consigue localizar siempre a algún familiar.

¿Cómo reaccionan los padres al recibir la llamada? Se dan casos de padres que son muy permisivos, y que piensan que a todo el mundo una vez u otra en la vida esto le ha pasado, y otros casos en que los padres se preocupan mucho.

No se trata de escandalizar. Un hecho puntual es un aviso, y no es necesario criminalizar a estos niños. Si ha sido una cosa puntual, y tenemos una buena relación con nuestro hijo, se ha de intentar encauzar el tema como se ha ido haciendo con otros problemas que hayan surgido a lo largo de su vida. Muchos de nuestros jóvenes beben, y lo admiten. Lo que llega a urgencias se podría decir que es la punta del iceberg. Pero hay muchos jóvenes para los cuales esta es su forma de diversión.

¿Cómo es posible que jóvenes menores de 18 años lleguen con coma etílico si a su edad no pueden comprar alcohol? Tienen facilidad para encontrar alcohol. Las barreras existentes no funcionan. O compran en supermercados, o en ocasiones siempre hay adolescentes que parecen mayores de lo que en realidad son. No se piden los carnets en el sitio en que compran, y lo pueden conseguir de manera muy fácil.

El alcohol deriva en otras situaciones de peligro, como accidentes o peleas. En el hospital se ven las intoxicaciones directas. Pero también se ven los niños que, a raíz de ir bebidos, pueden tener una caída y sufrir un traumatismo craneal o una fractura en otra parte del cuerpo que se ha de tratar. O peleas derivadas de la intoxicación.

¿Cuándo podemos hablar con nuestro hijo o hija sobre lo que ha pasado? Eso es algo que hay que dejar para cuando la chica o el chico ya estén tranquilos, que ya no tengan dolor de cabeza y estén totalmente recuperados. Se ha de intentar canalizar, y siempre se puede buscar algún tipo de ayuda exterior. Desde urgencias se recomienda hacer la reflexión al día siguiente. Si se hace en el momento en que el joven está mal no se llegará a ningún sitio.

Hay nuevas formas de consumir alcohol IMPACTANTESLos jóvenes se ponen alcohol directamente en la conjuntiva, éste se absorbe y se «colocan» antes. Cogen el punto de alegría que quieren encontrar de una forma más rápida. Todo son invenciones.

Igual que lo es el «tampax on the rocks». Sumergen los tampones en su bebida favorita, para después administrarlo vía vaginal (para las mujeres) y anal (para los hombres), y así el alcohol se absorbe por las mucosas. Buscan maneras de llegar a encontrarse en la situación de alegría, el punto que quieren coger con el alcohol, y que no les pillen los padres o los educadores. Con estas técnicas evitan lo que es el rastro de alcohol en el aliento.

Hay otra forma que es a través de inhalación, con inhaladores como los que usan los niños que tienen asma. Hay unas máquinas que producen el spray y lo inhalan, lo que puede provocar también irritación a nivel de las mucosas.

Y algo muy peligroso,  el mezclar bebidas energéticas con alcohol. Puede producir, entre otras cosas, una aceleración cardiaca que tenga posteriormente consecuencias importantes.

¿Cómo podemos prevenir estas situaciones? Nuestros chicos han de ser conscientes de lo que es un consumo de alcohol responsable. Pueden ver en casa que lo que es beber un poco de vino de tanto en tanto no pasa nada, o en las celebraciones familiares. Que sean conscientes que el «atracón», en el que en dos o tres horas se concentra todo el consumo, es muy peligroso.

Son temas que se han de ir tratando a lo largo de la infancia. Es un trabajo previo de los años anteriores el intentar reorientar para que el niño o la niña tengan unas aficiones que no le lleven a esto. La mayoría de jóvenes entrarán en contacto con el alcohol, y tendrán amigos… Para ellos es difícil saber en ese momento hasta dónde pueden llegar,  es algo que requiere una madurez y una educación previa.

Fuente: Blog de pares de Catalunya Ràdio (25/06/13) y Els matins de TV3 (16/02/16) jóvenes y alcohol

‘Aporofobia’, visibilizar la pobreza

Aporofobia‘ fue en 2017 la palabra del año para la Fundéu. Es el neologismo que da nombre al miedo, rechazo o aversión a los pobres. Fue acuñada por la filósofa española Adela Cortina en varios artículos de prensa en los que llama la atención sobre el hecho de que se suele llamar xenofobia o racismo al rechazo a inmigrantes o refugiados, cuando en realidad esa aversión no se produce por su condición de extranjeros, sino porque son pobres.

'Aporofobia', visibilizar la pobreza

Qué es la “Palabra del año” de la Fundéu

La palabra ganadora, que no tiene que ser necesariamente una voz nueva, ha de suscitar interés lingüístico por su origen, formación o uso y haber tenido un papel protagonista en el año de su elección. Esta es la quinta ocasión en la que la Fundéu BBVA da a conocer su palabra del año.

Tras elegir «escrache» en 2013, «selfi» en 2014, «refugiado» en 2015 y «populismo» en 2016, el equipo de la Fundación del Español Urgente ―promovida por la Agencia Efe y BBVA― optó en 2017 por «aporofobia«, un término relativamente novedoso que alude, sin embargo, a una realidad social arraigada y muy antigua.

«Escrache», palabra del año 2013

Escrache, un término que alude a las manifestaciones convocadas frente a los domicilios de políticos y otros personajes públicos, fue la palabra del año 2013 para la Fundación del Español Urgente.

Por primera vez en sus ocho años de vida, la Fundéu BBVA eligió su palabra del año de entre las muchas sobre las que se había pronunciado, ya sea en sus recomendaciones diarias, ya en las respuestas a las consultas recibidas durante los doce meses anteriores.

En España la palabra se popularizó durante las protestas organizadas en los primeros meses de 2013 por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH).

Las otras 11 palabras finalistas en 2013

Copago. Los términos copago y repago están bien formados y su uso es correcto en español. La palabra copago, formada por el prefijo co- y el sustantivo pago, se emplea con el significado de ‘participar en el pago’. También es admisible, aunque es poco habitual, el uso del verbo copagar. Del mismo modo, repago, formado con el prefijo re- y el sustantivo pago, es un término bien formado, al igual que el verbo repagar, que se utiliza con el significado de ‘volver a pagar’.

Emprender. La palabra emprendimiento, mejor que emprendurismo, emprendedurismo o emprendeduría, es la apropiada para aludir al espíritu emprendedor o el ímpetu por iniciar algo, en sentido empresarial. Emprendurismo, emprendedurismo y emprendeduría son traducciones inadecuadas de la palabra inglesa entrepreneurship, por lo que se recomienda emplear emprendimiento, que figura en la vigésima tercera edición del Diccionario de la lengua española, de la Real Academia Española, con los significados de ‘acción y efecto de emprender (acometer una obra)’ y ‘cualidad de emprendedor’.

Ere, la forma lexicalizada de la sigla ERE. Los ERE o los eres, pero no los ERES ni los EREs. En la lengua escrita, a la sigla ERE (‘expediente de regulación de empleo’) no se le añade una s para formar el plural, a no ser que se le dé la consideración de sustantivo, es decir, que se lexicalice: el ere, los eres. Aunque en la lengua oral las siglas pluralizan con toda normalidad, la Ortografía académica no considera oportuno marcar su plural gráficamente, ya que, si se hace en mayúscula, ERES, puede parecer que la s forma parte de la sigla, y si se usa la minúscula, EREs, se recurre a un uso anglosajón ajeno al sistema ortográfico del español.

Quita. El término económico quita también es adecuado para referirse a la reducción de los activos bancarios que las entidades financieras aplican a los suscriptores de determinados productos. Aunque quita aludía originalmente solo a la cancelación pactada —total o parcial— de una deuda entre el acreedor y el deudor, su proximidad con el significado del verbo quitar, del que deriva, ha hecho que esa palabra amplíe su significado en el uso cotidiano y en el de los medios de comunicación, y pase a designar esta nueva realidad, que no responde de forma precisa a la definición original. No obstante, existen otras palabras y expresiones que pueden emplearse alternativamente en esos casos, como minoración, descuento, recorte, merma o mengua.

Austericidio. La palabra austericidio está bien formada, se refiere a ‘matar la austeridad’ y, por lo tanto, no es adecuado emplearla con el sentido de ‘matar por exceso de austeridad’. Esta palabra empezó a aparecer cada vez con mayor frecuencia en las noticias económicas para aludir, con connotaciones negativas, a los efectos de las medidas de austeridad. El Diccionario de la Real Academia Española define el elemento compositivo -cidio como la ‘acción de matar’; pero, como se puede comprobar en las palabras que lo incluyen, se añade a aquello que se mata, de modo que infanticidio es dar muerte a niños y tiranicidio es dársela a los tiranos. El hecho de que por su formación tenga el sentido opuesto del que se pretende expresar hace aconsejable que se evite su uso y en su lugar se empleen alternativas como, por ejemplo, austeridazo, austeridad suicida, austeridad homicida, austeridad letal u otras similares, en función del sentido preciso que se le quiera dar.

Meme. El neologismo meme se escribe en redonda y sin comillas.Este término, creado por Richard Dawkins en su libro El gen egoísta, aparece definido en el diccionario Webster como ‘idea, comportamiento, moda o uso que se extiende de persona a persona dentro de una cultura’. Por otra parte, meme se ha empleado cada vez más para referirse a cualquier imagen o texto, a menudo de contenido humorístico, que se comparte viralmente en las redes sociales durante un periodo breve. Es una palabra masculina y su plural es regular: los memes.

Autofoto. La palabra autofoto es una alternativa adecuada en español al término inglés selfie, con el que se alude a las fotografías que uno toma de sí mismo, solo o en compañía de otros, en general con teléfonos móviles, tabletas o cámaras web, y luego sube a redes sociales. La voz inglesa selfie, elegida por los editores del Diccionario de Oxford como la palabra del año 2013 en esa lengua, aparece con frecuencia en los medios de comunicación en español. El término autofoto, formado por el prefijo auto- y el sustantivo foto como forma abreviada y coloquial de fotografía, puede sustituir adecuadamente al anglicismo selfie. También es válida la alternativa autorretrato así como la adaptación selfi.

Wasapear. El sustantivo wasap (‘mensaje enviado por la aplicación de mensajería instantánea WhatsApp’), así como su verbo derivado wasapear (‘intercambiar mensajes por WhatsApp’), son adaptaciones adecuadas en español. En cambio, WhatsApp se escribe así, sin adaptar y con mayúscula inicial en la w y en la segunda a, si hace referencia al nombre propio de la aplicación.

Bosón. La denominación bosón de Higgs se escribe con minúscula (salvo Higgs, por ser nombre propio), en redonda y sin comillas, al igual que se hace con otras partículas elementales y subatómicas, como electrón, protón, gravitón, neutrino, fermión o muon.

Cholismo. Vivo como ningún otro, el lenguaje del fútbol apoya a menudo su creatividad en el recurso lingüístico de añadir a una palabra prefijos y sufijos. De entre estos últimos, cabe mencionar la productividad de -ismo, presente en términos como cholismo, cerocerismo o resultadismo. El cholismo (haciendo referencia a Diego Simeone) podría definirse como la ‘manera de concebir el Cholo su fútbol’ o el ‘modo de imprimir el Cholo carácter ganador a sus jugadores’. Podría entenderse, pues, que el sufijo -ismo aporta aquí un matiz cercano a ‘doctrina o filosofía’, algo así como un protestantismo deportivo, no tanto por lo religioso, claro está, como por la disconformidad con el poder establecido y por atreverse a cuestionar el dominio omnipotente del Barcelona y el Real Madrid en los últimos años.

Expapa. La palabra expapa es correcta para referirse al sumo pontífice una vez que deja de serlo, cuando su renuncia se hace efectiva. En relación con el fin del pontificado de Benedicto XVI, los medios informativos empezaron a emplear la palabra expapa. En este sentido, cabe señalar que se trata de una palabra bien formada, en la que el prefijo ex- ha de ir unido a papa: el expapa Benedicto XVI, no el ex papa Benedicto XVI ni el ex-papa Benedicto XVI. Se recuerda, además, que papa se escribe en minúscula, tal como señala la Ortografía de la lengua española, por lo que también expapa adopta la misma grafía. La denominación expapa es compatible con cualquier otra que la Iglesia decida otorgar, como obispo emérito de Roma o papa emérito.

«Selfi», palabra del año 2014

Selfi, la adaptación al español del anglicismo selfie, fue la palabra del año para la Fundación del Español Urgente en 2014.

Era la segunda ocasión en que la Fundéu BBVA eligía su palabra del año después de que en 2013 escogiese escrache, un término procedente del español del Río de la Plata y que tuvo gran presencia en los medios.

Según explicaba el director general de la Fundación, Joaquín Muller, no buscan la palabra más bonita ni la más original o novedosa. Quieren que su palabra del año, además de estar relacionada con la actualidad y, por tanto, haber estado muy presente en los medios, tenga un cierto interés lingüístico, ya sea por su formación o por la fuerza de su penetración en el lenguaje común.

El fenómeno de las fotos que los ciudadanos se toman a sí mismos, en general con dispositivos móviles, y que luego suelen compartir en redes públicas o privadas ha hecho furor en los últimos años en todo el mundo.

Las otras 11 palabras finalistas en 2014

Abdicar. El verbo abdicar, que significa ‘ceder un monarca la soberanía sobre su reino’, como transitivo se construye sin preposición (abdicar el trono o abdicar la Corona), y cuando funciona como intransitivo le sigue un complemento introducido por de, no por a, (abdicar del trono o abdicar de la Corona) tal como indica el Diccionario panhispánico de dudas. Además, cuando se menciona al nuevo monarca, el nombre de este va precedido de en o en favor de. Sin embargo, con motivo de la decisión del rey Juan Carlos I de España de poner fin a su reinado, algunos medios de comunicación escribieron frases como «El presidente del Gobierno ha anunciado la decisión del rey de abdicar al trono», posiblemente por confusión con el verbo renunciar, que sí se construye con la preposición a.

Amigovio. El vocablo amigovio, usado en algunos países con el significado de ‘persona que mantiene con otra una relación de menor compromiso formal que un noviazgo’, no necesita comillas. Se trata de un acrónimo creado a partir de los sustantivos amigo y novio, por analogía con otros términos de creación semejante, como ofimática, a partir de oficina e informática, o electrolinera a partir de electricidad y gasolinera. Es, pues, un vocablo bien formado.

Árbitra. Es la forma adecuada de formar el femenino de árbitro y se recomienda concordarla con el artículo en femenino (la árbitra, una árbitra…). La forma árbitra es la apropiada para construir el femenino del sustantivo masculino árbitro, tal y como recoge el Diccionario académico. En cuanto al artículo que le corresponde, el Diccionario panhispánico de dudas señala que en el caso de árbitra y de otros sustantivos que se refieren a seres sexuados que han comenzado a usarse en femenino en los últimos años (la árabe, la ácrata), se muestra una clara preferencia por el femenino. Por lo tanto, se recomienda el uso de la árbitra. Esta recomendación se hace extensible a los artículos indefinidos una, alguna y ninguna y a cualquier elemento que tenga que concordar con esta forma (alguna árbitra, la veterana árbitra).

Apli (de aplicación). Aplicación es una alternativa adecuada en español para referirse a app, un acortamiento del término inglés application, que se utiliza cada vez con más frecuencia para aludir a un ‘tipo de programa informático diseñado como herramienta que permite al usuario realizar diversos trabajos’. Si se desea abreviar el término aplicación, se considera adecuada la alternativa apli, de la que se registran casos en los medios de comunicación, en las redes sociales y, sobre todo, en la lengua coloquial, y que sigue la pauta de otros acortamientos asentados en el español, como bici, boli, tele… Su plural es aplis.

Impago. Impago, suspensión de pagos, cese o cesación de pagos son alternativas en español al anglicismo default usado en el ámbito de la economía.

Postureo. El sustantivo postureo y el verbo posturear, con los que se alude a la adopción de ciertos hábitos, poses y actitudes más por apariencia que por convicción, son neologismos bien formados que siguen el paradigma de ningunear/ninguneo, flirtear/flirteo, menear/meneo y muchos otros. La expresión postureo surge en el ámbito de las redes sociales para calificar actitudes impostadas, con un sentido que puede ir de lo irónico a lo despectivo, y se ha extendido ya en el español de España a otros ámbitos.

Dron. La palabra dron (plural drones) se registra en la 23.ª edición del Diccionario académico, como adaptación al español del sustantivo inglés drone (literalmente ‘zángano’), para referirse a una ‘aeronave no tripulada’. En una primera etapa, este término aludía a aparatos básicamente de uso militar y con aspecto similar al de un avión, por lo que se extendió como alternativa al término procedente del inglés la expresión avión no tripulado, que puede considerarse adecuada en muchos casos. No obstante han surgido después otros vehículos que no guardan apenas semejanza con los aviones. Para ellos pueden emplearse expresiones más genéricas como vehículos aéreos no tripulados o robots voladores, según los casos.

Ucraniano, mejor que ucranio, es el nombre recomendado para referirse a los habitantes de Ucrania, tal como indica el Diccionario panhispánico de dudas, aunque ambas formas son correctas.

Nomofobia. El neologismo nomofobia es adecuado para referirse al miedo a estar incomunicado sin teléfono móvil. En inglés, la palabra se formó por la fusión del adverbio no, el acortamiento mo (a partir de mobile phone) y el sustantivo phobia. En español, el término puede adaptarse sin problemas con los mismos elementos compositivos: el adverbio no, la forma abreviada mo (de móvil) y fobia (‘aversión obsesiva a alguien o a algo’ o ‘temor irracional compulsivo’).

Ébola. La palabra ébola se escribe con inicial minúscula cuando se emplea de manera informal para hacer referencia a la enfermedad causada por el virus del mismo nombre, tal y como indica la Ortografía académica. Para denominar al virus, se recomienda escribirlo con artículo determinado en masculino y con mayúscula inicial (virus del Ébola) por tratarse del nombre propio del río en el que se aisló por primera vez. A veces, por influencia del inglés, aparece sin la preposición (virus Ébola), uso que se desaconseja en español.

Superluna. El sustantivo superluna se escribe en minúscula, con el prefijo super- unido a luna, sin guion ni espacio intermedios, sin tilde y sin necesidad de comillas o cursiva. La Ortografía académica señala que luna se escribe con mayúscula inicial en contextos astronómicos, como nombre designativo del satélite, pero en minúscula fuera de contextos estrictamente astronómicos, tanto si es el astro en sí como en los usos derivados o metafóricos, entre los que cabe incluir los nombres de las fases lunares: pedir la luna o estar en la luna, así como luna llena, media luna o luna creciente. Dado que superluna no es el nombre propio de un astro, sino la denominación meramente descriptiva de un fenómeno, lo recomendable es escribir dicho término en minúscula, del mismo modo que empleamos esta grafía en media luna, que alude al modo en que se percibe la Luna desde la Tierra, aun a sabiendas de que el satélite, pese a las apariencias, continúa intacto.

«Refugiado», palabra del año 2015

Refugiado fue la palabra del año 2015 para la Fundación del Español Urgente, promovida por la Agencia EFE y BBVA.

Por tercer año consecutivo, la Fundéu BBVA dio a conocer su palabra del año, elegida entre las más de doscientas a las que había dedicado alguna de sus recomendaciones diarias durante los doce meses anteriores.

Tras elegir escrache en 2013 y selfi (la adaptación a la ortografía española de la voz inglesa selfie, sin e final) en 2014, el equipo de la Fundación optó en esta ocasión por refugiado, un término que no era nuevo pero que había marcado de forma decisiva la actualidad informativa de ese año.

Las otras 11 palabras finalistas en 2015

Chikunguña, con ñ, es una adaptación adecuada para la palabra chikungunya, que designa a un virus que provoca la fiebre o enfermedad del mismo nombre. La adaptación del término original chikungunya a chikunguña es apropiada porque la secuencia ny se pronuncia en este caso con un sonido similar al de la ñ del español. Aunque la grafía chicunguña, con c, no puede considerarse incorrecta, se recomienda mantener la k, que, como señala la Ortografía de la lengua española, está presente en numerosos préstamos de muy diverso origen (bikini, kiwi, ukelele, kamikaze…).

Trolear. El verbo trolear y el sustantivo troleo, formados a partir de trol y escritos con una sola ele, son palabras bien formadas y su uso por tanto puede considerarse correcto. El sustantivo trol, adaptación de la voz noruega troll, ha dado lugar a las formas derivadas trolear y troleo, empleadas en un principio en Internet para referirse a la acción y al efecto de intervenir en un foro digital con el objetivo de generar polémica, ofender y provocar de modo malintencionado a los demás usuarios, a menudo enviando multitud de mensajes que pretenden captar la atención e impedir el intercambio o desarrollo habitual de dicho foro.

Clictivismo. La forma española clictivismo es una alternativa preferible al anglicismo clicktivism, frecuente en el lenguaje del activismo social. El término inglés clicktivism se emplea para aludir a un tipo de activismo o a una fase de este que tiene como principal herramienta la acumulación de apoyos (mediante clics) en páginas webs y redes sociales. La adaptación clictivismo, formada por las palabras españolas clic y activismo, es una alternativa válida.

Poliamor. El sustantivo poliamor es un neologismo válido creado a partir del elemento compositivo griego poli– (‘pluralidad’) y el término amor. La palabra poliamor deriva del anglicismo polyamory y, según el Diccionario del sexo y el erotismo de Félix Rodríguez González, se define como relación afectiva, sexual e íntima establecida entre tres o más personas con el conocimiento y consentimiento de todos los implicados.

Despatarre. Despatarre o despatarre masculino son alternativas posibles en español al anglicismo manspreading. La palabra manspreading, incorporada al Diccionario de Oxford en agosto de 2015, es un término informal que alude a la manera de sentarse de algunos hombres, en especial en los transportes públicos, con las piernas abiertas, invadiendo el espacio de los asientos adyacentes. Esa práctica ha suscitado encendidos debates en Internet y campañas en su contra por parte tanto de grupos feministas como de las autoridades responsables de algunas redes de transporte público. El verbo español despatarrar(se) es, según el Diccionario académico, un término coloquial que significa ‘abrir excesivamente las piernas’, por lo que el sustantivo derivado despatarre se adapta perfectamente a la acción que describe el anglicismo manspreading.

Gastroneta. Es una alternativa en español a food truck con el sentido de ‘camioneta en la que se preparan platos de alta cocina, a menudo en ferias gastronómicas’. En general, el anglicismo food truck puede traducirse como camión de comida (o camión de comidas, en plural, por analogía con casa de comidas), camioneta de comida, puesto de comida ambulante/itinerante, expresiones con las que se alude a cierta clase de vehículos en los que se venden alimentos y, con frecuencia, comida rápida.

Zasca. El sustantivo zasca es una palabra válida para aludir a una réplica cortante, rápida y a menudo ofensiva en un debate o una conversación. Tanto zas como zasca han empezado a utilizarse coloquialmente como sustantivos masculinos (un zas, un zasca) para referirse a lo que también podría denominarse un corte, un hachazo dialéctico o una bofetada verbal. Ese nuevo uso, propio del español de España y al principio más habitual en las redes sociales, los foros digitales y los programas de entretenimiento, se ha extendido ya a los medios de comunicación.

Disruptivo. El sustantivo disrupción, el adjetivo disruptivo y el menos frecuente verbo disrumpir son adecuados para aludir a un proceso o un modo de hacer las cosas que supone una ‘rotura o interrupción brusca’ y que se impone y desbanca a los que venían empleándose. El Diccionario académico, que ya incluía desde 1970 el adjetivo disruptivo, ya ha incorporado el sustantivo disrupción, procedente del latín (disruptio, -onis), pero que ha llegado a nuestra lengua a través del inglés (disruption).

Sextuplete. El sustantivo sextuplete, mejor que las formas sextete o sexteto, es el recomendable para referirse a la ‘consecución de seis títulos sucesivos’. Ante la posibilidad de que el Barcelona conquistase en un mismo año los seis títulos de mayor prestigio —entre nacionales e internacionales—, los medios de comunicación recogieron frases con las tres voces señaladas: «¿Ganará el Barça el sextuplete?», «Pedro mantiene vivo el sueño azulgrana del sextete» o «Messi tiene el sexteto entre ceja y ceja», las tres apropiadas. Por analogía con doblete, recogido en el Diccionario académico, y con triplete, incorporado al diccionario Clave, lo aconsejable es formar la voz sextuplete, creándose por tanto los tres sustantivos a partir de los multiplicativos doble, triple y séxtuple.

Iniquidad. La palabra iniquidad alude a un acto perverso y no es lo mismo que inequidad, que equivale a desigualdad. En los medios de comunicación se confunden ocasionalmente estos dos vocablos. Según el Diccionario académico, iniquidad significa ‘maldad, injusticia grande’, que podría ser un crimen, una violación de los derechos humanos o cualquier otro hecho vil, como en «La destrucción del bosque para construir un centro turístico fue una iniquidad»; en cambio, inequidad es la ‘desigualdad o la falta de equidad’, como en «Ese trabajo contribuirá a eliminar la inequidad entre hombres y mujeres».

Me gusta. La expresión me gusta, común al hablar de redes sociales y en particular de Facebook, se escribe con el me en minúscula y su plural es invariable: muchos me gusta, no muchos me gustas. Me gusta se utiliza con valor de nombre común o, más exactamente, de locución nominal, tanto para aludir al apoyo o adhesión a lo que otra persona ha expresado o publicado como para referirse específicamente al botón de algunas redes sociales, como Facebook, con el que se concreta esta acción. En cualquier caso, se recomienda escribir me gusta en dos palabras, tal como indica la Ortografía de la lengua española para expresiones similares como un no sé qué o el qué dirán.

«Populismo», palabra del año 2016

Populismo fue la palabra del año 2016 para la Fundación del Español Urgente, promovida por la Agencia EFE y BBVA.

Por cuarto año consecutivo, la Fundéu BBVA dio a conocer su palabra del año, elegida entre aquellos términos que marcaron la actualidad informativa de 2016 y que tenían, además, interés desde el punto de vista lingüístico.

Tras elegir escrache en 2013, selfi en 2014 y refugiado en 2015, el equipo de la Fundación optó en esta ocasión por populismo. Las palabras populismo y populista, que originalmente eran términos neutros que se empleaban para referirse al pueblo o lo popular, se han ido cargando con diversas connotaciones, y la mayoría de los diccionarios alertan ya de que suelen usarse, sobre todo en el ámbito de la política, con intención despectiva.

Las otras 11 palabras finalistas en 2016

Sorpaso. La adaptación recomendada al español de un italianismo, sorpasso. Una palabra que parece haber llegado para quedarse, sobre todo, aunque no solo, en el lenguaje de la política. Si en vez de la adaptación se prefieren alternativas en español, pueden usarse sobrepaso, superación

Bizarro. Palabra de larga tradición en español y que ha experimentado en los últimos tiempos un proceso de ampliación de significado. El Diccionario académico la define como ‘valiente’ y ‘generoso’, pero cada vez más hablantes la usan para aludir a algo ‘raro, extravagante o insólito’, y así lo recogen otros diccionarios.

Youtubero. Youtuber es un anglicismo omnipresente que alude a quienes publican vídeos en YouTube. Ha de escribirse en cursiva, por ser un extranjerismo crudo, o adaptarse a la ortografía española como youtubero, en este caso ya en redonda.

LGTBfobia. Una palabra, por desgracia, oída con frecuencia este año y cuya formación es curiosa desde el punto de vista lingüístico, ya que se crea a partir de una base léxica que es una sigla y el elemento compositivo -fobia. Se escribe junto, sin guion y con las siglas en mayúscula.

Posverdad. Esta voz, escrita en una sola palabra, sin guion y sin t, es la traducción del término inglés post-truth, elegida palabra del año por el diccionario Oxford y que se refiere a la situación en la que los hechos objetivos influyen menos a la hora de modelar la opinión pública que los llamamientos a la emoción y a la creencia personal.

Abstenciocracia. Otro término del ámbito político, en este caso un neologismo con el que se pone de manifiesto el poder y la importancia que en algunas democracias está tomando la abstención.

Cuñadismo. Palabra de moda en el español europeo y que ha pasado de tener un uso declinante para designar al nepotismo en favor de un cuñado a revivir con otro significado: la actitud de quien aparenta saber de todo y habla de cualquier cosa tratando de imponer sus opiniones.

Ningufoneo. La palabra inglesa phubbing describe la actitud, bastante frecuente, de ignorar a las personas que tenemos delante mientras concentramos toda nuestra atención en nuestro dispositivo móvil. Ningufoneo y ningufonear son las propuestas alternativas en español.

Vendehúmos. Un vendehúmos o vendehúmo es, en el uso actual, aquel que hace propuestas sin fundamento, utópicas, ilusorias… Una palabra presente en el español desde hace siglos y que muchas veces, quizá porque la presencia de la hache nos despista, se ve escrita sin la tilde que debe llevar en la u.

Papilomavirus. Un término oído en el ámbito de la sanidad como forma abreviada de referirse al virus del papiloma humano. Se escribe en minúscula, como todos los nombres de enfermedades, y en una sola palabra (no papiloma virus).

Videoarbitraje. El arbitraje de los partidos de fútbol con recursos de vídeo al alcance de los colegiados fue uno de los temas de debate en el mundo deportivo en el último tramo del año. La recomendación de la Fundéu es escribir esta voz en una sola palabra, como otros términos introducidos por el elemento compositivo vídeo: videomarcardor, videograbadora

«Aporofobia», palabra del año 2017

Fue acuñada por Adela Cortina, filósofa y catedrática

La voz aporofobia fue acuñada por Adela Cortina en varios artículos de prensa en los que llama la atención sobre el hecho de que se suele llamar xenofobia o racismo al rechazo a inmigrantes o refugiados, cuando en realidad esa aversión no se produce por su condición de extranjeros, sino porque son pobres.

Adela Cortina es filósofa y catedrática de ética y Premio Nacional de Ensayo en 2014, además de ser la primera mujer que ingresó en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. Explica que ella empezó a reflexionar que efectivamente hay xenofobia ―desprecio y rechazo al extranjero―, hay también cristianofobia e islamofobia, homofobia… pero que había un tipo de rechazo que es transversal y es el rechazo a los que son pobres, a los que parece que no pueden darnos nada muy interesante a cambio.

Porque según ella  las personas atendemos bien a aquellos que nos pueden aportar beneficios, sean de la raza que sean o del sexo que sean, y sin embargo a los que no pueden aportarnos beneficios los maltratamos. Esta filósofa ha intentado ver si hay algún tipo de base biológica para esta tendencia a rechazar a los pobres, y ha llegado a la conclusión de que sí. Opina que igual que hay una tendencia a la xenofobia ―y se dice que nuestro cerebro es xenófobo― también podemos decir que nuestro cerebro es aporófobo, porque por una parte tenemos un interés en asegurar nuestra supervivencia y por otro lado tenemos un interés en rechazar todo aquello que nos molesta.

El libro ‘Aporofobia, el rechazo al pobre: Un desafío para la democracia‘ es un ensayo sobre uno de los conflictos morales que debería quitarnos el sueño y avergonzarnos. Así lo siente la filósofa que acuñó la palabra aporofobia a mitad de los 90, con la intención de combatir esta patología social. Según ella es un concepto muy adecuado para designar una realidad social que está ahí. Esa realidad es el rechazo al pobre, no al extranjero. No nos confundamos. Lo explica muy bien en su libro: al extranjero que viene cargado de dinero, de oro y de riquezas para consumir, lo recibimos con los brazos abiertos. Y además luego, en todos los medios de comunicación, estamos todos muy contentos de que hayan venido muchos turistas extranjeros y que se hayan dejado acá mucho dinero. El turismo es la principal riqueza de nuestro país, con lo cual no existe en ese caso xenofobia a la hora de recibir al turista.

Cuando empieza la xenofobia es cuando viene el extranjero pobre, por eso a Adela le parecía que había que encontrar una palabra para designar este rechazo al pobre.

La aporofobia es el rechazo al pobre, sea extranjero o sea de nuestro país

“A todos nos gusta presumir de que tenemos un tío o un primo que es catedrático de no sé qué o que es un empresario, pero no nos gusta mucho decir que tenemos un pariente pobre y más bien tratamos de ocultarlo, con lo cual nos molesta el pobre que viene de fuera y el que está dentro aún nos molesta más”.

‘Aporofobia’ ya está incluida en el diccionario de la RAE

La inclusión de la palabra aporofobia es una de las 3.345 modificaciones al diccionario digital que la Real Academia Española (RAE) dio a conocer en diciembre de ese año. Además de ‘aporofobia‘ se incluyeron nuevas acepciones como ‘buenismo‘, ‘postureo‘ y ‘posverdad‘, entre otras.

La pobreza en España

En nuestro país hay 13 millones de personas en riesgo de pobreza o exclusión social, casi el 28% de la población. Son datos de un estudio europeo.

De hecho Adela cortina, creadora de este neologismo, ya advirtió hace unos cuantos años que esta era una tendencia universal, y el tiempo ha acabado dándole la razón. Porque este fenómeno, que los pobres generen tanta irritación que puede llegar incluso al odio, no deja de ser una manifestación de la mala conciencia que provoca la desigualdad, la desigualdad extrema.

Es verdad que los grandes indicadores económicos, los grandes números, apuntan hacia arriba. Crece el PIB, crecen las exportaciones y el turismo, crece el empleo… pero ¿cómo se reparte todo eso? Pues de manera cada vez más desigual, la brecha es enorme. Y tantos pobres sinceramente acaban molestando, por no hablar del empleo. Se ha hablado ya tanto de la precariedad, de la pérdida de derechos, de la explotación pura y dura, del paro juvenil…

Hace 40 años triunfaba una serie de televisión llamada Hombre rico, hombre pobre. Empieza a ser hora de que alguien piense en una secuela pero ambientada directamente en España.

El hecho de que la palabra aporofobia esté ya en el diccionario de la RAE y que haya sido la palabra del año para la Fundéu, sirve para visibilizar una realidad terrible e insidiosa que sufren las personas sin hogar especialmente. Ellas son la máxima expresión de pobreza que tenemos en nuestras ciudades.

Una cuestión de intolerancia

¿Por qué alguien puede llegar a sentir tanto odio y le puede molestar tanto una persona pobre como para llegar a agredirla? La respuesta es la intolerancia.

La aporofobia es útil porque nos sirve para explicar, por ejemplo, por qué rechazamos a las personas refugiadas pero no rechazamos a las personas migrantes que vienen a ser inversores en nuestro país, o a los turistas. O por qué nos molesta una persona negra que está vendiendo en el rastro pero en cambio no nos molesta un jugador de fútbol o de baloncesto.

Podemos decir que especialmente lo que nos molesta en estos casos es la pobreza, y lo que hay es una intolerancia hacia la pobreza, hacia los que no tienen nada.

¿Cuándo se ha disparado esta intolerancia hasta los niveles en que estamos hoy? Adela Cortina ya lo conceptualizó en el 95, pero sin duda esto viene de mucho atrás. Los datos que se tienen una vez que se ha empezado a investigar ―porque también es aporofobia los pocos estudios y el poco interés que despierta la pobreza y las personas pobres― son datos de un estudio hecho hace dos años por el observatorio Hatento (Observatorio de Delitos de Odio contra Personas Sin Hogar).

Este estudio refleja que el 47% de las personas sin hogar ha sufrido al menos un delito de odio. Y la mayoría ha sufrido más de uno. Estamos hablando de la mitad de las personas que no tienen hogar, que son 31.000 personas en España.

El perfil de los agresores

Más o menos en una de cada tres ocasiones ―el 33% aproximadamente― las personas sin hogar identifican a sus agresores, de manera literal, como “chicos jóvenes que están de fiesta”. Forma parte del plan de la noche: orinar encima de una persona sin hogar, asustarla, amenazarla con que se la va a violar, violarla, agredirla sexualmente, tocarle el pecho, tocarle el culo… actuando con la valentía del grupo. Y sobre todo también con la impunidad de quien ha desprendido a esa persona de cualquier rastro de dignidad que todo ser humano merece.

Los datos del Ministerio del Interior nos dicen que el número de casos denunciados es muy bajo, ridículo, por debajo de 20. Pero lo que sabemos es que cuando se entrevista a estas personas y se les pregunta el por qué no denuncian la mayoría responden que porque no va a servir de nada.

Tenemos que tener en cuenta que estas personas han sido agredidas por estar en la calle. Pueden ir a una comisaría, pero después de la comisarían tienen que volver a ese espacio que, por permanecer en él, es por lo que han sufrido la agresión. La mejor forma de prevenir los delitos de odio es que todo el mundo tenga un hogar.

El perfil del pobre

¿Cómo se llega ahí? Quizás algunos heredan la pobreza, otros tienen un gran fracaso en su vida y no encuentran un camino que seguir. Los itinerarios son muy distintos. Es importante saber que el 80% de las personas que están sin hogar son hombres y el 20% son mujeres. Los caminos para llegar a la exclusión social de las mujeres son distintos que los de los hombres. Por otro lado muchas veces lo que sucede es que concurren tres o cuatro sucesos estresantes a los que las personas no son capaces de dar respuesta y tampoco su entorno.

En el caso de las mujeres especialmente se tiene muy identificado que todas ellas detrás de sus vidas tienen una experiencia violenta, bien sea de familias violentas o de violencia de género en su pareja.

¿Odio o miedo?

Estamos empleando la palabra ‘fobia‘ como odio, pero ‘fobia‘ literalmente es miedo. ¿Vemos en el pobre el ejemplo de lo que nosotros podríamos ser si se torcieran un poco las circunstancias? ¿Por qué no entramos en un cajero a sacar dinero cuando hay dentro durmiendo una persona? Es algo que a todos nos ha ocurrido. Efectivamente ahí hay miedo, miedo a esa persona pobre. ¿Por qué evitamos pasar por los lugares dónde están durmiendo personas sin hogar?

Es miedo a las personas pobres, cuando en realidad tenemos que saber que las personas que están en esa situación están pasando ellos miedo porque temen ser agredidos.

Nuestros pobres

¿El rechazo es sólo al otro pobre o también lo es a nuestros pobres? Entre un grupo de amigos ¿el amigo pobre es menos amigo? Al familiar pobre ¿lo ignoramos más? Adela Cortina dice exactamente eso en  su libro, que también rechazamos al primo que es más pobre en algunos comportamientos.

Lo que sí es cierto es que muchas veces hablamos de muros, de una acción de derechos humanos… y lo que está claro es que en nuestras ciudades hemos construido muros aporofóbicos muy altos que generan esos comportamientos aporofóbicos y que hayamos creado una distancia brutal entre las personas sin hogar y nosotros. Es una realidad que molesta y, muchas veces, para sentirnos nosotros mejor, culpabilizamos a la persona sin hogar: “si está ahí es porque algo habrá hecho”. Cuando en realidad cualquier persona podemos llegar a esa situación tan extrema.

¿Todos somos aporófobos?

Adela Cortina dice en su libro que nuestro cerebro es aporófobo. “Habría que preguntarse por qué tenemos esta tendencia a rechazar al pobre incluso el de la propia familia. Y creo que hay respuestas desde el punto de las neurociencias que hoy están sobre el tapete y todo el mundo está trabajando sobre estos asuntos. Nuestros cerebros son un tanto aporófobos precisamente porque siempre intentamos, y eso es una tendencia nuestra, tratar bien y dar a aquel que nos puede devolver algo a cambio.

Yo creo que esa es la clave del asunto, que nosotros somos gentes necesitadas. Necesitamos que los demás nos hagan favores y que nos den algo, siempre está la expresión del hoy por ti, mañana por mí o yo te doy ahora y después tú me das, y hay un intercambio de favores. Es algo que tenemos plasmado en el cerebro desde hace millones de años, y tenemos esa tendencia entonces a dar a aquel que nos puede devolver algo a cambio. Es algo sobre lo que tenemos que reflexionar, porque es una tendencia que es una patología y que hay que superar.”

Toda persona tiene algo que ofrecer

Adela Cortina dice en el libro que, contrariamente a lo que pensamos, los pobres sí que tienen algo que ofrecer, que toda persona tiene algo que ofrecer.

“Toda persona tiene muchísimo que ofrecer a cambio. En primer lugar toda persona tiene dignidad y no un simple precio, y eso lo hemos aceptado en nuestras sociedades modernas y democráticas y pluralistas. Ya solamente por el hecho de la dignidad de la persona no se puede practicar la aporofobia como lo estamos haciendo. Pero toda persona además tiene cosas que devolver, toda persona tiene algo que darnos. Lo que pasa es que hay que tener la capacidad y la sensibilidad suficiente como para ser capaz de descubrirlo. De hecho las gentes que están trabajando en el mundo de la discapacidad, etc. se dan cuenta de que efectivamente todos tienen mucho que darnos y que devolvernos a cambio. No hay que hacerlo por eso, pero efectivamente todos nos pueden devolver mucho a cambio.”

¿Dónde queda la compasión y la hospitalidad?

Adela Cortina dedica un capítulo en su libro a la hospitalidad y recurre a Kant. ¿Qué decía Kant sobre el deber de la hospitalidad, o el derecho de la hospitalidad?

Kant hablaba del derecho de hospitalidad y lo ponía como clave en una sociedad cosmopolita. Y me parece que hoy en día esto es de primera magnitud, y lo hemos visto en las últimas elecciones en Francia que, afortunadamente, han ido en la línea del cosmopolitismo”.

No obstante un tercio de los franceses ha votado a Marine Le Pen y ha votado ideas xenófobas. Ha votado un discurso que tiene mucho que ver con la aporofobia. “Efectivamente, lo que han hecho es precisamente un discurso aporófobo porque intentaban cerrar su Francia, su lugar pequeñito, y además cerrarlo frente a los pobres que vienen de fuera que son inmigrantes, que son refugiados, que nos pueden molestar.

En la Unión Europea tenemos que tomarnos en serio el tema de la hospitalidad. Si Kant ya en el siglo XVIII decía que era una clave la hospitalidad, hoy en día muchísimo más. Tenemos que ver como lo hacemos, por cupos, por repartos… pero tenemos que acoger a todas las gentes que vienen que nos necesitan, y por supuesto resolver el tema a poder ser en Siria, Libia…”.

¿Nos importan los otros?

“¿Los otros nos importan?, ese es el tema. La verdad es que nos deberían importar”. Si el resto de personas no nos importan no hay nada que hacer. Adela Cortina habla en su libro incluso de reeducación. “Por una parte el tema de la educación es fundamental. Si el niño lo que ve en su casa o lo que ve en la escuela desde pequeñito, lo que le aconsejan los padres o los profesores, es que se junte con los niños mejor situados…

Recuerdo que decía un compañero mío que tenía un profesor que le decía cuando era pequeño: cuando te juntes con amiguitos júntate con los que están bien situados. Porque después, por ejemplo, si eres médico irán a tu consulta. Si empezamos con una mentalidad así, empieza el yo te doy y tú me das.  Por eso la educación es la clave. Pero como yo intentaba decir en el libro, hay corrientes hoy en día que dicen que tras tantos siglos de educación no hemos conseguido que realmente nos importen los otros, aunque hay a quien sí le importan. Hay gente que ya propone, a la desesperada, la biomejora moral: a ver si lo podemos hacer con fármacos, a ver si conseguimos que la gente dándole oxitocina cambie.”

La biomejora moral

Leyendo el libro crea mucha inquietud ese momento de la biomejora moral: mejorar la moral de la humanidad por medios biomédicos. Tomarse una pastilla para ser alguien más hospitalario, más compasivo.

“Pues hay gente que lo está proponiendo, y por eso lo trato en el libro. Lo están proponiendo en serio y lo que dicen es que hay que ir poco a poco. Hay que hacer antes una investigación, no sea que las consecuencias sean peores. Porque casi todos hemos visto la fantástica película ‘La naranja mecánica‘ y en cuanto se empiezan a hacer ese tipo de cambios lo que puede resultar es desastroso. Pero sí que lo que proponen es que se haga investigación en serio, convencidos de que la manera de cambiar mejor a la humanidad será precisamente con fármacos y con intervenciones cerebrales.”

¿Cómo se le ocurrió a Adela Cortina la palabra aporofobia?

La palabra aporofobia nos puede sonar rara, Adela Cortina la formó recurriendo a un diccionario de griego de cuando era más joven: de “aporos” ―que es en griego quién no tiene salida, aquella persona con la que no se puede hacer nada―, de hecho aporía es una palabra muy querida por los filósofos ―aporía es un problema, una especie de callejón sin salida―. Aporofobia sería el miedo a aquella persona que no nos puede ofrecer nada, con la que no se puede hacer nada y que es intratable.

“Como se cuenta en el libro el término aporofobia es una pequeña invención mía, que no sé si es muy genial, pero lo que pretendía con ella es poner nombre a una realidad social. Yo creo que hay que poner nombre a las realidades sociales, porque si no en realidad funcionan sin que nos demos cuenta de que están ahí. Uno puede señalar una piedra o puede señalar una mesa, pero ¿cómo se señala una realidad social como el rechazo al pobre? Efectivamente cogí mi diccionario de griego de hace muchos años, de cuando estudiaba bachillerato, y busqué cómo podía decirse pobre, el que no tiene nada que devolver a cambio, el que no tiene salida ni recursos, y me apareció la palabra aporos. Por analogía con xenofobia, etc. construí la palabra aporofobia.”

¿La pobreza es evitable?

“Afortunadamente sí. Y además por otra parte indignantemente sí, porque parece mentira que haya tal cantidad de gente en la humanidad que esté muriendo de hambre cuando la pobreza es evitable. Efectivamente hace un par de siglos la humanidad era pobre en general y había unos cuantos bien situados, pero no había medios suficientes para que nadie pasara hambre. Pero es que ahora sí los hay y eso es lo indignante. La pobreza es evitable. Hay recursos suficientes en la Tierra como para que nadie pase hambre, y sin embargo hay una gran parte de la humanidad que está bajo el índice de pobreza extrema y otra parte no bajo un índice de pobreza extrema pero sí muy extrema.

Me parece que una de las maneras de combatir la aporofobia y de demostrar que nos queremos y la historia de los derechos humanos, es que tomemos como medida del siglo XXI ―pero inaplazable― erradicar la pobreza y reducir las desigualdades. No tenemos más remedio si tenemos un poco de sentido de la dignidad personal.”

¿Qué diferencia hay entre la aporofobia y el clasismo?

¿No es la aporofobia una forma de clasismo? ¿Un caso concreto de clasismo en el que casi todas las clases sociales en realidad rechazan a la más baja de todas?

“Efectivamente. Lo que pasa es que hoy en día, como sabemos que no se puede hablar de sociedades de clases sino de sociedades en estratos, todo eso acaba difuminándose un poco cuando entramos en ese esquema. Por eso me parece mejor hablar de la aporofobia, del rechazo al pobre, porque lo que indica es una situación no sólo de estratificación social ―que eso ya es interesante― sino que lo que rechaza es algo que a mí me parece inadmisible, y es esa relación de asimetría que se suele establecer en la humanidad de los que se creen superiores frente a aquellos a los que consideran inferiores. A mí es que eso me parece tan estúpido que hay que acabar con ello.”

El antídoto de la aporofobia: justicia y compasión

¿De qué manera se acaba con la aporofobia? ¿Cuál es el antídoto? Es muy interesante como el libro recopila ejemplos de delitos relacionados con la aporofobia, muchos de los cuales han ocurrido en estos tiempos de crisis. Pero durante la crisis también hemos comprobado una gran capacidad solidaria, altruismo en mayúsculas. ¿Es ese el antídoto de la aporofobia?

“Yo creo que el antídoto de la aporofobia es por una parte una virtud que a mí me parece extraordinaria como la justicia. Es un tema de justicia. Es totalmente injusto que habiendo posibilidades de que las gentes sean tratadas con dignidad pues no lo sean. Es algo que por justicia tenemos que practicar totalmente en nuestra sociedad. En la Unión Europea tenemos una propuesta muy interesante que es la de la Europa social y la del estado del bienestar, y de cómo hacer posible el estado del bienestar porque es una cuestión de justicia.

Que la gente vea sus derechos protegidos ―económicos, sociales, culturales― es una cuestión de justicia. La manera de acabar con la aporofobia es decir todos pueden tener un trabajo, todos pueden tener una vivienda, todos pueden… A ver como acabamos si no con el sinhogarismo ―el no tener hogar―, que todos puedan tener una vivienda. Yo creo que es una cuestión de justicia y además de justicia básica y mínima, nada extraordinario.

La justicia me parece fundamental, y también la solidaridad. Pero también me gusta mucho algo que, a veces no suena tan bien pero creo que es importante: la compasión. La compasión bien entendida. La compasión no es que haya unas gentes bien situadas que miren a esos pobretes con condescendencia y les regalen algo los fines de semana o les paguen unas vacaciones. No, no, eso no me interesa en absoluto. A mí me interesa la compasión como una capacidad de padecer con otros tanto la tristeza como la alegría.

Creo que es muy difícil compadecer en la alegría, normalmente a la gente le fastidia muchísimo que a los demás les salgan las cosa bien. El alegrarse de verdad porque a otro le sale una cosa bien creo que es admirable. A la gente le da mucha rabia. Compadecer en la alegría me parece importante y compadecer en el sufrimiento me parece fundamental, siempre que compadecer quiera decir comprometerse a ayudar a salir de ese sufrimiento. Si no, no tiene sentido.”

Educar sobre la conciencia moral

Sobre la conciencia moral ya se preguntaban Sócrates, Platón, AristótelesAdela Cortina dice que nuestro tiempo es el de las reputaciones, no el de las conciencias.

“Es un tema importante porque hoy en día la conciencia está muy difuminada, por aquello de que vivimos siempre en la exterioridad, y por eso nos importa la reputación. Estamos pendientes de los likes, de que digan siempre después me gusta o no me gusta. En cuanto se escribe un artículo ¿cuántos se han interesado? Siempre estamos viviendo de cara a la exterioridad. Y entonces nos interesa la reputación porque es fundamental para tener una cierta autoestima. Es muy malo perder la reputación.

Pero entonces claro, vivimos tan de cara a la exterioridad que aquello que efectivamente ya nombraba Sócrates, la conciencia, se queda como muy marginada. Y la conciencia es fundamental para percatarse de que estamos dejando de lado a los peor situados, para percatarse de que la justicia es necesaria. Sin conciencia no vamos a ningún lado.”

Las otras 11 palabras finalistas en 2017

Aprendibilidad. La voz inglesa learnability puede ser traducida en español por el neologismo aprendibilidad. En las noticias es cada vez más frecuente encontrarse con este anglicismo en frases como «‘Learnability’, la palabra del futuro» o «La capacidad de seguir aprendiendo, la learnability, será lo que permita a los jóvenes de hoy tener una carrera profesional».

Bitcóin. La forma bitcóin, plural bitcoines, es la adaptación al español de bitcoin, plural bitcoins, nombre de esta conocida moneda electrónica. Con motivo del debut de esta criptomoneda en el mercado de futuros de Chicago, en los medios de comunicación pueden verse frases como «Los grandes inversores ya pueden apostar al alza o a la baja con el precio del bitcoin», «La locura del bitcoin: la divisa virtual alcanza los 16 000 dólares» o «¿Son de fiar los bitcoins?».

Destripe. La palabra española destripe es una alternativa válida al anglicismo spoiler, que se usa a menudo en las informaciones sobre cine y series de televisión para referirse a la revelación de una parte de la trama cuyo conocimiento puede arruinar el interés por el resto de la narración. En los medios de comunicación y en las redes sociales el término inglés se emplea muy a menudo en frases como «Así puedes evitar los spoilers de Juego de Tronos y otras series en Internet», «Los spoilers ya no son fruto de un comentario desafortunado», «No puedo decir más sobre el argumento de esta serie sin hacer spoiler» o «Advertencia: spoiler».

Machoexplicación. El neologismo machoexplicación es una alternativa válida al anglicismo mansplaining. En los medios de comunicación se ven escritas frases como «Ante este intento de mansplaining, la periodista no dudó en responder al hombre», «El concepto de ‘mansplaining’ me parece muy práctico» o «En ciencia y tecnología, el mansplaining es aún peor porque se asocia a áreas del conocimiento típicas masculinas». Según el diccionario de Oxford, la palabra mansplain es un término informal que significa (dicho de un hombre) ‘explicar (algo) a alguien, normalmente una mujer, de forma condescendiente’.

Noticias falsas. Las expresiones noticias falsas y noticias falseadas son alternativas a fake news. En los medios de comunicación es habitual encontrar frases como «Paul Horner, pionero de las ‘fake news’, fallece en circunstancias no aclaradas», «A base de tuits, Trump ha impuesto las fake news» o «El rey de las fake news muere a los 38 años». El adjetivo inglés fake puede traducirse en español, según el contexto, como falso o falseado. De estas dos alternativas, el término falso es el más amplio, pues una información o noticia falsa puede serlo por faltar a la verdad de forma involuntaria o premeditadamente. El adjetivo falseado, en cambio, sugiere un matiz de adulteración o corrupción premeditadas.

Odiador. La alternativa odiador es preferible al anglicismo hater para referirse a una persona que muestra continuamente su odio o rencor hacia alguien. Empieza a ser habitual encontrar en los medios de comunicación ejemplos como los siguientes: «Así se enfrentan las empresas contra los haters en internet», «Si haces esto en las redes sociales, eres un hater» o «Arrasa atacando a sus haters en su nuevo videoclip». El término hater, que procede del verbo inglés to hate —‘odiar’—, hace referencia a la ‘persona que odia algo o a alguien y dice o escribe cosas desagradables sobre alguien o critica sus logros, especialmente en Internet y en redes sociales’.

Soñadores. El sustantivo soñador es una alternativa al anglicismo dreamer, utilizado en los Estados Unidos para aludir a los ciudadanos indocumentados que llegaron a ese país siendo menores de edad. En las noticias es frecuente encontrar frases como «Trump se inclina por abrir la puerta a la deportación de los ‘dreamers’», «El presidente dice que tiene un gran corazón y pide a los dreamers que no se preocupen» o «Trump terminará con la protección a los dreamers».

Superbacteria. Los sustantivos superbacteria y supermicrobio se escriben en una sola palabra, sin espacio ni guion, y sin acento en el prefijo super-. En los medios de comunicación es frecuente encontrar voces como superbacterias y supermicrobios escritas impropiamente, como en «Entramos en los criaderos de cerdos y peces donde, por atiborrarlos de antibióticos, nacen los súpermicrobios que amenazan al mundo», «La resistencia a los antibióticos es una amenaza cada vez mayor que puede permitir la aparición de super microbios» o «Una nueva arma para luchar contra las súperbacterias».

Trans. La forma trans es un acortamiento válido de los adjetivos transexual y transgénero. En los medios es frecuente encontrar esta voz en frases como «Ella es la primera actriz trans que protagonizará una película», «Una familia nos contó cómo es criar una hija trans en un país que niega su existencia» o «Jazz Jennings lanza la primera muñeca trans del mercado». Aunque en algunos contextos se emplean indistintamente las palabras transgénero y transexual para referirse a las personas cuya identidad de género no se corresponde con el sexo que se les asignó al nacer, en otros la segunda se aplica solo a quienes, además, han iniciado un proceso de reasignación mediante tratamientos como la hormonación o la cirugía. Trans es un acortamiento adecuado desde el punto de vista lingüístico (como foto, tele, hetero o progre) que engloba los dos términos anteriores y es, en general, la forma preferida por las personas de este colectivo.

Turismofobia. El sustantivo turismofobia es una voz bien formada en español que puede usarse sin necesidad de emplear comillas ni cursiva. Es una voz que en los medios está tomando fuerza en el contexto de los actos vandálicos y protestas contra la saturación de turistas en los cascos históricos de algunas ciudades españolas.

Uberización. El sustantivo uberización y el verbo uberizar están bien formados a partir del nombre de la empresa Uber Technologies Inc., que ofrece a sus clientes transporte privado mediante una red de contactos directos entre particulares. En los medios de comunicación cada vez es más frecuente encontrar frases como «La “uberización” de la economía», «La empresa confirma que la “uberización” ha llegado para quedarse» o «Los bancos analizan cómo “uberizar” su negocio». A partir del nombre propio de la empresa Uber, se han creado las voces uberizar, con el sufijo -izar, y, a partir de este verbo, uberización, a su vez con el sufijo -ción.

Fuente: «Hoy por hoy» de Cadena Ser (8/05/2017) | «La Ventana» de Cadena Ser (29/12/2017) | Fundéu BBVA | Imagen de portada: campaña Unicef Anano

Gritar a los niños daña su autoestima

Gritar a los niños daña su autoestima

Educar no es fácil, es una tarea diaria y constante que requiere paciencia. Padres y maestros saben bien que se consigue más de los pequeños con ternura que con amenazas… pero, ¿cómo hacemos para no gritar a los niños en esos momentos en que nos desesperan? ¡Que levante la mano quien en alguna ocasión no haya gritado a sus hijos!

¿Te resulta familiar esta escena?: niño jugando a la pelota en el pasillo de casa. Padre o madre diciéndole que pare de darle patadas antes de que se rompa algo, y recordándole que la pelota es un juego para el parque. Madre o padre repitiendo lo mismo cuatro, cinco, seis veces. Llega un momento en que  padre o madre se hartan y le dan un grito al niño o la niña. ¿Te suena?

Por qué no se les debe gritar a los niños

En la mayoría de ocasiones gritamos porque ya no sabemos qué más hacer, hemos perdido los nervios, o estamos cansados, estresados o desesperados. Es necesario que sepamos cómo los gritos afectan a los niños y que encontremos la manera de evitarlos.

Es cierto que a veces los adultos agotamos la  paciencia, y explotamos con un grito… pero no es lo más conveniente.

Un grito SÍ cuando es una señal de alarma, por ejemplo cuando decimos “¡Cuidado! ¡Un coche!”. En este caso se trata de un grito en un momento de impulso, y es un aviso para que la persona a la que va dirigido se percate de que hay un peligro. En este caso vemos claro que el grito no daña a nadie, sino al contrario: se ejerce para buscar más bienestar, confort o supervivencia.

Y es que la agresividad en general no es algo bueno o malo en sí, sino algo necesario para nuestra vida. Sin ella estaríamos totalmente a merced de las circunstancias; no seríamos capaces de avisar a nuestra hija de que pare porque se acerca un coche por la calle que la niña quiere cruzar corriendo, o de gritar un «¡socorro!» cuando se prende un fuego en casa. Visto así el grito no es algo negativo, es un recurso imprescindible para nuestra supervivencia.

Pero el grito NO cuando es una forma de intimidar para conseguir que el niño haga lo que nosotros queremos, en este caso gritar a los niños es totalmente inadecuado. Aunque sea el mismo acto el que ejercemos, cabe diferenciar la emoción vinculada a la acción. Se trata aquí de una comunicación violenta y agresiva, y forma parte del maltrato psicológico. Además, puede tener repercusiones importantes en el crecimiento de ese niño, en su estado emocional en el momento y también en el futuro, en el resto de su vida.

Investigaciones sugieren que gritar a los niños no sólo no sirve de nada, ya que a largo plazo les enseña a temernos y no a comprender las consecuencias que tienen sus acciones, sino que, además, puede ser tan dañino para ellos como el castigo físico. Un estudio publicado en la revista Child Development concluye que gritar a los niños aumenta los problemas de comportamiento y los síntomas depresivos en la adolescencia.

Los padres cuando gritan lo hacen a menudo porque han perdido el control, y pueden como resultado realizar comentarios insultantes o hablar de manera agresiva. Esto puede tener consecuencias en la imagen que los niños se construyen de sí mismos en los primeros años, según analizó esta investigación.

El estudio de la revista Child Development, que se realizó durante dos años, llegó a la conclusión de que los efectos de los gritos y el abuso verbal son comparables a los del castigo físico. También concluyó que los adolescentes que sufrían este trato tenían muchas más probabilidades de presentar a su vez comportamientos violentos y agresivos.

Pero es que… ¡si no le grito no me escucha!

Habrá quien diga que, si no les grita, sus hijos no escuchan… Y nada más lejos de la realidad.

Y es que en cuanto levantamos la voz se activa el sistema límbico del cerebro de nuestro hijo, ese que le propone una respuesta de huida o de lucha, con lo cual en ese momento empezará a escucharnos menos ya que su organismo sentirá amenazada su supervivencia.

Por si este no te parece suficiente motivo para no gritarle a tu hijo o hija, otro estudio ha demostrado que el cerebro resulta alterado por la temprana exposición a conductas abusivas, en concreto al uso de lenguaje agresivo.

Cómo afectan los gritos a los niños

Por supuesto los gritos son igual de nocivos en el colegio que en casa, con el agravante de que en la escuela se está dejando al niño en evidencia delante del resto de compañeros y esto se convierte en una humillación. Además, el modelo de persona adulta, que es el profesor, acaba siendo un mal modelo.

Algunos motivos a tener en cuenta para controlar estos impulsos a la hora de gritar a los niños en casa, o a los alumnos en el colegio, serían que:

  • Gritar no es educar. Para educar hay que razonar, transmitir con ternura o con estímulos positivos. Al gritar solo conseguimos que alguien haga algo bajo la intimidación y la amenaza.
  • Al gritar a un niño estamos dañando su autoestima.
  • Al gritar a los niños estamos dando un modelo como padres o educadores de comunicación violenta. Si los niños se acostumbran a que les griten acaban reproduciendo ese comportamiento.

Por qué no debemos gritar a los niños

  • Al gritar a alguien demostramos que no tenemos autocontrol sobre nosotros mismos.
  • Cuando gritamos demostramos no tener una habilidad de comunicación más razonada y persuasiva.
  • Gritar crea una barrera en la comunicación con el niño. Un niño se acerca de forma natural a aquel adulto que le proporciona cariño, comprensión, apoyo y que demuestra tener el control de la situación. Por el contrario, pierde el interés de explicarnos sus cosas o buscar consejo si se le habla a gritos de forma habitual.
  • Si los gritos son reiterados el niño se acostumbra a obedecer sólo a ellos, y no a otras formas de educación.
  • Los gritos nunca dan tranquilidad emocional, son maltrato psicológico y una forma de agresión. Y los niños necesitan, para poder rendir en sus estudios y realizar bien sus actividades, calma emocional.

Seguro que te resulta interesante el siguiente fragmento del programa Para todos la 2. En el vídeo la experta en comunicación personal Teresa Baró  nos habla de los gritos y de la comunicación no verbal que los acompañan:
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Cómo educar sin gritar

Estas son algunas claves que te pueden servir para evitar los gritos en casa:

  • Identifica los momentos en los que te resulta más fácil caer en este tipo de comportamientos. Conocer tus altibajos emocionales, tus niveles de energía a lo largo de las horas, así como los de tus hijos, tal vez te permita trazar un mapa con el que atravesar de forma más ligera el territorio de la crianza.
  • Comprende que el grito reiterado es nocivo para la salud de la familia y, en especial, para los más pequeños. Asumirlo puede abrirte la puerta a otras posibilidades: conversar y aclarar las demandas que se  planteen, poner límites a tiempo, identificar tu mal humor y poderlo canalizar (para no estallar con los niños), buscar ayuda especializada si es necesario, etcétera.
  • Establece consecuencias firmes y claras para cuando se traspase un límite (no castigos ni amenazas). Por ejemplo en el caso antes mencionado de la pelota en el pasillo de casa: si ya habíamos explicado que en casa no se puede jugar a pelota y aun así el niño o la niña lo hacen, podría ser una consecuencia razonable coger la pelota y guardarla hasta que volváis a ir al parque, volviendo a explicar si es necesario que es importante para nosotros el sentirnos seguros y tranquilos dentro de casa.
  • Trabaja el autocontrol. Una buena idea cuando veas que estás a punto de perder el control puede ser mandarte un rato al “rincón de pensar” (mandarte a ti mismo o a ti misma, no a los niños). No se trata de hacerlo con la idea de castigarte, sino de permitirte una pausa necesaria para respirar, tranquilizarte y volver a la situación estresante con el ánimo más calmado.

El cuento de hablar sin gritar | Cómo enseñar a los niños a no gritar

El cuento de hablar sin gritar pertenece a la colección “Los cuentos de Marcos y María”.

Se trata de cuentos para niños de 3 a 6 años pensados para ayudar a padres y profesores a establecer conductas de socialización y hábitos de autonomía en los niños.

Esta colección también está editada en catalán: “Els contes d’en Marc i la Maria”.

El hilo conductor de los cuentos son Marcos y María, hermanos de tres y un años y medio respectivamente, que nos presentan y desarrollan las historias, siempre positivas y relajantes. En cada cuento hay actividades, una canción y vocabulario en inglés.