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Oxitocina, la hormona del amor

Oxitocina, la hormona del amor

Oxitocina, la hormona del amor

La oxitocina es una hormona que tiene un papel muy importante como neurotransmisor en el cerebro y que modula el comportamiento

Al igual que el resto de hormonas tiene un montón de funciones: un efecto principal y además muchos otros efectos. En el caso de la oxitocina se trata de una hormona que actúa mucho sobre el cerebro y sobre vías emocionales. Tiene mucho que ver con las emociones y los sentimientos

De hecho la llaman “la hormona del am💗r”

En el enamoramiento, en esa primera etapa en la que se vive en una nube y parece que no hay otra persona en el mundo, lo que está ocurriendo es que el cerebro genera niveles elevados de oxitocina. Y es esta hormona la responsable de que al ver a la persona de la que uno se ha enamorado nos olvidemos del mundo y dejemos de pensar, al  activar unas vías nerviosas e inhibir otras. Algo que es muy agradable durante un tiempo, pero que sería terrible y patológico si durase toda la vida. Debido a este efecto es por lo que se la conoce como la hormona del amor.

También se la conoce como “la hormona de la felicidad” y “la hormona de la fidelidad”

Esto se debe a que se tiene constancia de que las personas felices o con alta autoestima la atesoran en una mayor cantidad en el organismo, así como a los efectos beneficiosos que tiene sobre el estado de ánimo.

Oxitocina, la hormona del amor

¿Qué le pasaría a una persona si no la generase? ¿No tendría capacidad de empatizar o de sentir afecto?

La oxitocina tiene un papel fundamental en las uniones y vínculos entre personas. Aparte de ser considerada “la hormona del amor” también se genera, por ejemplo, después de un orgasmo. El sentirse bien en ese momento es por las endorfinas, porque las hormonas nunca trabajan solas, pero también es por la oxitocina.

Juega un importante papel a lo largo de la reproducción

Por ejemplo el vínculo que hay entre los padres (sobre todo la madre) y el bebé está desencadenado por la oxitocina. La mirada del bebé hace que la madre genere oxitocina.

“El alma que hablar puede con los ojos también puede besar con la mirada”. Gustavo Adolfo Bécquer

También en el momento del parto

Provoca contracciones en determinados músculos, entre ellos los del útero. Cuando se producen las contracciones para el parto es esta hormona la responsable de provocarlas.

Incluso tiene su función en el momento de la lactancia

Hay otra hormona, que es la prolactina, que sirve para fabricar leche. Pero en los mamíferos, la responsable de liberar la leche en el momento de amamantar a la cría es la oxitocina. Cuando la cría se agarra al pezón y empieza a succionar hay un impulso nervioso que manda una señal al cerebro, y este empieza a fabricar oxitocina. Esta hormona hace que los conductos por los que circula la leche empiecen a hacer contracciones y que esta salga.

Oxitocina, la hormona del amor

Por lo tanto vemos que siempre está relacionada con temas afectivos, de reproducción, de cariño…

A una mujer sin oxitocina ¿le costaría dar a luz?

Se han hecho experimentos con ratones, a los que se bloqueaba la síntesis de esta hormona en hembras. Lo que hacían estas hembras era no prestar atención a los ratones machos aunque estuviesen en periodo de celo. Si el macho se acercaba se llevaba un mordisco porque las hembras no sentían ningún interés. Y en el caso de hembras que habían parido, si se les bloqueaba la síntesis de oxitocina perdían todo el interés por sus crías.

Que el am💗r es química entre dos personas es verdad metafóricamente, pero también literalmente

Son reacciones químicas mediadas por la oxitocina. Las hembras de ratones sin oxitocina pasan de sus crías. Y al revés con hembras de ratón que no habían tenido crías, al administrársela empezaban a mostrar un comportamiento maternal.

De manera que la oxitocina tiene muchos efectos en este tipo de relaciones entre individuos, algo muy importante en seres sociales.

Oxitocina, la hormona del amor

¿Se puede vender en las farmacias?

No. Los medicamentos con oxitocina sólo son manejados por especialistas y ningún ciudadano lo puede adquirir por su cuenta. Su aplicación se limita, además, a situaciones concretas relacionadas con el parto y el post-parto; y por los efectos secundarios que puede provocar, está extraordinariamente controlada.

Cuando el parto se retrasa o va lento, o cuando por algún motivo hay que inducirlo, hay diferentes estímulos. Uno que funciona muy bien es la oxitocina. Promueve las contracciones uterinas y hace que el parto se acelere muchísimo.

¿Y la podemos encontrar en algún alimento?

La oxitocina no se puede encontrar en ningún alimento, aunque se cree que algunos pueden estimular su producción, como son el chocolate, la leche animal; y algunas hierbas comunes como el tomillo, la hierbabuena, el eneldo, el hinojo, el romero y el perejil.

¿Hay alguna forma de que el organismo produzca oxitocina en un mayor modo?

Existen una serie de acciones que pueden ir en favor de la secreción de oxitocina:

■ Mantener relaciones sexuales: Durante el orgasmo se ha comprobado que el nivel de oxitocina en sangre se incrementa considerablemente.
■ Las muestras de afecto: la oxitocina puede ser liberada con un simple abrazo, con una caricia o un beso y también con una mirada de un ser querido.
■ Tocar a una mascota: La sensación placentera que produce acariciar una mascota hace que se incremente el nivel de oxitocina. Es más, se ha comprobado que las personas con animales domésticos en sus casas tienen más hormonas de este tipo.
■ Yoga: Los ejercicios de respiración y relajación contribuyen a crear una sensación de bienestar, detrás de la cual se cree que está la mayor producción de oxitocina que tiene lugar en esos momentos.

Oxitocina, la hormona del amor

¿Sabías que la oxitocina es también la clave en el mecanismo del amor entre los perros y sus dueños?

Se publicó un estudio en la revista Science sobre el efecto que tiene la mirada de los perros sobre sus dueños y la mirada de los dueños sobre sus perros, a la hora de establecer vínculos entre el animal y la persona. Resulta que la clave está en la oxitocina. Cuando el perro mira a su dueño, de esa forma en que miran los perros, está provocando que el cerebro de la persona genere oxitocina y en ese momento el dueño se siente más unido a su mascota. Y lo mismo al revés, cuando el humano se queda mirando al perro también aumentan los niveles de oxitocina del animal. Por tanto hay un vínculo entre el dueño y el animal que está mediado por este neurotransmisor.

Los perros han encontrado la manera de inducir oxitocina en los humanos de manera que los cuidamos mejor. Es algo que sólo pasa con los perros. En el caso de los lobos por ejemplo, aunque sean cuidados por humanos no se desencadena esta ola de oxitocina en nuestro cerebro. Por lo tanto es algo que ha aparecido a lo largo de la evolución. Probablemente los perritos que tenían una cara que generaba más oxitocina nos gustaban más a los humanos, como consecuencia los cuidábamos y eran los que se reproducían y fueron siendo domesticados.

Al final entre perros y humanos se ha establecido un vínculo, mediado por la oxitocina, y podríamos decir que los perros nos llegan a manipular químicamente, manipulando la cantidad de oxitocina que segregamos.

Oxitocina, la hormona del amor

Fuente: Daniel Closa, biólogo e investigador del CSIC, en el programa Para todos la 2 de RTVE (14/05/15) / Imágenes: flickr photosavvy, ellyn,  ArTeTeTrA y amanda tipton

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