Un tema crónico en todas las familias

El momento en que llega la temida pregunta: ¿Puedo venir más tarde? ¡Es Nochevieja!

¿De qué depende que en Nochevieja les dejemos salir o no? ¿Qué límites debemos ponerles? ¿Cómo podemos gestionar sus reacciones?

Los adolescentes necesitan salir con los amigos

Y los padres deben saber que toda la adolescencia es un proceso continuo de negociación. Porque la adolescencia va muy rápida, y las normas se han de ir cambiando de acuerdo con un objetivo principal: el chico y la chica tienen que aprender en esa edad responsabilidad.

No podemos darles responsabilidad si les concedemos todo

Pero tampoco se la podemos dar si todo se lo prohibimos

Hay que tener muy claro es que es lo negociable y que es lo que no se puede negociar.

Por ejemplo, venir bebido a casa es absolutamente innegociable

Eso es un límite que no se puede en absoluto permitir NUNCA. Nuestros chicos han de ser conscientes de lo que es un consumo de alcohol responsable. Pueden ver en casa que lo que es beber un poco de vino de tanto en tanto no pasa nada, o en las celebraciones familiares. Que sean conscientes que el “atracón”, en el que en dos o tres horas se concentra todo el consumo, es muy peligroso.

En cuanto a determinar la hora de llegada

Tiene que ser según las circunstancias, según las ciudades, según los amigos, según la edad… pero teniendo en cuenta los padres (que esto nos preocupa mucho) que naturalmente los adolescentes se van a rebelar.

Pero lo que los adolescentes no van a perdonar es si sienten que sus padres no se preocupan de ellos

De manera que los padres tienen que dejar constancia clara de que quieren saber donde están, quieren poderlos localizar en un momento determinado… y que por lo tanto ponen límites. Límites contra los que los chicos se rebelan, pero que al mismo tiempo necesitan y agradecen.

Nos aclara dudas José Antonio Marina, filósofo, escritor y pedagogo:

Imagen de portada: Flickr Dani Vázquez