Día Universal del Niño

El 20 noviembre se celebra en todo el mundo el Día Internacional de los Derechos del Niño. Cada año recuerda la aprobación de la Convención sobre los Derechos del Niño, el 20 de noviembre de 1989. El Día Universal del niño es un día dedicado a todos los niños y niñas del mundo.

Es un día de celebración por los avances conseguidos, pero sobre todo es un día para llamar la atención sobre la situación de los niños más desfavorecidos, dar a conocer los derechos de la infancia y concienciar a las personas de la importancia de trabajar día a día por su bienestar y desarrollo.

Día Universal del Niño

1. Derecho a la igualdad, sin distinción de raza, religión o nacionalidad.

¿Qué se celebra el Día Universal del Niño?

La Asamblea General de la ONU recomendó en 1954 destinar un día a fomentar la fraternidad entre los niños y las niñas del mundo, y promover su bienestar con actividades sociales y culturales.

¿Por qué se celebra el 20 de noviembre el día de los derechos de los niños? En 1959, Naciones Unidas aprobó una Declaración de los Derechos del Niño que incluía 10 principios. Pero no era suficiente para proteger los derechos de la infancia porque, legalmente, esta Declaración no tenía carácter obligatorio. Por eso en 1978, el Gobierno de Polonia presentó a las Naciones Unidas la versión provisional de una Convención sobre los Derechos del Niño.

Día Universal del Niño

2. Derecho a una protección especial para que puedan crecer física, mental y socialmente sanos y libres.

Tras 10 años de negociaciones… Con gobiernos de todo el mundo, líderes religiosos, ONG y otras instituciones, se logró aprobar el texto final de la Convención sobre los Derechos del Niño el 20 de noviembre de 1989, cuyo cumplimiento sería obligatorio para todos los países que la ratificasen.

La Convención sobre los Derechos del Niño se convirtió en ley en 1990. Después de ser firmada y aceptada por 20 países, entre ellos España. Hoy, la Convención ya ha sido aceptada por todos los países del mundo excepto Estados Unidos.

3. Derecho a tener un nombre y una nacionalidad.

¿Qué es la Convención sobre los Derechos del Niño?

Todos los derechos de los niños están recogidos en un tratado internacional que obliga a los gobiernos a cumplirlos: la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN). Es el tratado más ratificado de la historia y los 195 Estados que la han ratificado tienen que rendir cuentas sobre su cumplimiento al Comité de los Derechos del Niño.

Día Universal del Niño

4. Derecho a una alimentación, vivienda y atención médica adecuadas.

La componen 54 artículos que recogen los derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos de todos los niños. Su aplicación es obligación de los gobiernos, pero también define las obligaciones y responsabilidades de otros agentes como los padres, profesores, profesionales de la salud, investigadores y los propios niños y niñas. El Comité de los Derechos del Niño está formado por 18 expertos en derechos de la infancia procedentes de países y ordenamientos jurídicos diferentes.

5. Derecho a educación y atenciones especiales para los niños física o mentalmente disminuidos.

¿Para qué sirve el Día Universal del Niño? El objetivo del Día Universal del Niño es recordar a la ciudadanía que los niños son el colectivo más vulnerable y por tanto que más sufre las crisis y los problemas del mundo. Este día mundial recuerda que todos los niños tienen derecho a la salud, la educación y la protección, independientemente del lugar del mundo en el que hayan nacido.

6. Derecho a comprensión y amor por parte de las familias y de la sociedad.

Dedicar un día internacional a la infancia también sirve para hacer un llamamiento mundial sobre las necesidades de los más pequeños y para reconocer la labor de las personas que cada día trabajan para que los niños y niñas tengan un futuro mejor.

7. Derecho a una educación gratuita. Derecho a divertirse y jugar.

‘Los derechos de la infancia’, un libro para niños a partir de 8 años

Para que los niños conozcan estos derechos este es un libro fundamental para niños a partir de 8 años:

Día Universal del Niño

Recoge la Declaración Universal de los Derechos del Niño. Diez principios que persiguen garantizar a todos los niños y niñas los cuidados, la protección y la educación necesarios. Entre otros, el derecho a ser iguales sin distinción de raza o religión, a recibir protección especial, a tener un nombre y una nacionalidad, a una alimentación, vivienda y atención médica adecuadas, a recibir educación o a poder jugar.

8. Derecho a atención y ayuda preferentes en caso de peligro.

Cada derecho está vinculado a un cuento que ha sido creado justo para este libro. Diez grandes autores de la literatura infantil y juvenil —Antonio R. Almodóvar, Eliacer Cansino, Gloria Cecilia Díaz, Agustín Fernández Paz, Mariasun Landa, Gustavo Martín Garzo, Gonzalo Moure, Daniel Nesquens, Ana María Shua y Lorenzo Silva— han unido su talento con el del ilustrador Emilio Urberuaga y nos ofrecen diez cuentos que recrean los principios recogidos en esa declaración, con el objetivo de recordar su importancia y de dar a conocer a los niños y niñas de hoy en día unos derechos fundamentales que desde hace décadas velan por su protección y desarrollo. Aquí puedes leer las primeras páginas, y aquí lo puedes comprar

9. Derecho a ser protegido contra el abandono y la explotación en el trabajo.

Día Universal del Niño

10. Derecho a recibir una educación que fomente la solidaridad, la amistad y la justicia entre todo el mundo.

Fuente: UNICEF | Ilustraciones: Declaración del los Derechos de la Infancia ilustrada por Quino para UNICEF, con motivo del Año Internacional del Niño (1979)

Asma y bronquitis en los niños

La Organización Mundial de la Salud calcula que 235 millones de personas en el mundo tienen asma. Es la enfermedad no contagiosa más común entre los niños de todo el mundo. Sólo en España se calcula que hay un millón de niños que padecen asma infantil. Un dato preocupante es que en los países en vías de desarrollo, no aquí, el asma puede ser incluso mortal.

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Enfermedades respiratorias en los niños.

¿Por qué el asma afecta a tanta gente?

Un millón de niños sólo en España son muchos niños. El asma afecta a tanta gente porque es una patología muy característica de los niños pequeños. Muy recurrente en los niños que están en proceso de desarrollo, en sus primeros años de vida.

Es probable que el número de casos sea incluso superior. En realidad a muchos médicos les cuesta decir la palabra asma. Se dan casos de niños que tienen muchas bronquitis, y cuando un niño tiene varios episodios de bronquitis obstructiva ―que es lo que provoca el asma― eso es asma.

Mucha gente asocia la palabra asma con una enfermedad crónica grave y complicada. Lo es en algunas ocasiones pero no es ese el concepto. Al ser una enfermedad tan común y frecuente se la llama de muchas formas diferentes, y eso hace que cueste a veces precisar exactamente qué es lo que tenemos.

Asma y bronquitis en los niños

¿Qué es el asma?

Se define el asma como una enfermedad respiratoria de tipo crónico, normalmente de tipo inflamatorio, que se presenta en forma de crisis recurrentes. Se alternan momentos en que el enfermo tiene crisis de dificultad respiratoria con intervalos en los que está absolutamente normal. La repetición de estas crisis es lo que se conoce como asma, y hay bastantes tipos o formas diferentes de asma.

Si hablamos de un niño que tiene una crisis de bronquitis obstructiva ―un episodio que en un niño en el que estas crisis sean recurrentes sería una crisis asmática―, pero sólo tiene una o dos crisis al año, entonces eso no es asma. Son solamente dos crisis de broncoespasmos.

¿Es una enfermedad crónica, es para toda la vida?

Cuando hablamos de asma hablamos de enfermo crónico. Pero una enfermedad crónica no significa que sea para toda la vida sino que es larga. Una enfermedad que dure seis meses puede ser una enfermedad crónica, y no quiere decir que sea para toda la vida.

El asma en los niños se acaba curando en la inmensa mayoría de los casos. En ocasiones de forma prácticamente definitiva, y otras veces de forma que con los medicamentos para el asma y los tratamientos se consigue que el enfermo esté exento de crisis y por lo tanto sin síntomas.

¿Cómo es una crisis asmática en niños?

La crisis asmática se produce por una reacción inflamatoria ―una inflamación de los bronquios― en la que se mezcla una reacción de un anticuerpo nuestro con una sustancia antigénica externa. Esa sustancia antigénica que puede ser un estímulo puede ser diversa: puede ser un virus, puede ser un fármaco, puede ser el esfuerzo o puede ser lo que es conocido como el asma clásico (el polen, los ácaros de casa…).

Nuestro anticuerpo y ese antígeno provocan una reacción que hace que el bronquio haga un espasmo, que se cierre y se inflame. El aire que respiramos tiene que pasar por un tubo, que normalmente tiene una medida, y en ese momento está mucho más estrecho.

Cuando nosotros inspiramos abrimos el bronquio ―se hace grande― y cuando expiramos se cierra ―se hace pequeño―. En la crisis de asma el bronquio es pequeño. Cuando inspiramos el aire entra, pero a la hora de salir (cuando el bronquio se cierra), como el bronquio es más pequeño y encima lo cerramos, al aire le cuesta salir y silba, y es lo que nosotros escuchamos. Esta crisis inflamatoria es la que provoca la dificultad respiratoria, porque el aire puede entrar pero le cuesta mucho salir.

¿Cómo lo vive el niño?

Depende de cómo sea la crisis. Las crisis pueden ser leves pero también pueden ser muy graves. En ocasiones es necesario ingresar al pequeño en el hospital, a veces incluso en cuidados intensivos.

El niño lo vive con una sensación de tos muy seca, repetitiva y muy pesada, que se produce al estar el bronquio cerrado. Esta tos se puede acompañar de una cierta dificultad respiratoria que a veces es mínima y a veces es muy importante.

Cuando hay una dificultad respiratoria importante se puede producir una falta de oxígeno, con todos los síntomas que conlleva la falta de oxígeno: intranquilidad, irritabilidad, desazón, incluso cambios en la respiración ―ésta se hace de forma mucho más rápida y se ve como se retraen las costillas, la parte baja de las costillas también, dependiendo del grado de la crisis―. Cuando el niño se cura puede estar absolutamente normal.

¿Cómo saber las causas del asma?

Cuando a un niño se le diagnostica asma se le han de hacer los estudios pertinentes para intentar averiguar a que es debido, y en la inmensa mayoría de casos con el estudio se puede llegar a saber cuál es el motivo que provoca la enfermedad.

Si conseguimos descubrir cuál es la causa podemos poner medidas. Por ejemplo, si el niño tiene crisis asmáticas porque tiene alergia a los gatos la solución sería evitar los gatos y ahí se acaba el problema.

Lo que ocurre es que normalmente no es así de fácil. Las sustancias que suelen provocar más alergia asmática son los ácaros de la casa que se encuentran en el polvo, y ahí es difícil acabar con ellos. Ante una alergia a los ácaros se han de tomar medidas para limitarlos pero eliminarlos es complicado.

Asma y bronquitis en los niños

¿Cómo se trata el asma?

El tratamiento tiene dos partes. Una parte es el tratamiento de la crisis aguda y la otra es el tratamiento de fondo de este enfermo. Cuando se diagnostica un asma se ha de intentar hacer un tratamiento para que estas crisis no se presenten.

Las crisis se tratan con una serie de medicaciones que se denominan broncodilatadores. Las personas que tienen niños pequeños conocen de sobra el Salbutamol, que se administra por vía aerosol, pero hay otros. Hay otras sustancias broncodilatadoras y también sustancias antiinflamatorias, la más frecuente de todas es la cortisona. Con esto normalmente se consigue parar la crisis.

Asma y bronquitis en los niños

Si la crisis es muy importante puede ser que el enfermo necesite además hidratación con un suero y ponerle el Salbutamol con una mascarilla y con oxígeno. Este sería ya un tratamiento en el servicio de urgencias. Y si con este tratamiento que se realiza en el servicio de urgencias no se consigue la mejora del niño, derivaría en ingreso.

Cuando el médico decide que un niño tiene un número de crisis muy repetidas es cuando se ha de hacer el estudio para intentar averiguar cuál es la causa, y dependiendo de la causa actuar con una medicación de fondo. Algunas son inespecíficas, la gente puede conocer la budesónida, el Montelukast y otros fármacos que se utilizan diariamente y con los cuales se consigue con el tiempo que las crisis vayan disminuyendo.

No hay ningún remedio milagroso. Hablamos de una enfermedad crónica y es difícil decir “le daré esto al niño y a partir de mañana ya no tendrá ninguna crisis más”. Pero si que se consigue el irlas eliminando.

Las formas de asma.

Las formas más frecuentes de asma en niños pequeños, que son debidas a lo que se llama una hiperreactividad bronquial, en el momento en que los niños llegan a una cierta edad ―7, 8, 9 años― acostumbran a parar y los niños no tienen más crisis.

Los asmas más puros, debidos a alérgenos como los ácaros o el polen, pueden durar más tiempo. Requieren a lo mejor administrar vacunas y preparados para desensibilizar a esa persona.

¿Asma o bronquitis?

Si los ataques no son repetidos ―son sólo dos al año y además no son graves― se ha de plantear qué es mejor. Quizás vale la pena tratar estas dos crisis durante siete días en vez de darle al niño tratamiento durante todo el año.

Si resulta que las crisis son cada mes, ahí sí que vale la pena hacer un tratamiento de fondo para que el pequeño no tenga que recibir el tratamiento puntual tan a menudo. Y si las crisis además son muy graves, entonces lógicamente se ha de hacer algo para evitarlas.

A través de la lactancia materna, ¿se puede contagiar la bronquitis al bebé?

Asma es la repetición de bronquitis inflamatorias, seguramente no por mecanismo infeccioso, en este caso no se contagia.

Pero también se puede tener una bronquitis por una infección directa del bronquio. Si es una bronquitis infecciosa, como toda enfermedad infecciosa se puede contagiar.

Diferencia entre bronquitis y bronquiolitis.

De la bronquiolitis en niños algunos autores dicen que es la primera crisis de asma. Anatómicamente el tejido pulmonar tiene una parte que es el bronquio, y tiene una parte final del bronquio que es el bronquiolo. La bronquiolitis es la inflamación de esta parte final.

Es una enfermedad muy típica de los niños pequeños, normalmente por debajo de seis meses. En los bebés menores de tres meses puede resultar grave. Está producida generalmente por un virus, el virus sincicial respiratorio, y se presenta en forma epidémica.

La infección se transmite por secreciones respiratorias, tos, estornudos y también, indirectamente, por contaminación de las superficies. De hecho, esto hace que en las guarderías el riesgo de contagio sea muy elevado. Es importante el aislamiento respiratorio y el lavado de manos, así como las medidas de limpieza. El tabaco y la contaminación también pueden agravar el curso de la enfermedad.

La bronquiolitis en bebés es la causa más frecuente de hospitalización en menores de un año, y suele ser motivo de colapso en las consultas y urgencias pediátricas. Provoca ingresos cuantiosísimos precisamente porque afecta al final del bronquio, que es el lugar donde se recambia el oxígeno, y por ello estos niños tienen un gran déficit de oxigenación y dificultades para respirar, requiriéndose en muchas ocasiones el ingreso.

Que un bebé tenga bronquiolitis no significa que a la larga vaya acabar teniendo bronquitis. Pero con la experiencia sí que se ve que un niño que ha tenido una bronquiolitis de pequeño durante un cierto tiempo, como mínimo uno o dos años, va haciendo muchas bronquitis repetidas. Después puede ser que estos episodios desaparezcan. En otros casos se dice que la bronquiolitis es la primera crisis de asma que han tenido.

¿Un resfriado mal curado puede producir asma o bronquitis?

Es algo que se dice pero no es cierto. Lo que ocurre es que después de la primera bronquitis nadie sabe que tendrá veinte más. En el momento se cura la crisis que se tiene, y luego puede venir otra, y otra. Cuando ya se tienen unas cuantas crisis entonces es asma. Pero hasta que no se tiene todo el cuadro clínico no se puede diagnosticar.

¿Hay remedios caseros para hacer más leve una bronquitis?

Cuando hay mucosidad el agua es el mejor mucolítico que existe. También son eficaces los vapores con alguna sustancia, que pueden ayudar a hacer el moco más líquido, y por lo tanto más fácil de eliminar.

Lo que ocurre es que cuando estamos con una crisis asmática, el principal problema de la obstrucción respiratoria no es el moco, sino que el bronquio está cerrado ―ha hecho un espasmo y se ha cerrado―, y en este caso el problema no es el moco sino que se trata de abrir el bronquio.

Precisamente en los niños que tienen una crisis asmática, cuando se les medica mediante la administración de broncodilatadores, un signo de la buena evolución es cuando empiezan a toser y a expulsar moco, porque eso quiere decir que el bronquio ya está abierto y pueden limpiar la vía respiratoria.

Asma y bronquitis en los niños

Tos productiva y tos no productiva.

Cuando la tos no produce moco no sirve para nada. Cuando la tos saca moco, es productiva, es buena y se ha de facilitar.

¿Cómo valoramos en casa la gravedad de una bronquitis?

No es fácil, pero cuando una madre o un padre conocen al niño se dan cuenta.

Cuando un niño comienza con su crisis y le administramos la medicación de broncodilatación, si vemos que el broncodilatador funciona, porque vemos que el niño mejora de manera evidente y que se normaliza su estado hasta que pasa el efecto de la medicación, es un niño que se puede tratar en casa sin necesidad de nada más.

Cuando la crisis no cede y el niño continúa con mucha dificultad, y sobre todo cuando tiene signos de falta de oxígeno, como la irritabilidad o la dificultad respiratoria, conviene que lo valore un médico para ver que se tiene que hacer.

¿El asma es hereditario?

Al ser el asma alérgica una enfermedad de base alérgica hay un factor de predisposición. Si los padres, uno de ellos o los dos, tienen enfermedades alérgicas, o en la familia las hay, es fácil que el niño también tenga esta predisposición, aunque no hay una herencia directa y concreta.

¿Un virus puede causar bronquitis?

La bronquitis puede ser causada por un virus, pero no todas las bronquitis son causadas por virus. En los niños pequeños sí que la mayoría de desencadenantes de las bronquitis son los virus. Por eso es una enfermedad que se da mucho en los niños.

Los niños cuando son pequeños cogen muchas infecciones víricas, además el bronquio es más pequeño que el del adulto y también más tierno, y eso provoca que se pueda producir el espasmo con más facilidad.

¿Hay relación directa entre los niños prematuros y la bronquitis?

Relación directa no la hay. Lo que ocurre es que hay niños prematuros que, si han sido grandes prematuros y han recibido mucho tiempo oxígeno, pueden tener lo que se llama una fibrosis pulmonar, y eso favorece que tengan bronquitis después.

No es tanto por la prematuridad sino seguramente por el tipo de tratamiento que haya tenido que recibir. Por decirlo de alguna forma el parénquima pulmonar queda durante un tiempo algo más endurecido y favorece que aparezcan estas enfermedades, pero no quiere decir que un niño prematuro tenga que tener estos problemas.

¿El asma puede tener su origen en un problema psicológico?

Es poco frecuente pero sí que existe el asma de origen psicológico. Las tensiones, la ansiedad, las presiones… De hecho de origen psicológico existe prácticamente todo, y crisis de asma también. Son rarísimas pero existen y se han de tener en cuenta.

Enfermedades respiratorias en la edad adulta.

Salud pulmonar y bronquial.

Respiramos de manera automática, despiertos y dormidos, y probablemente no somos conscientes de su importancia hasta que nos cuesta inhalar o exhalar el aire por algún problema de salud. Las enfermedades respiratorias pueden llegar a ser graves y requerir la hospitalización de los enfermos. En el caso de las pulmonías, por ejemplo, se estima que un 60% de los afectados deben ser ingresados. Además de tomar la medicación adecuada, ¿qué más pueden hacer las personas con alguna enfermedad respiratoria para encontrarse mejor?

¿Cuán grave puede ser una neumonía o pulmonía?

El dato real es que el 10% de los pacientes mueren, y la gente en general no conoce esta tasa de mortalidad que es importante. Los pacientes fallecen porque se afectan uno o varios órganos, fundamentalmente el pulmón, pero también pueden fallecer por un problema de fallo renal y de fallo hemodinámico. Y esta es la mortalidad a corto plazo, la mortalidad a largo plazo por las consecuencias de la neumonía, al año, puede aumentar hasta un 30% como se ha demostrado.

La inflamación que producen las bacterias desde el pulmón pasa a la sangre, al sistema circulatorio, y de esa forma llega a los diferentes órganos causando daños.

Se ha demostrado que si a los pacientes con pulmonía grave se les administra cortisona la mortalidad disminuye. Es un hallazgo importante, porque permite disponer de un tratamiento barato y conocido que, añadido a los antibióticos, puede mejorar la evolución de los pacientes en los casos más graves.

¿Qué es la fisioterapia respiratoria?

La fisioterapia respiratoria es complementaria al tratamiento farmacológico. Es un tratamiento que no va tanto destinado a curar la enfermedad sino a tratar las consecuencias de esa patología. Para alguien que ya se está medicando es una terapia complementaria. Sirve para mejorar por ejemplo el drenaje de secreciones en pacientes que, debido a su patología respiratoria, tienen una producción aumentada de moco.

Se aplican técnicas manuales e instrumentales para facilitar la expulsión de las secreciones. También se puede trabajar para aumentar la capacidad pulmonar, para ayudar a ventilar esos pulmones que quizás no ventilan bien.

Los mocos pueden quedarse en la vía aérea superior (lo que sería nariz y faringe), pueden estar a nivel de tráquea (bronquios principales) o a nivel más distal (los bronquios más pequeños). Y en función de donde se encuentren esas secreciones, cosa que se puede determinar mediante la auscultación, se aplican unas u otras técnicas. Va en función de los intereses del objetivo del tratamiento.

Asma y bronquitis en los niños

Es importante la movilización precoz de los pacientes con neumonía.

Es algo que mejora el pronóstico. Por movilización precoz se entiende que el paciente empiece a deambular lo antes posible, que no se quede sentado en una silla ni esté todo el tiempo en la cama. Ir haciendo que el paciente se mueva y que salga al pasillo es algo que previene una serie de complicaciones secundarias a la inmovilización, como puede ser un tromboembolismo pulmonar (TEP), una afección cardiológica que está relacionada con las complicaciones de la neumonía.

La fisioterapia respiratoria en la unidad de cuidados intensivos.

Los pacientes que están en la unidad de cuidados intensivos, tengan o no patología respiratoria, son pacientes que por ciertos factores tienen un mayor riesgo de desarrollar retención de moco y consecuentemente infecciones respiratorias, y a la vez una debilidad muscular generalizada, no sólo de extremidades sino a nivel de caja torácica.

En este caso la fisioterapia respiratoria lo que hace es prevenir y tratar la expulsión de estas secreciones. Y al mismo tiempo prevenir la debilidad muscular generalizada, y si no se puede prevenir revertirla lo antes posible.

La evidencia científica es creciente y es fuerte en cuanto a que esto previene y reduce el tiempo de estancia en el hospital. Se ha de reivindicar la importancia del papel en las unidades de cuidados intensivos de enfermeros y de fisioterapeutas, sin ellos mucho del trabajo que se hace se puede perder.

El tabaquismo.

Las enfermedades respiratorias son muchas. Si nos centramos en las de tipo crónico representan la quinta causa de muerte en España, con unos 15.000 fallecimientos al año, detrás de ellas está el mundo del tabaquismo. El consumo tabáquico no sólo es malo para los pulmones, es malo para todos los órganos.

En medicina siempre es mejor prevenir que curar. Pero recursos para la deshabituación tabáquica en las instituciones sanitarias hay muy pocos, es muy difícil. Así y todo, con las normativas y las leyes que se han puesto, va disminuyendo el consumo tabáquico.

Para dejar de fumar los tratamientos existentes farmacológicos son bastante efectivos, aunque no dejan de tener algunos efectos secundarios. La psicoterapia y la psicología tienen aquí un papel muy importante para que los pacientes consigan dejar de fumar. Por tanto son fundamentales equipos multidisciplinares de deshabituación anti tabáquica, y la realidad es que no hay suficientes recursos para ello.

La importancia de aprender a respirar.

Los que estamos sanos no nos damos cuenta de la importancia de la respiración, porque es algo que realizamos de manera autónoma, sin pensar en ello. A los pacientes con patología respiratoria se les complica mucho más.

En general las personas sanas respiramos bien, quizás no haciendo la respiración con el diafragma (esa respiración abdominal o diafragmática de la que tanto se habla). Pero la respiración en los pacientes con enfermedades respiratorias se complica mucho y hay que reeducarla, hacer una higiene respiratoria para facilitar sus tareas del día a día. Para que no sientan tanta fatiga respiratoria a la hora de realizar esas tareas.

En general a todos, para respirar mejor, nos puede ayudar el no fumar, el hacer una vida sana, el no llevar una vida sedentaria… todas estas recomendaciones saludables que de sobra conocemos. Es algo que ayuda a prevenir las afecciones respiratorias y a salir de ellas también. Cuando una persona lleva una vida sedentaria y tiene una mala higiene alimentaria, las consecuencias de estas patologías respiratorias son mayores y cuesta más salir de la enfermedad.

Qué es higiene respiratoria.

Al igual que se hace hincapié en la importancia de la higiene postural ―lo importante de sentarse bien―, cuando nos referimos a higiene respiratoria, en el caso de pacientes con una patología respiratoria, consiste en optimizar la capacidad respiratoria, que ya de por sí está limitada, de cara a los esfuerzos del día a día.

Consiste en reeducar. Enseñar cuando se va a hacer el esfuerzo respiratorio, respirar correctamente para no ahogarse tanto. Dentro de todas las patologías respiratorias, algunas tienen más o menos afectación en cuanto a la capacidad respiratoria, se trata de adaptarse ya no sólo a cada patología sino a cada persona de forma individual. Cada paciente tiene su caso clínico concreto.

¿Qué es la ventilación no invasiva?

La ventilación no invasiva consiste en que, para que el paciente esté ventilado, hay una máquina que ayuda a respirar a través de una interfase no invasiva, a través de una máscara.

Este ha sido un cambio brutal en cuanto a reducción de infecciones, porque no se ventila al paciente de manera invasiva, que supone meter una vía aérea artificial ―como puede ser un tubo a través de la boca o una cánula de traqueotomía― que invade la vía aérea respiratoria y es un camino de entrada de bacterias pudiendo haber más riesgo de infecciones. Hay una enorme diferencia entre llevar un tubo dentro de la tráquea, un elemento extraño, y no llevarlo.

Con la ventilación no invasiva se evita un cuerpo extraño, que altera todas las defensas mecánicas naturales que tenemos contra las secreciones y los microorganismos, en el tramo que va de la boca a la tráquea. Es un cambio radical que preserva las defensas naturales de la persona.

La función de la vía aérea superior es filtrar organismos y partículas del exterior, y si hay un tubo introducido que va directo a los pulmones, pasando de largo esta vía aérea superior, este filtro desparece y aumenta el riesgo de entrada de bacterias.

La resistencia a los antibióticos que tienen las bacterias.

El principal problema ha sido el abuso de los antibióticos para todo, de ahí nacen las resistencias. Es un tema que preocupa. Preocupa en la neumonía que está adquirida fuera del hospital, pero sobre todo en las infecciones intrahospitalarias.

Hay ciertos países en el sur de Europa que tienen un problema muy grave en este momento: no tienen antibióticos o tienen sólo un antibiótico para tratar una bacteria. Y quizás ese uno que ha quedado sensible no es el mejor para esa bacteria.

La resistencia que las bacterias tienen a los antibióticos es un problema que ya está aquí, y hay presión de las industrias y también de las autoridades regulatorias para tener nuevos antibióticos y que salgan al mercado lo antes posible. Se está favoreciendo que el proceso de desarrollo de un nuevo antibiótico sea más corto, porque se necesitan con urgencia nuevos fármacos.

La resistencia a los antibióticos se produce porque las bacterias son inteligentes y se vuelven resistentes a los antibióticos, especialmente cuando se ha utilizado mucho un antibiótico o se ha utilizado a dosis inadecuadas. Es algo que ha pasado mucho.

Ahora no se puede comprar un antibiótico en una farmacia, pero años atrás una persona podía ir y pedir un antibiótico, y se lo suministraban. Ahora no es posible y es una medida muy inteligente porque de esta forma se restringe su consumo y la automedicación. También hay una educación médica, sobre todo en medicina primaria, que tiene que hacerse de forma inteligente y exhaustiva.

¿Es efectiva la vacuna del neumococo?

La vacuna del neumococo es imprescindible. Se ha demostrado en niños su eficacia para disminuir la enfermedad neumocócica, la infección por neumococo, y la Unión Europea ya la ha aprobado para adultos de más de 65 años y para adultos con enfermedades respiratorias y otras enfermedades, para prevenir la neumonía neumocócica.

¿Por qué a veces no conseguimos sacarnos de encima el resfriado?

Esto ocurre porque virus hay muchos, y virus que afectan al árbol respiratorio no sólo está el de la gripe. Las vacunas protegen contra la gripe, pero no contra los otros virus respiratorios. Los virus con facilidad se transmiten de persona a persona, y por tanto hay una facilidad muy grande de contagio.

Normas para evitar las infecciones respiratorias

Vacunación antigripal y antineumocócica.
Reducir el consumo de alcohol y de tabaco.
La higiene dental periódica es muy importante, porque los microorganismos están en la boca y en la placa dental.
Y algo que puede no gustar pero que se tiene que hacer: evitar el contacto de las personas mayores con los niños cuando estos tienen una enfermedad respiratoria. Los niños son los portadores de las infecciones respiratorias que contraen los adultos, en contra de la creencia general de que es al revés.

Fuente: La Tribu de Catalunya Ràdio (05/03/2014) / Para todos la 2 de RTVE (23/03/2015)

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Gripe y resfriado. Diferencias

En torno a enero y febrero es cuando nos preocupamos de cómo paliar los efectos de la gripe, que en determinados casos son muy graves, pero es en octubre y noviembre cuando podemos poner los mecanismos necesarios para evitar ese contagio. Y hoy por hoy, y pese a lo que digan los llamados antivacunas, la herramienta de salud pública que está científicamente demostrada y avalada es precisamente la vacunación.
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En este tiempo de otoño las comunidades autónomas ponen en marcha sus correspondientes campañas. Es una medida importante para proteger la salud, y en algunos casos hasta la vida, de los colectivos más vulnerables al virus de la influenza.

Gripe o resfriado

¿Es gripe o resfriado?

Normalmente el resfriado está muy localizado en lo que es la zona de la nariz, hay congestión nasal, lagrimeo, estornudos, tos, dolor de garganta, puede haber dolor de cabeza. Lo que caracteriza al resfriado son los mocos, así como la voz gangosa que se nos pone y el estar constantemente con el pañuelo.

Los síntomas de la gripe son fiebre alta ―a partir de 38º― acompañada de un dolor muscular muy grande que parece que se cala en los huesos, como si nos hubiesen apaleado ―de ahí viene el que a la gripe se la llame trancazo, que viene de que te den con una tranca (con un palo) ―. Además puede ir acompañada de dolor de garganta, se puede tener tos, también congestión y dolor de cabeza intenso.

En cuanto a la duración del resfriado, éste suele durar menos ―a no ser que la cosa se prolongue porque no le hagamos caso y no nos cuidemos―. Con la gripe pueden pasar hasta quince días hasta que se cura por completo, una semana con medicinas y una semana sin medicinas.

Síntomas de la gripe

―Fiebre elevada, 38-40º
―Dolor muscular intenso.
―Dolor de cabeza intenso.
―Congestión nasal en ocasiones.
―Dolor de garganta en ocasiones.
―Tos en ocasiones.

Síntomas del resfriado común

―Fiebre ausente o baja.
―Dolor ausente o leve.
―Dolor de cabeza en ocasiones.
―Congestión nasal sí.
―Dolor de garganta frecuente.
―Tos frecuente.

Gripe o resfriado

Combatir el catarro o resfriado común

¿Es el frío el responsable de pillar un resfriado?

Estrictamente no, porque por ejemplo en la Antártida o en las bases que hay en los Polos no hay resfriados. Allí se puede morir por congelación pero no por pillar un resfriado. Y en ocasiones vamos a esquiar y pasamos mucho frío y en cambio no nos resfriamos.

Gripe o resfriado

El resfriado es una enfermedad infecciosa provocada básicamente por virus. Hay diferentes tipos de virus, el más típico es el rinovirus ―rino quiere decir nariz, y por tanto se trata de un virus que infecta las células de la nariz, de la garganta y de las vías aéreas superiores―. No es el frío el causante del resfriado común sino el virus.

En realidad lo que ocurre es que el frío ayuda a los virus a hacer su trabajo, que es infectarnos. Cada vez que respiramos a nuestros pulmones entra un montón de polvo, de partículas contaminantes, de polen que haya en el aire y de virus y bacterias.

Eso ocurre cada vez que respiramos ―y lo hacemos muchas veces al día―, estamos inhalando un montón de virus que quieren llegar a nuestros pulmones para infectarnos. Para defendernos de esto tenemos el sistema inmunitario, entre otras cosas. Sobre todo tenemos una capa de mocos forrando la tráquea, de manera que se quedan pegados. Los mocos sirven fundamentalmente para que se queden pegados los microbios y no alcancen el pulmón.

Esos mocos van subiendo lentamente por la tráquea y antes de llegar a la garganta ya bajan para el estómago. Y van subiendo porque las células que forran la pared de la tráquea tienen como una especie de pelos que se van moviendo rítmicamente y van empujando a los mocos hacia arriba.

¿Qué ocurre cuando hace frío? Pues que este movimiento lo hacen mucho más lentamente. La cosa se queda parada y los virus y los microbios que estaban ahí disponen de mucho más tiempo para alcanzar la superficie de la célula e infectarla. De manera que el frío lo que hace es darles más tiempo a los microorganismos que entran para infectarnos, pero el responsable final es el virus.

Gripe o resfriado

¿Cómo nos puede ayudar la alimentación a combatir el resfriado?

Los resfriados principalmente se combaten con un buen sistema inmunológico. Tener unas buenas defensas es lo mejor para el resfriado. De entrada es importante una dieta equilibrada porque no hay un solo alimento, es la suma de muchos ingredientes que hace que este sistema inmunológico esté potente.

Es importante el desayuno ―no dejar por ejemplo que los niños se vayan a la escuela sin desayunar―. Cuando nos levantamos por la mañana después de estar muchas horas durmiendo tenemos muy poca reserva, y a nuestro organismo le hace falta.

El sistema inmunológico está en funcionamiento las 24 horas, y por lo tanto tenemos que darle vitaminas, minerales, proteínas… un poco de todo.

Gripe o resfriado

La base es la dieta equilibrada y hacer  4 ó 5 comidas al día: un buen desayuno, el no irse a dormir sin haber cenado ―que hay quien dice “yo me tomo un yogur y ya está”, y eso no nos va bien―.

Un poco de proteína es necesaria, es la principal fuente para poder fabricar las inmunoglobulinas. Con pocas proteínas ―con desnutriciones― hay mayor riesgo de infección.

Los vegetales son imprescindibles porque tienen fibra, y la fibra cuando nosotros la ingerimos llega a nuestro intestino grueso donde da de comer a las bacterias que tenemos ahí. Y gracias a una buena reserva de bacterias nuestro sistema inmunológico es potente, porque en el intestino grueso se fabrican muchas defensas. Los vegetales nos aportan la fibra que da de comer a esas bacterias, por eso es importante la verdura al mediodía y por la noche.

La fruta y los vegetales crudos también son importantes. La vitamina C ayuda a aumentar la producción de leucocitos ―que son las defensas―. Con dos frutas al día es suficiente, no hace falta tomar la cantidad de zumos que ingerimos a veces para prevenir resfriados.

Es cierto que la vitamina C ayuda a prevenir, porque interviene en la formación de unas células que son las de defensa, pero no es sólo la vitamina C. Por ejemplo el zinc también hace falta, o el omega-3, y menos grasas saturadas también favorecen un buen sistema inmunológico.

Con un par de frutas al día estamos haciendo una buena prevención. También la hacemos cuando comemos vegetales al mediodía y por la noche, y cuando no nos saltamos el desayuno. El irse a la cama sin haber comido nada es fatal. Se trata de mantener un equilibrio.

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¿Sirve la Vitamina C para el resfriado?

Siempre se la ha considerado uno de los mejores remedios para el resfriado. El primero que dijo que la vitamina C servía para curar el resfriado fue Linus Pauling ―ganador de dos Premios Nobel, de Química y de la Paz―, era una persona muy brillante pero en esto se equivocó.

Cuando se hicieron más estudios, a más escala y con mayor número de pacientes, se vio que el hecho de tomar dosis incluso muy grandes de vitamina C no mejoraba el resfriado, ni hacía que uno se resfriase menos ni que el resfriado durase menos.

Lo único que podría tener algo de sentido es que si no tenemos suficiente vitamina C, si hay un déficit ―cosa muy rara en nuestra sociedad con la dieta que llevamos―, entonces tenemos el sistema inmunitario algo fastidiado. Pero en condiciones normales tomar dosis de vitamina C para curar el resfriado, por lo que sabemos, no lo cura. No obstante una de las cosas importantes en el resfriado es tener el cuerpo bien hidratado, por lo que el zumo de naranja puede ser una buena opción y es más agradable de beber que el agua.

La vitamina C es una vitamina imprescindible y sirve para prevenir el escorbuto. Ayuda a fabricar el colágeno, que es por así decirlo el pegamento que mantiene las células de nuestro cuerpo unidas las unas a las otras.

Cuando este pegamento no anda bien, los tejidos están más frágiles, las encías sangran, la gente está más débil. De esto se dieron cuenta los ingleses y por ello daban zumo de lima a los marineros, en la época de Nelson y de la batalla de Trafalgar, y de esa forma los marineros estaban sanos. Las otras armadas de la época ―la española y la francesa― no lo hicieron, y cuando iban a luchar estaban más enfermos. Y ganaron el imperio los ingleses.

La vitamina C tiene más funciones. Una de las más conocidas es que es antioxidante, y tomar antioxidantes nunca está de más. Dicen que con ellos envejecemos menos.

Por tanto la vitamina C ayuda a que las células del sistema inmunitario funcionen correctamente, lo que ocurre es que normalmente ya tenemos suficiente vitamina C como para que nuestro sistema inmunitario luche contra el resfriado de la manera que le toca sin necesidad de suplementos vitamínicos.

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¿Y la miel?

Siempre se ha dicho que un poco de miel en un vaso de leche caliente ayuda cuando estamos resfriados, que es reconfortante.

La miel en sí no ayuda a prevenir el resfriado. Sí ocurre que cuando estamos resfriados nos encontramos mal, y sólo el hecho de tomar la leche caliente ya nos produce una sensación de bienestar ―porque es sedante, calmante y tranquilizante―, y puestos a escoger con que endulzarla mejor miel que es más saludable que el azúcar. El tomar algo dulce nos hace sentirnos mejor, y ese placer nos lo proporciona la leche caliente con la miel.

La única diferencia de la miel si la comparamos con el azúcar está en que ésta lleva algo de vitaminas y minerales que el azúcar no tiene, pero no deja de ser una cantidad muy pequeña en lo que es una cucharada.

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La gripe qué es

Diferentes tipos de gripe

Hay distintos virus que causan la gripe, son cepas diferentes. Tenemos la A, la B y la C:

―A la gripe C no hay que hacerle mucho caso porque a veces ni nos enteramos.
―La gripe B es la común, la que solemos tener.
―Y luego está la gripe A que es la más complicada.

Los virus es como si fueran vestidos, llevan su camisa y sus pantalones ―las hemaglutininas y las neuraminidasas, que son los pinchitos que llevan en la parte de fuera―. Nuestro cuerpo reconoce esas camisas y esos pantalones, porque nuestras defensas saben cómo responder ante ellos.

Lo que ocurre con el virus de la gripe A es que puede mutar. Puede ser que nos hayamos vacunado contra la gripe contra una cepa determinada, pero de repente en mitad de la campaña ―allá por noviembre o diciembre― muta y se cambia la camisa.

Nuestro cuerpo sabe reconocer la camisa de cuadros pero se pone una de topos. Y por eso la vacuna antigripal no hace efecto, porque realmente no es la cepa para la que estábamos vacunados. Cuando esto sucede y los virus mutan, nuestro cuerpo no sabe responder y es cuando ocurren las pandemias.

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Cómo se contagia la gripe

La gripe estacional es una de las enfermedades más comunes del mundo. Se trata de una infección respiratoria causada por la acción del virus de la influenza, que se caracteriza por su gran capacidad para mutar. Por eso la vacuna de la gripe de un año para otro no nos vale.

Otra característica de este virus es su gran capacidad de contagio, que se produce fundamentalmente por vía aérea. La diseminación de los virus de la gripe se produce a través de las gotitas de agua transportadas por el aire, y de esta forma van entrando en contacto directo con personas o con objetos que resultan contaminados.

El virus entra en la nariz, en la garganta o en los pulmones de una persona. Se adhiere a las células de las vías respiratorias y comienza a multiplicarse extendiéndose por todo el organismo.

El cuadro clínico inicial típico de la gripe suele manifestarse de forma brusca con fiebre y escalofríos, acompañados de dolor de cabeza, congestión nasal, molestias en la garganta, malestar general, dolores musculares, pérdida de apetito y tos seca.

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La fiebre y los dolores musculares suelen durar de tres a cinco días, y la congestión y la falta de energía puede llegar a durar hasta dos semanas.

En niños también son de la gripe síntomas frecuentes la otitis media y las molestias abdominales ―como las nauseas, los vómitos o las diarreas―. En ancianos es frecuente la aparición de dificultad respiratoria o la producción de esputo.

La gripe puede revestir más gravedad en personas mayores, sobre todo a partir de los 65 años. Pero no sólo son más vulnerables los ancianos, también corren más riesgo las personas que padecen enfermedades crónicas cardiovasculares o pulmonares, o los niños y adultos con enfermedades metabólicas crónicas como la diabetes, o también insuficiencia renal o las personas inmunodeprimidas.

Además son personas de riesgo los niños y adolescentes de seis a dieciocho años que reciben tratamiento prolongado con ácido acetilsalicílico (aspirina), así como las mujeres embarazadas sobre todo a partir del segundo trimestre de embarazo.

En condiciones normales de salud la gripe suele cursar sin mayor problema y remite en una semana. Pero hay otros casos en que la gripe, directa o indirectamente, puede tener complicaciones importantes. Por eso se recomienda la vacunación.

Cuándo se contagia la gripe

¿Cuál es el periodo de contagio? Antes de que empecemos a tener síntomas posiblemente ya somos contagiosos, pero una vez que tenemos síntomas ¿cuántos días somos contagiosos?

La gripe la contagian de distinta manera  los niños y los adultos:

Los niños son los transmisores por excelencia, son contagiosos desde antes de que se pongan enfermos ―aproximadamente dos días, incluso antes― hasta 14 ó 15 días después. Un niño que ha pasado la gripe y que ya está curado sigue eliminando virus. Además los niños eliminan mucha más cantidad que los adultos. ¡Hay que protegerse de los niños infectados de gripe!
Un adulto puede contagiar la gripe hasta 3 ó 4 días después de empezar con los síntomas, y a partir de ahí ya no. Si el adulto es una persona inmunodeprimida ―por ejemplo una persona postrasplantada o una persona que tiene una inmunodepresión que se está tratando― puede llegar a durar una semana, pero poco más.

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En qué casos se debe administrar la vacuna de la gripe

Durante el periodo de vacunación se insiste mucho en que la vacuna de la gripe debe ser administrada a determinados grupos de población. Unos para hacer de barrera ―como los sanitarios― y otros porque realmente pueden tener serios problemas si son afectados por el virus de la influenza.

No debemos olvidar que, aunque sea una de las patologías más familiares que padecemos al cabo del año, suele dejar cada año una estela de entre 2.000 y 3.000 muertes en España. En este sentido la población más vulnerable son los ancianos y los enfermos crónicos.

De las cerca de 3.000 muertes que acarrea la gripe todos los años en España la mayoría se derivan, no tanto del propio virus, sino de las complicaciones que puede llegar a ocasionar en pacientes vulnerables.

Por eso la mejor forma de evitarlas es justamente la vacunación, no sólo de los grupos de riesgo sino también de personas y colectivos que al vacunarse crean una barrera protectora para que el virus no llegue a esas personas más susceptibles de sufrir complicaciones.

DEBEN VACUNARSE:

  • los mayores de 65 años,
  • los adultos con enfermedades crónicas cardiovasculares o pulmonares,
  • los adultos con enfermedades metabólicas crónicas como diabetes, insuficiencia renal o inmunosupresión,
  • personas que convivan en residencias e instituciones o en centros que prestan asistencia a enfermos crónicos de cualquier edad,
  • niños y adolescentes de seis meses a 18 años que reciben un tratamiento prolongado con ácido acetil salicílico,
  • mujeres embarazadas, preferiblemente a partir del segundo trimestre del embarazo,
  • profesionales sanitarios y parasanitarios, sobre todo los que atienden a pacientes de alguno de los grupos de alto riesgo descritos antes,
  • personas que trabajan en instituciones geriátricas o en centros de cuidados de enfermos crónicos y que tienen contacto directo con los residentes,
  • cuidadores domiciliarios de pacientes de alto riesgo o de ancianos,
  • pacientes obesos con un índice de masa corporal mayor del 40%,
  • personas que conviven en el hogar con otras que pertenecen a algunos de los grupos de alto riesgo,
  • y también se recomienda la vacunación a quienes prestan servicios comunitarios esenciales como policías o bomberos.

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¿Se puede administrar la vacuna de la gripe si la persona está resfriada?

Si una persona tiene un resfriado leve sí se puede vacunar. Lo que no se debe es no vacunarse por estar resfriado.

Cuando no se tiene que administrar la vacuna es cuando hay un proceso febril mayor de 38º, en este caso sí que está contraindicado poner la vacuna y hay que posponerla para más adelante.

¡Ya están aquí los antivacunas!

Frente a la recomendación de la vacuna todos los años surgen argumentos contrarios, carentes de validez científica, que tratan de restar eficacia a esta herramienta de prevención que tantas vidas salva cada año.

Es cierto que la prevención de la vacuna no llega al 100% de eficacia, pero nadie puede negar que, en pacientes de riesgo, disminuya en gran medida la gravedad y las complicaciones que pueden derivarse de la infección por el virus de la gripe. No sólo evita el contagio en buen número de casos sino que además atenúa la gravedad de las posibles complicaciones en los pacientes de riesgo.

Para evitar el contagio

Con los estornudos, la tos o simplemente al hablar la gripe se contagia. Para evitar el contagio los médicos recomiendan medidas de higiene corporal como el lavado de manos. También ventilar bien las casas y evitar el contacto cercano con personas infectadas.

Por supuesto no se deben compartir vasos o enseres que estén en contacto con quienes tengan el virus. Una alimentación equilibrada hará que nuestras defensas la mantengan a raya.

Hacer ejercicio también ayuda, todo lo que sea fortalecer y oxigenar es bueno para el sistema inmune y es bueno en general para la salud. De hecho una gran culpa de la incidencia alta de gripe es el hacinamiento, cuando estamos juntos reunidos en sitios cerrados y poco ventilados, son los espacios más proclives a permitir que se propaguen los virus.

Vacunarse contra la gripe puede prevenirla pero no es infalible. Sin embargo, si cogemos la gripe estando vacunados los síntomas serán más leves.

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Qué hacer si nos alcanza el virus de la gripe

Lo primero que tenemos que hacer es descansar, nuestro organismo debe emplear sus energías en hacer frente a la infección. Además es muy importante tomar abundantes líquidos ―zumos, sopas, infusiones, frutas, verduras o simplemente agua―.

Desde luego hay que evitar el consumo de alcohol y de tabaco. Para hacer frente a los síntomas podemos recurrir a medicamentos como los antitérmicos y los analgésicos.

Y desde luego no tomar antibióticos: la gripe está causada por un virus, así que los antibióticos no hacen absolutamente nada ya que son medicamentos que sólo actúan frente a las bacterias.

El consumo indiscriminado del antibiótico no sólo es ineficaz contra la gripe, sino que además provoca que las bacterias desarrollen resistencias. Sólo cuando existen complicaciones bacterianas en el proceso gripal el médico podrá recetar algún antibiótico.

También hay que ser prudentes a la hora de dar acido acetilsalicílico (aspirina) a niños y adolescentes, ya que se puede provocar un síndrome raro pero grave que es el síndrome de Reye. Por eso en esta población es más seguro el paracetamol.

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La gripe en niños

¿Quién se la pega a quien?

Cuando estornudan o cuando tosen los niños muy pequeños no pueden protegerse con una mano, o con el brazo que es como habría que hacerlo.

Es más habitual que si el adulto le va a dar un beso a un chiquitín de seis meses, el niño estornuda y produce el contagio.

Pero al revés también ocurre, y es muy importante insistir en el tema del lavado de manos. Los adultos no nos damos cuenta y tosemos o estornudamos y ponemos la mano… ahí se produce muchas veces la transmisión. Por eso hay que insistir en el hecho de lavarse las manos siempre antes de comer, y después de comer… Sin llegar a la obsesión pero es importante.

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¿Cuántos días de fiebre? ¿Pasan la gripe igual niños y adultos?

La gripe infantil es una enfermedad a la que hay que tenerle respeto, los niños no lo pasan nada bien en absoluto. Son procesos febriles que se pueden dilatar hasta cinco o siete días.

Hay que ir al pediatra, para ver que no haya ningún tipo de complicación. Los famosos mocos pueden durar dos semanas ―o a veces de octubre hasta marzo―. La verdad es que no es un cuadro agradable con dolores musculares y cefalea.

Y hay veces que se complica por ejemplo con una otitis. En niños muy pequeños puede producir bronquiolitis, neumonías… Hay que estar alerta y vigilar sobre todo tres cosas:

―La fiebre.
―El estado de hidratación.
―Que no tengan signos de dificultad respiratoria.

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Medicamentos para la gripe y el resfriado.

Ni gripe ni resfriado se curan con antibióticos.

Los antibióticos son para bacterias, y la gripe y el resfriado están causados por virus. Es muy importante no administrarlos si no son necesarios, porque su abuso genera un grave problema que es la resistencia a los antibióticos.

Los antigripales.

El doctor Gregorio Marañón fue bastante expeditivo cuando afirmó que la gripe se cura en una semana con tratamiento y en siete días sin tratamiento. Aun así lo que podemos hacer es intentar llevarla de la mejor manera posible.

Los medicamentos para la gripe que vemos anunciados en televisión ―los antigripales― no curan la gripe, pero sí que nos ayudan a mejorar los síntomas.

Lo que llevan estos preparados es:

  • Un analgésico/antipirético para bajar la fiebre y aliviar el dolor, que suele ser sobre todo paracetamol aunque también los hay con ibuprofeno o con ácido acetilsalicílico.
  • Un antihistamínico (clorfenamina) para cortar los síntomas similares a los producidos por la alergia como el moqueo, el lagrimeo y los estornudos.
  • Y un descongestivo, que suele ser la pseudoefedrina o fenilefrina que tiene menos efectos secundarios, para cortar la congestión nasal.

Estos tres componentes los suelen llevar casi todos. A partir de ahí hay algunos que incluyen dextrometorfano para la tos, o que incluyen vitamina C o cafeína.

Ahí ya nos puede aconsejar el farmacéutico según los síntomas, si por ejemplo no tienes nada de tos no te lleves uno con dextrometorfano porque te estás tomando un medicamento que no te va a servir para nada.

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¿”Forte” o “no forte”?

La diferencia está en una dosis mayor o menor de analgésico, 1000 mg de paracetamol en lugar de 650 mg.

¿Los niños pueden tomar antigripales?

Hay algunos antigripales que se pueden utilizar a partir de seis años. Pero en caso de administrar medicamentos a los niños siempre es mejor consultarlo con el pediatra, para que él sea quien valore si a lo mejor no es un proceso vírico sino bacteriano, y si necesita un antibiótico.

Epidemia de gripe.

La gripe siempre ha existido.

Ha habido grandes pandemias, grandes afectaciones y gran mortalidad en algunas epidemias. La gripe ha acompañado al hombre a lo largo de la historia. Ya durante la antigua Grecia existen referencias de enfermedades con síntomas similares.

Una epidemia es una enfermedad que se propaga por un país durante algún tiempo, mientras que una pandemia se extiende a otros países.

En el siglo pasado hubo tres terribles pandemias de gripe:

La primera entre 1918 y 1920. Fue una variante de la cepa de gripe porcina, la famosa gripe española, que acabó según las cifras oficiales con 20 millones de personas.
La segunda pandemia fue en 1957. Se originó en China y provocó la infección del 50% de la población mundial.
La tercera y gran última gripe también tuvo origen en Asia, a mediados del año 1968, y tal y como la anterior fue una mutación del virus de la gripe aviar.

Desde entonces no se han vivido pandemias con tanta mortalidad, aunque sí periódicamente epidemias generalmente estacionales. Según los especialistas la letalidad de la enfermedad no depende tanto del virus en sí sino de sus complicaciones, que suelen ser mayores en personas con defensas bajas o en condiciones socioeconómicas o higiénicas limitadas.

¿Qué se considera epidemia?

La cifra que se considera umbral para hablar de epidemia son 80 casos por 100.000 habitantes.

Hombres y mujeres ante la gripe

¿Por qué ellos son más quejicas?

En general se tiene la percepción de que las mujeres soportan mejor las enfermedades que los hombres. Cuando la mujer está enferma sigue con los quehaceres, con los niños, llevándolos a la escuela, haciendo la comida… En cambio a un hombre enfermo… se le acaba el mundo. En cama, que no le miren, que no le hablen, que no le toquen y que le dejen en paz.

Esa debilidad física tiene una explicación. Puede ser que haya quien sea más quejica, pero aparentemente los hombres se ponen más enfermos cuando hay enfermedades infecciosas ―el caso de la gripe es el ejemplo más típico―. Esto lo vieron en un estudio que hicieron para ver cómo respondíamos a la vacuna contra la gripe.

Cuando se administra la vacuna nos inyectan parte del virus. Esto hace que el sistema inmunitario ya se ponga en marcha y empiece a generar anticuerpos, para que cuando llegue la infección de verdad ya tengamos los anticuerpos y le podamos hacer frente.

Lo que hicieron en ese estudio es ver cómo respondían las personas, y se dieron cuenta de que las mujeres fabricaban muchos más anticuerpos que los hombres. La respuesta del sistema inmunitario frente al primer estímulo era mucho más intensa en mujeres que en hombres. Había muchas diferencias, por eso a unos la vacuna les funciona mejor y a otros peor, pero en general las mujeres respondían mucho mejor.

Y parte del motivo parece ser que estaba relacionado con los niveles de testosterona ―la hormona típica masculina―. En los hombres que tenían relativamente poca testosterona, su sistema inmunitario respondía muy bien a la vacuna de la gripe. Y al contrario sucedía con los que tenían niveles elevados de la hormona.

También ocurría con las mujeres, pero en las mujeres de entrada los niveles de testosterona ya son bajos ―los hombres tienen 30 ó 40 veces más testosterona que las mujeres―. Cuanto más testosterona menos sistema inmunitario funcionando y respondiendo correctamente frente a las infecciones.

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¿Qué pinta la testosterona en esto de la gripe?

Cuando hablamos del sistema inmunitario hablamos de las defensas, pero en realidad es toda una red de células diferentes ―de leucocitos, linfocitos, macrófagos― que se ponen a luchar contra las infecciones.

Para hacerlo estas células tienen que comunicarse entre ellas ―es como un ejército que cuando se moviliza se tiene que comunicar―, y lo hacen a través de mandarse señales químicas.

La testosterona parece que interfiere en esta señalización, de manera que las señales que se mandan las células entre ellas funcionan peor y hay muchas células que no se enteran de que hay una infección y por lo tanto responden peor.

Si el nivel de testosterona es alto la comunicación entre células es más mala y la respuesta es peor a la infección. En una mujer que tiene poca testosterona su sistema inmunitario responde bien y lucha muy bien contra las infecciones.

Esto también tiene un problema. Se ha visto que las mujeres tienen menos infecciones ―es algo que ya se sabía desde hace tiempo― pero en cambio tienen más enfermedades autoinmunes. Porque como el sistema inmunitario está funcionando mucho, con más facilidad ataca al propio organismo.

Por lo tanto enfermedades como el lupus o como el asma afectan más a las mujeres mientras que las infecciones afectan más a los hombres, con todas las variaciones. No hay que tomárselo al pie de la letra pero la tendencia es clara.

Fuente: A su salud de Radio 5 (30/10/2017) y (12/01/2015) / La aventura del saber de RTVE (13/10/2015) / Saber vivir de RTVE (9/01/2017) / Para todos la 2 de RTVE (16/01/2014), (24/04/2013) y (4/11/2011) / Imágenes: flickr de Ed Ivanushkin, pixabay, e ilustraciones de Anjan Sarkar, Julia Cejas y Roger Olmos.