En nuestra sociedad son más valorados los atributos relacionados con la extraversión
Pero un niño introvertido tiene una serie de características muy positivas que se han de apreciar y potenciar. El temperamento del niño suele manifestarse pronto. Los estudios demuestran que la mayoría de niños sigue siendo fiel al patrón de temperamento que empezó a manifestar en torno a los cuatro meses de edad.
La introversión es un temperamento innato
Se fundamenta en la composición genética de la persona
Los investigadores han descubierto que, de todos los rasgos de personalidad estudiados, el más predecible con el paso del tiempo es el punto en que se encuentra una persona del continuo introversión-extraversión.
Los estudios realizados demuestran que existen razones físicas por las que los introvertidos son así, y confirman que intentar cambiar a un introvertido para que se vuelva extravertido no sólo es peligroso, sino además INÚTIL.
Muchos introvertidos se sienten avergonzados
Al ver que algunos tipos de interacción que a otros no les cuestan, a ellos les suponen todo un desafío. El fundamento científico de la introversión puede asegurar a los niños introvertidos (y a sus padres) que no les pasa nada malo, y que sus dificultades no se deben a que carezcan de alguna habilidad o a falta de interés.
Cómo detectar a un niño INTROVERTIDO o a un niño EXTRAVERTIDO
¿Tu hijo…
■ habla bajito, y de vez en cuando se detiene buscando la palabra correcta?
■ se mantiene en silencio en según qué situaciones, pero cuando está en un entorno conocido habla con fluidez?
■ se siente cansado después de una actividad social y necesita un tiempo para recuperar fuerzas en silencio?
■ parece dudar a veces?
■ se mantiene a cierta distancia de la acción y observa?
■ participa gradualmente en las actividades nuevas?
■ tiene uno o dos buenos amigos y considera que los demás son conocidos?
■ se muestra falto de interés, petrificado o agobiado a veces?
■ deja de hablar si lo interrumpen?
■ se mantiene inmóvil en público y su expresión no revela emociones?
■ aparta la vista cuando habla, pero mantiene el contacto visual cuando escucha?
■ deja de hablar si está cansado, agobiado o incómodo?
Si es así, tu hijo tiende a la introversión.
¿Tu hijo…
■ habla rápido y en voz alta, sobre todo si está nervioso?
■ le gusta cambiar mucho de tema?
■ da la impresión de saber sobre un tema más de lo que sabe en realidad?
■ se mantiene cerca de la persona con la que habla?
■ interrumpe conversaciones?
■ aparta la vista cuando escucha?
■ usa mucho expresiones faciales y gestos?
■ desconecta cuando usas frases largas o cuando le hablas a fondo sobre un tema?
■ se marcha si una conversación dura demasiado?
■ considera que la mayoría de personas son amigos?
■ se implica fácilmente en situaciones nuevas?
■ se siente animado después de una actividad estimulante?
■ se queja o se siente agotado si pasa demasiado tiempo a solas?
Si es así, tu hijo tiende a la extraversión.
En la sociedad los extravertidos superan a los introvertidos
En un promedio de tres a uno, más o menos.
Sin embargo no siempre se trata de ser una cosa u otra; la mayoría de las personas poseen tendencias introvertidas y extravertidas.
Las personas extravertidas son las que más llaman la atención: son las que hablan más, hablan más fuerte, siempre dan un paso adelante…
El ser introvertido no es un problema
Pero algunas características que van asociadas a la introversión sí que pueden ser más problemáticas, por ejemplo la timidez, la carencia de habilidades sociales, o una falta de habilidades de comunicación.
En los primeros años de la vida de nuestros hijos es muy normal que se muestren tímidos o introvertidos. Poco a poco esta actitud va desapareciendo, aunque es normal que ante acontecimientos nuevos o desconocidos puedan surgir brotes de timidez.
Los padres somos los que en ocasiones, sin querer, potenciamos una actitud tímida en nuestros hijos. Por ejemplo cuando nos comportamos entre los dos extremos: o somos muy sobreprotectores, o bien somos muy exigentes, rígidos y muy críticos con ellos.
Lo que es cierto es que el niño INTROVERTIDO, en general, tiene una serie de características muy buenas y muy positivas que los adultos debemos ayudar a potenciar:
■ suele ser un niño más reflexivo,
■ muy observador,
■ suele ser un niño que sabe escuchar (por lo tanto será un niño que sabe ayudar),
■ es un niño tranquilo y en casa sabe entretenerse solo sin molestar a nadie (leyendo, coleccionando objetos, dibujando…),
■ respecto al estudio suelen ser niños que sacan buenas notas: saben planificarse, organizar su estudio y ser constantes,
■ son niños que, dado que no les gusta ser el centro de atención, no suelen ser egocéntricos,
■ como tienen esa capacidad de reflexión, se conocen mejor a sí mismos y en un futuro serán adultos que sabrán conducir bien sus vidas.
¿Cuándo debemos preocuparnos?
Puede saltar la señal de alarma si consideramos que la introversión de nuestro hijo es excesiva. Esto sucede cuando la timidez del niño/a afecta a sus relaciones sociales y a su rendimiento escolar.
¿Qué podemos hacer los padres para ayudar a nuestro hijo en ese caso?
Si vemos que la timidez afecta al normal desarrollo del niño, será conveniente reunirse con el profesor o profesora y elaborar una serie de planes de acción para poder ayudarle.
A la hora de elaborar estos planes de acción es muy importante que nunca se presione al niño. Hay que ayudar pero no presionar, porque entonces lo que haremos será agudizar el sentimiento de timidez y de vergüenza.
También es importante hablar con el entorno del niño para que nunca le critiquen. A veces, sin darse cuenta, los abuelos, los tíos, los amigos… agudizan el problema.
Cosas sencillas que podemos ir haciendo
Ayudarán a mejorar la actitud introvertida en nuestro hijo. Por ejemplo:
■ En una comida familiar, un niño que es tímido o introvertido se limita a escuchar. Vamos a esforzarnos en darle su tiempo para que nos cuente alguna anécdota del colegio, pero sin impacientarnos. Y si en ese momento no puede, seguir con la conversación familiar y un ratito después volverle a preguntar.
■ Animarle a que participe en una actividad extraescolar de grupo.
■ Cuando tenga un nuevo amigo lo que haremos en primer lugar será invitar a ese amigo a casa, porque nuestro hijo en su entorno se siente mucho más seguro y afianzará esa amistad. Cuando el ya esté reforzado, le animaremos a que vaya a casa de otros amigos.
Y unas pautas para que seas “bilingüe”
(cómo hablar INTROVERTIDO y EXTRAVERTIDO)
Cuando HABLES con un introvertido:
■ Habla despacio, en voz no muy alta, y permite que haya pausas.
■ Tolera los silencios.
■ Usa frases más complejas.
■ No lo presiones.
■ No lo sobrecargues de emociones.
Cuando CONVERSES con un extravertido, puedes:
■ Hablar más rápido.
■ Usar frases más cortas.
■ Inclinarte hacia él o ella.
■ Hablar en voz más alta.
■ Mostrar distintas expresiones.
Cuando ESCUCHES a un introvertido, lo mejor es:
■ Prestar atención.
■ No interrumpir.
■ Demostrarle que le escuchas.
■ Darte cuenta de que lo que ha dicho es fruto de la reflexión.
■ Si lo necesitas, pide que te clarifique algo y luego espera que lo haga.
Cuando ESCUCHES a los extravertidos, intenta:
■ Ofrecer un feedback inmediato
■ Asentir, sonreír y reír.
■ Admitir que interrumpir no es un problema.
■ Felicitarlos.
■ No creer que lo que dicen es la última palabra sobre el tema.
Fuentes: Libro Cómo ayudar a tu hijo a relacionarse con el mundo de Marti Olsen Laney / Vídeo: Los niños introvertidos