Una de las actrices, cantantes y compositoras más populares del momento. Taylor Swift es una chica sensible y muy emotiva, y eso queda claro en las letras de sus canciones. Su nombre completo es Taylor Alison Swift y nació en Reading, EE.UU, el 13 de diciembre de 1989. Sus padres le pusieron el nombre de ‘Taylor’ en honor al cantante James Taylor. La gente que ha trabajado alguna vez con ella dice que es una de las personas más rápidas a la hora de componer.
Es guapa, canta bien, tiene muchos fans… es famosa. Parece que Taylor es feliz
Ahora sí, pero cuando iba al colegio no lo era tanto. Algunos de sus compañeros de clase se reían de ella, le hacían bullying porque era muy alta. Y otros no querían jugar porque decían que era «rarita».
Al principio Taylor lo pasó mal
Taylor Swift a la edad de 12 años
¿Qué hizo para olvidar lo que le hacían aquellos malos compañeros?
Comenzó a escribir canciones. Con once años compuso THE LUCKY ONE. Que quiere decir: eres afortunado. En ella explica que, ser diferente a la mayoría no nos ha de avergonzar en absoluto.
Quien más la ayudó fue su madre
A ella le explicó lo que le pasaba en el colegio, y juntas buscaban la manera de conseguir que Taylor se olvidase de aquella pesadilla. Ahora Taylor ya es adulta, pero no olvida por lo que pasó en su infancia e intenta ayudar a los niños y niñas que sufren bullying.
¿Cómo les ayuda?
Precisamente haciendo lo que más le ayudó a ella, que es también lo que más le gusta: componiendo canciones.
Una de esas canciones es MEAN
En inglés significa mezquino o mala persona. Habla de un chico que se ríe de otros compañeros de clase y los humilla. Al final es él quien se queda sólo y sin amigos.
Que los adultos sintamos PEREZA en algún momento es normal
A veces la pereza surge porque estamos muy cansados, y es una forma de desconectar. Hemos de ser benévolos con nosotros mismos. Seguir el ritmo del día a día es complicado. Sentarse un rato en el sofá, sin hacer absolutamente nada, es una forma de volver a recargar la energía.
Pero si un niño muestra pereza… algo pasa
Un chaval, por naturaleza, no es perezoso. O está enfermo, o tiene algún problema. Un niño tiene tantísima energía que nos da diez mil vueltas a los adultos. Podemos estar reventados, después de un completo día de excursión, y ellos aún seguirán corriendo por toda la casa. Y si pudiesen bajar al parque, aún continuarían.
La pereza en un niño nos ha de llamar la atención | ¿Tiene algún problema en el cole? ¿Hay algún problema en casa? ¿Hay algo que no está funcionando como a él le gustaría? ¿Hay alguna expectativa que no ha cumplido?
Por ejemplo | Si apuntamos al niño a fútbol, y resulta que nuestro hijo no juega bien a fútbol, sus compañeros le hacen el vacío… Si el pequeño empieza a decir que le da mucha pereza ir a entrenar… Hay que averiguar qué es lo que está pasando. No es que no quiera ir a fútbol, es que hay un problema dentro del equipo y a él lo han excluido. Muchas veces los niños se excusan con la pereza.
Hemos de saber leer la pereza en los niños | Hay cosas que para los padres son prioritarias. Si creemos que nuestro hijo ha de hacer una actividad determinada porque para él es beneficiosa, se le tendrá que acompañar para ayudarle a sacarse esa pereza de encima, y hacer que la actividad sea más divertida (por ejemplo si el niño ha de ir a natación por un problema de saludy al pequeño no le acaba de gustar).
En otras ocasiones la pereza si que nos ha de servir como una señal de alerta
¿Y si la pereza fuese una virtud y no un pecado?
El maestro del humor Javier Cansado lleva esta ucronía al programa ‘El Condensador de Fluzo‘ dedicado a los pecados. No te pierdas este mundo paralelo planteado por el humorista, en el que el refranero popular, entre otros, se vería bastante afectado: .
. Fuente: L’ofici d’educar de Catalunya Ràdio (1/12/15) | Imagen portada: Flickr Mikel Garcia Idiakez
Es importante ser emprendedor. Para darnos cuenta de ello podemos pensar justo en lo contrario: ¿Cómo es un niño, un alumno, que no es nada emprendedor? La idea que nos viene a la cabeza es la de un niño pasivo, apático, que se deja manejar, que no tiene iniciativa. Que va un poco al son de la rutina. Aprender a emprender es necesario.
El emprendimiento es una actitud vital. No es solamente una capacitación para el trabajo profesional. Es la idea de la persona proactiva, protagonista de sus propias decisiones.
¿En qué se diferencian un emprendedor y un empresario?
¿Es diferente preparar a un niño para que sea empresario o para que sea emprendedor?
Son cosas distintas. La escuela tiene como función preparar a la persona para la vida. Luego, la educación no obligatoria, la prepara para una profesión. En muchos aspectos va ligado, pero el emprender es una actitud vital. Uno emprende su proyecto de ocio, su pareja… uno adopta una actitud ante la vida.
El empresario, o la vocación profesional, llevan a abrir un abanico diferente de posibilidades a la hora de elegir tu trabajo. Lo que ocurre es que, para vivir la profesión de una determinada manera, uno ha tenido que aprender a desarrollar ese talento de emprendedor.
¿Se puede aprender a EMPRENDER, o es algo que ya va con el carácter?
Se puede entrenar, cómo el carácter. El carácter emprendedor tiene 4 grandes características:
1. Responsabilidad y autonomía.
Un joven emprendedor es alguien que tiene un grado importante de responsabilidad y autonomía a la hora de plantearse sus decisiones.
2. Capacidad de trabajar en equipo.
Hoy un emprendedor es alguien que sabe trabajar en equipo. Y dentro del trabajo en equipo es capaz de liderar. Es capaz de ser líder, protagonista, tomar decisiones, arrastrar, conmover, convencer… tener habilidades de comunicación.
3. Creatividad.
También hoy, un rasgo importante de una persona emprendedora es que tenga creatividad. Quizás porque el mundo cambia muy deprisa. Se necesita a alguien que sepa asumir riesgos, que sepa innovar, que sea capaz de distinguir posibilidades, que sea capaz de atreverse.
4. Eficacia.
La cuarta pata del emprendimiento es una cierta eficacia. Uno ha de ser eficaz, saber gestionar los recursos –tanto económicos como humanos-, saber gestionar los proyectos, saber empezar y terminar, saber planificar.
Toda esa parte de gestión de habilidades un poco más empresariales, es también parte de la competencia emprendedora.
El imaginario colectivo en España no tiene mucho que ver con esto de ser emprendedor
El concepto de competencia emprendedora aparece en Europa a finales de los 90. En el año 2000 se hace un estudio muy interesante, en el cual se pregunta a los alumnos que han terminado el equivalente a nuestro selectivo qué quieren ser de mayores.
En Europa, el 54% de los jóvenes contestan que quieren ser funcionarios. En España, en aquel momento, esa respuesta la dan un 74%. Hay una preocupación grande en Europa, en las instituciones educativas, del peligro de la fuerte estatalización de las economías europeas.
Que es algo que luego se ha demostrado en la crisis que hemos vivido. Eso de que el trabajo ideal de tu vida es el que esté al lado de casa, con un horario fijo… esa idea acomodada del trabajo como concepto de supervivencia, y no de creación.
Ahí comienza a configurarse la necesidad de que en las escuelas se entrene el carácter emprendedor, aparte de lo que es la educación económica o financiera, que no se ha de dejar de lado. También es una necesidad el aprender a manejar el dinero, pero son cosas diferentes.
Hay una historia al respecto
A finales del siglo XIX en Inglaterra, con la crisis (ya había crisis de mercados), las fábricas de calzado deciden enviar dos expediciones a África, para estudiar si era posible abrir allí nuevos mercados.
Al cabo de pocas semanas llega un telegrama de la primera expedición: «Estudio terminado. STOP. Situación desesperada. STOP. Aquí nadie usa zapatos»
Dos días más tarde llega el telegrama de la segunda expedición: «Estudio terminado. Oportunidad única. Aquí nadie usa zapatos»
El talento emprendedor es la capacidad de afrontar las circunstancias como una oportunidad de crecimiento, y no solamente como un riesgo de fracaso.
También se han de tener en cuenta las leyes, que no ayudan a equivocarse. Cuando hablamos del emprendimiento como actitud, a la hora de perfilar la vida profesional, es cierto que hay culturas y políticas que ayudan a que el emprendimiento desemboque en tener un proyecto empresarial propio. Que ayudan a ser autónomo, a iniciar aventuras laborales por cuenta propia. Hay culturas, como la nuestra, que han empujado siempre al trabajo dependiente. Otras, como la americana, promocionan más el prototipo emprendedor.
Garaje de los padres de Steve Jobs, en Crist Drive en Los Altos, California
¿Cómo se implementa en el colegio el espíritu emprendedor?
Para que un alumno sea capaz de tener iniciativa, ser creativo, ser innovador… la escuela tiene que cambiar en el enfoque que da. La metodología por excelencia es el trabajo por proyectos. Un proyecto, en el fondo, es lo que requiere un emprendedor. Un proyecto es un sueño, que tienes que convertir en un itinerario.
Por ejemplo hacer un huerto escolar. Eso conlleva que haya que formar equipos, ir a ver otros huertos, comprar las semillas… Genera autonomía, genera la toma de decisiones, genera muchas oportunidades para que los alumnos interaccionen en equipo, para que salga el que es líder, para que se entrenen en cada una de estas habilidades. Se crean ocasiones de aprendizaje rico, muy vinculado a la realidad.
Entrenar la competencia emprendedora supone que el alumno aborde situaciones reales, que lo que hago sirva realmente para mejorar algo. Y luego, hay un componente importante en la educación del emprendimiento en la escuela: ha de ser emprendimiento social.
El niño, durante su escolarización, tiene que descubrir que su actividad, lo que hace, puede mejorar la vida de los demás. Eso es algo que hay que aprender en la escuela. Que el sentido profundo del trabajo es crear bien social, no solamente subsistir.
Esa vinculación, entre la actividad que se realiza y la finalidad ética, eso se enseña en la escuela.
Fuente: Carmen Pellicer, directora de la Fundación Trilema, teóloga, pedagoga y escritora. En La aventura del saber de RTVE (24/05/16)
Con el propósito de concienciar a todo el mundo de que la prevención del suicidio es posible, desde el 2003, cada 10 de septiembre, la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) promocionan el Día Mundial de la Prevención del Suicidio.
Es importante que los medios de comunicación se hagan eco de este día. Hasta hace poco se evitaba informar sobre el tema. Había siempre una especie de pacto de silencio para evitar el efecto contagio.
Hay un dato que habla no de una causa, pero si de un condicionante importante. Nos hace fijarnos en las cifras de suicidio entre los más jóvenes: el suicidio es la segunda causa de mortalidad entre este colectivo, después de los accidentes de tráfico. Tras estas cifras de suicidio, o intentos de suicidio, en los jóvenes, hay muchos que son del colectivo LGBT. Paco Ramírez es el director del Observatorio español contra la LGTBfobia.
¿Cuántos de estos jóvenes que se suicidan, o intentan suicidarse cada año, lo hacen por sentirse acosados o rechazados por su orientación sexual o identidad de género?
Numerosos estudios, realizados tanto en Estados Unidos como en Europa, indican que los casos que se dan entre los jóvenes LGBTI son de 3 a 5 veces más numerosos que los que se dan entre los jóvenes en general.
50 jóvenes LGBTI se suicidan en España cada año, y otros 950 jóvenes lo intentan. Parecía que las cosas habían cambiado. Parecía que la identidad sexual de cada uno se respetaba. Pero se denuncia también que un gran número de casos de acoso en los colegios, tiene que ver con esto.
¿Cómo se puede hacer prevención del suicidio?
Al hacer talleres en las escuelas, se nota una regresión en lo que respecta al tema de la tolerancia en los jóvenes. Tienden a ser más intolerantes que los jóvenes de antes.
¿Tan solos se sienten los chicos y las chicas LGBTI que la única solución que ven a veces es quitarse la vida?
Es así. Si estás en una situación en la que tu entorno familiar no lo acepta o no lo ve claro. En tu entorno escolar no tienes apoyo y no tienes con quien hablar, se da bullying o acoso escolar por parte de tus compañeros. Además, estando aún en una primera etapa. Con confusión y auto aceptando la propia sexualidad…
Todo esto se une y es un coctel explosivo, que puede provocar el suicidio o intento de suicidio por parte de muchísimos jóvenes LGBTI.
Dicen que los buenos profesores marcan para toda la vida y despiertan vocaciones. Y que a uno malo no suele olvidársele nunca.
La influencia de un maestro en un niño es decisiva. Los buenos profesores son los que muestran un verdadero interés por sus alumnos, saben ser flexibles y atienden a necesidades individuales. Son claros en sus expectativas, y alientan más que critican cuando un niño tiene dificultades.
Les encanta su trabajo y disfrutan enseñando. Conocen bien las asignaturas que imparten y saben enseñarlas creativamente. De hecho, todas las investigaciones internacionales en materia de educación señalan que la calidad de un sistema educativo pasa en gran medida por la calidad de sus docentes.
Ilustración de Robert Neubecker
Douglas R. Eikermann detalla 16 cualidades que parece que todas y todos los buenos docentes tienen en común:
1. Conocen la materia
No se puede enseñar lo que no se sabe. No es necesario un doctorado, pero sí unos importantes conocimientos de la asignatura; no obstante, la formación debería continuar a lo largo de toda la vida.
2. Son pacientes
No se espera que su paciencia sea infinita hacia una falta absoluta de disciplina, indolencia, inmadurez o interrupciones y molestias en su trabajo y en el de los estudiantes, pero la paciencia es algo que éstos están aprendiendo, es parte de la profesión docente y hay que saber dar ejemplo.
3. Son intelectualmente curiosos
Su curiosidad intelectual es la que les mantiene al corriente de los cambios en su especialidad, y hace que estén permanentemente actualizados.
4. Tienen confianza
Confían en sus habilidades para detectar en qué punto del proceso de aprendizaje están los estudiantes. Y confían en las habilidades de sus alumnos para aprender.
5. Son compasivos
Son capaces de trabajar con alumnado heterogéneo, con diferentes ritmos de aprendizaje, con diferentes niveles de conocimientos… Un profesor de universidad dijo en una ocasión, acerca de su experiencia como maestro “Cada año en la enseñanza es más difícil para mí, yo soy un año mayor y mis alumnos tienen la misma edad”.
6. Sobre los logros
Los docentes con experiencia tienen las ideas claras sobre lo que sus estudiantes deberían haber aprendido al finalizar el curso, y saben lo que han de hacer en el camino a fin de alcanzar esos objetivos.
7. Saben planificar
Tienen planes y se adaptan a ellos, más allá de la rigidez del currículum. Saben detectar cuándo los estudiantes necesitan más tiempo para asimilar una idea o una unidad didáctica, y están dispuestos a ser flexibles dentro de sus limitaciones.
8. Son conscientes de todo
Los maestros de primaria y secundaria han de tener ojos en la nuca. Han de estar al tanto de lo que sucede en el aula, de lo que sucede en el pasillo, en la clase de al lado, en el claustro,…
9. Ejercen de mentores de sus alumnos
El deseo de influir positivamente en los estudiantes es una motivación para muchos profesores cuando entran en la profesión docente.
10. Ayudan a madurar a los estudiantes
Los chicos tienen vida más allá del aula, y experimentan problemas personales y altibajos emocionales (especialmente, en la adolescencia). Los docentes pueden percibir esos cambios y responder adecuadamente a ellos, siendo los pilares que alienten a los jóvenes a crecer ante la adversidad y mantener su desarrollo académico.
11. Son participativos
Mantienen buenas relaciones con la comunidad educativa: con las familias, con la administración y con el resto del profesorado. Esas buenas relaciones aumentan su eficacia en el aula.
12. Son organizados
Gestionan estudiantes muy diversos, con diferentes tipos de personalidad, multitud de unidades didácticas, materias y cursos… La organización redunda en beneficio de los alumnos, ya que un número máximo de estudiantes se beneficia de las clases.
13. Tienen visión
La enseñanza abarca mucho más que la transmisión de información de los maestros a los alumnos. Los maestros deben ser iluminadores que ofrezcan a sus estudiantes material interesante y múltiples visiones.
14. Saben contextualizar
Cada tema tiene un contexto y se lo proporcionan a sus alumnos. No se aprende en el vacío. Muestran a los estudiantes los conocimientos previos necesarios y cómo se puede conducir al desarrollo de otros conocimientos, habilidades y competencias futuras.
15. Para ellos la enseñanza es una «misión»
La enseñanza es una vocación. Los buenos profesores transmiten al alumnado y a la comunidad educativa, con sus actos, la satisfacción que les produce la elección que han hecho: dedicarse a la educación como su misión en la vida, como su meta de realización personal.
16. Son entusiastas
Nunca pierden la ilusión por la labor docente. Es posible que, temporalmente, se vean agobiados o saturados por problemas administrativos u otras cuestiones aisladas, pero su compromiso fundamental con la enseñanza y el trabajo constante pesan más… Y los estudiantes lo notan.
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Los buenos profesores son MAESTROS EN ILUSIÓN. En estos primeros días de septiembre en que preparamos la vuelta al cole. Cuando los profesores se reincorporan a sus puestos. Cuando los políticos siguen hablando en bucle, discutiendo de nuevo el gran pacto para la educación. Me ha gustado la reflexión de Carles Francino:
«A primeros de septiembre los profesores y profesoras se reincorporan a sus puestos, aún sin niños, pero ya en el escenario donde los próximos meses les espera una tarea de aúpa.
Una tarea que, por desgracia, y hay que repetirlo tantas veces como sea necesario, continúa sin el reconocimiento y el respeto, -tanto social como económico- que si tienen en otros países.
Por eso me parece tan oportuna una carta que publica el Huffington Post. La carta abierta de un educador que se estrena este curso como tal. Sus mensajes son muy básicos:
A los políticos, por ejemplo, les dice: Dejad de mercantilizar la educación. Abandonad la idea de cadena de montaje. Abasteced las leyes educativas de pensamiento crítico y cívico. Descargadlas de competencia y contenidos.
Luego, a la sociedad en general, ante esa frase tan manida de Los maestros tienen demasiadas vacaciones, responde: Venid conmigo el primer día. Manejad una clase de veinticinco niños (veinticinco con suerte) una mañana. Sólo una. Después, valorad.
A los niños, a sus niños, les promete: Iréis a casa con más curiosidad que deberes.
Y por último, a sí mismo, a su yo futuro, cuando ya tenga un montón de años de experiencia y esté desgastado, se limita a recomendarle que: Nunca deje de leer esa carta.
Toparse con alguien que exhiba tanta ilusión y tanto compromiso es como un chute gigante de vitaminas. Ya sé que los cínicos dirán que es una reflexión ingenua, candorosa, utópica… A mí me parece hermosa y necesaria. Porque sin esa ilusión y sin ese compromiso, nadie puede, o nadie debería, ser maestro.
Y el resto, todos, podríamos cuidarles para que no se les gasten las pilas.»
El premio se ha fallado este martes 6 de septiembre. La ONG Aldeas Infantiles SOS ha sido galardonada por su contribución, durante más de setenta años, a la protección de los niños.
El acta del jurado ha resaltado además que: los «principios pioneros» de esta organización «cobran aún mayor vigencia en momentos en los que los conflictos internacionales ponen en especial riesgo a los más vulnerables».
La candidatura, propuesta por la exjugadora de la selección española de baloncesto Amaya Valdemoro, se impuso entre las 33 que en esta ocasión optaban a este galardón, entre ellas, el proceso de paz en Colombia, la Policía Nacional o la Fundación Abogados de Atocha.
Aldeas Infantiles SOS es una organización internacional. Inició su andadura en el año 1949, después de la II Guerra Mundial, para ayudar a los niños huérfanos de Centroeuropa. La primera Aldea se creó en Imst (Austria). Hoy tiene presencia en 134 países.
Su fundador fue Hermann Gmeiner. «Se dio cuenta que los niños no podían vivir en grandes orfanatos sino en una familia» y crearon «familias SOS», en las que normalmente una viuda de guerra vivía ejerciendo de madre con niños.
«Esa idea tan sencilla en una casa se multiplicó por todo el mundo» y ahora en esos 134 países en los que tiene presencia se trabaja con «los menores que han perdido cuidados parentales y con otros niños, jóvenes y familias en situación de riesgo, para apoyarles y que sigan viviendo con su familia».
La ONG cuenta actualmente con 573 aldeas infantiles. Se atiende en ellas a un total de 58.866 niños. Cuenta además con 1.883 centros y programas dedicados a residencias de jóvenes, colegios, centros de educación infantil, programas de fortalecimiento familiar y otros proyectos que atienden a cerca de 494.703 niños, jóvenes y adultos.
Ofrece 943.753 tratamientos médicos en los 76 hospitales SOS y cuenta con 726.395 beneficiarios en los 24 programas de Atención de Emergencias SOS en el mundo.
En 2015, Aldeas atendió a un total de 24.571 niños y jóvenes en España. De ellos, 6.610 formaban parte de sus programas en España y 17.961 de aquellos desarrollados en América Latina y África.
«Ojalá no hubiera la necesidad de Aldeas Infantiles«, ha confesado Pedro Puig, presidente de la institución en España. Significaría que los niños pueden criarse y desarrollarse en su propio hogar, que es donde deben estar. Lamentablemente la situación no es así.
La infancia está atravesando por momentos muy difíciles en España y también en otros países, sobre todo donde hay conflictos bélicos o catástrofes naturales.
Una de las claves de Aldeas infantiles es que consiguen crear auténticos hogares. No sólo refugios. Pedro Puig explica que el sistema de trabajo de esta ONG se extendió tan rápidamente por todo el mundo porque se basaba en una idea muy sencilla: Un niño tiene que vivir en una familia. Tiene que tener una experiencia familiar para desarrollarse, para crecer como un niño y para que cuando tenga su propia familia tenga un modelo de referencia en el que apoyarse.
Y ese es el trabajo de esta organización: Ofrecer familias a niños que han perdido el cuidado de sus padres. Otra línea de trabajo que tienen, cada vez más, es ayudar a familias que están en situación de riesgo para que los niños no tengan que salir y no tengan que dejar de vivir con sus propios padres.
Iciar Bollaín lo plasmó en un documental. En 1, 2, 3… CASA, la directora de cine nos descubre la vida en la Aldea Infantil SOS de San Lorenzo del Escorial (Madrid), donde normalidad, protección y superación son mucho más que palabras. Un relato sobre miedos y angustias, sueños e ilusiones, juegos y diversiones, cargado de la nostalgia y la crudeza de una realidad que no siempre fue feliz.
Acompañar a un niño en su crecimiento es un camino difícil, casi imposible cuando hay que ayudarle a rehacerse y encontrar su camino. Aldeas Infantiles SOS lo hace cada día.
Es una persona sensible, que apuesta porque la educación emocional sea uno de los pilares básicos de la educación. Las ilustraciones de Joan Turu nacen de la ternura. Con ellas alza la voz contra todo aquello que no le gusta.
Según el mismo explica, un lápiz y una cajadecolores siempre le acompañan, para transmitir al mundo cómo le gustaría que fuesen las cosas y crear, por unos instantes en un papel, un mundo donde palabras como respeto, solidaridad, empatía, paz y sobre todo amor, son vividas día a día.
Sobre el pajarito que aparece en sus dibujos
«Un día un pajarito me dijo que el amor era la respuesta a la mayoría de mis preguntas. Desde entonces me gusta dibujarlo acompañando a mis personajes».
«¡Al igual que con el dibujo, si cambias el punto de vista desde el que miras el mundo, cambias el mundo!»
Educar es facilitar las condiciones para que los niños y niñas puedan ser quien ya son.
¡Por una educación que respete el ritmo de cada uno!
¡Me gusta pintar para salir de la ralla!
SER hacer, hacer, hacer, hacer…
Liberemos a la imaginación
¡Si dejamos de etiquetarlos los dejaremos SER!
El corazón tiene respuestas que Google desconoce…
La única talla que realmente importa es la del CORAZÓN.
No juzgo a la semilla por no ser árbol, ¡procuro regarla y cuidarla!
¡Ojalá vivas todos los días de tu vida!
Es de valientes seguir el camino que marca el CORAZÓN.
¡Profesor, no te olvides de tu niño interior!
¡APRENDO MÁS jugando que HACIENDO DEBERES! ¡No más DEBERES! ¡Quiero tiempo libre!
Por un futuro mejor, ¡con palabras siempre!
¡Me quiero tal y como soy!
Enséñame el mundo que hay fuera… ¡pero también el de dentro!
Descubre algunas claves para descansar en familia y estar todos contentos
El mes de agosto toca a su fin, y una gran mayoría apuramos los últimos días de vacaciones en familia. Raquel de Diego, coach de Conciliafam, nos da las claves para conseguir que estos periodos de convivencia sean siempre un disfrute para todos.
Las vacaciones son para disfrutar, y para disfrutar todos, también en familia
Aunque por comentarios de ida y vuelta entre adultos, parece que pueda resultar un suplicio. No hay más que ver sus caras cuando les preguntas “¿y os vais todos?, ¿cuántos días?”. Y su gesto y su tono de voz delatarán cansancio por sólo imaginar el esfuerzo de soportar el viaje, las preguntas del “¿cuánto falta?”, “papá/mamá, mi hermano me está molestando”, la arena de la playa, las picaduras de insectos, y las lavadoras de regreso.
¿Cuándo llegamos? | Ilustración de Océane Meklemberg
Si aún no te has ido, o si ya volviste, siempre quedarán más vacaciones | Así que para vivir las vacaciones en familia de un modo tranquilo, te propongo algunas ideas clave trasladadas del coaching familiar para hacer que toda la familia seáis responsables del tipo de vacaciones que queréis tener, y de cómo queréis estar.
Empezaremos hablando de ellos, de tus hijos
Al ponernos por un momento en su lugar, pensaremos que los niños han pasado de levantarse durante 5 días a la semana con el madrugón, y unos más que otros si en algún caso, y por motivos de los horarios laborales de los padres no les permiten otra opción, tienen que entrar antes al colegio.
Además, su jornada se extiende hasta mitad de la tarde si cuentan con actividades extraescolares, facilitando a su vez que sus padres puedan cuadrar horarios y llegar puntuales a recogerles. Un estrés.
Y cuando acaban el curso y les dan vacaciones, a buscar alternativas para que puedan estar atendidos mientras tratan de divertirse con otros niños en campamentos de verano, o al cuidado de abuelos y familiares. Uno de sus progenitores podrá coger vacaciones antes, y evitar tanto madrugón… Tanto hijos como padres querrían al fin estar tranquilos, sin horarios, en casa. Sin actividades marcadas la mayor parte del día.
Y al fin llegan las vacaciones para todos
Una combinación de encuentro y organización familiar. Padres cansados que quieren descansar y disfrutar con sus hijos, ¿Cómo hacer una buena mezcla de esto?
Para empezar pensemos en algo que nos una, y es que tenemos dos cosas claras:
✔️ Todos queremos disfrutar | Estos preciados días de vacaciones pasan rápido, por lo que será bueno dedicarse a atender nuestras propias necesidades, sin pasar por alto las de los demás.
✔️ A nadie le gusta sentirse estresado | Así que no trates de controlarlo todo. No todo está en tu mano, es imposible. Pero sí se puede conseguir un estado de calma ante lo que acontece.
Ilustracion de Pascal Campion
Y para que nuestro propósito se cumpla
y podamos disfrutar de unos días en familia, con vacaciones-para-todos te propongo que tratéis de cumplir con al menos cinco propuestas:
✔️ Que las necesidades a cubrir por cada uno de vosotros al menos sean ecológicas | Esto es, que lo que cada cual desee hacer en vacaciones no perjudique o sea malo para otro miembro de la familia. Y que a la vez, sea bueno para todos.
✔️ Que haya objetivos comunes | Una buena forma de desarrollar la empatíaes tener una comunicación clara, directa y positiva entre toda la familia.
La diferencia entre convencer a los demás para hacer mayoría, o imponer una idea, y llegar a un consenso, es marcar el límite entre qué es lo mejor para mí (objetivo individual) y qué es lo mejor para la familia (objetivo compartido). Olvidarnos de posicionarnos en una sola propuesta, y escuchar todas las que puedan surgir. Y aquí cuentan todos los miembros de la familia por igual.
✔️ Preguntar cómo queremos que sean nuestras vacaciones en familia, desde donde centraremos la atención hacia el interés de todos | Los padres y adultos de referencia (para familias en las que se unen parejas nuevas, con hijos de una relación anterior) tendrán en cuenta las opiniones, los gustos e intereses de los niños, pero en este punto, son los adultos quienes deben tomar las decisiones: los horarios, dónde ir, qué comer… los adultos aportamos seguridad y coherencia.
✔️ Sacarle partido a este diálogo abierto para crear acuerdos y negociaciones | La organización familiar hará cada vez más fácil la convivencia si todos somos responsables de nuestros propios acuerdos.
Si la decisión tomada supone que todos cedemos en algo para ganar en bienestar, todos ganamos.
✔️ Establecer las normas comunes de “convivencia vacacional” | En vacaciones se rompen las anteriores rutinas y horarios, pero quedan las obligaciones hacia ciertas tareas domésticas (a las que cada familia les da sus prioridades), como: hacer la cama, cocinar, recoger, quitar o poner la mesa…
Todo cuanto pueda definirse en familia será más asumible y llevadero. También incluiremos los tiempos de descanso, respetando la tranquilidad durante ese momento con un tiempo establecido y actividades definidas como tranquilas para no molestar al resto.
Es preferible acordar qué “si se puede hacer” para sustituir aquello que “no se puede hacer” y se definan las condiciones. Será más fácil cumplir con un “Se puede hablar bajito”, antes que un solo “No se puede gritar”.
Todos somos parte, y todos somos responsables de disfrutar de unas vacaciones familiares, así como lo hayamos elegido
Y teniendo en cuenta que la vida está llena de imprevistos, siempre será mejor asumir los cambios como un aprendizaje compartido para vivir con alegría las experiencias que nos esperan en las vacaciones familiares.
Sobre la autora de esta publicación:
RAQUEL DE DIEGO es trabajadora Social, Técnico de Formación y formadora. Coach especialista en Familias y Parejas. conciliafam.com
Acompañamiento a familias y parejas en procesos de Coaching, como Coach especialista en Familias y Parejas. Formación en entidades y centros educativos, orientada a la educación y crianza a través de la gestión de emociones, y sistemas familiares y procesos de cambio.
Espido Freire ahonda en la nostalgia, el síndrome posvacacional que aflora en nosotros en los últimos días del verano.
“Imagínese que un demonio le dijera a usted que su vida de ahora, tal como la está viviendo, como la ha vivido en el pasado, tiene que volver un número interminable de veces. Y que no habría nada nuevo. Todos los dolores, las alegrías, las cosas grandes y pequeñas que haya en su vida, simplemente se repetirán en la misma sucesión. La vida no vivida quedaría presa en su interior. Sin ser vivida, para la eternidad”
Estas palabras proceden de la ficción: El día que Nietzsche lloró, una de las recreaciones de la vida del filósofo. Una novela escrita en 1992 por el psiquiatra judeo-estadounidense Irvin D. Yalom. Síndrome posvacacional
El eterno retorno
Esa sensación que nos acecha cuando se acerca una fecha señalada del calendario. Hay quienes viven un eterno retorno al llegar el verano, por ejemplo. Comparan las que serán sus vacaciones con las que tuvieron el año anterior.
Pero también hay quienes se topan con esa sensación cuando se acerca septiembre. Cuando empiezan los propósitos, las voluntades, el déjà vu de regresar todavía con arena de la playa o con abrojos del pueblo. La sensación de dejar las maletas en el suelo y pensar “Dios mío, ahora yo no puedo con la vida, ¿ahora qué hago?”, es el llamado síndrome posvacacional.
¿Existe el síndrome posvacacional?
Existe, e intentamos combatirlo de maneras muy distintas. Hay quien lo niega. Se pone a hacer inmediatamente limpieza general de la casa, a planchar todo, a cambiar armarios… y se acabó. Hay quien comienza ya a preparar los uniformes para los niños. Quien comienza a buscar suscripciones a inglés, chino…
Y hay quien comienza a comprar fascículos, que le dan una sensación de que la vida continúa y la sensación de angustia se aminora. La sensación de empezar un proyecto alivia , al fin y al cabo es empezar una ruta.
Es curioso que nos extrañemos de los fascículos que se publican
Están muy pensados por grandes grupos editoriales | Están pensados para ser rentables y amortizados en relativo poco tiempo.
Obviamente el nivel de abandono de las colecciones es muy alto. Hay gente que colecciona tacitas, que colecciona cucharitas, que colecciona tanques…
La colecciones toman los quioscos
Lo que nos sorprende en los últimos tiempos es el regreso a la nostalgia | Vuelve Heidi, Marco y compañía, en fascículos. Las nuevas aficiones: por ejemplo los cupcakes, el hacer retales… muchas de ellas muy femeninas. Y por otro lado regresa el antiguo hombre que vuelve a ser el nuevo hombre, la masculinidad llevada al extremo. Y luego están las cosas que se pueden compartir con los niños.
Pasado o futuro | Son proyectos o bien de pasado, que nos confortan con el pasado, o bien que nos reconcilian con el futuro y nos dan una cierta esperanza. La mayor parte de ellos están condenados al fracaso.
Igual que cuando se empiezan los proyectos en enero | En la mayoría de casos sirven como un bálsamo para facilitar la transición, y luego se vuelve otra vez a la rutina.
Si se es consciente de que no se va a continuar, sino que es algo que se está aplicando como si se tratase de una tirita, está bien.
Lo que ocurre es que hay personas que se plantean realmente el cambiar de vida cuando empieza el año, o cuando llega el otoño, ¡y no es un buen momento!
¿Por qué no es un buen momento? | En enero nada cambia. En enero tenemos todo el invierno por delante.
La luz aumenta muy poquito y, desde el punto de vista neurológico y psicológico, da la sensación de que lo único que está haciendo un esfuerzo por cambiar es nuestra cabeza. Todo lo de alrededor continúa.
En España incluso, con el roscón de Reyes, quien inicie la dieta el día dos de enero… mal comienzo.
Pero es que en otoño la cosa se agrava | Los días se acortan, las hojas caen, llega el frío, tenemos que sacar las bufandas, hay que buscar dónde está el edredón de invierno, volvemos al cole, volvemos a los zapatos nuevos que rozan los primeros días… que incomodidad.
El otoñoes bonito, pero la sensación general es la de que vamos a peor.
Por eso es bueno decir a quien se proponga ese cambio de vida que, si no prospera, no se preocupe. Que no se exija demasiado: porque todo el mundo, la meteorología, la sociedad industrializada, y parte de la escolarización, están en contra. Síndrome posvacacional
Estamos condenados a encontrarnos cíclicamente con emociones y con recuerdos
El problema está en que nos instalemos en ellos.
¿Qué dice de nosotros que el sentido de la voluntad sea tan cíclico? | Los rituales sociales están ahí por algo. Están porque funcionan.
Independientemente de que haya personas que se sientan muy oprimidas cuando llegan las fiestas del pueblo, o que no estén de acuerdo con determinados rituales, o a las que les entristezca la Navidad…
Los rituales sirven para cosas, en principio para catarsis colectivas | Estamos irritados, melancólicos, tristes, eufóricos, y, en un momento determinado, conectamos con toda la colectividad, nuestra familia, nuestro grupo.
Hay una explosión que libera, fuegos artificiales fuera y dentro, y retomamos fuerzas. Y las cosas siguen su cauce, siguen funcionando. En ese sentido necesitamos, y todos los pueblos tienen, esa idea de fiesta y de ritual.
Lo que nos ocurre hoy es que como sociedad somos mucho más sofisticados | Vivimos más aislados. Es más difícil que esa sensación colectiva se produzca en el pueblecito, en las vacaciones en la costa…
Hay gente que lo sigue viviendo ahí, pero en general lo estamos pasando ya a otra proyección, lo estamos pasando a la ficción. Es el encontrarnos en otro tipo de terrenos. Por ejemplo en los recuerdos, o a través de los foros y grupos de contacto de internet.
Es curioso que grupos de amigos que no nos podemos ver tengamos grupos de WhatsApp que funcionan exactamente de la misma manera.
Sin vernos seguimos diciendo «estamos aquí» | Que era para lo que servían los santos, los cumpleaños, para lo que valían las celebraciones y aniversarios. En principio necesitamos ese tipo de rituales.
La sociedad no puede vivir sin esos rituales
En el momento en que los cortamos, porque nos desvinculamos de lo religioso o de lo territorial, los proyectamos en otros lugares. Y ahora por ejemplo nuestra romería de la Santa Cruz, que muchas de ellas son en septiembre, pues es el regreso de la temporada de Juego de Tronos. Cada uno según su generación.
Eso genera nuevas comunidades, y sobre todo nuevas catarsis.
La empatía muchas veces se genera porque «yo siento lo mismo que tú sientes» | Eso obliga a un esfuerzo personal, pero también a un esfuerzo social.
Cuando como sociedad nos uníamos en torno a la iglesia, en el caso de las sociedades católicas, y veíamos el dolor de una madre al perder un hijo, estábamos generando ahí una catarsis colectiva. Cuando veíamos que ese hijo que estaba siendo crucificado perdonaba a los demás, había una lección moral.
Ahora, como la mayor parte de nosotros tenemos una educación mucho más laica y eso ya no nos sirve como vínculo, necesitamos otro tipo de ejemplos. El poder de los símbolos hace que sintamos lo mismo, pero aplicado a otro tipo de terrenos.
La idea de acumular, la idea de atesorar | Es algo que tenemos desde pequeñitos. Los niños que tienen sus gominolas y les decimos, con tres añitos, ¿me das una? Y responden: “NO”.
No han valorado en ese momento la gominola, hasta que de pronto se dan cuenta de que tienen un tesoro.
Ahí están también los fascículos. Pero ahí está el descargarse de manera absolutamente enloquecida películas, muchas de ellas de forma ilegal: “yo tengo más, eso me da seguridad”.
Es la metáfora de Midas. No hemos inventado nada nuevo. Eso es lo fascinante del ser humano: que nos vamos adaptando, transformando, generalmente para bien.
El ser humano es conservador por naturaleza
Tenemos miedo al cambio. Incluso los niños son muy conservadores: no les cambies una palabra del cuento, no les cambies un juguete de sitio…
No se consiguen las metas si no hay constancia | No se consiguen las metas si no hay planificación y si no hay recordatorios. Recordatorios de que hay que continuar a esa meta.
Lo que queremos muchos de nosotros, cuando queremos cambiar nuestra vida, es el resultado. No es el proceso ni el esfuerzo, no es el tránsito.
Y es en ese tránsito donde vamos acumulando y atesorando las experiencias que nos permitirán cambiar. No hay una cosa sin la otra.
Fuente: Espido Freire en Hoy por Hoy de Cadena Ser (26/08/16) | imágenes: Flickr Sofia Carvalho Síndrome posvacacional
El equipo español ha vuelto a casa de los Juegos Olímpicos con 17 medallas, pero también con algunos momentos que deportistas y aficionados no podremos olvidar. Un análisis de algunos momentazos que hemos visto en los Juegos de Río, y de los valores que esos gestos pueden transmitir a nuestros jóvenes. Una relectura diferente de unos juegos en los que ha habido muchas anécdotas, gestos, récords, incluso abucheos y lágrimas.
¿Hemos sido testigos del ESPÍRITU OLÍMPICO?
En general nuestros deportistas son modelos de conducta, tanto los que han obtenido medalla como los que no. Vemos a personas que después de cuatro años, en los que han invertido esfuerzo, valores, trabajo, sacrificio. En los que han tenido lesiones. Que muchas veces juegan infiltrados… simbolizan aquello que queremos para nuestros hijos, para la juventud, para la sociedad.
Cosas que han ocurrido en estos Juegos Olímpicos:
El enfado de Nadal ante la tardanza de su rival:
Ocurrió en el partido por el bronce de tenis masculino. Rafa Nadal se quejó al árbitro por la tardanza de su contrincante, el japonés Nishikori, que estuvo más de diez minutos en el vestuario teniendo el partido parado cuando el tenista español estaba en su mejor momento. Hubo abucheos por parte del público ante la tardanza de Nishikori, que se fue al baño cuando Nadal venía de una remontada apoteósica.
Nadal se seca el sudor durante el partido ante Nishikori. LEONARDO MUÑOZ (EFE)
¿Pudo afectar a Rafa esa espera?
Rafa Nadal tiene la capacidad de apartar aquello que le distrae y volver a concentrarse, y jugó un partido espectacular. Pero hay momentos en que hay una rabia y una agresividad que, si no se expresa, la contiene uno dentro y si que puede afectar.
El que Nadal, que es siempre políticamente tan correcto y respetuoso, expresase lo que sentía en ese momento estuvo muy bien. Porqué además tenía razón.
Los Juegos Olímpicos son algo más que el deporte
Siempre han simbolizado los valores. Y el valor del respeto hacia el rival es un valor fundamental. El término ambición es importantísimo, pero siempre definido como aquello que uno realiza para superarse a sí mismo. Cuando un rival trata de desquiciar intencionadamente a su adversario, porque quizás no ve que tenga los recursos suficientes como para ganar el partido por sí solo, es una falta de respeto.
Es lo que se llamaríamos juego sucio
Independientemente del tiempo que esté permitido permanecer en el vestuario, de si actuó de manera legal o no. Lo que está claro es que lo que hizo Nishikori no es una conducta que se practique en el tenis. Cualquiera va a hacer todo lo posible por conseguir una medalla, pero hay límites que no se deberían cruzar, porque es un modelo de conducta para la gente que lo está viendo.
La motivación es fundamental para los deportistas de élite
Dos buenos ejemplos son Michael Phelps y Usain Bolt.
Usain Bolt (Fernando Frazão/Agência Brasil)
¿Cuáles son las fortalezas de estos deportistas, además de su condición física?
Eso está bien decirlo. Es importante que la gente tenga unas expectativas realistas sobre el rendimiento y los resultados que se pueden obtener. Cuando a un deportista se le enseña a definir objetivos siempre se le dice que lo haga sobre su rendimiento, no sobre ganar o perder.
Bolt, en la recta de meta por delante de Edward, Gemili y Hortelano. John Sibley REUTERS
Está claro que cuando Bruno Hortelano compite contra Usain Bolt, a pesar de que Hortelano ha hecho una competición fantástica batiendo los records que tenía, intentar ganar a un hombre como Bolt serían unas expectativas irrealistas.
Ahí hay un talento sobrenatural, que viene por su condición muscular, su fisionomía, la altura, la envergadura que tenga de brazos… y por supuesto todo el trabajo y disciplina que estos deportistas llevan detrás.
Es evidente en el caso de Bolt, al igual que pasa con Phelps, tiene una variable que le hace ser especialmente talentoso, por encima de los demás. Pero si a ese talento no le acompañara el esfuerzo, los valores, un trabajo riguroso diario para llegar a ser el mejor, y el convencimiento psicológico de que se va a ganar, seguramente no lo conseguirían.
Michael Phelps
En la Carta Olímpica, leemos en su primer punto:
“El Olimpismo es una filosofía de la vida, que exalta y combina en un conjunto armónico las cualidades del cuerpo, la voluntad y el espíritu.”
Pero parece que o no las conocemos, o no somos capaces de valorar esa voluntad y ese espíritu, esas otras dos variables.
¿Cómo podemos detectar esas variables en los deportistas?
Cuando Nadal jugó el partido del que se ha hablado, la gente valoraba sobre todo su actitud. En ese partido contra el chico japonés la gente no valora que pierda o que gane. Lo que valora el espectador es la entrega, la actitud, el esfuerzo, la lucha. El ver a una persona cansada que tuvo que jugar con esa intensidad, porque se le habían acumulado los partidos. Que se veía que su cuerpo no podía más, pero que su mente seguía.
La actitud sí que es algo que conseguimos leer de la gente que nos representa, lo vemos en los deportistas. Los vemos sufrir, porque el lenguaje corporal no engaña, incluso comunica más que lo verbal.
El público que está viendo ese partido ve el gesto de dolor del deportista. En ese momento se activan las neuronas espejo de los espectadores, que son aquellas neuronas que nos permiten sentir empatía con el dolor y el esfuerzo ajeno. Y en ese momento nos sentimos representados por un valor muy grande.
Sobre las pistas de atletismo hemos contemplado gestos olímpicos
La atleta neozelandesa Nikki Hamblin y la estadounidense Abbey D’ Agostino se cayeron en una de las semifinales de 5.000 metros. Se levantaron juntas para terminar la carrera.
La neozelandesa Nikki Hamblin deja de correr para ayudar a la estadounidense Abbey D’Agostino. Dylan Martínez (REUTERS)
¿Es este el espíritu olímpico?
Patricia dice que estos son los valores del deporte. Además de en esta carrera, se vio una imagen similar en otra prueba: alguien estaba completamente derrotado y un compañero, de otro país, intentó agarrarlo y ayudarlo para que siguiera avanzando.
Ahí es donde realmente se ve lo que es la cooperación
Y que a las personas sí que nos llena el tema de ser competitivos, pero por encima de competir está la humanidad, y el ayudar a una persona que, en ese momento y por una situación que no ha buscado, se ve con una gran desventaja. Además los jueces premiaron su comportamiento. Fueron sensibles a ese gesto olímpico. Y eso es algo genial.
A un nivel de olimpiadas llega muy poquita gente
Pero cuando hay cientos de miles de chavales trabajando en un equipo de fútbol. Niños que nunca llegarán a ser Iniesta ni Casillas, no podemos valorar solamente a aquel que mete goles.
Hay que valorar a aquel compañero que hace reír a los demás, que es generoso, que da ánimos, que tiene otros valores que también son importantísimos para el equipo. Cuando un niño como ese ve este compañerismo y esta cooperación en unos Juegos Olímpicos, seguramente sentirá muy reforzado su comportamiento también. Verá que eso es algo importante.
Hablamos de que estos deportistas han de transmitir los valores que queremos para nuestra sociedad
Para nosotros aplicarlos en el día a día: el esfuerzo, la superación, la constancia. Pero claro, a ellos les aplauden, les hacen fotos, cobran dinero…
A nosotros, ¿Quién nos hace todo eso? ¿Cómo podemos encontrar reconocimiento?
Lo ideal sería que el reconocimiento viniera de nosotros mismos, en el sentido de que nos pudiésemos sentir orgullosos de comportarnos con honestidad y ser coherentes con nuestros valores.
Pero también hay que inculcar a la sociedad que el refuerzo funciona mucho mejor que el castigo. Es algo que tenemos que practicar con los alumnos, con los hijos, con los compañeros de trabajo. Cómo jefes de un equipo el estar pendientes de reconocer a los demás sus logros. A todos nos gusta que nos valoren por el trabajo bien hecho y que nos den una palabra de ánimo.
Hay una equivocación con la idea de que el elogio debilita
Eso es sinceramente una tontería. El elogio nos ayuda a saber cuál es el camino correcto, y que tenemos que hacer que los demás van a valorar.
Otra muestra más de superación que conmueve
La de la atleta etíope Etenesh Diro, que se quita la zapatilla y termina la prueba de 3.000 metros obstáculos, aunque no consigue clasificarse.
La etíope Diro terminó corriendo con un pie descalzo. Foto LUCY NICHOLSON (REUTERS)
¿Qué le puede pasar a un deportista por la cabeza en esos momentos?
Que te pisen la zapatilla cuando llevas tantas horas de preparación para una prueba como esa… Ahí hay un concepto que representa a esa mujer: la resiliencia. La capacidad que tenemos las personas de venirnos arriba ante la adversidad.
Hay gente que ante la adversidad se deprime, abandona, que podía haber sido una opción y dedicarse a rumiar con la parte injusta de la vida: “mira lo que me ha pasado después de cuatro años preparando”. Y otras personas que hacen como ella, que se quita la zapatilla e intenta dar lo mejor de sí.
Esa mujer no se va de los Juegos con una medalla, pero si se va con la experiencia de haber superado una situación muy complicada. De cara a otra experiencia similar ella sabrá que en su mochila lleva herramientas para vencerla.
El público en estos Juegos ha tenido mucha presencia, quizás mayor de la que debería
En la apertura vimos los abucheos al presidente interino de Brasil, Michel Temer, quien ya no quiso asistir a la ceremonia de clausura ¿Ha podido ser un comportamiento algo antideportivo?
¿Alguna vez se habían producido hechos similares? Abucheos en unos Juegos Olímpicos
Es algo que no está bien. La protesta tiene su momento, su lugar y su forma de hacerse de manera correcta. Igual que nosotros en una manifestación podemos dar dos gritos, y sacar una pancarta. Y en cambio eso es algo que nunca haríamos en un restaurante cuando nos traen un plato que no nos gusta.
Todos tenemos derecho a quejarnos y a expresar nuestro dolor, pero hay que buscar el momento adecuado. Este era un momento para los valores, para el deporte y para la unión. Un momento para la internacionalidad y para esa parte de cooperación.
El público también jaleó los fallos del gimnasta estadounidense Samuel Mikulak
Fue en la final de suelo de gimnasia artística masculina. Un mal resultado que le daría el bronce al competidor brasileño.
A la concentración del deportista tiene que afectar de alguna manera el ser increpado
Por supuesto. Cuando uno va a una competición intenta mantener todo lo controlable bajo control. Y todo lo controlable bajo control incluye muchas veces el que alguien te pite. Pero lo menos que espera el deportista es una falta de respeto en un lugar como ese. Hay veces que no podemos prepararnos para todas las adversidades que van a surgir, y eso es algo que puede despistar.
Hay un término alemán: Schadenfreude. Es un término que no tiene traducción al español ni al inglés y significa: la alegría por el mal ajeno. Si por ejemplo eres del Madrid o del Barça, y ves que a ti te han eliminado de la copa del Rey, pero el otro pierde, pues te alegras. Es un sentimiento malo.
El Olimpismo es una filosofía de la vida, que exalta y combina en un conjunto armónico las cualidades del cuerpo, la voluntad y el espíritu. Al asociar el deporte con la cultura y la formación, el Olimpismo se propone crear un estilo de vida basado en la alegría del esfuerzo, el valor educativo del buen ejemplo y el respeto por los principios éticos fundamentales universales. (Primer principio de la Carta Olímpica).
Fuente: Patricia Ramírez, psicóloga de la salud y el deporte, en Hoy por Hoy de Cadena Ser (22/08/16) / Imagen de portada: Fragmento portada Astérix y los Juegos Olímpicos de editorial Salvat.