La capacidad de un niño de estar sosegado, tranquilo, relajado, es un “predictor” excelente de la salud emocional que tendrá como adulto
Vivimos en un mundo complejo y los padres, en general, estamos acostumbrados a estimular mucho a los niños. Queremos niños tranquilos, y hoy los niños son impacientes. Estimular a los niños está bien porque los niños así aprenden, desde bien pequeñitos se desarrollan. A un bebé le damos estimulación para que desarrolle la vista, el oído, la interacción… y eso está genial. El problema viene cuando en ocasiones perdemos de vista que el niño también ha de aprender a estar tranquilo. Demasiada estimulación puede provocar que el pequeño, ni aprenda a estar atento, ni a estar sosegado.
Cómo educar niños tranquilos
El psicólogo Rafael Santandreu nos sigue dando pautas para afrontar la educación infantil desde la psicología. Explica que hubo hace años un educador que defendía que, gran parte de la educación de un niño pequeño es enseñarle la conjugación del verbo AGUANTARSE:
Yo me AGUANTO
Tú te AGUANTAS
El se AGUANTA
Nosotros nos AGUANTAMOS
Vosotros os AGUANTÁIS
Ellos se AGUANTAN
Y esto es algo muy, muy importante, porque hay estudios que demuestran que LA CAPACIDAD QUE TIENE UN NIÑO DE ESTAR SOSEGADO, TRANQUILO y RELAJADO es un “predictor” excelente de la salud emocional que tendrá como adulto. Por tanto uno de los primeros puntos que hemos de enseñar a un niño es a aguantarse, a estar tranquilo sin hacer nada.
Las habilidades de AUTOCONTROL que en el periodo de 1 a 3 años se han de aprender son:
■ Entretenerse solo durante una hora seguida
El niño ha de ser capaz de estar una hora jugando sólo: con unos muñecos, leyendo, viendo un cuento… sin hacer nada. El que se sepa entretener y jugar sólo es una habilidad.
■ Estar aburrido y tranquilo
A los de nuestra generación, cuando éramos pequeños, nuestros padres nos llevaban al médico y podíamos estar tranquilamente una hora sentados en la sala de espera. No había móviles ni tablets. Estábamos sentados simplemente mirando la pared, o mirando un cuento, y éramos capaces de estar. No había sobreestimulación. El aburrimiento es bueno: cuando un niño se aburre está aprendiendo tolerancia al aburrimiento, y también está aprendiendo a desarrollar la imaginación.
Para fomentar la lectura, por ejemplo, es imprescindible el aburrimiento: es imposible estar atento, tranquilo, y aprender de un libro, si no se es capaz de estar sosegado, tranquilo y aburrido.
■ Hablar en voz baja
A los niños de 1 a 3 años hay que enseñarles a hablar en voz baja. Cómo están sobreestimulados ellos hablan chillando, todo lo dicen con un volumen de voz muy alto. Es muy importante que los niños aprendan a ser elegantes en el hablar, y para ello hay que hacer muchas prácticas.
■ Ordenar sus cosas
Muy paulatinamente, desde que tiene un año hasta que tiene tres. Y cuando tiene tres ha de ser capaz de ordenar sus cosas en su habitación. Y si no lo hacemos estamos “handicapando” al niño, le estamos quitando posibilidades de ser un adulto capacitado para la vida.
■ Hacer las tareas en un tiempo limitado
Por ejemplo cuando los niños se han de vestir, desayunar y salir para ir al cole. Los niños que no están bien educados eternizan esas tareas. A los tres años un niño ya es capaz de medir los tiempos y decir: desde que me levanto hasta que salgo de casa hay 40 minutos. Y en esos 40 minutos tengo que hacerlo todo. Sin que nadie le diga nada, el ya ha aprendido y lo va haciendo.
Seamos conscientes de que la salud mental del futuro adulto depende de su capacidad de estar tranquilo y sosegado. Y eso es algo que los niños han de aprender a base de mucha práctica y seducción.
Imagen de portada: Look at this… Fuente: Flickr/ Attila Siha