La gallina Turuleca

La gallina Turuleca

Turuleca es una gallina singular. Su aspecto peculiar y su imposibilidad para poner huevos desatan las burlas del resto del gallinero, hasta que un día una exprofesora de música, Isabel, la lleva a vivir a su granja. Allí la gallina Turuleca, feliz y en armonía, descubre su gran talento oculto: ¡”Turu” no sólo puede hablar, sino que canta como jamás has oído cantar a una gallina!

Ese talento musical la llevará a convertirse en la gran estrella del fascinante Circo Daedalus. No obstante su viaje no será nada fácil. El circo está amenazado por el malvado Armando Tramas, quien desea apropiarse de la fantástica Turuleca.

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La gallina Turuleca da el salto a la gran pantalla.

La gallina Turuleca se ha convertido en personaje de animación en la gran pantalla en una coproducción entre España y Argentina que tuvo su preestreno mundial en el Festival de Cine de San Sebastián.  La película retoma al personaje de la famosa canción infantil popularizada por Los Payasos de la tele, Gabi, Fofó y Miliki, que ha perdurado en la cultura popular a través de generaciones.

La gallina Turuleca da el salto a la gran pantalla.

Una entrañable historia codirigida por el argentino Eduardo Gondell junto al español y artista multidisciplinar Víctor Monigote, para quien ha sido un reto diseñar este personaje:

“¿Cómo diseñas un personaje para que aciertes con todo lo que las personas tienen en la cabeza? Me basé en la canción,  que fuera despeluchada… pero nos daba un poco de grima que fuera despeluchada porque parece un pollo sin plumas, quedaba un poquitín rara… y, al final, la ponemos con un poco de despeluche… Y luego, nos hacía mucha gracia que fuera patilarga, cuellilarga, con el cuello quebrado, con una cadera más alta que otra, con un párpado vago. En realidad es una gallina a la que desprecian en su mundo; le hacen bullyng el resto de las gallinas que son blancas, poderosas, bellas ponedoras… y esta gallina, la pobre, no es la más cómoda de mirar… Era un reto hacerla que fuera feuca y a la vez que te la quieras llevar a casa y que te la quieras comer a besos. Yo creo que lo hemos logrado, ha quedado una gallina que te la quieres comer.”

Eva Hache pone voz a esta gallina con un aspecto peculiar y un don muy especial, y que a pesar de ser diferente y gracias a su talento personal logra vencer sus miedos para iniciar una aventura que le permite reencontrarse con los seres que ama. Ha sido un trabajo, dice la artista, doblemente agradecido:

“Es mi primera gallina. No había hecho nunca mundo animal, siempre había hecho humanos o casi humanos… y la verdad que ha sido fácil porque el dibujo ya de por sí es muy inspirador. Y a mí me pasa como a todo el mundo con la gallina Turuleca, que nos la hemos imaginado desde siempre… yo aprendí a contar con ha puesto un huevo, ha puesto dos, ha puesto tres… Es que es tan fácil como conocer los principios básicos de las matemáticas gracias a una canción. Y la historia es realmente tan bonita, y lanza además un mensaje tan bonito y tan necesario como es que la diferencia es muy valiosa en lugar de ser algo que debemos ocultar, que entonces ha sido un trabajo doblemente agradecido.”

Además José Mota da vida al malvado Armando Tramas en una historia que incorpora numerosos y conocidos temas musicales.

La gallina Turuleca cuenta también con la producción artística del argentino Juan Pablo Buscarini, productor de Pérez, el ratoncito de tus sueños, La gran aventura de los Lunnis y El libro mágico:

“Nosotros, en ese momento, hacía pocos años habíamos hecho la película del ratoncito Pérez y nos había ido muy bien, y también entendimos lo importante que es recuperar personajes de nuestra cultura. Yo soy argentino, y en Argentina sucede que estos personajes tan difundidos, los payasos de la tele, tuvieron una época de oro, vivieron allá en los años 70 y tuvieron su gran programa de televisión, y son adorados. O sea que la canción de la gallina Turuleca en mi país también era muy fuerte.”

Ficha de la película.

Título original: Turu, the Wacky Hen
Año: 2020
Duración: 80 min.
País: España
Dirección: Eduardo Gondell, Víctor Monigote
Guión: Pablo Bossi, Juan Pablo Buscarini, Eduardo Gondell
Música: Sergio Moure De Oteyza
Productora: Coproducción España-Argentina; Gloriamundi Producciones | Pampa Films | Producions A Fonsagrada | Tandem Films. Distribuida por Filmax
Género: Animación. Comedia. Infantil. Música.
Clasificación por edades: +3 años

La gallina Turuleca, película completa para ver online.

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La granja de Turu, serie de animación.

Después de su estreno en España la gallina Turuleca ha llegado a Argentina, a México y al resto de América Latina, además de estar vendida a países como China. El personaje tendrá también una serie, ya en marcha, La granja de Turu, con veintiséis episodios de siete minutos que en España se emitirá por el canal Clan Televisión.

En La granja de Turu, Turuleca ha creado una banda con sus encantadores amigos: Rhythm, el elegante cerdito, la energética oveja Tempo y Harmony, la vaca pacifista. Juntos compartirán el día a día en la granja, descubriendo mediante la música el mundo que les rodea a través de locas aventuras e hilarantes malentendidos que les ayudarán a convertirse en una banda fantástica.

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Ahogamiento en piscinas y playas

Hablamos de ahogamiento siempre que el niño sumerge la cabeza debajo de un líquido. Se trata de uno de los accidentes infantiles más peligrosos, porque en ocasiones es causa de muerte y en muchas otras es motivo de lesiones muy graves.  Un niño pequeño no necesita demasiado líquido para sufrir un ahogamiento, sólo con el contenido de un cubo o de un barreño o de una bañera podría ahogarse, por tanto siempre hay que vigilar que los niños pequeños no estén solos cerca de lugares donde haya agua. Los ahogamientos se producen de forma rápida y silenciosa, la mayoría de las veces se había perdido de vista a la víctima durante menos de 5 minutos.

Los ahogamientos en el agua son la segunda causa de muerte infantil por accidente. Según datos de Protección Civil, gran parte de los ahogamientos de menores ocurren en la piscina: un 67%. Un 16%, en la playa, y un 17%, en aguas interiores.

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La mejor prevención para evitar el ahogamiento es la vigilancia

Hay que vigilar a los menores en todo momento cuando estén en el agua o jugando cerca de ella, y enseñarles a que respeten las normas de seguridad evitando las conductas de riesgo. Siempre mantener a los niños más pequeños al alcance de la mano y no delegar esta responsabilidad en otro niño/a más mayor.

La supervisión de un niño o de una niña que está en el agua ha de ser constante y muy cercana, lo que los especialistas llaman el touch control. Si estás demasiado lejos como para darle un abrazo… ya estás demasiado lejos para reaccionar. Ni los brazaletes ni los flotadores sirven para evitar ahogamientos, lo más recomendable es un chaleco salvavidas.

Hay que estar alerta con los grandes flotadores que últimamente se han puesto tan de moda, porque en la playa no son nada seguros. Son muy grandes, hacen resistencia al viento y aumenta el desplazamiento. En breves segundos este tipo de flotadores se desplazan muchísimo, y ese momento de ocio y de diversión se transforma en una situación en que de repente el menor se ve lejos de la costa y entra en pánico, quiere bajar y resbala, no sabe volver a subir… y se produce un ahogamiento a pesar de estar con un objeto flotante de grandes dimensiones. Es por eso que, este tipo de flotadores, se recomienda utilizarlos en la piscina y siempre bajo la supervisión de un adulto.

También hay que insistir en dejar el móvil bien guardado, porque un niño se ahoga en el tiempo que tardamos en escribir un mensaje de texto.

Puedes dar un vistazo con los niños a la guía Disfruta del agua y evita los riesgos, con consejos para evitar toda clase de lesiones y situaciones de peligro en piscinas y playas. El propósito de esta publicación es advertir a los niños y niñas, y adultos responsables de su cuidado, de los peligros que se pueden encontrar durante las actividades de ocio en el agua, y recomendar las conductas de seguridad que se deben adoptar para evitarlos sin dejar de disfrutar de la sensación tan agradable y divertida de darse un buen baño o practicar un deporte acuático.

En este vídeo el Dr. Jordi Pou, pediatra del Hospital Sant Joan de Déu, explica las principales medidas que debemos tomar para evitar los ahogamientos en niños pequeños y en adolescentes, y nos recuerda que no hay que subestimar los riesgos ya que no es necesaria demasiada agua para que el niño se pueda ahogar:

Ahogamiento en piscinas y playas

Medidas para la prevención de ahogamientos en el agua

El ahogamiento es evitable aplicando unas medidas básicas de prevención:

En relación a las piscinas

Sabemos que los niños se ahogan en la mayoría de ocasiones en una piscina (sobre todo privada). Lo primero que hay que hacer en una piscina privada es tenerla vallada (la valla puede impedir el 80-90% de los ahogamientos en los niños). Ha de ser una valla que el niño no pueda sobrepasar y que pueda cerrarse.

Aparte de esto, es también reconocido por los padres que han sufrido un ahogamiento que éste se ha producido porque han descuidado la vigilancia. Mientras un niño pequeño está en el agua no se le puede quitar la vista de encima.

Es conveniente que el niño aprenda a nadar cuanto antes

Es recomendable que los niños aprendan a nadar lo antes posible. Está demostrado que las clases de natación reducen en un 88 % el riesgo de ahogamiento en bebés y niños de 1 a 4 años, aunque esta no debe ser la única estrategia para evitar estos accidentes.

Respecto a los flotadores

Cuando el niño esté en la piscina tiene que llevar siempre un flotador, aunque esté fuera del agua. No obstante no hay que confiar completamente en flotadores, manguitos, sillas de baño y otros sistemas de protección similares porque no sirven para evitar ahogamientos. Lo más recomendable es un chaleco salvavidas.

Hay que estar alerta con los grandes flotadores que últimamente se han puesto tan de moda, porque en la playa no son nada seguros. Son muy grandes, hacen resistencia al viento y aumenta el desplazamiento. En breves segundos este tipo de flotadores se desplazan muchísimo, y ese momento de ocio y de diversión se transforma en una situación en que de repente el menor se ve lejos de la costa, entra en pánico, quiere bajar y resbala, no sabe volver a subir… y se produce un ahogamiento a pesar de estar con un objeto flotante de grandes dimensiones. Es por eso que, este tipo de flotadores, se recomienda utilizarlos en la piscina y siempre bajo la supervisión de un adulto.

Impedir que los niños jueguen en el borde de la piscina

Es muy peligroso correr por el borde de la piscina, los niños podrían resbalar, caer al agua y lesionarse o lesionar a otros.

En el mar

Aunque el mar esté en calma siempre hay que respetar las indicaciones de las banderas:

■ Bandera verde: El baño está permitido. El mar está tranquilo y la calidad del agua es buena.
■ Bandera amarilla: Hay que bañarse con precaución. Se forman olas que pueden causar problemas a los bañistas, hay suciedad en el agua o en la arena o hay medusas.
■ Bandera roja: Está prohibido bañarse. El mar está muy agitado o el agua o la arena están contaminadas.

Además hay que tener en cuenta que en el mar las condiciones meteorológicas pueden cambiar con rapidez, hay que prestar atención a los cambios de bandera y a los mensajes de los servicios de protección civil.

Si hablamos de adolescentes

En este caso la mayoría de ahogamientos se producen en relación al alcohol y a las drogas, y al hecho de bañarse en lugares en que está prohibido. El consumo de alcohol y drogas son factores que contribuyen a adoptar conductas de riesgo, por tanto hay que educar a los jóvenes para que no tengan estas actitudes altamente peligrosas.

Ahogamiento en piscinas y playas

El riesgo de ahogamiento persiste después de salir del agua

¿Sabías que aun después de haber sido sacado del agua existe riesgo de que el niño pueda ahogarse? Dos de los motivos que pueden causar el ahogamiento de los niños después de bañarse son el ahogamiento seco y el secundario. Ambos pueden producirse después de que el niño haya sido sacado del agua. Algunas de las consecuencias de estos ahogos pueden ser daños cerebrales, problemas respiratorios e incluso la muerte. Es por ello que siempre que un niño cae en el agua o sufre una situación de ahogamiento debe ser trasladado a urgencias de forma inmediata.

Ahogamiento en piscinas y playas

Qué es el ahogamiento seco

El ahogamiento seco se podría describir como el proceso en el que la laringe se contrae como protección, no se introduce nada de agua en el cuerpo pero tampoco aire. Mientras que en un ahogamiento común la laringe del nadador no solo no se contrae sino que el agua se introduce hasta los pulmones.

Este fenómeno se llama laringoespasmo, es decir, una contracción de los músculos en la vía respiratoria. Cuanto más tiempo tarde en relajarse la laringe, más tardará el cuerpo en recuperar oxigeno. El hecho de estar sin oxigeno aunque solo sea unos pocos minutos es muy negativo. Los niños con dificultades respiratorias como asma o problemas de corazón están mucho más expuestos a este riesgo.

Ahogamiento en piscinas y playas

Qué es el ahogamiento secundario o derivado

El ahogamiento secundario o derivado se produce cuando el agua se introduce en los pulmones y se queda estancada. Esta acumulación de líquido en los pulmones se llama edema pulmonar, y causa dificultad para respirar o una respiración acelerada y que puede derivar en un sonido “crujiente o crepitante”. El niño puede empezar a tener estas dificultades respiratorias una hora después, y puede ser suficientemente grave como para que necesite un respirador.

Cuanto más joven sea el niño más atención debe recibir cuando se bañe, los bebés o niños que empiezan a caminar se pueden llegar a ahogar con la poca agua que sus padres utilizan para bañarles.

Lo más importante es vigilar desde muy cerca a nuestros hijos cuando se bañen y socorrerles rápidamente. Según un estudio del Hospital Sant Joan de Déu, una mejor vigilancia evitaria 8 de cada 10 ahogamientos en niños. Aunque los niños hayan estado sumergidos durante uno o dos minutos se debe ir de inmediato al hospital.

Ahogamiento en piscinas y playas

Qué hacer en caso de ahogamiento. Primeros auxilios

Por desgracia cada año ocurren casos de ahogamiento en niños. Con la formación de padres y familiares en reanimación cardiopulmonar (RCP) se pueden prevenir accidentes y salvar vidas.

Los cinco primeros minutos después del ahogamiento son vitales para el pequeño, reanimar bien al niño en este momento puede salvarle la vida. La supervivencia en un casi ahogamiento depende de la rapidez del rescate y del tiempo que se tarde en restaurar la respiración.

La falta de oxígeno durante más de 4 minutos puede producir lesiones irreversibles en el cerebro, por lo que es esencial iniciar las maniobras de reanimación lo antes posible. Esperar a la llegada de los servicios de emergencias o al ingreso en el hospital podría ser demasiado tarde.

Experimentos y manualidades para niños

A los niños les encanta hacer manualidades y experimentos. Hacer cosas manuales fortalece y estimula gran cantidad de procesos evolutivos y psicológicos natos, agudiza el ingenio y ayuda a resolver problemas ―los niños han de saber que colores utilizar y cómo utilizarlos, y ya no sólo colores sino papeles y texturas―.

Con los experimentos, a la vez que se divierten, aprenden y se hacen preguntas sobre el mundo que les rodea. La realización de experimentos alimenta la curiosidad natural de los niños, fomenta su interés por la ciencia,  estimula el razonamiento y la lógica, mejora su capacidad para resolver problemas, aumenta su autoestima y les prepara para que entiendan conceptos científicos más complicados en el futuro.

Los experimentos y manualidades para niños deben ser algo divertido, que se lo pasen bien. Nunca han de ser por obligación.

Experimentos y manualidades para niños:

Ciencia. Experimentos sencillos, fáciles y rápidos para niños

Cómo crear chocolate de la nada

La geometría nunca fue tan dulce… o tan desconcertante:

Arcoíris de lacasitos

¡Ciencia + dulces = arcoíris! Un clásico y colorido truco.

Formad un círculo en un plato con lacasitos (los colores deben estar en orden repetido, preferiblemente de acuerdo con los colores del arcoíris. Por ejemplo púrpura, verde, amarillo naranja y rojo), luego verted agua caliente sobre ellos. ¡Y esperad a que se haga la magia!

Construir un puente de monedas sin pegamento

Construye un puente de monedas que pueda equilibrarse desde el borde de una mesa sin pegamento. En este vídeo se demuestra el proceso de apilamiento con alrededor de 200 monedas. Puedes hacer algo similar con menos monedas, o algo que se balancee aún más lejos del borde de tu mesa:

Huevos que rebotan

No es necesario que los experimentos caseros para niños sean complejos y costosos. Para realizar este seguro que tienes en casa todo lo que necesitas: unos vasos, huevos, agua, leche, vinagre, aceite y zumo de naranja.

Averiguar cómo diferentes líquidos afectan a un huevo es una manera divertida de introducir a los niños en la idea de que diferentes sustancias tienen diferentes propiedades químicas.

Se trata de coger cinco vasos y echar en uno agua y en los otros aceite, zumo, vinagre y leche. Comprobaremos que ocurre al dejar introducido un huevo en cada uno de estos líquidos (no llenes los vasos completamente para que el líquido no rebose al introducir el huevo).

Dejad los cinco huevos introducidos en los vasos y volvéis a comprobar cómo han reaccionado más tarde (se han de dejar bastantes horas, puede ser toda la noche). Os recomiendo dejar tapados con plástico los que están en vinagre y zumo de naranja, ya que pueden comenzar a oler.

Pasadas las horas sacáis  los huevos de los vasos con ayuda de una cuchara y los ponéis en un plato, y comprobamos si se ha producido en ellos algún cambio.

En el caso de los huevos que estaban en zumo de naranja y vinagre,  ambos líquidos contienen ácidos. Esos ácidos reaccionan con la cáscara del huevo, que está formada principalmente por carbonato de calcio, y esa reacción química produce gas ―dióxido de carbono― que es lo que forma las pequeñas burbujas en la superficie del huevo.

Con el tiempo esa reacción química desintegra totalmente la cáscara del huevo, dejando visible el interior. Si la cáscara no se ha disuelto por completo podéis dejarlo en vinagre un día más.

Cuando el huevo ya haya perdido la cáscara probad a tirarlo desde una altura de pocos centímetros y comprobaréis que rebota (si se tira desde demasiada altura el huevo se rompe, como ocurre en el vídeo):

Experimentos con el aire

Estos tres experimentos tienen que ver con algo que no vemos, y si algo no lo vemos podemos pensar que no existe. Pero en ciencia no se opina, en ciencia se mide. Las cosas que no vemos podemos percibirlas a través de experimentos y aparatos de medida tan sencillos como una botella de plástico.

✔Primer experimento. Consiste en coger una botella de plástico vacía y colocarla de forma horizontal sobre una mesa. Pon en  la boca de la botella una pequeña bolita (puede ser de papel, de papel de aluminio…). Sopla e intenta meter esa bolita dentro de la botella.

Verás que la bolita sale y no entra dentro de la botella. Y si soplas más fuerte verás que sale con más fuerza. Eso nos debería hacer pensar que esa bolita no cabe dentro de la botella. ¿Cómo es que no cabe si la botella está vacía? Pues no cabe porque la botella no está vacía, está llena de aire.

El aire no es una cosa mágica, no es una energía sutil. Es materia, el aire pesa, son átomos, son moléculas. El aire está ahí, y el soplar aumenta la presión del aire en el interior que empuja la bolita fuera.

✔Segundo experimento. Coge de nuevo una botella de plástico vacía (bueno, ahora ya sabes que realmente está llena de aire). Cierra la botella y métela en el congelador.

Deja pasar un par de horas. Cuando la saques del congelador la botella estará espachurrada. Eso es  porque el aire que había dentro, al enfriarse, ha bajado su presión. Y la presión del aire que está por fuera la ha apretado. Eso nos demuestra de nuevo que hay aire tanto dentro de la botella como fuera, y que puede cambiar sus propiedades según la temperatura y la presión a la que esté.

✔Tercer experimento. Una botella de agua vacía también te puede servir para medir la presión atmosférica. Si vives al borde del mar tienes una gran presión atmosférica. Si coges ahí la botella y la cierras con ese aire a mucha presión y luego subes hacia la montaña, la presión exterior es menor. La botella estará un poco hinchada, y al abrirla notarás un sonido de aire que sale.

Puedes hacer lo contrario, cerrar la botella con aire a baja presión en la montaña y luego bajar hacia el nivel del mar. Notarás que la botella se irá espachurrando.

Este experimento es divertido hacerlo en un avión. Cuando el avión vaya a aterrizar, cierras la botella arriba con aire a baja presión, y vas a ver en el proceso de aterrizaje que es muy rápido como se va a espachurrar.

Mastica bien. La superficie de reacción

En ocasiones hay que insistir a los niños para que mastiquen bien la comida. Ellos no lo entienden pero nosotros sabemos que así van a tener una mejor digestión.

La digestión es una reacción química. En el estómago tenemos unos jugos gástricos, unos ácidos que van a reaccionar con la comida. Si la comida y los ácidos no tienen un contacto muy íntimo no van a reaccionar bien.

Si echas un terrón de azúcar al té vas a ver que tarda en disolverse. Pero si echas una cucharada de azúcar vas a ver que se disuelve muy fácilmente, porque todos los cristalitos de azúcar están en contacto con el té.

Cuanto más en trocitos está una sustancia, más rápido reacciona. Seguro que en algún cumpleaños has echado un trozo de patata en una vaso de naranja o de cola, y habrás visto que se forman burbujas alrededor. ¿Qué pasa si rompes el trozo de patata en dos? Pues se forman burbujas alrededor de los dos trozos de patata, hay más superficie de contacto.

¿Qué pasaría si rompieses la patata en trocitos muy pequeños y la echases? Pues que saldrían muchas burbujas a la vez.

Seguro que conoces el truco de echar un tipo de caramelos muy particulares a un refresco de cola para que salga un surtidor de espuma. Para explicar esto de la superficie de reacción podemos hacerlo con una sustancia mucho más barata y casera que es la sal común.

Abre un refresco de cola (con medio litro es suficiente, así no manchamos mucho) y viértelo dentro de un bol de ensalada. Echa dentro un puñado de sal y verás que sale un surtidor como de unos diez centímetros.

La ilusión de la flecha invertida

Dibuja dos flechas que señalen hacia la izquierda en una hoja de papel y apoya esa hoja en la pared. Luego coloca un vaso vacío y transparente delante de esas flechas dibujadas. Cuando viertas agua en el vaso, verás algo que quizás no esperes. ¿Por qué sucede? Simplemente acabas de demostrar un concepto de física llamado refracción:

Un ejemplo de este fenómeno se ve también cuando se sumerge un lápiz en un vaso con agua: el lápiz parece quebrado:

Experimentos y manualidades para niños | Lápiz quebrado debido a la refracción.

Flores que cambian de color

Este experimento demuestra cómo las plantas transportan el agua hasta el tallo, a través del xilema, para llegar a las hojas e hidratar los pétalos.

Necesitaréis flores de color claro ―preferiblemente blancas―, colorante alimentario, vasos o tarros de cristal vacíos, tijeras y agua.

Echa agua en cada uno de los frascos y coloréalos con el colorante. Preferiblemente, cada uno de un color distinto. Introduce las flores que quieras en cada tarro.

Ahora se trata de irlas observando y dejar que la naturaleza haga su trabajo. En un par de horas los resultados deberían ser visibles, aunque el proceso podría dilatarse un par de días según las condiciones ambientales y otros factores.

Experimentos y manualidades para niños

El azúcar de los refrescos

Podemos medir las cosas para saber lo que las cosas son. El que mide sabe, y el que no mide sólo puede opinar. Se dice que los refrescos llevan mucho azúcar, pero eso es una opinión. Nosotros vamos a medirlo.

Necesitarás una báscula de cocina, un tarro de azúcar y una cucharilla.

Coge una lata de refresco ―da igual que sea naranja, limón o cola― y mira en la etiqueta el contenido de azúcar que tiene. Hay que fijarse bien, porque en la etiqueta pone los gramos de azúcar que hay por 100 mililitros y los gramos de azúcar que hay por 330 mililitros. Recuerda que la lata contiene un tercio de litro, que son 330 mililitros. En una bebida típica estará en torno a los veintitantos o treinta gramos.

Echa cucharadas de azúcar en una taza hasta que de el peso de 30 gramos en la báscula. Te llevarás una enorme sorpresa del montón de azúcar que supone. Ahora que lo has medido sabes, y ahora que sabes puedes decidir hasta que punto quieres tomar tanto azúcar. Hay bebidas que no están tan azucaradas, empezando por el agua.

¿Sólo hay un exceso de azúcar en las bebidas azucaradas? Mira otras etiquetas. Esos cereales que parecen tan saludables y que los anuncios nos venden tan bien, a  lo mejor van muy azucarados. De nuevo mira el azúcar que hay en una ración, pésalo aparte y lo verás.

O ese yogur azucarado que parece un alimento tan sano. Porque cuando uno se come un dulce ya tiene la conciencia culpable de que está haciendo algo malo, pero cuando uno come un yogur pensamos “estoy tomando el desayuno o la merienda que se debe tomar”. Un yogur azucarado puede tener entre 13 y 15 gramos de azúcar añadido, es una barbaridad.

La ciencia lo que nos dice es que no creas al que te ha dicho que tiene poco, que no creas al que te ha dicho que tiene mucho. Coge tu báscula y mide, y cuando sepas podrás elegir.

¿Qué cae más deprisa?

Si se deja caer una hoja de papel y una moneda, la moneda llega mucho antes al suelo. Sin embargo si se arruga la hoja y se hace una pequeña pelotita con ella, al repetir el experimento se observará que prácticamente llegan al suelo de forma simultánea.

Si no hubiese aire en la Tierra todos los objetos, independientemente de su forma y peso, caerían a la misma velocidad. La presencia del aire influye en la velocidad de la caída frenando unos objetos más que a otros según su forma. Al hacer una bola con la hoja de papel conseguimos minimizar la influencia del aire.

Galileo descubrió este hecho y cuenta la leyenda que, para demostrarlo, dejo caer desde lo alto de la torre de Pisa dos bolas. Las dos bolas eran de peso muy diferente y sin embargo llegaron simultáneamente al suelo.

Dave Scott, uno de los astronautas del Apollo 15, realizo en la Luna un experimento consistente en dejar caer desde la misma altura un martillo y una pluma. Como era de esperar (En la Luna no hay atmósfera) ambos llegaron simultáneamente al suelo:

Sabor sin olor

Pon a prueba tus sentidos con este sencillo experimento relacionado con tu sentido del olfato. Todos sabemos que algunos alimentos saben mejor que otros, pero ¿qué nos da la capacidad de experimentar todos estos sabores únicos?

Necesitas un pequeño trozo de patata pelada y un pequeño trozo de manzana pelada (que ambos trozos tengan más o menos la misma forma, para que no puedas notar la diferencia)

Cierra los ojos y mezcla los trozos de patata y de manzana para no saber cuál es cuál. Tapándote la nariz prueba cada pieza, ¿puedes notar la diferencia?

Tapar la nariz mientras pruebas la patata y la manzana hace que sea difícil distinguir la diferencia entre las dos. Tu nariz y tu boca están conectadas a través de la misma vía aérea, lo que significa que pruebas y hueles los alimentos al mismo tiempo. Tu sentido del gusto puede reconocer salado, dulce, amargo y ácido, pero cuando combinas esto con tu sentido del olfato puedes reconocer muchos otros «sabores» individuales. Al quitar el olor (y la vista) limitas la capacidad de tu cerebro para diferenciar entre ciertos alimentos.

Apuñalar una patata con una pajita

¿Es posible apuñalar una patata con una pajita? En este experimento comprobarás cómo se puede usar la presión del aire. Necesitas una patata y pajitas de beber rígidas de plástico.

Sujeta una pajita de plástico por los costados (sin cubrir el agujero en la parte superior) e intenta apuñalar rápidamente la patata, ¿qué ocurre?

Ahora repite el experimento con una pajita nueva, pero esta vez coloca el pulgar sobre la parte superior, cubriendo el agujero.

¿Qué es lo que ha ocurrido? La primera vez que has probado, es posible que solo hayas perforado la patata un poquito. ¿Por qué has tenido más éxito en el segundo intento? Colocar el dedo pulgar sobre el orificio en la parte superior de la pajita mejora su capacidad para perforar la piel de la patata y empujar la pajita hacia el tubérculo.

Cubrir la parte superior de la pajita con el pulgar atrapa el aire interior, forzándolo a comprimir mientras apuñalas la pajita a través de la piel de la patata. Esto hace que la pajita sea lo suficientemente fuerte como para perforar la patata, a diferencia del primer intento en el que el aire es expulsado de la pajita.

Experimentos y manualidades para niños

Hacer música con agua

Necesitarás 5 o más vasos o botellas de vidrio, agua y un palo de madera (puede ser un lápiz)

Alinea los vasos uno al lado del otro y llénalos con diferentes cantidades de agua. El primero debería tener un poco de agua, mientras que el último debería estar casi lleno, los que están entre ellos deberían tener un poco más que el anterior.

Golpea el vidrio con la menor cantidad de agua y observa el sonido, luego golpea el vidrio con la mayor cantidad de agua. Golpea los otros vasos y fíjate en el sonido que hacen. Comprueba si puedes escuchar una melodía golpeando los vasos en cierto orden.

¿Por qué ocurre? Cada uno de los vasos tendrá un tono diferente cuando se golpee con el lápiz, el vaso con más agua tendrá el tono más bajo, mientras que el vaso con menos agua tendrá el más alto. Se producen pequeñas vibraciones cuando se golpea el cristal, esto crea ondas de sonido que viajan a través del agua. Más agua significa vibraciones más lentas y un tono más profundo.

Electricidad estática

Dicen que los opuestos se atraen y eso no podría ser más cierto con estos tres divertidos experimentos de electricidad estática. Averigua sobre partículas con carga positiva y negativa usando algunos elementos básicos. Necesitarás dos globos inflados, tu cabello, una lata de aluminio y un trozo de fieltro o ropa hecha con lana.

Experimentos y manualidades para niños

✔Experimento 1: Frota los 2 globos uno por uno con el trozo de ropa, luego intenta juntar los globos, ¿se atraen o no el uno al otro?

✔Experimento 2: Frota uno de los globos en tu cabello, luego, lentamente, retíralo. Pregúntale a alguien que esté cerca que es lo que ve. Si no tienes a nadie cerca mírate en un espejo.

✔Experimento 3: Coloca la lata de aluminio de costado sobre una mesa. Después de frotar el globo en tu cabello, sostén el globo cerca de la lata y observa como ésta se le acerca. Mueve lentamente el globo y la lata lo seguirá.

Un poco de teoría: La materia está hecha de átomos y los átomos están compuestos de protones, neutrones y electrones. Los electrones giran alrededor del núcleo, donde están los protones y los neutrones.

Experimentos y manualidades para niños

Cuando acercamos dos materiales, puede ocurrir que los electrones salten de una material a otro. Así hay materiales que al perder electrones quedan con carga positiva (pelo, lana, vidrio) y hay materiales que al ganar electrones quedan con carga negativa (globo, papel celofán, botella de refresco de PET). Los materiales que tengan carga contraria se atraerán y los que tengan la misma carga se repelerán. Este fenómeno se ve favorecido en un ambiente seco.

¿Qué diferencia hay entre este fenómeno y la electricidad? El flujo de electrones que hemos establecido al hacer estos experimentos no es constante: la transferencia de electrones se produce solo mientras hay fricción y el efecto es visible hasta que las cargas se neutralizan En la electricidad tenemos que favorecer un flujo de electrones constante empleando materiales conductores (metales).

La explicación para los más peques: nos quedaremos con la idea que saltan electrones de un material a otro, y que no se ven. Los materiales cargados positivamente se atraen con los cargados negativamente y que esa carga dependerá del material con el que esté hecho el objeto que utilizamos.

Luz, color y calor

Cuando estás bajo el sol en un día caluroso de verano, vale la pena llevar ropa de color claro, pero ¿por qué? Experimenta con luz, color, calor y algo de agua para descubrir.

Experimentos y manualidades para niños

Necesitarás dos vasos o jarras idénticos, agua, un termómetro, 2 bandas elásticas o alguna cinta adhesiva, papel blanco y papel negro.

Envuelve uno de los vasos con papel blanco, ayúdate de la banda elástica o la cinta adhesiva para sujetar el papel. Haces lo mismo con el otro vaso y el papel negro. Llena los dos vasos con la misma cantidad de agua. Tras dejar los vasos al sol durante un par de horas, mide la temperatura del agua en cada uno.

¿Qué ha ocurrido? Las superficies oscuras, como el papel negro, absorben más luz y calor que las más claras, como el papel blanco. Después de medir la temperatura del agua, la que hay en el vaso envuelto en papel negro debería estar más caliente. Las superficies más claras reflejan más luz, es por eso que las personas usan ropa de color más claro en el verano y eso las mantiene más frescas.

Hacer una banda de Moebius con una cinta de papel

La banda o cinta de Möbius o Moebius es una superficie con una sola cara y un solo borde. Sus propiedades son:

Es una superficie que sólo posee una cara: Si coloreas la superficie de una cinta de Möbius, comenzando por la «aparentemente» cara exterior, al final verás que queda coloreada toda la cinta, por tanto, sólo tiene una cara y no tiene sentido hablar de cara interior y cara exterior.

Sólo tiene un borde: Lo puedes comprobar siguiendo el borde con un dedo, apreciarás que se alcanza el punto de partida tras haber recorrido la totalidad del borde.

Es una superficie no orientable: Si una persona se deslizase «tumbada» sobre una banda de Möbius, mirando hacia la derecha, al recorrer una vuelta completa aparecerá mirando hacia la izquierda.

La banda de Moebius se puede hacer cortando una tira larga de papel, haciendo una media vuelta en ella y pegando los extremos de la tira juntos.

Cómo hacer pompas de jabón

Uno de los experimentos más sencillos y motivadores para los niños son las pompas de jabón. Las burbujas son en sí mismas un fenómeno bastante interesante, todos hemos disfrutado haciéndolas en nuestra niñez.

Una pompa de jabón es una porción de aire rodeada por una película de agua y un elemento tensioactivo (jabón o detergente). La manera más fácil es poner en agua algo de líquido lavavajillas, y evitar el producir burbujas, mezclándolo lentamente. A su vez, hay varios trucos para mejorar la fórmula:

―Cuanto más puro sea el jabón, es decir, cuanto menos perfume y otros aditivos tenga, funcionará mejor.
―La glicerina o el azúcar también se pueden añadir para espesar la disolución y conseguir burbujas más coloridas y elásticas.
―Por último, el agua destilada funciona mejor que el agua del grifo, al carecer de impurezas que debilitan la película de la pompa.

Esta sería la fórmula:
Con agua y jabón podemos crear la película elástica, que puede aumentar de volumen, y hacer las pompas. Pero ¿qué sucede? Cuando el agua que forma la pompa se evapora. Ésta se rompe. Por ello, si queremos que las pompas sean más grandes, hemos de añadir azúcar a la mezcla de agua y jabón, para lograr más consistencia, y glicerina, para evitar la evaporación rápida del agua.

―2 vasos de agua. Si es muy dura, mejor agua destilada.
―Un vaso de jabón concentrado (200 ml).
―1 cucharadita de café llena de azúcar.
―1 cucharada sopera de glicerina (20 ml).

Experimentos y manualidades para niños
Experimentos y manualidades para niños

Ideas de manualidades divertidas y fáciles para hacer con niños

Dibujar la mano en 3D

Mira el vídeo y sigue las instrucciones para crear este efecto genial sobre el papel. Un truco divertido y rápido para hacer con los niños. Si no puedes dibujar líneas rectas, simplemente utiliza una regla. ¿Con qué otros objetos podrías utilizar esta técnica?

Experimentos y manualidades para niños

Crea fuegos artificiales con un rollo de papel higiénico

Un simple rollo de papel higiénico puede convertirse en un sello creativo o un pincel especial. Los más pequeños podrán crear fuegos artificiales con un rollo de papel higiénico, tijeras y un poco de pintura y papel. Prueba también esta actividad con papel negro y pintura blanca y de colores:

Experimentos y manualidades para niños

Cómo tejer en un mini telar de cartón

Coge un trozo de cartón y una regla, un lápiz, unas tijeras, un poco de hilo, cinta adhesiva y una aguja (se recomienda una aguja grande de plástico para bordar) y mira este video para aprender a tejer hilo en un mini telar de cartón :

Experimentos y manualidades para niños

Camaleón que cambia de color

Muy fácil de hacer este camaleón que cambia de color:

Experimentos y manualidades para niños

Cómo crear un libro animado

Aprende a crear un libro animado con sólo un bloc Post-it, cinta y un lápiz. Mira el vídeo y verás que es muy fácil:

  1. Comienza con un bloc Post-it en blanco (se puede dividir en tres partes, de manera que tendrás tres blocs más pequeños para hacer más de un libro animado).
  2. Envuelve con la cinta alrededor del extremo adhesivo del bloc que vayas a utilizar para evitar que se rompa cuando dibujes en él.
  3. Comienza con la última hoja del blog, dibujando una imagen en la mitad inferior de la página. Si el dibujo está demasiado cerca de la parte superior, donde las hojas se unen, es posible que no lo veas cuando pases el dedo por el libro al final.
  4. Pasa a la siguiente hoja (la penúltima del bloc) y mira como se ve el primer dibujo a través del papel.
  5. Calcando, traza las partes fijas de la imagen, las que no quieres mover en la animación.
  6. Cambia las partes de tu dibujo que quieras animar o mover.
  7. Pasa a la página siguiente. Calca de nuevo las partes fijas y cambia las partes que estás animando.
  8. A medida que llenas el bloc de notas de atrás hacia adelante, anima los movimientos poco a poco, página a página.
  9. Una vez que termines la serie de dibujos, usa el dedo pulgar para pasar las páginas de atrás hacia adelante y ver la animación que has dibujado.

Experimentos y manualidades para niños

Dibujar un cubo flotante

Una ilusión óptica para sorprender a amigos y familiares. Aunque puede requerir algo de práctica obtener las proporciones y sombreados correctos, este tutorial rápido del artista Jonathan Harris es un buen comienzo, 15 minutos de trabajo comprimidos en dos:

Experimentos y manualidades para niños

Dibujar un rectángulo de Penrose y otros objetos imposibles

El rectángulo de Penrose es lo que se conoce como un objeto imposible, una ilusión óptica que se dibuja para parecerse a una cosa tridimensional que en realidad nunca podría existir. Si te resulta difícil de ver al principio, cubre una mitad, luego la otra, y luego míralo de nuevo: es una forma geométricamente imposible:

Experimentos y manualidades para niños | rectángulo de Penrose

Jonathan Harris dibuja este tipo de objetos en videos de YouTube. Puedes probar con estos tres:

Daniel Tammet. ‘La conquista del cerebro’

Daniel Tammet es una mente privilegiada. Matemático, escritor y autor del libro  ‘La conquista del cerebro’. Habla de las distintas fases de los recuerdos, de autismo y creatividad, de mente y máquina, de por qué la pobreza engendra pobreza, de la fascinación por el cotilleo y las leyendas urbanas. Algo más de cinco horas nombrando los 22.514 primeros dígitos del número π sin equivocarse le hicieron merecedor del récord europeo de memorización y recitación de ese número. Eso era el 14 de marzo del año 2004. ¿Cómo se entrena uno para conseguir esto?

“Cuando en marzo de 2004 recité de memoria 22.514 decimales de la constante matemática pi, 3,14159265…, a mucha gente le pareció que aquello había sido cosa de magia. Pero este logro, un récord europeo, fue el resultado de semanas de estudio disciplinado ayudado por el modo, poco habitual, en que mi mente percibe los números, como formas complejas, multidimensionales y con color y textura. Recorriendo a estas formas pude visualizar y recordar los dígitos de pi como si fueran un panorama numérico que se iba desplegando en mi mente, cuya belleza me fascinaba y me cautivaba. A partir de esta aleatoria serie de dígitos, compuse algo semejante a una canción visual, que iba discurriendo por todas las curvas de mi mente, gracias a la cual pude oír la música de los números.”

Daniel Tammet. ‘La conquista del cerebro’

¿Quién es Daniel Tammet?

Daniel Tammet nació el 31 de enero de 1979. A él le gusta decir que 31, 19 y 79 son números primos, pero eso es porque considera que los números primos son poéticos. Sabe hablar muchos idiomas (diez, incluyendo el islandés, el esperanto y uno de creación propia) y le encanta la literatura. Especialmente, la poesía. Y, en concreto, La poesía de los números.

Para este matemático prodigioso cada número hasta la cifra de 10.000 tiene su propia forma, color, textura y emoción. Números que brillan. Contar es para él como ver una película o adentrarse en un bosque tropical. Quizás por eso, cuando era un muchacho hostigado por sus compañeros en un barrio al este de Londres, no jugaba al fútbol en el patio del colegio, sino que se ponía delante de un árbol y contaba las hojas de la copa. De hecho, es el mayor de nueve hermanos y todos ellos eran mejores con la pelota que él, aunque le querían igual porque desde pequeño les explicaba historias.

Es posible, también, que gracias a esta capacidad batiera en 2004 un récord europeo al recitar 22.514 decimales del número pi, el más enigmático de todos, en cinco horas.

Daniel Tammet. ‘La conquista del cerebro’

Diagnosticado con el síndrome del savant, Tammet es capaz de llevar a cabo proezas intelectuales extraordinarias, pero no solo eso: también es un hábil divulgador científico experto en el funcionamiento del cerebro.

¿Cómo se entrenó para conseguir ese récord de memorización?

Tardó tres meses. Daniel Tammet explica que tiene sinestesia ―un fenómeno neurológico que hace que en su cabeza los números tengan formas, colores, texturas, emociones. A veces incluso tienen su propia personalidad―. Cuenta que por ejemplo el número 4 es tímido, como él era de pequeño en Londres. El número 89 es como la nieve que cae al suelo. El número 11 es belleza, para Daniel es la mejor manera de describir la belleza.

Aprender el número π consistía en verlo como un poema, no escrito en español ni en inglés o en francés o en cualquier otra lengua, sino escrito con números. El lenguaje de los números es el idioma que Daniel Tammet habla con mayor fluidez.

“Desde que era pequeño el lenguaje de los números, de las formas, los colores, las texturas, lo que significan esas formas, igual que los ideogramas del japonés o el chino, me fascinaban y disparaban mi creatividad. Así que cuando aprendí el número π en esos tres meses, en realidad estaba aprendiendo los colores y las texturas y las imágenes, y creando historias con esas imágenes. Y como para mí era un poema, lo que quería era recitarlo ante el público.

La gente lo escuchó aunque no entendiera el lenguaje de los números, pero les emocionó esa experiencia. Pudieron sentir la emoción, pudieron entender lo importante que era para mí. En español tenéis el verbo contar que significa contar números, pero también contar historias. Y creo que yo en ese momento estaba haciendo ambas cosas. Estaba contando y recontando.»

¿Recuerda esas 5 horas? ¿Nervioso, emocionado, tranquilo?

“Lo disfruté a tope. Cuando yo recitaba los dígitos del número π estaba recitando una historia. Gira en torno a una persona que está subiendo por una colina, contempla un paisaje y un Sol precioso. Después viene la oscuridad, después sale otra vez el Sol y después esa persona continúa el viaje.”

El objetivo de su récord era recaudar fondos

Todo lo recaudado aquel día, en el que consiguió ese récord, lo donó a la investigación de la epilepsia ¿Por qué? Para dar visibilidad a las personas que sufren esta enfermedad.

“Porque cuando tenía 4 años sufrí ataques epilépticos. La epilepsia es uno de los efectos secundarios del autismo, y yo sufro autismo de alto funcionamiento, también conocido como síndrome de asperger

Su padre murió de esa enfermedad, así que cuando él sufrió el primer ataque su madre temió lo peor. Sin embargo, esa crisis desató otro efecto: se le acabaría diagnosticando Asperger, pero solo un 1% de los diagnosticados con este trastorno autista padecen también el síndrome del sabio (o síndrome del savant), caracterizado por una memoria prodigiosa, unas habilidades con las artes innatas, una capacidad de cálculo casi paranormal. Él, además, es sinestésico, así que puede escuchar colores o palpar sabores. La clave, sin embargo, es que además de poseer todas estas habilidades asombrosas, es de los pocos que saben explicarlas. Porque escribe. Y escribe muy bien.

¿Qué es el síndrome del savant o síndrome del sabio?

“El autismo es un trastorno del desarrollo. En cuanto al síndrome del savant, es una forma de autismo muy específica. En este síndrome, la persona cuenta con unas capacidades que en otros serían extraordinarias, sean autistas o no. En mi caso, es la capacidad de aprender idiomas. Adoro los idiomas. Utilizo distintos idiomas a diario. También los números, me encantan los números. Veo los números con colores y texturas y esto me ayuda a recordarlos.”

Daniel Tammet: «A menudo ignoramos hasta dónde somos capaces de llegar, hasta que no lo probamos»:

Tímido, sensible, patoso

“A muchas personas el autismo les impide la interacción social y las emociones. En algunos casos incluso les impide hablar. Pero en mi caso el autismo es leve, lo que me ha permitido con el tiempo aprender cómo hablar, cómo interactuar y cómo tener amigos.

Hoy el autismo ya no es un límite importante en mi vida. Puedo escribir a tiempo completo. Tengo un marido, tengo una carrera, viajo por todo el mundo, doy conferencias. Pero cuando era pequeño era una enfermedad mucho más difícil para mí y para mi familia.

Mi familia era muy pobre, no tenía estudios, no podía entender por qué yo era distinto. No había ni siquiera una palabra para describirme. Decían de mí que era tímido, sensible, patoso. Porque la palabra autista no existía.”

Daniel Tammet. ‘La conquista del cerebro’

Anclado en las rutinas

Ser como es también tiene otras consecuencias. Tammet está anclado en las rutinas: debe tomar el té cada día a una hora exacta, salpicar su cara cinco veces cuando se despierta y, antes de salir de casa, contar los botones de toda la ropa que viste. Explicó todo eso y mucho más en Nacido en un día azul (2006), las memorias sobre el día a día de un sabio con autismo, nombradas mejor libro del año por la American Library Association.

“Sobre todo cuando era pequeño siempre estaba contando la ropa, los botones, todo. Era una manera de calmarme. Porque es como pasa con la música, nos calma porque consiste en contar. Para mí, en mi cabeza, contar es como escuchar música. La música que escucho es la música de los números.”

De hecho, su rasgo más especial no es ser un sabio, sino saber explicar cómo funciona su cerebro. Y el nuestro. El de todos. La conquista del cerebro, su nuevo libro, va entre otras cosas de esto. Fue uno de los grandes best sellers de 2009 en Francia, así que se mudó a París, donde vive como escritor desde entonces. Un matemático que vive de las letras.

A Tammet le costó entender qué sucedía en su cabeza. Por eso era tímido, aunque le gustaba arrasar en los quizs en los que concursaba con sus amigos. Pero en 2005 el Channel Five británico le dedicó el documental «The Boy with the Incredible Brain», y durante la grabación conoció a alguien que le daría la confianza que le faltaba: Kim Peek, la persona en la que se basó el personaje de Dustin Hoffman en Rain Man. Ese que recitaba números, se golpeaba a cabeza y para el que una lavadora de color era tan fascinante como la mejor película jamás filmada.

Su actitud ante el nerviosismo

Aunque se ha convertido en un autor de éxito y en una celebridad de la divulgación científica, Tammet aún se pone nervioso a menudo. Tiene un truco. Lo hace desde que era muy pequeño. Para llevarlo a cabo debe cerrar los ojos. Entonces, multiplica dos por dos, y el resultado por dos más, y esa cifra otra vez por dos… Y a medida que lo hace en su mente aparecen bengalas, chispas, espirales de neón. Hasta que, de repente, puede ver con claridad todo un cielo de fuegos artificiales. Eso lo tranquiliza y le parece bonito. Le gustan la justicia y la precisión, pero siempre dice que en las matemáticas, como en la literatura y en la vida, la belleza es lo más importante.

Cómo y cuándo descubrió Daniel Tammet que tenía sinestesia

“Los científicos pudieron describirme la enfermedad que tenía cuando ya tenía más de 20 años. Antes de eso yo ya tenía una relación intuitiva con los números. Y también con las palabras que para mí también tienen formas, colores y texturas.

Cuando escribo, que es a lo que me dedico plenamente ahora que vivo en París, veo los colores y veo las texturas. Y escribo para intentar trasladar esas sensaciones a los lectores que no sufren sinestesia, aunque pueden sentir también emociones fuertes. Supongo que parte del arte que hay en la tarea del escritor es saber manejar las palabras de forma que transmitan esas emociones al lector.»

¿Qué ocurre a partir del número 10.000?

Para Daniel Tammet los números, hasta 10.000, tienen colores, texturas e incluso transmiten emoción. ¿Qué sucede a partir del número 10.000?

“A partir del 10.000 se me hace muy complicado poner imágenes a los números, otorgarles un lenguaje. De algún modo yo tengo mi propio vocabulario para todos los números hasta el 10.000. Soy capaz de crear ese vocabulario propio mediante la combinación de los significados, de forma que los números pequeños se juntan para tener un significado mayor. Del mismo modo que el latín, el español, el inglés o el francés permiten construir palabras muy complejas a partir de palabras más pequeñas. Las pones juntas y construyes esas ideas más complejas.”

¿Cuál es la relación entre las matemáticas y la poesía en su cabeza?

“Yo no soy matemático. Me enfrento a las matemáticas desde la perspectiva de un aficionado, en el sentido noble de la palabra. Alguien que ama las matemáticas, que ama las ideas de las matemáticas. Las matemáticas son abstractas pero al mismo tiempo nos afectan a todos, están en todos los sitios.

Por ejemplo, la idea de lo infinito es una de las ideas más increíbles creadas por la humanidad. El número π es un número infinito, aunque tuviéramos una hoja de papel del tamaño del universo no tendríamos espacio para escribir todos los números que lo componen. Y la idea de que un número puede ser más grande que el universo, como si fuera el número de teléfono de Dios, es increíble. Es asombroso, y eso para mí es poesía. Ese tipo de idea es como un poema.»

¿Cómo sabe que el número 4 es tímido?

El número 4 es puntiagudo, y Daniel Tammet lo ve azul ¿pero cómo sabe que es tímido?

“Sí, físicamente es puntiagudo y azul. Pero su significado es ese, es tímido, timidez. ¿Por qué? La misma pregunta se puede hacer a cualquier lenguaje. ¿Por qué las palabras en francés que empiezan con las letras “lu” tienen siempre algo que ver con la luz? Lumière significa luz, lunettes son gafas, lune es luna, lucarne es un tragaluz, lucioles son luciérnagas. Cuando se lo digo a los franceses les sorprende, es su primera lengua pero no se han fijado en esa relación entre sonidos y significados.

¿Por qué el número 4 y los números relacionados con el 4 conllevan ese significado de timidez? No lo sé. Es algo que ha creado mi mente de manera intuitiva. Ha creado ese significado como parte de un lenguaje secreto, privado, que sólo yo puedo entender. Pero es bello a su manera, para mí es completamente lógico.»

¿Qué piensa Daniel Tammet sobre el 7, por ejemplo?

“El 7 es grande y azul oscuro, casi morado. Es un número fuerte, el 4 es débil comparado con el 7.»

¿Por qué le fascina tanto el 111?

“El 111 lo obtienes de multiplicar 37 por 3, que son números primos. Y el 37 es un número primo muy bonito. Y cuando lo multiplicas por 3 y te da 111 obtienes un resultado muy bonito.

El 111 por cierto es un número que aparece mucho en los trabajos de Oliver Sacks. Él escribió hace mucho, en los 80, un libro sobre el autismo: El hombre que confundió a su mujer con un sombrero. Era un magnífico escritor, pero lamentablemente se equivocó cuando escribió entonces sobre el autismo. Era un tiempo en el que se pensaba que los autistas eran como magos, gente que podía hacer cosas sobrenaturales. Él hablaba de unos gemelos autistas que, cuando alguien tiraba al suelo un montón de cerillas delante de ellos eran capaces de contarlas instantáneamente, y decían: 111. Sobra decir que no hay evidencia científica de que esto sea así. Yo nunca he sido capaz de hacer algo así, y no conozco ninguna otra persona autista que haya podido hacer esto en un entorno de experimentación científica.

En la película Rain Man lo reprodujeron usando palillos en lugar de cerillas. Por eso de algún modo ya forma parte de la cultura popular sobre el autismo, cuando en realidad procede de la maravillosa imaginación que tenía Oliver Sacks.”

Según Daniel Tammet todos nacemos con el mismo instinto numérico

“Creo que todos nacemos con el mismo instinto numérico. Nos encanta contar desde nuestros primeros días. Como bebés contamos de manera instintiva. Pero los talentos de cada persona son diferentes, porque desde pequeños se desarrollan en direcciones distintas.

Una persona no puede aspirar a ser un gran artista o un gran matemático si no se ha cultivado en esos terrenos. Tiene que dedicarse a aquello por lo que siente una atracción. Y si no se sienten atraídos por los números no pasa nada. Yo creo que el problema tiene más que ver con la educación, pone reglas a los niños desde que son muy pequeños. Por eso la idea que la mayoría de la gente tiene sobre las matemáticas es que todo consiste en reglas, como aprender la tabla de multiplicar, y eso es muy aburrido porque se basa en la repetición. No hay creatividad.”

¿Qué vinculo existe entre música y memoria?

La memoria está basada en segmentos, y la música también. En segmentos y en repeticiones. Si escuchas atentamente una música empieza siempre con una serie de notas, que son números. Y la gente disfruta escuchando música porque es como estar contando. La música es una manera de contar. Ese es otro ejemplo de cómo todo el mundo disfruta de los números dependiendo de cómo se presenten.

Si los presentas de manera aburrida no los disfrutas, no sientes ninguna atracción hacia los números. Pero si los presentas de manera divertida, de manera instintivamente interesante para nosotros, entonces creo que incluso la gente que dice que no le gustan los números acabará diciendo que le gustan. Descubrirá algo en ellos.

La música está compuesta por números y por repeticiones, y en nuestra memoria usamos también las repeticiones. Cuando contamos historias que queremos que se recuerden estamos usando repeticiones, contamos que algo pasó y volvemos al tiempo en el que pasó. Y lo contamos de manera sensiblemente distinta. Hablamos de ese hombre con el que nos encontramos y dijo esto o lo otro, y luego este hombre tal o cual, y lo vas cambiando a medida que lo repites.

Es como cuando aprendes un idioma. Aprendes una frase, luego una frase parecida pero algo distinta, y luego te preguntas por qué es distinta. Y aprendes de manera instintiva por qué es distinta. Y luego otra frase diferente, y así lo aprendes. Mezclando la repetición con la diferencia de manera sutil.”

¿Cuántos idiomas habla Daniel Tammet?

“Vivo en París y casi a diario me expreso en tres idiomas. Escribo en inglés, hablo en francés y, dado que tengo muy buenos amigos en Islandia, escribo muchos correos en islandés. Disfruto también de la lectura de libros en español. Leo a Cortázar y a Borges. Aprendí alemán en el colegio, he dado entrevistas en alemán. También escribo en esperanto, nadie habla esperanto pero hay gente que escribe en esa lengua y me comunico con ellos en esperanto. Así que hablo seis idiomas, y luego tres o cuatro más que no hablo del todo pero sí un poco.”

¿Podría hablar cualquier idioma que quisiera en poco tiempo?

¿Aprender un idioma es también una cuestión matemática?

“En realidad es un poco diferente, un poco más complicado. No soy una máquina, así que no puedo pulsar un botón y aprender automáticamente. Empieza con una emoción, eso es algo que no puedo predecir. Si me das un idioma ―y no consiste sólo en qué tipo de idioma es porque para mí todos los idiomas son bellos― lo que me importa es mi relación con ese idioma. Si puedo encontrar la manera de entrar en ese idioma entonces lo puedo aprender, porque existe esa emoción que me permite aprender. Lo hago rápido, depende del material que tenga a mano.

El español fue muy fácil porque hace mucho que lo leo, aunque me es más complicado hablarlo. En francés no tengo casi acento porque estoy rodeado de franceses. Así que depende de cómo lo aprenda, pero si me emociona… Como cuando aprendí islandés. Lo hice para un documental, como si fuera un experimento científico. Me llevaron a Islandia unos días y conocí a una profesora maravillosa, tanto que inmediatamente supe que podría aprender islandés en seguida. De hecho cuando me casé, hace un par de años, esa profesora vino a mi boda y cantó en islandés. Cuando tengo esa relación con alguien, tengo esa relación con su idioma.”

¿Por qué a mucha gente le resulta tan complicado aprender un idioma nuevo?

“Porque cuando nos adentramos en un idioma lo hacemos con ideas preconcebidas, que intentamos imponer sobre ese nuevo idioma. Y cada idioma tiene su forma propia, su propia manera de enfrentarse al mundo. Tenemos que ser muy humildes. Es muy difícil para un adulto.

Hablamos al menos un idioma perfectamente, y como adultos es muy difícil adentrarnos en ese segundo idioma como si volviéramos a ser niños. Para mí no es un problema, porque me siento siempre como un niño, incluso ahora a mis 38 años. Pero para la mayoría de la gente es incómodo.

Pero si pensamos en un idioma como una segunda niñez, o una tercera o una cuarta según cuantos idiomas queramos aprender, se convierte en una experiencia mucho más sencilla.

El consejo que puedo dar es intentar encontrar conexiones intuitivas con las palabras. No intentes aprender reglas porque eso te va a aburrir y vas a olvidar lo que aprendes. Intenta encontrar las reglas de manera intuitiva. Mira frases, ejemplos, y mira por qué cambian en función de quien pronuncia esas frases, de que hablan. Es como una historia de detectives, quieres leer hasta el final porque quieres saber quién es el culpable. Es lo mismo con las frases, ¿quién es el autor?, ¿por qué se dice así y no así?, así lo conviertes en una historia de detectives y es mucho más interesante.”

Daniel Tammet en sus ratos libres ha creado un idioma nuevo

Sí, cuando era pequeño siempre quería crear palabras nuevas. Y cuando aprendía francés o alemán, otros idiomas, me inventaba palabras en esos idiomas. Un día alguien se enfadó conmigo y me dijo que no tenía por qué inventarme palabras, que no era mi idioma. No sabía que la gente ponía tanto de su identidad en el idioma. Así que desde ese momento decidí que iba a inventarme tantas palabras como quisiera, pero en un idioma creado por mí. Así nadie me podría decir si está bien o mal, o que no tengo derecho a hacerlo. Ese idioma que me he inventado se llama Manti.

Interconexión entre la mente y la máquina

Daniel Tammet opina que hay mucho charlatán hablando sobre el tema.

“Si hablamos de inteligencia artificial, me situó probablemente entre los escépticos más que entre quienes promocionan estas ideas. Creo que los ordenadores son maravillosos. Creo que Internet es una invención increíble, que me permite hablar con mis amigos en Islandia con sólo encender mi ordenador. Me puedo comunicar con mis amigos en Quebec y por todo el mundo. Eso es fantástico. Pero cada vez más decimos que el cerebro es como un ordenador, y el mío sería como el de un súper ordenador. Y eso es completamente falso. Los ordenadores no tienen emociones, no tienen intuición, no entienden la poesía, no escriben libros, no escriben novelas.

El mejor ejemplo de los límites de la informática es que juegan al ajedrez, me pueden ganar a mí, a ti o a Gary Kasparov. Pero sólo porque el ajedrez es muy complejo y al mismo tiempo muy limitado. Tiene un número muy simple de reglas. Pero mantener una conversación normal, eso es increíblemente complejo. También hay algunas reglas en la conversación, pero son las reglas que marcan las personas que están conversando. Cada conversación tiene sus propias reglas del juego, y eso es algo tan complejo que ningún ordenador del mundo hasta ahora, y yo creo que nunca, podrá hacer: conversar como un ser humano.”

Daniel Tammet reivindica el chisme y el cotilleo ¿por qué?

“Esa es otra de las cosas que no entendía cuando era pequeño. ¿Por qué la gente cotilleaba? ¿Para qué cotilleaba? Para mí de pequeño lo más importante del lenguaje era el contenido de las palabras, su significado. Pero después descubrí que el lenguaje en realidad cumple dos propósitos. El primero expresar el contenido, pero tiene también un propósito social. Puedes pasarte diez minutos hablando con alguien sin decir realmente nada.

El lenguaje se usa para crear una conexión con esa persona, y eso de algún modo es el propósito del cotilleo: hacer conexiones sociales con la gente. En la medida en que se usa para eso es fantástico. Es muy positivo incluso aunque lo que estés diciendo sea muy negativo. Porque el resultado es que con esa conversación estás creando una complicidad con otra persona, y eso es muy positivo.

De hecho, la mejor manera de proteger tu cerebro no es aprender cosas nuevas o dedicarte a hacer juegos que te hagan pensar o que te hagan memorizar números. Los científicos han estudiado esto durante mucho tiempo, y saben que la mejor manera que tenemos de proteger nuestro cerebro, de frenar el alzhéimer, es no tanto cotillear si pasar tiempo con nuestros amigos y nuestra familia. Esa actividad social ―hablar, hacer bromas, contar historias― protege nuestro cerebro, crea conexiones y las hace más fuertes. Es buenísimo para nuestro cerebro.

Hay gente que cuenta ovejas para dormirse ¿Qué cuenta Daniel Tammet?

“Por suerte duermo muy bien. Casi siempre me quedo dormido rápidamente. Durante el día mi cabeza está trabajando constantemente, así que por la noche me quedo dormido inmediatamente. Pero si tengo que contar cuento con mi lenguaje de números. Veo las formas en mi cabeza, veo las emociones, y siento como si paseara en ese otro mundo. Me calma y me quedo dormido.”

¿Cuál es la finalidad última de ‘La conquista del cerebro’?

“Creo que el cerebro es un fenómeno fascinante en sí mismo. Ya sea el mío o el de cualquier persona. Hay más conexiones en un cerebro, en cualquiera, que átomos en el universo o estrellas en el cielo. Esa complejidad es asombrosa e invita a hacerse muchas preguntas.”

Daniel Tammet es una persona superdotada

Todos podemos conocer gente superdotada a nuestro alrededor, pero Daniel Tammet insiste todo el rato en su libro que todos los cerebros son extraordinarios. ¿Realmente lo son todos?

“Sí, así lo creo. Porque todos los cerebros son increíblemente ricos en conexiones. Creo que una de las cosas que distingue la mente del savant, sea autista o no, de lo que llamaríamos la mente normal, es que muestran un interés por áreas a las que a menudo no se presta atención. Por ejemplo, en el terreno de los números. A la gente suele asustarle los números desde muy pequeños. Me temo que, por desgracia, la escuela ahuyenta a los niños de los números y de las matemáticas.

Aunque yo no soy matemático siempre he apreciado la belleza de los números. Es una de las cosas que me atrae hacia ellos.”

Lo que Daniel Tammet piensa del cerebro de los niños

Explica que cuando los niños tienen dos años su cerebro tiene el doble de sinapsis y además utilizan el doble de energía que el cerebro de un adulto. ¿Quizás por eso es tan importante recordar que la educación de los niños es muy, muy importante, porque esos cerebros son auténticas esponjas?

La educación infantil es muy importante. Creo que desde edad muy temprana hemos de encontrar vías educativas para estimular a los niños a jugar. Con números, con palabras, con ideas. Del mismo modo en que juegan entre sí, sin limitar su imaginación. Pienso que la literatura es una forma maravillosa de estimular la imaginación. En lugar de decirles a los niños, sobre todo de pequeños, el mundo es así, es mejor decirles cómo podría ser y que pasaría si… Y dejar que los niños imaginen ellos solos qué mundo verían si las cosas fueran de esta manera o de esa otra.

En su libro Daniel Tammet insiste en que hay muchas formas de autismo

Daniel Tammet insiste a lo largo de su libro, en varias ocasiones, que hay muchos tipos de autismo, que hay un autismo de alta funcionalidad, un autismo muy talentoso, como es, por ejemplo, su caso. ¿Hasta qué punto películas como Rain Man o algunos pasajes de algunos de los libros de Oliver Sacks han provocado que cierta parte de la gente crea que el autismo es solo de una manera muy concreta y que no hay esa diversidad?

“Sí, es una cuestión muy importante, porque en el pasado se creía que solo había una forma de autismo. Y que a quien se le diagnosticaba autismo le tocaba seguir una línea de desarrollo concreta. La idea, por ejemplo, de que un autista no puede enamorarse o que no puede ser creativo, que no puede tener una carrera ni viajar ni vivir una vida plena.

Hoy sabemos que eso no es cierto. Ni en mi caso ni en el de muchos otros que han nacido en el espectro del autismo. En mi libro, presto una atención especial al ejemplo de Oliver Sacks, porque hace muchos años, cuando el autismo no se comprendía tanto, él escribió sobre unos gemelos autistas a los que les encantaban los números. Eso es muy interesante desde mi punto de vista, porque hay algunas similitudes con mi caso.

Cuando leí lo que había escrito sobre aquellos jóvenes autistas y su amor por los números, comprendí ese amor por los números. Pero me decepcionó mucho la forma por la que optó Oliver Sacks para describir a los gemelos. Utilizó términos muy negativos y la forma en que retrató sus habilidades.”

Sobre la creatividad

¿No le parece paradójico, incluso irónico, que los estudios recientes sobre el carácter innovador de la mente autista estén ayudando a entender mejor los procesos de creatividad, cuando antiguamente se pensaba que no eran nada creativos?

“Desde luego, totalmente. Llevo bastante escribiendo, más de diez años, y he visto la evolución. Hace diez años, cuando salió mi primer libro, la gente se preguntaba si lo había escrito yo, si era posible para un autista escribir su propia autobiografía. Y creo que ahora, diez años después, con mis libros traducidos a muchos idiomas, vendidos en todo el mundo, con premios y alabanzas de grandes escritores de muchos países, estas preguntas son mucho menos frecuentes.”

La era de la información

Es muy interesante en el libro el capítulo donde Daniel Tammet habla de la era de la información, sobre todo de esta era de saturación informativa. Llega a escribir: “Tener demasiada información puede ser tan nocivo como tener demasiado poca”. ¿Es así?

“Sí, porque la información en sí es totalmente neutra. La idea de que cuanta más tengamos mejor, no tiene por qué ser cierta. El funcionamiento de la mente se basa más en historias. Si nos fijamos en las historias, la cantidad de información que contienen suele ser muy poca. Lo que sucede es que tomamos una pequeña cantidad de información y creamos un mundo nuevo y nos adentramos en él. Imaginamos que pasaría si hiciéramos esto o aquello. Esa forma de imaginar es mucho más útil para la mente que la simple recepción de una tonelada de información.”

Los sentimientos y la felicidad

En su libro Daniel Tammet habla del cerebro, de avances en la neurociencia, de enfermedades mentales. Habla de muchas cosas pero también habla de sentimientos, y habla de frustración y habla de sueños y habla de felicidad. Concluye que la felicidad también puede ser una cuestión de práctica. ¿Realmente podemos aprender a ser felices?

“Recelo bastante de la idea, cada vez más extendida hoy en día, de que debemos ser felices. Empieza a ser una obligación social. Pero no definimos qué queremos decir cuando decimos felicidad. La idea de felicidad de una persona puede ser para otra un infierno y viceversa. Creo que más que afirmar que la felicidad es esto o aquello, hay que tener respeto por todo tipo de mentes y de felicidades dentro de los límites que conocemos. Siempre que tu felicidad no invada la de otra persona.”

El futuro de la neurociencia

¿Hacia dónde cree Daniel Tammet que va el futuro de la neurociencia? ¿Cree que los avances van a permitir, por ejemplo, que enfermedades como el alzhéimer se puedan curar?

“Sí, eso espero, porque creo que es casi imposible imaginar el sufrimiento de la gente con esa enfermedad, y, en particular, el de las familias y los seres más cercanos. La memoria es lo que nos define. Sin memoria no somos nada. Y en una enfermedad en la que la memoria desaparece, es como si la persona se desvaneciera ante nosotros. Empezamos a descubrir medicamentos que pueden ralentizar el avance de la enfermedad. En el futuro, no veo motivo para no imaginar que un día contemos con tratamientos capaces de prevenir la enfermedad del todo. Soy optimista.”

¿Ha batido alguien el récord que consiguió en 2004?

“Que yo sepa, sigue siendo el récord en Europa. Pero parece que hay gente en Japón que puede recitar aún más dígitos. ¿Por qué? Uno de los motivos es que han pasado diez años aprendiéndolos. Es casi como una forma de vida para ellos, una religión. Se dedican cada día en cuerpo y alma al número pi, por extraño que nos resulte a nosotros.”

¿Es Daniel Tammet feliz?

“Yo soy yo. En Islandia, tuve la oportunidad de aprender un poco de islandés, hace muchos años para un documental. Y desde entonces tengo allí amigos maravillosos y suelo volver. En Islandia, cuando hace mal tiempo, o preguntas qué tiempo hace, te responden: ‘Qué más da, pregúntame en 15 minutos’. Cambia todo el rato. Lo mismo vale para la felicidad.

Podría decirle que soy feliz ahora, pero debería volver a preguntarme en 15 minutos. Y  a lo mejor le respondo otra cosa. La felicidad humana es como el tiempo, cambia todo el rato. Creo que lo más importante es tener buenos amigos, amar y leer libros, que son un modo maravilloso de comprender el mundo y de comprender nuestras mentes. El asunto de la felicidad, en fin, es como el tiempo, va cambiando.”

Fuente: A vivir de Cadena Ser (4/04/2017) / Página dos de RTVE (16/05/2017)

‘A ver’ o ‘haber’

A ver. Vamos a ver.

Los chavales tienen auténticos problemas para escribir correctamente la fórmula ‘a ver’. Esta fórmula proviene de la perífrasis ‘vamos a ver’ y se utiliza muchísimo en español. Aunque ‘a ver’ y ‘haber’ se pronuncian de la misma forma, en la escritura debe distinguirse adecuadamente cuando debemos optar por ‘haber’ o por ‘a ver‘.

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Cuándo se usa la fórmula ‘a ver’.

A ver‘ es la secuencia constituida por la preposición ‘a‘ y el infinitivo verbal ‘ver‘.

Se utiliza para introducir una intervención de un hablante que quiere decir algo con un tono algo desafiante y molesto. Este ‘a ver’ suele decirse con una entonación descendente. Un ejemplo de este uso podría ser “A ver, espero no tener que volver a repetirlo otra vez” o “A ver qué pasa con mi solicitud, no quiero perder más tiempo reclamando”.

Con un valor similar, ‘a ver’ funciona como una introducción de una información nueva que el interlocutor no conoce. Un ejemplo de esto sería “A ver, las notas están ya puestas en el tablón de anuncios”.

También sirve para mitigar y quitarle fuerza a algo que acabamos de decir y que ha sonado un poco mal. Podríamos decir por ejemplo “A ver, no es que me haya enfadado, pero te dejé a cargo de tu hermano y no has cumplido”.

Igualmente la fórmula ‘a ver’ puede ser usada por alguien para mostrar desaprobación ante una afirmación, por ejemplo “Es que usted siempre está insultando”, y alguien podría contestar “A ver” alargando en la entonación la última vocal.

De una manera similar al valor anterior, se utiliza para expresar una aprobación resignada ante una afirmación. Por ejemplo, “Juan, es que nunca tienes tiempo para tus hijos”, y el interlocutor contestaría: “A ver”.

Igualmente la fórmula ‘a ver’ se usa para pedir atención a una persona o grupo que está despistado. Un ejemplo de esto sería: “A ver, escuchad. Dejad de hablar y hacedme caso”.

En otro orden puede usarse junto a un nombre o a un apelativo como una manera de introducir a otra persona en la conversación y que hasta entonces había estado al margen. Un ejemplo de esto sería: “A ver, Daniel, dinos ahora lo que habías querido decir antes”.

Por último, la fórmula ‘a ver’ se utiliza junto a la conjunción ‘si’ para expresar un deseo que no se ha cumplido pero que quisiéramos que sucediera. Por ejemplo en frases como: “A ver si te pones a estudiar de una vez”,  “A ver si adivinas lo que te he comprado por tu cumpleaños”, “A ver si hay suerte esta vez y consigo una plaza”, “A ver si nos vemos antes del fin de semana” o “A ver si pueden venir todos a la excursión”.

No obstante, también puede servir para avisar de algo malo que no querríamos que pasase. Estas frases están en modo afirmativo pero quieren significar todo lo contrario. Por ejemplo una oración como: “A ver si te caes de tanto hacer el tonto”.

Cuándo se usa la palabra ‘haber’.

La palabra ‘haber’ puede ser un verbo o un sustantivo.

Uso del verbo ‘haber’.

  • Como verbo ‘haber’ se usa como auxiliar, seguido de un participio, para formar los infinitivos compuestos de la conjugación: “Haber venido antes”, “Tiene que haber sucedido algo” o “Se lo tendrías que haber contado”.
  • Se emplea también como infinitivo del verbo impersonal que indica la presencia o existencia de lo designado por el sustantivo que lo acompaña: “Parece haber alguien esperando en la puerta” o “Tiene que haber mucha gente en esa fiesta”.

Uso del sustantivo ‘haber’.

‘Haber’ es un sustantivo masculino y significa, en general, ‘conjunto de bienes o caudales de una persona’. Por ejemplo en la frase “Su haber era más bien escaso” o “Desconoce cuánto dinero tiene en su haber”.

Fuente: «El buscador» de Radio 5 (14/06/2018)

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Cómo afecta el calor a nuestro cerebro

¿Hasta qué temperatura podemos decir que nuestro cerebro funciona bien? ¿Son más vulnerables las personas que ya tienen un cuadro de ansiedad? ¿Cómo evitar que los niños sufran un golpe de calor? ¿ Cómo afecta el calor a nuestro cerebro?

Nuestro cerebro funciona bien a unas temperaturas adecuadas, a partir de los 40 grados empieza a no funcionar correctamente. Cuando el calor es excesivo las enzimas empiezan a no trabajar como tienen que trabajar, y no solamente eso sino que se enlentecen los impulsos nerviosos. Con lo cual nos empezamos a encontrar aturdidos e incluso a veces medio mareados. Nuestra atención, nuestra memoria y nuestro rendimiento no son los adecuados.

Cómo afecta el calor a nuestro cerebro:

Nuestra temperatura corporal tiene que mantenerse entre 36 y 37 grados, y no podemos imaginar el esfuerzo que nuestro organismo y nuestro cerebro tienen que hacer para poder mantener esa temperatura cuando las temperaturas externas están alrededor de los 40 grados o más.

Además, las temperaturas extremas propician conductas extremas. En sintomatologías como la ansiedad, el estrés o la angustia nos encontramos más nerviosos, más irritables, con cambios de humor, con dolores de cabeza. Todo eso puede aumentar las conductas impulsivas.

El cómo nos afecta el calor también es fisiológico. Todos somos vulnerables al enorme estrés que sufre el organismo como consecuencia de las altas temperaturas, pero unos lo somos más que otros. En el cerebro tenemos un núcleo cerebral que está en el hipotálamo, que es termorregulador y equilibra nuestra temperatura, y hay personas a las que, como todas las cosas, les funciona mejor y otras a las que les funciona peor, al igual que alguien puede tener mejor o peor la vista.

¿Cuál es la temperatura óptima para dormir?

La temperatura óptima para dormir es de 21 grados. Por encima de esa temperatura también dormimos bien, pero con 35 o 40 grados por la noche no se duerme bien. Nuestro organismo tiene que hacer un gran esfuerzo para regular nuestra temperatura interior y está hiperexcitado. No sólo nos cuesta quedarnos dormidos, lo cual nos produce insomnio, sino que además se producen muchos despertares a lo largo de la noche y de esa manera no descansamos bien.

No descansamos bien porque el cuerpo trabaja para bajar la temperatura corporal. Lo que el organismo hace es una vasoconstricción interna, central, y una vasodilatación externa (por eso nos ponemos rojos). La sangre se va al exterior (a la piel, a la zona muscular) para refrescarse, y empezamos a sudar. Todo eso hace que no descansemos bien.

Recomendaciones para paliar las altas temperaturas:

Sobre todo en los días en que estemos afectados por una ola de calor hay que evitar salir a horas extremas a pleno sol. Es conveniente llevar ropa ligera, hidratarse, usar el aire acondicionado (o los ventiladores, que bajan un poco los grados y son mejores para la salud que el aire acondicionado).

Cómo evitar que los niños sufran un golpe de calor:

En los días con temperaturas elevadas hay que tener una especial precaución con los menores de cinco años y con la fiebre alta, es la puerta de entrada al golpe de calor.

También hay que estar atento a otros síntomas para confirmarlo: el niño puede estar muy llorón, puede estar vomitando, puede tener calambres y dolores musculares, e incluso puede subirle la frecuencia cardiaca.

Una vez confirmado hay que actuar con rapidez. Lo primero es bajarle la temperatura, poniéndole paños o toallas de agua fresquita por todo el cuerpo, e intentar hidratarle. Si es un lactante muy pequeñito puede tomar el pecho o suero oral. Si el niño está inconsciente debemos llamar al servicio de urgencias.

Lo más importante en días de mucho calor es ser precavidos. Aunque el niño no tenga sed se le ha de mantener hidratado, no tiene que ser sólo con agua, puede ser con gelatinas y comidas ligeras. Es muy importante cuidar la alimentación infantil en verano, en general a los niños les apetece más beber que comer, y sobre todo ingerir alimentos frescos.

También hay que evitar que salgan a la calle entre las 12 y las 4 de la tarde y buscar siempre la sombra. Para salir a la calle mejor hacerlo a primera hora de la mañana o a última hora del día.

Cómo afecta el calor a nuestro cerebro

Fuente: Punto de enlace en Radio 5 (21/06/17)

¿Quiénes son los hibakusha?

La Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN, por sus siglas en inglés) ha sido galardonada con el premio Nobel de la Paz 2017

La Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN, por sus siglas en inglés) fue galardonada con el premio Nobel de la Paz en 2017. Se trata de una coalición de 300 organizaciones no gubernamentales que luchan en más de 100 países para que la comunidad internacional, y sobre todo las nueve potencias que cuentan con armas nucleares, se avengan a firmar un tratado para prohibir definitivamente el almacenaje y uso de esas armas. El Comité Noruego del Nobel reconoce de esta forma el trabajo que desde hace años realizan no sólo para lograr un mundo sin armas nucleares, sino también para dar visibilidad a los supervivientes de Hiroshima y Nagasaki, los llamados hibakusha.

"Vivimos en un mundo donde el riesgo de que se utilicen las armas nucleares es más alto de lo que nunca fue", declaró la presidenta del Comité Noruego del Nobel, Berit Reiss-Andersesen. Foto: Facebook ICAN
«Vivimos en un mundo donde el riesgo de que se utilicen las armas nucleares es más alto de lo que nunca fue», declaró la presidenta del Comité Noruego del Nobel, Berit Reiss-Andersesen. Foto: Facebook ICAN

Tres de las ONG que forman parte de la campaña galardonada con el Nobel de la Paz son españolas: la Fundació per la Pau (FundiPau), la Asociación médica española para la prevención de la guerra nuclear y el Centro de Estudios por la Paz J.M. Delàs.

En octubre de 2015 el Centro Delàs para la Paz trajo a España, coincidiendo con el 70 aniversario del lanzamiento de las primeras bombas nucleares, a algunos de los supervivientes de Hiroshima y Nagasaki, repudiados en su propio país, en Japón, durante décadas.

Las protestas contra Donald Trump (EE.UU) y Kim Jong-un (Corea del Norte). Foto: Britta Pedersen
Las protestas contra Donald Trump (EE.UU) y Kim Jong-un (Corea del Norte). Foto: Britta Pedersen

Los hibakusha, víctimas nucleares.

Lunes, 6 de agosto de 1945, 8:15h. de la mañana, el coronel Paul Tibbets, a los mandos del Enola Gay, da la orden de lanzar sobre Hiroshima una bomba atómica de uranio.

“Nos giramos para mirar la explosión, lo que vimos era mucho más de lo que esperábamos ―explica uno de los supervivientes que visitaron España en 2015―, vimos esa nube de polvo ardiente y escombros en forma de hongo en su parte superior. Debajo se escondían las ruinas de la ciudad de Hiroshima”. 80.000 personas murieron al instante, la mitad de la población de la ciudad. El 80% de los edificios quedaron destruidos.

El brigadier general Paul Tibbets
El brigadier general Paul Tibbets

Hibakusha, en japonés, de esta manera denominan allí a las personas que lograron sobrevivir a las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki. Masashi Ieshima es uno de ellos: “apenas tenía tres años cuando explotó la bomba de Hiroshima”, explica. Cuenta que sólo conserva algunos recuerdos vagos de aquel día. En su memoria permanecen indelebles el destello cegador de la deflagración y las ruinas de la vivienda en la que residía. De forma casi milagrosa tanto él como su familia lograron sobrevivir. Su casa se encontraba tan solo a 1.800 metros de la zona 0.

Kuniko Kimura tenía cinco años el día que el Enola Gay lanzó la bomba atómica sobre Hiroshima. Recuerda que en la mañana del 6 de agosto de 1945 estaba a punto de salir de casa, cuando un haz de luz deslumbrante y una violenta explosión redujeron su vivienda a escombros. Se hallaba a tan solo 1.700 metros de la zona 0. Kimura salió corriendo a la calle y pudo observar con desolación la dimensión de la destrucción ocasionada por la bomba atómica. Edificios destruidos, cadáveres abrasados y personas ―muchas de ellas heridas― corriendo desconcertadas sin saber a dónde dirigirse. Nadie sabía que acababa de ocurrir.

El Enola Gay en 1945.
El Enola Gay en 1945.

Tan solo unas horas después el presidente de Estados Unidos, Harry S. Truman, confirmaba que su país había utilizado por primera vez en la historia una bomba nuclear con fines militares: “Hace unas horas un avión americano ha lanzado una bomba sobre Hiroshima, que ha dejado de ser útil al enemigo. Esa bomba tenía más potencia que 20.000 toneladas de TNT”.

Tres días más tarde, el 9 de agosto de 1945, Estados Unidos detonaba otra bomba atómica, esta vez en Nagasaki. Murieron más de 60.000 personas. Una semana después al emperador Hirohito no le quedó otro remedio que aceptar la rendición incondicional de Japón, poniendo fin a la Segunda Guerra Mundial. Era la primera vez que los japoneses escuchaban la voz de su emperador.

Pero el término de la Segunda Guerra Mundial no puso fin al drama de los hibakusha. Miles de heridos fallecieron en los meses siguientes como consecuencia de las lesiones sufridas. La radiación a la que se vieron expuestos los supervivientes hizo además que muchos de ellos enfermaran y murieran en las décadas posteriores.

Masashi Ieshima explica que tras la destrucción de Hiroshima se comentaba que allí no volvería a crecer la hierba en al menos 75 años. Su familia se marchó inmediatamente de la ciudad, pero su padre tardó un año en abandonar Hiroshima. Una década después contrajo cáncer de estómago.

Masashi Ieshima, hibakusha
Masashi Ieshima

Kuniko Kimura relata una experiencia similar. Su madre padeció osteoporosis, y su hermano problemas cardíacos y renales. No puede asegurar con certeza que aquellas dolencias fueran consecuencia de la radiación, pero sí cree firmemente que sin las bombas su madre y su hermano habrían tenido una vida mejor y más larga.

Kuniko Kimura, hibakusha
Kuniko Kimura

Los hibakusha siguen viviendo con miedo, sin saber los efectos que 70 años después la radiación puede tener sobre sus organismos. Han tenido que soportar además el estigma social. En los años de la posguerra los problemas derivados de la radiación no eran bien conocidos, y los rumores decían que los hijos de los supervivientes de Hiroshima y Nagasaki podían nacer con malformaciones o contraer cáncer a edad temprana.

Masashi Ieshima y Kuniko Kimura, siete décadas después de los desastres de Hiroshima y Nagasaki, siguen haciendo campaña para lograr la prohibición y la eliminación de las 17.000 armas nucleares que existen a día de hoy en el mundo.

“Las armas nucleares están fuera de control humano ―dice Kuniko Kimura―, no somos todopoderosos, y sigue habiendo riesgo de una detonación intencionada o accidental. Puede haber desastres naturales como el de Fukushima, o puede que armas nucleares caigan bajo control de agentes no estatales u organizaciones terroristas”.

Masashi Ieshima pide a las nueve potencias nucleares que hay en el mundo que abandonen la doctrina de la disuasión nuclear y eliminen sus armas atómicas, cuyo poder destructivo es hoy muy superior al de las bombas de Hiroshima y Nagasaki.

Fuente: Entre paréntesis de Radio 5 (6/10/2017) / Imagen de portada: Foto: Facebook ICAN