SORPRESA, una emoción momentánea

Es una emoción momentánea. Abres la puerta y:

¡SORPRESA!

Después, detrás de esa puerta, siempre hay otra emoción que la acompaña. Quizás ha venido a verte alguien a quien aprecias mucho, y en ese caso la sorpresa irá acompañada de una gran alegría. O puede ser algo que en ese momento nos moleste mucho y entonces irá acompañada de rabia, de tristeza.

Es muy importante no perder la capacidad de sorprendernos,

porque si eso ocurre las cosas pierden importancia. En el momento en que se produce la sorpresa nuestro organismo se prepara para poder generar la otra emoción, porque las emociones tienen una manifestación fisiológica.

Todo está interrelacionado, la Psiconeuroinmunología es la ciencia que estudia cómo, a través de las emociones, nuestro organismo va produciendo las diferentes hormonas que nos permitirán poder tratar las emociones que sentimos en cada momento.

La sorpresa nos genera incertidumbre

Y eso es algo que a los adultos no nos gusta mucho. No nos resulta agradable el no saber qué pasará después de una sorpresa. Pero hemos de saber que es importante que los adultos podamos acompañar a los niños en este proceso de sorprenderse del mundo, porque para ellos es un proceso madurativo.

Para  los niños las sorpresas son muy importantes

Porque el proceso madurativo que viene después de esa emoción momentánea les puede ayudar mucho a evolucionar dentro de todo su mundo. No se las podemos ahorrar, aunque si las podemos regular.

Depende que sorpresas a los niños no les gustan nada

Por ejemplo el hecho de que venga un payaso disfrazado hay épocas en que a los niños les provoca mucho miedo: por lo que un payaso disfrazado puede ser una sorpresa muy desagradable para una fiesta de cumpleaños de un pequeño.

Los padres tenemos la misión de intentar conocer cuáles son aquellas cosas que a nuestros hijos les gustan:

no evitarles SORPRESAS negativas pero si facilitarles mucho las sorpresas que les darán placer en la vidaSorpresa, una emoción momentánea

Fuente: L’ofici d’educar de Catalunya Ràdio (20/07/14) / Imagen de portada: Surprise!  Flickr Tetsumo

Alegría, una emoción contagiosa

Cuando tenemos una situación favorable, algo que nos gusta mucho, cuando hemos obtenido algo que deseábamos… Sentimos alegría. Y esa alegría la transmitimos a nivel corporal: con una sonrisa, con una pose constructiva de vitalidad…

Saber gestionar nuestras emociones es fundamental, porque nos acompañan a lo largo de toda nuestra vida.

Como adultos es importante que las sepamos gestionar, ya que es lo que transmitiremos a nuestros hijos. Es algo realmente contagioso. Cuando estamos con gente, y en el grupo hay una persona alegre, es algo que da un tono muy agradable a las situaciones. Cuando vemos a una persona alegre solemos decir: “es que es alegre”. Pero también podemos poner nosotros de nuestra parte para sentirnos alegres, y eso es una de las cosas importantes a la hora de transmitir.

Es fácil sentirse alegre cuando nos dan una buena noticia, o cuando conseguimos algo que deseábamos. Pero en una situación quizás no tan favorable, el hecho de poder sentirse alegre es sumamente importante porque nos hace ver la vida con otros ojos y pensar: «a pesar de la situación puedo tener un sentimiento de ALEGRÍA y BIENESTAR, y eso transmitirlo».

El hecho de que nosotros podamos hacer esta transmisión, y convertir en alegría momentos quizás no tan favorables, es un gran aprendizaje que nuestros hijos van a recibir.

En una situación podemos ver a una persona que está renegando y, en idéntica situación, otra persona puede estar mucho mejor, puede estar incluso con una sonrisa, y haciendo que todo sea mucho más ligero para ella y para las personas que le rodean.

Cuando esa actitud positiva la llevamos al nivel de los niños, desde los más pequeños a los mayores: “quizás esto no lo has obtenido, pero hay que ver el aprendizaje que has hecho y que bien te ha ido”, vamos a conseguir, poco a poco, que situaciones no tan favorables se vayan convirtiendo en más favorables: que los pequeños aprendan a mirar la vida con esa ALEGRÍA.

Fuente: L’ofici d’educar de Catalunya Ràdio (19/07/14) | Imagen de portada: Alegría bajo el agua. Flickr Walter Vargas

Alimentación infantil en verano

Durante el verano, el calor, la playa o la piscina y el incremento de actividad física suele provocar ciertos cambios en el apetito de los más pequeños. En general les apetece más beber que comer y, sobre todo, ingerir alimentos frescos. Es muy importante, sin embargo, cuidar la alimentación infantil en verano. En estas fechas precisamente los niños tienen más actividad y están más expuestos a la deshidratación. Una dieta adecuada es clave.

Ana Bergua Vilalta, enfermera y nutricionista, y autora del blog Tu Web de Nutrición, ha recomendado en el programa de radio BeOK que aprovechemos la época estival, y los viajes de verano, para dar a conocer nuevos alimentos, olores y sabores a los más pequeños.

A continuación 13 sugerencias para que la alimentación de los niños en esta época sea sana y equilibrada y reciban todo el aporte calórico y nutritivo que necesitan cuando aprieta el calor y no cesa la actividad.

1. Consumir mucha fruta y verdura de temporada

Partidas en trocitos, mezcladas entre sí junto con yogurt, zumo o leche. Tomar la fruta en forma de batido también es una opción rica y una buena forma de mezclar frutas y lácteos. Purés o cremas templadas mezcladas con quesito para hacerlas más apetecibles sería otra buena opción.

2. Tomar un buen desayuno

Hay que tener en cuenta que es la primera comida del día y es esencial empezar con buena energía. Cereales, zumo, fruta, queso, jamón… Son buenas opciones.

3. Tomar algo a media mañana y a la hora de la merienda

Mantener esta costumbre durante las vacaciones es muy importante porque, como ya hemos adelantado, es una época en la que los niños suelen realizar más actividad física y lo hacen con una mayor exposición al sol. Pueden tomar un bocadillo, un lácteo o una fruta.

4. Evitar los alimentos procesados y fritos

Durante las vacaciones tendemos a hacer comidas rápidas, preparadas y de capricho tipo patatas chips, bolas de queso, cortezas… Levantamos un poco la mano precisamente porque son vacaciones, pero hay que hacerlo con cuidado. Ya lo hemos comentado: en verano salimos más, vamos a terrazas, a la piscina o a la playa, de viaje, y todo ello nos lleva a consumir snacks y tapas que normalmente son ricas en grasas saturadas y grasas trans. Esto no beneficia en nada a los adultos y menos aún a los niños. Algún día pueden tomar algo frito pero no lo convirtamos en un hábito.

5. Intentar no repetir platos en una semana

La variedad en las comidas es una estrategia clave que hace que sea más fácil que los niños coman lo que necesiten.

6. Camuflar alimentos que no gustan

Por ejemplo, si no les gusta la merluza, proponerles calamares, salpicón o sardinas rebozadas que pueden resultar mucho más apetecibles y cuyo aporte nutricional es prácticamente el mismo.

7. Comer al menos 10 frutas y 10 verduras variadas cada semana

Lo ideal es que sean tres piezas de fruta y dos de verdura cada día. El verano es el momento de aumentar el consumo de este tipo de alimentos porque los niños tienen tanta hambre después de las actividades que realizan y de los largos días de playa, que básicamente se comerán lo que les pongas en el plato. ¡Así aprovechamos para que prueben cosas nuevas!

Alimentación infantil en verano

8. Es importante tomar suficiente proteína de alto valor biológico cuando hay tanto desgaste

Pueden hacerlo en forma de pescado y marisco. Y a través de la carne.

9. No olvidar los huevos, pero teniendo cuidado

Siempre bien cocinados durante estos meses de calor y mucho ojo también con las mayonesas en ensaladillas, etc.

10. Preparar comidas algo más ligeras

Así evitamos el riesgo de “corte de digestión”. Otra opción es comer poco y a menudo así les costará menos terminarse la comida y seguir con sus actividades. Ensaladas, cremas, macedonias frescas, ricas, fáciles de preparar y más apetecibles de comer, son alimentos recomendados durante el verano.

11. Evitar las comidas más elaboradas, tipo guisos

Mejor que las tomen el resto del año. En invierno, con el frío, es necesario ingerir más calorías para mantener la temperatura corporal, algo que es innecesario en verano.

12. No hacer cenas copiosas

A pesar de que los niños pasan buena parte del día nadando y corriendo, la cena no debería ser muy abundante. Los platos con alto nivel de calorías mejor en el desayuno.

13. Mantener bien hidratados a los niños, tomando constantemente agua, frutas, zumos, batidos…

Todo el líquido que haga falta para que no se deshidraten como consecuencia del calor y del ejercicio físico.

Fuente: BeOK | Imagen de portada: Rebeca y el mango. Flickr utsuro_bune

La falta de tiempo. La cultura de la rapidez

La falta de tiempo. La cultura de la rapidez

― ¡Buenos días! ―dijo el principito.
― ¡Buenos días! ―respondió el comerciante.
Se trataba de un comerciante de píldoras muy perfeccionadas, las cuales calmaban la sed. Si se toma una a la semana no se necesita beber ningún líquido durante ese tiempo.
― ¿Por qué vendes eso? ―dijo el principito.
― Es una gran economía de tiempo ―dijo el comerciante―.  Los expertos han hecho cálculos; han comprobado que se ahorran cincuenta y tres minutos por semana.
― ¿Y qué se puede hacer con esos cincuenta y tres minutos?
― Cada uno puede hacer lo que quiera…
― Si yo tuviera cincuenta y tres minutos libres para gastarlos en lo que quisiera, me dirigiría tranquilamente hacia un manantial. (1)

La ACELERACIÓN y la cultura de la rapidez se han convertido en elementos característicos de esta sociedad,

y condicionan nuestra vida, nuestro comportamiento y nuestras relaciones. Esto hace que no tengamos nunca el tiempo y la tranquilidad que necesitamos para reflexionar y preguntarnos qué es lo realmente importante. A lo peor, toda esa prisa es una forma de huida, una manera de no enfrentarnos con lo que nos pasa. (2)

La educación, por su propia naturaleza, es una actividad lenta,

porque para transformar el conocimiento en sabiduría, los aprendizajes han de seguir un largo recorrido donde vamos adquiriendo competencias para desarrollarnos como personas y miembros activos de la comunidad. Reflexionar sobre el tiempo supone cuestionarse algunos de nuestros iconos culturales: el consumo indiscriminado, la vida acelerada, el predominio de la cantidad sobre la calidad, etc. (3)

La falta de tiempo para algo significa que, en ese momento, tenemos otra cosa más importante

La mayoría de las veces, la prisa es consecuencia de nuestra escasa disposición a renunciar a algo, y la vida significa escoger (4). Como nos recuerda Carl Honoré, más, antes y rápido no son sinónimos de mejor.

También en esto podemos aprender de la naturaleza,

que funciona en tiempos largos y en ciclos, sin acelerarse. (5)

 

 (1)  Tomado de El principito, Antoine de Saint-Exupéry.
(2)   Honoré (2005): Elogio de la lentitud, Barcelona, RBA.
(3)  Joan Domènech (2011): Elogio de la educación lenta, Barcelona, Graó.
(4)  Stefan Klein (2007): El tiempo: modo de empleo, Barcelona, Urano.
(5)  María Novo (2010): Despacio, despacio. 20 razones para ir más lentos por la vida, Barcelona, Obelisco.Ilustración de Lisbeth Zwerger en el libro Alice in Wonderland

Fuente: EL FULGOR DE LA LUCIÉRNAGA. Cuentos para repensar la educación, de Joseba Martínez Huerta /  Imagen de portada: Ilustración de Lisbeth Zwerger  en el libro Alice in Wonderland

Me llamo Anano, tengo 6 años y estoy sola

campaña UNICEF

¿Qué harías si vieras a una niña de 6 años sola en la calle?

Con esta pregunta empieza el impactante video de UNICEF lanzado con motivo de la presentación de su informe anual ‘Estado Mundial de la Infancia’, donde la ONG alerta de que, si no se cambian las tendencias actuales, en 15 años morirán 69 millones de niños debido a causas evitables.

Un experimento para enfrentarnos a nuestros propios prejuicios y para recordar que todos los niños y las niñas merecen una oportunidad

El vídeo, de dos minutos, está protagonizado por Anano, una niña de 6 años que vive dos situaciones muy diferentes en función de su aspecto.

Al principio, Anano se queda sola en una plaza

Vestida con un bonito abrigo y bien peinada. Enseguida, numerosas personas se acercan a preguntarle: ¿Cuántos años tienes?, ¿estás sola?, ¿vives cerca de aquí?, ¿te has perdido?.

A continuación, le cambian el aspecto

En vez del abrigo bonito, Anano luce un jersey viejo y grande, un gorro de lana, está despeinada y con la cara sucia. Anano se queda en el mismo lugar que antes, pero ahora tiene el aspecto de una persona sin hogar.

La reacción de los transeúntes es totalmente diferente: nadie habla con ella. La ignoran

El mismo experimento se repite en un centro comercial

Esta vez Anano camina entre los clientes de una cafetería e incluso se sienta en alguna mesa con gente. Al igual que la primera vez, cuando Anano parece una niña con recursos económicos, la gente se muestra cercana a ella, le preguntan por qué está sola, le dan besos y le regalan un avión de papel.

Me llamo Anano, tengo 6 años y estoy sola

De nuevo, le cambian el aspecto y la reacción de la gente pasa del cariño al desinterés y un señor incluso le pide a un camarero si «se la puede llevar de ahí». Según explican en el video, el experimento se termina ahí, «Anano se puso muy triste».

El video acaba con una contundente frase:

«Esto es lo que sienten millones de niños todos los días. Tú puedes ser parte del cambio». Desde UNICEF afirman que esta situación se podría evitar «con la voluntad de personas, gobiernos, donantes, empresas y organizaciones internacionales».

Según el informe de la ONG, en España, la tasa de riesgo de pobreza o exclusión social de los niños en 2015 fue del 34,4% y escala hasta el 60,3% cuando esos niños son hijos de migrantes afincados en el país. La media de pobreza infantil en la Unión Europea es del 21,1%.

Fuente: europapress

Notas escolares. Exámenes en septiembre

Notas escolares. ¿Y si queda alguna para SEPTIEMBRE?

Todo a punto para las vacaciones, ¡y ahora tiene exámenes en septiembre! 

Ya estamos en verano, aprieta el calor y empezamos a pensar en las vacaciones. Decidimos donde iremos, hacemos planes para disfrutar al máximo, pero… llegan las notas escolares de fin de curso y nuestro hijo nos trae un suspenso, o dos, o tres… Y ahora, ¿qué hacemos?

En el Blog de pares de Catalunya Ràdio  han hablado con el profesor, consultor pedagógico y conferenciante Juanjo Fernández sobre cómo planteamos el verano cuando los hijos tienen que estudiar para los exámenes de septiembre.

De entrada mucha calma cuando nos enteramos de las notas para las que, a estas alturas, no hay nada que hacer. Le han preguntado a Juanjo Fernández sobre cómo planificar las horas de trabajo, cómo animar a los estudiantes, sobre técnicas para calmar sus nervios y consejos para evitar cometer los mismos errores en el próximo curso.

Llegan las notas escolares y tenemos un suspenso ¿qué hacemos?

De entrada TRANQUILIDAD, seguro que las notas no han sido de hoy para mañana. Puede haber quedado colgada una evaluación, de una asignatura. Quizás el chaval ha ido al límite, se ha confiado…  pero siempre hay pistas para la familia, si se ha querido estar atento: las notas en la agenda, las agendas vacías durante días, las calificaciones en las pruebas, los ejercicios corregidos,… ¿todo esto se ha visto, o no se ha visto en casa?  Una vez llegan las notas mucha calma. La realidad es la que es y solo queda cooperar ante lo inevitable.

Ante todo evitar reacciones melodramáticas del tipo “nos has destrozado las vacaciones a toda la familia”, o simplificaciones como “mira, tú mismo, ya te apañarás”. Son actitudes que NO AYUDAN en ningún caso.

Si el niño es un poco vago, si se ha descuidado y confiado, no será la primera vez que escucha una argumentación de este estilo, y queda claro que no le ha hecho mucho efecto en ocasiones anteriores. Si el suspenso es porque no ha podido con aquella asignatura, diciéndole cosas de este tipo dejaremos al niño indefenso, desprotegido ante una situación  que seguramente le supera y sin herramientas para tirar adelante.

Verano entre libros ¿ponemos además un castigo?

El hecho de que se tenga que preparar el examen para septiembre es una consecuencia de lo que ha hecho o ha dejado de hacer. Es recomendable seguir los pasos que proponen Adele Faber y Elaine Mazlish en su libro Cómo hablar para que los niños escuchen. Y cómo escuchar para que los niños hablen (hay también una versión para adolescentes).

Ellas hablan de comunicar los sentimientos propios, nuestros sentimientos como padres: estamos disgustados, dolidos, enfadados, molestos, desconcertados… Comunicar también nuestras expectativas: “esperamos que nos expliques lo que  pasa”, “que nos pidas ayuda cuando la necesites”, “que te esfuerces”, “que seas constante”, “que confíes en nosotros”…

Notas escolares. ¿Y si queda alguna para SEPTIEMBRE?

Nos hemos de sentar y hablar ¿cómo lo hacemos?

Hay que enseñar al hijo a corregirse: “Has de sacar tiempo para prepararte la recuperación de la asignatura”. Para ello hemos de ofrecerle alternativas: O BIEN “deja esta actividad de verano”, o “te quitamos el móvil”, o “no puedes conectarte a internet tanto rato como te conectabas”…”, O BIEN “nos escribes cuando estudiarás durante la semana, a qué horas, que días”. Ofrecerle esta posibilidad y seguir esta progresión, en vez de actuar reactivamente: “¿Has suspendido?: CASTIGADO”.

¿Castigado a qué? Mejor que trabaje y apruebe en septiembre.

Es necesario hacer una buena planificación del trabajo

La familia tiene suficiente información, en el momento de programar las vacaciones, como para pensar que existe la posibilidad de que el hijo o la hija puedan suspender, pero para nada esto  ha de marcar los planes familiares. Lo que si se ha de hacer es una buena planificación.

No podemos dejar que pasen días de vacaciones sin tener claro que es lo que hay que recuperar y cómo: ¿Hay trabajos pendientes?, ¿hay cuadernos de repaso?, ¿hay materiales específicos?, ¿qué entrará en la prueba?, ¿cómo será el examen?…

Asegurémonos de que sabemos exactamente qué es lo que se tendrá que hacer y qué es lo que se tendrá que estudiar. Qué no nos encontremos a mitad del verano, o el día uno de septiembre: “¡Ah sí! Tenía que hacer aquellas láminas!, ¡tenía que leerme…!”… Eso hay que dejarlo claro al comienzo.

Importante saber qué ha pasado

Tenga la edad que tenga hay que saber el por qué ha suspendido: ¿ha sido por falta de ganas?, ¿por limitaciones personales?, ¿problemas en casa?, ¿cambio de domicilio?… son factores que pueden desencadenar dificultades de adaptación. A partir de ahí podremos decidir que es mejor.

Si por ejemplo ha sido por falta de ganas, habrá que ser muy cuidadosos en establecer un ritmo claro de trabajo en un espacio adecuado. Si puede ser en casa, porque hay alguna persona que pueda ocuparse de que a esta hora se ponga y a esta otra hora acabe, esa será siempre la mejor opción. Si esto no es posible, habrá que encontrar otra alternativa.

Que el niño tenga a mano todo el material que vaya a necesitar, distribuir el tiempo, hacerse un propósito de que es lo que quiere conseguir en este rato de estudio.

Y nuestra labor como padres: ANIMARLO cada día

Nada de decirle: “¿Ves cómo has de estar ahora?, estudiando, haciendo deberes… si hubieses trabajado…”. Eso ya ha pasado.

Lo que hay que transmitirle es: “Piensa en lo tranquilo que estarás cuando comiences el curso con todo aprobado”. Que él vea que hay una aplicación de aquello que está estudiando: una capacidad de leer mejor, de escribir mejor, de hacer mejor esas operaciones matemáticas… y que cuando acabe su rato de estudio tenga la recompensa de poder descansar, poder desconectar, para seguir trabajando al día siguiente de la mejor manera posible.

¿Algunas ideas para programar bien las horas de estudio?

Qué no sea toda la semana cuando se ha de estudiar, pensar por ejemplo de lunes a jueves, y mejor las primeras horas del día.

Levantarse, almorzar y aprovechar ese primer momento de la mañana en que no hace tanto calor. Una hora y media trabajando puede estar bien. Es preferible no alargarse mucho. Si se hace bien una hora y media es muy provechosa. Haciéndolo así le está quedando todo el día por delante, y eso es algo que motiva al chaval a querer continuar haciéndolo bien, a descubrir que tiene la capacidad de concentrarse y de trabajar.

¿Cómo lo repartimos si ha de hacer trabajos y también estudiar para el examen?

Dependiendo de lo que se tenga que hacer y de lo que se tenga que estudiar. Normalmente, de una asignatura que se ha de recuperar, habrá unas tareas que hacer y una serie de temas a estudiar.

Un buen planteamiento puede ser dedicar una primera parte del verano a los temas prácticos. Más hacia el final del verano, ya encarando septiembre, dedicarse a la parte teórica y de estudio.

Si se ha hecho bien la parte práctica, será más fácil el estudio y tendrá más sentido.

Cuando se plantea un examen de septiembre no se plantea normalmente un examen de máximos, sino que se plantea un examen de mínimos. Se trata de recuperar la asignatura. Por lo tanto habría unos mínimos que se tendrían que saber. Hemos de aprovechar las indicaciones que se nos hayan dado de esos contenidos mínimos.

A medida que se acerca el examen el niño  puede tener nervios

¿Está nervioso siempre en los mismos exámenes?, ¿le pasa siempre con la misma asignatura?, ¿con el mismo profesor? Es importante intentar acotar, diagnosticar y saber que está pasando.

También se han de tener en cuenta situaciones de dificultad más concretas. En cursos de primaria, a veces, hay niños a los que se les descubren problemas de visión  tarde, o el niño o la niña que tiene un trastorno de dislexia, que tarda mucho en hacer el examen, que es lento… puede ser que necesite más tiempo.

Dejando de lado estas situaciones más específicas, en términos generales si hay tantos, tantos nervios, puede ser interesante en casa hacer una simulación de examen.

Y enseñarles técnicas para recuperar la calma

Es conveniente que nuestros hijos dominen alguna técnica básica de relajación, sobre todo para salir del bloqueo: “me he quedado en blanco”. RESPIRA.

Una técnica básica de relajación es la llamada TÉCNICA DEL CUADRADO. Se trata de dibujar un cuadrado. En el primer lado de este cuadrado coges aire. En el segundo lo mantienes. En el tercer lado lo dejas ir. En el último lado aguantas. Y otra vez: coges, aguantas, dejas, aguantas. Con que  haga cuatro o cinco de estas respiraciones, ya está haciéndolo con calma y seguramente ya no estará tan bloqueado.

Y un buen consejo para que el próximo curso no nos vuelva a pasar lo mismo

Es que nosotros le hemos dado confianza”…  No hemos de confundir DAR CONFIANZA con DESENTENDERSE.

Si la experiencia nos indica que nuestro hijo tiene tendencia a despistarse no podemos dar esta confianza y decir “él que vaya haciendo”. Si vemos que no va haciendo, nos hemos de involucrar. Le hemos de facilitar las herramientas y prestar atención especial a los cursos de final de etapa: sexto de primaria, final de la ESO.

Muy al tanto también en los primeros cambios de etapa, y aún más si hay un cambio de escuela, hay un cambio de edificio, un cambio de profesor… todos estos cambios no se deben  infravalorar. Hay que estar al tanto: controlar la agenda, entrevista con el tutor o tutora sin esperar a que pase algo y seguimiento cotidiano de la tarea.

Y para los que no han suspendido ¿dos meses sin hacer nada?

¿Qué quiere decir sin hacer nada? Incluso se podría admitir que un niño pudiese estar dos meses sin hacer absolutamente nada, dependiendo de cómo haya transcurrido el curso escolar.

¿Qué queremos? Niños que durante todo el curso han estado hiperocupados, a veces incluso algo estresados, en ocasiones por cuestiones propias de logística de la organización de sus padres, que han tenido extraescolares para reforzar contenidos, para aprender inglés, para practicar un deporte… Y ahora en verano ¿han de hacer más cosas?

Ante la duda, rebusquemos en nuestros recuerdos

Es una de las cosas que se valoran muy especialmente de las vacaciones de cuando éramos pequeños. Eran largas, había tiempo para todo. Para aburrirse también, y eso es algo fundamental.

En cambio ahora se oye a veces esa idea de que “es que si no hacen nada durante todo el verano se olvidarán”. En verano puede haber mucha actividad, y cuando se hace bien puede ser una actividad sumamente educativa: hacer cabañas, ir en bicicleta, ir a la playa, excursiones a la montaña, estar en casa, mirar un rato la tele, leer… En esto hemos de ser muy abiertos. Ser honestos y recordar cómo eran nuestras vacaciones ¿qué hacíamos y qué no hacíamos? ¿Cuánto rato podíamos estar sin hacer nada?Notas escolares. ¿Y si queda alguna para SEPTIEMBRE?

¿Y si nosotros les proponemos leer?

Siempre y cuando la lectura sea motivo de placer. Leer, si no se hace a gusto, NO SIRVE PARA NADA.

No ha de ser nunca un castigo. Eso pasa a veces cuando un niño ha acabado los deberes demasiado rápido: “¿ya has acabado?, haz alguna cosa, coge un libro”, como una especie de condicionante, “no puede ser que estés sin hacer nada”.

A la hora de leer si son libros educativos fantástico, pero puede ser también cualquier otra cosa. Si al niño le interesa leer cada día un diario deportivo, por ejemplo, pues estupendo. Quizás en otro momento, a partir de esta lectura, verá que a un entrenador le gusta la poesía, que otro escribe relatos en su tiempo libre,… y el chaval escogerá ir por aquí o por allá.

Para los padres, aunque no hayan suspendido, es inevitable preocuparse por si olvidan lo aprendido

La persona que trabaja en la caja de un supermercado ¿se lleva trabajo para vacaciones? Tenemos derecho a olvidar, a desconectar.

Si han trabajado durante el curso, SE HAN GANADO LAS VACACIONES

Los niños que no han suspendido, y más aún si han tenido buena nota NO DEBERÍAN estar obligados a hacer deberes de verano.

Insistir de nuevo en la CALMA y en la TRANQUILIDAD.

Decía Cervantes que: “los males que no tienen fuerza para acabar con nuestra vida, no la han de tener para acabar con nuestro ánimo”.

Un suspenso es un suspenso, o dos, o tres.  Lo que quedará, cuando pase el tiempo, no será ese suspenso o esa recuperación sino como trabajamos aquel suspenso y aquella recuperación.

Que el sabor que nos quede sea el de un verano en el que nos lo pasamos bien, “fuimos aquí, allá… y además yo tenía que recuperar, pero ya ni me acuerdo”.

Haciéndolo con alegría, con tranquilidad, con voluntad de desconexión y de aprovechar mucho este tiempo de vacaciones para estar en familia, para estar con nuestros hijos, para conocernos y pasárnoslo muy bien. Para querernos que es de lo que se trata.

Imágenes: pixabay

Poner en perspectiva

Poner en PERSPECTIVA

A veces exageramos la relevancia de las adversidades, y esa EXAGERACIÓN tiene consecuencias emocionales nocivas

Aprender a evaluar lo que nos sucede con REALISMO y OBJETIVIDAD nos hace más fuertes y nos da tranquilidad. Nos ayuda, asimismo, a poner en perspectiva las cosas, a controlar las creencias irracionales y a  aplicar el principio de que ante los problemas hay que ocuparse conscientemente, en lugar de preocuparse inútilmente. (1)

Poner en perspectiva lo que nos ocurre

Entre lo que nos sucede y nuestras respuestas, se sitúan nuestros pensamientos, nuestra valoración, de tal forma que nuestras reacciones van a depender, en gran medida, de nuestras percepciones.

Una anciana tenía un viejo caballo para trabajar sus campos. Un día, el caballo escapó a las montañas.
Cuando los vecinos se acercaron para lamentar su mala suerte, la mujer replicó:
― ¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién sabe?
Una semana después, el caballo regresó trayendo consigo una manada de caballos salvajes. Entonces los vecinos felicitaron a la abuela por su buena suerte. Pero esta les respondió:
― ¿Buena suerte? ¿Mala suerte? ¿Quién sabe?
Cuando el hijo de la anciana intentó domar a uno de aquellos caballos salvajes, se cayó y se rompió una pierna. Todo el mundo consideró esto como una desgracia. La madre se limitó a decir:
― ¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién sabe?
Unas semanas más tarde, el ejército vino a reclutar a los jóvenes del pueblo. Cuando vieron al muchacho con la pierna rota, lo dejaron tranquilo. ¿Había sido buena suerte? ¿Mala suerte? ¿Quién sabe? (2)

Muchas preocupaciones se pueden reducir si somos conscientes de la poca importancia que tiene el asunto que está causando la ansiedad. Tendemos a excitarnos de forma exagerada y a sobrevalorar nuestra propia importancia. Lo que hacemos no es tan importante como suponemos. Las aflicciones, que parecía que nos robarían la felicidad para siempre, se desvanecen con el paso del tiempo… Por ello, el sentido de la proporción resulta muy útil y, a veces, consolador. (3)

No estaría de más recordar las palabras del poeta Friedrich Hölderlin: “Donde crece el peligro crece también la salvación”.Poner en PERSPECTIVA

 (1)  El arte de no amargarse la vida. Las claves del cambio psicológico y la transformación personal, Barcelona, Oniro. (2011) Rafael Santandreu
(2)  Adaptación de una historia que cuenta Anthony de Mello en su libro  Sadhana. Un camino de oración.
(3)  La conquista de la felicidad, Barcelona, De-bolsillo (2011) Bertrand Russell.

Fuente: EL FULGOR DE LA LUCIÉRNAGA. Cuentos para repensar la educación, de Joseba Martínez Huerta /  Imagen de portada: En perspectiva. Flickr Horacio Maria

Cuerpo de mujer y mente de niña

Hay niñas que con doce años ya han desarrollado físicamente cuerpo de una joven de más edad. Tienen cuerpo de mujer y mente de niña.

La maduración intelectual no siempre, ni necesariamente, es paralela al crecimiento biológico. Es bastante frecuente que chicas de 12-13 años presenten físicamente el aspecto de una joven de 16-17 y, aunque pretendan imitar la conducta propia de las jóvenes cuya edad aparentan, sin embargo, su percepción, juicio, pensamiento, raciocinio y maduración afectiva corresponden a los de su edad cronológica real. Su comportamiento en general es como el de sus compañeras de la misma edad.

No hay que angustiarse ni vivir como un problema el hecho de que haya dado ese estirón tan repentino en lo físico.

Para que la joven, como persona con su físico de 16 años, sepa esperar a esa niña con un desarrollo mental de doce, sin vivir la situación como un problema, es necesario que sus padres sepan tratarla, comprenderla y ayudarla con arreglo a su edad mental real, sin crearle continuamente estados de ansiedad repitiéndole que «ya es una mujer y se comporta, sin embargo, como una niña», etc. Esto sí que puede llegar a causarle problemas.

Hay que tener en cuenta que los grandes estirones en lo físico generalmente van acompañados de cierta merma en el rendimiento intelectual. El organismo no puede hacer todo al mismo tiempo y se ha visto sorprendido teniendo que satisfacer repentinamente las necesidades de un crecimiento físico muy rápido. La fatiga física y psíquica aumenta considerablemente en un espacio muy corto de tiempo.

Ahora, más que nunca, es necesario que proporcionéis a vuestra hija una alimentación sana, abundante y rica en vitaminas. Dejad que duerma cuanto quiera, aconsejadle que no se exceda ni en el ejercicio físico ni tampoco en el intelectual, etc. La adolescencia es una etapa de muchos cambios.

Es probable que la joven  se dé cuenta de que ahora rinde menos en los estudios. Hay que tranquilizarla explicándole que esta situación es algo pasajero y que pronto se restablecerá de esa ligera descompensación producida por un crecimiento físico tan repentino.

Fuente: Tu hijo: problemas y conflictos de Bernabé Tierno (Ed. Temas de Hoy) | Imagen de portada:  Sweet (Dulce). Flickr Fran Cis

Muñecas de verdad

‘Mighty Dolls’ (muñecas poderosas) es un proyecto original y educador

Wendy Tsao, una artista de Vancouver, ha convertido a las famosas muñecas Bratz en mujeres que representan una serie de valores.

Wendy Tsao ha despojado a las famosas muñecas de todo indicio de maquillaje

Las ha transformado en mujeres inspiradoras y modelos a seguir. La artista considera que los juguetes deben asemejarse más a personajes de la vida real y no fomentar una imagen ficticia y engañosa.

Como modelo para esa transformación se ha inspirado en mujeres que rompen con la moda de una belleza banal y frívola, para que los niños y niñas puedan tocar con los pies en el suelo mientras dejan volar la imaginación: Malala, Frida Kahlo o J.K. Rowling.

No sólo ha transformado a las Bratz en mujeres que han conseguido grandes logros, sino que Tsao también ha creado otros modelos sin maquillaje, inspirados en personas de la calle, vestidas con simples vaqueros y jerséis de punto. Las muñecas se pueden comprar a través de la página de Ebay y también se pueden solicitar encargos personalizados a través de la página de la artista.

 

Malala Yousafzai  nació el 12 de julio de 1997, en un valle en el noroeste de Pakistán. Es conocida por su activismo en  favor de los derechos de las mujeres en el valle del río Swat, donde el régimen talibán ha prohibido que las niñas vayan a la escuela. En octubre de 2012 un hombre armado talibán, bajo las órdenes de los líderes talibanes, subió a su autobús escolar y disparó a Malala tres veces.  El intento de asesinato provocó una efusión mundial de apoyo a Malala. Recibió el premio Nobel de la Paz en 2014. «Un niño, un profesor, un libro y una pluma pueden cambiar el mundo. La educación es la única solución.«

'Mighty Dolls' de Wendy Taso (Malala Yousafzai)
‘Mighty Dolls’ de Wendy Taso (Malala Yousafzai)

Frida Kahlo (Coyoacán, 6 de julio de 1907-13 de julio de 1954) Fue una pintora y poetisa mexicana. Sus obras giran en torno a su mundo, en que a menudo se vislumbra el dolor. «Nunca pinto sueños o pesadillas. Sólo pinto mi realidad.«

'Mighty Dolls' de Wendy Taso (Frida Kahlo)
‘Mighty Dolls’ de Wendy Taso (Frida Kahlo)

Jane Godall nació en 1934 en Londres, Inglaterra. Cuando era una niña su padre le dio un chimpancé de juguete, que aún hoy conserva. Su afición por el juguete despertó muy temprano su amor por los animales. Es una activista medioambiental y mensajera de la paz, y está considerada una de las expertas más grandes en chimpancés. «La destrucción del hábitat a menudo está vinculada a la codicia y al materialismo del mundo desarrollado.«

'Mighty Dolls' de Wendy Taso (Jane Godall)
‘Mighty Dolls’ de Wendy Taso (Jane Godall)

J.K. Rowling nació en Reino Unido, el 31 de julio de 1965. Novelista británica, autora de Harry Potter: Es imposible vivir sin fracasar en algo, a no ser que vivas con tanto cuidado que al final acabas no viviendo”. Además de escribir estas novelas, Rowling es igualmente famosa por su historia: haber pasado de pobre a multimillonaria en solo cinco años.

'Mighty Dolls' de Wendy Taso (J. K. Rowling)
‘Mighty Dolls’ de Wendy Taso (J. K. Rowling)

Roberta Bondar nació en Sault Ste Marie, Ontario, Canadá, el 4 de diciembre de 1945. Es la primera mujer astronauta de Canadá y el primer neurólogo en el espacio. «Volar al espacio es ver la realidad de la Tierra, la vi sola. La experiencia me cambió la vida y mi actitud ante ella. Soy afortunada

'Mighty Dolls' de Wendy Taso (Roberta Bondar)
‘Mighty Dolls’ de Wendy Taso (Roberta Bondar)

Waris Dirie nació en una familia nómada en 1965 en Galkayo, Somalia. Modelo, escritora y activista social. Ha luchado contra la mutilación genital femenina, ha sido embajadora de la ONU y ha fundado una organización contra esta brutalidad. «La mutilación genital femenina se hace a niñas. Niñas que son ángeles frágiles e impotentes, que no se pueden defender. Es un crimen contra ellas y contra la humanidad. Debemos detenerlo.«

'Mighty Dolls' de Wendy Taso (Waris Dirie)
‘Mighty Dolls’ de Wendy Taso (Waris Dirie)

Fuente: La Vanguardia. De Moda (15/10/15)

Niños con fortaleza emocional

Niños con fortaleza emocional

¿Qué necesitan nuestros hijos para crecer sanos, fuertes y equilibrados emocionalmente?

Hoy los niños necesitan tener fortaleza emocional:  saber leer la vida, leer las personas, leer las emociones… Hace años uno de los objetivos era enseñar a los niños a leer y a escribir. Era una tarea que no se podía confiar exclusivamente a las familias, porque algunos padres no sabían leer ni escribir; o no disponían de tiempo porque tenían que trabajar. Entonces se crearon las escuelas.

La educación emocional no se puede relegar sólo al ámbito familiar

Porque hay padres que no saben, o padres que no lo valoran ni lo consideran importante. Es por eso que hace falta la voluntad de incluir sistemáticamente el trabajo de la fortaleza emocional, de las emociones, en el colegio. Decir que, en algunos centros educativos, ya se hace.  Y eso es algo fantástico.

Los padres, desde casa, podemos hacer mucho trabajando algunos aspectos para potenciar estas habilidades en nuestros hijos. El psicólogo Tomás Navarro nos da pautas muy interesantes en el programa A punto con La 2.

Aspectos que ayudarán a los niños a tener fortaleza emocional:

 Enseñarles a LEER LAS EMOCIONES

Propias y ajenas:

Nos pone como ejemplo la foto de una novia en el día de su boda, que está llorando emocionada, de felicidad. Un niño pequeño, que está en esa boda con sus padres, pregunta: “¿Por qué llora la novia?”, y la respuesta que recibe de su padre es: “No le pasa nada”.

¿Qué es lo que ese pequeño acaba de aprender?

Pues que por llorar, no pasa nada. El día de mañana alguien puede abusar de un niño: haciéndole bullying, maltratándole, dándole una patada… el niño maltratado llora, y no pasa nada. No ocurre nada por llorar.

Si incorporamos a nuestro día a día el enseñar a nuestros hijos el que puedan leer las emociones reales, serán adultos que podrán expresar sus emociones de manera constructiva: yo puedo estar enfadado, pero no tengo porque traspasarte a ti mi enfado; puedo darme cuenta de que estoy enfadado, gestionarlo y relacionarnos de una manera más sana. Todo esto se consigue a partir de saber leer las emociones propias y ajenas.

■ Enseñarles la capacidad para AMAR, AMARSE y SER AMADOS:

Enseñarles a que se amen, a que amen y a que se dejen amar

Cuantos problemas se habrían ahorrado si nos hubiesen enseñado que amar (el amor de pareja, el amor romántico) no es lo mismo que depender o que admirar. Cuántas parejas tienen problemas porque una parte admira a la otra. Llega un momento en que esta magia se rompe. Acaba esta admiración por haber ganado en seguridad, o porque la otra parte se ha caído del pedestal, y en ese momento llega el desastre. La realidad es que esta pareja en ningún momento se ha querido. Uno protegía y el otro admiraba. Esto NO ES UNA RELACIÓN DE AMOR, es una relación de dependencia.

Por otro lado está la AUTOESTIMA: amarse a uno mismo. Un niño que se ama, que es capaz, que tiene seguridad, que puede afrontar diferentes retos…  ¿Dónde lo aprendemos? ¿Quién nos lo enseña?

■ Enseñarles a PERSEVERAR ante la ADVERSIDAD:

A los niños no se les puede llevar siempre en una burbuja, no es beneficioso un exceso de sobreprotección. En la vida hay adversidades, vamos a encontrar dificultades y tenemos que poder perseverar en ellas y hacerles frente. Si las entrenamos podremos gestionarlas.

■ Enseñarles HABILIDADES DE AFRONTAMIENTO:

Nos permiten ganar en valor y en seguridad

Nos ayudan a esforzarnos para hacer las cosas mejor. Sin esfuerzo no se consiguen grandes cosas, se consiguen cosas mediocres. Es importante trabajar el esfuerzo y no rendirnos de inmediato ante un reto porque lo encontremos difícil.

■ Enseñarles la capacidad para AUTOMOTIVARSE:

Nuestros hijos no siempre van a encontrar a alguien que les diga: “qué guapo que eres”, “que listo”, “que bien juegas a fútbol”,… Han de ser ellos capaces de automotivarse, porque del exterior normalmente viene lo contrario: desmotivación, palos en las ruedas… Si una persona es capaz de automotivarse tendrá mejores logros a lo largo de su vida.

■ Enseñarles a GESTIONAR CONFLICTOS:

Desde pequeños, aunque sea decidir quién juega con la pelota en el parque.Niños con fortaleza emocional

■ Enseñarles a incluir la CURIOSIDAD en su día a día:

Que quieran aprender y crecer.

■ Enseñarles RESPETO y RESPONSABILIDAD:

Una persona responsable y respetuosa es incapaz de hacer bullying a un compañero, es incapaz de hacer daño a una pareja, es incapaz de manipular a alguien para conseguir su beneficio. Es una fortaleza emocional muy importante.

■ Enseñarles a TOMAR DECISIONES:

Hay adultos que se ahorrarían muchos problemas si, siendo niños, les hubiesen enseñado a tomar decisiones.

■ Enseñarles a gestionar el RIESGO:

La vida es riesgo, y hay que gestionarlo. No tener miedo.

■ Enseñarles a adoptar una ACTITUD VITAL:

Muchas veces se confunde a niños movidos con niños hiperactivos. NO. Son niños vitales. Niños con mucha energía. Y eso es algo fantástico.

 

Aprendizajes que van a servir para tener futuros adultos SANOS y EQUILIBRADOS

Son aspectos  que nuestros hijos pueden ir aprendiendo en el transcurso de la vida, pero si lo aprenden de jóvenes, de pequeños, ¡CUANTOS PROBLEMAS SE VAN A AHORRAR! Van a llegar más frescos a la hora de afrontar las diferentes situaciones que les vayan surgiendo.

En definitiva, todas estas FORTALEZAS EMOCIONALES son unidades didácticas que se pueden aprender, en casa y en el colegio. Cualquier situación en nuestra vida cotidiana puede servir para inculcar estos valores a nuestros pequeños.

Imagen de portada: The Art of Nadja Martens