La educación Infantil desde la psicología

Afrontar la educación infantil desde la psicología es esencial

La importancia de esta etapa es clave para la salud mental posterior. La niñez es la mejor época para aprender a ser fuerte y saludable mentalmente. La etapa de educación infantil es un periodo educativo tremendamente fértil, sobre el que ha reflexionado el psicólogo Rafael Santandreu en el programa A punto con la 2.

Son cuatro los principios fundamentales:

Estos principios, en los que se basa la BUENA EDUCACIÓN, proceden de unas escuelas referentes, liberales: las escuelas Montessori, a principios del siglo XX,  y la escuela Summerhill, que todavía existe y que fue una de las primeras escuelas de enseñanza en libertad.

Son principios basados en la PSICOLOGÍA COGNITIVA, que nos enseña las estrategias para que las personas puedan aprender y alcanzar su máximo potencial.

La libertad

¿Cómo trabajar la libertad en los más pequeños? ¿Dejándoles hacer todo lo que quieran?

SI y NO. Algo fundamental del aprendizaje es que las cosas solo se aprenden si hay LIBERTAD. Si una persona está obligada a hacer algo, en realidad no está aprendiendo ese algo. Por eso en las familias en las que madres y padres gritan a los niños para que obedezcan, y lo repiten mil veces, es una actitud que se irá repitiendo sin conseguir resultados. Si OBLIGAMOS al niño, si le CHILLAMOS, el niño no hace suyo el cambio. Las personas solo incorporamos los cambios que nos ponen contentos, que estamos contentos de hacer, lo que hemos decidido nosotros cambiar. El aprendizaje o es LIBRE o no va a funcionar.

Por eso en la escuela actual, después de años y años de enseñanza al final casi no queda nada. ¿POR QUÉ? Porque es OBLIGATORIO: bajo exámenes, bajo la coacción de la nota. Lo que entra por un oído sale por el otro.  El alumno no lo incorpora por interés genuino.

Por lo tanto olvidémonos de imponer ninguna enseñanza: NO SE PUEDE. Esto nos lleva al siguiente principio.

La seducción

¿Cómo motivar a estos niños? ¿Cómo seducirlos en según qué materias, ejercicios, actividades?

Los educadores: padres, profesores…  Quienquiera que esté a cargo de niños ha de ser un SEDUCTOR. Si queremos influir en alguien hay que seducirle. Eso significa que hemos de venderles a los chavales que el cambio es maravilloso. Y es verdad que lo es, porque si no nosotros no querríamos que cambiasen.

Lo que hemos de hacer es afinar nuestra capacidad de venta, de convicción. Y pintar las cosas como realmente son: TODOS LOS CAMBIOS A POSITIVO SON MARAVILLOSOS. Si no somos capaces de venderle al niño, por ejemplo, que es genial ser ordenado y que tiene grandes ventajas, el cambio no se producirá.

Esto nos conduce al tercer paso,

La pedagogía

El principal error es que muchas veces olvidamos que los niños, lo que quieren, es hacerlo todo bien. El sentirse orgulloso de uno mismo. El potencial de QUERER HACER LAS COSAS BIEN es enorme en todos los niños, lo que ocurre es que muchas veces no saben hacer las tareas.

Olvidamos que todos hemos aprendido a hacer las cosas. Pensemos por ejemplo en el momento en el que empezamos a conducir, hubo todo un proceso que tardamos en aprender. Los adultos esperamos a veces que los niños sepan hacer las cosas, por el solo hecho de que nosotros sabemos hacerlas.

Cualquier educador, incluidos los padres, debe convertirse en un EXPERTO PEDAGOGO sobre cada cosa: sobre como comer la sopa, sobre como estar en silencio, sobre como abotonarse una camisa… y se ha de hacer mucha, mucha práctica.

Las escuelas Montessori dedican muchas horas del día a aprender a hacer bien COSAS PEQUEÑAS. Por ejemplo a abotonarse la camisa, haciéndolo una y otra vez durante 20 minutos: y el niño aprende a abotonarse la camisa.

educación infantil

Y llegamos al cuarto punto, muy importante y quizás el más difícil,

La autoresponsabilidad

Es muy importante que a los niños, a medida que crecen, les demos toda la responsabilidad sobre sus actos. Si un niño hace algo que está mal, hay que dejarle con la responsabilidad de haberlo hecho mal, y que asuma las consecuencias. Con total tranquilidad, y eso no es un castigo. Es enseñarle que los actos tienen consecuencias.

Si dispones de un ratito no dejes de ver el vídeo. Rafael Santandreu, ejemplificando con casos reales, nos hace más entendibles estos principios que tanto hemos de tener en cuenta en la etapa de Educación Infantil.

¡ Felicidades papá !

Una felicitación a todos los padres con un divertido vídeo ¡ Felicidades papá ! ¿Qué puede haber más VITAL, más puramente EMOCIONAL, más INSTINTIVAMENTE REAL, que el hecho de sentir que tienes un hijo? Que hay una personita que depende de ti, que hay un ser humano, una vida que tu has sido capaz de crear o de adoptar y que, a partir de ahora te tocará alimentar, velar, educar, escuchar, animar y todo un listado ilimitado de atribuciones que siguen.

Cuando nace el primer hijo somos novatos, Vamos aprendiendo sobre la marcha. Y, sobre todo, dudamos. A menudo no sabemos que hacer y nos vienen a la cabeza muchas preguntas, a las que hemos de responder, porque el hijo o la hija va creciendo y la vida no se para.

Tener hijos era y es para la mayoría uno de los principales objetivos en la vida.

¿Hay un reloj biológico? Puede que sí. ¿Qué algunos no lo sienten? Puede que también. Pero para la gran mayoría de personas, y para el resto de seres vivos, tener hijos es una de las mejores cosas que ha hecho en la vida.

Ciertamente tener hijos trae muchos dolores de cabeza, desazones, trabajo y responsabilidad, pero si a  la vida le quitamos todo eso, ¿Qué nos queda?

¡ Felicidades papá !

Fuente: 100 preguntes que ens fem els pares de Ramon Casals | Imagen de portada: Padre e hijo. Fuente: Flickr/ Nono Fotos

Estudiar con música, ¿se puede?

¿Has probado alguna vez estudiar con música?

El debate de si es o no conveniente estudiar con música siempre está ahí. Nuestros jóvenes VIVEN escuchando música constantemente.

Pocas son las actividades que no MUSICALIZAN, algunos incluso se duermen escuchando alguna melodía.

Entre los PARTIDARIOS  de estudiar con música  se encuentran aquellos que dicen que les sirve para concentrarse más y durante más tiempo. En el lado OPUESTO están quienes aseguran que la música, sea del tipo que sea, nos distrae.

El QUID de la cuestión es saber cómo afecta a nuestra atención el escuchar música, a la vez que realizamos una actividad que requiera concentración.

Veamos que dice un experto en temas de educación al respecto

Bernabé Tierno, en su libro Tu hijo: problemas y conflictos, empieza definiendo la palabra ′atención′ para abordar esta cuestión. Nos dice que:

Atención es el proceso por el que centramos de manera selectiva la percepción de un estímulo que pasa al primer plano de la mente, mientras que los demás quedan ignorados, fuera del campo atencional.

Explica también que, todas las definiciones que se han dado de la palabra atención (y hay quien encontró veintiséis diferentes) incluyen las características de SELECTIVIDAD, CLARIDAD y LIMITACIÓN.

  • SELECTIVIDAD, porque prevalece un estímulo sobre los demás, que prácticamente pasan desapercibidos.
  • CLARIDAD, porque al centrar nuestras potencialidades sobre un estímulo concreto, aumentan la nitidez y la fuerza de captación.
  • LIMITACIÓN, porque no podemos atender a varias cosas al mismo tiempo. En cuanto al carácter limitado de la atención, decir que en ocasiones se da el caso de la atención compartida (que es cuando se realizan dos o más tareas a la vez). Fruto de la práctica y del entrenamiento se produce un procesamiento automático: sería por ejemplo el hecho habitual de conducir un coche y conversar al mismo tiempo.

Partiendo de estas nociones fundamentales, la respuesta que Bernabé Tierno da a la cuestión de si es conveniente o no estudiar escuchando música es la siguiente:

1.º Se pueden realizar oyendo música ciertos trabajos o estudios (dibujo artístico y lineal, confección de mapas, pasar apuntes a limpio, realizar trabajos manuales, y en especial todo lo que no precise una especial atención y concentración). En estos casos la persona ha aprendido a centrarse en la tarea principal, dejando como en “penumbra mental” la música o la radio en tono muy bajo.

2.º Es cierto que la voz humana y, mejor, la simple música en tonos suaves constituyen un equilibrador psicológico que acompaña, alienta y serena a ciertas personas, proporcionándoles seguridad y aliviando el cansancio psíquico y mental. Eso les permite trabajar más tiempo y más relajado.

3.º Es absolutamente desaconsejable escuchar música mientras se ha de profundizar en los contenidos y memorizarlos, en asignaturas como matemáticas, lengua, idioma, sociales y naturales, en las que toda concentración es poca.

4.º Estudiar con los cascos puestos hace imposible la concentración, porque, al incidir el estímulo sonoro de forma tan directa sobre el órgano auditivo, lo hace selectivo, con lo cual prevalece sobre los demás y es difícil mantener un mínimo de atención.

En conclusión:

Se puede tener encendido el reproductor de música siempre que esto ayude, pero es engañarse a uno mismo el pretender compaginarlo con el estudio concentrado y profundo que exigen ciertas materias.

Fuente: Tu hijo: problemas y conflictos de Bernabé Tierno / Imagen de portada: Un libro, una sensación, una canción. Flickr Cristina L. F.

Educación: de dónde vienen estos lodos

¿De dónde viene nuestra Educación?

El día que Felipe IV decidió que sus súbditos fuesen unos ZOQUETES

Si dicen que somos el farolillo rojo en CALIDAD EDUCATIVA, será por algo. En temas de Educación vamos a trompicones, y puede que el primer y el más grave de los tropezones lo diéramos aquel 10 de febrero de 1623.

El último informe sobre el fracaso escolar de la OCDE refleja que el sistema educativo español NO CORRIGE las desigualdades, y que, igual que nos pasa a los mayores, los estudiantes no son muy productivos. Tienen MUCHOS DEBERES pero, después, no lucen tanto.

¿Nos remontamos? ¿Buscamos un posible origen?

Hace casi 400 años, el 10 de febrero de 1623.

El rey Felipe IV ordenó el cierre de las escuelas de gramática en TODOS los pueblos de España. Uno se pregunta ¿qué interés puede tener un rey en que la mayoría de súbditos sean zoquetes? Pero también nos preguntamos si los lodos de hoy, vienen de los polvos de entonces.

Siempre habrá quien diga que no se puede comparar lo que pasaba hace cuatro siglos con lo que pasa en la actualidad. Es verdad que son épocas distintas, pero decisiones ERRÓNEAS y no enmendadas a lo largo del tiempo hacen que un país pierda el paso.

Nos da las claves  Nieves Concostrina en el espacio “Pretérito imperfecto” de Cadena Ser.

La explicación a la decisión tan drástica que tomó Felipe IV se llama, como siempre, CRISIS ECONÓMICA. Por una u otra razón la EDUCACIÓN es la que sale siempre APALEADA. La educación del pobre, no la del rico. Cuanto más pobre e ignorante sea el pobre, más listo y más rico será el rico.

El contexto de esta historia

Felipe II, a finales del siglo XVI, declaró a España en BANCARROTA. Dos años después, con el cenutrio de su hijo Felipe III ya en el trono, la deuda del país estaba por las nubes. Pero esto daba igual, porque el señor Felipe III se gastó en su boda un 10% de todas las rentas del estado.

Educación: de dónde vienen estos lodos

FELIPE II. Fuente Flickr the lost gallery

Ya puestos a pifiarla Felipe III la pifió del todo: ¡Decretó la expulsión de los moriscos!

Alrededor de 500.000 españoles tuvieron que abandonar el país, y prácticamente todos eran campesinos, sirvientes, artesanos. Los campos se quedaron sin brazos, los nobles perdieron criados, los comercios cerraron.

A todo esto añadimos epidemias, hambruna, malas cosechas, emigración a América…

Con este panorama llega al trono Felipe IV, que no se quejó de la herencia recibida porque eran su abuelo y su padre. Pero esto es lo que se encontró.

Pese a todo este desastre, el NIVEL EDUCATIVO en España no estaba ni mejor ni peor que en otros países de Europa.  Por aquel entonces NO nos ganaba Finlandia

Los españoles tenían una preparación cultural más que aceptable, porque en cualquier pueblo de España con más de 500 habitantes (incluso con menos, con 300) había escuelas de gramática (el equivalente a estudios secundarios).

A las escuelas de gramática se llegaba con 8 ó 9 años, ya sabiendo leer y escribir, y ahí se empezaba a estudiar geografía, filosofía, los autores clásicos,… con el latín como asignatura troncal. También se llamaban escuelas de latinidad. Eran unos estudios muy completos, dando por hecho que estamos hablando solo de chicos. De estas escuelas de gramática, a las que no iban las niñas, se salía con 17 años, y de allí ya se pasaba o a la Universidad o a trabajar.

Todos los chicos salían muy preparados, y por eso había mucha demanda de empleo público, en la administración. Esto provocaba que el campo siguiera despoblándose, que no hubiera artesanos, que faltaran criados,… y se decidió PONER FRENO.

Evidentemente el rey no iba a impedir a los ricos que estudiaran, se lo prohibió a los pobres siguiendo indicaciones de sus asesores que le dijeron,  textualmente:

Hay que quitar a la gente PLEBEYA la ocasión de valer por medio de las letras

Para ello había que suprimir las escuelas de gramática en los pueblos y localidades pequeñas porque INCITABAN a los campesinos a poner a estudiar a sus hijos, apartándolos de las faenas del campo

Al rey le pareció UNA IDEA EXCELENTE. Por eso aquel 10 de febrero firmó la pragmática que ordenaba el cierre de las escuelas de gramática en pueblos y localidades pequeñas. En ciudades y villas se podían mantener, pero quedó PROHIBIDO dar estudios de gramática a niños expósitos, huérfanos y desamparados.

El objetivo era que, a partir de los 8 ó 9 años, los niños se dedicaran a ocupaciones útiles y productivas. O sea, oficios agrícolas y manufactureros, que era lo que necesitaba el país, y se consiguió.

Los NOBLES volvieron a tener criados a su disposición, la iglesia se hizo casi con el monopolio de la EDUCACIÓN porque claro, se cerraron escuelas, pero no se tocó ni un solo SEMINARIO. Y ya todos contentos, menos los pobres.

No hay un cálculo exacto de cuantas escuelas quedaron abiertas. Pero menos mal que no se cerraron todas.

La corona NO TENÍA  suficientes recursos para vigilar que se cumplieran las órdenes a rajatabla. Si se hubiera cumplido se habrían cerrado 4.000 escuelas. No se cerraron tantas pero se cerraron muchísimas: las necesarias para que en ese momento España, quizás, perdiera el paso de la EDUCACIÓN en Europa. Justo en un momento en el que además Europa ya se estaba preparando para la ILUSTRACIÓN. Y ese siglo de las luces España lo pasó A DOS VELAS.

Hubo posteriormente quien intentó arreglar algo este desaguisado. Hubo alguien que puso más  empeño, recursos e ilusión, pero precisamente a ese alguien lo echamos del país en cuanto pudimos por EXTRAVAGANTE. Fue el rey José I, el Bonaparte, el invasor, al que nos han enseñado en el cole a ponerle a parir.

Educación: de dónde vienen estos lodos

José I Bonaparte

El fue precisamente quien  sentó las bases de la EDUCACIÓN PÚBLICA en este país. Se propuso poner en marcha su plan general de instrucción pública y lo hizo en apenas cinco años. De 1808 a 1814 estuvo organizada la formación de maestros, todo un sistema de escuelas primarias, de liceos donde se preparaba a los alumnos para la universidad, y de ateneos donde se daba cultura y preparación a la población adulta.

Pero lo más importante de todo: el rey José Bonaparte fue el primero en ordenar QUE LAS NIÑAS ESTUDIASEN en IGUALDAD de condiciones que los niños, y las mismas materias que los niños. Hasta entonces las niñas solo podían aprender a leer, a escribir, catecismo y labores propias de su sexo, que se decía entonces.

Si lo hizo bien Bonaparte que las Cortes de Cádiz, aún considerándole el enemigo, se basaron en su reforma educativa para incluir en la constitución el título noveno dedicado a la instrucción pública. Se parecía mucho a lo proyectado por el rey salvo por un pequeño detalle: LAS NIÑAS VOLVIERON A QUEDAR FUERA DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA. Otra vez al catecismo, y a las labores propias de su sexo.

A todo esto faltaba por llegar Fernando VII. Ahí se fue ya todo a la porra: las Cortes, la EDUCACIÓN, la Constitución. Hubo que esperar a que se muriera Fernando VII para empezar a hacer algo. Ya estábamos metidos a mediados del siglo XIX, ya íbamos tarde a todo. A finales de ese siglo no faltaba quienes advertían que íbamos mal, muy mal, fatal.

Fernando VII. Flickr: Banrep Cultural

El gran Nicolás Salmerón, que murió partiéndose la cara y el alma por la EDUCACIÓN, y lo gritaba en los mítines, en los discursos y donde ser terciara, decía:

¿Sabéis lo que cuesta la MONARQUÍA, el mantenimiento de una familia? 13.000.000 de pesetas

¿Sabéis lo que se paga en España por el mantenimiento de todos los institutos de segunda enseñanza?  10.000.000 de pesetas

Es decir, que vale más mantener la persona del monarca que educar a la nación.

Después de esto lo echaron, por BOCAZAS

Imagen de portada: Felipe IV (Flickr/ Mario Solera)

La regla de KIKO

La regla de KIKO

Uno de cada cinco niños es víctima de violencia sexual, incluido el abuso sexual

La regla de Kiko nos ayuda a evitar que esto pueda suceder a nuestros hijos o a niños y niñas de nuestro entorno.

Es una guía sencilla que propone el Consejo de Europa para ayudar a padres, madres y educadores a explicar a los niños y niñas dónde otras personas no pueden tratar de tocarles, cómo reaccionar y a quién dirigirse para pedir ayuda.

¿Qué es ‘La regla de Kiko‘?

Es sencilla: los niños no deberían permitir que otros niños o adultos toquen partes de su cuerpo que suelen ir cubiertas por su ropa interior. Y no deberían tocar a otros niños, niñas y/o adultos en esas zonas.

¿Cómo enseñársela a nuestros hijos?

“La Regla de Kiko” se estableció para ayudar a los padres, madres y cuidadores a iniciar una conversación con sus hijos | Puede ser un instrumento muy eficaz para protegerles contra el abuso sexual y contra otras formas de violencia sexual.  Tiene cinco aspectos importantes:

1. Tu cuerpo es tuyo

Debemos enseñar a los niños que su cuerpo les pertenece y que nadie puede tocarles sin su permiso. La comunicación abierta y directa a una edad temprana sobre la sexualidad y las “partes privadas del cuerpo”, utilizando los nombres correctos para los genitales y otras partes del cuerpo, ayudará a los niños a comprender aquello que no está permitido. Los niños tienen derecho a no querer que les de un beso o les toquen, incluso cuando se trata de una persona a la que quieren. Se debe enseñar a los niños a decir “No”, de forma inmediata y firme, a un contacto físico inapropiado, a alejarse de situaciones no seguras y a contar sus vivencias a un adulto de confianza. Es importante subrayar que deben insistir hasta que alguien les tome en serio.

En el libro, la mano siempre pide permiso a Kiko antes de tocarle. Kiko le da su permiso. Cuando la mano quiere tocarle dentro de su ropa interior, Kiko dice “No, eso sí que no”. Los padres, la familia en general y los cuidadores pueden utilizar esta escena para explicar a los niños que pueden decir “No” en cualquier momento.

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2. Buena forma de tocar | Mala forma de tocar

Los niños no siempre reconocen las formas apropiadas o inapropiadas de tocar. Debemos decir a los niños y niñas que no está bien que alguien mire o toque sus partes privadas o que les pidan que miren o toquen las partes privadas de otra persona. «La Regla de Kiko” les ayuda a reconocer un límite evidente y fácil de recordar: la ropa interior. También ayuda a los adultos a iniciar una conversación con los niños. Si los niños no están seguros de si el comportamiento de una persona es aceptable, debemos asegurarnos de que sepan que pueden pedir ayuda a un adulto de confianza.

En el libro, Kiko se niega a que la mano le toque dentro de la ropa interior. Los padres, familiares y educadores pueden explicar que algunos adultos (como cuidadores, padres o médicos) tal vez tengan que tocar a los niños, pero debería alentarse a los niños a decir “No” si una situación les hace sentirse incómodos.

3. Secretos buenos | Secretos malos

Los secretos son una táctica primordial de las personas que cometen abusos sexuales. Por este motivo es importante enseñar a los niños la diferencia ente los secretos buenos y malos, y crear un clima de confianza. Cada secreto que les preocupe, les haga sentir incómodos, les asuste o les ponga tristes no es bueno y no debería mantenerse; deberían contarlo a un adulto de confianza (padre, maestro, orientador, oficial de policía, médico, etc.).

En el libro, la mano alienta a Kiko a decir que no claramente si alguien quiere tocarle de forma inapropiada. Esta escena puede utilizarse para explicar la diferencia entre un secreto bueno (como una fiesta sorpresa) y un secreto malo (algo que le haga sentirse triste al niño, o que le ponga nervioso). Los padres, la familia y los educadores deberían alentar a los niños a compartir los secretos malos con ellos.

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4. La prevención y la protección son responsabilidades que incumben al adulto

Cuando los niños son objeto de abuso sienten vergüenza, se sienten culpables y tienen miedo. Los adultos debemos evitar crear tabúes en torno a la sexualidad, para asegurarnos de que los niños sepan a quién dirigirse si están preocupados, nerviosos o tristes. Los niños pueden percibir que algo no está bien pero puede que no sepan cómo explicarlo ni a quién contárselo. Los adultos deberían estar atentos y ser receptivos a sus sentimientos y comportamiento. Puede haber muchos motivos por los que un niño rechace el contacto con un adulto o con otro niño. Esto debería respetarse. Sin embargo, los niños deberían sentir en todo momento que pueden hablar con sus padres sobre este tema.

La mano del libro es el amigo de Kiko. Los adultos están ahí para ayudar a los niños en su vida cotidiana. La prevención de la violencia sexual es la primera y principal responsabilidad del adulto, y es importante evitar que los niños deban asumir toda la carga.

5. Otros consejos útiles para acompañar «La regla de Kiko»

Notificación y revelación. Se debe informar a los niños, de los adultos que pueden formar parte de su red de seguridad. Se les debería alentar a elegir a adultos en los que pueden confiar, que estén disponibles y dispuestos a escucharles y ayudarles. Sólo un miembro de la red de seguridad debería vivir con el niño; el otro debería vivir fuera del círculo familiar inmediato. Los niños deberían saber cómo pedir ayuda a las personas que integran esta red de confianza.

Autores conocidos. En la mayoría de los casos, el autor es alguien que el niño conoce. Es particularmente difícil para los niños pequeños comprender que alguien que les conoce pueda abusar de ellos. No olvide el proceso de preparación que las personas que cometen abusos utilizan para ganarse la confianza de los niños. Debemos acostumbrar a los niños a que informen con regularidad a sus padres, madres, cuidadores y educadores de la existencia en su entorno de alguien que da regalos, pide que se mantengan secretos o trata de pasar tiempo a solas con un niño. Informar a los adultos de todo ello debe ser una norma establecida tanto en casa como en la escuela o cualquier otro lugar donde los niños suelan estar.

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Autores desconocidos. En algunos casos, el autor es un extraño. Enseñe a sus hijos reglas simples sobre el contacto con los extraños: no subir nunca al coche de un extraño, no aceptar nunca regalos o invitaciones de un extraño, etc.

Ayuda. Los niños deberían saber que existen profesionales que pueden ser de gran ayuda (maestros, trabajadores sociales, Defensores del Pueblo y de la Infancia, médicos, el psicólogo de la escuela, la policía, el orientador escolar, etc.) y que existen números de teléfono gratuitos a los que los niños pueden llamar para pedir asesoramiento, como puede ser el Teléfono Europeo de Ayuda a la Infancia 116 111.

Cómo actuar si sospechas de un abuso

Si sospecha que su hijo o su hija ha sido objeto de abuso sexual, es importante que no se enfade con el niño. Debe evitar que su hijo sienta que ha hecho algo mal.

Evite interrogar al niño. Puede preguntarle qué ha sucedido, cuándo y con quién, pero no le pregunte por qué ha sucedido. Trate de no disgustarse delante del niño. Los niños pueden sentirse fácilmente culpables y ocultar información.

Trate de no anticipar conclusiones basadas en información escasa o poco clara. Tranquilice a su hijo diciéndole que tomará medidas, y póngase en contacto con alguien que pudiera ayudarle, como un psicólogo, un especialista en cuidados infantiles, un médico, un trabajador social, la policía.

El Teléfono Europeo de Ayuda a la Infancia (116 111)

Es un servicio gratuito atendido por profesionales cualificados que puedan prestar una importante ayuda y orientación tanto a niños, niñas y adolescentes como a los padres, madres, familias, educadores y en general cualquier adulto directa o indirectamente relacionado con la infancia. Debe ponerse en contacto con el Teléfono cuando sospeche que un niño ha sido víctima de violencia sexual.

Aquí puedes descargar el cuento ilustrado que los padres pueden leer a sus hijos de 3 a 7 años.

Y este es el spot editado por el Consejo de Europa para difundir el método:

Aprender a programar

Recursos para que los niños puedan aprender a programar

Que la tecnología está cambiando muchos aspectos de nuestra vida cotidiana no es ninguna novedad. Cambia nuestra forma de relacionarnos con otras personas, nuestra manera de trabajar, nuestra manera de aprender. Aunque ya hace tiempo que los ordenadores llegaron a las aulas, incluso hay alumnos que tienen un netbook como parte de su «material escolar», el uso que se da a estos dispositivos es el de complemento a libros y cuadernos. Aprender a programar es algo necesario para las nuevas generaciones.

Nuestros escolares saben manejar aplicaciones y buscar información en Internet, pero la tecnología que hay detrás de los dispositivos que usan se les hace invisible y, con ello, pierden las oportunidades y nuevos retos que presenta para su desarrollo la enseñanza de programación.

La enseñanza de programación aumenta la motivación, mejora la autonomía y fomenta la creatividad de los estudiantes, además de prepararlos para un mercado laboral que cada vez demanda más profesionales en el área de las TIC. Lo más habitual es que cuando un alumno de educación obligatoria entra en una clase de informática se le enseñe a ser un usuario de programas, pero no un desarrollador. Desde la infancia comenzará a ver la tecnología como herramienta de consumo, pero no como herramienta de creación.

«Todo el mundo en este país debería aprender a programar… porque te enseña a pensar» Steve Jobs

Cada vez más comunidades científicas y educativas alertan sobre el atraso del sistema educativo en programación mientras ponen en marcha programas extraescolares.

No se trata de construir una sociedad de programadores, si no de adecuar el currículo escolar a la realidad actual. Esta idea fue expresada de forma brillante por el profesor de la Open University británica en el manifiesto por la educación en ciencias de la computación en el Siglo XXI:

“Creemos que todos los niños deberían tener la oportunidad de aprender a programar, empezando en la escuela (…) Enseñamos física básica a cada niño, no con el objetivo principal de educar físicos si no porque todos ellos viven en un mundo gobernado por sistemas físicos. De la misma manera, todos los niños deberían aprender un poco de informática desde temprana edad porque van a vivir en un mundo en el que la computación está en todas partes.”

En este sentido es sumamente interesante el proyecto Programamos. Se trata de una asociación sin ánimo de lucro, un equipo de personas inquietas y comprometidas con la docencia, cuyo objetivo fundamental es promover el desarrollo del pensamiento computacional desde edades tempranas a través de la programación de videojuegos y aplicaciones para móviles en todas las etapas escolares, desde educación infantil hasta formación profesional.

En su web ponen a tu alcance recursos y materiales con licencia libre, para que puedas aprender o usarlos con tus alumnos/as o hijos/as. También ofrecen formación para niños y para mayores; organizan y participan en todo tipo de eventos, talleres o ponencias (desde crear videojuegos hasta analizar el uso de la programación en el mundo). En el siguiente vídeo José Ignacio Huertas y Jesús Moreno, dos de los cuatro cofundadores de Programamos, amplían esta información:

Si algún fin de semana, o en días de vacaciones escolares, tienes a tus hijos o sobrinos aburridos en casa sin saber qué hacer, quizás sea un buen momento para introducirles en el mundo de la programación. Aquí tienes algunos recursos útiles para hacerlo:

Scratch: es una aplicación desarrollada por el MIT que consiste en un entorno donde se puede programar de forma visual. La forma de componer programas está enfocada tanto a pequeños como a grandes. Por ello, es una aplicación intuitiva y fácil de utilizar.

App Inventor: Utiliza los fundamentos de Scratch para crear aplicaciones para dispositivos móviles, válidas y funcionales tanto en smartphones como en tabletas Android.

Snap: es una evolución de Scratch desarrollada por la Universidad de California en Berkeley que permite realizar videojuegos más complejos, por lo que es perfectamente adecuado para utilizar en cursos de introducción a la programación con estudiantes de Formación Profesional.

Scratch Jr: es una adaptación de la herramienta Scratch para poder trabajar con alumnos más pequeños (infantil).

Y por último no dejes de ver este vídeo que viene como anillo al dedo a este post:

Aprende sobre un nuevo «SUPERPODER» que no se está enseñando en el 90% de los colegios de Estados Unidos.  Un vídeo que nos muestra la importancia de aprender a programar, con la participación de Bill Gates, Mark Zuckerberg, will.i.am, Chris Bosh, Jack Dorsey, Tony Hsieh, Drew Houston, Gabe Newell, Ruchi Sanghvi, Elena Silenok, Vanessa Hurst y Hadi Partovi.

Redes sociales y niños

Redes sociales y niños

¿Sabemos los padres que consejos hay que darles a los niños para que naveguen y se desenvuelvan con seguridad en las redes sociales?

Según Manuel Moreno, de TreceBitslos primeros que debemos aprender a utilizar Internet y las redes sociales somos los padres, para así poder transmitir a nuestros hijos esa formación, y que puedan utilizar las redes como esas herramientas a las que se les puede sacar mucho provecho, si se saben utilizar.

Es importante ser conscientes de que hay una serie de riesgos

Sin una buena educación en redes sociales ¿qué peligros podrían tener nuestros hijos? Pues por ejemplo:
  • pasar demasiado tiempo conectados al ordenador (+ de 3 horas ya estaríamos hablando de una adicción),
  • sufrir ciberacoso (2 de cada 10 niños lo sufren en silencio),
  • grooming (entrar en contacto con personas que desconocen)…
Los siguientes puntos pueden servir para que padres y educadores evitemos en lo posible estas amenazas:

La edad mínima permitida es 14 años

De hecho esto no se cumple, Entre los 11 y los 14 años el 75% de los niños tiene perfil en las redes sociales, la mayoría de veces con el consentimiento de los padres. Si aceptamos esta realidad vamos a hacer que los menores utilicen bien las redes sociales.

¿Desde dónde pueden conectarse?

Todos deberíamos saber desde donde se conectan nuestros hijos. Es muy común que se conecten desde el ordenador, pero hoy en las casas tenemos muchos aparatos que también tienen acceso  a Internet: televisores inteligentes, tabletas… pero también se pueden conectar a través de la videoconsola, o a través del aparato reproductor de MP3, o incluso a través del reloj. Hemos de saber los puntos de acceso que hay en nuestra vivienda para poder proteger a los niños.

Protege los equipos con contraseñas

De esa manera tenemos control de cuando dejamos al niño que se conecte y que lo haga con nuestra supervisión.

Configura el perfil con tu hijo

Es muy importante configurar bien la privacidad. Hay que explicar a los niños quienes serían las personas que pueden ver una determinada publicación, o como hacer determinados grupos.

No aceptar invitaciones de extraños

Hay que advertir a los pequeños del peligro que supone aceptar invitaciones de extraños. Debemos hacerles ver las redes sociales como un entorno familiar; un entorno que, con los amigos, con los compañeros de colegio, puede tener muchos beneficios, pero no un entorno en el que darle acceso a cualquier persona.

No compartir información personal

Hay que explicar a los niños que implicaciones puede tener esto. El hecho de dar nuestro nombre en Internet, o incluso dar la dirección de donde vivimos, el colegio al que vamos, la hora a la que salimos de clase… esto los niños han de tener claro que no se puede compartir, igual que no se puede compartir cuando nos vamos de vacaciones y vamos a dejar el domicilio vacío.

No abrir enlaces desconocidos

Hay que recomendar a los pequeños que, cada vez que les llegue un enlace del que no sepan su procedencia, nos pidan ayuda. ¿Por qué? Pues porque pueden llegar a un contenido que no sea apropiado para su edad, o porque pueden llegar a una página que lo que haga sea infectar el ordenador.

Uso de chats y programas de mensajería

Puede ser beneficioso para estar en contacto con amigos y compañeros de clase. Pero los niños han de saber que, detrás del anonimato que hay en Internet, puede haber personas que estén suplantando la identidad y que no sean las personas que dicen ser. Que NUNCA den información personal o envíen fotografías a personas que no conocen.

Adviértele de las acciones no permitidas y gánate su confianza

No está permitido, por ejemplo, subir un contenido que tenga derechos de autor, o suplantar la identidad de otra persona. Deberíamos inculcarles ese sentido de RESPETO al resto de personas que están en las redes sociales;  y siempre tratándonos de ganar la confianza del niño, para que si en algún momento tiene un problema sepa que puede acudir a nosotros a la hora de protegerse en las redes sociales.

Ante cualquier irregularidad DENUNCIA

Si algún menor está sufriendo alguna amenaza en las redes sociales hay que actuar. Acudir a la Policía Nacional o a la Guardia Civil, que tienen perfiles muy activos en la mayor parte de redes sociales, o a alguna asociación que se dedique a garantizar los derechos de los niños en Internet. Igualmente si vemos un contenido que pueda ser perjudicial si lo llegara a ver un niño nosotros mismos lo podemos denunciar en la red social (botón derecho  generalmente)  para decir que es un contenido inapropiado y que debería ser retirado.
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Cuentos para trabajar las emociones

Dar nombre a lo que se siente es una forma de empezar a conocerse uno mismo, y por tanto una forma de madurar.
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A continuación una selección de cuentos para trabajar las emociones con los más pequeños, principalmente el autoconocimiento y el autocontrol.

Guía de las emociones

Una herramienta que nos facilita LudoBooks, y que es de gran utilidad para padres, profesores y niños. Está diseñada con la intención de profundizar en el autoconocimiento de los pequeños, enseñándoles a gestionar sus propias emociones.

Es totalmente personalizable. El niño es el protagonista, mediante un avatar que se llama como él, que se parece a él y al que le suceden cosas que a él también le ocurren en su vida cotidiana. De esta forma es más fácil despertar su atención. Hacer que reflexione entre los paralelismos de sus vivencias y las que ocurren en el cuento.

El objetivo es conseguir que los niños realicen preguntas o expliquen experiencias a sus padres, estrechando los vínculos existentes, y permitiendo de esta manera trabajar y gestionar las emociones de una manera adecuada.

Cuentos para trabajar las EMOCIONES. LudoBooks. La Guía de las emociones

¿Qué sientes?

Son 27 títulos en los que los sentimientos están a flor de página. Una colección de libros educativos basada en las letras del abecedario para enseñar a los niños qué son, para qué sirven y qué significan los sentimientos. Aquí los encuentras.

Su objetivo es educar emocionalmente y potenciar la comunicación entre padres e hijos. Su autora es Violeta Monreal, escritora e ilustradora (Aquí puedes leer un reportaje sobre esta colección).

Los padres y educadores tendrán herramientas eficaces para hablar con sus niños y que ellos se identifiquen con algunos de los personajes para, así, empezar a superar algunos aspectos de sus sentimientos que pueden derivar en conductas contraproducentes.

A su vez, cada cuento es una divertida y amena historia que los niños disfrutarán leyendo de principio a fin. Cada libro se compone de una descripción del sentimiento, y de su contrario. Seguidamente se cuenta una historia que comienza en el mundo real, continúa en un mundo de fantasía donde se encuentra la solución a los problemas de el o la protagonista para, finalmente, volver al mundo real donde se soluciona el conflicto. En la última página encontraréis una divertida receta para superar sentimientos negativos.

Cuentos para trabajar las EMOCIONES

Emociónate

Por medio del verso, y a través de personajes muy divertidos, se abordan emociones recurrentes en los niños de 2 a 6 años, tales como los celos, la pereza, el miedo, la añoranza, la autoestima, la frustración, la tristeza y las formas de expresar el afecto. Aquí los encuentras

Se trata de una colección creada desde el proyecto Padres Formados para ayudar a las familias en la gestión emocional de los hijos, las autoras son la periodista Asun Egurza y la pedagoga Leticia Garcés. A esta colección le acompaña un disco con varias canciones, una para cada cuento. Las autoras de las canciones son Maria Peralta, musicoterapeuta y Leticia Garcés, pedagoga.

Cuentos para trabajar las EMOCIONES

El taller de las emociones

Una colección creada por Elsa Punset, para ayudar a los niños a conocer y controlar sus propias emociones, algo imprescindible para crecer feliz.

Cada uno de los libros de esta biblioteca, ilustrados por Rocío Bonilla, está dedicado a una emoción: el miedo, la ira, la pereza, el estrés, la actitud positiva o la autoestima, todas ellas, explicadas a través de una historia de ficción que protagonizada por dos hermanos constituyen una fábula moderna.

Una combinación de aventuras entrañables para los niños y niñas acompañadas de un taller de trabajo a través del cual toda la familia descubrirá pistas y recursos para mejorar su inteligencia emocional.

Los atrevidos son Alexia, Tasi y su perro Rocky. Ellos aún no lo saben, pero están a punto de descubrir cómo hacer magia con sus emociones. Acompañados por el genial y experimentado entrenador de emociones, la gaviota Florestán, se enfrentarán cada noche a retos divertidos y trepidantes. Aquí encontrarás los libros de esta colección.
Cuentos para trabajar las EMOCIONES

Todos son excelentes cuentos para trabajar las emociones con los pequeños de la casa.

El fracaso de los superdotados

Tradicionalmente un alumno inteligente o superdotado se asociaba a las buenas notas. Actualmente, cada vez más la inteligencia se define como la capacidad para adaptarse a un entorno que se desconoce y no como el tener un cociente intelectual elevado.

Sin embargo cuando llega un ser superdotado al seno de una familia y no está diagnosticado, produce muchos quebraderos de cabeza.

El fracaso de los superdotados

El psicólogo Joseph Renzulli, director del Centro Nacional de Investigación de Superdotados y con talento afirma que entre un 15 y un 20% de alumnos en edad escolar son superdotados aunque la mayoría no lo saben por lo que ni administración, ni padres, ni profesores saben tratar el problema.

«Los jóvenes inteligentes -afirma Renzulli- no están motivados en las escuelas con métodos tradicionales y se aburren. La verdadera igualdad de oportunidades radica en proporcionar a los jóvenes experiencias según sus niveles de habilidad y su capacidad en un entorno educacional conjunto con chicos y chicas de su edad».

En este programa de REDES interviene también Robert Sternberg profesor de psicología de la Universidad de Yale, en EE.UU. que introduce un elemento nuevo «para mi -afirma- lo más importante es que se aprenda de las experiencias. A mis alumnos les digo que deben aprender de los errores y no repetir los mismos errores muchas veces».

Programa REDES emitido en RTVE el 2/03/2004:

Llevar a un niño al cine… por primera vez

Llevar a un niño al cine… por primera vez

Llevar al cine a tu hijo por primera vez puede ser un regalo… O un desastre total. Estos son algunos consejos para ayudar a que la primera incursión de los niños en el cine sea un éxito: llevar a un niño al cine

Determinar si el niño está listo para esta nueva experiencia

¿Cuál es la edad adecuada para ver la primera película? Pues depende del niño, pero en general suele fijarse entre los 3 o 4 años de edad. Algunos padres esperan a que los niños sean algo más mayores, sobretodo si son sensibles a ruidos fuertes o a la oscuridad.

Quizá convenga retrasar el momento de asistir a una sala de cine hasta que  el niño o niña pueda comprender de un modo más o menos racional el funcionamiento de una sala de proyección cinematográfica. Mientras tanto podemos empezar a reproducir películas infantiles breves en casa.

Llevar a un niño al cine... por primera vez

Elegir la película correcta

Obviamente quieres algo «amigable», y la animación suele ajustarse a sus gustos. También debes tener en cuenta la tendencia a la ansiedad de tu hijo y elegir una proyección «lenta», calmada, artística.

Es importante leer los comentarios sobre la película antes de poneros con el niño delante de la pantalla, de esa forma se le puede preparar para cualquier cosa que sepamos le va a perturbar o confundir.

Nada de anuncios y trailers

Muchos cines proyectan anuncios antes de la película. A menudo los niños pequeños, menos de 8 años, son incapaces de distinguir la publicidad del contenido. Además, el ritmo y sonido de anuncios y trailers es más fuerte y rápido, con lo que podría inducirse un futuro miedo al cine.

Planifica bien

¿a qué hora el niño suele mostrar más tranquilidad y calma? Normalmente, suele ser temprano. En las proyecciones a primera hora de la tarde suele haber muchos más niños, así que no importará tanto si habla durante la película.

Otros detalles importantes son asegurarse de que el pequeño haga pipí antes de entrar a la sala, tener agua si compras palomitas o dulces, etc.

Déjate llevar

No vais a ser la primera familia que ha dejado una sala de cine entre lloros, gritos y melodrama. Puede que sientas que has tirado el dinero en unas carísimas entradas de cine, pero son cosas que suceden y es necesario aceptarlas: lo contrario sería obligar a un niño pequeño a enfrentarse a algo para lo que no está preparado…

A veces un pequeño descanso en el vestíbulo puede ser suficiente para tranquilizarle y probar una vez más antes de regresar a casa.