Niñas y niños sensibles

Los niños sensibles son un TESORO.

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Tener un sistema nervioso sensible es normal, le ocurre a un 15-20% de la población y significa ser consciente de cosas muy sutiles del entorno.

Ser una persona altamente sensible (PAS) implica inconvenientes y ventajas, aunque en nuestra cultura a menudo no se considera un rasgo ideal y se invita a superarlo como si de un defecto se tratase.

Hay muchas personas PAS que esconden su sensibilidad, o que han desconectado de ella porque seguramente en la infancia descubrieron que ser una persona sensible era peligroso y les hacía más vulnerables; de manera inconsciente empezaron a construir un muro entre la sensibilidad y el mundo, para protegerse.

Una persona es altamente sensible cuando reúne 4 características

Intensidad | Quiere decir que procesa la información recibida de forma muy intensa.

Sobreestimulación | Quiere decir que puede saturarse  cuando ha de procesar mucha información a la vez.

Emocionalidad | Quiere decir que se emociona con facilidad y con mucha intensidad gracias a una fuerte empatía.

Sensibilidad alta | Hace referencia a los cinco sentidos ―vista, tacto, oído, olfato y gusto―, pero también a las sutilezas del estado emocional de las personas del entorno.

Niñas y niños sensibles

Las personas muy sensibles tienen una gran capacidad para procesar todo lo que llega a sus sentidos de una manera más profunda y sutil. Elaine Aron

Si estás leyendo esto es muy probable que tu hijo sea una persona altamente sensible. Quizá alguno de los progenitores lo seáis también.

En cualquier caso os será de gran utilidad esta guía esencial escrita por Bea Sánchez y Pablo Villagrán. Han escrito este libro de forma conjunta. Lo que ambos tienen en común es que los dos son padres de niños altamente sensibles. Además ellos son también PAS, por lo que todo lo que transmite su libro está basado en el conocimiento de causa.

Niñas y niños sensibles

La sensibilidad en la infancia

Tener un hijo altamente sensible es una bendición

Aunque se transitan pasajes duros en el camino de conocerle, porque no es fácil entender qué le pasa y qué necesita, y, sobre todo, saber ayudarle sin echar a perder eso tan increíble que es su enorme sensibilidad.

Bebés que desde el minuto uno detestan el ruido; tener que pasar toda una comida familiar en otra habitación, fuera del restaurante, porque ese «run-run» de gente a nuestro bebé le resulta tremendamente insoportable; o salir a toda prisa de una tienda porque el pequeño ha notado alguna cosa que le inquieta muchísimo…

Pequeños a los que les cuesta relacionarse con algunas personas simplemente por su tono de voz. O niños con un increíble olfato y oído y una gran sensibilidad a la temperatura.

Niñas y niños sensibles

Ser muy sensible no es una patología. No hay nada que curar en una persona PAS | La alta sensibilidad es una forma de ser, que en todo caso puede ser la matriz de futuras problemáticas o de oportunidades, en función de cómo la persona aprenda a gestionarla.

La atención psicológica al menor se ha de dar en función de las dificultades que se presenten asociadas a este rasgo y de la capacidad de los padres de gestionarlas. Siempre es muy útil hacer prevención: trabajar la educación emocional y enseñarles a regular las emociones.

Niñas y niños sensibles

Las personas altamente sensibles (PAS) suelen manifestarse a partir de los dos años con comportamientos a veces extraños | No existe un diagnóstico del PAS, y eso hace que a veces se confunda con autismo o TDAH.

Las personas con alta sensibilidad a veces se sienten molestas por poca cosa a causa de su alto grado de absorción de información, y por ello se ven a sí mismas como personas raras y los demás también las pueden percibir así. En ocasiones lo único que necesitan es que se las deje solas. La buena noticia es que se puede hacer mucho para canalizar la sensibilidad, de manera que la lleguen a disfrutar.

La alta sensibilidad es un rasgo del temperamento | Un rasgo que en función de cómo se vaya acompañando y como se vaya ayudando a regular se manifestará más o menos. El libro ‘El poder de la sensibilidad‘ puede ayudar a muchas personas adultas a conocerse mejor, y por tanto también a manejarse mejor en la vida.

Niñas y niños sensibles

Ser altamente sensible es algo dimensional | Aunque se habla de alta sensibilidad como característica, hay que entender que esta característica puede estar asociada a muchos otros rasgos de la personalidad.

Por ejemplo niños con altas capacidades pueden tener muy alta sensibilidad, pero eso no tiene nada que ver con niños que pueden tener un diagnóstico el espectro autista y que también pueden tener esta alta sensibilidad. Siempre es importante evitar las etiquetas.

Niñas y niños sensibles

Qué diferencias manifiestan los bebés y niños sensibles respecto de sus iguales

En principio, como antes se ha comentado, puede ser la necesidad de salir de algunos espacios. El ruido alto, que no lo es para otras personas ni para otros bebés que pueden incluso dormir allí tranquilamente, molesta a los bebés más sensibles.

Los olores, las sensaciones con determinadas personas y con otras no… Cuando el pequeño va creciendo vamos percibiendo otras características en los niños con alta sensibilidad que nos hacen ver que son algo diferentes a los otros niños.

Hay muchos niños así, lo que ocurre es que arrinconamos tanto a la sensibilidad… En nuestra sociedad está tan infravalorada la ternura

Con los niños que expresan esta característica tendemos a pensar que hay algo que no va bien. En el día a día de los adultos los comentarios son: «¡Es exagerado, llora por todo!«, «¡Eso son tonterías!«, «¡Se emociona con demasiada facilidad!«… Estas y otras frases se acostumbran a decir sobre los niños sensibles que lo expresan, como si esa expresión de los sentimientos fuese algo que los hiciese débiles.

Niñas y niños sensibles

Si los adultos tuviésemos más sensibilidad… quizás no veríamos con tan malos ojos y sabríamos tratar mucho mejor la sensibilidad de los pequeños.

A menudo se asocia sensibilidad a vulnerabilidad | Lo que pensamos como padres que queremos proteger a nuestros hijos es que en la vida le harán más daño, porque damos por hecho que alguien que es más sensible es más débil. Tenemos esta tendencia a considerar que no será beneficioso que nuestro hijo tenga esa característica, y no es así.

En otros contextos la alta sensibilidad es muy valorada | A nivel de artistas, por ejemplo. Cuando hablamos de músicos valoramos que la sensibilidad cuanto más alta sea mejor; también si acudimos a la consulta del médico o del psicólogo, si hay una gran sensibilidad por parte del especialista estamos más satisfechos.

Vemos pues que socialmente, en algunos aspectos, sí que se valora a las personas altamente sensibles.

¿En qué momento puede ser un problema la alta sensibilidad? | Si esa elevada sensibilidad provoca una reactividad muy alta emocionalmente (que es lo que ocurre) y no se tienen los recursos emocionales de regulación (para que las emociones que se viven intensamente puedan hacer la función positiva que tienen que hacer), podemos encontrarnos con situaciones en que el niño o el adulto sensible se desborden emocionalmente, y eso les coloque en una posición de más vulnerabilidad que les lleve a sufrir determinadas situaciones de ansiedad, de depresión…

Niñas y niños sensibles

Qué supone ser sensible en la infancia

Una persona sensible puede notar, grabar y reaccionar con mucha facilidad a estímulos y sentimientos, aunque aparentemente sean poco intensos.

Si a esta característica le añadimos lo que representa la infancia, que suele ser una etapa de la vida en la que nos empapamos de todo lo que tenemos alrededor, y que es una etapa de mucha curiosidad y mucha intuición y también de mucha dependencia todavía de las personas que nos quieren y que nos acompañan, hace que a estos niños sensibles les cueste gestionar estas emociones y puedan responder a veces de una forma muy explosiva.

Niñas y niños sensibles

Como muestran los niños su alta sensibilidad

Las respuestas que dan los niños sensibles muchas veces nos descolocan, porque esta hipersensibilidad puede mostrarse de diversas formas:

Con una respuesta de complacencia | Niños que dicen sí a todo lo que se les pide. Es una característica  que en principio socialmente no está mal vista pero que en la adolescencia puede llegar a ser un problema.

Con muestras de bloqueo | Hay niños muy sensibles que pueden bloquearse, o tener mucha facilidad para evadirse y cerrarse en ellos mismos.

E incluso, en ocasiones, respuestas más exclusivas de destrucción o de autodestrucción, y respuestas agresivas.

Niñas y niños sensibles

Cómo responder a las diferentes formas en que los niños sensibles se expresan

Ante todo NO tenemos que quedarnos con la visión de que estas formas de respuesta que tienen las niñas y niños sensibles son algo voluntario, que lo hacen así porque ellos quieren hacerlo así.

Tenemos que tomarnos la molestia de pasar estas respuestas por el «traductor». Veremos que en muchos casos no es una decisión, sino un no saber cómo gestionar la situación de otra forma.

La respuesta que este niño necesita de su entorno, sobre todo de sus educadores y de sus padres, es que los adultos puedan hacerse cómplices de esa reacción que ha tenido, no entrando en un juicio rápido sino más bien hacer con el niño un pacto de complicidad, buscar alternativas a su respuesta y entender, desde la mirada amorosa de quien le acompaña, que él tiene la voluntad de cambiar.

Desde esta posición podemos acompañar al pequeño con más empatía, y el resultado suele ser mucho más favorable que no si es desde el juicio, desde la culpa y desde el castigo.

Niñas y niños sensibles

Debemos dar unas rutinas, una seguridad, intentar bajar los estímulos y buscar momentos de contacto. El tacto y el contacto más maternal dan posibilidad de buscar relajación, momentos de más calma que estos niños necesitan mucho.

Y también debemos ofrecer diferentes lenguajes de expresión de lo que ellos sienten, para que puedan manifestar cómo sienten esa gran estimulación que perciben (aunque a nosotros desde fuera nos pueda parecer que es la habitual).

Los niños sensibles reaccionan y no tienen consciencia de lo que está pasando | Mal vamos si esa vivencia más intensa que los niños sensibles tienen de las emociones no va acompañada de un entorno que les acompañe y les dé recursos…

Si desde pequeños no les enseñamos ni les damos lenguajes para que puedan expresar la emoción, nos encontraremos con reacciones que pueden ser de llanto descontrolado o de rabia muy intensa que puede derivar hacia conductas que pueden ser complicadas; nos encontraremos con niños a los que las emociones les desbordan.

O por otro lado nos podemos encontrar con niños o adolescentes que, debido a su nivel alto de sensibilidad, y a veces también de inteligencia, captan intensamente situaciones sociales que están realmente faltas de valores. No pueden entender, por ejemplo, si ven en la calle a una persona a la que le está ocurriendo algo, el hecho de que todo el mundo pase de largo. Son situaciones que les generan angustia.

Hay que darles recursos para que puedan encajar todo lo que perciben | Nos referimos a todas esas situaciones de las que nosotros quizá cognitivamente, como adultos, podemos hacer una lectura diferente o crítica, y nos podemos situar ante ellas de una forma en que probablemente no nos angustien tanto.

Los niños sensibles, por su edad, a nivel emocional captan cosas que a nivel cognitivo aún no tienen la madurez suficiente para procesar.

El acompañamiento es ayudarles a ver qué emoción sienten, poderles dar alguna explicación de que tal vez el mundo no es siempre como nos gustaría y poderles ayudar a canalizar todo eso.

Niñas y niños sensibles

Muchos jóvenes deciden hacer voluntariado, o colocarse en situaciones que den respuesta a esta sensibilidad y a este valor positivo que tienen. Son jóvenes que no entienden la injusticia. Es un valor que tienen inculcado de una forma muy natural, y por eso no entienden todas las situaciones que les resultan injustas.

¿Cómo explicar lo inexplicable a un niño? ¿Cómo le explicas un mundo lleno de guerras, de desigualdades y de injusticias? Si lo miramos desde sus ojos, que deberían ser los ojos de todos, es realmente injusto. Son cosas que no deberían pasar.

De interés para los padres de niños sensibles

Lo ideal sería que como padres tuviésemos una buena educación emocional | Que tuviésemos clara una vivencia de las emociones no en negativo sino siendo conscientes y sabiéndolas regular, pudiéndolas expresar para que realicen la función positiva que realmente han de tener en nuestra vida.

En la medida en que nosotros, como padres, eso lo tengamos integrado en nuestro día a día (y no sirve con que sepamos la teoría) se lo transmitiremos a nuestros hijos.

Los niños son intensos, es lo que tienen | Al tener un hijo, tenga o no tenga alta sensibilidad, vemos que un niño pequeño es todo emoción. Los niños son intensos y todo lo viven como si no hubiese un mañana.

Niñas y niños sensibles

Las emociones de nuestros hijos nos ponen en contacto con nuestras propias emociones. Su rabia nos conecta con nuestra propia rabia. Su sensibilidad con la nuestra

Y si nosotros no hemos trabajado todo lo nuestro, nos damos cuenta de que nos viene como una ola de emociones que no están bien puestas en su sitio, que no están bien trabajadas. Y eso conlleva que podamos ayudar muy poco a nuestro hijo.

Hemos de pensar de dónde venimos | Lo cierto es que venimos de una educación emocional NULA. Es de un tiempo a esta parte cuando se comienza a hablar de este tema en los colegios.

Hace unos años, cuando los que hoy somos adultos íbamos a la escuela, no se hablaba para nada de sensibilidad ni de inteligencia emocional. Lo que predominaba era el «¡No llores!«, «¡Esto no se hace!«, «¡No chilles!«…

Todo era represión ante cualquier tipo de emoción.  Solo gustaban las emociones si consistían en ser alegre, extrovertido, saludar a todo el mundo, dar besos y abrazos aunque no conocieses a la persona… El resto de emociones quedaban anuladas.

Y esa es nuestra historia… Por eso ahora, cuando llega el momento de tener hijos… o te lo trabajas o te va a salir el viejo patrón… Y este viejo patrón no ayuda ni a los niños sensibles ni a los que no tienen tan desarrollada esa sensibilidad.

Los viejos patrones no sirven | Son o bien negar la emoción o algo muy frecuente que es confundir a la persona con la emoción: «Este niño es nervioso» o «este niño es agresivo» o «este niño es tímido«… y NO, no es la persona, sino que tiene esa emoción.

Por otro lado están lo que se conoce como emociones negativas (que más bien se deberían llamar emociones desagradables) | El miedo, la rabia, la tristeza… Es cierto que si nos hiciesen escoger («¿quieres tener miedo en este momento?«) no las escogeríamos, pero esas emociones realizan una función positiva.

Cuando no se produce su función positiva es si se nos desborda el miedo o si no lo sabemos entender bien. En determinadas situaciones el miedo nos ayuda a evitar riesgos, en otras nos ayuda a evitar algo que hemos de afrontar. Es en este segundo caso en el que hemos de buscar recursos.

Socialmente todo lo que tiene que ver con estas emociones desagradables nos angustia. Nuestro entorno no nos permite estar tristes el tiempo que quizás necesitaríamos por algo que nos haya pasado. Cuando ya han transcurrido unos días nos meten prisa, nos dicen que nos espabilemos y que ya deberíamos estar bien.

Y eso es algo que no ayuda ni a los niños sensibles ni a nadie. Se han de respetar los tiempos porque estas emociones realizan una función. Y se ha de entender que las emociones van y vienen, que una emoción no es para siempre.

Acostumbramos a juzgar las emociones | «¿Por qué lloras?«, «¡No llores!«… Al decir esto, ¿qué recurso le estamos dando a nuestro hijo para que aprenda a regular esa emoción?

Cuando le decimos a nuestro hijo que no llore le estamos transmitiendo el mensaje que llorar es malo. Por tanto a un niño muy sensible al que alguna cosa le altera mucho y le hace llorar… le estamos dejando sin recursos.

Otro ejemplo es cuando le reprochamos a un niño que tenga rabia. Lo que si podemos juzgar es la agresividad o la conducta violenta, pero la rabia en sí misma no es mala, tiene su función.

Durante años las emociones se tapaban, porque molestaban cuando se desbordaban | Hoy vamos en otra dirección y somos conscientes de que las emociones se pueden expresar. Sabemos que expresarlas es una forma de regularlas, y que lo que se necesita es tener estrategias de regulación.

Niñas y niños sensibles

Estrategias para ayudar a los niños sensibles

Para trabajar la emocionalidad es positivo trabajar la respiración | Ayuda a poder gestionar el desbordamiento que se produce en algunas ocasiones. Es beneficioso trabajar desde el cuerpo, desde la respiración.

Hablar mucho también ayuda | Trabajar la sensibilidad y decirles a los niños sensibles que eso es algo fantástico, que es un don. A medida que los niños van creciendo van teniendo una edad en la que se puede hablar mucho con ellos.

Porque llega un día en el que ellos mismos se dan cuenta de que  hay cosas que les afectan más que a sus compañeros de clase. En ocasiones no entienden por qué determinados niños hacen determinadas cosas. «Si yo sé que esto es algo molesto para otro, ¿por qué lo hacen?«

Los niños sensibles tienen tanta empatía que hay cosas que ni se les pasan por la cabeza, y sufren cuando ven a un niño haciendo daño a otro. Empatizan con el dolor del otro.

Niñas y niños sensibles

Potencia su creatividad | Los niños sensibles tienen una creatividad espléndida, el dibujar, el canto… son cosas que les pueden ayudar.

Niñas y niños sensibles

Acepta a tu hijo sensible | Los padres han de aceptar al hijo que tienen, comprenderle y acompañarle… y disfrutar de las cosas positivas que puede tener su alta sensibilidad.

Seguramente en algún momento estos padres han sufrido y se han preguntado si su hijo era normal, y hay que decirles que este niño no tiene ningún problema. Seguramente lo único que va a necesitar es un acompañamiento un pelín más especial.

Busca información | Que los padres busquen información es clave. La información es poder. Si tienen información sabrán cómo hacerlo.

Es muy recomendable visionar el documental ‘Sensibilidad al trasluz‘, nos puede ser muy útil para escuchar a adultos que hablan de su infancia, que hablan de cómo sentían diferentes situaciones, y nos ayudará a empatizar con el niño y poder entrar en su mundo, que quizá no es mucho como el nuestro.

Fuente: «L’ofici d’educar» de Catalunya Ràdio (27/06/2017)

Grado en Educación Infantil online

Si te gustan los  niños y sabes conectar con ellos. Si tienes buen humor y habilidades comunicativas. Si te consideras paciente, tranquilo y tolerante. Y si la organización, la capacidad de observación y la creatividad están entre tus cualidades, estudiar el Grado en Educación Infantil te  aportará satisfacción personal y te abrirá un amplio abanico de salidas profesionales.

Formarte con el Grado Oficial en Educación Infantil te capacitará como un educador profesional especializado en la atención educativa de niños de 0 a 6 años.

Es sin duda una labor apasionante y tremendamente gratificante. Podrás ayudar a los más pequeños a entender y gestionar sus emociones, a desarrollar sus habilidades de comunicación y a fomentar su curiosidad natural que les conducirá al aprendizaje.

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Y si quieres ampliar más aún tus perspectivas profesionales, no dudes en aprovechar la oportunidad que te brinda la Universidad Isabel I de cursar el doble grado de educación infantil y primaria.

Con esta formación dual obtendrás la cualificación para ejercer como maestro tanto en educación primaria como en educación infantil, con lo cual se amplían de manera significativa tus horizontes profesionales y aumentan tus oportunidades laborales. Estarás preparado para desempeñarte con éxito en diversas etapas del desarrollo infantil y podrás afrontar mejor los retos del ámbito educativo.

¿Qué salidas profesionales tiene el Grado en Educación Infantil?

Aún cuando vemos que la natalidad va a la baja, lo cierto es que la demanda de profesores de educación infantil es una realidad.

Uno de los problemas que tenemos en nuestra sociedad, y que beneficia a este alto requerimiento de educadores infantiles, es la siempre complicada conciliación de la vida laboral y familiar. A los padres y madres que trabajan no les queda otro remedio que llevar a sus hijos para que los eduquen o realicen actividades extraescolares.

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El graduado en Educación Infantil, más allá de estar preparado para el ejercicio del magisterio en esta etapa (con niños de 0 a 3 años y de 3 a 6 años), tanto en centros públicos como en concertados o privados, tiene ante sí una gran diversidad de salidas profesionales:

  • Educador en instituciones y/o en programas específicos de trabajo con menores (0-6 años) en situación de riesgo social, o en medios de apoyo familiar.
  • Educador  en programas o actividades de ocio y tiempo libre infantil con menores de 0 a 6 años: apoyo escolar, actividades extraescolares, ludotecas, casas de cultura, bibliotecas, museos, teatros, equipos deportivos, centros educativos, centros de ocio, granjas escuela, etc.
  • Desarrollo de contenido en editoriales.
  • Elaboración de materiales divulgativos, así como de elementos auxiliares para la profesión docente.
  • Investigación educativa.

Además, dentro del terreno del autoempleo, el Grado en Educación Infantil te capacita para impulsar iniciativas de servicios educativos complementarios.

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¿Qué más aporta el Doble Grado en Educación Infantil y Educación Primaria?

Si desde siempre has soñado con ejercer como profesor o profesora, pero aún tienes dudas entre escoger infantil o primaria, esta es la opción ideal para hacer realidad tu vocación. ¡Te abrirá más puertas, y luego ya verás a lo que te quieres dedicar!

Ambas carreras se complementan. Un profesor que conoce ambos niveles educativos tiene un conocimiento bastante amplio de lo que es el desarrollo de la persona y también de cómo trabajar con los chicos desde los 0 años hasta los 12. Tener ese saber le permite estructurar su trabajo en educación primaria con ese conocimiento previo de lo que es la educación infantil y cómo potenciar ese trabajo previo que se ha realizado en esa primera etapa educativa.

Por tanto esta formación dual es un complemento que ayuda mucho tanto al profesor que acabe trabajando en educación primaria (porque conoce el periodo anterior) como al que trabaje en educación infantil sabiendo lo que se espera en educación primaria.

La doble titulación de Maestro en Educación Infantil y Maestro en Educación Primaria te permitirá reforzar tu formación con objeto de que adquieras tanto los conocimientos psicopedagógicos y didácticos como el desarrollo de destrezas y actitudes en el proceso de enseñanza-aprendizaje de ambas etapas educativas.

Y por supuesto se amplían tus oportunidades laborales, ya que te posibilita integrarte en el mundo laboral como docente en dos etapas del sistema educativo, que comprende las edades desde 0 a 12 años, al margen de todas las otras salidas profesionales mencionadas anteriormente.

Trastorno específico del lenguaje | TEL

Trastorno especifico del lenguaje. TEL

El TEL es un trastorno invisible que afecta al 7% de los escolares.

A los 8 años Gonzalo no sabe leer. De hecho, no asocia ninguna grafía con ningún sonido. Se lo impide un trastorno hasta ahora bastante desconocido. El trastorno específico del lenguaje, conocido como TEL, que se caracteriza por la dificultad de aprender el lenguaje, tanto oral como escrito, y que se puede detectar ya en edades muy tempranas. En el caso de Gonzalo a los dos años y medio.

Trastorno especifico del lenguaje. TEL

Ilustración de Pamela J. Zagarenski

El TEL es un trastorno grave y duradero

Afecta a la adquisición del lenguaje desde sus inicios, se prolonga durante la infancia y la adolescencia, pudiendo dejar secuelas significativas en la edad adulta.

El padre de Gonzalo relata su experiencia. Acudieron al pediatra porque el niño no decía ninguna palabra que fuese inteligible. A preguntas con una respuesta simple, tipo: «¿Cómo ha ido el cole? Bien», el niño responde bien. El problema aparece cuando ha de argumentar la respuesta, y buscar una serie de palabras en su cerebro.

¿Qué causa el trastorno específico del lenguaje?

Aunque no existe una causa determinada y específica, algunos estudios apuntan a una relación genética entre el niño con TEL y algún familiar. Es decir que se puede realizar una estadística que afirma que los niños con TEL son más propensos a tener padres y/o hermanos con alguna dificultad en la adquisición del lenguaje.

El porcentaje indica que entre el 50 y el 70% de los niños con TEL tienen algún familiar directo que también padecería el mismo trastorno.

En todo diagnóstico de TEL se debe tener en consideración que el mismo puede estar asociado con otro trastorno. También se debe remarcar que los diagnósticos en niños menores de 6 no son definitivos, por lo que siempre deben someterse a una evaluación profesional por posibles modificaciones y mejoras.

¿Cuáles son sus síntomas?

En un niño con TEL los síntomas acostumbran a aparecer a partir de los tres años. Antes de esta edad resulta difícil poder detectar el trastorno, ya que el retraso en la adquisición del lenguaje puede deberse a cuestiones diversas. Un diagnóstico precoz podría ser equivocado.

Los síntomas más comunes de un niño con trastorno específico del lenguaje son:

✔️ Cerca de los 3 años el niño no habla de forma entendible para los demás, y sólo puede coordinar oraciones con tres palabras.

✔️ Los niños con TEL cometen errores no acordes a su edad sino a niños más pequeños. Por ejemplo: un niño de 7 años que dice «pedo» en lugar de «perro».

✔️ En cambio pueden pronunciar de manera adecuada una combinación de consonantes más difíciles. Por ejemplo pueden pronunciar «constitución» o «arroyo» de forma correcta.

✔️ Estos niños alteran las letras de lugar dentro de una palabra. También pueden alterar las palabras dentro de una oración por lo que no habrá coherencia sintáctica entre sujeto, verbo y predicado.

✔️ Invierten pronombres por artículos o sustantivos por verbos. La estructura gramatical no es correcta.

✔️ Acostumbran a utilizar mucho el conector «y» o «también» entre las oraciones, de forma saturada.

Con una terapia logopédica, los afectados pueden llegar a hablar a nivel funcional

En la mayoría de casos los afectados tienen una inteligencia completamente normal. Sin embargo, la dificultad en la comunicación conlleva problemas en las relaciones. Es por esto que, como todos los niños con necesidades educativas especiales, tienen más riesgo de sufrir bullying. Es imprescindible la formación del profesorado.

El problema del trastorno especifico del lenguaje es que es un trastorno invisible

En el TEL no hay síntomas obvios. Es una discapacidad escondida, invisible. Por ello es muy importante identificarla lo antes posible.

Es fácil pensar que los niños con TEL son distraídos, quizás incluso ociosos. O maleducados, porque no prestan atención, o parece que no prestan atención. También es fácil pensar que, si no pueden hablar bien, quizás no hagan nada bien.

La tendencia del entorno social es echarle la culpa al niño. Por eso es vital que se conozca la patología, que, a menudo, puede ir también acompañada de un déficit de atención.

Trastorno especifico del lenguaje. TEL

Ilustración de Katarina Ilkovicova

Hay muchas formas en que el lenguaje puede ser afectado por el TEL

Los especialistas del lenguaje pueden identificar las dificultades que los niños pueden tener.

Algunos niños tienen dificultades en captar el significado de las palabras. Se pueden confundir si una persona usa palabras largas o complicadas, como «microscopio».

También se pueden confundir si les hablamos con oraciones largas y complejas. Por ejemplo si les decimos: «antes que hagas los deberes quiero que vayas y traigas los libros de la biblioteca que te dejó tu profesora, porque tenemos que devolvérselos». Una oración, que se puede usar tranquilamente en el día a día, es posible que el niño con TEL no la entienda.

Pueden tener dificultades encontrando la palabra que necesitan cuando están hablando. Aun conociéndola y entendiendo su significado. Por ejemplo, si quieren compartir y decir: «Yo vi un… camello», puede ser difícil para ellos acordarse de esa palabra, y no pueden producirla fácilmente.

Los niños con TEL, cuando hablan, usan oraciones simples

A veces, por ejemplo, no incluyen los detalles gramaticales necesarios: «mamá, ayer yo fuido al parque». Por lo tanto hablan como niños menores de su edad.

Algunos niños con TEL, principalmente antes de la edad escolar, también tienen dificultades pronunciando los sonidos de la palabra. Pueden decir, por ejemplo: «mami, un efante», en lugar de un elefante.

La mayoría de los niños TEL mejoran con el desarrollo, y llegan a hablar claramente cuando son un poco mayores.

Muchos niños con este trastorno tienen talentos

Es importante darse cuenta de esto. Reconocer estos talentos y ayudarles a desarrollarlos. Esto puede beneficiar en que tengan una buena autoestima y confianza en sí mismos.

Trastorno específico del lenguaje | Actividades  

Los niños con trastorno especifico del lenguaje tienen problemas con la comprensión y la expresión del lenguaje, y con el aprendizaje del lenguaje en general.

Eso no impide que puedan participar en actividades: pueden participar en el deporte, pueden disfrutar de la música, pueden hacer arte… Son niños sociables y quieren tener amigos

Los niños tienen problemas del lenguaje pero, al mismo tiempo, no tienen problemas de audición, pueden oír bien. Ni tampoco tienen problemas físicos que se puedan considerar causas del TEL.

La mayoría de los niños con trastorno especifico del lenguaje tienen problemas cuando están hablando, ya que es difícil para ellos combinar palabras para formar oraciones. Este tipo de dificultades se llaman problemas de expresión del lenguaje.

Algunos niños con TEL también tienen dificultades entendiendo lo que se les dice. Este tipo de dificultades se llaman problemas de comprensión del lenguaje.

Fuente: Telenotícies cap de setmana migdia de TV3 (22/10/16) y Gina Conti-Ramsden, Catedrática de la Universidad de Manchester, considerada una de las mayores expertas mundiales en el tema | Imagen de portada: flickr Manuel Trastorno especifico del lenguaje

Qué significa amor incondicional

Una de las claves de la felicidad de nuestros hijos es el amor sin condiciones, que se sientan queridos siempre. Cuando los niños crecen en un ambiente en el que los padres les aman incondicionalmente se sienten seguros de sí mismos y, cuando sean mayores, su vida emocional será mucho más equilibrada y sana.
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Amor incondicional hacia nuestro hijo significa que la manera natural de relacionarnos con él, en todos los momentos, sea a través del amor.

Qué significa amor incondicional hijos

¿Cómo se demuestra el amor incondicional?

Para transmitírselo a nuestros hijos no basta solo con quererles y decírselo, hay que demostrárselo. El amor incondicional es un amor que se da sin esperar nada a cambio, donde nos sentimos queridos por quiénes somos y no por lo que hacemos ni por los logros que obtenemos. Es un amor en el que no hay que demostrar nada.

Por eso es tan importante estar ahí con nuestros hijos tanto en los buenos como en los malos momentos. Independientemente de cómo se porten, de cómo se sientan o de si cumplen con nuestras expectativas, ellos tienen que sentir que les vamos a apoyar siempre y que les vamos a animar a ser ellos mismos.

No relaciones las muestras de afecto con portarse bien. Tu hijo será feliz si percibe que merece ser querido pase lo que pase en su vida; si percibe que el amor no es algo condicionado a cómo se comporta.

Algo que les fascina a los niños es escuchar a sus padres hablar bien de ellos a otras personas. Cuando hables con tu madre, tus hermanos… no le saques nunca defectos a tu hijo. Así lo dejas vendido. Trata de hacer todo lo contrario y que tu hijo lo oiga: «Carlos está siendo muy maduro este año en el cole, y me ayuda muchísimo en casa». No digas nada que no sea verdad, porque tu hijo no es tonto, pero resalta todo lo que sea positivo.

Qué significa amor incondicional hijos

¿Cuándo un niño se puede dejar de sentir querido?

Nuestros hijos se dejan de sentir queridos cuando se comportan de una manera que no nos gusta, o nos fallan, o hacen algo que no aceptamos y se lo hacemos saber de una manera inapropiada: «Me has decepcionado». «Es que no puedo confiar en ti». «No estás a la altura cuando te pido algo». «Para una vez que te pido algo y fíjate lo que ha pasado».

Qué significa amor incondicional hijos

¿Qué mensaje le llega a nuestro hijo en ese momento? | Que no le queremos, que no le aceptamos, que nos acaba de decepcionar…

Todos queremos a nuestros hijos, de eso no cabe duda. Probablemente si nos preguntan que cuánto queremos a nuestro hijo en una escala del 1 al 100 nuestra respuesta sea 1.000, o ¡hasta el infinito y más allá!

Seguramente no le decimos a nuestro hijo de manera directa (verbalmente) que no le queremos, que es torpe, que no vale para nada, que siempre hace algo mal, que siempre está pegando a su hermano…

Pero el objetivo es que no lo hagamos ni siquiera con algunos gestos que son más sutiles, menos groseros y menos humillantes pero con los que en realidad estamos transmitiendo el mismo mensaje: cuando miramos hacia arriba con hartazgo y suspiramos desesperados, cuando nos ponemos las manos en la cabeza y decimos que ya no podemos más… «¡No entiendo a este niño!» «¡Hijo ¿pero qué voy a hacer contigo?!»

Qué significa amor incondicional hijos

Todos esos gestos, que a lo mejor alguna vez se nos pueden escapar (y no pasa nada si sólo ocurre de vez en cuando), el mensaje que están transmitiendo es: «¡En este momento no te quiero!». «¡En este momento ni te quiero, ni te aguanto ni te sé tratar!».

Y es cierto que hay veces que no aguantamos a nuestros hijos, igual que hay veces que no nos aguantamos a nosotros mismos, o no aguantamos a nuestra pareja o no aguantamos a nuestro padre. Pero, incluso en esos momentos, tenemos que hacer un gran esfuerzo para encontrar la manera de comunicar nuestra emoción a nuestros hijos de la forma más respetuosa posible y más amorosa posible.

Nosotros para ellos somos como Zeus: TODOPODEROSOS | Para nuestros hijos lo somos todo. ¡No somos parcialmente importantes! Su dependencia es total. Dependen de nosotros emocionalmente, físicamente, para tener casa y comida, para trasladarse, para hacer los deberes y para solucionar sus dificultades emocionales.

Si nosotros como padres nos dedicamos a ser un Zeus: que un día damos muchísimo amor, pero ese mismo día en otro rato lanzamos rayos, y al día siguiente ¡ten cuidado porque te voy a amenazar y a lo mejor estás un año entero sin cosechas y todos os morís de hambre!, y quizá te voy a retirar un rato lo que más te importa (que es mi amor, mi aceptación, mi cariño, el sentirte válido).

Qué significa amor incondicional hijos

¡Así asustamos a los niños!, y ellos dependen muchísimo de nosotros. ¡Intenta no ser ese Zeus que da amor y quita amor! ¡Que da protección y quita protección! ¡Que ahora te quiere y después te amenaza! ¡Que ahora te ayuda y después te rechaza!

Intentemos no ser ese tipo de dioses para nuestros hijos. Intentemos estar ahí siempre con cariño, incluso en los momentos más difíciles.

¿Cómo damos amor incondicional a nuestros hijos?

Dar amor incondicional no sólo es querer siempre a nuestros hijos | Sabemos que ese amor está ahí (¡hasta el infinito y más allá!), pero tenemos que aprender a que ese amor se manifieste. ¡Y no es fácil! No es fácil porque no es un ejercicio natural, es algo que hay que aprender a hacer.

El amor incondicional consiste en querer siempre y en respetar la naturaleza de nuestro hijo |  Aunque no nos guste como es, aunque haya aspectos de su personalidad que no nos agraden, aunque no le guste hacer los deberes, aunque no sea buen deportista, aunque no le guste la lectura, aunque pelee con su hermano, aunque fastidie, aunque sea agresivo cuando se enfada, aunque no sepa todavía controlar sus desbordamientos emocionales… Incluso ahí tienes que hacerle sentir una persona válida y respetar su naturaleza.

Qué significa amor incondicional hijos

Tienes que aceptar a tu hijo cómo es y ayudarle a ser la mejor versión de sí mismo | (no la mejor versión del niño que tú querías que fuera. ¡Eso no vale!).

«Yo quería que fuera una niña, que fuera muy modosita, que fuera buena estudiante, que fuera siempre muy guapa vestida, que le gustara peinarse y mirarse en el espejo, que fuera siempre educada y obediente…»

Eso no lo queremos. No queremos que nuestra hija tenga que plegarse a las expectativas que nosotros teníamos antes de tener hijos o cuando la niña nació. Lo que queremos es saber mirar a esta persona sea como sea y ayudarla a convertirse en su mejor versión, aún cuando esa versión no tenga nada que ver con lo que a nosotros nos gustaría que fuera.

Qué significa amor incondicional hijos

Tenemos que ayudar a nuestra hija a ser buena persona y a desarrollarse de la mejor manera posible. Y esas expectativas limitadoras que nosotros podemos tener no generan amor incondicional, sino que es un amor con condiciones:

«Te quiero cuando te portas bien», «te quiero cuando compartes con tu hermana», «te quiero cuando te comes toda la comida del plato. ¡Si no te  la comes me enfado tanto contigo!»… «¡Te quiero sólo cuando me obedeces a la primera!» «¡Si no me obedeces a la primera, no quiero estar contigo de ninguna manera, porque no lo puedo soportar!» Ahí está claro que le estás retirando el amor.

Valoremos a nuestro hijo | No sólo se trata de aceptar cómo es nuestro hijo, se trata también de que valoremos cómo es.

Tienes un niño travieso, rebelde, juguetón, pillo… ¡valóralo! Valora lo que tiene de inteligente, de vivo, de ingenioso… ¡y díselo! Dile que tiene un don para hacer reír, para buscar atajos, para hacer cosas inesperadas y para que la gente le siga.

Qué significa amor incondicional hijos

«Tienes un don para liderar y te voy a enseñar a usar ese don de la mejor manera posible. No voy a esperar que seas un niño modosito y tranquilo porque sé que no eres así, pero voy a hacer que sepas usar eso que tienes (esa capacidad de risas, de liderazgo, de conseguir un grupo, de divertirte y de disfrutar de la vida) para que no hagas daño nunca a nadie, para que no te perjudiques a ti mismo y sigas consiguiendo todo lo bueno que ese don te puede dar.»

Dar amor incondicional a nuestros hijos significa quererles cuando estamos cansados; cuando les estamos acostando por la noche, agotados, que no podemos más y que nos pondríamos a pegar gritos, ¡ahí es cuando hay que demostrar el amor incondicional!

Qué significa amor incondicional hijos

Dar amor incondicional es quererles cuando hacen algo que no tienen que hacer | Están pegando a su hermano, están tirando algo porque están muy enfadados y a lo mejor lo han roto… En ese momento no consideremos a nuestro hijo como un problema.

En el momento en el que consideramos a nuestro hijo como un problema le estamos etiquetando, y le estamos poniendo en el centro de la familia en una posición problemática de oveja negra: «¡Tú eres el que nos lleva por el camino de la amargura! ¡Eres el que nos genera los conflictos en casa!» Y con esto no vamos a solucionar nada. Así no estamos dando amor incondicional.

Tenemos que identificar la dificultad de nuestro hijo. Y tenemos que pensar que no es que nuestro hijo sea un problema sino que tiene una dificultad, y que nosotros vamos a ayudarle a solucionarla desde el amor.

Qué significa amor incondicional hijos

¿Cómo ayudamos a un niño que pega o fastidia a sus hermanos? | Pues trabajando sus dificultades emocionales. Haciéndole ver a él estas dificultades. Dándole alternativas a la agresión. Entendiendo en qué momento se dispara esa agresión.

Es un trabajo que hay que hacer. Pero si no hacemos este trabajo no vamos a ser capaces de dar amor incondicional a nuestros hijos, porque cuando uno agreda al otro vamos a actuar sin poder ayudarle a superar su dificultad, y vamos a actuar considerando que es un problema y le vamos a tratar como una persona problemática.

¡Es que se lo he repetido mil veces! | En ocasiones «retiramos» el amor incondicional a nuestro hijo cuando tenemos que repetirle algo tropecientas veces.

Le hemos repetido algo tantas, pero tantas veces, que al final terminamos gritando. Como si nuestro hijo por estar jugando en lugar de escucharnos a la primera estuviera cometiendo un delito. Y la verdad es que no está cometiendo ningún crimen. Lo que ocurre es que para él el juego, lo que está haciendo en ese momento, es muchísimo más interesante que lavarse los dientes, recoger la mesa o preparar la mochila.

Qué significa amor incondicional hijos

Lo que tendremos que hacer es ayudarle a cambiar de la actividad que a  él le tiene completamente absorbido (el juego, la lectura, la tele, la pelea con el hermano… lo que sea) a la nueva actividad a la que queremos llevarle. La clave está en cómo vamos a gestionar nosotros esta transición de una actividad a otra:

  • La podemos gestionar a través del grito, de la amenaza o del castigo, que es algo a lo que estamos habituados y es lo que nos sale muchas veces.
  • O la  podemos gestionar con un entrenamiento: explicándole al niño cómo le vamos a dar instrucciones a partir de ahora, mirándole a la cara y teniendo contacto visual con  él para poder llevarle en esta transición, cogiéndolo de la mano y contribuyendo a que para él este desenganche del juego o de la actividad sea más sencillo. Ahí es donde estamos eligiendo el amor incondicional.

Estamos eligiendo actuar desde el amor en lugar de actuar desde la agresión (el grito, la amenaza, el castigo). Donde hay agresión no hay amor.

La agresión y  el amor no van juntos, son incompatibles | Cada vez que nosotros gritamos a nuestros hijos estamos retirando el amor en ese rato. Y además, si nosotros somos Zeus, imaginemos el impacto que para nuestros hijos tienen nuestros gritos.

Una aclaración | No es un delito que en un momento determinado perdamos los papeles y gritemos. ¡Somos humanos!

Qué significa amor incondicional hijos

En ese momento también estamos enseñando algo a nuestros hijos. Les estamos enseñando que no siempre nos podemos controlar, que hacemos cosas que preferiríamos no hacer, que hay situaciones que nos resultan difíciles y que a veces nos desbordamos. Y esto es una buena enseñanza: mi madre, mi padre, no son perfectos… y meten la pata.

Es muy importante que dejemos que nuestros hijos sepan que no somos perfectos, que cometemos muchísimos errores y que somos suficientemente buenos.

Lo que hay que solucionar es si este tipo de conductas por nuestra parte, tan cargadas de agresividad, se producen a diario y más aún si se producen varias veces a lo largo del día.

Si se producen a diario es cuando deberemos empezar a aprender a buscar otro tipo de mecanismos que nos permitan comunicarnos con nuestros hijos desde el amor. Es comunicación pacífica: se trata de buscar el mismo resultado utilizando estrategias pacíficas. Esa es una decisión que tenemos que adoptar los padres.

¿Cómo evitamos que nos salga esa conducta con agresividad? | Empecemos por comprometernos a no gritar más, y hagamos ese compromiso público. Se  lo decimos a nuestros amigos, a nuestros hijos, a nuestra pareja si la tenemos.

Ese es el primer paso: comprometernos con nosotros mismos. A partir de ahora vamos a elegir que nuestras interacciones no tengan esa carga de tensión, de agresividad y de violencia que nos sale.

Qué significa amor incondicional hijos

Para poder hacerlo tenemos que saber de qué manera nos vamos a empezar a comunicar a partir de ahora. Es posible comunicarse sin agresividad la mayor parte del tiempo, casi todos los días. Es posible elegir una comunicación pacífica. Es posible dar instrucciones desde la conexión, y todos lo podemos hacer.

La responsabilidad del clima en casa no es de los niños, es nuestra. Los adultos somos los que podemos modificar el tono de la familia la mayor parte de las veces, independientemente de cómo sea nuestro hijo e independientemente de la edad que tenga.

Somos los padres quienes podemos crear el tono armonioso y amable, donde el amor esté visible y se palpe casi todos los días. Y si algún día no es así no pasa nada, porque lo vamos a compensar con todo el amor visible que le vamos a dar a nuestros hijos el resto de los días.

Qué significa amor incondicional hijos

¡Con mi hijo es imposible poner en práctica esto del amor incondicional! ¡Si siempre se porta mal! | Cuando los niños tienen conductas que no son apropiadas, que no son adecuadas, lo mejor que podemos hacer es, en lugar de centrarnos en la conducta, centrarnos en la relación con ese niño. Que nuestro objetivo principal sea reforzar esa relación, generar una relación fuerte y sólida con él.

Por supuesto que tenemos que guiar al niño en la conducta, pero con los niños que tienen conductas inadecuadas (los niños que se portan mal, solemos decir) la conducta se convierte en el centro, en el núcleo de nuestro vínculo con él. Y no queremos que ese sea el núcleo, queremos que eso esté desplazado.

Sí que tenemos que ayudarle a portarse bien, cuando se tenga que portar bien, pero sobre todo que nuestra prioridad, nuestro objetivo, nuestra energía y nuestras interacciones estén centradas en la relación con el niño y no en la conducta.

Qué significa amor incondicional hijos

Ahí es donde el amor se va a hacer visible. Y ahí es donde ese malestar que parece que el niño tiene en las relaciones con todos los miembros de su familia se va a ir diluyendo, porque va a empezar a tener unas relaciones con los adultos con muchísimo más sentido y con mucha más fuerza. El niño se va a sentir muchísimo más valorado.

Cuando los adultos estamos serenos y equilibrados y cuando somos nosotros los que buscamos esa conexión, los niños responden como de manera mágica. Da igual que nuestro hijo tenga TDAH, que esté en el espectro del autismo, que tenga altas capacidades, da igual que no tenga ningún diagnóstico o que sea agresivo, que sea modosito o que sea rebelde… Somos nosotros, los adultos, los que propiciamos la conexión.

A veces nos quejamos de que nuestros hijos no nos obedecen y no nos escuchan hasta que no gritamos, y volcamos en los niños esa dificultad para obedecer. La dificultad no es de los niños, es nuestra. La dificultad es del adulto, que no sabe establecer su liderazgo a través del amor y de la conexión y con firmeza.

El amor incondicional tiene que estar de la mano con la firmeza, porque la firmeza da muchísima seguridad a toda la familia.

La no firmeza es dejar hoy hacer algo a nuestro hijo y mañana no. Es dejarle hoy tres y mañana cero, y pasado cinco. ¡Vaya lío! La firmeza es la seguridad, saber hacia dónde vamos todos y quién lleva el volante, y saber cuál es el sentido de dirección. Y todo esto con muchísimo amor.

Qué significa amor incondicional hijos

Si ya le hemos dicho a nuestro hijo cosas «feas», si le hemos dicho que es un problema porque no come, por ejemplo, ¿cómo le hacemos entender ahora que eso no es así? | ¡Pues se lo transmitimos diciéndoselo!: «Me he equivocado. Creo que te he hecho daño. Es mentira, siempre te quiero. También te quiero cuando no comes.

Me parece que nuestro amor es muchísimo más importante que el plato de lentejas, pero muchísimo más. Me parece que nuestro amor es muchísimo más importante que el plátano que no te estás comiendo. Te voy a querer siempre, siempre, siempre, y voy a hacer un grandísimo esfuerzo para no retirarte nunca, nunca, nunca más mi amor.» Y se lo dices con el corazón en la mano

Qué significa amor incondicional hijos

Y si un hijo adolescente busca el «mal rollo» todo el tiempo ¿cómo se gestiona? | Siempre buscando la conexión, ¡pero cuando él esté dispuesto a dárnosla! Porque nuestro hijo es un adolescente y en la adolescencia los chavales tienen que cortar y separarse de nosotros.

¿Cómo te separas de alguien a quien quieres tanto? De pronto lo detestas. Tu madre y tu padre son odiosos. Si antes eran guapos ahora son feos. Si antes eran listos ahora son tontos. Si antes olían bien ahora huelen mal. Cualquier cosa que los padres digamos va a estar mal. Esto es algo que los adultos tenemos que asumir: es lo que toca (es parte de la fase de separación).

Qué significa amor incondicional hijos

Pero incluso los adolescentes tienen ventanitas de conexión, y esos son los agujeros que tenemos que buscar. En algunos niños es por la noche con la luz apagada, otros es en el coche cuando ellos van sentados atrás o cuando están en paralelo a tu lado y no hay un contacto visual, otros pueden conectar por escrito pero nunca verbalmente (no pueden estar con nosotros en la misma habitación pero si les dejamos algún escrito bonito lo van a recibir bien, porque nos necesitan muchísimo en la adolescencia, y a lo mejor te contestan). Hay que buscar otras vías de conexión.

Estamos retirando el amor incondicional cuando…

Cuando hacemos chantaje emocional | «Si te terminas las lentejas, luego estamos un ratito juntos y vamos al parque.» «Si no pegas a tu hermano, luego podemos leer un cuento juntos.». Eso son chantajes emocionales. Yo te voy a dar mi amor y voy a estar bien contigo si tú tienes la conducta que yo quiero que tengas.

Cuando no controlamos nuestras emociones feas | Cuando humillamos, cuando ofendemos, cuando tenemos un ataque de ira y provocamos sentimientos muy difíciles y muy duros en nuestros hijos porque les decimos cosas de las que luego nos arrepentimos.

Qué significa amor incondicional hijos

Cada vez que etiquetamos a nuestros hijos | Cuando etiquetamos a nuestro hijo le estamos queriendo con condiciones: «Hay una parte de ti que no me gusta, ¡eres un vago!», «Eres muy desordenada», «¡Ay, que torpe eres!», «¡Siempre llegas tarde!», «¡Siempre estás pegando a tu hermano!», «¡Esta niña es una celosa!». Esas etiquetas ofenden, y la ofensa no va de la mano con el amor incondicional.

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Cuando hacemos comparaciones | No compares a tus hijos, nunca lo hagas. No les compares entre ellos, no les compares con el primo, no les compares con el compañero de clase ni con el otro niño del parque: «¡Mira! Si el ya se sabe atar los zapatos y tú no». «¡Mira! Si el ya ha terminado los deberes y tú todavía no». «¡Mira! Si el ya se ha terminado la comida y tú aún no has empezado».

Cada vez que comparamos a nuestro hijo con otra persona lo que le decimos es que la otra persona es mejor que él, que él no es suficientemente bueno y que no le queremos tanto. El mensaje que recibe tu hijo es que le quieres un poco menos, porque no es tan bueno como el otro niño.

Qué significa amor incondicional hijos

¿Y si las etiquetas vienen de fuera? | Es habitual. Nosotros no etiquetamos a nuestro hijo ¡pero los abuelos! o mi pareja, o mis hermanos… madre mía cómo tratan a mi hijo.

Lo bueno es que la persona de más autoridad en tu casa eres tú: el padre y la madre, o las dos madres, o el padre solo o la madre sola…

Como tú eres la persona de autoridad, siempre puedes decirle a tu hijo: «Lo que te ha dicho la abuela, tú y yo sabemos que no es así. Tú y yo sabemos que a la abuela le gusta decir que somos unos vagos, que somos unos pegones… Pero en nuestra casa no decimos esas cosas. En nuestra casa decimos: hoy estoy  perezoso, esta actividad me cuesta hacerla, hoy me han venido las ganas de pegar a mi hermana… Pero nosotros sabemos que no somos pegones todo el rato, que no somos vagos todo el rato».

Tú puedes desmontar ese tipo de etiquetas para crear un nuevo discurso interno positivo en tu hijo.

Qué significa amor incondicional hijos

‘El color de las cosas’ | Martin Panchaud

El color de las cosas‘ es una obra rompedora, de esas que se salen de los moldes establecidos y que, además de ser una nueva forma de narrar, es una historia trepidante y adictiva.

Martin Panchaud es el autor de ‘El color de las cosas‘, cómic publicado en España por Reservoir Books que rompe todos los esquemas y nos presenta una forma diferente de explicar un relato.

Los personajes se convierten en círculos para contarnos una historia de los barrios periféricos de Inglaterra. Es una obra con mucho trasfondo social, divertida y dura a partes iguales.

'El color de las cosas' | Martin Panchaud

‘El color de las cosas’ | Martin Panchaud

¿Por qué decidiste convertir a los personajes de un cómic en círculos de colores?

«Fue después de mis estudios. Yo en mi recorrido personal primero estudie cómic y después grafismo. Con los estudios de grafismo aprendes a hacer un logo o un cartel y, sobre todo, intentas ser lo más minimalista posible. Se intenta hacer una imagen muy depurada, muy limpia.

Yo pensé en cómo contar una historia (con sus diálogos) pero reduciéndolo todo a lo más mínimo, y llegué a estas formas circulares que hice dialogar entre ellas. ¡Y vi que realmente funcionaba!, que podíamos leer una historia interpretando estos personajes. A partir de ahí empecé a jugar con ello y descubrí que realmente iba a utilizar esta herramienta.»

'El color de las cosas' | Martin Panchaud

Cada personaje principal tiene un color, cada círculo que dibujas tiene un color determinado. ¿Cómo ha sido la selección de esos colores?

«Yo quería, en primer lugar, que el personaje principal destacara, por eso es de un tono anaranjado. Después fui un poco por sensaciones.

El grupo de amigos tenía tonos parecidos color tierra que combinan bien. Luego hay por ejemplo un color muy parecido con el padre biológico, pero por lo demás fue realmente por intuición. Precisamente esto juega con el título: ‘El color de las cosas‘. Hay una interpretación en función de los colores que cada uno siente el suyo.»

Los personajes son círculos simples de colores, pero el resto del cómic sí que tiene un dibujo muy trabajado y exhaustivo. ¿Por qué ese contraste y por qué decidiste hacerlo así?

«Yo, cuando «deduzco» los personajes y decido que son círculos tengo que ver cómo cuento una historia con ellos, y me autorizo a representar todos los objetos que considero que cuentan la vida de los personajes: dónde viven, por dónde se mueven, incluso la textura del suelo por ejemplo (en la ciudad es distinto del pueblo, o en cada zona). Todo ello crea una identidad. Y es de esa forma, con estas pequeñas herramientas, que pienso que la habitación de Simon es así, y esto expresa un poco su infancia pero también su paso a la edad adulta y el dibujo de su barrio.

Por tanto todo esto me interesaba mucho. Además utilizo el diseño vectorial, que se usa sobre todo en arquitectura para representar objetos. Y, habida cuenta que estamos rodeados de objetos que han sido fabricados, y por tanto primero dibujados, yo vuelvo un poco a ese mundo urbano en el que primero todo ha sido dibujado: la mesa o cualquier otro objeto.»

En ‘El color de las cosas‘ la composición de todo el dibujo es desde un plano cenital que recuerda mucho a algunos videojuegos, a algunos shooters como ‘Grand Theft Auto‘ que se ven desde arriba.

«Sí, absolutamente. Yo también he descubierto que efectivamente es así. Para representar un espacio necesitas un plano, y el que para ti sea más natural. Pero para encontrar algo, si quieres representar un país o un plan de evacuación por ejemplo de un hotel o de un museo, o para representar un parque o cualquier otro espacio, utilizamos planos o mapas, como el GPS. Estos planos nos rodean y rápidamente se entienden, es decir, se pueden interpretar con cierta facilidad, y eso es lo interesante.

Yo ahora estoy trabajando en un videojuego y ese paso es muy natural, porque efectivamente sí, se juega mucho con ese enfoque cenital.»

'El color de las cosas' | Martin Panchaud

Al ver al principio el diseño de los personajes como círculos nos podría parecer algo muy estático, pero el cómic tiene muchísimo movimiento.

«Así es. Era uno de los temas que más me preocupaba. Yo quería que la historia fuera sorprendente, que fuera muy viva, muy vital. Y precisamente como retiro muchas cosas (no hay rostros y no hay cuerpos) pues tenía que añadir algo, tenía que introducir el movimiento de otra manera, y tenía ganas de explicar también este road trip (este viaje) con un paso también por el mundo animal creando en todo ello una cierta tensión.

Uno de los desafíos era que si no dibujo cuerpos ¿cómo voy a ilustrar que la gente se está pegando? He ido buscando y elaborando diversas soluciones.»

Desde luego las peleas y la violencia es una de las cosas que más llama la atención en el cómic, cuando vemos de repente aparecer esas gotas, esas manchas de sangre en los círculos… es algo que atrae poderosamente la atención.

«Sí. Es curioso porque uno puede ver hasta qué punto esto es así. En un momento dado la madre tiene vendas, y cubro un círculo de vendas. Entendemos que es la madre pero lo que se ve es un círculo vendado.

Y eso es lo divertido, buscar la frontera entre lo que funciona y te puedes permitir y lo que realmente se convierte en algo incomprensible. En algunos casos realmente he tirado de la cuerda tensionándola al máximo. Yo quería buscar ese punto, esa frontera delicada, esa zona de interpretación entre el límite pero interpretable

'El color de las cosas' | Martin Panchaud

La composición de la página es totalmente fantasiosa, distinto a lo que estamos acostumbrados a ver. ¿Cómo fue diseñarlo?

«Digamos que he seguido el concepto del grafismo. A nosotros nos dicen que el blanco es tan importante como la imagen y que hay que encontrar un equilibrio, y que el camino del ojo para leer una página tiene que ser guiado.

Yo he intentado explotar esa herramienta, he intentado permitirme espacios en blanco, páginas más sobrias… Todo ello para guiar la historia.

Tiempo atrás, por ejemplo en las revistas que se publicaban, la composición iba marcada porque había que rentabilizar todo el espacio, y había unas opciones tomadas por unas cuestiones determinadas. En cambio creo que ahora uno se puede regalar más tiempo para contar una historia. Puedes por ejemplo tener una infografía en una página que explica un momento, y con eso basta

En ‘El color de las cosas‘ lo vemos mucho por ejemplo en el caso de la ballena, que es un personaje que va apareciendo poco a poco en el cómic y que al final es protagonista, y ahí sí que vemos esas páginas que recuerdan casi más a ‘National Geographic‘, la revista de divulgación científica.

«Efectivamente así es. A mí lo que me parecía interesante, y lo que me gustaba al introducir a esta ballena de esta manera, era como que estuviéramos leyendo un relato social (dramático, trágico) y al mismo tiempo cambias de canal y te encuentras allí una ballena azul y piensas: ¿qué pinta aquí esta ballena?

En una página como si fuera un documental vuelves a ese mundo. Son códigos, lenguajes distintos que yo voy utilizando. Como con las páginas de anatomía o con elementos puramente científicos.»

'El color de las cosas' | Martin Panchaud

Al margen del dibujo y del diseño, ¿de qué va la historia? ¿Quién es Simon Hope y qué le pasa?

«Simon es un adolescente de catorce años al que le pasa algo fantástico en realidad: apuesta y le toca la lotería. ¡Gana 16 millones de libras!

A partir de ese momento hay una desgracia. El padre se ha ido y la madre está en coma, y para cobrar el dinero necesita la firma de sus padres. Entonces tiene ese boleto sin nadie de confianza. Seguimos a Simon en su aventura buscando a alguien de confianza que realmente pueda cobrar ese dinero, y con ese dinero en última instancia curar a su madre que está en coma.»

Simon es un personaje que nos da en algunos momentos del cómic mucha pena y en otros le cogemos mucha manía. ¿Cómo ha sido crear este tipo de protagonista?

«Lo que me interesaba era crear un personaje sobre el que uno se pregunta si es una víctima o si es un cabroncete, si es un estúpido o si él está jugando con la suerte. Quería un personaje ambiguo, que pensemos que está haciendo cosas que uno mismo no haría pero que eso va dando resultados.

El hecho de robar a su padre, de ir a ver a una vidente… son cosas que uno en principio no hace, pero precisamente esto es lo que lleva a Simon a construir su propia suerte y su propia desgracia.

Es como si te preguntases si quieres ser amigo suyo o no. Me gusta esta dualidad, la ambivalencia de este personaje. Simon tiene una voluntad porque lo que le motiva, lo que le guía, es conseguir su objetivo cueste lo que cueste… Pero no sabría decir más concretamente, no sé si es alguien de bien o no.»

Los que resultan divertidísimos son la pandilla de amigos de los suburbios británicos, que tienen unas ideas totalmente locas…

«Sí. Yo cuando pienso en mi adolescencia recuerdo que teníamos muchas ideas… Primero no teníamos dinero, no podíamos ir al cine ni podíamos hacer nada, fumábamos algo también.

¿Cómo puedes ganar dinero cuando tienes catorce o dieciséis años? No había muchas opciones. Recuerdo que nosotros mismos teníamos ideas un tanto peculiares. Por ejemplo ir a buscar botellas de cristal vacías para llevarlas a la consigna a reciclar. No sé, te buscabas soluciones para conseguir dinero.

Estaba esa idea de ganar y de droga, pero me parecía como demasiado clásica y poco graciosa. Así que me parecía mejor tener ese pequeño grupo como si estuvieran montando una  startup, ahí, buscando su pequeño mercado. Y aunque son bastante malotes… tienen su punto de gracia.»

Esta es una de las partes graciosas de ‘El color de las cosas‘, pero también tiene partes muy dramáticas. Tratas la violencia de género de una forma desgarradora.

«Sí. Se puede hablar de asesinatos sórdidos o se puede hablar de cosas muy violentas por arma de fuego, pero hubo una estadística que me marcó mucho, y es la cantidad de mujeres que mueren a manos de sus parejas. Es una estadística verdaderamente impactante. Son muchas veces asesinatos a manos desnudas… y nos parece casi algo banal.

Lo trivializamos, lo banalizamos, y yo quería hablar de eso. Quería hablar del hecho de que dentro de las casas hay dramas atroces que se producen que ni se perciben como intento de asesinato, o como asesinato puro y duro. Yo quería un elemento dramático en esta historia.

Como yo era disléxico me habían puesto en clases con chavales que venían de todos los entornos. Eran chicos que venían de entornos desfavorecidos, de familias problemáticas con padres toxicómanos, que huían de la guerra, que se encontraban en situación de exilio… Y yo también quería contar qué sucede cuando formas parte de una familia disfuncional. Este entorno en el ámbito familiar me interesaba también mucho.»

De hecho en una de las escenas Simon aparece en casa después de ese evento de violencia de género. Es un plano cenital de la casa toda revuelta, con la madre en la cocina… es una de las viñetas más impactantes del cómic.

«Sí. Es la rotura total, a través del entorno. Un entorno que en un momento dado está ordenado, con la madre que hace pasteles y que mantiene todo limpio y el orden de la casa. Y todo esto explota, de pronto todo está como desestructurado y patas arriba.

Lo que me parece interesante es que de repente aparecen en su casa esos seres con uniforme que marcan también esa rotura. Es en ese momento en el que la historia realmente empieza, cuando se produce esta rotura.»

'El color de las cosas' | Martin Panchaud

Volviendo un poco al estilo del dibujo, del diseño, irremediablemente se nos viene a la cabeza Chris Ware.

«Cuando yo hacía estudios de cómic, en los años 2000, llegaba como una ola de cómic distinta y yo descubrí distintos estilos. Es cierto que Chris Ware fue muy potente a la hora de presentar algo nuevo. Conocíamos Astérix, Tintín… el cómic clásico, y llega Frank Miller, Chris Ware y otras personas que presentaban algo nuevo.

Chris Ware destacaba por ese aspecto más depurado y más limpio de sus viñetas, y por esa desestructuración de las páginas. Él se permite jugar con todos los elementos del cómic.

Es cierto que hay elementos de temática, de historia, en los que podemos tener puntos en común, pero son muy distintos porque él dibuja a sus personajes. Él dibuja los rostros, las emociones… Pero entiendo el vínculo, si bien insisto son dos cosas distintas. A mí me honra muchísimo. Para mí es un honor porque me parece que hoy en día Chris Ware es un personaje clave en el cómic

Por ‘El color de las cosas‘ te han llegado muchos premios. ¿Cómo los has vivido?

«Yo he trabajado mucho para que ‘El color de las cosas’ llegara a las manos de los lectores. Que llegara a un número amplio de lectores era mi objetivo. Yo pensé que, si el lector se veía recompensado por esta experiencia, mi misión habría sido alcanzada. Pero no pensé nunca que el libro funcionara tan bien.

Los libreros en Francia hablan de él, lo defienden, lo recomiendan. No es un libro fácil de vender. En los festivales yo lo veo, la gente abre el libro y se pregunta que qué es esto. Por tanto hay una labor importante por parte de los libreros. Y la recompensa ahora es increíble.

Yo he sido espectador de todo esto, porque en esta fase ya no hacía nada. Era mi editor que me llamaba para decirme que iba muy bien y que había muy buena reacción. Yo estaba realmente alucinado.»

¿Recomiendas algún cómic que te hayas leído hace poco y que te haya gustado?

«El último que he leído: ‘El cielo en la cabeza’, es de autores españoles (Antonio Altarriba, Sergio García y Lola Moral), y ha ganado el premio ACBD 2024. ¡Es quien ha ganado el galardón del año anterior el que elabora el galardón de los que ganan al año siguiente! (1)

Realmente a nivel visual es fantástico. La historia es muy potente y creo que mucha gente debería leer este libro. Es una novela gráfica muy conmovedora.»

(1) En el Gran Premio de la Crítica ACBD (otorgado por la asociación francesa de críticos y periodistas de cómic), es tradición que el ganador del año anterior sea el encargado de crear y entregar el premio del año siguiente.

Por ‘El color de las cosasMartin Panchaud obtuvo el Grand Prix de la Critique ACBD 2023. En el acto de entrega recibió de Elene Usdin un magnífico pasamontañas tejido a mano por ella, que había sido la galardonada en el Grand Prix ACBD 2022.

'El color de las cosas' | Martin Panchaud

'El color de las cosas' | Martin Panchaud

En esta ocasión él ha sido el encargado de crear y entregar el premio a los ganadores del Grand Prix de la Critique ACBD 2024: Antonio Altarriba, Sergio García y Lola Moral por su novela gráfica ‘El cielo en la cabeza‘.

Martin ha creado tres dioramas que representan el viaje de Nivek, el protagonista de la historia.

'El color de las cosas' | Martin Panchaud

'El color de las cosas' | Martin Panchaud

Entrevista a Martin Panchaud, a propósito de su cómic ‘El color de las cosas‘, emitida en el programa ‘Territorio 9‘ de ‘Radio 3‘ (28/01/2024)

Juego y psicomotricidad infantil

La importancia de los juguetes para desarrollar la psicomotricidad infantil

Al estimular correctamente la psicomotricidad de los niños y niñas, estamos facilitando el desarrollo de algunas de sus habilidades cognitivas. Esto, que también les ayuda a nivel social, emocional y físico, se convierte en una manera de conseguir los objetivos que como padres y madres nos marcamos, en una integración real con el resto del mundo.

Es crucial para su aprendizaje que cualquier juego o actividad que realicemos con este propósito los lleve a sentirse mejor consigo mismos, a estructurarse a través del movimiento y a explorar su entorno. Al ganar en destreza y confianza, están sin duda preparándose para enfrentar desafíos de manera positiva.

¿Qué aportan los juguetes a la psicomotricidad infantil?

Con los juguetes educativos podemos ayudar a desarrollar la acción psicomotriz de nuestros hijos e hijas. La amplia variedad de opciones disponibles en la actualidad nos ofrece la posibilidad de elegir aquellos que más se adecuen a sus intereses y necesidades, incluso aquellos que más captan su atención.

Sonajeros, cubos de plástico, bicicletas, puzzles o plastilina son algunos de los ejemplos más populares y que encontramos fácilmente en el mercado. Con la edad como base, sólo nos queda mirar cuál es su reacción cuando lo coja con sus propias manos. A continuación, en cualquier caso, te dejamos con algunos beneficios probados:

Ganar confianza

Los juguetes que ayudan al desarrollo psicomotriz de los peques hacen que ganen más confianza consigo mismos, que tengan una independencia mucho mayor. Esto, que les ayudará en el día a día, es algo fundamental para la vida, un aspecto que debemos comenzar a trabajar cuanto antes.

Comunicación efectiva

El uso de juguetes adecuados desde la infancia facilita una comunicación más efectiva, tanto con las personas cercanas como con el entorno en general. Fomentar una expresión cordial desde peques es un aspecto que debemos atender desde el principio, ya que contribuirá positivamente en diversos aspectos de su vida.

Estimula la creatividad

¿Quieres que tus peques desarrollen habilidades creativas desde temprana edad? Algunos juguetes que promueven la psicomotricidad también son excelentes para estimular la creatividad, esa parte interna relacionada con las artes que a veces necesita un pequeño empujón para florecer. ¡Aprovecha esta oportunidad!

Integración en grupos

La interacción con otros niños y niñas de su edad es esencial. Por ejemplo, jugar con coches de juguete facilita la integración en grupos en el patio, el establecimiento de contactos en la calle y el disfrute del entorno al aire libre

Como podemos observar, el juego desempeña un papel fundamental en el desarrollo de la psicomotricidad de nuestros pequeños y pequeñas, permitiéndoles establecer conexiones significativas con su entorno y con quienes les rodean, incluyendo a sus compis de guardería y a otras personas que visitan ocasionalmente.

¡No te lo pienses! Dada la cantidad de opciones que tenemos hoy para escoger, sólo tienes que ver las distintas opciones que tienes a tu disposición para hacerte con el juguete que mejor vaya con su condición, con aquello que le hace falta para un conjunto de actividades óptimas. ¿Ya tienes algunas opciones en mente?

Herramientas de negociación que usan los niños

Herramientas de negociación que usan los niños

¿Alguna vez os habéis parado a pensar en lo hábiles que son los niños consiguiendo lo que quieren?

Estos locos bajitos negocian de forma constante con nosotros, no paran de hacerlo y, sin duda, son verdaderamente eficaces… Utilizan herramientas de negociación infalibles.

Las utilizan en China, en Valencia, o en Madrid,… y les funcionan siempre. ¿Cómo se las arreglan nuestros peques para conseguir lo que quieren en un mundo en el que el poder lo tienen los adultos? ¿Quieres aprender a negociar?

Toma nota de estas 5 herramientas, ¡a los niños les funcionan!

Hacen un montón de preguntas

El niño pregunta, el adulto presupone. Cuando un niño coge una llamada de teléfono no para hasta conseguir conocer el motivo de la llamada. Está claro que se conforma con cualquier respuesta que le parezca posible en ese instante pero, sin embargo, no para de preguntar.

Asimismo, mientras el niño pregunta de forma constante sobre lo que desconoce, el adulto simula que conoce por miedo a parecer incompetente.

Saben lo que quieren y no dejan de pedirlo

Piden lo que quieren de forma constante. El niño sabe que cuanto más pide algo más probabilidades tendrá de obtener lo que desea; por esto, si quiere la videoconsola, ir al parque o comprar un helado no dejará de pedírtelo.

Sin embargo, los adultos no lo pedimos, sino que nos callamos. Parece que esperamos a que los demás sean capaces de leernos la mente y que, cuando aciertan y dan con la clave de lo que pasa por nuestra cabeza, incluso llegamos a negarlo rotundamente.

Si no decimos a otro lo que queremos, difícilmente podrán darnos lo que deseamos. Los niños son asombrosamente hábiles con esto, pues no tienen reservas en exponer sus deseos a cualquiera.

No aceptan un NO ¡y no se conforman!

Para los niños el NO es el inicio de la negociación, para el adulto el NO es el fin. Tanto de adulto como de niño, lo peor que te pueden decir es SÍ.

El SÍ es el fin de la negociación. Un SÍ directo no nos aporta nada e incluso puede llegar a frustrarnos, la negociación es un divertido juego de intercambio.

Es posible que un niño, diariamente, reciba un NO por respuesta cientos de veces pero prácticamente nunca zanja el asunto tras la primera negativa. Los niños nos llevan al límite: empujan, empujan y empujan. ¿Por qué? Porque les funciona. Así, consiguen trozo a trozo la porción del pastel que les apetecía inicialmente y que tú te negaste a darles.

Son tremendamente persistentes

¿Queda mucho para llegar? ¿Falta mucho? ¿Cuánto queda? Me aburro, ¿hemos llegado ya? Seguro que nos suena a todos.

El niño insiste e insiste, el adulto no. Además contrariamente a lo que cabría esperar, saben que, si no consiguen algo, conseguirán lo que piden en otro momento u otra cosa que les sea igual o más gratificante. Esto es totalmente habitual y, si la respuesta no lo deja conforme, entonces preguntarán el porqué sí o el porqué no hasta que obtengan la respuesta que le satisfaga.

Los niños no ceden, ¡intercambian!

El niño intercambia su buen comportamiento por lo que quiere pero en raras ocasiones ceden o renuncian a lo que solicitaban.

Ellos, en su negociación, hacen que los demás también ganen algo. Al fin y al cabo, de eso se trata negociar, de un juego de niños… herramientas de negociación

¡Aprendamos como niños!

El retraso madurativo en el aula

Alumnos con retraso madurativo: Causas, síntomas y tratamiento 

El retraso madurativo en niños abarca diversas áreas del desarrollo, desde la motricidad hasta el lenguaje y la cognición. Detectado generalmente entre los 2 y 6 años, puede estar causado por varios factores como la prematuridad y trastornos genéticos entre otros. Es esencial identificar prontamente los síntomas y brindar un tratamiento adecuado para promover el desarrollo del niño.

El retraso madurativo se considera cuando se tiene retraso en al menos dos áreas del desarrollo, como puede ser en el ámbito cognitivo, motor, lenguaje y social.

Decodificando el retraso madurativo

El retraso madurativo puede manifestarse en distintas áreas del desarrollo de un niño, afectando su habilidad para alcanzar ciertos hitos de manera típica. A continuación, se abordan aspectos clave relacionados con este trastorno:

¿Qué es el Retraso Madurativo? | El retraso madurativo se refiere a un retraso en el desarrollo de un niño en comparación con lo esperado para su edad cronológica. Este retraso puede manifestarse en diversas áreas, como la motricidad, el lenguaje, la comunicación y el desarrollo cognitivo.

Causas del retraso madurativo

  • La prematuridad en el nacimiento
  • Falta de estimulación cognitiva
  • Trastornos genéticos
  • Infecciones

Estos factores pueden contribuir al retraso en el desarrollo del niño y es fundamental identificarlos para un tratamiento adecuado.

Síntomas a tener en cuenta | Los síntomas del retraso madurativo pueden variar según la edad del niño y el área de desarrollo afectada. Algunos signos a los que se debe prestar atención incluyen dificultades en el lenguaje, problemas de socialización y retos en la motricidad. Es clave detectar estos síntomas tempranamente para intervenir de forma efectiva.

Diferencias entre retraso madurativo y retraso mental 

El retraso madurativo y el retraso mental presentan diferencias significativas en cuanto a su naturaleza y manifestaciones clínicas. Es crucial comprender estas distinciones para ofrecer un abordaje adecuado a cada caso.

Características del retraso madurativo | El retraso madurativo se caracteriza por un desarrollo más lento pero dentro de los parámetros esperados, lo que implica que el niño eventualmente alcanzará las metas de desarrollo propias de su edad, aunque requiera más tiempo para hacerlo.

Tipos de retraso madurativo

  • Retraso madurativo cognitivo: Se refiere a dificultades en el desarrollo de habilidades cognitivas como la memoria, la atención y el razonamiento.
  • Retraso madurativo de habilidades motoras: Incluye dificultades en la adquisición de habilidades motrices gruesas o finas, como caminar, correr o manipular objetos.
  • Retraso madurativo de lenguaje: Se manifiesta en dificultades para comprender y expresarse verbalmente, así como en la adquisición del lenguaje.
  • Retraso madurativo de comportamiento social: Implica limitaciones en la interacción social, la comunicación no verbal y la adecuación a normas sociales.

Importancia de la detección temprana 

Es fundamental comprender la relevancia de detectar a tiempo el retraso madurativo en niños para iniciar intervenciones eficaces y favorecer su desarrollo integral.

Estrategias de intervención

  • Realizar evaluaciones periódicas para identificar posibles retrasos en el desarrollo.
  • Implementar actividades de estimulación cognitiva y motora adaptadas a las necesidades de cada niño.
  • Trabajar en equipo con profesionales especializados para diseñar planes de intervención personalizados.

Tratamientos especializados

  • Buscar la colaboración de terapeutas ocupacionales, logopedas y psicólogos para abordar las distintas áreas afectadas por el retraso madurativo.
  • Brindar terapias específicas para mejorar habilidades motoras, de lenguaje y cognitivas.
  • Explorar opciones de tratamientos innovadores y multidisciplinarios que integren diferentes enfoques terapéuticos.

Papel de la familia y profesionales

  • Ofrecer apoyo emocional y educativo a las familias, involucrándolas en el proceso de intervención.
  • Establecer una comunicación constante entre padres, docentes y especialistas para garantizar un seguimiento efectivo.
  • Crear un entorno colaborativo donde todos los involucrados trabajen en conjunto en beneficio del niño con retraso madurativo.

Abordaje integral del retraso madurativo

Ante el retraso madurativo en niños, es crucial implementar un abordaje integral que contemple diferentes aspectos para favorecer su desarrollo y bienestar.

Terapias multidisciplinarias

  • Las terapias multidisciplinarias involucran a diversos profesionales de la salud, como psicólogos, terapeutas ocupacionales y logopedas, que trabajan de forma coordinada para abordar las necesidades específicas de cada niño.
  • Estas terapias se centran en mejorar las habilidades motoras, cognitivas, del lenguaje y sociales del niño, adaptando las intervenciones de acuerdo a sus capacidades y dificultades.

Programas de estimulación

  • Los programas de estimulación están diseñados para proporcionar al niño actividades y experiencias que fomenten su desarrollo en diferentes áreas, como la comunicación, la interacción social y la autonomía.
  • Estos programas se personalizan según las necesidades de cada niño, con el objetivo de potenciar sus habilidades y promover su progreso en un entorno adaptado y seguro.

Apoyo emocional y social

  • El apoyo emocional y social es fundamental en el abordaje del retraso madurativo, ya que contribuye al bienestar emocional del niño y favorece su integración en el entorno familiar y social.
  • Este tipo de apoyo ayuda al niño a desarrollar habilidades sociales, a gestionar sus emociones y a fortalecer su autoestima, aspectos clave para su desarrollo integral.

Casos de éxito y testimonios

En esta sección, se presentan experiencias positivas de alumnos con retraso madurativo, destacando su progreso y superación de dificultades a lo largo del tratamiento.

Experiencias positivas en el tratamiento | Los testimonios de los padres y profesionales reflejan el impacto positivo de las terapias multidisciplinarias y el esfuerzo conjunto en el desarrollo de habilidades clave en los niños afectados.

Superación de dificultades | Los casos de éxito muestran cómo, con el acompañamiento adecuado, los niños con retraso madurativo han logrado superar obstáculos y alcanzar metas que inicialmente parecían inalcanzables.

Impacto en la calidad de vida | Las mejoras observadas en la calidad de vida de los niños y sus familias, a raíz de un abordaje integral y una intervención temprana, subrayan la importancia de un enfoque holístico en el tratamiento de este tipo de casos.

Juegos tradicionales y populares

Los juegos tradicionales son los juegos de toda la vida. Son juegos sin caducidad y sin género, que se adaptan a los condicionantes de cada contexto histórico y cultural y a los que personas de todas las edades y de diferentes rincones del mundo hemos jugado a lo largo de muchas épocas. ¿JUGAMOS?

En cada juego encontrarás una anotación, a modo orientativo, con estos símbolos:

Juegos tradicionales y populares para niños

19 Juegos tradicionales

Los bolos

¿Sabías que los egipcios ya jugaban a los bolos? Es un juego que también practicaban griegos y romanos. A lo largo de la historia distintas sociedades y culturas han desarrollado su versión particular de este juego.

A los bolos podéis jugar en casa, al aire libre o en una bolera. Con los más niños más pequeños lo ideal es hacerse con un set de bolos y empezar a practicar en casa. Los encontrareis de madera, de plástico e incluso hechos de tela. Juegos tradicionales

Juegos tradicionales y populares para niños

¿Cómo hacer unos bolos caseros? | Por supuesto podéis echar mano de la creatividad y el reciclaje y fabricar vuestro juego de bolos único. Para hacer unos bolos caseros podéis utilizar botellas de plástico vacías y rellenarlas de arena, arroz o agua hasta la altura de un par de dedos. Vais a necesitar diez botellas (es importante que todas sean iguales). Luego las podéis decorar a vuestro gusto y ponerles número.

¿Cómo se juega? | El objetivo del juego es conseguir tumbar los bolos con la bola, que debe deslizarse siempre por el suelo.

Si los niños que juegan son pequeños, es recomendable simplificar las normas. Por ejemplo, la meta puede ser el conseguir derribar todos los bolos en tres tiradas. Si los niños que juegan ya tienen la capacidad de lanzar una bola más pesada, para ellos será muy divertido ir a una bolera. Podrán calzarse esos zapatos especiales y disfrutarán de la experiencia.

En una bolera las partidas generalmente constan de diez turnos. En cada turno el jugador dispone de dos tiros en los que debe intentar derribar los diez bolos que están colocados al final de la pista, formando un triángulo.

Por cada bolo derribado se gana un punto. Si el jugador en la primera tirada consigue derribar los diez bolos se dirá que ha hecho un strike; si lo consigue con los dos tiros habrá hecho un semistrike. Si se hace un strike ya no es necesario hacer la segunda tirada. Ese éxito se marcará con una X en su contador y sumará diez puntos.

A los bolos pueden jugar dos personas, pero hacerlo en familia o con amigos es muy divertido y estimulante. Cuando a los bolos se juega por equipos se convierte en un juego cooperativo en el que la coordinación y puntería de cada miembro es decisiva para todo el grupo. Juegos tradicionales

Juegos tradicionales y populares para niños

Canicas

¿Sabías que las canicas más antiguas se encontraron en la tumba de un niño egipcio en torno al año 3000 a.C.? Pues sí, por lo visto ya era un juego popular en el Antiguo Egipto.

¿Cómo se juega? | De este juego, en el que las pequeñas bolas son las protagonistas, existen incontables versiones. Aunque son muchas las formas de juego, todas tienen algo en común: a canicas se juega en cuclillas, a ras del suelo, y las bolitas se deben lanzar con una de las manos impulsándolas con algún dedo, el pulgar, el índice o el corazón, dependiendo de lo que el jugador prefiera y de su pericia.

Otra regla habitual es que los jugadores acostumbran a apostar sus canicas, por lo que existe la posibilidad de que al acabar la partida volváis a casa con los bolsillos llenos de canicas, o sin ninguna.

Juegos tradicionales y populares para niñosEstas son dos formas diferentes de jugar:

Al «gua» | La dinámica es sencilla. Se hace un hoyo en el suelo con el objetivo de conseguir meter en él la canica del adversario, gracias a los toques de nuestra canica. Si al lanzar la canica no conseguís tocar la del otro jugador, perderéis el turno.

«A matar» | En esta modalidad de juego normalmente los jugadores suelen apostarse las propias canicas. El primer jugador lanza su canica. El siguiente lanza la suya intentando tocar la canica lanzada por el jugador anterior. Si consigue tocarla, se dice que la «ha matado» y se la queda.

La misma dinámica se va repitiendo, lanzando cada jugador su canica de forma alternativa, con el objetivo siempre de «matar» a la canica del jugador anterior. Y así hasta que os canséis. Podéis ir dando la vuelta al parque o inventaros un circuito.

Juegos tradicionales y populares para niños

La rayuela

De este juego existen muchas variantes, aunque la dinámica básica es casi siempre la misma.

Lo primero es dibujar en el suelo con tizas una rayuela. Si el suelo es de tierra, se puede hacer el dibujo rayando la tierra con un palo o con una piedra. Luego escribid los números en los recuadros y buscad un objeto para lanzarlo en cada casilla cuando empecéis a jugar. Normalmente se usa una piedra (mejor que sea plana) que no sea muy grande, como del tamaño de una nuez. Juegos tradicionales

Juegos tradicionales y populares para niños

¿Se puede jugar dentro de casa a la rayuela? | ¿Por qué no? Usad cinta adhesiva de color para dibujar la rayuela, y en lugar de una piedra utilizad una nuez o cualquier otro fruto seco con cáscara.

¿Cómo se juega? | En la rayuela clásica el juego comienza lanzando la piedra a la casilla con el número uno, y haciendo un recorrido a la pata coja por el resto de casillas (saltando para no pasar por aquella en la que esté la piedra). Solo en las casillas dobles (como se ven en el dibujo la 2-3, la 5-6 o la 8-9) se permite descansar con ambos pies.

Al llegar al final del dibujo de la rayuela el jugador da la vuelta y realiza el recorrido en sentido inverso. Se parará en la casilla anterior a aquella en la que esté la piedra para recogerla y, esta vez sí, saltará también en esa casilla.

Si el recorrido se finaliza sin cometer ningún error, la rutina se repite lanzando la piedra a la casilla con el número 2, y así sucesivamente.

Las reglas básicas para no perder turno son tres:

  • No pisar las líneas, ni con los pies ni con la piedra.
  • La piedra no puede caer fuera de la casilla que corresponde.
  • Se debe mantener el equilibrio para no posar el pie levantado fuera de las zonas permitidas.

Juegos tradicionales y populares para niños

La gallinita ciega

Existen muchos juegos que parten de la base de privar la vista. De todos ellos, sin duda el más popular es el de la gallinita ciega. Solo necesitaréis tener a mano un pañuelo, una bufanda, un antifaz o cualquier otra cosa con la que la privación de la vista esté asegurada.

Aunque el desarrollo de este juego prácticamente no requiere explicación, sí que es conveniente hacer una recomendación sobre el espacio. Conviene que el sitio en el que se juegue sea un lugar amplio y, sobre todo, seguro, libre de obstáculos o de cualquier otro objeto con el que los niños pudieran hacerse daño.

¿Cómo se juega? | Aunque de este juego existen varias versiones, la más habitual consiste en colocar al jugador que no ve en medio del círculo que deben formar los demás. Los niños que forman el corro pueden dar vueltas alrededor de ese jugador central que será la «gallinita ciega».

El juego consiste en que el jugador que tiene los ojos vendados pueda atrapar a alguno de los demás y, tan solo con la ayuda del tacto, adivinar quién es. Si lo consigue, el jugador atrapado pasará a ocupar el lugar central.

Para desorientar aún más al jugador que lleva los ojos vendados podéis darle unas cuantas vueltas. Y, si aún queréis desconcertarlo más, podéis cambiaros entre vosotros prendas de ropa o imitar voces y sonidos. Juegos tradicionales

Juegos tradicionales y populares para niños

Un, dos, tres, pica pared

Este es un juego sencillo, con reglas fácilmente asimilables incluso para los más pequeños. Puede jugarse en interior o en exterior, no requiere demasiado espacio y es ideal para improvisar en cualquier parte.

¿Cómo se juega? | Un jugador se coloca de espaldas al resto, apoyado en una pared (o en un árbol). Los otros jugadores se colocan a una distancia prudencial de él, a unos cinco metros, aunque todo depende del espacio del que se disponga para jugar.

El jugador que está de espaldas al resto, con las palmas de las manos, irá dando golpecitos en la pared (o en el árbol) al tiempo que canta: «Un, dos tres, pica pared, sin mover las manos ni los pies». Mientras el resto de jugadores se moverán hacia él, con el fin de tocarle la espalda.

Cuando el jugador que para deje de cantar se girará. En ese momento todos deberán detenerse y quedarse inmóviles. Si el jugador que estaba cantando detecta cualquier indicio de movimiento en uno de sus compañeros, lo enviará al punto de salida. Este es un momento divertido del juego, ya que resulta difícil no moverse y contener la risa.

La mecánica del juego se va repitiendo hasta que alguno de los jugadores consigue tocar la espalda del que para y regresar corriendo a la salida sin ser atrapado por él. Cuando uno de los jugadores que se está fugando es atrapado, tendrá que ir a la pared, de espaldas a los demás, y en ese momento comenzará una nueva partida.

Juegos tradicionales y populares para niños

Churro, mediamanga, mangotero

Según la zona este juego infantil tiene diversos nombres. Se juega con dos equipos de unos 4 a ocho jugadores cada uno. Juegos tradicionales

¿Cómo se juega? | Los jugadores de un equipo se colocan en fila y agachados, sin doblar demasiado las rodillas. El primero (llamado madre) apoya su espalda contra una pared o similar. Los demás permanecen agachados con su cabeza entre las piernas del siguiente jugador, formando una fila alargada.

Los jugadores del equipo contrario irán saltando, uno por uno, por encima de esa fila, intentando llegar lo más adelante posible. Pueden ayudarse impulsándose con las manos y deben quedarse sentados en el sitio en el que caen. Si no consiguen meter a todos los jugadores sobre la fila formada por el equipo contrario, pierden y pasan a parar.

Una vez que todos han saltado, el primero que lo ha hecho dice «¡churro, mediamanga, mangotero, adivina qué tengo en el puchero!». Eso lo dice al tiempo que apoya su mano en su mano (churro), en su codo (mediamanga) o en su hombro (mangotero). Lógicamente el primer jugador de la fila (la madre), que está viendo lo que pasa, no puede hablar.

Si el equipo que está parando adivina dónde tiene la mano, se invierten los papeles de los equipos. Y así sucesivamente.

Juegos tradicionales y populares para niños

Yoyó

Podríamos incluir el yoyó en la categoría de juegos malabares, porque es increíble ver las acrobacias que muchos llegan a hacer con este juguete legendario. Por suerte el movimiento básico de subir y bajar todos podemos llegar a hacerlo; es un movimiento hipnótico y una vez que tengáis un yoyó en vuestras manos no podréis parar de practicar. Juegos tradicionales

Juegos tradicionales y populares para niños

Dos de las figuras más básicas que se pueden hacer con el yoyó, y con las que dejaréis boquiabiertos a vuestros espectadores, son el dormilón y pasear al perro:

El dormilón | El objetivo de esta figura es conseguir que el yoyó gire en el extremo de la cuerda, sin subir hasta que el jugador decida. Mira cómo hacerlo en este vídeo:

Pasear al perro | Desde la posición del dormilón, deja que el yoyó se apoye suavemente en el suelo y camina hacia adelante y hacia atrás lentamente. Antes de que el yoyó deje de girar, recógelo con un tirón de muñeca hacia arriba. Lo puedes ver en este vídeo:

Juegos tradicionales y populares para niños

La peonza

El objetivo de este juego es conseguir que la peonza gire sobre el suelo durante el mayor tiempo posible. Eso se consigue gracias a su diseño, que permite lo que se conoce como efecto giroscópico.

Explicar qué es el efecto giroscópico sería adentrarnos en un terreno demasiado técnico. Solo te diré que ha servido para desarrollar tecnologías tan sofisticadas y complejas como el sistema de piloto automático de los aviones. ¿No te parece alucinante? Juegos tradicionales

Juegos tradicionales y populares para niños

¿Cómo se juega? | Para conseguir que la peonza gire bien recta, se debe envolver con un cordel empezando por la punta para luego soltarla de golpe. Si consigues que gire (que no es fácil), puedes luego intentar algunas florituras.

Juegos tradicionales y populares para niños

Gomas de saltar

¿Recuerdas cuando jugabas en tu infancia en la calle o en el patio del colegio, cantando las canciones y repitiendo las rutinas con las que se saltaba a las gomas? Seguro que sí, sobre todo si eres mujer. Porque antes, esto de la goma, se consideraba un «juego de niñas».

Por suerte cada vez tienen menos cabida estas distinciones, y todas y todos podemos disfrutar de este juego tan divertido.

Juegos tradicionales y populares para niños

¿Cómo se juega? | Se necesita un mínimo de tres personas (si no es posible, pueden servir un par de sillas) y unos cinco metros de goma elástica cuyos extremos anudaremos entre sí.

Las reglas son sencillas. Dos personas sujetan la goma alrededor de sus piernas, que estarán separadas unos centímetros. El resto de jugadores irá saltando por turnos, repitiendo una rutina que puede o no ir acompañada de una canción.

Al ir subiendo la altura de la goma la dificultad se incrementa (tobillos, gemelos, rodillas, cintura…). Cuando la persona que está saltando falla, pierde su turno y pasa al siguiente. Aquí puedes ver algunas rutinas: Juegos tradicionales

Juegos tradicionales y populares para niños

La comba

¡La de ratos que hemos pasado en nuestra infancia jugando con una simple cuerda! Esta actividad es una muy buena opción de ocio: fomenta en los niños el ejercicio y hace que se olviden por un rato de las pantallas.

Juegos tradicionales y populares para niños

Aquí tienes algunas canciones:

Juegos tradicionales y populares para niños

Cromos de picar

¿Cómo se juega? | Este es un juego muy sencillo en el que se apuestan los cromos que queráis. Sentados los jugadores en el suelo (en una superficie plana) hay que hacer un montoncito en el medio con los cromos que se quieren apostar apilados boca abajo.

Por turnos, cada jugador golpeará con suavidad, con la mano abierta, encima del montón de cromos. El objetivo es que se den la vuelta cuando se levante la mano. Los cromos que se hayan girado pasarán a ser propiedad de ese jugador.

En cuanto al tipo de apuesta, debe ser acordada por los jugadores. Puede hacerse en función del tamaño de los cromos, de la temática, por equivalencias del tipo «tres cromos pequeños por uno grande», etc. Un consejo: para manos pequeñas mejor cromos pequeños. Juegos tradicionales

Juegos tradicionales y populares para niños

Hula hoop

Aunque mover un hula hoop parece fácil, son pocos los que lo consiguen en un primer intento. Hay grandes virtuosos que dan una nueva dimensión al concepto de coordinación, moviendo a la vez tantos hula hoops que parece que estén dentro de un muelle gigante.Juegos tradicionales y populares para niños

Juegos tradicionales y populares para niños

El hula hoop se inventó en Egipto hace ya 3.000 años. ¡Que desde entonces lleve practicándose demuestra cuán divertido es! Su nombre actual, no obstante, lo acuñaron marineros ingleses del siglo XVIII cuando conocieron la danza hawaiana «hula».

Juegos tradicionales y populares para niños

Tirachinas

Poca explicación requiere el funcionamiento de un tirachinas. Básicamente es un juego de puntería, la técnica del cual no dista mucho de la del tiro con arco. Lo único que debéis tener en cuenta sobre vuestro tirachinas (tanto que este sea de fabricación casera como que sea comprado) es que los proyectiles no puedan hacer mal a ningún ser viviente. Juegos tradicionales

Juegos tradicionales y populares para niños

¿Cómo se juega? | Para organizar un torneo de puntería con tirachinas tan solo tendréis que recopilar unas cuantas latas de bebida vacías. Es preferible jugar al aire libre, eso hará que dispongáis de más espacio y libertad.

En el torneo se pueden establecer diferentes fases, subiendo el nivel de dificultad al aumentar la distancia entre el tirador y las latas, o penalizando si se toca alguna lata en concreto u otro objeto que determinéis. Si las latas son de tamaños diferentes, también es posible asignarles diferentes puntuaciones.

Juegos tradicionales y populares para niños

Antón Pirulero

¿Cómo se juega? | Los niños que juegan se sientan en el suelo formando un corro. Cada uno de ellos debe poder ver bien al resto de niños que participan.

Uno de los niños hará el papel de Antón Pirulero. El resto de  niños elegirá cada uno un instrumento de música imaginario, y hará ver que lo toca.

Para empezar a jugar cada niño toca su instrumento imaginario. El que tiene asignado el papel de Antón Pirulero no toca ningún instrumento, lo que hace es irse dando golpecitos suaves con el puño cerrado en su mentón mientras canta la canción.

Todos los niños deben estar muy atentos. En cualquier momento Antón Pirulero puede dejar de golpearse el mentón y empezar a tocar el instrumento que está tocando otro de los jugadores. En ese momento el jugador que está tocando el instrumento que ahora toca Antón Pirulero tiene que dejar de tocarlo  y comenzar a darse golpecitos en el mentón. Si no estaba atento al juego y no lo hace, pierde y debe pagar una prenda.

A medida que los jugadores saben jugar mejor a este juego y están más atentos, Antón Pirulero puede darle más velocidad a su canción y puede hacer cambios más rápidos, con el objetivo de atrapar a algún distraído. A veces ocurre que quiere hacerlo tan deprisa que se confunde él mismo y pierde.

Juegos tradicionales y populares para niños

El escondite

Este divertido juego es perfecto para jugar al aire libre o en casa. No se necesita ningún material, ¡tan solo mucha imaginación! El juego consiste en esconderse y no ser descubierto hasta el final. No es conveniente para niños menores de 3 o 4 años, ya que pueden sentir miedo si no entienden que al final todos los participantes aparecerán.

¿Cómo se juega? | En primer lugar se escoge a la persona que será la encargada de buscar a los demás.

La persona elegida se colocará de cara a una pared (o un árbol), ese lugar se llamará «casa». Ahí tendrá que contar con los ojos cerrados (tapándoselos con sus propias manos) hasta el número que se decida: 10, 20, 50… Mientras está contando el resto de niños corren a esconderse.

Cuando el niño que para acaba de contar avisa al resto diciendo: «ya voy» o «el que no se haya escondido, tiempo ha tenido».

Cuando consiga encontrar a uno de los niños escondidos debe volver corriendo a casa, tocar la pared (o el árbol) y decir el nombre del niño encontrado. Si alguno de los participantes que está escondido quiere ganar el juego y salvarse de ser encontrado, debe correr hasta la casa y tocar la pared o el árbol diciendo: «salvado».

Juegos tradicionales y populares para niños

Comecocos

En todos los rincones del planeta el hacer figuras de papel forma parte de la infancia de cualquier niño. El comecocos es, junto con los aviones y los barquitos, una de las primeras figuras que aprendemos.

¿Cómo hacer un comecocos? | Descarga este PDF con las instrucciones para hacer un comecocos. Verás que también se adjuntan algunas plantillas que, en este caso, sirven para que los niños repasen jugando las tablas de multiplicar.

¿Cómo se juega? | Una vez doblado el papel os podéis inventar vuestro propio comecocos. Decorad de forma diferente las ocho porciones, para que se puedan identificar con facilidad. Lo podéis hacer con números, colores o con símbolos diferentes. Pensad en lo que vais a escribir dentro. Pueden ser ocho respuestas.

Cuando lo tengáis acabado preguntad a vuestro compañero de juego un número al azar. Abrid y cerrad el comecocos las veces que correspondan a ese número. Pedidle entonces que escoja una de las casillas que hayan quedado visibles. Ahora queda levantar la pestaña y ver que hay escrito debajo.

Juegos tradicionales y populares para niños

Juego de las sillas

Este es uno de esos juegos tradicionales que reúne todos los ingredientes para animar cualquier reunión: música, reglas sencillas, fácil organización y, además, pone al mismo nivel a niños y a adultos. Tan solo se necesita un espacio un poco amplio y unas cuantas sillas.

¿Cómo se juega? | Las sillas se colocan en círculo, con los asientos hacia fuera. En cuanto al número de sillas, tiene que haber una silla menos que el número de jugadores.

Cuando la música empieza a sonar todos dan vueltas alrededor de las sillas, atentos para coger un asiento cuando pare la música. El que no consiga sentarse quedará descalificado.

Tras cada nueva descalificación tiene que retirarse una silla, de forma que siempre quede una silla menos que el número de jugadores. El último que se quede sentado será el ganador del juego.

Se trata de un juego competitivo, pero las situaciones que se crean son tan divertidas que las risas están garantizadas.

Juegos tradicionales y populares para niños

Arrancar cebollas

Este juego no necesita ningún material ni preparación previa. Sí que es conveniente contar con un mínimo de entre 8 y 10 jugadores. Pueden ser menos, pero entonces la emoción del juego se reduce.

¿Cómo se juega? | Todos los jugadores, menos uno, se sientan en el suelo, uno detrás de otro formando una fila y abrazándose bien fuerte con piernas y brazos: serán las «cebollas. El jugador que se ha quedado en pie será el «hortelano».

El «hortelano» intentará separar, uno a uno, a todos los jugadores que están en el suelo o, dicho de otra forma, intentará arrancar una a una las «cebollas» empleando fuerza y técnica.

El «hortelano», que empieza él solo a intentar arrancar las «cebollas», tiene la ventaja que le da la altura. Eso le sirve de ayuda. Luego, a medida que vaya consiguiendo su objetivo, las «cebollas» arrancadas pasaran a formar parte del equipo del «hortelano» y le ayudarán a seguir arrancando las que queden.

Por tanto el trabajo será cada vez más fácil para el «hortelano» y más costoso para las «cebollas», que deberán poner todo su empeño en no ser arrancadas. Cuando en el suelo no quede ninguna «cebolla» el juego habrá terminado.

Aunque se trate de un juego en el que la fuerza tiene un papel importante, se pueden buscar estrategias que debiliten al adversario sin hacer daño. Por ejemplo las cosquillas no suelen fallar.

Juegos tradicionales y populares para niños

Las chapas

Otro de los juegos tradicionales clásicos es el juego de las chapas. A nivel técnico se parece bastante al de las canicas ya que, para lanzar las chapas, se deben utilizar también los dedos índice o corazón a la vez que se usa el pulgar para hacer palanca.

¿Cómo se juega? | La forma más popular de jugar son las carreras de chapas. Para ello deberéis dibujar en el suelo un circuito lleno de obstáculos, curvas y todo los que se os ocurra. Pintad la salida y la meta y comenzad la carrera.

También es muy habitual jugar a lo que se conoce como fútbol chapas. En este vídeo se explica con detalle cómo se juega:

Juegos tradicionales y populares para niños

Qué nos hace felices | La ciencia lo revela

La Universidad de Harvard, tras más de 76 años en busca de una respuesta, lo halló. El estudio realizado nos revela qué nos hace felices durante la vida y qué no, y no es ni la fama ni la riqueza.

El Dr. Robert Waldinger, director de este Estudio sobre Desarrollo Adulto, explicó en una charla TED las conclusiones que se alcanzaron.

Qué nos hace felices

Palabras leídas y silencios compartidos

¿Qué nos mantiene sanos y felices conforme avanzamos en la vida?

Si tuvieras que invertir ahora en lo mejor para tu futuro, ¿dónde pondrías tu tiempo y energía? | Una encuesta a jóvenes de la generación milennial les preguntó cuáles eran sus metas más importantes en la vida, y más del 80% dijo que para ellos era importante hacerse ricos. Y otro 50% de esos mismos adultos jóvenes dijo que otra meta importante era ser famosos.

Se nos dice constantemente que trabajemos más, que nos esforcemos para lograr más. Nos da la impresión de que debemos perseguir estas cosas para tener una buena vida.

Dándole forma al nido

El panorama de una vida, de las decisiones que toma la gente, y el resultado de esas decisiones, es casi imposible de obtener | Gran parte de lo que sabemos de la vida lo conocemos pidiendo a la gente que recuerde el pasado. Y, como sabemos, la retrospectiva es todo menos agudeza. Olvidamos grandes fragmentos de lo que nos sucede en la vida y, a veces, la memoria es francamente creativa.

Pero ¿y si pudiéramos ver vidas enteras conforme se desarrollan en el tiempo? ¿Y si pudiéramos estudiar a las personas desde la adolescencia hasta la edad adulta para ver qué hace la gente feliz y saludable?

Se ha hecho. El Estudio de Desarrollo de Adultos de Harvard puede que sea el estudio más largo de la vida adulta en la historia.

Antes de ponerse la gomina

Durante 75 años se ha seguido la vida de 724 hombres

Año tras año, preguntándoles sobre su trabajo, su vida hogareña, su salud, y, claro, preguntando todo ese tiempo sin saber cómo resultarían sus historias de vida.

Estudios como este son extremadamente raros | Casi todos los proyectos de este tipo se desmoronan pasada una década porque muchas personas abandonan el estudio, o por falta de financiación, o por distracción de los investigadores, o porque mueren y nadie continúa la investigación de campo.

Pero gracias a una combinación de suerte y persistencia de varias generaciones de investigadores, este estudio sobrevivió | Unos 60 de los 724 hombres del principio siguieron con vida participando en el estudio, la mayoría alcanzaron los noventa y tantos. Y luego se empezaron a estudiar los más de 2000 hijos de estos hombres.

Qué nos hace felices

Llenando la despensa y cocinando

Qué nos hace felices

Hermanas

El Dr. Robert Waldinger es el cuarto director del estudio | Desde 1938, han seguido las vidas de dos grupos de hombres.

El primer grupo empezó cuando eran estudiantes de segundo año en la Universidad de Harvard. Todos terminaron la universidad durante la Segunda Guerra Mundial, y luego la mayoría se fue a la guerra.

El segundo grupo que se siguió era un grupo de chicos de los barrios más pobres de Boston, chicos elegidos para el estudio específicamente porque provenían de las familias con más problemas y más desfavorecidas en el Boston de los años 30. La mayoría vivían hacinados, sin agua corriente, sin agua caliente.

Ha llegado el frío

Cuando ingresaron al estudio, se entrevistó a todos estos adolescentes. Se les realizaron exámenes médicos. Los investigadores fueron a sus hogares y entrevistaron a sus padres.

Luego estos adolescentes se hicieron adultos y cada uno hizo su vida. Algunos fueron operarios en fábricas, abogados, albañiles, médicos, uno fue presidente de EE.UU. Algunos se hicieron alcohólicos. Unos pocos sufrieron esquizofrenia. Algunos ascendieron socialmente desde la base hasta la cumbre, y otros fueron en sentido contrario.

Los fundadores de este estudio ni en sus fantasías más alocadas hubieran imaginado que, 75 años después, el Dr. Robert Waldinger estaría explicando en una charla que el estudio continúa.

Qué nos hace felices

Estamos embarazados

Cada dos años se hace el seguimiento | El dedicado y paciente personal de investigación llama a estos hombres y les pregunta si pueden enviarles otra serie de preguntas sobre sus vidas.

Muchos de los hombres de Boston preguntan: «¿Por qué quieren seguir estudiándome? Mi vida no es tan interesante». Los hombres de Harvard nunca hacen esa pregunta.

Para obtener la imagen más clara de estas vidas no solo se envían cuestionarios, también se les entrevista en sus salas de estar. Se consiguen sus historias clínicas. Se les extrae sangre y se les escanean sus cerebros, se habla con sus hijos.

Se graban en vídeo las conversaciones con sus mujeres sobre su preocupaciones. Cuando hace una década, finalmente, se le preguntó a las esposas si querían sumarse como miembros del estudio, muchas mujeres dijeron: «Sabes, ya era hora».

Ahora somos tres

Qué nos hace felices

El hogar nos da seguridad

¿Qué se ha aprendido con este estudio?

¿Qué lecciones surgen de las decenas de miles de páginas de información que se generan sobre estas vidas? | Las lecciones no tiene que ver con riqueza, fama, ni con trabajar mucho. El mensaje más claro de estos 75 años de estudio es este:

Las buenas relaciones nos hacen más felices y más saludables. Punto.

Da PAZ estar juntos

Se han aprendido tres cosas sobre las relaciones:

Que las conexiones sociales nos hacen bien y que la soledad mata

Resulta que las personas con más vínculos sociales con la familia, los amigos, la comunidad, son más felices, más sanos y viven más que las personas que tienen menos vínculos.

Y que experimentar soledad resulta ser tóxico. Las personas que están más aisladas de lo que quisieran de otras personas encuentran que son menos felices, son más susceptibles a recaídas de salud en la mediana edad, sus funciones cerebrales decaen más precipitadamente y viven menos que las personas que no están solas.

(Sabemos que podemos estar solos en la multitud y podemos estar solos en un matrimonio.)

La familia

Que vivir en medio del conflicto es malo para la  salud

La segunda lección, que es consecuencia de la primera, no tiene que ver con la cantidad de amigos que se tienen ni con que se tenga una relación, lo que importa es la calidad de las relaciones más cercanas.

Los matrimonios muy conflictivos, por ejemplo, sin mucho afecto, resultan ser muy perjudiciales para la salud, quizá peores que el divorcio. En cambio vivir en medio de relaciones buenas y cálidas da protección.

Cuando los hombres del estudio llegaron a los ochenta y tantos, se analizó cómo fue su mediana edad, para ver si se podía predecir quién se convertiría en un octogenario feliz y saludable y quién no. Y cuando se recopiló todo lo que se sabía de ellos a sus 50 años, no fueron los niveles de colesterol de la mediana edad los que predijeron cómo envejecerían. Fue el grado de satisfacción que tenían en sus relaciones. Las personas más satisfechas en sus relaciones a los 50 años fueron las más saludables a los 80 años.

Las relaciones cercanas parecen amortiguar algunos de los achaques de envejecer | Los hombres y mujeres del estudio que están en parejas felices informaron, a sus ochenta y tantos, que, cuando sentían más dolor físico, seguían de buen humor. Pero las personas que estaban en relaciones no felices, los días que informaban tener más dolor físico este se magnificaba por el dolor emocional.

Nuestro árbol de Navidad

Que las buenas relaciones no solo protegen el cuerpo, protegen el cerebro

La tercera gran lección aprendida sobre las relaciones y la salud es que estar en una relación de apego seguro con otra persona a los ochenta y tantos da protección. En las personas que están en relaciones en las que sienten que pueden contar con la otra persona si lo necesitan, los recuerdos permanecen más nítidos más tiempo. Y las personas en relaciones en que sienten que no pueden contar con la otra parte, son personas que pierden antes la memoria.

¡Qué difícil es cuadrar las cuentas!

Pero las buenas relaciones pueden no ser armoniosas todo el tiempo

Algunas de las parejas octogenarias del estudio podían pelearse a veces pero, en tanto sintieran que podían contar con el otro cuando la cosa se ponía difícil, esas peleas no quedaban en sus recuerdos.

Este mensaje de que las relaciones buenas y estrechas son beneficiosas para la salud y el bienestar, es una sabiduría vieja como el tiempo | ¿Por qué es tan difícil de entender y tan fácil de ignorar? Somos humanos. Nos gustaría una solución rápida. Algo que mejore la vida y que sea permanente. Las relaciones son un lío, son complicadas, y cuidar a la familia y a los amigos no es atractivo ni glamuroso.

Dura toda la vida. Nunca termina. En el estudio, las personas de 75 años más felices al jubilarse fueron las que activamente reemplazaron compañeros de trabajo por nuevos compañeros de juego.

Como los encuestados de la generación de milennials, muchos de los hombres del estudio cuando eran adultos jóvenes creían que la fama, la riqueza y lograr grandes cosas era lo que necesitaban para tener una vida buena | Pero con el tiempo, en estos 75 años, el estudio ha demostrado que les fue mejor a las personas que se inclinaron por las relaciones, con la familia, con los amigos, con la comunidad.

Tras la discusión viene la reconciliación

Y tú, ¿qué piensas? | Digamos que tienes ahora 25, o 40, o 60 años…

¿Qué implica entregarse a las relaciones? Bueno, las posibilidades son casi ilimitadas.

Podría ser tan simple como pasar más tiempo con personas que con pantallas o amenizar una relación rancia haciendo algo nuevo juntos, caminatas largas o citas nocturnas, o acercarse a ese familiar que no hemos visto en años, porque esas disputas familiares tan comunes dejan una pérdida terrible en las personas que guardan rencores.

«No hay tiempo, muy breve es la vida para disputas, disculpas, animosidades, pedir cuentas. Solo hay tiempo para amar, y solo un instante, por así decirlo, para eso» Mark Twain

Qué nos hace felices

Mi Valentina

Fuente: charla TED de Robert Waldinger | Ilustraciones: Los pequeños momentos van fortaleciendo la complicidad. El ilustrador Curtis Wiklund ha dibujado la relación con su mujer, mostrando una rutina íntima y amable. Qué nos hace felices